Función Referencial: designa a la relación entre mensaje y referente. Es la dimensión
informativa de todo mensaje. Tiende hacia cierta objetividad, porque su función es la de transmitir información respecto del referente. Expresiones como “La mesa está servida” o “El menú consiste en una entrada, un plato principal y un postre, no incluye las bebidas” son ejemplos de esta función. Función Emotiva: designa la relación entre mensaje y emisor. Es la dimensión anímica de cualquier mensaje. Es el reverso de la función referencial, es subjetiva y pone de manifiesto la relación que el emisor tiene con el contenido del mensaje que está transmitiendo. Expresiones como “Odio las verduras”, “Me gusta este lugar” son ejemplos de esta función”. Función Fática: Designa la relación entre el mensaje y el canal. Tiene por objetivo abrir, mantener o cerrar una comunicación. Mensajes como “Buenos Días” o “Adiós” son ejemplo de cómo se abren o cierran situaciones comunicativas. Expresiones como “entiendo” o “te escucho” son formas en que una comunicación es mantenida. Función Apelativa: Designa la relación entre el mensaje y el receptor. Se caracteriza por involucrar explícitamente a éste, nombrándolo. Son ejemplos de esta función expresiones como “¿Qué se va a servir usted?” o “¿Desean tomar un café?”. Función Poética: Designa la relación entre mensaje con sí mismo. Se trata de una dimensión estética. Aquí aparece lo que denominamos estilo del mensaje. La función poética puede entenderse como un juego o un desvío que no altera el contenido informativo del mensaje, aunque agrega cierto plus respecto de su forma. Ejemplos de esta función son expresiones como “frágil como el papel” (en referencia a algo endeble) o “hombres de hierro” (en referencia a su firmeza). Función Metalingüística: Designa la relación entre el mensaje y el código. Esta función se caracteriza por volver sobre el código para evitar ambigüedades o errores de interpretación. Así, el emisor aclara el sentido del uso de un término haciendo explícita su significación en relación al código. Ejemplos de esta función son expresiones como “la salsa bolognesa lleva tomates frescos, aderezos y carne” o “es una lástima, porque si hubieses venido antes quizás ahora estaría solucionado”.