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Alessandro Pizzorno
Alessandro Pizzorno
Alessandro Pizzorno
“Participación y cambio social en la problemática contemporánea”
Formación de una clase política profesional (Weber demostró como los políticos de profesión
surgieron por voluntad de los príncipes con el fin de poseer un instrumento de lucha contra
los estamentos. En última instancia esta clase aparece responsable solo frente al soberano.
Reivindicar el derecho de los ciudadanos comunes a participar en la conformación de las
decisiones.
El ejercicio del voto igual para todos libera a cada individuo de la estructura de desigualdades
propias de la sociedad civil. Según Rokkan se constituía el rol del ciudadano como unidad en
relación directa con el Estado.
Esto contribuye a la adopción del voto secreto permite votar al resguardo de todo control
social.
¿Era esto suficiente para poner en jaque el principio de intervención de lo privado en la política?
La respuesta es que se provoca una apertura o reforzamiento de un nuevo canal de penetración de
lo privado en la política, con la formación de un nuevo instrumento
Este fenómeno hace posible que en la escena política se reestablezca el peso de las fuerzas y por lo
tanto de las desigualdades de la estructura social.
Los intereses privados al adquirir un modo de expresión política adoptan también una nueva
dimensión aglutinante, un nuevo terreno de confrontación y por lo tanto nuevos criterios de
evaluación recíproca de los procesos relativos (lo cual significa nuevos valores) y nuevas
posibilidades de modificar las posiciones de fuerza preconstituidas capaces de superar desventajas y
ratificar y arraigar privilegios.
Los movimientos sociales y partidos políticos son la mejor expresión de ese fortalecimiento de la
organización privada en la política y su ambivalencia.
MOVIMIENTOS SOCIALES:
- Totalmente externos (por lo menos en sus comienzos) a la sociedad política existente, por lo
tanto permanecen externos al juego parlamentario. Se proponen como reformadores de la
sociedad civil y no solo del Estado.
- Son inestables
- Cuando tienen finalidades específicas se extienden tras haberlas alcanzado
En los casos mas notables se trasforma en un tipo especial de partido que Duverger denomina
“Externo” o “de Movimiento” y contribuyen a formar los modernos partidos de masa.
Pasan a ser
PARTIDOS DE NOTABLES PARTIDOS DE MOVIMIENTO
la corte de masa
Los Partidos de Notables reflejan una situación en la que los intereses y la posición privada están
presentes en la escena política. El partido no hace mas que seguir y ponerse al servicio de tal o cual
posición privada.
Cuando comienzan a organizar las masas (en oportunidad de las sucesivas extensiones del sufragio)
reflejan ampliaciones potenciales de la participación y al mismo tiempo reflejan una situación en la
que la organización privada se vuelve permanente y es constitutiva de la sociedad política misma.
A la clase política permanente pero diletante (vive para la política no de la política) se va
superponiendo una clase profesional que funda sus raíces y su legitimidad en la representación de
posiciones civiles, pero que asume una especialización abstracta con respecto a toda
representación. Esta especialización se funda en el hecho organizativo.
Son estas las bases de la nueva clase política, de su relativa autonomía y de su legitimidad técnica:
queda demostrada la capacidad de gobernar al Estado sobre la base del éxito que se obtiene
organizando una facción política.
La organización de masas además de dar origen a una nueva clase política, implica otra
consecuencia permanente porque tiende a convertirse en una estructura que tiene su fin en si
misma, no es solo un instrumento de participación sino también objeto, fin de la participación misma.
La participación en la organización se asienta como una cualidad diferente de la acción política (tipo
de acción política). Aquí se encuentran las raíces de dos fenómenos
Acción Política que tiene como única finalidad la Participación asociativa en organismos políticos
supervivencia del aparato organizativo en cuánto de base, que se convierte en una repetición de
tal; así como también en la abdicación de los las relaciones sociales de pertenencia y no en
fines políticos originarios una perspectiva de intervenir en las estructuras
políticas.
La revolución burguesa (al implantar el sistema de los intereses privados en la esfera del Estado)
introduce en el Estado la LUCHA DE CLASES
Un elemento históricamente contingente era la particular debilidad del Estado en el momento en que
brotan los enfrentamientos de clase entre capitalistas y proletarios. (Al no estar aún totalmente
organizado, todavía liado a una institución en retroceso: la Monarquía)
El Estado tenía frente a él una burguesía vigorosa en tren de expansión internacional. La expansión
industrial ayudará a nacionalizar tanto a la burguesía como al proletariado (que era internacional
porque no poseía nación moralmente y en cierto sentido institucionalmente : SUFRAGIO)
Solo cuando las burguesías nacionales chocan (en su expansión con las demás burguesías
nacionales) es cuando cada una de ellas se preocupa por conseguir los servicios no meramente
policiales del Estado. (Siglo XIX – Capitalismo Imperialista)
Un sistema de desigualdad se funda sobre ciertos valores compartidos que permiten medir lo que es
más y lo que es menos, o sea posiciones desiguales. Estos valores no son específicos de un Estado,
de un territorio o de una nación. Proponerse derribar a través de la lucha de clases a este sistema
significa otorgar a la lucha política un significado universal (porque los valores propios de los grupos
de la lucha de clases no son de cierta cultura nacional o territorial definida)
Pizzorno: La herencia de aquellas luchas (antes burgueses, hoy proletarios) contra ciertos sistemas
de desigualdad, parece apropiado para considerar todas estas vicisitudes como un momento de la
participación política que se refiere al principio extra estatal de la lucha de clases, que no responde a
ningún problema de consenso respecto a ciertas instituciones, sino a un problema de desigualdad.
La concepción de la política debe abarcar tanto la acción con vistas al poder en el Estado,
como la acción de clase con vistas a la afirmación de los valores universalistas, la misma no
nos dicen aún que tienen en común estos dos términos, clase y estado, como para llamarlos a
pergeñar el ámbito de la política; ni tampoco que es lo que los distingue entre si.
CLASE ESTADO
SISTEMAS DE SOLIDARIDAD
Eso significa que en su nombre es posible pedir y realizar una acción individual que identifique
sus fines con los de los otros individuos. O bien como diría Weber ellos constituyen un tipo de
relación social en que determinadas formas de obrar de cada participante son imputadas a todos
los participantes (que se proponen como asociados voluntarios)
ESTADO Y CLASE:
Son SISTEMAS DE SOLIDARIDAD porque son constitutivos del SISTEMA DE INTERESES, o
sea porque se fundamentan los valores específicos que rigen un sistema de intereses historicamente
determinado. (no es concebible el funcionamiento del sistema económico sin la formación del
Estado)
Las clases se forman y entran en conflicto precisamente en relación a la conservación o al
derrumbe de los valores de un determinado sistema de intereses.
Estado y clases son sistemas de solidaridad movilizado en una acción que tiene como objeto
el sistema de intereses; además, en la medida en que se expresan en acciones basadas en la
solidaridad, consiguen volver tácitos los intereses particulares.
La acción es específica del y en el Estado, cuando está limitada por los condicionamientos
territoriales y por la presencia de otros Estados, mientras que la acción de clase, pertenece a una
categoría potencialmente universal. Que concreta e históricamente se entrecrucen no anula su
distinción analítica.
Queda implícito en el hecho de las relaciones de un sistema de intereses son siempre relaciones de
poder. Además ¿Qué significa “poder” si no la capacidad de asignarse a sí mismos o asignar a los
demás ciertos valores o privar de ellos?
La relación entre poder, valores e interés es entonces directa y necesaria. En ese sentido, y solo en
ese sentido, el término valor se reintroduce en la definición de la política.
Cuando un sistema de solidaridad opera sobre la estructura y sobre los valores de un sistema
de intereses, el resultado es un proceso que podríamos llamar de formación de áreas de
igualdad.
Aquellos que participan en una comunidad solidaria en cuanto tales, se ubican como iguales
frente a los valores de un determinado sistema de intereses. Dado que el sistema de intereses
es un sistema de desigualdades, se puede formar un sistema de solidaridad que actúe sobre
el, en la medida en que, en un área de acción – por mínima que sea – las desigualdades son
negadas.
El ejemplo mas fácil es el de la Ciudadanía en el Estado nacional; esta puede considerarse como
nivel mínimo de igualdad, una especie de grado cero de la participación en el Estado.
Nivel - +
En el Estado de Guerra el Estado nacional requiere el máximo de solidaridad entre todos sus
ciudadanos; callan divergencias de intereses y se encubren las desigualdades o se vuelven
irrelevantes. Esta es al menos, la situación del principio; en realidad persisten las viejas
desigualdades y además se forman otras nuevas, pero oficialmente deben ser negadas o
consideradas ilegítimas; en semejante situación solo conservan legitimidad aquellas relaciones de
poder y desigualdad que resulten estrictamente funcionales para la acción colectiva. Las guerras
permiten sofocar los contrastes internos que el desarrollo del sistema de intereses puede haber
llevado a una fase de ruptura. Hay una aparente disminución de las desigualdades medidas según
los valores del sistema de intereses, y así mismo esto explica porque después de la guerra son mas
comunes los movimientos revolucionarios y de participación generalizada: por costumbre de ejercer
conductas solidarias que termina por generar desconfianza en el funcionamiento de cualquier
sistema de intereses y también por la reacción contra la reafirmación de viejas o nuevas estructuras
de interés.
El dato de igualdad de base (como el de ciudadanía en el Estado) es: La clase es ante todo clase en
sí.
La solidaridad se torna concreta y estricta solo con la organización (sindicato, movimiento, partido,
etc.). También en este caso comienza a actuar el fenómeno de áreas de igualdad, como condición
de la participación. Dado que toda organización de este tipo, en sus comienzos, no puede
constituirse sino como asociación entre iguales, sus miembros son iguales entre sí frente a los fines
comunes que ellos plantean.
Los partidos (nacionalista, conservador, socialista o comunista) comparten la exigencia de
fundamentar la participación sobre ciertas áreas de igualdad. Se trata de una exigencia que se
vuelve imperativa solo en el momento de la formación, cuando la participación, fundamentada en un
reconocimiento de igualdad, es la principal fuerza del partido.
El rito electoral en los estados democráticos representa una reafirmación periódica de que todos los
ciudadanos son iguales frente a un acto fundamental del Estado. La elección representa la
confirmación de la solidaridad.
Pizzorno propone dos modelos que agrupan las hipótesis planteadas respecto a la participación
política
En la tradición marxista existieron varios enfoques respecto a que es lo que hace que se instaure esta
conciencia participación (por influencia de intelectuales o espontáneamente). Dentro de las posiciones
existen elementos comunes que pueden traducirse en tres hipótesis:
1- de la organización
2- de la lucha de clases
3- de los estados revolucionarios
De la organización
Revela que solo la organización puede permitir la adquisición de conciencia de clase, y que por
consiguiente solo ella puede intensificar la acción política. La organización no solo traduce las
necesidades objetivas de una categoría o de un conjunto de personas, sino que más bien las
transforma en fines que son, respecto de las necesidades objetivas, algo nuevo y diferente.
Esta primera hipótesis indica a la organización como condición de participación sin darse cuenta de
que lo es sólo en su momento formativo. En efecto, si las necesidades no son simplemente
traducidas sino trasformadas, si la organización implica implícitamente estratificación y por eso
mismo burocratización y desigualdades, ella, que se ofrece como condición de solidaridad y de
participación, contiene en sí también los gérmenes que la conducen a esclerotizar la participación
misma.
De la lucha de clases
La conciencia de clase, y por lo tanto la solidaridad, y por lo tanto la participación, son más fuertes
cuanto más fuerte es la lucha o tensión en que la clase, o una organización de clase, se encuentra
en relación a su adversario.
En las relaciones de clase interviene el Estado nacional, con sus requerimientos específicos de
solidaridad, la hipótesis de una lucha de clases que determine el grado de solidaridad y por
consiguiente de participación, queda referida a los casos límite.
Ambos modelos tenían necesidad de hacer referencia a una intervención externa para explicar el
producirse de estas condiciones.
En conjunto estas tres hipótesis son todas parcialmente verificables. La parcialidad reside en el
hecho de que indican condiciones inestables (las fases asociativas del organizarse; o las tensiones
de clase), o incluso momentáneas (entusiasmos revolucionarios) para la participación política.
MODELO DE LA CENTRALIDAD
Convendrá ante todo distinguir entre distintos grupos o colectividades a los que el modelo puede ser
aplicado, una cosa es la posición de centralidad en un grupo intermedio (étnico, religioso, asociativo,
etc.) y otra la posición de centralidad en la sociedad nacional.
Sin embargo el mismo modelo sirve también cuando se lo aplica a cada uno de los grupos
intermedios. Cuanto más un individuo está inserto en un grupo homogéneo, tanto mayor, a paridad
de condiciones, será su participación política.
Si su base es una clase social entera puede subvertir la correlación entre las posiciones medidas
según la centralidad nacional y la participación política; da lugar entonces a una nueva función de
participación. Si esta participación está organizada y se afirma mediante un sistema de valores que
se opone a los de la sociedad nacional, tenemos un MOVIMIENTO SOCIAL, y los enunciados que
nos permiten prever el desarrollo de la participación se convierten en aquellos examinados
bajo el MODELO DE CONCIENCIA DE CLASE.
Ambos tienen en común el hecho de su acción extra estatal. Significa que ambas responden a
valores distintos, y de alguna manera autónomos con respecto a los del sistema; pero mientras el
Movimiento social propone otros valores, la Subcultura acepta los valores de la sociedad global,
elaborando solo marginalmente otros, que le permiten asilar a sus miembros, al menos parcialmente,
de las consecuencias de relaciones que les son desfavorables.
Una Subcultura agrupa a individuos que según los valores prevalecientes se sienten en
condiciones de inferioridad y que por lo tanto consideran más conveniente restringir sus relaciones a
un área homogénea – un área de igualdad - delimitada justamente sobre la base del atributo común
que determina la real o presunta inferioridad. El hecho de agruparse permite a quienes tienen dicho
atributo en común sentirse entre iguales y, gracias a él identificarse y crear solidaridad.
La Subcultura se forma además porque el hombre no acepta juzgar su propia conducta como
obligada, necesita justificarla, podérsela proponer como una elección. Los valores de la subcultura
son limitados, porque ésta nunca se halla en condiciones, ni tampoco lo pretende, de proponer
valores válidos también para los demás. El miembro de la subcultura acepta ser miembro también de
la sociedad, solo trata de anular algunos de sus efectos negativos para sí y para algunos otros a su
alrededor.
Cuando la Subcultura hace política, al no poseer un sistema de valores para contraponer que
niegue la fuente misma de su inferioridad, hará de ella una fuerza en el juego político. PARTICIPA
CON FINES PARTICULARISTAS
Para el movimiento que no consigue alcanzar en un tiempo breve sus objetivos, quedan abiertas
entonces dos salidas:
Entre estos cuatro tipos de participación política existe la posibilidad de que los ciudadanos
integren cualquiera de estos grupos, y a su vez, pueden, de acuerdo a las circunstancias, dejar
de pertenecer a uno y pasar a otro; con esto quiero decir que un miembro que pertenece a un
movimiento social puede pasar a formar parte del profesionalismo político.
A- Profesionalismo Político
La participación profesional en la política es definida por el hecho de vivir de la política. Por lo tanto
la misma implica que existe un sistema de división del trabajo en el cual la función política sea
reconocida específicamente como tal. El sistema de intereses de un político, en cuanto tal, es
definido, sin embargo, por las formas de solidaridad política operantes en un determinado momento,
y no por el sistema de intereses de la sociedad civil.
B- Participación Civil
Se diferencia de la participación subcultural porque los intereses que ella expresa son los que
reciben una apreciación positiva en el sistema dominante. La intensidad de este tipo de participación
es función de la posición social, o sea que es mayor cuanto mas elevada es la posición social;
mientras que el caso de la participación subcultural es opuesto.
C- Movimiento Social
D- Subcultura
Debe ser entendida como un grupo en el que sus miembros no participan en los partidos, no
pertenecen a esa estructura; es una isla de participación política que si se organizara se
convertiría en un movimiento social. Este grupo acepta o padece los valores de la sociedad
global alterando solo algunos y haciéndolos propios para diferenciarse del resto (se privatizan
algunos valores) y, por lo tanto, no se consolida como partido; en palabras del autor: “se
prefiere lo que se siente como familiar, lo que ya se conoce, los viejos amigos, el vecindario,
se rehuyen las innovaciones precisamente porque se sabe que lo nuevo puede provocar
sorpresas desagradables