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Unidad III
El Sistema Universal de
Protección de los
Derechos Humanos
¿Cómo surge el sistema?, ¿con que instrumentos
cuenta?, ¿aborda temáticas y grupos o colectivos
específicos?, ¿cuáles son los principales mecanismos
y cómo funcionan?, ¿se aplica el sistema universal en
todos los Estados?, ¿para qué sirven las producciones
de los órganos internacionales?
Presentación.
El tratado destacó y destaca la importancia del tema que nos ocupa al añadir
entre los fines básicos de la entidad el de estimular y desarrollar el respeto de
los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas
sin ningún tipo de discriminación, al tiempo que refiere en otras cinco
oportunidades a la expresión derechos humanos.
La fuerza del instrumento es producto de una serie de factores, entre los que
se encuentra nada menos que la voluntad de los Estados. Fueron los países
miembros de la organización mundial los que, reunidos en Teherán en 1968, en
el marco de la Primer Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos,
expresaron que la Declaración es obligatoria para toda la comunidad
internacional.
Dicho ello, debemos señalar que los dos primeros tratados de derechos
humanos fueron el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos
aprobados por la Asamblea General de Naciones Unidas el 16 de diciembre de
1966.
Hasta aquí tenemos una muestra de dos de los elementos de los que hablamos
en el comienzo al repasar los contenidos principales de la Unidad anterior: los
derechos y los órganos. Sobre los procedimientos, también llamados
mecanismos, haremos algunas referencias más adelante.
Los tratados específicos del sistema universal son la Convención para Eliminar
Discriminación Racial, la Convención para Eliminar la Discriminación contra la
Mujer, la Convención contra la Tortura, la Convención de los Derechos del
Niño, la Convención de los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus
Familias, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
y la Convención para la Protección de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas. En algunos casos, a estos instrumentos se les
añaden protocolos que los amplían y complementan.
Estos Comités, al igual que aquellos que controlan la efectiva aplicación de los
Pactos antes vistos, también se integran por personas expertas que no
representan los intereses de los países de los que son nacionales, sino que
actúan a título individual, sin seguir instrucciones externas.
Así, por ejemplo, una persona funcionaria pública en ejercicio de sus tareas no
podrá aplicar su propia concepción sobre lo que es o no es discriminación
contra la mujer, al menos no si al hacerlo restringe el alcance dado por el
instrumento específico. Ello significa que su interpretación podrá imperar sólo
cuando de ella se desprenda una mayor protección, nunca una menor.
Uno de los sistemas más importantes de supervisión que tienen los Comités
consiste en el examen periódico y público de informes estatales. Esta
modalidad, denominada mecanismo de informes, es común a todos los
Comités y consiste en el ejercicio de una obligación que se deriva de cada uno
de los tratados.
Para evitar problemas como los mencionados, los Comités reciben también
informes no oficiales, conocidos como informes sombras, remitidos por
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos. En ellos
generalmente se hace foco en las situaciones que evidencian afectaciones de
derechos, lo que suele garantizar un mejor conocimiento global.
Luego del análisis del informe oficial y de los informes sombras que hubieren
sido presentados, los Comités convocan a las autoridades nacionales,
generalmente funcionarios y funcionarias de las Cancillerías, a participar en
audiencias públicas, en las que les efectúan consultas.
Agotar los recursos internos implica haber obtenido un fallo del máximo órgano
de administración de justicia en condiciones de pronunciarse sobre el asunto
en cuestión, con frecuencia el tribunal superior del Estado.
Si todos los requisitos para que la denuncia prospere son cumplidos, se declara
la admisibilidad y se pasa a analizar el fondo. En esa etapa el Comité indaga
sobre la existencia o inexistencia de una o varias violaciones en perjuicio de
una o varias personas. Para hacer ello posible se evalúan los argumentos
presentados por las partes, se producen pruebas, se celebran audiencias y se
interroga a las representaciones de las presuntas víctimas y del Estado
acusado, hasta que el Comité se encuentre en condiciones de manifestarse
sobre el asunto.
Recordemos que fueron los Estados los que se reunieron para discutir y
negociar los textos de los tratados, los que los adoptaron y posteriormente los
ratificaron. Es decir que fueron los Estados los que reconocieron los derechos
que los instrumentos incluyen, los que dispusieron la creación de los órganos y
los sistemas de control, y los que expresamente aceptaron las reglas a las que
decidieron, en ejercicio de sus libres voluntades, someterse.
Las observaciones generales son importantes toda vez que los Comités son los
órganos jerárquicamente más elevados de todos aquellos que pueden
interpretar las normas convencionales: los restantes se ubican por debajo, y en
consecuencia deben acatar las interpretaciones superiores.
¿Significa ello que un juez o una jueza no puede interpretar de un modo distinto
un derecho consagrado en un tratado que ya hubiere sido interpretado por un
Comité? Si. Excepto, lo decimos una vez más, que la interpretación del órgano
inferior sea más favorable, en cuyo caso debe primar.
Si esa fuera la única tutela de los derechos básicos que poseemos las
personas grandes sectores poblacionales quedarían exentos de cobertura,
básicamente aquellos que viven en Estados que no han ratificado tratados.
Sólo para ilustrar la fuerte diversidad temática, podemos decir que existen
relatorías y grupos de trabajo sobre: la detención arbitraria; las ejecuciones
extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; la cuestión de la tortura; la violencia
contra la mujer, con inclusión de causas y consecuencias; los derechos
humanos de los migrantes; el disfrute más alto de salud física y mental; las
formas contemporáneas de racismo, discriminación racial y xenofobia; y el
derecho a la educación.
Consideraciones finales.