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ESTATUTOS DEL OPUS DEI

San Luis, South Bend Indiana, Chicago, ramento más frío, añadió: “Tenéis que crear,
Milwaukee, Dallas, Houston, Los Ángeles y con el calor de vuestro cariño, el espíritu de
San Francisco. Hay casas de convivencias familia. (…) Cada hogar y cada Centro de
en Massachusetts, Virginia, Florida, Illinois, la Obra en vuestro país tiene que ser un
Texas y California. También hay un gran corazón encendido con el amor a Jesucris-
desarrollo de la labor apostólica en otras to. No dejéis que el corazón esté frío. (…)
ciudades donde aún no se han abierto Es muy posible que a algunos de vosotros
Centros de la Obra. no os vuelva a ver. Y ¿cuál es el testamen-
to que quiero que os llevéis a los Estados
6. Mensaje a los Estados Unidos Unidos? ¡Que tengáis corazón!” (Crónica,
X-1970, p. 93: AGP, Biblioteca, P01).
San Josemaría nunca visitó Estados
Unidos, pero siguió de cerca los esfuerzos
de sus hijos e hijas americanos para de- Bibliografía: John F. Coverdale, Echando raíces.
José Luis Múzquiz y la expansión del Opus Dei,
sarrollar el Opus Dei en las primeras ciu-
Madrid, Rialp, 2011; John Arthur Gueguen, Jr.,
dades y, más adelante, en otras muchas,
“The Early Days of Opus Dei in Boston”, SetD, 1
de costa a costa, de Florida, a Texas y Ca- (2007), pp. 65-112; Id. “The Early Days of Opus
lifornia. Les alentaba con sus oraciones y Dei in Cambridge (U. S.). As Recalled by the
sus cartas. Tuvo la alegría de ver a alguno First Generation (1956-1961)”, SetD, 4 (2010),
de sus primeros hijos que llevó el mensaje pp. 255-294.
del Opus Dei a otras partes del mundo. El
12 de julio de 1968 escribía al consiliario, John F. COVERDALE
Fr. Robert Bucciarelli: “Me ha dado mucha
alegría todo lo que me cuentas en tu úl-
tima carta; sobre todo, porque he podido
ESTATUTOS DEL OPUS DEI
comprobar, una vez más, vuestro afán pro-
selitista que os lleva a poner en práctica 1. Los estatutos de las prelaturas persona-
ese mandato divino –compelle intrare– de les. 2. Contenido de los Estatutos de la Pre-
comunicar, de proclamar en cada rincón latura del Opus Dei. 3. El derecho particular
de esa amadísima tierra, el mensaje divino de la Prelatura del Opus Dei: breve apunte
que Dios nos ha entregado. Si sois fieles, histórico.
si os sabéis dar a las almas con cariño hu-
Los estatutos del Opus Dei (Statuta
mano y sobrenatural, el Señor no dejará de
Operis Dei o Codex iuris particularis seu
premiaros–ya lo está haciendo–con mu-
Statuta Prelaturae Sanctae Crucis et Ope-
chas y buenas vocaciones. Que seáis muy
ris Dei) son las normas particulares por las
devotos de la Santísima Virgen; con su in-
que se rige la Prelatura, dadas por la Sede
tercesión, será más fácil atraer al amor de
su Hijo las almas de tantos amigos, com- Apostólica al erigirla en 1982.
pañeros de trabajo, que están esperando
que les acerquéis a la luz y a la doctrina de 1. Los estatutos de las prelaturas per-
Jesucristo”. sonales
Durante su viaje de catequesis a Mé- Los cánones 294-297 del Codex Iuris
xico en 1970, san Josemaría tuvo la opor- Canonici (CIC) condensan algunos ele-
tunidad de hablar con un buen número de mentos básicos del régimen general de las
miembros de la Obra de Estados Unidos prelaturas personales, que se completa en
que fueron a México para verle. Les insistió diversos aspectos –por equiparación ex-
en la importancia del cariño y de tener cora- presa del legislador o por analogía (cfr. c.
zón, y después de señalar que podían vivir 19)– mediante la aplicación de normas del
en un ambiente con personas de un tempe- propio Código dadas para supuestos se-

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mejantes (para otras circunscripciones, en A este tipo pertenecen los estatutos


especial las diócesis), de algunas disposi- dados por la Sede Apostólica para las
ciones extracodiciales y de otros criterios prelaturas personales o para otras circuns-
asentados por la praxis. cripciones eclesiásticas. Se trata de leyes
Entre esas disposiciones generales, el particulares que completan el régimen ju-
canon 295 § 1 establece que “la prelatura rídico general con normas adecuadas a
personal se rige por los estatutos dados las peculiares exigencias y características
por la Sede Apostólica”, confirmando así de la circunscripción de que se trate, en
la concepción de esta figura organizativa atención a su misión propia. Esos elemen-
como instrumento para atender a peculia- tos peculiares, más que excepciones a las
res misiones pastorales, que pueden ser normas comunes, son especificaciones,
variadas en cuanto a circunstancias, des- determinaciones y desarrollos del régimen
tinatarios, necesidades, etc. Precisamente básico de derecho universal, establecidas
a través de los estatutos, el legislador –sin por derecho particular pontificio.
modificar la estructura básica que corres-
ponde por naturaleza a una prelatura– pue- 2. Contenido de los estatutos de la Pre-
de regular específicamente las caracterís- latura del Opus Dei
ticas más adecuadas para cada prelatura Los estatutos dados por la Sede Apos-
personal que erija. tólica a la Prelatura del Opus Dei, denomi-
Para precisar la naturaleza jurídica de nados también Codex iuris particularis seu
esos “estatutos dados por la Sede Apos- Statuta Prelaturae Sanctae Crucis et Ope-
tólica”, debe tenerse en cuenta que, con- ris Dei (cfr. Juan Pablo II, Const. Ap. Ut sit,
forme al canon 94 § 1, son estatutos en II), constan de 185 números, distribuidos
sentido propio las normas establecidas en en 5 títulos.
las corporaciones y en las fundaciones por El primer capítulo del Título I describe
sus órganos propios para regular su orga- el Opus Dei como una prelatura personal
nización y funcionamiento. Por tanto, la de ámbito internacional, que consta de
denominación de estatutos se aplica pro- clérigos y laicos, erigida para llevar a cabo
piamente a normas procedentes de la au- una peculiar obra pastoral en íntima con-
tonomía normativa de esas entidades, que junción del sacerdocio ministerial de los
elaboran su propio régimen jurídico interno unos y el sacerdocio común de los otros,
en el marco del derecho. bajo el régimen del Prelado (nn. 1 y 4). Los
Sin embargo, en ocasiones, el autor clérigos, promovidos al sacramento del
de las normas que rigen la organización orden de entre los laicos de la Prelatura e
y actividad de ciertas entidades eclesiás- incardinados en ella, forman el presbiterio
ticas es el propio legislador. Respecto a de la Prelatura. Los fieles laicos de la Pre-
esos supuestos, el canon 94 § 3 dispone latura son aquellos que, movidos por vo-
que “las prescripciones de los estatutos cación divina, se incorporan a ella con un
que han sido establecidas y promulgadas vínculo jurídico específico (n. 1 § 2). Tras
en virtud de la potestad legislativa se rigen enumerar las normas jurídicas por las que
por las normas de los cánones acerca de se rige la Prelatura (n. 1 § 3), se enuncia su
las leyes”. En efecto, aunque el contenido misión propia y se describen someramente
y la función de tales normas son análogos los medios sobrenaturales y el espíritu con
a los típicos de los estatutos en sentido que se ha de llevar a cabo (nn. 2, 3 y 5). Los
propio –razón por la que reciben esa deno- capítulos restantes del Título I regulan con
minación–, su naturaleza es propiamente mayor detalle la incorporación de fieles a
legislativa, ya que proceden de un acto de la Prelatura y su eventual desvinculación
potestad del legislador canónico. de ella.

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El Título II, dividido en tres capítulos, fundamentales sobre el gobierno de la Pre-


se dedica al presbiterio de la Prelatura y a latura y sobre los oficios y organismos que
la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, lo ejercen, cooperando en la función de
asociación de clérigos propia e insepara- gobierno del Prelado y bajo su jurisdicción,
ble de la Prelatura. Los clérigos de la Pre- en los distintos niveles de organización
latura, por el hecho mismo de su incardi- (central, regional y local). Trata asimismo
nación, son simultáneamente socios de la de las asambleas regionales y de las rela-
Sociedad Sacerdotal, a la que pueden per- ciones de la Prelatura con los obispos dio-
tenecer también clérigos seculares incar- cesanos en cuyas diócesis se desarrolla su
dinados en otras circunscripciones ecle- misión. En este último capítulo se encuen-
siásticas, sin incorporarse por ese hecho tran las principales normas prácticas de
al presbiterio de la Prelatura ni a sus tareas coordinación entre la jurisdicción territorial
pastorales propias, ya que esa adscripción de los obispos –a cuyas diócesis pertene-
a una asociación de clérigos se encuadra cen los fieles de la Prelatura conforme a las
en el ámbito de libertad personal que co- normas canónicas comunes, así como los
rresponde a los clérigos en lo relativo a su demás fieles que participan en sus labores
vida espiritual (cfr. cc. 214 y 278), y no mo- apostólicas– y la jurisdicción personal del
difica en nada su situación como sacerdo- Prelado, que se ciñe a la misión propia de
tes diocesanos, ni la exclusiva dependen- la prelatura, delimitada en los estatutos.
cia ministerial de sus obispos respectivos Finalmente, el Título V se refiere a la
(nn. 42-43 y 57-78). Por su parte, el clero estabilidad y firmeza jurídica de las normas
de la Prelatura procede únicamente de los contenidas en el Codex iuris particularis
fieles laicos previamente incorporados a seu Statuta Prelaturae Sanctae Crucis et
ella, que reciben la formación prescrita y Operis Dei. Las especiales garantías que
son promovidos a las órdenes sagradas refuerzan jurídicamente la estabilidad de
para incardinarse en la Prelatura y trabajar este Codex iuris particularis se explican
ministerialmente al servicio de su misión por el hecho de que sus contenidos no se
pastoral (nn. 36-41 y 44-56). reducen a normas técnicas o prácticas so-
El Título III trata, en tres densos ca- bre la organización y actividad de la Pre-
pítulos (nn. 79-124), de la vida, formación latura, sino que muestran una significativa
y apostolado de los fieles de la Prelatu- presencia de elementos espirituales, teo-
ra. A modo de pórtico de estas normas, lógicos –teologales, si se prefiere–, que
el número 79 § 1 afirma que el espíritu y delinean inequívocamente una fisonomía
la praxis ascética de la Prelatura poseen espiritual bien determinada.
caracteres específicos, plenamente de-
terminados, para perseguir su fin propio. 3. El derecho particular de la Prelatura
Los números siguientes detallan algunos del Opus Dei: breve apunte histórico
de esos rasgos fundamentales, integrados Desde los primeros pasos que hubo
armónicamente en una unidad de vida que de dar con vistas a la configuración jurí-
impulsa a asumir enteramente la dignidad dica del Opus Dei, san Josemaría mostró
y la exigencia de la condición cristiana en una viva conciencia de su responsabilidad
todas las facetas de la existencia ordina- de custodiar fielmente el carisma recibido,
ria –vida espiritual, familiar, profesional, evitando que pudiera desvirtuarse a con-
social–, descubriéndolas como ámbito y secuencia de su institucionalización con-
materia de santificación y apostolado con forme a las figuras canónicas disponibles
un espíritu plenamente secular. a la sazón, siempre inadecuadas en mayor
El Título IV contiene, en sus cinco ca- o menor medida, pero adoptadas por ser
pítulos (nn. 125-180), las disposiciones viables y suficientes para resolver momen-

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táneamente las necesidades de desarrollo pia de figuras jurídicas que no eran aptas
de la Obra. por sí mismas para acogerlo y darle cauce
Con este fin, ya para la primera apro- conforme a su naturaleza propia. Y, puesto
bación diocesana, concedida por el obispo que el fundador lo iba determinando con
de Madrid en 1941, presentó como docu- “la grave responsabilidad de hacer que
mentación un breve Reglamento acompa- este fenómeno nuevo quedara expuesto,
ñado de cinco escritos complementarios en las normas de nuestro derecho peculiar,
(Régimen, Orden, Costumbres, Espíritu y según el querer del Señor” (Carta 25-I-61,
Ceremonial), que describían la fisonomía n. 28: IJC, p. 98, nt. 30), actuaba a la vez
de la realidad que entonces recibía su pri- como punto de referencia y de apoyo para
mera configuración canónica como Pía avanzar progresivamente hacia una confi-
unión (cfr. IJC, p. 91). guración jurídica plenamente adecuada.
En las sucesivas etapas del camino ju- A partir de un determinado momento,
rídico así iniciado procuró, análogamente, san Josemaría consideró sustancialmente
que la identidad sustancial del fenómeno logrado el empeño de expresar en el dere-
espiritual y apostólico quedara inequívoca- cho peculiar los rasgos esenciales de la na-
mente afirmada, bien en el propio texto de turaleza del Opus Dei, aunque faltara unir
las normas sancionadas por la autoridad la configuración jurídica plenamente ade-
competente, o bien en documentos ofi- cuada a su naturaleza espiritual y apostóli-
ciales complementarios. “Me sentía urgido ca. En una de sus cartas afirmará que “tal
–afirma al respecto en una de sus cartas– como había quedado definida y aprobada
a precisar nuestro derecho peculiar, para la Obra [en la aprobación pontifica defini-
que lo que en sede de derecho general tiva de 1950], su derecho peculiar estaba
pudiera un día interpretarse de un modo en perfecta consonancia con la esencia de
ajeno a las características de nuestra vo- nuestro camino, salvo en aquellas cosas
cación, en sede de derecho particular que- que hube de admitir, propias del estado de
dara claramente sancionado y de acuerdo perfección, para quitarlas cuando Dios nos
con los rasgos esenciales de nuestro ca- depare el momento” (Carta 25-I-61, n. 42:
mino” (Carta 25-I-61, n. 22: IJC, p. 97). IJC, p. 97).
Con esta mente, el ius peculiare es- Tras el Concilio Vaticano II, el fundador
tablecido por el fundador –como fruto del del Opus Dei convocó, con la anuencia de
discernimiento de lo que exigía el caris- la Santa Sede, un Congreso General Espe-
ma recibido y de lo que, por el contrario, cial que, una vez cerrada su fase plenaria,
lo desfiguraba o era incompatible con él–, continuó en sede de comisiones técnicas.
además de contener normas jurídicas que La comisión encargada de los aspectos
plasmaban determinadas facetas de la canónicos, ya con la perspectiva de una
realidad fundacional, afirmaba elementos futura configuración jurídica definitiva,
nucleares del espíritu y explicitaba diver- acometió bajo la dirección del fundador la
sos aspectos esenciales de la vocación a revisión del Codex Iuris Peculiaris confor-
la santidad en medio del mundo. me a las directrices emanadas del Congre-
De este modo, en aquellos pasos su- so General.
cesivos hacia una configuración jurídica Además de diversas mejoras siste-
apropiada a la realidad de origen divino máticas y redaccionales, la comisión dejó
que se iba desarrollando (cfr. Juan Pablo preparada para el futuro la supresión por
II, Const. Ap. Ut sit, Proemio), el ius pecu- la autoridad competente de los elementos
liare cumplía una función de salvaguarda ajenos a la naturaleza del Opus Dei, incrus-
del carisma, proporcionando las claves tados en el ius peculiare por exigencias de
para interpretar y aplicar la legislación pro- las configuraciones jurídicas anteriores.

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ESTILO LITERARIO

En 1974 san Josemaría dio los últimos re- ESTILO LITERARIO


toques al texto preparado, que aprobó el
1 de octubre de 1974, indicando que se 1. San Josemaría como escritor. 2. Rasgos
denominara Codex iuris particularis, para de estilo. 3. Camino, Surco y Forja. 4. Santo
distinguirlo del Codex de 1963. Con ese Rosario y Via Crucis. 5. Homilías.
cambio de nombre quedaba de manifiesto
también el abandono definitivo de la inade-
1. San Josemaría Escrivá como escritor
cuada configuración jurídica anterior, pues
en el derecho canónico la expresión “de- Conviene precisar en qué sentido se
recho particular” se refiere al conjunto de llama escritor a san Josemaría, ya que to-
normas cuyos destinatarios son los fieles dos sus críticos coinciden en que no escri-
de una circunscripción eclesiástica. bió para ser leído en cuanto escritor. Sus
Cuando, en 1982, la Sede Apostólica libros tienen un destinatario y una finalidad
erigió el Opus Dei en Prelatura personal, evangelizadora (“querría escribir libros de
los estatutos que el legislador otorgó a la fuego...”, anotó en 1931) a la que se su-
Prelatura eran transcripción fiel del texto peditan los aspectos formales. Pero este
del Codex de 1974, con algunos retoques hecho no quita su valor literario. Es por lo
imprescindibles para reflejar la naturaleza demás algo en común con la literatura re-
de la nueva configuración jurídica. Este ligiosa, cuya dilatada tradición alcanza el
procedimiento usado por el legislador, al cenit en los místicos del Siglo de Oro que
adoptar y sancionar como estatutos de él leyó, comenzando por santa Teresa.
la nueva circunscripción erigida el texto Conviene recordar que el discurso místico,
que el fundador había dejado preparado, ascético y espiritual utiliza los ingredientes
ha permitido que, por vía de derecho par- propios de cualquier comunicación litera-
ticular pontificio, se perfeccionara ulterior- ria, si bien al servicio de fines específicos.
mente la adecuación que ya ofrecían los El lenguaje religioso de san Josemaría
rasgos generales de la figura de Prelatura se hace literatura a partir de una vivencia
personal a la realidad espiritual, pastoral y del misterio divino que corresponde a gra-
apostólica del Opus Dei (cfr. Juan Pablo II,
cias muy singulares y es, a partir de ahí,
Const. Ap. Ut sit, Proemio).
como el misterio se reviste de luz en sus
palabras. Sus escritos confirman una ex-
Voces relacionadas: Descripción general del periencia religiosa primordial, una intimi-
Opus Dei (ver Introducción); Itinerario jurídico
dad genuina con Dios Creador y Redentor,
del Opus Dei; Prelaturas personales.
un “silencio” paradigmático e indispen-
sable para que fragüe el lenguaje autén-
Bibliografía: IJC, en especial pp. 454 ss. (con- ticamente religioso. En este sentido, su
tiene en Apéndice el texto oficial latino de los
literatura arranca de la Vida y apunta a la
Estatutos, pp. 628 ss.; también en OIG, pp.
309-346); Valentín Gómez-Iglesias - Antonio Viana vida. En sus textos las palabras no llaman
- Jorge Miras, El Opus Dei, Prelatura Personal. a las palabras; es la Vida la que llama a
La Constitución Apostólica «Ut Sit», Pamplona, las palabras y es así como “forjó un estilo
Navarra Gráfica Ediciones, 2000, pp. 57-95; An- literario que delata no obstante al poeta, al
tonio Viana, “Contenidos del derecho particular cronista, al narrador y al ensayista en un
del Opus Dei”, Ius Canonicum, 39 (1999) pp. grado de perfección que me atrevo a lla-
85-122.
mar genial, desde el estricto punto de vista
Jorge MIRAS de la crítica literaria” (Ibáñez Langlois, 2002,
p. 9). Esa genialidad radica en la adecua-
ción fondo/forma, en la fusión de sus ex-
periencias en un lenguaje plástico, directo

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