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III. LA JURISDICCIÓN.

SUMARIO.

1. Introducción
2. Equivocidad del vocablo Jurisdicción
3. Concepto de Jurisdicción:
4. La Jurisdicción en la legislación chilena.
5. Poderes de la Jurisdicción
6. Características de la Jurisdicción:
7. Los momentos de la Jurisdicción:
8. Límites de la Jurisdicción:
9. Equivalentes Jurisdiccionales:
10. Clasificaciones de Jurisdicción.

1. Introducción:

La Jurisdicción es una de las instituciones o conceptos básicos en el Derecho Procesal


(junto con la acción y el proceso).

En Chile, en materia civil, para que los tribunales puedan conocer de un conflicto jurídico
tienen que ser requeridos o, lo que es lo mismo, deben actuar a petición de parte. Los
tribunales no pueden actuar de oficio, esto significa que para que un juez pueda ejercer
función jurisdiccional necesita que una de las partes del litigio deduzca una acción,
concretamente lo que se exige es que una de las partes demande a otro.

Cuando el tribunal es requerido formalmente y en algún asunto de su competencia, a través


de una demanda, el juez debe ejercer su jurisdicción, no se puede excusar, debe conocer el
asunto. El medio que tiene el juez o instrumento de cual se vale es el Proceso.

La regla general es que la jurisdicción es una actividad propia de los tribunales de justicia y
es distinta de cualquier otra función pública y que consiste en general en resolver conflictos
jurídicos con efecto de cosa juzgada. Lo importante a destacar es que el tribunal es un
tercero imparcial y que está por sobre las partes porque está en una posición jurídica
distinta al ser un órgano público y eso es lo que permite que su sentencia sea acatada.

2. Equivocidad del vocablo Jurisdicción:

La voz jurisdicción es otra de las tantas que se utilizan equívocamente en el ámbito del
derecho, provocando notable desconcierto entre los juristas y haciendo imposible un
adecuado dialogo entre ellos.

En cualquier obra jurídica se ve el empleo de la voz jurisdicción para referir a varios


fenómenos que poco y nada tienen que ver entre si;
a) indica el ámbito territorial en el cual el Estado ejerce su soberanía.

b) señala el territorio en el cual cumple sus funciones un juez

c) muestra el conjunto de prerrogativas de un órgano del poder público (legislativo,


ejecutivo y judicial) y, por fin,

d) tipifica la función de juzgar. La jurisdicción no es sólo una facultad o prerrogativa,


sino que también es una obligación, por lo tanto es una función o poder-deber.

3. Concepto de Jurisdicción:

Según Eduardo Couture: “Es la función pública realizada por los órganos competentes del
Estado, con las formas requeridas por la ley, en virtud de la cual por acto de juicio se
determina el derecho de las partes con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de
relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada, eventualmente
factibles de ejecución”..

* Análisis del concepto de Couture:

a) Sostiene que la jurisdicción es una función pública, es decir, está tomando la


correcta acepción del término. Considera a la jurisdicción como una tarea que le
compete al Estado (no es una función privada que le corresponda a los particulares).

b) Añade que la función jurisdiccional es realizada por los órganos competentes del
Estado; por regla general son los tribunales de justicia, ya que como mencionamos
anteriormente otros órganos también pueden ejercer funciones jurisdiccionales.

c) Agrega el autor que la jurisdicción debe hacerse por las formas requeridas por la
ley; esto quiere decir que esta actividad de los tribunales no se puede llevar a efecto
de cualquier forma sino que debe hacerse cumpliendo las formalidades legales. La
ley reglamenta el ejercicio de la jurisdicción, no el juez, y para esto existen los
procedimientos. El medio para el ejercicio de la jurisdicción es el Proceso, el que
tiene que demostrar como la ley lo indica.

d) La finalidad, según esta definición, que se persigue con el ejercicio de la


jurisdicción es objetivo, es puntual, es uno sólo: es resolver conflictos jurídicos o
controversias de relevancia jurídica.

Este conflicto se resuelve mediante ciertas decisiones que adoptan los tribunales de
justicia. El conflicto se debe resolver a través de los procedimientos legales que
debe aplicar el juez y a través de una decisión especial que es la sentencia definitiva,
que es el acto típico a través del cual el juez resuelve. El proceso, sin embrago,
puede terminar y el conflicto puede resolverse dentro del proceso sin el
procedimiento del juez, lo que no significa que en ese caso la actividad
jurisdiccional no se ha desarrollado cabalmente. Ejemplo: al llegar a un acuerdo
entre los litigantes (conciliación, avenimiento, etc.).

Si la jurisdicción se ejerce, el juez tiene que pronunciarse. Para que haya


jurisdicción completa el juez debe conocer el asunto y resolverlo.

e) Esta decisión de los tribunales debe ser con autoridad de cosa juzgada. Eso es lo
más importante de la jurisdicción. La cosa juzgada es un efecto que produce la
sentencia definitiva en algún momento. Sin cosa juzgada no existe actividad
jurisdiccional a cabalidad.

El efecto de la cosa juzgada permite obtener el cumplimiento efectivo de la


sentencia y, además, que no se vuelva a discutir el mismo asunto, ni por las mismas
partes, ni por el mismo fundamento.

f) Se decide mediante un fallo eventualmente factible de ejecución. Esto significa que


en el caso que el vencido (aquel que resultó condenado a una determinada
prestación) no cumple voluntariamente, la parte vencedora está facultada a
solicitarle al juez la ejecución o cumplimiento forzado de esa sentencia. Este
cumplimiento debe ser solicitado, por ello es eventual. Si por el contrario, el
vencido cumple voluntariamente con la prestación, no es necesario ejecutar el fallo.

4. La Jurisdicción en la legislación Chilena.

Ni la ley ni la Constitución contienen un concepto de la jurisdicción, sino que tanto la


Constitución como el Código Orgánico de Tribunales se refieren más bien al contenido de
la Jurisdicción para señalar en qué consiste la actividad de los tribunales. Tampoco se
puede decir que el derecho positivo contemple disposiciones orgánicas respecto de la
jurisdicción, es decir no está reglamentada sino que se deduce de las disposiciones
constitucionales y legales.

Art. 73, inciso 1º, CPE: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y
de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el
Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales,
avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer
revivir procesos fenecidos”.

Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y criminales,
de juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece
la ley”.

Tanto la Constitución como el Código Orgánico de Tribunales se refieren a la jurisdicción


como una facultad, lo cual no es erróneo pero tampoco es exacto, ya que hay que entenderla
como el “poder-deber” de los tribunales, ya que es inexcusable y no una mera prerrogativa
(artículo 3º, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
- Aspectos del artículo 1º del Código Orgánico de Tribunales

a) La función de los tribunales puede consistir en lo siguiente (contenido de la


jurisdicción):

 Conocer las causas civiles y criminales: tanto la norma constitucional como la


norma legal han sido cuidadosos al poner los verbos en ese orden, porque
consistiendo la jurisdicción en la resolución de los conflictos jurídicos, los
tribunales no pueden resolver un conflicto sin que previamente conozcan de ese
litigio.

La facultad de conocer las causas civiles y criminales consiste en que el tribunal


queda informado de ese asunto a través de las partes (a través de los propios
litigantes) y no de los tribunales, porque impera el principio de pasividad de los
tribunales.
Conocer significa que el juez queda informado del asunto; para estos efectos, las
partes tienen que suministrarle ese conocimiento a través de los escritos
correspondientes (de demanda y de contestación de la demanda).

Sin embargo, no basta que las partes informen al juez sus pretensiones, además
es necesario que prueben o demuestren la verdad de los hechos que sostienen (lo
que prueban son los hechos y no el derecho).

Producida la prueba el juez está en condiciones de fallar en la mayoría de los


casos.

 Juzgarlas (las causas civiles y criminales): consiste en la facultad de resolver


cuál de las partes tiene la razón (finalidad de la sentencia, declarar el derecho).
Esto quiere decir, en síntesis, que uno de los dos tiene que tener la razón.

En otras palabras, o se va a acoger la demanda (dar la razón al demandante en


todo o en parte), o se rechaza la demanda (significa que se le da la razón al
demandado).

Este juzgamiento tiene la particularidad que el juez lo lleva materialmente a


través de la sentencia definitiva (con toda la información que el juez ha tenido).

 Hacer ejecutar lo juzgado: la jurisdicción también puede consistir en hacer


ejecutar lo juzgado. Esta es una etapa que podría faltar, pero no obstante este
momento no exista, es importante destacar que la jurisdicción se ejercita, porque
esta etapa dependerá de la actitud que tenga el vencido.

b) Lo referente a la “causa”:
- Los tribunales lo que conocen y resuelven son causas o juicios, las que podemos
definirla diciendo que consisten en la controversia jurídica y actual entre partes
sometidas a un tribunal de justicia. Para que haya juicio se supone que tiene que
haber una controversia jurídica entre partes.

- La causa se define como la controversia jurídica actual entre partes sometida al


conocimiento de un tribunal de justicia.

- Los elementos para que exista una causa son los siguientes:

 Debe haber una controversia jurídica: significa que tiene que haber una disputa
entre dos o más personas y que tenga relevancia jurídica.

 Tiene que ser actual: el conflicto tiene que referirse concretamente sobre
determinados derechos. Hay un derecho comprometido y no una mera
expectativa.

 Se tiene que producir un conflicto entre “partes”: entre los sujetos que
sostengan pretensiones contradictorias o que tengan intereses contrapuestos y
estas partes llevan el nombre de “demandante” (titular de la pretensión) y
“demandado” (destinatario de la pretensión). Las partes pueden ser personas
naturales o jurídicas, puede haber más de una persona en una parte, esto
independientemente que si las partes comparecen en un juicio.

 El tribunal de justicia no puede faltar jamás: porque tiene que existir un órgano
público imparcial para resolver el conflicto. El tribunal puede ser de cualquier
naturaleza o clase, dependerá de la naturaleza del asunto que se está discutiendo,
eso determinara el tribunal a intervenir.

En síntesis, el juicio o la causa no es otra cosa que este conflicto jurídico y


actual que se somete al conocimiento de los tribunales de justicia, vale decir,
cuando el conflicto pasa a la instancia judicial, cuando sale del ámbito de los
particulares.

c) Se deduce que la jurisdicción le pertenece exclusivamente a los tribunales que


establece la ley.

- En Chile todo órgano que ejerce jurisdicción pasará a ser un tribunal de justicia
en lo que esa función se refiere.
5. Poderes de la Jurisdicción.

Para que la jurisdicción pueda ser cumplida adecuadamente, se reconoce desde antaño que
el ejercicio de la función admite ser descompuesto en los siguientes poderes:

a) Notio. Es la facultad de conocer de una determinada cuestión litigiosa.

b) Vocatio: Es la facultad para compeler (en rigor, para generar cargas) a las partes
para que comparezcan en el proceso.

c) Coertio: Es la facultad de emplear la fuerza pública para el cumplimiento de las


medidas ordenadas dentro del proceso, a fin de hacer posible su desenvolvimiento;
se ejerce sobre personas y cosas.

d) Judicium: Es la facultad de resolver el litio con el efecto propio de cosa juzgada.

e) Executio: Es la facultad de ejecutar, mediante el uso de la fuerza pública, la


sentencia no acatada espontáneamente por las partes, a fin de no tornar meramente
ilusorias las facultades antes mencionadas.

Todas estas potestades o elementos que comprenden la jurisdicción normalmente se dan


todas, sin embargo algunas de ellas podrían faltar, sin perjuicio de ello igual se da ejercicio
a la función jurisdiccional. Ejemplo: el caso de la fuerza puede no ser necesaria.

6. Características de la Jurisdicción:

Respecto a las características de la jurisdicción, en la doctrina no hay coincidencia única en


materia (ya que depende de los autores).

No obstante lo anterior, se pueden señalar las siguientes características que son las más
importantes:

a) El origen de la jurisdicción en Chile emana de la propia Constitución.


b) Se trata de una función pública.
c) Conceptualmente es unitaria.
d) Las autoridades encargadas de ejercer la jurisdicción son los tribunales de justicia.
e) La jurisdicción es privativa de los tribunales de justicia.
f) Se ejercita a través del Proceso y mediante actos procesales.
g) Es indelegable.
h) Es improrrogable.
i) Su finalidad última es la cosa juzgada.
j) La parte de jurisdicción que le corresponde a cada juez o tribunal constituye su
competencia.
k) Es territorial.
l) Está amparada por el imperio.
a) El origen de la jurisdicción en Chile emana de la propia Constitución (tiene rango
constitucional): El origen emana del artículo 73 de la Constitución. Esta
característica revela la importancia que tiene dentro del ordenamiento jurídico
chileno la función de los tribunales de justicia, porque el constituyente establece la
idea fundamental y la ley se encarga de desarrollar la regla que emana de la norma
constitucional.

b) Se trata de una función pública: Esta característica quiere decir que la jurisdicción
es una de las labores esenciales que desarrolla el Estado, por que la finalidad es
reestablecer el orden jurídico quebrantado y eso ocurre cuando las otras funciones
públicas son insuficientes por sí solas.

c) Conceptualmente es unitaria (unidad de conceptos): La jurisdicción se dice que es


unitaria en doctrina, porque el concepto de la jurisdicción es invariable; es decir,
siempre los tribunales de justicia cuando ejercen jurisdicción van a cumplir una
labor idéntica o semejante que consistirá en resolver los conflictos de intereses de
relevancia jurídica.

Esto significa también que la jurisdicción no acepta clasificaciones o divisiones, y


cuando se habla de clasificaciones en materia judicial (en materia del ejercicio de la
jurisdicción), lo que se está clasificando es la competencia. Desde el momento que
hay tribunales que pueden conocer determinados asuntos o materias distintas, se
habla entonces de una clasificación de competencia, la que puede ser, por ejemplo,
civil o penal, contenciosa o no contenciosa.

d) Las autoridades encargadas de ejercer la jurisdicción son los tribunales de justicia:


En el sistema chileno la regla general es que la jurisdicción la ejercen determinados
órganos públicos, que son los tribunales. Esas son las autoridades que señala la
Constitución y las leyes; por lo mismo, no corresponde señalar que el ejercicio de la
jurisdicción le compete exclusivamente al Poder Judicial. La regla general es que
así sea, sin embargo hay casos que la propia Constitución o las leyes determinan
atribuciones jurisdiccionales para otros órganos públicos.

En síntesis, todo órgano que ejerce jurisdicción está calificado como tribunal de
justicia, es lo característico (es la función la que caracteriza al órgano y no al revés).

e) La jurisdicción es privativa de los tribunales de justicia: Esta característica está


muy relacionada con la anterior. Los órganos precisos para dirimir los conflictos
son los tribunales. Esta función no puede ser encomendada a órganos diferentes. Es
una función propia de los tribunales con exclusión de otros órganos públicos o
privados.

f) Se ejercita a través del Proceso y mediante actos procesales: El instrumento del que
se vale el Estado para el ejercicio de la jurisdicción es precisamente el Proceso, y
éste no es otra cosa que un conjunto de actos procesales que emanan ya sea del
tribunal, o de las partes, o de un terceros eventualmente. Esta es la función que se ha
establecido para poder desarrollar esta importante función. El medio idóneo es el
Proceso y éste se va desarrollando a través de los actos procesales.

g) Es indelegable: Esto significa que esta función que le compete a los tribunales no
puede ser entregado a otras autoridades o a otro órgano distinto de los tribunales. En
consecuencia, un tribunal de justicia no puede encomendarle esta función a otros
órganos públicos.

Esta característica no debe ser confundida con la delegación de competencia, porque


si un tribunal delegara la jurisdicción no sería tribunal de justicia.

En ciertos casos la ley permite que un tribunal encomiende determinadas


atribuciones o la práctica de determinadas diligencias a otro tribunal, pero jamás
podrá delegar el fallo del asunto. Una atribución o la competencia se puede dejar
cuando los antecedentes de que se trata se tenga que practicar en un territorio
jurisdiccional distinto al donde se encuentra el juez que conoce el proceso. Ejemplo:
si el proceso se está tramitando en Concepción ante un juez dependiente de la Corte
de Apelaciones de Concepción, dentro de este proceso es necesario prestar
declaración a un testigo que vive en Iquique; para ello, el juez de Concepción puede
entregar atribuciones al juez de Iquique sobre una materia de terminada (prestar
declaración al testigo). Esto se hace a través de los denominados “exhortos”.

h) Es improrrogable: Lo que significa que las partes no pueden encomendar su


ejercicio a otras autoridades distintas de los tribunales. En este caso, la prórroga es
siempre entendida del punto de vista de los litigantes, la delegación es vista desde el
punto de vista de los tribunales (esta es la diferencia con la característica anterior).
Las partes no pueden efectuar convenios o acuerdos en esta materia. El principio de
la autonomía de la voluntad es inaplicable en esta materia.

Esto no impide que las partes, cumpliendo ciertas condiciones puedan celebrar
acuerdos para los efectos de prorrogar la competencia, cumpliendo ciertos requisitos
que la ley procesal establece a este respecto.

En asuntos civiles judiciales contenciosos, la ley permite a los litigantes acordar que
un asunto judicial pueda ser conocido por un tribunal relativamente incompetente.
El asunto civil contencioso puede ser conocido por un juez territorialmente diferente
al que es naturalmente competente. Esto obedece a muchas causas, entre ellas la
falta de conveniencia de los litigantes.

i) Su finalidad última es la cosa juzgada: Esta característica es talvez la más


importante de todas. Lo que se persigue con el ejercicio de la jurisdicción es que los
tribunales resuelvan el conflicto jurídico estableciendo en la sentencia una verdad
inamovible, es decir que transcurrida toda la tramitación del proceso llegue un
instante en que esa verdad judicial quede completamente afirme, inamovible; ahí se
habrá producido la cosa juzgada.
La jurisdicción no consiste simplemente en resolver un conflicto sino que además se
debe cumplir el efecto de la cosa juzgada a través de la sentencia.

El efecto de la cosa juzgada es la que permite hacer cumplir la decisión de los


tribunales (es la última palabra). A través del efecto de la acción o de la excepción
de la cosa juzgada, efecto que impide que se pueda volver a discutir entre los
litigantes, sobre el mismo asunto y sobre los mismos fundamentos.

j) La parte de jurisdicción que le corresponde a cada juez o tribunal constituye su


competencia: Todos los tribunales sin excepción ejercen jurisdicción, lo que les
permite resolver ciertos asuntos litigiosos. Lo que ocurre es que la jurisdicción en
Chile, como en el resto de los demás países, está reglamentada en cuanto a su
ejercicio, y esto significa que el legislador ha establecido lo que se llama “reglas de
competencia”, entregándole a determinados tribunales ciertos asuntos y a otros
tribunales asuntos distintos, de modo tal que no todos puedan conocer de los
mismos asuntos (lo que sin dudas es bueno para la administración de justicia).

La competencia es la facultad que tiene cada juez individualmente, en particular,


para conocer de aquellos asuntos que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus
atribuciones.

La competencia constituye una limitación al ejercicio de la jurisdicción.

k) Es territorial: Ello significa que se ejerce necesariamente sobre un territorio


determinado. Este espacio territorial es variable, depende en cada caso del tribunal
que corresponda. Ejemplo: los jueces de letras tienen como espacio territorial la
comuna o una agrupación de comunas; la Corte Suprema ejerce jurisdicción sobre
todo el territorio de la República. Eso lo fija la ley. La ley asigna el territorio
jurisdiccional de cada tribunal. El juez o tribunal puede actuar válidamente dentro
de ese respectivo territorio.

Esta característica de la territorialidad de la jurisdicción es lógica, porque la


jurisdicción emana de la soberanía y la soberanía de ejerce territorialmente dentro
de los límites de la República.

Esta característica tiene algunas excepciones y entre esas excepciones se puede citar
las situaciones previstas en el artículo 6º del Código Orgánico de Tribunales.

l) Está amparada por el imperio: El ejercicio de la función jurisdiccional está


regulado por el imperio que gozan los tribunales de justicia, amparada por la
posibilidad de usar la fuerza pública para hacer respetar las decisiones judiciales y
para dar eficacia al proceso (para que no haya trabas en el desarrollo del proceso).
Le permite remover todo tipo de obstáculo que impida el ejercicio normal de la
Jurisdicción. Esto se nota con luces propias a través del fallo.

7. Los momentos de la Jurisdicción:


Son las etapas que representan el desenvolvimiento del ejercicio de la función
jurisdiccional dentro del proceso. La doctrina dentro de esta materia distingue algunas fases
o etapas de la jurisdicción (que se ubican en el artículo 1º del Código Orgánico de
Tribunales).

a) Primera Etapa: Fase del conocimiento del asunto: En esta fase se abre la instancia
judicial y aquí lo importante es la información que los propios litigantes le puedan
entregar al tribunal, porque los tribunales de justicia conocen lo que se llama la
verdad procesal, precisamente a través del proceso y por la información que le dan
los litigantes. Esto aunque el juez tome conocimiento por otras vías del asunto y eso
complementado con los antecedentes probatorios suministrados por los propios
litigantes.

Los tribunales tienen que aplicar el procedimiento legal. Esto significa que la acción
deducida, según su naturaleza, se someterá al procedimiento que la ley indique, de
lo contrario la acción sería anulable.

b) Segunda Etapa: Momento de la decisión del asunto (juzgamiento): Esta es la etapa


característica del ejercicio de la jurisdicción. Presupone necesariamente de la
primera etapa (presupone de un conocimiento cabal previo del asunto) y esta fase
carecería de eficacia si no existe el tercer momento o tercera etapa, que es la fase de
ejecución (decidir acerca del conflicto jurídico a través de la sentencia definitiva).

c) Tercera Etapa: Fase de ejecución del asunto: Lo importante el legislador o


constituyente la contempla como tal, vale decir, hacer ejecutar lo juzgado. Sin en
ese momento faltan las otras fases sería ilusoria, no se exigiría el cumplimiento (no
habría jurisdicción).

Esta tercera etapa depende de la parte perdedora, si se niega a pagar la prestación.

Esta ejecución, a petición de parte, los tribunales la ordenan a la fuerza pública, que
en Chile no depende de los tribunales ni del Poder Judicial. Hay que recurrir a la
fuerza pública y para eso hay que requerir a la autoridad administrativa, la que no
puede dudar de la legalidad de la orden, como tampoco puede calificar los
fundamentos de la resolución (artículo 11, Código Orgánico de Tribunales).

8. Límites de la Jurisdicción:

El ejercicio de la función jurisdiccional tiene algunas limitaciones, porque la ella debe


realizarse siempre dentro de un tiempo determinado y dentro de un determinado ámbito
territorial. Es decir, hay límite en el tiempo y límite en el espacio en el ejercicio de la
jurisdicción.

a) Límites temporales: En Chile la generalidad de los tribunales es que son perpetuos,


lo que significa que ejercen la jurisdicción indefinidamente, salvo en el caso de los
tribunales arbitrales.
Los jueces arbitrales tienen un lapso determinado para ejercer sus funciones
jurisdiccionales, y en este sentido la ley establece la limitación al ejercicio de los
tribunales arbitrales (artículo 235, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

En algunos otros tribunales especiales los miembros duran un tiempo determinado.


Ejemplo: el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones, pero eso
significa que los magistrados se van renovando y no que el órgano terminará sus
funciones.

b) Límites en cuanto al espacio: Está referido al instante en que los tribunales ejercen
la jurisdicción. Se suele hablar aquí de límites internos y límites externos.

- Límites Externos: Está dado por el punto hasta donde se extiende la jurisdicción
de los tribunales y este se puede mirar desde el punto de vista de los tribunales
chilenos como de los tribunales extranjeros. Hay que ver hasta donde llegan las
atribuciones de los tribunales chilenos y hasta donde llegan las atribuciones de
los tribunales extranjeros.

En Chile la jurisdicción constituye una manifestación de la soberanía, la que es


esencialmente territorial y se delimita por las fronteras. Siendo la jurisdicción
una emanación de la soberanía ésta no puede ir más allá de los límites del país.
Esta situación es similar a la de los tribunales extranjeros que ejercen
jurisdicción dentro de los límites territoriales donde se ejerce sus respectivas
soberanías.

Hay otra limitación externa y está dada por las atribuciones que ejercen los otros
poderes públicos chilenos (más concretamente por el ejecutivo y el legislativo).
Cada poder del Estado ejerce sus propias atribuciones y, en este sentido, el
ejercicio de la jurisdicción tiene una limitación:, que es precisamente hasta
donde llegan las atribuciones de los otros poderes del Estado.

Al Poder Judicial le está prohibido ejercer funciones que son propias de los otros
poderes del Estado, o que la Constitución y las leyes le ha atribuido a los otros
poderes. (Art. 4 COT)

Por otro lado, los otros poderes estatales, a su vez, no se pueden inmiscuir en las
funciones que son propias del Poder Judicial. (Art. 12 COT)

Esto demuestra la separación de poderes del Estado, que en estos días está cada
vez más atenuada que en tiempos anteriores.

- Límites Internos: Estos límites, a diferencia de los anteriores, deben ser


analizados desde el punto de vista de los tribunales exclusivamente (los otros se
analizan desde fuera de los tribunales).
El ámbito en el cual los tribunales ejercen jurisdicción internamente está dado
por las “reglas de competencia”, eso es lo que fija las atribuciones de cada
tribunal en particular porque es imposible que, dentro del sistema chileno, un
solo tribunal ejerza toda la jurisdicción; o por el contrario, que todos los
tribunales del sistema la ejerzan unitariamente en relación a un mismo asunto.

El ejercicio de la jurisdicción debe ser delimitado al interior de los tribunales,


por eso existen las reglas de competencia (artículos 108 y siguientes del Código
Orgánico de Tribunales).

Cuando ocurre un conflicto jurídico en definitiva habrá un solo tribunal que va a


conocer de ese asunto. La competencia es el límite interno, desde el punto de
vista de los tribunales, al ejercicio de la jurisdicción.

9. Equivalentes Jurisdiccionales:

Como el nombre lo indica, es algo que equivale a la jurisdicción, pero no es lo mismo


aunque produce los mismos efectos.

En el fondo, son otros medios que sirven para dar solución al conflicto jurídico, y en los
cuales no hay un pronunciamiento del tribunal a través de la sentencia definitiva, pero que
producirán el mismo efecto que la jurisdicción (efecto de la cosa juzgada).

Según Juan Colombo: “Se trata de actos procesales destinados a resolver ciertos conflictos
de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada”.

El concepto de equivalentes jurisdiccionales proviene de un autor italiano (Carnelutti) y


posteriormente fue ampliamente recogido por la doctrina. Estos equivalentes sustituyen
legítimamente al proceso como forma de solución del conflicto, y esa es su importancia.

En algunos casos estos equivalentes jurisdiccionales pueden operar dentro de un proceso,


en otros casos no se requiere de eso. Ejemplo: la conciliación, la transacción y todos los
medios de autocomposición en general son equivalentes jurisdiccionales.

Los presupuestos para que pueda operar un equivalente jurisdiccional son:

a) Debe existir necesariamente un conflicto jurídico: Sin conflicto jurídico es


imposible hablar de equivalente jurisdiccional. Este conflicto jurídico no puede ser
cualquiera, sino que tiene que versar o referirse a derechos disponibles para las
partes. Eso significa que esos derechos no pueden tener el carácter de
irrenunciables; por ejemplo, en materia de derechos de familia está involucrado el
orden público. Estos derechos no pueden ser objetos de acuerdo entre los litigantes
(son indisponibles para las partes). Ejemplo: no pueden las partes discutir la validez
de un matrimonio.
b) Es necesario que exista una manifestación o declaración de voluntad expresa de los
sujetos en conflicto, en el sentido de ponerle fin al litigio. En algunos casos
excepcionales para que operen los equivalentes jurisdiccionales es necesaria la
manifestación de voluntad de uno solo de los sujetos, al menos en el inicio.
Ejemplo: el disentimiento de la acción.

c) Es necesario que el ordenamiento jurídico autorice expresamente que la solución


del conflicto jurídico se pueda hacer a través de alguno de los equivalentes
jurisdiccionales. Esto es lógico, porque la vía normal de solución es el Proceso, de
manera que cualquiera otra forma de solución distinta debe estar autorizada por la
ley.

Entre las características principales de los equivalentes jurisdiccionales se puede señalar


que producen, finalmente, el efecto de cosa juzgada, lo que puede dar lugar tanto a la
acción como a la excepción de cosa juzgada. La acción permite exigir el cumplimiento de
lo acordado y la excepción es la que impide volver a discutir el asunto.

Entre los equivalentes jurisdiccionales más importantes podemos destacar tres: la


transacción, la conciliación y el avenimiento.

a) Transacción: En términos generales se puede decir que la transacción es un contrato


de carácter procesal que tiene como finalidad fundamental resolver un conflicto y
que produce los mismos efectos que la sentencia (artículo 2446, inciso 1º, Código
Civil).

Aquí hay dos cosas muy importantes respecto de las cuales puede tener lugar la
transacción:

- La transacción puede servir para prevenir la jurisdicción (precaver),


anticiparse a la jurisdicción.

- También sirve para ponerle término a un proceso en trámite (juicio


pendiente).

Colombo dice que la transacción es un contrato en que las partes terminan


extrajudicialmente un conflicto sometido al proceso o lo resuelven antes de que se
haya iniciado el proceso con el objeto de evitarlo o prevenirlo.

Para estos efectos las partes deben hacerse concesiones recíprocas, es decir, ambos
deben renunciar en parte a sus derechos o pretensiones o a sus aspiraciones
procesales.

La transacción tiene que versar sobre derechos disponibles y en ella no tienen


ninguna intervención el juez, porque es extrajudicial.

Esta transacción se perfecciona con el solo consentimiento de las partes y lo más


importante es que produce cosa juzgada en última instancia.
b) Conciliación: Según Colombo, la conciliación también es un acto jurídico procesal
en virtud del cual, a iniciativa del juez que conoce de un proceso, logran las partes
dentro de su desarrollo ponerle fin con mutuo acuerdo.
Hay una diferencia sustancial entre la conciliación y la transacción, ya que en la
conciliación siempre se va a requerir un juicio en trámite, o sea es siempre judicial,
y no extrajudicial como lo es la transacción.

La otra diferencia importante entre ambos equivalentes es que en la conciliación le


cabe la intervención al juez que conoce del proceso, y en la transacción no
interviene el juez.

Las características principales de la conciliación son las siguientes:

- Se requiere de la existencia de un proceso.


- Para que pueda lograrse la conciliación se requiere necesariamente del
acuerdo de las partes, no obstante la intervención del juez.
- Le cabe la intervención al juez que conoce del proceso en el
procedimiento para obtener la conciliación. Es el juez el que tiene que
hacer el llamado a la audiencia a las partes (hoy día es un trámite
obligatorio en los juicios civiles) y posteriormente al juez le cabe
participación dentro de la audiencia, le corresponde al juez las bases de
arreglo.
- La conciliación tiene ciertas limitaciones porque no puede ir más allá de
la competencia específica de los tribunales. En la conciliación no se
pueden celebrar acuerdos que excedan las discutidas en el juicio (asunto
concreto discutido).
- Por último, produce también el efecto de cosa juzgada, se desprende del
artículo 267 del Código de Procedimiento Civil.

La conciliación hoy día siempre tiene que tratarse en los juicios civiles. Los jueces
siempre tienen que intentar la conciliación entre los litigantes, porque la ley
establece este trámite con carácter de obligatorio (Art. 262, Código de
Procedimiento Civil).

Es una diligencia esencial en todo juicio, no puede ser omitida del procedimiento en
los casos que corresponda. Si el juez dicta sentencia en juicio sin hacer el llamado
obligatorio a conciliación, se habrá omitido un trámite o diligencia esencial, y esa
sentencia puede ser anulada.

c) Avenimiento: Es el acuerdo que logran directamente las partes de un proceso en


virtud del cual se pone término al conflicto jurídico sometido a juicio expresándose
ese acuerdo ante el juez que conoce la causa.

El avenimiento, a diferencia de la transacción y la conciliación, no tiene una


regulación normativa, no está tratado en forma sistemática en la ley. Hay referencia
sobre el avenimiento en el artículo 434, nº 3 del Código de Procedimiento Civil.
Constituye un título ejecutivo, es decir es un antecedente o un instrumento que sirve
para iniciar una ejecución respecto de las obligaciones que contiene y con eso se
está reconociendo que produce cosa juzgada.

Las características del avenimiento son las siguientes:

- Requiere el acuerdo de las dos partes para poner término al litigio que
está sometido a proceso.
- En dicho acuerdo no participa el juez, no le cabe intervención alguna al
juez.
- Se tiene que referir necesariamente a derechos disponibles.
- Produce cosa juzgada.
- Para que produzca efectos el avenimiento debe hacerse valer dentro del
proceso y requiere de un pronunciamiento del tribunal aceptándolo.

10. Clasificaciones de Jurisdicción:

Para algunos autores la jurisdicción es susceptible de clasificación, aunque esto es


discutible porque la jurisdicción es una sola. Más bien se puede hablar de las distintas
atribuciones que cumplen los tribunales de justicia.

Prieto-Castro afirma que la jurisdicción como función es única y que por ello más que de
clases de jurisdicción es propio hablar de manifestaciones de la jurisdicción.

De esta manera se puede hablar de: jurisdicción contenciosa; jurisdicción no contenciosa;


jurisdicción conservadora, disciplinaria y económica; y jurisdicción ético-profesional.

A. Jurisdicción Contenciosa:

Esta jurisdicción contenciosa equivale al concepto de jurisdicción que no es otra que


aquella potestad de los tribunales para resolver conflictos jurídicos entre partes con efecto
de cosa juzgada (artículo 73 de la Constitución y artículo 1º del Código Orgánico de
Tribunales), referida a las causas civiles y criminales.

La materia más importante de la jurisdicción contenciosa es la existencia del conflicto


jurídico (oposición de intereses entre las partes). Aquí no hay armonía de pretensiones, los
intereses son opuestos.

Esta es la actividad fundamental de los tribunales. A esta actividad los tribunales deben su
razón de ser. La jurisdicción es la actividad que caracteriza a un órgano como tribunal.

B. Jurisdicción No Contenciosa o Voluntaria:


"Es aquella actividad de los tribunales que tiene por objeto conocer de ciertos actos que,
Según la ley, requieren su intervención y en los que no se promueve contienda alguna entre
partes"

Estos actos judiciales no contenciosos están establecidos por el legislador con distintas
finalidades:
- proteger los derechos de los incapaces.
- a servir de solemnidad a ciertos actos jurídicos.
- a la comprobación del cumplimiento de los requisitos que la ley impone para
determinados actos.

En la doctrina existe una discusión acerca de la naturaleza jurídica de esta función que
cumplen los tribunales. Algunos autores señalan que es una actividad judicial, otros
consideran que se trata de una actividad administrativa de los tribunales -nuestro código no
la califica, pero la trata aparte (tiene un trato distinto)- porque no se resuelven conflictos
jurídicos entre partes, en estos actos judiciales no contenciosos no se promueven
contiendas. En consecuencia, la finalidad de la intervención de los tribunales es otra, muy
distinta. Tampoco se debe decir que hay una sola finalidad porque intervienen los
tribunales, ya que depende de cada acto en particular o cada caso concreto. Ejemplo: en
algunos casos los tribunales intervienen para proteger los derechos de los incapaces
(nombramiento de tutores y curadores), en otros casos intervienen con el objeto de servir de
solemnidad respecto de ciertos actos jurídicos en particular, en otros casos los jueces actúan
para controlar que se hayan cumplido los requisitos que la ley exige para precaver fraudes,
también para que se constituya un estado jurídico nuevo.

En el artículo 817 del Código de Procedimiento Civil se desprenden los requisitos para que
estemos en presencia de un acto jurídico no contencioso. Estos son requisitos para que los
tribunales ejerzan estas funciones, son dos requisitos copulativos:

a) Que no se promueva contienda alguna entre partes.


b) Que los tribunales deban intervenir en ese acto judicial no contencioso, porque la
ley es la que exige la intervención. El acto judicial no contencioso debe estar
regulado en la ley.

Aquí nadie tiene algo en contra de alguien, no se formulan peticiones en contra de alguien,
de lo contrario habría contienda. Por lo mismo, en esta clase de actos, se habla de
interesados o solicitantes o también “pensionarios”, y no de partes. Tampoco hay juicio,
sino que aquí se habla de “gestiones judiciales”.

Puede suceder que un acto judicial no contencioso se transforme en contencioso. Aquí


ocurre otro problema, será contencioso si se formula oposición del acto (judicialmente
dentro de la gestión), y se somete a los trámites contenciosos.

* Diferencias entre la jurisdicción contenciosa y la voluntaria:


Existen algunas diferencias importantes entre la jurisdicción contenciosa y la no
contenciosa. Podemos mencionar las siguientes:

a) La primera diferencia dice relación con la existencia del conflicto.

 En la jurisdicción contenciosa existe el conflicto, ese es el presupuesto de


estos actos.

 En la jurisdicción no contenciosa no habrá jamás conflicto, no se promueve


contienda alguna.

b) La segunda diferencia dice relación con el conocimiento y fallo.

 Tratándose de la jurisdicción contenciosa los tribunales de justicia están


obligados a conocer y fallar el asunto una vez que han sido formalmente
requeridos y no se pueden excusar de ejercer su función ni aun a falta de ley
(artículo 10, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

 En los actos judiciales no contenciosos la situación no es la misma, ya que


los jueces van a intervenir solamente en la medida que la propia ley permita
tal intervención, el sólo requerimiento no es suficiente.

c) La tercera diferencia dice relación con la apreciación de la prueba, que es una


atribución de los tribunales. En todo acto judicial no basta con hacer alegaciones
sino que hay que acreditar los hechos porque el juez es un tercero imparcial que no
conoce la verdad.

 En materia de pruebas, tratándose de la jurisdicción contenciosa, los


tribunales están sometidos a rigurosas reglas de apreciación de la prueba, de
valoración probatoria. Ejemplo: la ley señala la reglamentación de los
testigos. En consecuencia, el juez debe someterse a la ley en esta materia.
Aquí impera lo que se denomina el sistema de prueba legal o tasada.

 En los actos judiciales no contenciosos los jueces gozan de mucha mayor


libertad en esta materia, porque los tribunales aprecian prudencialmente el
mérito de las pruebas, vale decir, según lo que ellos estiman. Es un régimen
absolutamente diferente, cada juez no está atado a ninguna norma legal. Los
interesados se pueden valer de cualquier prueba, rendirla en el asunto sin
mayores formalidades (lo que también constituye otra diferencia con la
jurisdicción contenciosa).

d) La cuarta diferencia dice relación a determinar el tribunal competente, diferencia en


lo que al fuero se refiere.
 En los asuntos contenciosos el fuero es un elemento de la competencia que
se considera para establecer el tribunal que debe conocer de ese asunto, y
eso significa que varía la jerarquía del tribunal. Ese asunto va a ser conocido
por un tribunal de mayor jerarquía del que habría correspondido, incluso
podría variar la clase de tribunal. Ejemplo: no por uno ordinario, sino por
uno especial.

 En los actos judiciales no contenciosos, en cambio, el fuero de los


interesados no se considera, no tiene ninguna relevancia en la competencia.
El asunto siempre va a ser conocido por el tribunal naturalmente
competente. Al respecto, el artículo 133, inciso 2º en su parte final señala
que no se considerará el fuero de que gocen los interesados en los asuntos no
contenciosos. El artículo 827 del Código de Procedimiento Civil con cuerda
con el anterior: “En los asuntos no contenciosos no se tomará en
consideración el fuero personal de los interesados para establecer la
competencia del tribunal”. En síntesis, no hay variación de la jerarquía en el
tribunal en la jurisdicción no contenciosa.

e) La quinta diferencia dice relación con la forma de la sentencia que se dicta en uno y
otro caso. Lo formal dice relación con la exteriorización de un acto; se refiere a los
requisitos externos de la sentencia para calificarla de tal. Estos requisitos son
distintos en uno y otro caso.

 En materia de jurisdicción contenciosa el legislador es particularmente


exigente con las sentencias definitivas. Para este efecto se debe cumplir,
además de los establecidos en el artículo 170 del Código de Procedimiento
Civil, con otra serie de requisitos contenidos en el auto acordado de la Corte
Suprema sobre la forma de las sentencias (apéndice del Código de
Procedimiento Civil). Esto demuestra la importancia que tiene la decisión
del asunto y si los requisitos no se cumplen la sentencia es nula.

 En los asuntos judiciales no contenciosos el legislador es muchos menos


exigente, ya que establece menores requisitos para la sentencia (Art. 826,
Código de Procedimiento Civil).

f) Finalmente, la sexta diferencia dice relación con la cosa juzgada.

 En los asuntos de jurisdicción contenciosa, las sentencias que se dicten en


esos juicios, una vez que se encuentran firmes o ejecutoriadas producen el
efecto de cosa juzgada siempre (tanto la acción como la excepción de cosa
juzgada).
 En la jurisdicción voluntaria no siempre se produce el efecto de cosa
juzgada. Si la sentencia ha sido negativa no produce nunca el efecto de cosa
juzgada, o si siendo afirmativa no se ha cumplido tampoco se produce el
efecto de cosa juzgada. Ejemplo: en una posesión efectiva de la herencia no
se acompaña todos los antecedentes necesarios, por lo que el juez no le da
lugar a la petición, eso no significa posteriormente no se pueda volver a
pedir lo mismo, y que el juez podría volver a dar lugar a lo que negó (Art.
821, Código de Procedimiento Civil).

C. Jurisdicción Disciplinaria, Conservadora y Económica:

La jurisdicción disciplinaria, conservadora y económica se encuentra establecida en el


artículo 3º del Código Orgánico de Tribunales. El legislador expresamente se refirió a estas
facultades como especiales.

a) Facultades Conservadoras: Estas facultades emanan de una denominación histórica


establecida en la Constitución de 1833, en donde se creo la llamada “Comisión
Conservadora” cuya función esencial es que en receso del Parlamento, era velar por
la observancia de las Garantías Constitucionales.

Este principio consagrado en la Constitución de 1833 y también en la Ley Orgánica


de 1875, se traspasó al Código Orgánico de Tribunales en el artículo 3º.

Las facultades conservadoras son atribuciones que tienen todos los tribunales y que
tienen por finalidad mantener y resguardar el respeto de las garantías
constitucionales o proteger las garantías que la Constitución asegura a todos los
individuos. En virtud de esto, los órganos estatales no deben rebasar los límites de la
actividad que la constitución y las leyes le han asignado.

Son facultades de carácter general, porque tienen por objeto velar por todas las
garantías constitucionales.

En cuanto a las manifestaciones de esta facultad que ejercen los tribunales,


encontramos:

- Recurso de Protección: también llamada “acción constitucional de protección”


que tiene por finalidad proteger en general las garantías constitucionales que se
indica en la Carta Fundamental en el artículo 20. La finalidad es reestablecer el
imperio del derecho, lo que le corresponde a la Corte de Apelaciones respectiva,
aceptando medidas concretas para resguardar esas garantías.

- Recurso de Amparo: o “Habeas Corpus”, reglamentado en el Código de


Procedimiento Penal en los artículos 306 y siguientes, cuya finalidad específica
es proteger el derecho a la libertad personal o seguridad individual (art. 19, nº 7,
CPE) en cualquiera de las formas que la Constitución indica.
En términos generales procede cuando un individuo es arrestado, detenido o
preso, o bien cuando sufre arraigo, en cuyos casos la Corte de Apelaciones
respectiva adopta las medidas del caso si es que se detecta alguna irregularidad.

- Recurso de Inaplicabilidad por Inconstitucionalidad: corresponde a la potestad


de la Corte Suprema para declarar, de oficio o a petición de parte, la
inaplicabilidad de un determinado precepto legal contrario a la Constitución.
Este recurso se encuentra consagrado en el artículo 80 de la Constitución.

- Privilegio de Pobreza: referido a un beneficio de carácter constitucional que la


ley proporciona a personas de escasos recursos para que puedan comparecer a
los tribunales en igualdad de condiciones frente a las partes que gozan de
medios para procurarse su defensa. A través de éste se trata de asegurar la
garantía indicada en el artículo 19 nº 2; esto es, la igualdad ante la ley.

La ley arbitra los mecanismos para que esto se realice, en algunos casos opera
de oficia y en otros hay que pedirlo, pero siempre debe haber igualdad.

Para hacer efectiva esta igualdad, el legislador establece, por ejemplo, la


actuación gratuita de los abogados de turno y de la Corporación de Asistencia
Judicial, etc.

- Las Visitas: que los jueces deben practicar a los establecimientos penales o
penitenciarios, en forma semanal, y tienen por finalidad velar por los derechos
de los presos. Todos los jueces que ejercen jurisdicción del crimen tienen la
obligación de realizar visitas (artículo 567, Código Orgánico de Tribunales
antiguo).

Este artículo se modificó con motivo de la reforma procesal penal, labor que
ahora cumple el juez de garantía, designado por el comité de jueces del tribunal
de la respectiva jurisdicción (artículo 567 del Código Orgánico de Tribunales
actualizado).

b) Facultades Disciplinarias: Las facultades disciplinarias de los tribunales de justicia


dicen relación con la disciplina judicial. Estas tienen por finalidad reprimir aquellos
hechos que son constitutivos de faltas disciplinarias en que pueden incurrir los
magistrados, los funcionarios, los abogados, los procuradores y los particulares que
intervengan en la administración de justicia.

Estas facultades disciplinarias se hacen efectivas ya sea de oficio o bien a petición


de parte.

El objeto de que existan las facultades disciplinarias es el de mantener el prestigio


de la justicia (disciplina del Poder Judicial), el normal desenvolvimiento de los
órganos jurisdiccionales y mantener la compostura de los debates (particularmente
en los escritos). En este sentido los tribunales pueden llamar al orden.
Existen dos vías para asegurar esta disciplina judicial:

- En efecto se vigila y sanciona en lo que dice relación con la conducta ministerial


de los magistrados y funcionarios.

- También se vigila y sanciona en lo que dice relación con la conducta de las


partes y de los profesionales (abogados y procuradores) que ante esos tribunales
comparecen.

La ley establece sanciones tanto para los primeros como para los segundos.

En el primer caso, hay dos medidas para hacer efectiva la disciplina del juez o
funcionario judicial: “el recurso de queja” y la llamada “queja disciplinaria”. Esta
tiene lugar cuando el juez o funcionario judicial incide en faltas o abusos graves en
el ejercicio de sus funciones ministeriales y estas faltas las puede cometer en las
resoluciones judiciales o bien fuera de ellas.

Si la falta se produce en la resolución judicial se aplica el Recurso de Queja. Por


otro lado, si las faltas son cometidas fuera de la resolución judicial, tiene lugar la
Queja Disciplinaria (ejemplo: el abogado que llega tarde o si el juez trata mal al
abogado).

Es importante señalar que estas facultades disciplinarias se refieren exclusivamente


a aquellos hechos que no son constitutivos de delitos, porque si así fuese se habla de
una responsabilidad penal.

c) Facultades Económicas: Son atribuciones de carácter general que tienen los


tribunales para dictar o disponer ciertas medidas para una buena administración de
justicia. Son ciertas atribuciones indispensables para una adecuada administración
de justicia.

Estas facultades económicas son múltiples. Por ejemplo, la facultad que tienen los
tribunales superiores (Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) para dictar los Autos
Acordados, que son actos que emanan de los tribunales superiores precisamente
para una buena administración de justicia.

Podemos además mencionar dentro de estas facultades aquellas que se refieren a la


Concesión de Licencias, de permisos de los jueces. Todas aquellas instrucciones que
suelen emanar desde la Corte Suprema o de una Corte de Apelaciones a sus
inferiores jerárquicos.

Además están todas las facultades administrativas que cumplen los tribunales en
relación con el personal de las cortes.
También se encuentra dentro de estas facultades económicas lo relativo a las normas
que regulan la intervención del poder judicial en el nombramiento de sus jueces (la
confección de ternas o quinas para el nombramiento de los magistrados).

D. Jurisdicción ético-profesional:

Antiguamente esta atribución la ejercían los Colegios de Abogados, pero desde que se
transformaron en asociaciones gremiales y desde que la colegiatura no es obligatoria para
los abogados, dejaron de tener estas atribuciones (Decreto Ley Nº 3.621, del 7 de febrero de
1981). Antes todas las infracciones a la ética de los funcionarios judiciales las sancionaban
los colegios.
Hoy día es una materia integrada a los tribunales ordinarios, concretamente si se estima que
hubiera una actitud de infracción a la ética, eso daría lugar a un acto judicial contencioso y
cuyo conocimiento se va a someter a los trámites del procedimiento sumario, a falta de
otras normas.

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