Vogelin señala que una revisión de la hipótesis monolítica del lenguaje y una
preocupación por la interdependencia de estructuras diversas dentro de una
lengua son problemas que enfrenta la lingüística estructural.
El lenguaje debe ser investigado en toda la gama de sus funciones. Así pues
nombremos los elementos que entran a formar parte de cualquier acto de
comunicación: hablante, mensaje, oyente, contexto, código y contacto. El
hablante envía un mensaje al oyente. Este mensaje requiere un contexto al que
referirse para ser operativo; un código que sea común entre el hablante y el
oyente (si no total al meno parcial) y por último un contacto como canal de
transmisión entre el hablante y oyente para permitir a ambos entrar y
permanecer en comunicación.
Función referencial.
-Denotativa, cognoscitiva
Hábitos y comportamientos,
Experiencias propias y ajenas
Relaciones sociales, grupales, etc.
Los códigos
Desde un punto de vista comunicativo, un código es un conjunto ordenado
de conocimientos compartidos que se activan en el intercambio; tanto al
escribir como al leer. Estos tienen distintas extensiones: hay códigos
compartidos por toda una comunidad, como es el caso de las lenguas, y hay
códigos más restringidos, compartidos por grupos menores.
El código sociocultural
Abarca los conocimientos acerca del mundo que el escritor y el lector tienen
y que pueden provenir de la experiencia directa o de otros textos. Este código
provee los marcos de referencia para la escritura y la lectura, los referentes
sobre los que se escribe y se lee.
El código retórico
El código lingüístico
El texto
Umberto Eco propone entender el texto como una construcción compartida
entre escritor y lector, como fruto de la cooperación entre ambos. Este afirma
que el texto es incompleto hasta que la actividad del lector le da sentido.
Utiliza el término “mecanismos perezosos” para referirse a los textos, porque
prevén la participación del lector que actualizará el sentido. En el planteo de
Eco, el escritor inscribe en el texto un programa de lectura, pensando en un
lector potencial, crea un “lector modelo” para su texto y le brinda indicaciones
implícitas para cooperar en la construcción del sentido.
Hay textos más cooperativos que otros. En general, los más cooperativos
son textos que prevén una determinada competencia en su lector y se ajustan
lo más posible a ese cálculo. Eco los llama “textos cerrados”, porque orientan
la lectura en un sentido. Un ejemplo son los textos didácticos. Por ejemplo los
manuales escolares tienen títulos orientativos, resúmenes antepuestos que
permiten que el lector haga hipótesis respecto del contenido, usan negritas
que resaltan palabras-claves, ilustraciones, esquemas, ideas, etc.
Los “textos abiertos”, en cambio, son los que admiten una cierta diversidad
de interpretaciones. Entre los textos abiertos y los cerrados, hay un conjunto
de textos más o menos cerrados y más o menos abiertos.
El lector también construye una imagen del autor, a la que Eco llama “autor
modelo”. Es decir, hay una imagen complementaria a la del lector modelo, que
se construye en base a las marcas del texto que pueden leerse como huellas
del autor.
Informar
Influir sobre el receptor,
Expresar la subjetividad del emisor,
Mantener la conversación,
Crear “arte verbal”,
Hablar del lenguaje mismo.
Estas funciones propuestas por Jakobson son importantes porque son uno de
los factores que confluyen para clasificar los tipos de texto. La autora hace
algunas observaciones:
Variedades Lingüísticas
Al hablar de la lengua en cuanto a código, mencionamos su falta de
uniformidad, el hecho de que en el uso concreto muestre variaciones.
Este distingue:
El lector
Enfoque cognitivo
Cognitivos,
Sociales,
Lingüísticos,
Textuales