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Teorías Conductuales del Aprendizaje

Manual de Psicología Educacional (Capítulo 2)


Arancibia C., Herrera P. y Strasser S. (2008). Ed. Univ. Católica de Chile.

I. INTRODUCCIÓN

Los orígenes de la teoría conductual del aprendizaje se encuentran en los estudios de


Pavlov (1927) con animales. Durante los años 30, él y otros psicólogos estudiaron y
experimentaron la forma en que distintos estímulos se podían usar para obtener respuestas de los
animales. Estos experimentos permitieron descubrir muchos principios del aprendizaje, principios
de la relación entre estímulos y respuestas, que más tarde fueron útiles para modificar el
comportamiento humano. Luego, esta terminología fue adoptada por Watson, Guthrie y Skinner -
en los EEUU-, como base para su trabajo en modificación conductual, el cual dio origen a la
corriente que en psicología se conoce como “conductismo”.
En los años 60, algunos psicólogos clínicos empezaron a aplicar técnicas conductuales con
alumnos y pacientes, especialmente en instituciones mentales, clínicas y en educación especial.
Hacia fines de la década de los 60, estas técnicas se hicieron comunes en las salas de clases, y
fueron usadas por profesores, terapeutas y padres.
La aparición del conductismo en psicología representó un cambio desde el estudio de la
conciencia y el subjetivismo, hacia el materialismo y el objetivismo que permite el estudio de la
conducta observable. Esta corriente considera a la Psicología como una ciencia que predice y
controla la conducta, lo cual implica excluir los estados y eventos mentales como objeto de
estudio de la psicología.

II. CONCEPTOS BÁSICOS


2.1 Principios del conductismo

Los principios fundamentales a que adhieren las teorías conductuales pueden resumirse de
la siguiente forma:

a. La conducta está regida por leyes y sujeta a las variables ambientales: las personas responden a
las variables de su ambiente. Las fuerzas externas estimulan a los individuos a actuar de ciertas
maneras, ya sea realizando una conducta o evitándola. Desde este punto de vista, se considera al
psicólogo como un “ingeniero conductual”, que maneja variables ambientales; también como un
“investigador”, que estudia el tipo de variables ambientales que afectan la conducta.
Muchos conductistas creen que las personas nacen como una “tabula rasa”, es decir, sin ninguna
tendencia innata a comportarse ni de una manera ni de otra. Con el pasar de los años el ambiente
va moldeando, o condicionando, al individuo con características y modos de comportarse únicos
(Ormrod, 2000). En educación, esto puede implicar desarrollar un ambiente en la sala de clases
que promueva comportamientos deseables en los alumnos.

b. El aprendizaje como un cambio conductual. Desde una perspectiva conductual, el aprendizaje


en sí mismo debe ser definido como algo que puede ser observado y documentado, es decir, hay
aprendizaje cuando existe un cambio conductual.
En términos educacionales esto quiere decir que los profesores podrán determinar si sus alumnos
han comprendido la materia cuando pueden mostrar cambios, por ejemplo, en los resultados de

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sus exámenes. Los profesores no sabrán si sus alumnos han aprendido si no tienen evidencia
concreta.

c. La conducta es un fenómeno observable e identificable. Las respuestas internas están mediadas


por la conducta observable y ésta puede ser modificada. El aprendizaje puede ser descrito en
términos de la relación entre eventos observables, esto es, la relación entre estímulo y respuesta.
Los psicólogos conductistas creen que los procesos internos (pensamientos, creencias, actitudes,
etc.) no pueden ser observados, y por lo tanto no pueden ser estudiados científicamente. Muchos
conductistas describen a las personas como “cajas negras” (Ormrod, 2000).

d. Las conductas maladaptativas son adquiridas a través del aprendizaje y pueden ser modificadas
por los principios del aprendizaje. Hay evidencia empírica de cambios efectivos al manipular las
condiciones de estímulo en el medio o sustituyendo la respuesta conductual. Al cambiar la
conducta se reportan cambios en los sentimientos y en las actitudes.

e. Las metas conductuales han de ser específicas, discretas e individualizadas. Se requiere que los
problemas sean descritos en términos concretos y observables. Es necesario considerar que dos
respuestas externas semejantes no provienen necesariamente del mismo estímulo y, que un
mismo estímulo no produce la misma respuesta en dos personas.

f. La teoría conductual se focaliza en el aquí y en el ahora. Lo crucial es determinar las relaciones


funcionales que en el momento están operando en producir o mantener la conducta.

El aprendizaje tenderá a ocurrir cuando el estímulo y la respuesta se presentan cerca en el


tiempo. Para que se desarrolle la relación estímulo – respuesta, ciertos eventos deben ocurrir en
conjunto con otros eventos. Cuando dos eventos ocurren en más o menos el mismo tiempo,
decimos que hay contigüidad entre ellos.

2
“Conductismo y aprendizaje (…)”.
Extraído de: Luis Javier Marcos Pascual Trabajo de Fin de grado. Escuela
Universitaria de Magisterio de Segovia. España. Junio, 2014

El conductismo es una de las teorías del aprendizaje que se ha mantenido durante más años y de
mayor tradición. Aunque no encaja totalmente en los nuevos paradigmas educativos por concebir el
aprendizaje como algo mecánico, deshumanizado y reduccionista, la realidad es que muchos programas
actuales se basan en las propuestas conductistas, como la descomposición de la información en
unidades, el diseño de actividades que requieren una respuesta y la planificación del refuerzo.
El conductismo (behaviorism) es una corriente de la psicología inaugurada por John B. Watson (1878-
1958) que defiende el empleo de procedimientos estrictamente experimentales para estudiar el
comportamiento observable (la conducta) y niega toda posibilidad de utilizar los métodos subjetivos.
A este respecto, Watson (1924/1998) plantea lo siguiente:
“¿Por qué no hacemos de lo que podemos observar el campo real de la psicología? Limitémonos a lo
que podemos observar y formulemos leyes referidas sólo a estas cosas… Podemos observar la conducta,
lo que el organismo hace o dice.” (p. 6)

Su fundamentación teórica está basada en que a un estímulo le sigue una respuesta, que se
produce como resultado de la interacción entre el organismo que recibe el estímulo y el medio ambiente.
Para constituir una psicología científica, la única observación posible es la externa.
Estas ideas estaban altamente influidas por las investigaciones del fisiólogo ruso Iván Pávlov
sobre el condicionamiento animal, considerando que los actos de la vida no eran más que reflejos.
Mediante la observación y experimentación con animales, diseñó el esquema del condicionamiento
clásico E – R, ejemplificado gráficamente en la siguiente imagen 1:

1
Fuente: http://proyecto1600.blogspot.com.es/2012/11/condicionamiento-clasico-el-perro-de.html
3
Estímulo incondicionado (EI): se refiere a cualquier estímulo que, de manera natural, produce una
respuesta emocional o fisiológica innata.
Estímulo neutro (EN): es un estímulo ante el cual el organismo no responde.
Estímulo condicionado (EC): estímulo antes neutro que provoca una respuesta emocional o fisiológica
después del condicionamiento.
Respuesta incondicionada (RI): es una respuesta que se produce de forma natural, sin entrenamiento.
Respuesta condicionada (RC): es una respuesta que, después del condicionamiento, sigue a un estímulo
antes neutro.

(Fuente: http://ideascreactivas.blogspot.com.es/2013/05/conductismo-como-funciona.html)

Edward Lee Thorndike es el precursor de la psicología conductista estadounidense. Su trabajo


sobre la conducta de los animales le condujo a la teoría del conexionismo.

Según la Ley del efecto de Thorndike (1911) el aprendizaje se compone de una serie de
conexiones entre un estímulo y una respuesta, que se fortalecen cada vez que generan situaciones
positivas para el organismo2. El conexionismo sentó las bases sobre las que luego Skinner levantaría
todo su edificio acerca del condicionamiento operante.

El condicionamiento operante es una forma de aprendizaje en la que el sujeto tiene más


posibilidades de repetir las conductas que producen consecuencias positivas y, por el contrario, menos
posibilidades de repetir las que conlleven consecuencias negativas.
Este tipo de condicionamiento es un tipo de aprendizaje asociativo que tiene que ver con el
desarrollo de nuevas conductas en función de sus consecuencias, y no con la asociación entre estímulos
y respuestas como pasaba en el condicionamiento clásico.

Dentro del condicionamiento operante, encontramos tres procedimientos principales:

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Thorndike define una situación satisfactoria como “aquella respecto de la cual el animal nada hace por impedirla,
realizando a menudo cosas tales como alcanzarla y conservarla.”
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 Refuerzo positivo: es un objeto, evento o conducta que al producirse incrementa la frecuencia de la
conducta por parte del sujeto (elogios, regalos, incentivos económicos…).
 Refuerzo negativo: Es un objeto, evento o conducta cuya desaparición incrementa la frecuencia de
la conducta por parte del sujeto (estudiar para evitar sacar una mala nota o comprar una golosina a un
niño para que deje de llorar).
 Castigo: es una medida que provoca la disminución de una conducta, ya que el suceso que la sigue
es desagradable para el sujeto.

Skinner (1970) sostenía que los fenómenos internos, como los sentimientos, debían estudiarse
por los métodos científicos habituales, y otorgó una mayor importancia a los experimentos controlados
tanto con animales como con seres humanos.
Sus investigaciones con animales, centradas en el tipo de aprendizaje (condicionamiento
operante o instrumental) que ocurre como consecuencia de un estímulo provocado por la conducta del
individuo, probaron que los comportamientos más complejos como el lenguaje o la resolución de
problemas, podían estudiarse científicamente a partir de su relación con las consecuencias que tiene para
el sujeto.
Basándose en estas directrices, Skinner y sus seguidores aportaron toda una tecnología
pedagógica que tendría una gran repercusión durante los años siguientes: las máquinas de enseñar, la
enseñanza programada, la instrucción individualizada o los objetivos operativos constituyen ejemplos de
este legado.
En la actualidad, el enfoque conductista es mucho más amplio y flexible que en tiempos de
Watson. Los conductistas modernos todavía investigan estímulos, respuestas observables y aprendizaje,
pero también aluden al funcionamiento psicológico consistente en la interacción que se produce, de
manera continua, entre la conducta personal del alumno y el determinismo del medio ambiente.

El conductismo en el ámbito educativo

La pedagogía es algo muy complejo y cada maestro y cada escuela es un mundo aparte con sus
propias ideas fundamentadas en sus experiencias y estrategias de enseñanza diarias. Sin embargo, es
evidente que la postura más comúnmente adquirida en los centros educativos tanto por los directores
como por cada docente de forma individual dentro de las aulas es la conocida como Educación
Tradicional, cuyos principios están fuertemente basados en las teorías conductistas.

A este respecto, B.F. Skinner, (1970) considera que la enseñanza es la disposición de


contingencias de reforzamientos que permite acelerar el aprendizaje. Este aprendizaje es un cambio
estable en la conducta. Un docente que adopte una pedagogía basada en la Educación Tradicional,
tendrá los siguientes principios fundamentales:

 Todos los alumnos tienen la necesidad de ser calificados continuamente con notas, estrellitas y
demás incentivos que los motiven a aprender y alcanzar los objetivos escolares fijados.
 Cada alumno será calificado de acuerdo a los estándares de aprendizaje diseñados por el docente
para todos los alumnos por igual.
 El currículo se organizará en diferentes materias, secuenciadas y detalladas cuidadosamente.

Los docentes cuyas metodologías se encuentran arraigadas en los principios conductistas parten
de la base ideológica de que el comportamiento de los estudiantes es una respuesta a su ambiente pasado
y presente, y que todo comportamiento es aprendido. Por tanto, cualquier comportamiento de un
estudiante que presente un problema es visto como el historial de refuerzos que dicho comportamiento
ha recibido. Ya que para los conductistas el aprendizaje es una manera de modificar el comportamiento,
los docentes deberán ofrecer a los estudiantes un ambiente adecuado y propicio para el refuerzo de las
conductas deseadas.

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Los comportamientos no deseados por parte de los alumnos en el aula pueden ser modificados
utilizando los principios básicos de modificación de conducta:
1. Reforzamiento de las conductas deseadas, propiciando así una competencia con la conducta no
deseada a eliminar hasta la completa desaparición de la misma.
2. Debilitamiento de las conductas no deseadas eliminando los refuerzos a las mismas. Este proceso se
denomina “extinción”.
3. Saturación de la conducta no deseada. Esta medida implica provocar situaciones en las que el
individuo se vea obligado a usar una y otra vez de manera repetitiva la conducta que se desea eliminar,
hasta que éste quede hastiado de dicho comportamiento.
4. Cambio en la condición del estímulo que produce la conducta no deseada, obligando al individuo a
tomar una respuesta alternativa a dicho estimulo.
5. Utilización del castigo para debilitar la conducta no deseada.

Una importante aplicación del condicionamiento operante conductista utilizado en la educación


tradicional es la de Aprendizaje Programado. En esta técnica las materias son divididas en pequeños
pedazos o marcos de referencia, en las cuales el estudiante es bombardeado con una serie de preguntas
en las que conoce la respuesta y casi con seguridad responderá de manera correcta. Posteriormente, de
una en una se irán incorporando nuevas preguntas a las ya formuladas, en las que cada respuesta
correcta será reforzada e incentivada. La aplicación de los principios conductistas puede ser exitosa a la
hora de adquirir conocimientos de forma memorística, lo cual supone el nivel primario de comprensión
(por ejemplo, las capitales del mundo o las tablas de multiplicar). No obstante, la repetición de un
conocimiento no implica su asimilación, sino simplemente su ejecución. Utilizando un ejemplo dado
anteriormente, el de las tablas de multiplicar, podría plantearse la situación de que un alumno se sepa de
memoria todas ellas, pero que luego no sea capaz de saber aplicarlas a la hora de resolver un problema.
Dado que el aprendizaje es una forma de modificación de conducta, los procedimientos
desarrollados por los conductistas destinados a ese fin han probados ser de gran utilidad para muchos
maestros y escuelas durante las últimas generaciones. Aunque hoy en día estos principios resultan
anticuados y poco realistas, principalmente debido la forma de ver a los estudiantes como individuos
vacíos que adquieren conductas y que las que no son deseadas pueden ser reemplazadas o eliminadas,
las teorías conductistas han tenido una gran influencia en el ámbito educativo y, aunque poco a poco sus
conceptos vas quedando atrás, aún mantiene y seguirá manteniendo un peso considerable dentro de los
centros educativos.

El rol del estudiante


Se considera que un alumno ha aprendido cuando se observa un cambio en su comportamiento. Si
no hay cambio observable no hay aprendizaje. El alumno es visto como un sujeto cuyo desempeño y
aprendizaje escolar pueden ser corregidos o modificados desde el exterior; basta con programar
adecuadamente los estímulos educativos para que se logre el aprendizaje de conductas académicamente
deseables. Respecto a los alumnos, se pueden destacar las siguientes características:
 Los alumnos son vistos como una “tabula rasa” que reciben información del maestro.
 El alumno se limita a cumplir órdenes, a obedecer.
 El alumno requiere una aprobación constante por parte del docente.
 El alumno es totalmente dependiente del maestro.
 El alumno es un elemento pasivo dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje
 El alumno realizará tareas mediante las cuales su comportamiento pueda ser observado, medido y
evaluado directamente
Los principios conductistas pretenden que el alumno responda a los estímulos ambientales y que
se convierta en un ser auto-disciplinado. Dicho de un modo más ilustrativo: se busca transformar al
alumno en una máquina. Una máquina con la memoria completamente nueva y vacía. Una máquina que
el docente pueda programar a su antojo y que sólo sea capaz de desempeñar la función para la cual ha
sido creada.

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Esta relación hombre – máquina, o alumno – máquina en el mundo educativo, tendrá una gran
relevancia a lo largo de este trabajo, ya que es un punto clave de las ideas conductistas.

Interacción entre estudiantes


A la hora de “construir” el aprendizaje, no se considera en absoluto la posibilidad de utilizar las
relaciones entre alumnos como instrumento pedagógico. No se fomenta la interacción entre ellos ni el
trabajo grupal y colaborativo. El estudiante únicamente se limita a observar los refuerzos y castigos que
el docente imparte a sus compañeros para, de ese modo, reforzar o modificar su conducta de manera
consecuente.

El rol del docente


La tarea principal del docente será la de modificar las conductas de sus alumnos en el sentido
deseado, proporcionándoles los estímulos adecuados en el momento oportuno.
En el marco conductista, el docente es visto de la siguiente marera:
 Es la persona clave
 Es el centro del proceso enseñanza-aprendizaje
 Es quién imparte la educación
 Es quién monopoliza la palabra
 Es el individuo que monopoliza la acción
 Es la persona que centraliza el poder, la autoridad y las decisiones
 Es el foco de refuerzos y castigos
 Es quién dice qué se hace, cuándo se hace, y cómo se hace
 Considera al estudiante como un receptor pasivo
Para que la trasmisión de conocimientos del docente a los alumnos tenga lugar, el maestro
deberá realizar las siguientes tareas:

 Determinar inicialmente los objetivos. Estos han de ser perfectamente medibles: las actividades
didácticas estarán dirigidas por objetivos específicos de transmisión de contenidos.
 Segmentar de manera estructurada y jerarquizada los contenidos seleccionados, aumentando su
nivel de dificultad de forma progresiva e irlos reforzando (método de aproximaciones sucesivas).
 Crear y establecer mecanismos y herramientas de evaluación objetivables y mesurables

Relación alumnos-docente
No se produce una relación como tal, ya que el docente se erige como la única fuente de
información dentro de un proceso de trasmisión de conocimientos unidireccional. El aprendizaje de los
alumnos estará fuertemente influenciado y dependerá en gran medida del comportamiento del docente y
de la metodología empleada por este ante la pasividad del alumno. El docente se convertirá en el guía
del proceso de aprendizaje.

(Fuente: http://grup1ustic.wikispaces.com/Conductismo)

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Criterios e instrumentos de evaluación
Los resultados del aprendizaje se comparan con un objetivo, dejando al margen cualquier otro
tipo de medida. Es decir, se compara la ejecución del alumno con un estándar previamente determinado
y se juzga si se superó, se alcanzó o no se alcanzó el nivel deseado. El docente formulará los objetivos
que se pretenden alcanzar de manera explícita y clara, para posteriormente elaborar un instrumento que
le permita evaluar el grado de consecución de dichos objetivos por parte del alumno. De este modo, los
objetivos y su nivel de adquisición funcionan como patrón de comparación entre unos alumnos y otros.
Los docentes realizarán una evaluación sumativa; es decir, lo que les interesa es el producto final, el
nivel de adquisición de las conductas evaluadas, y no el proceso seguido por los alumnos para llegar a
dicha adquisición. Los test y los exámenes se convertirán en los instrumentos de evaluación favoritos de
los docentes.

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“Teorías del condicionamiento”


Leliwa y Scangarello (2011). Psicología y Educación Ed. Brujas. Córdoba.

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