Resumen

El capítulo comienza destacando que la interculturalidad es un proceso que ocurre en

diversos espacios que forman parte de las relaciones culturales, sociales, económicas
y políticas de una sociedad. La interculturalidad promueve la comunicación activa, la
equidad y el respeto por las diferencias, sin importar la clase social, la situación
económica o el origen étnico.

Estos espacios de interculturalidad incluyen áreas como el territorio, la comunidad, la

familia, la escuela, el medio ambiente, las relaciones económicas, sociales y políticas,
entre otros. En estos espacios, la identidad cultural individual y colectiva se forma y se
expresa.

La identidad cultural se manifiesta a través de la manifestación de los saberes

particulares de los pueblos y comunidades en diferentes campos del conocimiento, así
como en conceptos, temas, valores, actitudes y comportamientos.

El capítulo también destaca dos tipos de espacios importantes para la interculturalidad:

Espacio Declarativo: Este espacio se refiere al discurso y está relacionado con el

marco normativo social, incluyendo leyes y regulaciones. En este espacio, se enfatiza
la multiculturalidad y la diversidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y la
participación de todos los sectores de la sociedad en un marco de disensos. Este
espacio busca la convivencia en una sociedad multicultural y democrática.

Espacio Operativo: Este espacio se centra en la práctica intercultural en la vida

cotidiana. Aquí, las personas de diferentes orígenes culturales interactúan de manera
horizontal, con respeto mutuo y consideración recíproca. Va más allá de la teoría y la
normativa, involucrando la aplicación de políticas multisectoriales que desarrollan el
enfoque intercultural. Se basa en actitudes y valores como la comunicación efectiva, la
apertura, la empatía y la solidaridad.

En resumen, el capítulo VII del libro explora cómo la interculturalidad se desarrolla en

diversos espacios de la sociedad, desde el ámbito normativo hasta la vida cotidiana. Se
enfatiza la importancia de la comunicación efectiva y la apertura en la interacción entre
personas de diferentes culturas, y cómo estos valores contribuyen a la convivencia en
una sociedad multicultural y democrática.
En la segunda parte del capítulo, se continúa explorando las actitudes y competencias
necesarias para la interculturalidad:

Aclarar opiniones erradas: Uno de los aspectos clave en la interculturalidad es la

corrección de opiniones equivocadas. Esto implica desafiar estereotipos y prejuicios, lo
que puede llevar a una mejor comprensión mutua y a una comunicación más efectiva
entre culturas. Además, la interculturalidad busca resolver conflictos y mejorar las
relaciones sociales a través de este proceso de aclaración de opiniones erróneas.

Establecer negociaciones equitativas: La interculturalidad también involucra la

capacidad de negociar de manera justa y equitativa entre diferentes culturas. Esto
significa que las negociaciones no deben conducir a la dependencia o exclusión de una
cultura en beneficio de otra, sino que deben orientarse hacia una conciencia de
interdependencia y respeto mutuo.

La capacidad de la empatía: La empatía es fundamental en la interculturalidad. Implica

ponerse en el lugar del otro y comprender sus perspectivas y sentimientos. Esta
capacidad se desarrolla a través de la comunicación e interacción con personas de
diferentes orígenes culturales y contribuye a una comunicación y comprensión más
efectivas.

La capacidad de compartir: Compartir es esencial para crear espacios abiertos donde

se puedan abordar conflictos y construir estrategias de solución. En este contexto,
compartir no se limita a compartir vivencias, emociones y sentimientos, sino que
también implica compartir conocimientos y experiencias entre culturas.

El sentimiento y actitud de solidaridad: La solidaridad es una competencia social

positiva que promueve la adhesión de intereses y la aceptación de responsabilidades
individuales y colectivas. La solidaridad contribuye a la convivencia armónica y facilita
el proceso de interculturalidad al promover una buena comunicación y comprensión
mutua entre individuos y grupos sociales.

La competencia de la participación: La participación es un derecho y una

responsabilidad que permite a las personas actuar en diferentes espacios con igualdad
de oportunidades y género. La competencia de participación en el enfoque intercultural
impulsa la construcción de una visión común, el compromiso colectivo, la concertación
efectiva y la asunción de la responsabilidad social, política y cultural tanto por parte de
mujeres como de hombres.

En resumen, esta segunda parte del capítulo se centra en las competencias y actitudes
necesarias para la interculturalidad, como la empatía, la solidaridad, la capacidad de
compartir y la participación activa. Estas competencias son fundamentales para
promover la comunicación efectiva, resolver conflictos y fomentar la comprensión
mutua entre culturas en una sociedad multicultural.

Reflexión
¿Qué actitudes son fundamentales para lograr el diálogo intercultural?
Para lograr un diálogo intercultural efectivo, es fundamental cultivar actitudes como la
empatía, la apertura mental, el respeto mutuo y la disposición para escuchar
activamente. Estas actitudes permiten comprender y valorar las perspectivas y
experiencias de los demás, incluso cuando difieren de las nuestras.
¿Cuáles son las competencias interculturales urgentes para desarrollar en
nuestras comunidades y en nuestras organizaciones?
Las competencias interculturales urgentes para desarrollar incluyen la capacidad de
comunicarse de manera efectiva con personas de diferentes culturas, la habilidad para
resolver conflictos de manera constructiva y equitativa, la promoción de la solidaridad y
la participación activa de todos los miembros de la comunidad u organización,
independientemente de su origen cultural.
¿Cuáles son los retos de la interculturalidad para lograr la participación
equilibrada en la vida política, social y económica de nuestro país?
Los retos de la interculturalidad para lograr una participación equilibrada implican
superar barreras como el racismo, la discriminación y la desigualdad económica. Esto
requiere políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades, la inclusión de
todas las culturas en la toma de decisiones y la valoración de la diversidad cultural
como un activo en lugar de una amenaza.
¿Cómo aprovechar nuestras prácticas y manifestaciones culturales para
desarrollar actitudes interculturales?
Podemos aprovechar nuestras prácticas y manifestaciones culturales como
herramientas para desarrollar actitudes interculturales al fomentar el intercambio de
conocimientos y experiencias entre diferentes grupos culturales. Esto implica la
promoción de eventos culturales, programas educativos que respeten y valoren las
tradiciones, y el reconocimiento de la riqueza cultural de todas las comunidades.
¿Cuáles son las actitudes interculturales que tendríamos que practicar con
nuestros hermanos de los otros pueblos indígenas?
Con nuestros hermanos de otros pueblos indígenas, es esencial practicar actitudes de
respeto profundo por sus culturas y cosmovisiones, escuchar sus historias y
necesidades con empatía, y colaborar de manera equitativa en la búsqueda de
soluciones a los desafíos comunes. Además, debemos reconocer su autonomía y
autodeterminación en la toma de decisiones que afectan a sus comunidades.
¿Qué acciones proponemos dentro de nuestra organización para desarrollar
competencias y actitudes interculturales?
Eventos y Celebraciones Culturales: Organizar eventos y celebraciones que destaquen
la diversidad cultural presente en nuestra universidad. Esto puede incluir ferias
culturales, festivales gastronómicos y presentaciones artísticas que promuevan el
intercambio cultural.
Programas de Sensibilización Intercultural: Implementar programas de sensibilización
intercultural para estudiantes, profesores y personal administrativo. Estos programas
podrían incluir talleres, charlas y actividades que promuevan la comprensión y
valoración de las diferentes culturas presentes en la comunidad universitaria.