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I.S.F.D.

N° 1 Avellaneda "ABUELAS de PLAZA de MAYO"

Carrera: Profesorado de Lengua y Literatura.

Profesora: María Clara Biotti

Materia: Teoría Literaria IV


maclarabiotti@gmail.com

Alumno: Walter Sánchez – 4ro 9na

Actividad clase 9

Elaborar elaboración de un trabajo acerca de cualquier tema que encuentren de


su interés en Las aventuras de la china Iron: pueden analizar un personaje, la
intertextualidad, pueden ensayar una mirada desde la perspectiva de género, la
estructura de la novela, los espacios, etc.
Una perspectiva polémica en Las aventuras de la China Iron.
La novela plantea una mirada provocadora, puesta en los estándares visibles de la
mirada patriarcal que existe en la literatura clásica argentina con la obra de José
Hernández, Martín Fierro.
El nuevo mileno ha llegado con nuevos paradigmas y en especial respecto de la
mirada del otro. Hoy se piensa en la autopercepción para establecerse en el mundo, ya
que la libertad de elegir qué o quién es uno ya no es patrimonio de la sociedad o de la
cultura, sino de cada persona. Existe una gran paradoja en este concepto ya que
autopercibirce de tal o cual modo es una forma de buscar la aceptación de otro para
“encajar” en la sociedad. Géneros masculino o femenino están cuestionados para el
ser humano, se les da esta categoría a los objetos, pero no al ser como individuo. Uno
es lo que desea ser. Gabriela Cabezón Cámara describe una mujer que transita por la
aventura de descubrirse a sí misma, tras huir del mundo violento y patriarcal en el que
vivió. Comienza una aventura de descubrimiento interior, se descubre como un ser
libre, una mujer empoderada que encuentra la felicidad en el lugar más ansiado por el
ser humano, la libertad. Cuando se aleja se siente y se ve despojada de ataduras, nota
que no era tan difícil y emprende el camino hacia el encuentro consigo misma.
Esta transición la realiza junto con Elizabeth, quien la recibe en su mundo y
realidad, es la mirada de un otro que jamás había imaginado. Esta novela nos muestra
como podemos ser determinados por la mirada del otro que nos plantea su visión del
mundo. Hasta ese momento sólo era la esposa de un mal hombre, un ser en la tierra
con el fin de servir y obedecer. No es casualidad que Estreya tome protagonismo, ya
que china y perro eran equivalentes según el criterio de quienes los rodeaban hasta
antes de que huya. Sin pensarlo deja a sus hijos al cuidado de unos campesinos, que
destaca que son viejos, pero este acto forma parte de la provocación que la autora
pretende mostrar. Ninguna madre abandona a sus hijos, diría un dicho popular, pero
esta forma de despojo por parte de la China nos lleva a pensar en la nueva legislación
que este año se a promulgado. La ley del aborto plantea la interrupción del embarazo
cuando no es deseado, por propia voluntad de la mujer y sin más cuestionamientos.
Este despojo total que hace la China, hasta de sus hijos, puja con la idea de no cargar
con criaturas que no han sido más que el producto de la violación y vejación recibida
por la bestia, como ella lo llama. Compensa su abandono con la esperanza de que
estos viejos le darían una mejor vida y se va, como en una especie de renacer.
Atraviesa la zona oscura de una vida maldita y sin sentido para encontrarse en la
incertidumbre de un camino de luz y esperanza.
Otro planteo que realiza la autora es que, en esta huida y con la firme convicción
de salir adelante, la China deja atrás el pasado de alguien desconocido, que no tiene
más entidad que el propio perro que lleva al lado. Incluso el perro tiene nombre, pero
ella, se encuentra que ni nombrada es. La China observa hacia adelante, un camino
que la separa de esta vida de miseria, pero nota que ella no es ella, sino una China
más. Es entonces como se plantea en la novela el tema de la identidad. Nos hace
pensar que, para decidir ser libre, poder autopercibirce y tomar las riendas de su vida
por fuera de los mandatos patriarcales, o demás mandatos sociales establecidos, hay
que ser alguien. El nombre nos da un lugar, la identidad nos da un presente y un
futuro, ya que saber de dónde venimos nos permite decir con libertad hacia dónde
deseamos ir.
Se plantea la perspectiva de género dando una entidad heroica a la protagonista,
puesto que, en el cruce con Martín Fierro, la obra de José Hernández es llevada casi al
absurdo. La bestia es el símbolo nacional para la cultura literaria, pero la China Iron es
la voz de la feminista, que pelea por la igualdad de derechos y promueve la libertad. El
apellido puesto por Elizabeth en ingles es además un juego fonético, ya que Iron es un
parónimo de héroe, o en todo caso una heroína. Es entonces que la provocación
mayor que plantea la obra es una división que deja implícito que el héroe para los
hombres es Martín Fierro, con su bestialidad y la heroína para las mujeres es la ahora
llamada Josefina, con su libertad y empoderamiento.

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