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Tema 8 - La Guerra Civil

Introducción

La Guerra Civil española pondría fin, tras tres años de encarnizados combates, a la Segunda
República. La guerra surge del fracaso del golpe de Estado, tramado por un grupo de altos
mandos del ejército en connivencia con sectores civiles, aprovechando la profunda división social
existente. La lealtad al gobierno de una parte del ejército y de las fuerzas de seguridad, unido a la
resistencia popular, impidió el triunfo de la rebelión militar y el logro de su principal objetivo:
hacerse inmediatamente con el poder. Pero, al minar decisivamente la capacidad del gobierno
republicano para mantener el orden, el intento de golpe de Estado dio paso a la violencia abierta,
sin precedentes, entre los grupos que lo apoyaron y los que se oponían. Así comenzó la Guerra
Civil.

El mundo entero puso la mirada en el conflicto español, advirtiendo muchos que se trataba de los
prolegómenos de lo que se avecinaba en Europa. De hecho, la guerra involucró desde el principio
a actores internacionales cuyo concurso —además de alargar la guerra— contribuyó de manera
decisiva al triunfo de uno de los dos bandos, el fascista. La Alemania nazi, especialmente,
aprovechó la guerra civil como ensayo para la inminente guerra que estaba preparando, la
Segunda Guerra Mundial que estallaría al poco de acabar la guerra de España.

Tras la victoria del bando sublevado no vino la paz, sino la “victoria”, es decir, un prolongado
periodo de brutal represión contra los vencidos y sus familias.

La Guerra Civil y, sobre todo, sus consecuencias, han dado lugar a multitud de investigaciones y
obras históricas, dentro y fuera de nuestro país, siendo un tema complejo y polémico, sometido a
debate entre los historiadores y en el que intervienen con frecuencia gentes que nada tiene que
ver con la ciencia y la disciplina científica. Es un tema que ha marcado la historia del país durante
el siglo XX hasta hoy en día.

1. Causas o factores que influyen en el golpe

Aunque la causa directa del golpe de Estado fue la actuación de los militares que conspiraron
contra la República, esta no hubiera tenido éxito si no llega a ser por otros factores/causas
anteriores que actuaron como condiciones necesarias pero no concluyentes:

Económicas
Coyuntura desfavorable por la crisis del 29. Aún se notaban los efectos de la crisis mundial
y las exportaciones no se recuperaban. Al bajar los beneficios empresariales se producían
despidos y el movimiento obrero respondía con huelgas. Además la participación en el gobierno
de personas socialistas, generó miedo en los grandes inversores que trasladaron sus capitales a
otros países, es decir, hubo fuga de capitales. A pesar de ello la economía se iba recuperando
lentamente.

Sociales
La República contó con la oposición del movimiento obrero y sufrió continuas revueltas
sociales iniciadas por el movimiento obrero y campesino. Aunque los socialistas del PSOE
participaron en los gobiernos republicanos, el principal sindicato no era la UGT (socialista) sino la
CNT y estos por su ideología anarcosindicalista no aceptaban el sistema republicano y
convocaban continuas huelgas. Con frecuencia las huelgas eran reprimidas con violencia y las
posiciones se hacían más irreconciliables. Esto generó una permanente sensación de
inestabilidad que perjudicó a los gobiernos republicanos. Aunque cuando empezó la Guerra Civil y
llegaron las noticias sobre los fusilamientos de sindicalistas por los militares, la CNT dejó de
luchar contra los gobiernos republicanos y se unieron a él en contra de los militares golpistas.

Los grupos sociales privilegiados también se mostraron contrarios a una República porque sus
reformas afectaban a sus intereses:

● La oligarquía rural o terratenientes, temerosos por el reparto de tierras. Temor que se ha


incrementado desde que el Frente Popular llegó al poder y es permisivo con las
ocupaciones de tierras ilegales.

● La oligarquía industrial temerosa por la entrada en el gobierno de miembros del PSOE, lo


que podría significar un aumento de los salarios o la reducción de la jornada laboral y por
tanto una pérdida de beneficios.

● Miembros de la Iglesia que, ante la pérdida de sus privilegios, refuerzan su alianza con
sectores oligárquicos. Por primera vez miembros de la Iglesia participan en la formación de
un partido político: Acción Popular, principal grupo de la CEDA. Los católicos españoles
tienen el ejemplo de los pactos que ha realizado el papa con la Italia fascista y los obispos
alemanes con el gobierno nazi. Cuando se produce la sublevación la identificación de la
Iglesia con los militares sublevados llegó hasta el punto de calificar la sublevación como
"cruzada". Igualmente muchos milicianos republicanos anticlericales realizaron esta
identificación y justificaban el asesinato de religiosos al considerar que forman parte del
bando sublevado.

● Militares descontentos por razones personales (ascensos, reparto de mando, salarios, etc)
y por razones ideológicas, les parece un riesgo para la unidad de España la existencia de
los estatutos de autonomía. El historiador Julio Aróstegui destaca el protagonismo en el
golpe de los militares africanistas, a los que considera desconectados de la realidad social
y de los problemas de los españoles.

Políticas
Polarización ideológica que se manifestó en el deterioro del orden público: por un lado una
derecha antirrepublicana que simpatizaba con el fascismo que en esa época ya gobernaba en la
mayor parte de Europa. Además en esos países han llegado al poder con el apoyo de los partidos
de la derecha, lo que determina la posición de la izquierda.

Por otro lado la izquierda anarcosindicalista que rechaza el juego parlamentario y que aumenta su
apoyo a medida que las clases bajas y trabajadoras se van frustrando por la lentitud de las
reformas. Esto influye también en el PSOE, que para rivalizar con los anarquistas se hace más
radical en su discurso. Una parte del PSOE encabezada por Largo Caballero y sus seguidores
irán radicalizándose con el paso del tiempo y hablan menos de reformas y más de revolución,
aunque en la práctica mantenían las mismas propuestas reformistas.
El centro ocupado por los republicanos de izquierda y derecha va perdiendo peso y, puesto que
no puede pactar con la derecha antirrepublicana, solo les queda el PSOE, por lo tanto se ven
perjudicados cuando este partido hace su giro hacia un mayor radicalismo.

Incompetencia del último gobierno de la República. El gobierno republicano sabía que se estaba
fraguando un golpe de Estado y sabía quiénes eran casi todos los conspiradores, pero se quedó
corto en las medidas que tomó. Se limitó a cambiar de destino a los militares implicados. Fue un
exceso de autoconfianza para evitar enemistarse con el ejército.

Esta división se trasladó al propio ejército en dos grupos: los que están dispuestos a sublevarse
contra la República y los que se mantienen leales a la legalidad.

Ideológicas
El historiador Enrique Moradiellos destaca la normalización de la violencia entre los grupos
más extremos. Tanto carlistas, falangistas, integristas católicos, socialistas revolucionarios,
anarquistas y comunistas veían legítimo el uso de la violencia.

Enfrentamiento ideológico. El historiador hispanista Raymond Carr lo resume en una frase:


"enfrentamiento de dos entusiasmos". Tanto los sublevados como los defensores de la República
presentan su enfrentamiento como una lucha entre valores incompatibles, por eso hablaban de
"las dos Españas":
- Desde la derecha: se identifican como patriotas y temerosos de Dios, "nacionales" contra
los "rojos" (bolcheviques, ateos, separatistas, etc).
- Desde la izquierda: partidarios de la libertad y de los derechos de los trabajadores contra
fascistas/nazis.
Sin embargo las alianzas que forjaron estos bloques fue coyuntural. Los movimientos
revolucionarios como anarquistas o comunistas habían estado contra los reformistas
(republicanos y socialistas) durante la mayor parte de la República, pero a partir del golpe del 36
se unieron frente a un enemigo común, los reaccionarios.

2. La conspiración

Conspiración es como se llama a las reuniones y planes secretos que se hicieron para organizar
el golpe y acabar con la República. Hubo dos grupos de conspiradores: civiles monárquicos y
católicos por un lado, que conspiran desde el comienzo de la República, y por otro lado los
militares, que conspiran desde la victoria del Frente Popular. Los primeros se subordinaron a los
segundos.

Conspiración civil, monárquica, sectores privilegiados: la República contó con la


oposición de sectores sociales privilegiados muy influyentes que conspiraban contra la República
desde el primer momento, la llamada conspiración o trama civil porque no estaba dirigida por
militares. Desde que se proclamó la República en 1931, un grupo de personas de la clase alta
(empresarios y aristócratas) de ideología monárquica se reunían periódicamente para estudiar
cómo derrocar a la República. Su objetivo era restaurar una monarquía (alfonsina o carlista) de
tipo fascista como la italiana, es decir, conspiraban para dar un golpe de Estado. Buscaban
apoyos internacionales y desde 1932 negociaban con la Italia fascista. Finalmente en 1934
consiguieron un acuerdo para el suministro de armas. Entre los conspiradores de la trama civil
están el político Calvo Sotelo, el aristócrata Juan Ignacio Luca de Tena, que dirige el ABC, y el
banquero Juan March que proporcionaba el dinero para las armas. Alfonso XIII desde su exilio en
Roma también proporcionó dinero a los conspiradores de la trama civil primero y a los militares
sublevados después.

Conspiración militar: desde abril el general Mola (conocido con el nombre en clave de "el
director") dirige discretamente la conspiración militar poniéndose en contacto con otros generales
para organizar un golpe de Estado. Según su plan, el poder supremo del nuevo Estado sería para
el general Sanjurjo (en ese momento exiliado en Portugal) que se convertiría en dictador. Las
intenciones de Mola eran fusilar a todos los que se opongan al golpe, sobre todo dirigentes
políticos y sindicales. Consiguió el apoyo de los militares de la UME 1 (Goded, Fanjul) y de
generales considerados pro republicanos como Cabanellas o Queipo de Llano. Francisco Franco
no se decidió hasta el último momento. Para obtener el dinero necesario, Mola se puso en
contacto con la trama civil (que ya existía desde 1931), concretamente con el director del ABC
Juan Ignacio Luca de Tena (su corresponsal del ABC en Londres contrató el avión que transportó
a Franco desde Canarias) y con la CEDA, que entregó sus fondos electorales. En lo sucesivo la
trama civil se subordina a la militar. Además informó y consiguió el apoyo al golpe de Calvo
Sotelo, de los carlistas con sus milicias armadas (los requetés) y de los falangistas de José
Antonio Primo de Rivera. Aunque este último tardó en apoyar el golpe de Mola, ya que quería que
la Falange tuviera más protagonismo y acceder a algún cargo político. A finales de junio, pese a
que sus peticiones habían sido ignoradas, decidió apoyar el golpe. Cuando Azaña se enteró de la
conspiración cambió de destino a los militares implicados descubiertos y les subordinó a
generales de su confianza: Mola a Navarra, Franco a Canarias y Goded a Baleares y Fanjul
destituido y sin mando de tropas. Mola fue atrasando la fecha de estallido del golpe intentando
reunir más apoyos porque no tenía claro el éxito de su plan.

Asesinato de Calvo Sotelo y escalada de la tensión. Hubo enfrentamientos violentos


entre grupos radicales de los partidos, por lo que hubo varios asesinatos políticos. Los más
destacados fueron el asesinato del teniente Castillo de la Guardia de Asalto, conocido defensor de
la República (12 de julio), y el asesinato de Calvo Sotelo (el día 13) por parte de compañeros de
Castillo como venganza. Tal y como había programado la trama civil, se hizo una fuerte campaña
en los periódicos de la derecha para aumentar la crispación y crear un clima social favorable al
golpe de Mola.

3. El golpe

Finalmente se decidió empezar el golpe el 17 de julio en el Protectorado de Marruecos y el 18 en


el resto de España. En un primer momento el golpe se hace contra el gobierno del Frente Popular,
no contra la República. Aunque algunos generales son monárquicos, casi todos los generales
sublevados han tenido cargos de designación política durante la República. El éxito o el fracaso
de los golpistas depende de varios factores:
- La lealtad o no de las autoridades militares en cada región

1 La Unión Militar Española, asociación clandestina de oficiales del Ejército descontentos con la reforma militar de la
República.
- La rapidez de movimiento de los conspiradores para anular la reacción de los leales
- La movilización de los civiles que en muchas ciudades impidieron el éxito de los golpistas

Cambios de gobiernos en las primeras horas: Casares Quiroga, Martínez Barrio,


Giral. Santiago Casares Quiroga (Izquierda Republicana), temeroso de la revolución y del
desorden popular que podía estallar, ordenó a los gobernadores civiles que no repartiesen armas
entre las organizaciones obreras. Mientras trataba de negociar con los sublevados dio la orden de
disolverse a las unidades del Ejército cuyos mandos apoyaran la sublevación y de licenciar a los
soldados para que abandonasen los cuarteles2, medida que solo fue obedecida entre los mandos
leales al gobierno republicano, dejando inerme a la República. Casares Quiroga, incapaz de hacer
frente a los acontecimientos, dimitió ese mismo 18 de julio por la noche. Le sucederá Martínez
Barrio (Unión Republicana), a quien Azaña le encarga formar un gobierno de conciliación para
evitar la guerra. Fracasará también él en su intento de negociación con Mola, quien rechazó
cualquier acercamiento, y el mismo 19 dimite. Le sucederá ese mismo día José Giral (también de
IR), quien finalmente accederá a autorizar el reparto de armas, aunque era ya demasiado tarde
para muchas ciudades que habían caído ya en manos de los sublevados.

Milicias. Los afiliados de los sindicatos y de los partidos se armaron para defender a la
República de los militares sublevados. Primero se concentraron a la puerta de comisarías y
cuarteles exigiendo la entrega de armas para enfrentarse a los militares sublevados. El jefe de
gobierno José Giral, impotente ante el goteo de nuevos cuarteles sublevados en Madrid,
Barcelona y otras ciudades, decidió entregar armas a los civiles (milicias) el mismo día 19. Las
milicias evitaron que cayeran en manos de los sublevados muchas ciudades. El gobierno
republicano, con el ejército disuelto, deberá crear uno nuevo a partir de las milicias.

De los 59 generales de brigada que había en 1936, 42 se mantuvieron fieles a la República y solo
17 se sublevaron. Los generales golpistas encarcelaron o fusilaron a los generales leales a los
que estaban subordinados en muchos casos y decretaron el estado de guerra en su zona de
control. La mayoría de los altos mandos del ejército y de la Guardia Civil se mantuvieron leales a
la República, por lo que en esos primeros días murieron a manos de los golpistas más altos
mandos que en cualquier otro momento de la historia de España.

La sublevación tuvo éxito en los territorios de Canarias, donde dos días antes del golpe el general
Amado Balmes Alonso, máxima autoridad militar, había muerto en un extraño accidente, haciendo
posible el triunfo golpista y el desplazamiento de Franco al protectorado de Marruecos, ya
controlado por Yagüe. En el Protectorado se fusiló a decenas de generales y oficiales que no
quisieron unirse al golpe3. Lo mismo pasó en todos los lugares donde el golpe triunfó4.

2 El decreto lo firma Casares Quiroga el 18 y se publica el 19.


3 Entre otros, fueron fusilados el general y héroe de guerra Manuel Romerales Quintero, la máxima autoridad política
o Alto Comisario en el Protectorado de Marruecos Arturo Álvarez-Buylla Godino (que había sido oficial de artillería y
piloto condecorado), el oficial, piloto e ingeniero Virgilio Leret (que obtuvo condecoraciones como oficial de tierra y
como piloto en la guerra de Marruecos y además hizo un proyecto de motor a reacción) y el comandante de aviación
y primo de Franco Ricardo de la Puente Bahamonde.
4 Como en Galicia, donde fusilan a los generales Enrique Salcedo y Rogelio Caridad, en Baleares, en Castilla y León
y Navarra, donde Mola hizo fusilar al general Batet (héroe de la guerra de Cuba), en Aragón, donde fusilan al general
Miguel Núñez de Prado y en parte de Andalucía por la intervención de Queipo de Llano.
La movilización popular hace que el general Fanjul fracase en Madrid y el general Goded fracase
en Barcelona. En esta ciudad fue importante la lealtad a la República del coronel Antonio Escobar.
A finales de agosto los militares sublevados deciden cambiar la bandera tricolor por la rojigualda y
en febrero de 1938 Franco cambia el escudo añadiendo el águila de San Juan. José Antonio
Primo de Rivera estaba en la prisión en Alicante por tenencia de armas cuando empezó el golpe y
fue fusilado como traidor por su apoyo a los golpistas.

4. La guerra: distribución de fuerzas y territorios


Con el fracaso parcial del golpe de Estado dio comienzo la Guerra Civil. Como el golpe de Estado
planificado por el general Mola no tuvo éxito en todo el territorio español, ni tampoco el gobierno
republicano es capaz de neutralizarlo, empezó la Guerra Civil entre las autoridades de las dos
zonas. Por lo tanto la Guerra Civil es el resultado del fracaso parcial del golpe de Estado.

Distribución de fuerzas. Los golpistas triunfaron solo en media España y en la otra media
no, por eso comenzó la guerra civil entre ambos bandos. La distribución aproximada de fuerzas es
la siguiente: en la península los golpistas tienen menos fuerzas. La aviación y la flota permaneció
en su mayor parte leal a la República, ya que cuando los oficiales se sublevaron, los marineros se
amotinaron. Pero el ejército más preparado y formado era el del Protectorado y acabó en manos
de los golpistas, por lo que suman 50.000 militares experimentados con los regulares
(mercenarios marroquíes) y la Legión.

Distribución territorial. La zona dominada por los golpistas es sobre todo rural y agrícola,
las principales zonas industriales y urbanas quedan en manos de la República.

Distribución de recursos. El Banco de España queda en manos del gobierno, por lo tanto
dispondrán, en teoría, del oro necesario para comprar los recursos que necesiten, aunque la
“política de apaciguamiento” dificultará enormemente esta labor. Los golpistas cuentan con el
dinero proporcionado por los oligarcas que les apoyan, sobre todo el banquero Juan March, y con
el apoyo que ya tienen garantizado de la Italia fascista.

5. Intervención internacional en la Guerra Civil

Bajo la apariencia de un acuerdo internacional de no intervención en el conflicto,


concretado en el Pacto de No Intervención firmado por la mayoría de los países europeos, la
realidad fue que la dimensión internacional del conflicto fue decisiva para la victoria de los
sublevados.

Comité de No Intervención fue el nombre del comité que se creó para supervisar que
nadie interviniera en la Guerra Civil española. Al comenzar la Guerra Civil Española el Frente
Popular francés, en el gobierno, respondió a la demanda de ayuda del gobierno republicano
español. No obstante, tras la filtración a la opinión pública del acuerdo de ayuda y de presiones
británicas (Chamberlain) finalmente Francia se sumará a la política de no intervención promovida
por los británicos para evitar que el conflicto español se convirtiera en una guerra europea 5. Esto

5 Como sabemos, no sirvió de nada: tan solo 5 meses después del fin de la Guerra Civil española empezaría la
Segunda Guerra Mundial.
perjudicó solo a la República porque contaba con fondos económicos suficientes, pero no pudo
comprar armas a ninguna democracia. En cambio Italia, Alemania y Portugal, aunque oficialmente
firmaron el acuerdo de no intervención, no cumplieron con lo firmado y apoyaron al bando
sublevado ofreciendo crédito (préstamos) y mandando suministros militares y soldados. Se creó
un comité de no intervención con sede en Londres que se encargaba de supervisar que todos
cumplieran el acuerdo de no intervención, pero los británicos hicieron la vista gorda y dejaron que
alemanes, italianos y portugueses ayudaran a los militares sublevados6.

Apoyos de los sublevados:

● Italia envió el Cuerpo de Tropas Voluntarias italianas, un ejército de 80.000 soldados, junto
con aviones y tanques. Además su flota apoyaba a la de Franco.

● Alemania envió la Legión Cóndor, compuesta por 16.000 militares y 600 aviones, además
de tanques y combustible. En esta guerra Alemania probó su artillería, sus aviones y sus
tanques7.

● Portugal envió a los viriatos, un ejército de 10.000 voluntarios, además de apoyo logístico.

● Además hubo empresas de los Estados Unidos y de Reino Unido que llegaron a acuerdos
con los militares sublevados y les entregaron a crédito combustible y otros recursos. La
principal fue Texaco.

Apoyos de la República

● La Unión Soviética fue el único país que estuvo dispuesto a ayudar a la República
mandando aviones y tanques. Pero como Italia había bloqueado el Mediterráneo y
Alemania el Atlántico, la ayuda rusa llegaba con dificultad. Además, al ser el único
proveedor, la URSS pudo exigir las condiciones de pago: se realizó por adelantado y en
forma de oro. A la República no le quedó más remedio que aceptarlo.

● Voluntarios de las Brigadas Internacionales. Hombres y también mujeres de todo el


mundo se alistaron para combatir al fascismo en España. En la mayor parte de los casos
llegaron a la península por mediación de los partidos comunistas, quienes organizaron el
reclutamiento de voluntarios. Participaron a lo largo de la contienda unos 40.000
brigadistas.

● México apoyó también a la República con el envío de armas, pero el alcance de esta ayuda
fue muy limitado.

6. Desarrollo de la guerra

La primera fase de la guerra se conoce como la guerra de columnas, llamada así porque los
ejércitos se mueven en columnas (filas de soldados y vehículos) hasta encontrarse con el

6 El gobierno británico prefería una dictadura militar en España que un gobierno republicano de izquierdas.
7 Aprendieron que los bombarderos eran muy vulnerables a los ataques con cazas y que sus tanques eran inferiores
a los rusos, más pesados. En función de estos aprendizajes en la futura invasión de Polonia usaron solo Panzer II y
Panzer III.
enemigo, en ese momento se despliegan y combaten. En los primeros meses estos fueron
algunos de los principales movimientos de tropas:

● Desde Pamplona el general Mola intenta llegar a Madrid por el norte, por la sierra de
Guadarrama y Somosierra, pero es frenado por las milicias.

● Desde el Protectorado de Marruecos, Franco traslada al ejército de África a Andalucía con


ayuda de la aviación alemana. El ejército de África está formado por la Legión y, sobre
todo, por los Regulares, mercenarios marroquíes famosos por su brutalidad. Tras el
sometimiento de Andalucía occidental Franco manda a sus tropas con Yagüe a la
conquista de Extremadura. De esta forma mantiene el contacto con la frontera de Portugal,
cuyo dictador le estaba ayudando y era más fácil obtener provisiones. De Extremadura se
dirigen a Toledo donde estaba resistiendo el general Moscardó en el Alcázar. De Toledo a
Madrid, donde son frenados por las milicias.

● Desde Barcelona el anarquista Durruti, convertido en comandante, organiza una columna


de milicianos para conquistar Zaragoza, pero es frenado antes de llegar en Pina de Ebro.
Otras columnas de milicias obreras parten también desde Barcelona y desde Valencia
hacia Aragón.

En septiembre comienzan una serie de asaltos sobre la capital que se han dado en llamar las
batallas de Madrid, Jarama y Guadalajara (desde septiembre del 36 hasta mayo del 37). Las
tropas rebeldes, después de avanzar por Andalucía y Extremadura y liberar el Alcázar de Toledo
fueron frenadas por el ejército republicano dirigido por el general Miaja y el general Vicente Rojo.
El gobierno se había trasladado a Valencia. Mientras se luchaba en la batalla de Madrid, los
ejércitos italiano y sublevado a las órdenes de Queipo de Llano conquistaron Málaga. Tras un
intento de toma de la capital con un ataque frontal, con un máximo en la intensidad de los
combates en la Ciudad Universitaria, ya en las afueras de Madrid, las dos siguientes batallas,
Jarama y Guadalajara, serán intentos de rodear completamente la ciudad para forzar su rendición.
En todas las ocasiones los republicanos consiguieron resistir las embestidas rebeldes. En
Guadalajara desempeñaron un papel protagonista las tropas italianas, que sufrieron un tremendo
revés.

La campaña del norte (hasta octubre del 37) comienza tras asumir el mando franquista que la
conquista de Madrid, estaba, por el momento, fuera de sus posibilidades. Por ello Franco decidió
desviar sus tropas al norte y junto con el ejército italiano y la aviación alemana, comenzó la
conquista de Asturias, Cantabria y País Vasco que aún estaban en manos de la República. Para
aliviar la presión en el frente norte la República realizó dos ataques Brunete (Madrid, julio del 37) y
Belchite (Aragón, agosto del mismo año). Las tropas de Franco resistieron las contraofensivas
republicanas y los republicanos no pudieron evitar la conquista del norte 8. Bilbao cae en junio,
Santander en agosto y Gijón, finalmente, en octubre, con lo que desaparece el frente norte 9.
8 En esta campaña tiene lugar el famoso bombardeo de la localidad de Guernica, inmortalizado en el cuadro de
Picasso que se mostró en la exposición universal de París de ese año.
9 En agosto dirigentes del PNV firman con representantes del ejército italiano el vergonzante Pacto de Santoña, un
acuerdo secreto por el que los militares vascos republicanos se rendían a los italianos a cambio de que se les
permitiera exiliarse. Esto lo hicieron a espaldas del gobierno republicano y de Franco. El motivo fue que las tropas
franquistas ya habían conquistado casi todo el País Vasco y los vascos no quisieron seguir luchando para la
República. Sacerdotes del Vaticano hicieron de intermediarios. Fue un duro golpe para la República, ya que se
abrieron brechas en el frente y el ejército franquista pudo conquistar rápidamente el territorio del norte de España. En
un primer momento se respetó lo acordado, pero cuando Franco se enteró lo impidió, encarcelando a los militares
vascos.
Después de conquistar el norte, el ejército sublevado se concentra en la provincia de Soria para
preparar una gran ofensiva sobre Madrid. El alto mando republicano, enterado de los planes,
decide lanzar un ataque sobre Teruel, con el objetivo de tomar esta ciudad y conseguir distraer
tropas franquistas de la planeada ofensiva sobre la capital. En diciembre de 1937 comienza la
batalla de Teruel, que se salda con un éxito inicial para la República, consiguiendo así capturar la
primera (y última) capital de provincia durante la guerra. La contraofensiva franquista arrebatará
Teruel de las manos republicanas concluyendo la batalla en febrero del 38 con una nueva victoria
de los sublevados.

Retomado Teruel, el ejército nacionalista avanza al norte de esta ciudad y rompe las líneas
republicanas en el río Alfambra. El avance prosigue hasta el Mediterráneo, que alcanzan en abril
en Vinaroz, dividiendo así el territorio republicano en dos: Cataluña queda aislada. A Franco se le
presentan dos opciones: avanzar sobre Cataluña o sobre Valencia. Optará por esta última. La
República lanzará un ataque desde la zona catalana que se convertirá en la mayor batalla de toda
la guerra, la batalla del Ebro (julio a noviembre de 1938). El ejército republicano cruza el Ebro por
varios puntos y logra hacer retroceder a los franquistas, con un avance máximo en la zona de
Gandesa (Tarragona). La intervención masiva de la aviación italiana y alemana junto con la
reorientación del esfuerzo principal hacia el Ebro por parte de Franco 10 hicieron fracasar la
ofensiva.

En septiembre del 38 se firman los Acuerdos de Múnich, acto de gran relevancia para el
desenlace del conflicto español. En esa ciudad alemana los gobiernos de Francia y Reino Unido
pactaron con Hitler la entrega de los Sudetes checoslovacos, lo que puso de manifiesto, por si
quedaba alguna duda, que ni Francia ni Inglaterra iban a decidirse a socorrer a la República 11.

Agotado el ejército republicano en la batalla del Ebro y bloqueados los últimos suministros
soviéticos por la flota italiana, el ejército de Franco conquistó fácilmente Cataluña y en enero
ocupa Barcelona. Las Cortes se reúnen por última vez en Gerona y proponen la paz y un
referéndum, Franco responde con la Ley de Responsabilidades Políticas, ley de efectos
retroactivos por la que se persigue y condena a los que hayan apoyado a la República. Todos los
países, incluidas las democracias, asumen que la guerra está decidida y reconocen al gobierno de
Franco enviando sus diplomáticos. El gobierno, junto con cerca de 450.000 españoles, pasaron la
frontera y se refugiaron en Francia como exiliados. Allí los franceses los encerraron en campos de
refugiados. Azaña realiza su último discurso en el que pide a Franco (sin ningún éxito) que acepte
la reconciliación.

En marzo el coronel republicano Segismundo Casado con el apoyo de personas relevantes como
Besteiro (líder histórico del PSOE) y Cipriano Mera (coronel anarquista) realiza un golpe de
Estado en la zona republicana con el fin de destituir a Negrín y arrestar a todos los altos cargos
comunistas. Casado contaba con el apoyo de los militares republicanos más importantes que

10 Franco abandona el ataque sobre Valencia y decide aceptar el envite que se le plantea en el Ebro: derrotará al
ejército republicano y continuará el avance por Cataluña hasta la toma de Barcelona.
11 Para entonces el gobierno de Negrín tenía claro que la victoria militar era imposible. No obstante era previsible el
estallido de una guerra europea que enfrentara a las democracias y los fascismos. Las esperanzas republicanas se
aferraban a la idea de que, llegado el estallido de la guerra continental, finalmente Francia y Gran Bretaña
comprendieran que la amenaza que se cernía sobre la República española también podía alcanzarles (como de
hecho ocurriría poco después).
quedaban: Miaja, Escobar, etc. (Vicente Rojo ya estaba en Francia) . Todos ellos cansados de
sacrificar a sus hombres en una guerra que sabían perdida. Su intención era poder a continuación
pactar la rendición digna con Franco en condiciones ventajosas y preservar su posición en el
ejército. Franco no responde.

El 1 de abril de 1939 se produce el último parte de guerra12.

7. Evolución de cada bando durante la guerra.

Evolución política de la República


Durante el primer mes y medio de la guerra, el gobierno de José Giral, apoyado sólo en los
partidos republicanos, está totalmente desbordado y carece de capacidad para imponer su
autoridad. Las milicias de las organizaciones obreras, en los muchos lugares en los que han
protagonizado la derrota de los sublevados, controlan la calle y toman las decisiones y actúan con
autonomía a través de juntas y consejos. Se crearon comités revolucionarios, formados por
miembros de partidos y sindicatos que actuaban por su cuenta, de forma que en el bando
republicano hay múltiples centros de poder: el gobierno de la República y el de los comités.
En septiembre se produce un cambio en el gobierno republicano. La importancia que han tenido
las milicias para salvar Madrid favorece la ascensión del socialista Francisco Largo Caballero que
sustituye a José Giral (IR). En su gobierno integra a ministros de la CNT (anarquistas) como
García Oliver o Federica Montseny (primera ministra en la historia de España) y del PCE
(comunistas) porque en ese momento la URSS es el único país que está ayudando a la
República. Desde septiembre del 36 a mayo de 1937, Largo Caballero con la colaboración de
todas las fuerzas políticas y sindicales que luchaban en el bando republicano, presidió la
reconstrucción del Estado, la militarización de las milicias, el control y enfriamiento de la
revolución y la centralización del poder.

En la zona republicana se produce un enconado debate: revolución y guerra o ganar primero la


guerra. Los anarquistas (la mayor parte de los milicianos) y el POUM (comunistas antiestalinistas)
querían aprovechar el poder que tenían ahora (están armados en las milicias) para realizar sus
reivindicaciones históricas: colectivizar las tierras y las empresas 13. En cambio los partidos
políticos que más peso tienen en el gobierno, republicanos, socialistas y los comunistas del PCE,
están en contra de que se haga esto porque entienden que la prioridad es ganar la guerra y esos
cambios perjudican a la producción. En conclusión, los primeros piensan que la guerra y la
revolución deben ir unidas y para los segundos lo primero es ganar la guerra y solo después se
hará la revolución.

A partir de 1937 el PCE empieza a plantear la idea de que para ganar la guerra es necesario
paralizar la revolución social que la guerra civil había desencadenado. Su postura choca con los
anarcosindicalistas y en particular con la CNT-FAI. Además, el dirigente soviético, Stalin, que
proporciona armamento a la República, exige poner fuera de la ley a los antiestalinistas del POUM
(Partido Obrero de Unificación Marxista, trotskistas).

12 Este fue el texto del parte, leído por la radio: En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han
alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.
El Generalísimo Franco, Burgos, 1° Abril 1939.
13 Colectivizar significa gestionar expropiar las tierras o las empresas a sus dueños (terratenientes o empresarios) y
pasar a ser propiedad de todos los trabajadores, de ahí lo de colectivo, que las dirigen reuniéndose en asambleas. A
esto se llama hacer la revolución.
En mayo del 37, en Barcelona, se produce una auténtica guerra civil dentro de la guerra civil.
Fuerzas del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) y de la Generalitat (ERC) se
enfrentan a la CNT y al POUM, muriendo unas 500 personas. Como consecuencia, Largo
Caballero es sustituido por el socialista Juan Negrín. Pacta con el PCE, que será su principal
apoyo, disuelve el POUM (su líder Andreu Nin será asesinado poco después) y suprime el
Consejo de Aragón controlado por la CNT.
Negrín, a pesar de las derrotas, era partidario de proseguir la guerra y publica su programa de los
trece puntos (establecer una república democrática, amplia amnistía, plebiscito para el nuevo
estado…). El propio presidente de la república Manuel Azaña se opone a su política de resistencia
y lanza un mensaje a favor del entendimiento y concordia entre españoles de ambos bandos en
su discurso de las tres P: Paz, Piedad y Perdón. Tras la caída de Barcelona (enero del 39), Azaña
dimite como presidente de la República. El coronel Segismundo Casado, en desacuerdo con la
idea de Negrín de continuar la resistencia, da un golpe de estado en marzo del 39 y Negrín y su
gobierno salen de España. Se forma un Consejo de Defensa que intenta pactar con Franco una
paz sin represalias. Franco sólo acepta una rendición sin condiciones.

Evolución política del bando sublevado


En otoño de 1936 se produce la unificación del mando en el bando sublevado (1 de octubre, día
de la Exaltación de Franco). Sanjurjo, quien debía ponerse al mando de la sublevación, había
muerto en un accidente de avión el 20 de julio, quedando descabezado el bando sublevado.
Quedaron descartados para la jefatura del movimiento rebelde los generales Fanjul y Goded, que
habían fracasado en Barcelona y Madrid y fueron fusilados. Mola era un general de rango inferior
(general de brigada), así que no podía mandar sobre generales superiores (de división). Queipo
de Llano había sido famoso por su defensa de la República, por lo que era visto con recelo por
sus compañeros. Tras la muerte de Sanjurjo el poder quedó en manos de una junta, la Junta de
Defensa Nacional, que era un consejo formado por todos los generales sublevados. Lo presidía el
general Cabanellas por ser el de mayor edad, pero en la práctica cada general actuaba por su
cuenta. Se consideró necesario nombrar un mando único que dirigiera las operaciones militares.
En septiembre se reunieron en Salamanca y decidieron nombrar a Franco jefe de gobierno con
todos los poderes: jefe del Estado, jefe del gobierno y jefe del Ejército. La razón es que Francisco
Franco tenía prestigio, dirigía el ejército de África (el más poderoso con diferencia) y además era
el interlocutor de los alemanes (la ayuda de Alemania llegaba a través de Franco). Adoptó el título
de Caudillo, entroncando así con la Edad Media cristiana y el rango, de nueva creación, de
Generalísimo14. Adoptará igualmente el saludo fascista con el brazo en alto.

En la zona sublevada se llevó a cabo una unión política y sindical por medio del Decreto de
Unificación de abril de 1937. Franco consigue aglutinar a los fascistas de la Falange 15, a los
monárquicos alfonsinos y a los carlistas, a la CEDA y a los partidos católicos. Suspende todas sus
actividades políticas y en abril del 37, mediante el Decreto de Unificación,y fusiona falangismo y
carlismo en un partido único denominado Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de
Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS). Se unifican así dos grupos políticos: por un
lado la Falange Española y de las JONS, partido que pretendía instaurar una dictadura
republicana de tipo fascista, y por otro los tradicionalistas o carlistas, partido monárquico partidario

14 Lo de adoptar títulos enaltecedores es una práctica habitual del fascismo, ya que no les gusta el término
presidente (ligado a un sistema democrático) ni el de dictador (despectivo). Por eso Mussolini es el Duce (guía) y
Hitler es el Führer (líder)
15 Un tribunal militar republicano había condenado a muerte a José Antonio Primo de Rivera por su participación en
la conspiración que llevó al golpe de Estado y fue fusilado en Alicante. De esta forma desapareció el carismático líder
de Falange, que podría haber rivalizado con Franco.
de una dictadura monárquica dirigida por el descendiente del aspirante Carlos. A estos dos
grupos se les unieron antiguos dirigentes de la CEDA y monárquicos del antiguo Bloque Nacional.

En marzo de 1938 se promulga el Fuero del Trabajo, una pseudoconstitución que copia el sistema
fascista con una ley que prohíbe los sindicatos y basa la organización social en el corporativismo.
El corporativismo es una idea del fascismo que defiende la necesidad de que todas las clases
sociales cooperen en pro del bien de la nación. El obrero o el campesino no deben protestar por
sus condiciones, sino cooperar con el terrateniente o el empresario y de esa forma todos saldrán
ganando. Como la ausencia de protesta impide la mejora de las condiciones laborales, para
compensar se otorgan mejoras en el mismo fuero en nombre de la doctrina social de la Iglesia:
salario mínimo, vacaciones pagadas, seguridad social, etc. El grado de alcance de estas mejoras
queda en manos de la decisión del Estado.

Evolución económica
Al principio de la guerra las zonas donde tienen éxito los militares sublevados son rurales y con
menos población, por lo tanto tendrán reservas de alimento. En cambio en la zona republicana
estaban las ciudades más habitadas y disponía de menos zonas agrícolas, por lo tanto había
escasez. Por eso desde 1937 el gobierno de Largo Caballero tuvo que implantar el racionamiento
(reparto de comida por parte del Estado). En cambio en el bando sublevado no hubo
racionamiento hasta después de la guerra (1939-1952).

Aunque la República conservaba el Banco Central y su reserva de oro, como sufrió el boicot de
los países democráticos (Pacto de No Intervención), no pudo aprovecharse de esa ventaja.
Únicamente pudo comprar material de guerra a la URSS, material que llegaba muy lentamente
debido al bloqueo de las flotas italianas, alemana y de Franco.

Aunque el bando sublevado tenía, en principio, muchos menos recursos financieros, tuvo a su
disposición gran cantidad de materiales de guerra que le enviaban italianos y alemanes y de
petróleo de las empresas de EEUU y de Reino Unido que podrían pagar después, es decir, era
ayuda en forma de crédito.

8. Consecuencias de la guerra.

Consecuencias políticas
La victoria de los sublevados en la guerra trajo como resultado una dictadura autoritaria
que perviviría hasta la muerte de Franco en 1975: casi 40 años durante los cuales estuvo
prohibida cualquier actividad política al margen del Movimiento y por lo tanto no hubo democracia
en España .
Consecuencias demográficas
Se han dado cifras muy dispares al cuantificar las pérdidas demográficas que causó el conflicto:
los muertos en el frente y por la represión en la guerra y en la posguerra, el hambre, las
epidemias, la reducción de la natalidad consiguiente… Los cálculos más aceptados estiman en
quinientos mil muertos el coste demográfico de la guerra a los que hay que sumar los de la
posguerra. A ello habría que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven. Otro
elemento clave de las consecuencias demográficas fue el exilio republicano. Ya durante el
conflicto, los "niños de la guerra" fueron evacuados a países extranjeros, pero el gran éxodo tuvo
lugar en enero y febrero de 1939, consecuencia de la conquista de Cataluña.

En conjunto, se calcula que hubo unos cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Aunque algunos
fueron retornando durante la dictadura, muchos no volvieron a España o esperaron a la muerte
del dictador en 1975. Este exilio supuso una importante pérdida demográfica para el país: una
población joven y activa, que incluía a gran parte de los sectores más preparados del país: las
élites científicas, literarias y artísticas de la Edad de Plata.

Consecuencias económicas
La guerra fue una verdadera catástrofe económica. Un dato revela su magnitud: la renta nacional
y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950.
Estos fueron los principales elementos de esa catástrofe económica:
● Destrucción del tejido industrial del país, lo que llevó a la vuelta en los años cuarenta a una
economía básicamente agraria.
● Destrucción de viviendas, se calculan en unas doscientas cincuenta mil, comunicaciones,
infraestructuras...
● Aumento de la deuda externa y pérdida de las reservas de oro del Banco de España,
usadas por el gobierno de la República para pagar la ayuda soviética.

Consecuencias sociales
El resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por
parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de
todos los derechos adquiridos por los trabajadores.

Consecuencias morales
La guerra supuso una verdadera fractura moral del país. Varias generaciones marcadas por el
sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra. El régimen de Franco nunca buscó la
reconciliación de los españoles y siempre recordó y celebró su origen bélico. Las heridas de la
guerra civil perduraron durante decenios y la persecución y represión de los vencidos fue uno de
los rasgos clave del franquismo.
ANEXO: Mitos sobre la República y el golpe

Para justificar su golpe de Estado y la posterior Guerra Civil, los franquistas recurrieron a una
serie de ideas falseadas que servían como justificación exculpatoria para limpiar sus conciencias.
Estas ideas fueron popularizados por los periódicos conservadores y católicos:

MITO: El inicio de la II República fue ilegítimo porque los monárquicos ganaron las elecciones
locales de abril de 1931, por eso los republicanos no dieron tiempo a que se contaran todos los
votos. Para poder afirmar esta falsedad omiten el fraude electoral en las zonas rurales y la
existencia de circunscripciones electorales descompensadas para dar más peso al voto rural
controlado por los caciques. El recuento no llegó a acabarse precisamente por ya se tenían los
resultados en las zonas donde no había fraude: en las principales ciudades. De hecho los
ministros y el rey tienen clara su derrota y por eso se deciden abandonar.

MITO: El clima de violencia política durante la República era insoportable, haciendo hincapié en el
asesinato de religiosos y de políticos de la derecha, como el asesinato de Calvo Sotelo.
- La violencia política durante la República no fue mayor que en épocas anteriores. Durante el
anterior reinado de Alfonso XIII hubo periodos de violencia política muy intensa: Semana Trágica,
triple crisis del 17, Trienio Bolchevique, pistolerismo en Cataluña, etc.
- La violencia política fue más intensa en sentido contrario, es decir, las víctimas fueron en su gran
mayoría de la izquierda fruto de la represión policial y militar como se ve analizando el oficio de
los fallecidos: de 1931 a 1936 (sin contar la revolución de octubre) 5 religiosos, 476 campesinos y
obreros. Durante la revolución de octubre: 27 religiosos, 1200 obreros y campesinos. Incluso en
los meses previos al golpe de Estado, con el gobierno del Frente Popular, la mayoría de las
víctimas por violencia política eran de izquierdas (45%) y no de derechas (30%).

MITO: El golpe se hizo contra la República por su incapacidad de afrontar los problemas. En
realidad el golpe no se hizo contra la República sino contra los republicanos de izquierdas. De
hecho los militares golpistas habían tenido puestos relevantes durante el gobierno republicano
anterior, el de los gobiernos republicanos de la derecha. Su golpe no fue contra el sistema sino
contra la derrota de sus partidos predilectos.

MITO: La guerra civil la empezaron los rojos cuando se produjo la Revolución de Octubre. La
revolución de octubre se reprimió con éxito en 1934, ahora estamos en el 36.

MITO: Había dos Españas que no se pudieron relacionar pacíficamente. En realidad los partidos
pro-fascistas recibieron pocos apoyos en las elecciones del 36 (la Falange no obtuvo ni un solo
diputado), la mayor parte de las personas de derechas eran contrarias a la guerra civil. Las "dos
Españas" se conformaron después del golpe al tener que posicionarse con un bando u otro.

MITO: El comunismo iba a apoderarse de España y la iba a convertir en una dictadura. El partido
comunista obtuvo únicamente el 3,5% de los votos en las elecciones de febrero del 36.

MITO: Hubo fraude en las elecciones del 36 en las que ganó el Frente Popular, por lo que el
gobierno era ilegítimo y el golpe fue legítimo. Esta fue la tesis que defendieron los golpistas y la
versión oficial del franquismo para justificar su acción violenta y no tiene ningún fundamento
histórico. A partir de esta interpretación se dio la paradoja que los golpistas fusilaban a los
militares leales acusándoles de “traición” al gobierno legítimo (“auxilio a la rebelión”), es decir, el
suyo, el de los sublevados. Aunque se han hecho estudios demostrando que hubo fraude
localizado en las elecciones del 36 a favor de la izquierda en algunas circunscripciones, también
hay otros que demuestran que hubo fraude localizado en favor de la derecha en otras
circunscripciones en esas mismas elecciones. Los mecanismos de control democrático
(burocracia, funcionarios) eran insuficientes para vigilar y evitar el fraude puntual en los procesos
electorales. A falta de fuentes que demuestren lo contrario, con lo que tenemos hoy en día
podemos decir que en las elecciones del 36 no hubo más irregularidades que en otras elecciones
de ese período, y las que hubo lo fueron de distinto signo.

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