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Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier
otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos
derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a
través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes
del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones
que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de
determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los individuos o grupos.
Universales e inalienables
El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho internacional
de los derechos humanos. Este principio, tal como se destacara inicialmente en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, se ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en
Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de
sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y
las libertades fundamentales.
Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos cuatro o más, de los
principales tratados de derechos humanos, reflejando así el consentimiento de los Estados para
establecer obligaciones jurídicas que se comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la
universalidad una expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan de
protección universal en virtud del derecho internacional consuetudinario a través de todas las fronteras
y civilizaciones.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y
según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un
tribunal de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.
Interdependientes e indivisibles
Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la
igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el
derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al
desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e
interdependientes. El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación
de un derecho afecta negativamente a los demás.
Democracia
La democracia, basada en el Estado de derecho, es en última instancia un medio para lograr la paz y la
seguridad internacionales, el progreso y el desarrollo económico y social, y el respeto de los derechos
humanos; los tres pilares de la misión de las Naciones Unidas enunciados en la Carta fundacional. En
la Cumbre Mundial de 2005, todos los gobiernos del mundo reafirmaron «que la democracia es un
valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar sus propios
sistemas políticos, económicos, sociales y culturales y su plena participación en todos los aspectos de
sus vidas», y destacaron «que la democracia, el desarrollo y el respeto de todos los derechos humanos y
las libertades fundamentales son interdependientes y se refuerzan mutuamente». Los principios
democráticos forman parte del entramado normativo de la Organización. La Nota Orientativa sobre la
Democracia emitida por el Secretario General en 2009, en la que se enuncian las normas fundamentales
y se establecen los parámetros y las metas institucionales, ha resultado ser un instrumento útil para
armonizar la labor de la Organización en apoyo del desarrollo democrático.
Medio siglo atrás existía una tabla rasa en materia de protección internacional de los dh, tanto a nivel
de normas como a instituciones. Hoy existe un verdadero edificio de normas relativas a dh tanto a nivel
universal como regional, paralelamente se crearon una serie de órganos cuya función es la de asegurar
que en el plano internacional los estados respeten las normas que han sido adoptadas por ellos mismos.
Las convenciones internacionales que son instrumentos de carácter jurídicamente obligatorio, más de
setenta poseen una significativa importancia. Algunas prevén un órgano de aplicación.
Luego de la adopción de la decl universal de 1948, los derechos humanos han tomado cuerpo y sus
contenidos no han cesado de desarrollarse a través de la adopción de nuevos instrumentos
Progresos normativos
El suceso decisivo ha sido la adopción en 1948 de la citada convención. Esta constituye el documento
fundamental para el futuro de toda la humanidad. La fuerza esencialmente moral en su origen, adquirió
carácter jurídico gracias a las numerosas referencias de la que ella ha sido objeto. Tanto las UN como
los estados han incluido disposiciones dentro de las constituciones. Sobre esta base se han elaborado
declaraciones y convenciones que tienden a precisar los contenidos y alcances de ciertos derechos o
principios asegurando garantía internacional.
Se pueden distinguir a las convenciones en una serie de grupos.
En el ámbito universal:
En el ámbito regional:
Un segundo grupo constituido por convenciones específicas que tienden a condenar ciertas violaciones
y a garantizar ciertos Derechos Humanos (genocidio, crímenes de guerra).
En cuarto lugar las que tienen que ver con las discriminaciones, racial, sexo.
Dentro del marco de las UN algunas convenciones tienen un lugar mayor según el tipo de violación de
que se trate. Más allá de los dos pactos se pueden destacar:
Estas convenciones desarrollan las normas de la Decl. Univ. y los dos pactos establecen un órgano de
control específico encargado de examinar la puesta en práctica y el respeto por los estados parte.
Un código internacional de derechos humanos ha sido elaborado, si bien debe seguir desarrollando
aquellos campos donde persisten las violaciones, la prioridad del cod consiste en aplicar y garantizar
las normas ya establecidas.
Desarrollos institucionales
En las UN entre diversos órganos que han sido creados para asegurar el respeto de los derechos
humanos se pueden distinguir:
Los órganos estatutarios creados por aplicación de la carta. El primer órgano especializado es la
Comisión de derechos humanos de las naciones unidas (art. 68 de la carta) donde son examinadas las
cuestiones relativas a los derechos humanos. Compuesto por 53 representantes de los E* miembros. Se
ha consagrado en el primer tiempo a sesiones anuales a la elaboración de normas fundamentales
(declaración universal y pactos) y especiales (las que tratan un tema particular), se esperó un cuarto de
siglo para que empiece a tener en cuenta la violación de los derechos humanos y en gran parte bajo la
presión de los estados del tercer mundo. (Apartheid).
La comisión procede al examen sea dentro del marco de las sesiones públicas ha creado grupos de
investigación especializados y designo relatores y representantes encargados de investigar sobre un
hecho determinado o de manera confidencial. Ha adoptado resoluciones relativas a la situación en
cuestión y a los remedios para dichos piases. Fue progresivamente ocupándose de situaciones
cuestionada por algunos estados miembros en nombre del principio de no injerencia. En algunos casos
no se limitó a constatar las violaciones sino que propuso su asistencia en el marco de los programas
consultivos a fin de ayudar al estado a remediar la situación.
La comisión ha sido dotada de una de una herramienta importante que es el temor de los estados de ver
empañada su imagen ante la opinión de la comunidad mundial.
Por otro lado la comisión se ha dedicado a ciertos tipos de violaciones particularmente graves
generalizadas en diversas regiones del mundo como desapariciones, torturas, intolerancia religiosa. Los
estados se inclinan a colaborar con la comisión en tanto no sean el blanco directo. Este tratamiento de
las violaciones ha tenido un cierto número de resultados y permitió a la comisión ejercer una vigilancia
mayor. En esta función fue asistida por un org subsidiario la Subcomisión de la lucha contra la
discriminación para la protección de las minorías.
- El comité para la eliminación de la discriminación contra las mujeres (convención para la eliminación
de todas las formas de discriminación a las mujeres)
- El comité para la eliminación de la discriminación racial (convención para la eliminación de todas las
formas de discriminación racial);
- El comité contra la tortura (convención contra la tortura y otras penas o tratos crueles inhumanos o
degradantes).
Los órganos así instituidos no ejercen su competencia sino en relación con los estados que han
ratificado los textos respectivos, una parte de los miembros de la UN no son tocados por estos
mecanismos de control internacional. El sistema de informes periódicos, conforme a estas
convenciones, tropiezan con retardos, a veces de consideración. Además, los recursos puestos a
disposición del comité son muchas veces insuficientes para permitirles satisfacer su competencia.
Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las
obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los
derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir
en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los
Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de
realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los
derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos
humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.
Es decir, es una herramienta que busca el respeto y garantía de los derechos descritos en la Convención
Americana de Derechos Humanos.
Punto 3: Clasificación de los derechos. Las denominadas “generaciones” de derechos. Debate. Los
derechos no enumerados o implícitos.
Clasificación generacional
Aunque la mayoría de las doctrinas jurídicas distinguen varias generaciones de derechos humanos,
existen múltiples y diferentes clasificaciones. Todas suelen coincidir al describir la primera generación,
pero posteriormente se ramifican y se vuelven más complejas. Además, existen al menos dos
concepciones de esta visión generacional. Para una de ellas, son expresión de una racionalidad que se
realiza progresivamente en el tiempo; para otras, cada generación de derechos humanos es expresión de
una racionalidad diferente y puede entrar en conflicto con las demás. Por otra parte, existen posiciones
que evitan pronunciarse acerca de las categorías de derechos humanos y más bien tienden a enfocarlos
como un sistema unitario.
Cada nueva generación, que se clasifica cronológicamente en relación con las anteriores, ha sido objeto
de críticas. Si ya los derechos de la primera generación fueron criticados, también sucedió con los
derechos de la segunda durante el siglo XX, si bien en la actualidad la casi totalidad de los juristas los
aceptan. Hoy en día es objeto de debate la existencia de una tercera generación de derechos humanos
ya que, tanto desde el punto de vista jurídico como político, se critica la indeterminación de esta
categoría y su difícil garantía.104 No obstante estas objeciones, existen teorías que hablan de cuatro e
incluso cinco generaciones de derechos humanos.105
Artículos principales: Tres generaciones de derechos humanos, Derechos civiles y políticos y Derechos
económicos, sociales y culturales.
La división de los derechos humanos en tres generaciones fue concebida por primera vez por Karel
Vašák en 1979. Cada una se asocia a uno de los grandes valores proclamados en la Revolución
francesa: libertad, igualdad, fraternidad.
Los derechos de primera generación son los derechos civiles y políticos, vinculados con el principio de
libertad. Generalmente se consideran derechos de defensa o negativos, que exigen de los poderes
públicos su inhibición y no injerencia en la esfera privada. Por su parte, los derechos de segunda
generación son los derechos económicos, sociales y culturales, que están vinculados con el principio de
igualdad. Exigen para su realización efectiva de la intervención de los poderes públicos, a través de
prestaciones y servicios públicos. Existe cierta contradicción entre los derechos contra el Estado
(primera generación) y los derechos sobre el Estado (segunda generación). Los defensores de los
derechos civiles y políticos califican frecuentemente a los derechos económicos, sociales y culturales
como falsos derechos, ya que el Estado no puede satisfacerlos más que imponiendo a otros su
realización, lo que para estos supondría una violación de derechos de primera generación.
Por su parte, la tercera generación de derechos, surgida en la doctrina en los años 1980, se vincula con
la solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a escala universal, por lo que precisan para
su realización una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario. Normalmente se incluyen
en ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o las garantías frente a la
manipulación genética, aunque diferentes juristas asocian estos derechos a otras generaciones: por
ejemplo, mientras que para Vallespín Pérez la protección contra la manipulación genética sería un
derecho de cuarta generación, para Roberto González Álvarez es una manifestación, ante nuevas
amenazas, de derechos de primera generación como el derecho a la vida, la libertad y la integridad
física.
La norma constitucional que consagra los derechos implícitos no es una remisión a derecho natural,
sino una formulación de derecho positivo según la cual, dentro del marco normativo expresado como
“la forma republicana de gobierno” y la “soberanía del pueblo”, los poderes encarnados de aplicar la
Constitución deben optar por las alternativas jurídicas que les propone una realidad social dinámica.
La categoría de los derechos implícitos es dinámica, ha servido y sirve para extender todas las clases de
derechos que se analizaron. (Personalísimos, civiles, políticos, sociales y de incidencia colectiva)
La reforma de 1994 al consagrar nuevos derechos y garantías no ha hecho más que hacer explícito lo
que antes se encontraba implícito.
Asimismo, a partir de 1994 la cláusula que otorga jerarquía constitucional a ciertos instrumentos
internacionales de derechos humanos determina que algunos derechos que continúan no enumerados en
el texto constitucional si aparecen numerados en las normas internacionales. De esta forma, aunque el
art.33 CN se refiere a todos los derechos y garantías no enumerados en la norma suprema interna,
podemos distinguir entre los derechos implícitos recién mencionados y los que siguen sin aparecer en
la letra de la constitución ni en los tratados internacionales con la misma jerarquía.