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Fallos 2° Parcial Municipal

Derecho Público, Provincial Y Municipal (Universidad Nacional de La Matanza)

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 “Ponce, Carlos Alberto c/ San Luis, Provincia de s/acción declarativa de certeza”

Los antecedentes de la causa se remontan al año 2003, y se enmarcan en el contexto de un enfrentamiento político
sostenido entre el oficialismo de la Provincia de San Luis y el gobierno de la capital puntana (opositor). la Legislatura
provincial propugnó por ley una enmienda constitucional que planteaba la caducidad anticipada de todos los cargos
provinciales y municipales. Ante ello, el intendente de San Luis, por entonces Carlos Ponce, recurrió a la Corte federal y
el 10 de abril de 2003 obtuvo una orden de no innovar que le ordenó al Estado provincial suspender toda acción
gubernamental que importe alterar el período de vigencia del mandato del peticionante ya electo y en ejercicio de su
cargo.

El Concejo Deliberante de la ciudad –órgano que tenía la potestad de fijar comicios conforme a la Carta Orgánica de la
ciudad de San Luis- comenzó el procedimiento para llamar a elecciones.

El escándalo jurídico: dos tribunales, dos elecciones y dos intendentes


El resultado de esta intrincada trama fue la realización de dos elecciones separadas para el mismo cargo y la
consecuente coexistencia de dos jefes comunales que reivindicaban su autoridad, y lo siguieron haciendo durante
quince meses.

Daniel Pérsico. Proclamado en la primera elección. realizada el 9 de noviembre de 2003, convocada por la comuna, y
que fue desconocida por el oficialismo y por la justicia local.

María Angélica Torrontegui. Proclamada en la segunda elección, hecha el 23 de noviembre, convocada por la
provincia, y sin concurrencia de los partidos de la oposición.

DECISION DE LA CORTE

En primer lugar, desestimó una cuestión procesal que debía despejar para tratar la cuestión. Así se dijo con buena lógica
que si bien la acción había sido promovida por Ponce y éste ya estaba a todo evento con su mandato concluido, “la
pretensión no sólo fue promovida a fin de tutelar un derecho subjetivo del titular del municipio para permanecer en
funciones sino, conjuntamente y con particular énfasis, en representación de la Intendencia de la Ciudad de San Luis y
con el nítido objeto de procurar tutela jurisdiccional para preservar la autonomía reconocida a dicho municipio por los
arts. 5 y 123 de la Constitución Nacional”.

CONSIDERANDO 12 (el más importante):

“Toda asunción por parte de la autoridad provincial de atribuciones que han sido asignadas exclusivamente a
los titulares de los departamentos ejecutivos municipales (como es convocar a elecciones dentro de ese
ámbito), afecta seriamente la autonomía municipal al introducir una modificación en ella de manera incompatible
con el diseño constitucional. Tal intromisión, de ser aceptada, lesionaría la personalidad y las atribuciones del
municipio, pues las autoridades constituidas deben respetar el grado de autonomía asignado a los diferentes
niveles de gobierno por el constituyente provincial.”
“El estado de Derecho, el imperio de la ley y el ajuste a las reglas del proceso es lo que permite la solución de
los conflictos. Todas estas reglas admitidas en una sociedad madura y civilizada fueron violadas en esta causa
por parte de la provincia de San Luis”

CONCLUSIÓN DE LA DECLARACION DE CERTEZA: con esta doctrina de la Corte se consolida la admisión de la


autonomía municipal como cuestión federal o constitucional antes que local, lo cual permite que los Gobiernos
locales puedan llegar a la Corte en instancia originaria cuando sean los Gobiernos Provinciales los que afectan
su autonomía, que es lo que ocurre con mayor asiduidad.

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 “Municipalidad de Berazategui c. Cablevisión S.A. s/ Amparo”

En este caso, el juez federal de Mar del Plata hizo lugar a la medida cautelar innovativa –en el marco de un proceso
colectivo– promovida por el intendente de la Municipalidad de Berazategui contra Cablevisión S.A. para que refacture el
servicio prestado a los usuarios de dicho partido con sujeción a las resoluciones 50/2010 y 36/20111 de la Secretaría de
Comercio Interior. La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata confirmó la resolución. La parte
demandada interpuso recurso extraordinario federal y cuestionó el rechazo del planteo de la falta de legitimación activa.
La Corte Suprema revocó la medida cautelar dictada y ordenó remitir las actuaciones al juez federal de Mar del Plata
para que dicte nuevo pronunciamiento.

DECISION DE LA CORTE: ordena la creación de un registro de acciones colectivas de alcance nacional

la CSJN sostuvo que “durante el último tiempo este Tribunal ha advertido un incremento de causas colectivas con
idénticos o similares objetos que provienen de diferentes tribunales del país. Esta circunstancia genera, además de
dispendio jurisdiccional, el riesgo cierto de que se dicten sentencias contradictorias y de que las decisiones que recaigan
en uno de los procesos hagan cosa juzgada respecto de las planteadas en otro. También favorece la objetable
multiplicación de acciones procesales con objetos superpuestos tendientes a ampliar las posibilidades de obtener alguna
resolución -cautelar o definitiva- favorable a los intereses del legitimado activo o de interferir en la decisión dictada en el
marco de otro expediente” (considerando 7° del voto de la mayoría, replicado por el considerando 10° del voto
concurrente de Highton de Nolasco).

Por dichas razones, y “en atención a que los aludidos inconvenientes podrían conllevar a situaciones de gravedad
institucional”, el Tribunal estimó “necesaria” la creación por medio de Acordada de un “Registro de Acciones
Colectivas en el que deban inscribirse todos los procesos de esa naturaleza que tramiten ante los tribunales del
país”. Este Registro, en palabras de la propia Corte, “Tiende entonces a evitar el escándalo jurídico que podría
representar el dictado de decisiones contradictorias en causas conexas o superpuestas y a lograr la economía
procesal que mejor se ajuste a un adecuado servicio de justicia. Asimismo, el registro brindará información a los
tribunales y a los legitimados colectivos o individuales acerca de la existencia de procesos de esa naturaleza y
favorecerá el acceso a justicia al permitir a los habitantes conocer la existencia de procesos y sentencias de las
que puedan ser beneficiarios”(considerando 10° del voto de la mayoría).

 Municipalidad de La Rioja c/ La Rioja, Provincia de s/ amparo

Hechos:
El Intendente de la Ciudad de La Rioja y el Fiscal General de ese municipio iniciaron ante la Corte Suprema acción de
amparo en los términos del artículo 43 de la Constitución Nacional a fin de que declare la inconstitucionalidad de los
artículos 3° y 4° del decreto provincial 406/15, que había convocado simultáneamente a elecciones provinciales y
municipales. El Tribunal declaró su incompetencia.

Decisión de la Corte:

La Corte Suprema sostuvo que una de las más importantes misiones del Tribunal consiste en interpretar la
Constitución Nacional de modo que el ejercicio de la autoridad tanto nacional como provincial se desenvuelvan
armoniosamente. Del logro de ese equilibrio debe resultar la adecuada coexistencia de dos órdenes de gobierno cuyos
órganos actuarán en dos órbitas distintas, debiendo encontrarse solo para ayudarse.
En ese contexto, afirmó que la organización de los gobiernos municipales es una materia que de conformidad con los
artículos 5° y 123 de la Constitución Nacional se mantienen en la jurisdicción de los gobiernos locales, y son las
constituciones provinciales quienes deben materializar el mandato de autonomía en el orden insti tucional, político,
administrativo, económico y financiero.
A continuación, señaló que la impugnación del decreto local 406/2015 que había convocado simultáneamente a
elecciones provinciales y municipales, con fundamento en la posible violación de la autonomía provincial, no determina,
sin más, la competencia originaria de la Corte Suprema, puesto que la cuestión se encuentra regida principalmente por el
derecho público provincial y, por consiguiente, la solución del pleito no depende “directa e inmediatamente del derecho
federal” ya que es imposible resolver el planteo sin pronunciarse sobre cada una de las disposiciones en virtud de las
cuales el Poder Ejecutivo de la provincia dispuso la convocatoria, interpretándolas en su espíritu y en los efectos que la
soberanía local ha querido darles.
Consideró que la invocada afectación de garantías constitucionales proveniente de autoridades provinciales no sujeta
por sí sola las causas que de ellas surjan a la competencia originaria de la Corte Suprema, sin que tal criterio obste a la

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tutela que eventualmente pueda dar a los aspectos federales que el litigio pudiere comprender, la que debe procurarse
por la vía del recurso extraordinario y en la medida que la decisión de los jueces provinciales afecte el interés de las
partes.

 “Porretti, Roberto Martín contra Concejo Deliberante de Pinamar. Conflicto arts. 196 Constitución
provincial y 263 bis de la Ley Orgánica de las Municipalidades”.

HECHOS

I. Roberto Martín Porretti, por propio derecho e invocando su condición de concejal electo para integrar el Concejo
Deliberante de la Municipalidad de Pinamar denuncia, en los términos de los arts. 196 de la Constitución de la Provincia,
261 y 263 bis de la Ley Orgánica de las Municipalidades, un conflicto interno que se habría producido en el seno de
dicho cuerpo deliberativo.
En tal sentido, señala que en la sesión Preparatoria llevada a cabo en el aludido Concejo el día 4 de diciembre de
2009, se le impidió asumir el cargo de concejal para el que había sido elegido en los comicios realizados en el
mes de junio de ese mismo año.
Alega que tal medida se adoptó por considerarlo inhábil para desempeñar el cometido en cuestión, a pesar de
haber sido regularmente diplomado por la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires, única autoridad
competente -a su entender- para analizar la capacidad de los aspirantes a ocupar cargos electivos y para expedir las
credenciales suficientes para ejercer el mandato popular, según lo dispuesto por el art. 63 inc. 5º de la Constitución de la
Provincia.
Luego de efectuar el relato de los antecedentes, sostiene que el dictamen de la Comisión de Poderes sobre el que
se sustentó la decisión de no tomarle juramento, es evidentemente arbitrario e irrazonable, constituye un exceso
legal manifiesto y resulta claramente inconstitucional por violación del debido proceso legal, del principio de
igualdad ante la ley y de la garantía de los arts. 38 y 39 de la Constitución nacional , en cuanto afecta el ejercicio de
los derechos políticos.
Pide que se haga lugar a la presentación, se declare la inconstitucionalidad del acto cuestionado y se dicte una medida
cautelar innovativa que ordene al Concejo Deliberante de la Municipalidad de Pinamar la inmediata aceptación del
diploma que lo habilita para ejercer el cargo de concejal en ese Cuerpo.

II. la comisión de poderes de ese Concejo dispuso rechazar el diploma correspondiente al ciudadano Roberto Martín
Porretti por inhabilidad, al encontrarlo incurso en falta de idoneidad para desempeñar el cargo.

III. el Tribunal resuelve hacer lugar a la medida cautelar solicitada, decretando la suspensión de los efectos de las
decisiones adoptadas en la sesión Preparatoria del 4 de diciembre de 2009 y en la Especial del día 11, lo que implicaba
-en la especie- que el Concejo Deliberante de Pinamar debía tomar juramento e incorporar como concejal al señor
Roberto Martín Porretti y disponer lo que fuera necesario para que, a su vez, cesara en el ejercicio del cargo quien fuera
designado en su reemplazo.

VI. En este estado el Tribunal decidió plantear y votar la siguiente


CUESTIÓN
¿Es fundada la presentación por la que se promueve el conflicto?

VOTACIÓN

I. en lo que hace al fondo de la cuestión planteada en autos, cabe señalar que la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires establece como una de las competencias de la Junta Electoral la de “… diplomar a los legisladores,

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municipales y consejeros escolares, quienes con esa credencial, quedarán habilitados para ejercer sus
respectivos mandatos…” (conf. art. 63 inc. 5º).
A su vez, el art. 63 in fine dispone “… estas atribuciones y las demás que le acuerde la Legislatura, serán ejercidas
con sujeción al procedimiento que determine la ley”.
Así, se impone como único requisito exigido por la Constitución para que un ciudadano electo concejal asuma
su mandato, la expedición del diploma por parte de la Junta Electoral provincial, sin perjuicio de poder ser
sometido a algún procedimiento posterior.

III. Ahora bien, el art. 14 de la Ley Orgánica de las Municipalidades prevé que “… Todo concejal que se encuentre
posteriormente a la aprobación de su elección, en cualesquiera de los casos previstos en los artículos anteriores, deberá
comunicarlo al Cuerpo, en las sesiones preparatorias, para que proceda a su reemplazo. El Cuerpo, a falta de
comunicación del afectado, deberá declarar a éste cesante, tan pronto como tenga noticia de la inhabilidad…”.
De allí que las normas aplicables no le confieren al Concejo Deliberante atribución para que pueda declarar
“inhábil” en su carácter de concejal electo al candidato que fue elegido por voluntad popular.
De otro modo se produciría una sustitución de la voluntad expresada libremente por la ciudadanía en el acto
eleccionario, vulnerándose así el sentido del principio de soberanía del pueblo.

El órgano deliberativo debe limitarse a comprobar si los concejales electos reúnen las condiciones exigidas por
la Constitución de la Provincia y esa ley- el Concejo omitió poner en marcha el procedimiento reglado en el aludido
art. 14, a pesar de que en el dictamen de la Comisión de Poderes que sirvió de sustento a lo actuado por el Concejo se
encuadró expresamente la situación del señor Porretti, además de su falta de idoneidad, en el supuesto previsto en el
art. 6º inc. 5 de la Ley Orgánica de las Municipalidades.
Es decir, no se le tomó juramento como hubiera correspondido ni se lo dejó cesante, suponiendo que en esa ocasión el
Cuerpo tuviese atribuciones para hacerlo.

SENTENCIA

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, oída la señora Procuradora General, el Tribunal resuelve hacer
lugar al conflicto de poderes planteado por el señor Roberto Martín Porretti, y dejar sin efecto la decisión
adoptada por el Concejo Deliberante de Pinamar en la sesión preparatoria del día 4-XII-2009, por el cual éste
dispuso rechazar el diploma del nombrado Porretti por inhabilidad.
Ello importa la reincorporación definitiva del nombrado al cargo de concejal en el Concejo Deliberante de
Pinamar y el cese de los efectos de la medida cautelar

 SEBEY, CARLOS ALBERTO CONTRA MUNICIPALIDAD DE OLAVARRÍA. DEMANDA CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVA

HECHOS

Carlos Alberto Sebey, promueve demanda contencioso administrativa contra la Municipalidad de Olavarría
pretendiendo la anulación del decreto del Intendente 992/1995 por medio del cual se dispuso la reestructuración
funcional de la Justicia Municipal de Faltas con invocación de la ley 11.685 y del decreto 998/1995 por medio del
cual se dispuso el cese del actor como Juez Municipal de Faltas por razones de buen servicio por la reestructuración
funcional antes aludida y del decreto 388/1996 del mismo funcionario por el que se rechazó el recurso de revocatoria
interpuesto contra los actos anteriores.Pide, como consecuencia de la anulación, que se condene a la demandada a su
reincorporación y al pago de los daños materiales y morales ocasionados por la cesantía ilegítima.

LA CORTE DIJO:

Sería impensable que un Intendente contase con facultades de reestructuración respecto de órganos del Poder Judicial,
de manera que, en todo caso, lo que merece destacarse es la relativa independencia funcional con que se ha dotado a

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los órganos de la Justicia de Faltas municipal, la que conlleva, en el marco legal respectivo, un fundamento sólido para
considerarla, salvo expresa inclusión, una estructura ajena a potestades ejecutivas amplias de supresión.

Nótese que, de otro modo, se estaría autorizando lisa y llanamente la eliminación de una organización
diferenciada para atender asuntos -como son los de faltas- que implican un juzgamiento de las personas en el ámbito del
denominado derecho penal administrativo, y cuya implementación debe ser considerada un avance jurídico que separa
dicho ámbito funcional de las tareas netamente ejecutivas. Es por ello que la circunstancia de que el Intendente
municipal conserve atribuciones en materia de faltas en los términos del Código respectivo (dec. ley 8751 y ley 10.269)
se explica como potestad residual para determinadas hipótesis, pero no como principio de competencia ni, mucho
menos, como criterio que permitiría extender los alcances de la ley 11.685.

III. Siendo entonces nula la reestructuración del Juzgado de Faltas de la Municipalidad de Olavarría
dispuesta por decreto 992/1995 y confirmada por decreto 388/1996 -todos del Intendente-, queda sin sustento la decisión
consecuente. (La circunstancia de no haberse requerido el acuerdo del Honorable Concejo Deliberante para la
supresión del Juzgado de Faltas, torna ilegítimo el acto administrativo dictado).

Por consecuencia, corresponde hacer lugar a la demanda, anular los actos impugnados en ella, lo que
implica la reincorporación del actor al ejercicio del cargo de Juez de Faltas de la Municipalidad de Olavarría,
condenándose a la demandada a hacerla efectiva en cumplimiento de este decisorio, dentro del plazo de 60 días de
quedar firme la sentencia (art. 163, Const. prov.).

SENTENCIA

Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que antecede, por mayoría, se hace lugar a la
demanda interpuesta, anulándose los actos en ella impugnados en tanto suprimieron el Juzgado de Faltas
ocupado por el actor, ordenándose la reincorporación del mismo al ejercicio del cargo de Juez de Faltas de la
Municipalidad de Olavarría, que deberá hacerse efectiva en cumplimiento de esta sentencia dentro del plazo de
60 días de quedar firme la misma (art. 163, Constitución provincial)

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