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EN BÚSQUEDA DE LO SAGRADO

Historia Teológica de Mesopotamia


Etimología
El topónimo regional Mesopotamia (/m ɛ s ə p ə t eɪ m i ə/, griego antiguo: Μεσοποταμια " [la
tierra] entre ríos"; árabe: Balad ‫ ٱ‬lrafdyn Bilad 'ar-Rafidayn' o árabe: Internacional ‫ ٱ‬lnhryn 'AN-
Nahrayn Bayn'; persa: myanrvdan miyan Rudan; siríaco: ‫ܒܝܬ ܢܗܪܝܢ‬Beth Nahrain "tierra de
ríos") proviene de las antiguas palabras griegas μέσος (mesos) "medio" y ποταμός (potamos)
"río" y se traduce como "(tierra) entre ríos". Se utiliza en toda la Septuaginta griega (c. 250 a.
C.) para traducir el hebreo y el arameo equivalente Naharaim. Un uso griego anterior del
nombre Mesopotamia es evidente en La anabasis de Alejandro, que se escribió a fines del
siglo II d. C., pero se refiere específicamente a las fuentes de la época de Alejandro Magno.
En el Anabasis, Mesopotamia se utilizó para designar la tierra al este del Éufrates, en el norte
de Siria.
El término arameo biritum / birit narim correspondía a un concepto geográfico similar. Más
tarde, el término Mesopotamia se aplicó de manera más general a todas las tierras entre el
Éufrates y el Tigris, incorporando así no solo partes de Siria, sino también casi todo el Iraq y el
sureste de Turquía. Las estepas vecinas al oeste del Éufrates y la parte occidental de las
montañas Zagros también se incluyen a menudo bajo el término más amplio Mesopotamia.
Por lo general, se hace una distinción adicional entre Mesopotamia norte o superior y
Mesopotamia sur o inferior. La Alta Mesopotamia, también conocida como Jazira, es el área
entre el Éufrates y el Tigris desde sus fuentes hasta Bagdad, mientras que la Baja
Mesopotamia es el área desde Bagdad hasta el Golfo Pérsico e incluye Kuwait y partes del
oeste de Irán.
La historia de Mesopotamia hace referencia a la primera civilización que ocupó el territorio
de Mesopotamia, que abarca la cuenca fluvial de los ríos Tigris y Éufrates, desde la
prehistoria hasta la caída del último imperio mesopotámico —el Imperio caldeo o
neobabilónico—. Durante esta etapa, la región mantuvo ciertos caracteres comunes que
permiten definirla como una unidad histórica.1
Mesopotamia no está delimitada por fronteras naturales definidas, extendiéndose al este
hacia Irán, al norte hacia Anatolia y al oeste hacia Siria. La historia de Mesopotamia
corresponde también a un período histórico de la antigüedad oriental que se inicia con los
primeros poblamientos de Mesopotamia en lugares como Tell Hassuna, Samarra y Tell Halaf.

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Orígenes (10,000-5,500 a. C.)
Los antecedentes del Neolítico se situaron en el área de la cordillera del Tauro y la
costa mediterránea cananea, mediante la transformación de los cazadores-recolectores en
agricultores y ganaderos, entre los milenios 12 y 10. Este cambio se fue haciendo más
evidente en el natufiense (10 000-8300 a. C.) en las áreas de Siria y Canaán principalmente.
Entre 9300 y 4400 las formas protoneolíticas ya predominaban en estas áreas, además de
empezar a notarse en Anatolia y los montes Zagros, regiones todas periféricas al área de
Mesopotamia.
Las primeras comunidades agrícolas de la Mesopotamia surgieron en el norte de la región
alrededor del año 7000 a. C., donde la lluvia era lo suficientemente regular para el desarrollo
de una agricultura simple. Tres complejos culturales fueron identificados por los arqueólogos a
partir de la cerámica: Hassuna-Samarra y Halaf. En Sumeria, región sur de Mesopotamia,
la agricultura parece haber surgido alrededor del año 5500 a. C. Los agricultores del sur
fueron los primeros en emplear el método de riego a partir del río Tigris y el Éufrates, una vez
que la lluvia en esa región pasó a ser intensamente irregular, suponiendo la entrada de lleno
al Calcolítico. Durante este período, las nuevas técnicas de producción que se habían
desarrollado en el área inicial del Neolítico se expandieron por las regiones más tardías, entre
ellas la Mesopotamia interior. Ello trajo el desarrollo de ciudades, entre las que se
encontraban Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim Tappeh, y, más tardíamente, Tell es-
Sawwan y Choga Mami. Las culturas más características de este período son las cultura
Hassuna-Samarra entre 5600 a. C. y 5000 a. C., y Halaf, entre 5600 a. C. y 4000 a. C. (Halaf
tardío)

Período de El Obeid (5,500-4,000 a. C.)

Localización aproximada de las culturas Hassuna-Samarra y Halaf durante el denominado


período 6
Los primeros enclaves de esta civilización datan el del 5000 a. C., pero el esplendor lo
alcanzó hacia el 4500 a. C. En torno a 4000 a. C. se extiende por gran parte del Oriente
Medio, prolongándose hasta el 3700 a. C. aproximadamente. El comienzo de esta etapa
coincide aproximadamente con la entrada en la región de nómadas provenientes de
los montes Zagros. Durante este período las ciudades crecieron en población y sus
estructuras sociales sufrieron grandes cambios.4 La primera de las ciudades donde se

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hallaron estos rasgos fue el-Obeid o el-Ubaid,5 a la que este período debe su nombre. Su villa
estaba compuesta por construcciones a base de ladrillos de barro cocido.

Extensión de la cultura de El Obeid.


Es en esta etapa en la que se encuentran los primeros restos de edificios religiosos
integrados en las ciudades. Inicialmente tenían la forma de terrazas, edificios de planta
rectangular y techo plano. Estas construcciones son el origen de los zigurats, formados por la
superposición de varias terrazas de anchura decreciente.

Eridu
El Templo de Eridu, cuyo nombre viene de una región en el sur de Sumeria, es conocido
como el templo más antiguo encontrado en Mesopotamia (el más antiguo del mundo que se
conoce hasta ahora es Göbekli Tepe). Otros templos dominan el yacimiento de El-Obeid, lo
que indica la existencia de un influyente grupo sacerdotal entre esos pueblos. Los templos
tenían forma rectangular y estaban divididos en varias cámaras y una nave principal. Un
espacio estaba reservado para la colocación de la estatua de una divinidad, cuya función
parece haber sido proteger a los habitantes de la región. Las paredes de los templos estaban
construidas a base de barro cocido. Algunos especialistas creen que el desarrollo posterior de
esos templos, elevados como torres, habría dado origen a los famosos zigurats de la
Mesopotamia Antigua.

Período de Uruk (4,000-2,900 a. C.)


La cultura de El Obeid influenció todas las regiones vecinas de Mesopotamia y se desarrolló
de formas diversas conforme se expandía. El periodo de Uruk posee ese nombre por estar
relacionado con el surgimiento del impresionante y bíblico sitio arqueológico de Uruk, cuyas
estructuras atestiguan una continuidad indudable en relación al periodo de El Obeid. El
surgimiento de Uruk está relacionado al advenimiento de la vida urbana y de la
primera ciudad de la historia. El crecimiento de la red de riego y del número de ciudades
satélites agricultoras permitió un aumento en la producción de comida.
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El período de Uruk se corresponde con los niveles arqueológicos XIV-IV de este
emplazamiento. Algunos de los avances más importantes se produjeron en los últimos
períodos. Así, en los niveles V y IV aparece el sello cilíndrico sustituyendo al plano.
En el nivel IV se encuentran los primeros ejemplos de escritura, a base de dibujos. En el nivel
III, ya fuera del período Uruk, hay restos de escrituras en sumerio, por lo que es posible que
ya en el nivel IV esta fuese la lengua empleada. También en este nivel se popularizó el uso
del metal, especialmente cobre. Al final del período se empezó a utilizar el bronce, producido
a base de cobre y arsénico o estaño.
Otros avances que sucedieron en el período Uruk fueron la aparición del torno de alfarero, en
sustitución de los anteriores métodos, lo que podría indicar una mayor necesidad de piezas
cerámicas y que constituye un primer ejemplo de producción en cadena. Finalmente, es en
este período cuando apareció la rueda, que revolucionó el transporte de objetos.
Todos estos cambios tuvieron especial difusión en la zona sur de Mesopotamia pero se
extendieron por toda la región. Así, se encuentran muestras en el norte de Siria, en Turquía o
en Susa, en el actual Irán. Todos estos avances, y su difusión, fueron el sustrato que permitió
el desarrollo de la civilización sumeria.

Templo Blanco
El Templo Blanco es una famosa estructura de Uruk construida con ladrillos en la cima de una
montaña. El templo estaba dedicado al dios del cielo, An y estaba pintado entero de blanco.
Los habitantes de Uruk creían que los dioses podían habitar esas regiones.

Invención de la escritura (3,500-1,500 a. C.)

Sello cilíndrico e impresión: grupo de ganado en un campo de trigo. Caliza, Mesopotamia,


período de Uruk. El sello cilíndrico estaba formado por una piedra u otro objeto de material
duro de forma cilíndrica en el cual se tallaban motivos decorativos. Este sello podía hacerse
rodar sobre ladrillos de arcilla aún blandos, grabando así sus motivos en ellos.
La escritura en Mesopotamia se desarrolló en varias etapas diversas, de acuerdo con la
complejidad de los negocios del palacio. La escritura era usada para controlar, sobre todo,
el comercio, la economía y la agricultura. Los arqueólogos encontraron en casas de zonas
arqueológicas del Oriente Próximo piezas de arcilla cocida con grabados de fichas, cuya
función era determinar la cantidad y la naturaleza de productos comercializados (en
consonancia con el tamaño y el tipo de las fichas). Esa práctica fue sustituida más tarde por la
utilización de fichas en conjunto con una bola de arcilla en la cual eran almacenados para
indicar los elementos de una transacción compleja separadamente.

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La escritura pictográfica e ideográfica fue desarrollada alrededor del cuarto milenio a. C.
en Sumeria (considerada aquí como región sur de la Mesopotamia). Esa escritura utilizaba,
por ejemplo, la figura de un pez inscrita en arcilla para determinar un pez, círculos para
expresar números y, en una fase más compleja, figuras para representar ideas, con pies
representando movimiento (por ejemplo "andar").
Se trata, que tengamos constante, del primer libro: las Instrucciones de Shuruppak (datado
entre 2600 a.C. y 2.500 a.C) donde da consejos sobre la vida a su hijo. "En aquellos tiempos,
en aquellos lejanos tiempos remotos, en aquellas noches, en aquellas noches lejanas, en
aquellos años, en aquellos lejanos años remotos..." Está escrito en cuneiforme.
La escritura cuneiforme parece haber sido resultado del perfeccionamiento de todas esas
técnicas anteriores. Tiene ese nombre porque era realizada a partir de la presión de un
instrumento en forma de cuña sobre una tabla de arcilla. Los símbolos cuneiformes,
extremadamente abstractos, eran usados para representar ideas, sonidos y figuras. Esa
escritura se hizo extremadamente popular por Oriente Antiguo los años siguientes.

Suméricos y Semitas
Una vez desarrollada la escritura, se puede identificar dos pueblos de lenguas diferentes
conviviendo en Mesopotamia: sumerios y semitas. En verdad, son conceptos lingüísticos y no
deben de forma alguna ser relacionados con conceptos étnicos. La lengua sumeria era
predominante en los documentos cuneiformes y los hablantes de sumeria vivían en el sur de
Mesopotamia, razón por la cual los acadios llamaron esa región posteriormente Sumeria. Los
hablantes de lengua semita están relacionados por una matriz común, pero no hablaban la
misma lengua (acadio y hebreo, por ejemplo, son lenguas semíticas y, sin embargo,
diferentes). El origen de los sumerios es incierto. Los pueblos hablantes de lenguas semitas
vivían predominantemente en la región céntrica de Mesopotamia. Su origen es igualmente
incierto.

Período Dinástico Arcaico (2,900-2,350 a. C.)


Durante el periodo dinástico antiguo la situación política en la Mesopotamia emerge con más
claridad. Tras Uruk, surgen ciudades como Ur y Kish, que se disputan la supremacía política.
La ciudad-estado, compuesta por la ciudad y por el territorio rural de su entorno, emerge
como la unidad política básica en estos primeros años del mundo urbano. Su población podía
variar de diez a cincuenta mil habitantes.
El cambio de etapa no se debió a una ruptura con las características del período anterior sino
por el contrario a una difusión de éstas por el resto del llamado Creciente Fértil. Así se
empezaron a desarrollar ciudades en áreas septentrionales de los ríos Tigris y Éufrates o en
la llanura del Khabur, quedando así toda Mesopotamia y parte de Siria inmersas en este
proceso común.

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En el ámbito urbano, comienzan a aparecer palacios acompañando a los hasta entonces
solitarios templos y se emprende la construcción de murallas, un hecho muy costoso para las
ciudades de entonces que solo puede justificarse por la existencia de continuas guerras entre
éstas.

Situación de las principales ciudades sumerias y alcance de esta cultura durante el período
dinástico arcaico.

Política
Tres títulos para gobernantes eran frecuentemente empleados por los hombres del período
dinástico antiguo: En, Ensi y Lugal. De estos tres, lo que más se aproxima a la idea occidental
de rey es Lugal, literalmente "Gran Hombre". El Lugal era el responsable del ministerio de
la justicia, de representar la ciudad-estado ante las otras y de hacer la guerra. El Ensi podía
ser vasallo del Lugal en algunas circunstancias, actuando como una especie de gobernador,
mientras que el En era un señor local. Cada uno de los tres podía dividir tanto de la autoridad
temporal, como la espiritual. Se cree que, en los primeros años de las dinastías
mesopotámicas, los reyes eran aconsejados por asambleas formadas por hombres comunes.

La Lista Real Sumeria


Un importante documento del período en cuestión es la Lista Real Sumeria, documento cuyas
informaciones transitan entre el imaginario mítico e histórico. El documento parece haber sido
escrito alrededor del siglo XVII a. C.., pues transmitía para una fecha anterior hechos que solo
pudieron ocurrir más tarde, como la unificación de Sumeria bajo un solo líder. Los primeros
reyes sumerios son presentados en orden, sus reinos son datados y sus hechos narrados. La
lista pretende indicar que la realeza es una concesión divina, legitimando la institución
monárquica. Los primeros reyes son casi todos míticos, mientras que los últimos parecen
haber existido realmente. La Lista Real sumeria fue reconstituida por Thorkild Jacobsen a
partir de varias tablas diferentes y fue publicada en 1939. En ella se presentan solo los reyes
que reinaron sobre todo el territorio sumerio y se enumeran todos hasta el reinado de
Sinmagir de Isin (1827-1817 a. C.).

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Supremacía de Kish
La ciudad de Kish quedaba en una región próxima a la actual Bagdad y, durante el período
dinástico antiguo, fue responsable de extender su dominio sobre gran parte de las ciudades
vecinas. El período dinástico antiguo está marcado por los conflictos entre las ciudades-
estado (más correctamente ciudades-reino) que se desarrollaron en la región por aquella
época (principalmente Kish, Ur y Uruk). Alrededor de 2700 a. C. un rey llamado
Mebaragesi obtuvo el control sobre toda la región sur de Mesopotamia y también de Elam,
localizada en el suroeste del actual Irán. Mebaragesi fue también responsable de construir
un templo en homenaje al dios Enlil en la ciudad de Nipur, que posteriormente se haría el más
importante centro religioso de Mesopotamia.

Supremacía de Uruk
Durante esa época las ciudades de Uruk y Ur comenzaron a crecer en importancia política,
desafiando la autoridad de Kish. El rey Gilgamesh, tal vez la figura más conocida de la antigua
Mesopotamia, fue el responsable de trabar guerra con Agga, rey de Kish e hijo
de Mebaragesi. Agga fue derrotado y sometido a la autoridad de Gilgamesh. El rey de Uruk se
hizo un verdadero héroe en el imaginario mesopotámico, habiendo hasta participado como
personaje en una de las más famosas obras literarias de la antigüedad, la Epopeya de
Gilgamesh.

Supremacía de Ur
La tercera ciudad en extender su dominio sobre las vecinas fue la ciudad de Ur. El rey
Mesannepadda, gobernando tal vez alrededor de 2600 a. C., adoptó para sí el título de "rey
de Kish", lo que indicaba su sucesión como supremo señor de Sumeria. El esplendor de Ur es
atestado por el famoso cementerio real encontrado en esta ciudad.

Supremacía de Lagash

Detalle de un fragmento de la Estela de los buitres, en el Museo del Louvre. Este fragmento
representa la sangrienta victoria de Ennatum sobre Uma. Es también la primera imagen de
formación en falange de la que se tiene constancia. Se puede observar cómo el suelo sobre el

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que caminan está sembrado de cadáveres. En la figura completa se ven perros y buitres
devorando los cuerpos, lo que ha dado nombre a la estela.
Las disputas incesantes entre Ur, Uruk y Kish, reiniciadas con la muerte del rey Mesanepada,
hicieron de la región un territorio particularmente vulnerable a los ataques de extranjeros
como los elamitas (de Elam, en el suroeste del actual Irán). La invasión de los elamitas
favoreció el fortalecimiento de una ciudad-estado mesopotámica al norte, Lagash, que en los
años subsecuentes dominó y subyugó toda Sumeria. El rey Eannatum, conocido por el título
de "Aquel que somete todas las tierras", expulsó a los elamitas del territorio sumerio y
conquistó Elam. Alrededor del año 2450 a. C., extendió su control sobre las otras ciudades-
estado de la región. La Estela del rey Eannatum cuenta la historia de la batalla librada entre el
rey de Lagash y la ciudad de Umma y describe los términos de la paz, constituyendo tal vez el
primer documento diplomático de la historia y la primera guerra registrada. La victoria del rey
Eannatum es obtenida con la ayuda del dios de Lagash, Ningirsu, que es retratado en la
estela. Su último Ensi sería Urukagina, el cual arrebataría el poder al rey-
sacerdote Lugalanda y a su esposa, trayendo menos abusos e impuestos a Lagash. Su
edicto también prohibió la poliandria y dio hogar a 1500 mujeres en la "Casa de las Mujeres"
que antes solo tenía capacidad para 50.

Supremacía de Umma (2,360-2,350 a. C.)


La ciudad de Umma, en poco menos de un siglo tras el reinado de Ennatum, bajo el gobierno
del rey Lugalzagesi, derrotó y destruyó la ciudad de Lagash. En consonancia con los registros
oficiales, Lugalzagesi consiguió someter a 50 príncipes y obtuvo el control sobre el territorio
entero, extendiéndose desde el golfo Pérsico hasta el Mediterráneo. No obstante, en 2350,
Lugalzagesi fue derrotado y hecho prisionero por el conquistador acadio Sargón, el Grande.

Cultura en el Periodo Dinástico Antiguo


El desvelamiento del cuneiforme
El desvelamiento de la escritura cuneiforme fue una difícil y tardía tarea llevada a cabo por
diversos intelectuales en el siglo XIX. Uno de los nombres más asociados a ese proceso es el
de sir Henry Rawlinson, que copió una inscripción cuneiforme trilingüe que había sido
esculpida por orden del rey persa Darío I alrededor del año 520 a. C. C. Rawlinson también
tradujo la columna de la inscripción que correspondía al antiguo persa, valiéndose de una
técnica ya empleada por Georg Friedrich Grotenfend. Los esfuerzos de Edward Hincks fueron
esenciales para el desciframento del cuneiforme acadiano. La interpretación del sumerio, por
su parte, fue mucho más tardía, y recibió ayuda particular por parte de Paul Haupt. Ya el
elamita permanece en su mayor parte incomprendido. A partir de la interpretación de los
textos antiguos fue posible conocer y estudiar el universo cultural de los antiguos
mesopotámicos. Cuando George Smith desveló la Epopeya de Gilgamesh, le dio tanta
emoción que empezó a bailar desnudo en su escritorio.

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Religión

Portón de la diosa Innana, representando el león de Innana


El pensamiento religioso era muy importante para los primeros pueblos mesopotámicos, en la
medida en que casi todos los elementos de la sociedad eran entendidos a partir de su relación
con lo sagrado. Los sumerios creían que el mundo (o Mesopotamia) era un disco cuyos
límites eran determinados por las montañas y una inmensidad de agua. Todo en
el universo era suceptible de ser "animado" en el sentido religioso, desde piedras hasta
animales y astros. Los dioses eran concebidos como agentes superiores e inmortales con el
poder de controlar el cosmos. Aunque los dioses fueran inmortales, incontables narrativas
mitológicas hablan de divinidades muertas y después renacidas. Una creencia ampliamente
difundida por oriente próximo era que los dioses podían crear con el poder de la palabra. La
palabra de los dioses también funcionaba en el sentido de establecer "me", la ley cósmica.
Las divinidades más importantes del panteón mesopotámico en el período dinástico antiguo
eran An (dios del cielo), Enlil (dios del viento), Enki (dios del agua) y Ninhursag (diosa de la
tierra). An era descrito como el soberano entre los dioses. Enlil era un importante
intermediario entre los dioses y los hombres, cuyo templo principal era Nipur. Era llamado por
el título de "Padre de los Dioses". Uno de los mitos antiguos, interpretado por algunos autores
como la creencia sumeria en relación al ciclo de la vida, cuenta la historia de cómo Enlil raptó
a una bella diosa llamada Ninlil y la forzó a tener relaciones sexuales con él. Por haber
cometido ese acto hediondo, Enlil fue castigado por los otros dioses y exiliado para la "Tierra
sin Retorno", el mundo de los muertos, junto a Ninlil, ahora embarazada de la diosa-luna
Nana.

Enki estaba fuertemente asociado a la fertilidad, ciertamente porque el agua era esencial para
la agricultura en las tierras secas de Sumeria. Un mito antiguo narra cómo Enki eyaculaba en
el Río Tigris, haciendo fértiles todas las tierras cultivos.
Otros dioses eran importantes en el panteón sumerio, entre ellos la diosa de la fertilidad
Innana, conocida como Ishtar en acadio, y normalmente asociada a las diosas Venus
y Afrodita de las antiguas Grecia y Roma. Innana estaba relacionada con la sensualidad, con
los oprimidos y también con la guerra. Una narrativa sumeria cuenta la historia de
cómo Innana, después de una incursión por el submundo, descubre que no podría retornar a
los cielos nunca más. Buscando escapar de la prisión perpetua en el submundo, Innana
coloca a su amante Dumuzi como sustituto en su lugar, dejándolo allá para toda la eternidad.
Otros mitos narran el apetito sexual de Innana, al tiempo que le dedican el título de "Reina del
Cielo".

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Boda sagrada y prostitución sagrada
Una ceremonia popular en las antiguas ciudades-estado sumerias era la llamada "boda
sagrada". En dicha ceremonia se realizaba la unión sexual entre un dios y una diosa
importantes del panteón regional (p. ej. Innana y Dumuzi), representados por el rey y una
noble especialmente escogida. Esa ceremonia ocurría generalmente el día de Año Nuevo.
Otros ritos eróticos, llamados de "Prostitución Sagrada", acompañaban al ritual de la boda
sagrada, y normalmente eran realizados entre sacerdotes y sacerdotisas en la búsqueda de
experiencias religiosas. Autores occidentales, familiarizados con esos ritos a través de sus
descripciones en la Biblia, con frecuencia lo han confundido erróneamente
con homosexualidad y prostitución.

El Templo, los zigurats

Un zigurat
La religión sumeria se organizaba en el templo. Cada ciudad mesopotámica tenía un templo,
dedicado a un dios o a una diosa, que eran especies de patronos locales. Dentro de los
templos se alzaban estatuas de los dioses adorados, en las cuales se creía que residía el
propio dios. Los sumerios ofrecían sacrificios de alimento a los dioses, pues una de las
creencias muy difundidas en el oriente próximo era que los dioses se comían lo que se les
daba (aunque quizás simplemente caducasen). En los templos, himnos eran recitados,
canciones cantadas y fiestas celebradas. Los ritos en homenaje a los dioses eran importantes
para el mantenimiento del orden en la tierra, y también para la manipulación de las
divinidades en favor de los hombres.
Los zigurats eran torres de varios pisos, construcciones muy populares entre los
mesopotámicos. En el tope de los zigurats existían santuarios. Los estudiosos creen que
estas construcciones representaban una conexión entre el cielo y la tierra, funcionando en
gran medida como medio de comunicación con los dioses. Es casi seguro que la imagen
bíblica de la Torre de Babel haya sido basada en los zigurats.

Cementerio de Ur
En la década de 1920, el arqueólogo británico sir Leonard Woolley descubrió las tumbas
reales de Ur del período dinástico antiguo. Esas tumbas datan de los años 2550 y 2450 a. C.
y son famosas debido al abundante y suntuoso material arqueológico en ellas encontrado. Su

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existencia atesta la creencia de que los reyes mesopotámicos, debido a su vínculo con los
dioses, tendrían una vida bendecida en la post-muerte. Por ese motivo, los reyes eran
enterrados en grandes cámaras junto a sus pertenencias más valiosas, como joyas y tesoros
de oro. Los servidores también eran enterrados con los reyes, tal vez involuntariamente,
aunque la idea de pasar una vida post-muerte privilegiada al lado de los reyes pudiera haber
seducido a algunos de esos hombres. Entre los reyes enterrados en el cementerio de Ur solo
algunos fueron identificados, como Akalamdug y Meskalamdug, además de las dos reinas
(nin) Puabi y Ninbanda. Ninguno de estos reyes es citado en la lista real sumeria, lo que
indica que gobernaron solo sobre el territorio de la ciudad-estado de Ur.
cuestión, motivo por el cual tantas mujeres habrían sido encontradas en las tumbas.

Literatura
Los documentos literarios más famosos del período dinástico antiguo son las narrativas
mitológicas y las narrativas épicas. En el Cuento de la Creación se cuenta cómo Enlil, dios
nacional de Sumeria, creó el mundo al separar la tierra del cielo. Se cuenta también cómo los
seres humanos fueron creados a partir de una masa de arcilla con un soplo divino, con el
propósito de servir los dioses con bebida y comida.

El diluvio
La narrativa sumeria del diluvio cuenta cómo los dioses, irritados con la humanidad,
decidieron lanzar sobre ella un terrible diluvio. Ziusudra (también llamado Utnapishtim), una
especie de Noé sumerio, fue avisado por algunas divinidades en sueños de que debería crear
un arca en la cual colocaría representantes de todas las especies animales existentes y con la
cual se salvarían del diluvio.

El orientalismo y el diluvio

La controversa tablilla del diluvio universal.

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En 1873, la historia mesopotámica del diluvio fue publicada, causando polémica en el medio
académico y en las sociedades occidentales. El fragmento de la epopeya de Gilgamesh,
traducido y divulgado a partir de una tabla de Nínive (preservado en el Museo Británico),
narraba una historia muy semejante a aquella del génesis bíblico, lo que obligó a los
estudiosos a colocar la composición de la Biblia en la esfera de influencia de su contexto
histórico, la antigua Mesopotamia. Sin embargo, los primeros estudios comparativos entre la
tabla del diluvio y la Biblia trataban la narrativa sumeria solo como una prueba de la
historicidad bíblica, lo que era muy común en los primeros años de la arqueología. Fue la
figura contradictoria de Friedrich Delitzsch la que observó por primera vez la necesidad de
estudiar los documentos hebraicos bajo la luz de su contexto mesopotámico, en una famosa
conferencia conocida como "Babel/Biblia". Delitzsch defendía que las concepciones hebraicas
de la Creación, además de sus narrativas mitológicas, eran en gran medida dependientes del
imaginario de una civilización que él consideraba superior, la sumeria. Cercado por las teorías
racistas y anti-semitas del final del siglo XIX y comienzo del XX, Delitzsch despreció el
carácter sagrado del Antiguo Testamento, a la vez preservando el valor de los manuscritos
cristianos, que consideraba más perfectos.

Epopeya de Gilgamesh

Gilgamesh, protagonista de una de las más famosas epopeyas de la antigüedad


Gilgamesh fue un personaje en parte histórico y en parte mitológico. La Epopeya
de Gilgamesh narra la historia del rey Gilgamesh de Uruk, dos tercios dios, un tercio humano.
Este rey fue un gran conquistador pero también un gobernante opresor, razón por la cual los
dioses enviaron al gigante Enkidu para detenerlo en su tiranía. Después de un enfrentamiento
inicial, Enkidu y Gilgamesh se hicieron amigos. En una de sus aventuras juntos, Enkidu y
Gilgamesh se enfrentan al Toro de los Cielos, enviado por la diosa sumeria Innana como
punición por una ofensa. Enkidu consigue derrotar el monstruo, lo que no impide que sea
maldecido y muerto por los poderes de Innana. Gilgamesh, aterrado delante de la muerte, se
embarca en un viaje en búsqueda de la inmortalidad. Ziusudra (Utnapishtim), superviviente
del episodio del diluvio, advierte a Gilgamesh de que sólo podría hacerse inmortal después de

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encontrar la planta de la vida y, aunque Gilgamesh acabó consiguiendo la planta, al final se la
roba una serpiente, haciendo la jornada del rey de Uruk una empresa vana.

El mundo de los Muertos


Los sumerios creían en la vida posmuerte. En la mitología sumeria, los muertos eran enviados
a un mundo subterráneo del cual no había retorno. Los vivos reverenciaban a los muertos
pues creían que así garantizarían la buena marcha de las cosas en el mundo de los vivos. No
existía concepción del juicio post-muerte entre los mesopotámicos. Se creía que el «espíritu»
de los muertos atravesaba un río hasta el «sombrío» mundo de los muertos, donde
permanecería por la eternidad. Esa visión era muy semejante a aquella que los
antiguos hebreos reprodujeron por mucho tiempo, en la cual los hombres muertos eran
encaminados hacia el Sheol, una especie de submundo sombrío. En ambas, no hay juicio y la
vida en la tierra es más valorada que la vida postmuerte, donde no se hace distinción entre un
«cielo» y un «infierno», o una eternidad de desgracia y otra paradisíaca.

Metalurgia
Una de las principales innovaciones del período sumerio fue el descubrimiento del bronce.
Alrededor de 4000 a. C. los sumerios ya habían dominado la técnica de la fundición y ya
conocían el cobre. Alrededor de 3000 a. C. descubrieron que la aleación de cobre
con estaño y arsénico permitía producir bronce. Por ese motivo, los arqueólogos aún
denominan este período como "Edad del Bronce". El oro y la plata también eran manipulados
por los especialistas y parece que el cobre era importado debido a su escasez.

Matemáticas y calendario
Los sumerios también realizaron importantes avances en el campo de las matemáticas. Su
sistema numérico estaba basado en el número 60. Los primeros registros matemáticos de
Sumeria tenían como objetivo regular los negocios del palacio, principalmente en lo que
concierne a las transacciones comerciales. El calendario mesopotámico estaba dividido en 12
meses lunares, de 29 o 30 días cada uno. Un mes extra podía ser añadido al calendario para
mantener paralelos el año lunar y el solar. El año se iniciaba después de la época de la
cosecha, entre septiembre y octubre de nuestro calendario. Así como los antiguos hebreos,
los sumerios databan sus años contando a partir del año cero de un reinado, por ejemplo,
"séptimo año de Nabucodonosor". Los sumerios diferenciaban solo dos
estaciones: emesh (verano, en el comienzo de nuestro año) y enten (invierno, en el comienzo
del año sumerio, con la llegada de las lluvias y las cosechas).

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La Rueda

Relieve de los primeros carros en el Estandarte de Ur, hacia el 2500 a. C.


La invención de la rueda, ocurrida en diferentes lugares del mundo y en diferentes épocas
independientemente del contacto entre los pueblos, aconteció por primera vez en Sumeria. La
rueda de cerámica ya estaba en uso en el período de Uruk antes de ser empleada para los
medios de transporte, alrededor del último siglo del 4º milenio a. C. Los arqueólogos
encontraron restos de carruajes enterrados en la región de la antigua Sumeria, usados
probablemente para transportar bienes materiales. Posteriormente los vehículos con ruedas
se emplearon también para hacer la guerra. La invención de la rueda es particularmente
importante en tanto que permitió a los antiguos ampliar el número de bienes transportados.

Imperio Acadio (2,350-2,160 a. C.)

Mapa de la extensión del Imperio acadio con las conquistas de Sargón y las
principales revueltas posteriores. Los ciento cincuenta años de dominio acadio
dejarán un profundo recuerdo en la mentalidad mesopotámica, que, en los siglos
posteriores, será la cuna de grandes imperios sucesivos, para cuyos
monarcas, Sargón y su nieto, Naram-Sin, se convertirán en los modelos
arquetípicos de emperador. Sobre el primero se proyectarán las virtudes a
seguir, convirtiéndole en mito; sobre el segundo, el antimodelo del imperio
agotado en sofocar rebeliones.

14
Sargón, el Grande

Inscripción acadia.

La estela de Naram-Sin conmemora la victoria del monarca acadio contra el


pueblo de los lullubi de los montes Zagros. La imagen representa a un rey casi
mitológico, del doble del tamaño de sus soldados. En este grabado se observa
una estilización de las figuras humanas con respecto a las representadas en
la estela de los buitres.
En el año de 2350 a. C., Sumeria pasa por primera vez a ser controlada por una dinastía
acadiana, o sea, una dinastía de origen semítico. Los textos antiguos cuentan cómo un
hombre de habilidades extraordinarias, Sargón I de Acadia, conquistó y gobernó el territorio
sumerio. Se cree hoy que los acadios eran pueblos venidos del norte (de donde viene el
nombre de Acadia para el norte de Mesopotamia). Sargón derrotó al rey Lugalzagesi y lo
mantuvo enjaulado en la ciudad sagrada de Nipur, donde el rey depuesto pasaría por las
mayores humillaciones. Las leyendas mesopotámicas cuentan que Sargón había sido
colocado por su madre dentro de un cesto flotando sobre el río Éufrates cuando era bebé,
siendo luego encontrado por un granjero, que lo crio. No se sabe cómo se dio su ascenso
político pero parece que fue camarero dentro del palacio de la monarquía en Kish, el rey le
mandó enviar una nota a otro rey pidiendo poco antes de derrotar el rey de Una.
Tras derrotar a Lugalzagesi, Sargón consiguió derrotar a los elamitas y también a los pueblos
de una región de Asiria. En esa época, Mesopotamia estableció redes de cambio con la
civilización del Valle de Indo, Egipto y Anatolia. Sargón fundó la ciudad de Agadé, una
importante joya del imperio, todavía sin encontrar por los arqueólogos. Pese a que es
probable que esta unidad fuese más teórica que real, la figura de Sargón fue un referente
constante para los monarcas que, posteriormente, tratarían de repetir su hazaña. De hecho,
en épocas posteriores se le conoció como Sargón el Grande.

15
Durante esta época las ciudades estaban unificadas y seguían teniendo sus Ensi y Lugal pero
eran enviados del emperador, por lo que no había tanta autonomía política. Esos enviados
eran hablantes del acadio y con el tiempo el acadio sustituyó al sumerio en las inscripciones
cuneiformes. También estandarizó pesos y medidas y construyó un importante templo en
homenaje al dios Enlil en Nipur.
Sin embargo, su reinado y el de sus sucesores no estuvieron exentos de problemas ya que
poco antes de su muerte sufriría una revolución general en las ciudades conquistadas. Este
clima continuó tras su muerte, con el reinado de su hijo Rimush, quien se enfrentó con dureza
a los rebeldes y finalmente fue asesinado y sucedido por su hermano —también hijo de
Sargón— Manishutusu. El nuevo monarca no tuvo un reinado más tranquilo que el de su
antecesor, ya que igualmente tuvo que lidiar contra rebeldes e igualmente murió asesinado.
Pese a estas dificultades, durante el reinado de su hijo y sucesor, Naram-Sin, el imperio
alcanzó su máxima extensión territorial: en los límites occidentales incorporó las regiones
de Alepo, en la actual Siria, y el entorno de Trípoli, en la costa mediterránea cananea del
actual Líbano; en los orientales conquistó Susa y en el norte se expandió por Anatolia.20

Naram-Sin
El nieto de Sargón, Naram-Sin, que gobernó alrededor de 2250 a. C., fue una importante
figura política para la historia de Mesopotamia. Aparentemente, este gobernador exigió ser
tratado como un dios vivo, llamándose a sí mismo "dios de Acadia", incluso en un escrito
encuentra cómo colar en su título 14 veces la palabra 'rey', pero se resume en "Rey De las
Cuatro Esquinas del Mundo". La "Estela de Naram-Sin", expuesta en el Museo de Louvre,
muestra cómo este rey fue deificado, una vez su imagen se destaca en relación a la de los
dioses, algo que no ocurrió en el período dinástico antiguo. Naram-Sin expandió el dominio y
comercio del Imperio Acadio hacia la región de la actual Siria, habiendo conquistado la ciudad
de Ebla. Su gobierno permitió la amalgamación entre las instituciones del templo y del palacio.

Período de los gutis (2,150-2,100 a. C.)


El pueblo sobre el cual Naram-Sin obtuvo la victoria en la época en que fue grabada su
famosa estela, pero cometieron el gran sacrilegio de saquearles el templo de Enlil, sagrado
para los gutis y lullubis, llegando como venganza (o castigo divino de Innana según su
mitología) los nómadas a dejar en jaquemate al antiguo Imperio Acadio. Las disputas internas,
las revueltas regionales (incluyendo la liberación de Elam) y los ataques de estos invasores
de la cordillera de Zagros culminó con la derrota del último monarca acadiano, Ur-Utu, hijo de
Sharkalisharri, alrededor del año 2150 a. C. El control de los gutis fue limitado, y la ciudad
de Lagash, por ejemplo, parece haber permanecido independiente durante ese período, así
como la ciudad de Uruk. La II Dinastía de Lagash empezó con el ensi Urbaba el cual nombró
a su hija Enanepeda como sacerdotisa del templo de Nanar en Ur, lo que significa que
gobernaba por esa región. Se sucedió el gobernador Gudea de Lagash, uno de los más
importantes líderes políticos de ese período, habiendo sido intensivamente alabado por sus
súbditos en la literatura de la época.

16
III Dinastía de Ur (2,110-2,000 a. C.)
Pero a los gutis les volvió la vena guerrillera y con el tiempo, alrededor del año 2110 a. C. el
rey de Uruk, Utu-Hegal, acabó por derrotar y expulsar a los gutis del territorio céntrico
mesopotámico. Su gobierno duró poco e inmediatamente fue destronado por Ur-Nammu,
gobernador de Ur, que en breve reunificaría gran parte del territorio sumerio y restauraría el
poderío de tiempos pasados.

Ur-Nammu
Ur-Nammu, gobernador de Ur, ahora capital, con cientos de miles de habitantes, fundó la
última dinastía de Ur, con unos 250 000 habitantes, que reinaría sobre parte de Mesopotamia.
La lengua oficial volvió a ser el sumerio, las artes y la literatura volvieron a ser estimuladas por
el gobierno y las conquistas militares se multiplicaron. El gran zigurat de Ur fue construido
bajo la orden de Ur-Nammu. También engrandeció el templo de Enlil, aquel saqueado en el
pasado por Naram-Sim. Este gobernante fue considerado como un brillante estratega y líder
político, que además de correo y crear escuelas, trajo la ley, pues hizo lo que parece ser el
primer código de leyes de la historia.

Código de Ur-Nammu
Buena parte de la comunidad académica se muestra reticente hoy a denominar por "código de
ley" el género de documento legal producido en la Antigua Mesopotamia. El código de Ur-
Nammu, por ejemplo, no era exactamente un conjunto de leyes hecho para regular todas las
actividades de los hombres, sino un conjunto de sentencias con el objetivo de regular casos
excepcionales. Ese rey promulgó el primer documento de este tipo en la Historia, cuyo texto
llegó a nosotros por medio de una copia tardía. El «código» habla sobre crímenes tales como
fuga de esclavos, adulterio y falso testimonio, que eran castigados en su mayoría por multas.

La caída de Ur (2,000-1,800 a. C.)


El período que va de 2000 a. C. hasta 1800 a. C. es un período de desagregación política, en
el cual el dominio de Ur se disuelve rápidamente frente a las invasiones de los pueblos
Amurru (Amoritas en la Biblia), que penetraron en Mesopotamia por el oeste. Para conseguir
alianza con Elam, Shulgi casa a su hija con el ensi de Larsa, pero no les fue muy bien pues
acabaron también atacados por incursiones elamitas en el Este, además de sufrir una bajada
de la producción agrícola. La derrota de la última dinastía sumeria culmina con el aislamiento
y destrucción de la ciudad de Ur a mano del poder elamita. Con Amar-Sin hubo paz, con Shu-
Sin no tanta, pero con Ibbi-Sin el caos, las rebeliones internas e invasiones amorreas lo llevan
a ser apresado y humillado por sus captores. En esa época el Sur mesopotámico quedó bajo
influencia de los elamitas, irradiada por la ciudad de Larsa, mientras que el norte pasó a
dominio babilónico, los antiguos amoritas.

17
Imperio Paleobabilónico (1,800-1,590 a. C.)

Hammurabi (1,792-1,750 a. C.)

Medallón de mármol con el rostro de Hammurabi en la Cámara de


Representantes en el Capitolio de los Estados Unidos.
Los pueblos amoritas (de origen semita) que llegaban para ocupar la región desde el golfo
Pérsico hasta el Mediterráneo fundaron nuevas dinastías en las antiguas ciudades-estado
sumerio-acadias. El Imperio paleobabilónico fue uno de los numerosos reinos establecidos en
Mesopotamia por esta época. El sexto rey babilonio, el famoso Hammurabi, conquistó Larsa,
la capital de los elamitas en el sur, y aniquiló la ciudad de Mari, entonces un importante centro
cultural y político mesopotámico, reconstruyendo así un imperio al modo de aquel gobernado
por Sargón de la Acad, el conquistador, años atrás. La antigua región llamada Sumeria o
Acadia pasó, luego, a ser denominada por Babilonia. La lengua sumeria continuó siendo
utilizada para los registros escritos, pero no fue más hablada por esa época. El
Imperio Babilónico no duró mucho después de la muerte de Hammurabi, que fue un brillante
estratega; sin embargo, la ciudad de Babilonia, cuyos orígenes permanecen oscuros, continuó
siendo un importante centro cultural mesopotámico en años posteriores. Recibieron avances
en la lengua, en la literatura, en la copia por parte de los escribas de libros de matemáticas,
astronomía y diccionarios sumerios. Crean las edubas, que eran centros de saber y cultura
donde instruían a los escribas. También construyeron templos y palacios, como el Complejo
de la Ciudad de Mari, el Palacio de Uruk, el Templo de Ishtar-Kititum o el Templo y Zigurat de
Rimah. Hubo operaciones como cesáreas, trepanaciones, operaciones de cataratas, y
apartaban a enfermos. Gracias a ellos tenemos el mes dividido en cuatro semanas.

18
El código de Hammurabi

Estela del código de Hammurabi expuesta en el Museo del Louvre.


El código de Hammurabi es aún menos un código de leyes que aquel de Ur-Nammu. El
documento es, en verdad, una serie de 282 decisiones reales para resolver casos
excepcionales.
La estela más conocida en la cual se encuentra el texto del código fue encontrada en el
suroeste de Irán, llevada por los elamitas miles de años atrás, y hoy está expuesta en
el Museo del Louvre. Como si hubiera sido aprobada por los dioses, la estela de forma fálica
representa a Hammurabi homenajeando una deidad, normalmente identificada como el dios
del sol, Shamash (Utu, en sumerio), a veces también identificada como el dios nacional de
Babilonia, Marduk. El prólogo del documento alaba al rey Hammurabi por sus habilidades
políticas y cualidades justicieras como el hombre que evita que el fuerte oprima al débil,
mientras que el texto presenta resoluciones para por lo menos trescientas causas jurídicas.
Entre los temas abordados están la propiedad, los esclavos, el divorcio y el comercio. Muerte
y mutilación eran castigos comunes reservados a los peores delitos,
como incesto, bigamia, adulterio y brujería. Esas penas variaban en consonancia con la
condición social del acusado (los nobles, por ejemplo, tenían la mayor compensación por
injurias y sin embargo tenían las más pesadas multas por ofensas). Aquí nació la
expresión ojo por ojo y la presunción de inocencia.

19
Remate superior de la estela Código de Hammurabi. Hammurabi (de pie) es
representado en el momento que recibe sus insignias reales de manos
de Šamaš, dios del sol y la justicia. El rey babilonio tiene una mano sobre su
boca en señal de oración21
Religión Amorita
Marduk era un dios poco importante de origen amorita que, con la integración de estos
pueblos al mundo mesopotámico, se agregó al antiguo panteón sumerio-acadio. Su ascenso
al nivel de deidad principal de la religión mesopotámica ocurre con el tiempo, después de la
fundación del reino babilónico, y se intensifica con el reinado de Hammurabi. En el período de
Hammurabi, este dios continúa siendo una divinidad local pero posteriormente su culto es
difundido por toda Mesopotamia.
Durante el período babilónico, los viejos dioses (An, Enlil y Ea o Enki) pierden la importancia
que detenían anteriormente. Ishtar, Shamash y, claro, Marduk, se hacen céntricos en los
cultos de ese período.

Período de segregación (1,590-1,000 a. C.)


Después de la muerte de Hammurabi, posiblemente sobre 1750 a. C., unos pueblos de origen
casita comenzaron a invadir la región de Babilonia. Estos pueblos, cuya lengua no puede ser
asociada a ningún otro grupo lingüístico y cuyos orígenes continúan siendo un enigma,
fundaron nuevas dinastías reinantes en el sur de Mesopotamia y allí estuvieron instalados
durante muchos años hasta su expulsión por parte de los elamitas años más tarde. Mientras,
unos pueblos indoeuropeos empezaron a adentrarse en el territorio mesopotámico
por Anatolia. Uno de estos pueblos fueron los hititas, originarios del sudeste europeo, en el
margen superior del mar Negro, formando un poderoso imperio en Mesopotamia, pero que fue
destruido alrededor del año 1180 a. C. Los reinos hurritas, formados también por nuevos
invasores, se unificaron en una unidad política conocida como el Reino de Mitani (1550-
1350 a. C.), que influenció la situación política de Mesopotamia en los siglos
20
venideros. Egipto, que en esa época transitaba hacia el período del Nuevo Imperio, sería otra
influyente fuerza política dominando la historia de Mesopotamia durante ese período. Sin
embargo, será Asiria quien tome el papel de nueva señora de Oriente Próximo tras su
fortalecimiento político en esos años de segregación.

Babilonia casita (1,590-1,160 a. C.)


Después de la muerte de Hammurabi (alrededor del año 1750 a. C.), unas revueltas e
insurgencias explotaron en el reino babilónico, haciéndolo particularmente vulnerable a
ataques externos. El sur del Imperio paleobabilónico pasó a estar bajo el control de una
dinastía de rebeldes que crearon el País del Mar, mientras la región norte fue ocupada
por casitas, pueblos provenientes de la región de la Cordillera de los Zagros, que sabían usar
caballos y carros de combate. La ciudad de Babilonia, aún bajo dominio de los amoritas, fue
invadida y ocupada por los hititas alrededor del año 1590 a. C., extinguiéndose de esa forma
la dinastía de Hammurabi. Sin embargo, los ataques casitas presionaron a los hititas a dejar
rápidamente la capital, y estos pueblos migrantes tomaron el tan destruido territorio céntrico y
sur de la antigua Babilonia.
Durante los alrededores de 400 años de dominio casita, esos pueblos absorbieron
rápidamente la cultura local, de forma que pocas de sus particularidades culturales pudieron
ser identificadas. Los reyes tenían una autoridad limitada y su pueblo, después de la fijación,
pasó, salvo por conflictos con los asirios, por una era de paz, pudiendo así reconstruir casitas.
Cambiaron el nombre de Innana a Ishtar y en el templo de Gula crearon una especie de
importante escuela de medicina. En cuanto al arte, pudimos conservar sus mojones, que eran
los kudurru, los cuales servían como registro de la concesión de privilegios, propiedad o
solución a una disputa. El dominio sobre Babilonia vio su fin sobre el año 1160 a. C., a la
llegada de tropas elamitas invadiendo la región (aquí es cuando se llevan la estela de
Hammurabi y la estatua de Marduk). Un breve restablecimiento ocurre con ayuda del
emperador venido de Isín, Nabucodonosor I, que expulsará a los elamitas durante su reinado
(1125-1104).

Migración de los indoeuropeos (2,000 a. C.)


Los pueblos indoeuropeos comenzaron a migrar por Europa y Asia antes del año 2000 a. C.
Entre ellos estaban los persas y medas, que ocuparon la región del actual Irán; los arios, que
ocuparon el norte de la India, los hurritas y los hititas, que ocuparon la región de la Anatolia.
Los hurritas penetraron por el noroeste de Mesopotamia y por el sudeste de Anatolia entre
1800-1550 a. C.

Hititas (2,000-1,180 a. C.)


Ciertos pueblos de lengua indoeuropea ocuparon la región de Hatti, en Anatolia, donde
pueblos de lengua no indoeuropea habitaban. Inmediatamente pasaron a ser denominados
por hititas (cuyo nombre deriva de "Hatti"). Este pueblo se instaló como minoría gobernante
en Hatti y, apropiándose de algunos conocimientos nativos, se organizó en ciudades-estados.

21
El rey Hatusil I unificó los pueblos hititas alrededor del año 1 650 a. C. Entre 1650-1500 a. C.
surgió una unidad política que los historiadores llaman el "Viejo Reino" hitita, sintetizado por
los gobiernos de Hatusil I (1650-1620 a. C.) y Mursilis I (1620-1590 a. C.). Mursilis I capturó la
ciudad de Babilonia en 1595 a. C. pero inmediatamente después fue asesinado por su
cuñado, lo que llevó el reino a un largo período de inestabilidad (1590-1370 a. C.). Con el
ascenso del rey Suppiluliumas I al trono cerca del año 1370 a. C., el reino hitita renace, en un
período conocido como el "Nuevo Imperio" hitita. Durante esa época, los hititas aniquilaron los
reinos de los hurritas y de Arzawa, extendiendo su imperio del mar Egeo a las montañas
sirias. El año de 1274 tuvo lugar la famosa batalla de Qadesh entre hititas y egipcios,
culminando con un tratado de paz entre las dos potencias. La caída final del Imperio Hitita
ocurre con la llegada de los misteriosos "pueblos del mar" y el fortalecimiento asirio.
Reinos Hurritas (1,550-1,350 a. C.)
A partir de 1550 a. C., este pueblo misterioso al que no se ha podido investigar demasiado, el
hurrita, colocó toda la región entre el norte de Mesopotamia y la costa siria bajo un único
dominio, el de Mitani. Ya sabía usar el hierro, lo que le dio una clara ventaja; consiguió
someter Asiria al vasallaje y formó una coalición con Egipto durante el reinado de Tutmosis IV
(1401-1391 a. C.). Alrededor de 1350 a. C., el rey hurrita Tushratta fue desafiado por la
nobleza del reino, mientras Mitani sufría ataques de los pueblos hititas. Egipto, poderoso
aliado, pasaba por turbulencias internas con el reinado de Akenatón. Todo eso desencadenó
la caída del reino hurrita alrededor de ese mismo año. Los hurritas adoraban a dioses
semejantes a aquellos de los hindúes védicos, como Mitra, Indra y Varuna.

Ugarit (1,450-1,200 a. C.)


Ugarit era un reino cananita que floreció alrededor del año 1450 a. C. Ese reino fue vasallo de
los hurritas, de los egipcios y de los hititas y, por fin, fue destruido por los "pueblos del mar"
(invasores que causaron turbulencias en Oriente Próximo por el siglo XIII a. C.). El pueblo de
Ugarit tenía un alfabeto propio, grandes bibliotecas y palacios. Su cultura matenía continuidad
con tradiciones más antiguas de Cananéia, ocupada desde antes del año 3500 a. C. El Dios
supremo del panteón cananita era El, el rey de los dioses, frecuentemente representado por
un toro. Su compañera era la diosa madre Aserá. El hijo de Él era Baal, el dios de la fertilidad.
La religión cananita fue profundamente influyente para las creencias hebraicas. Ugarit floreció
por muchos años como un importante centro comercial.

Filisteos (1,190-700 a. C.)


Los Peleset, conocidos por su nombre bíblico de Filisteos, era ellos uno de los grupos entre
los llamados "pueblos del mar", que invadieron Oriente Próximo. Su nombre (Peleset) dio
origen al nombre de la actual región de la Palestina. Los filisteos estaban organizados en
ciudades-estado como Asdode, Asquelom, Gaza, Ecrom y Gate, todas independientes. Se
cree que los filisteos introdujeron las culturas del vino y la oliva en Oriente Próximo. Poco se
sabe sobre su lengua, que a lo largo de los años fue sustituida por un dialecto cananita. Los

22
filisteos entraron en conflicto con los hebreos, después con los egipcios, los asirios y los
caldeos, habiendo desaparecido de los documentos alrededor del año 700 a. C.

Período Antiguo de Asiria (2,300-2,000 a. C.)


Poco se sabe sobre los asirios antes de que estos asumieran definitivamente el control sobre
la mayor parte de Oriente Próximo. Su nombre venía de la deidad Asur. El territorio asirio fue
dominado por dinastías acadias y sumerias durante el Imperio de Sargón y la tercera dinastía
de Ur. Esto explica la gran proximidad existente entre el universo cultural sumerio-acadio y
asirio. La unidad política adoptada por los asirios era la ciudad-estado, una monarquía
centrada en las dos principales ciudades de la región: Nínive y Asur.

Surgimiento de Asiria (2,000-1,000 a. C.)


El año 2000 a.C. coincide con la caída de la tercera dinastía de Ur y, consecuentemente, con
el resurgimento de Asiria como un reino autónomo. Esto permitió que los comerciantes asirios
establecieran puestos comerciales en Anatolia, donde la circulación de bronce, oro y plata era
intensa. Entre 1850-1650 a. C. Asiria quedó bajo dominio babilónico y, entre 1650-1350 a. C.,
fue un reino vasallo de los hurritas de Mitani. Debido a su posición geográfica, Asiria fue
durante mucho tiempo escenario de guerras y eso tal vez contribuyó para que los habitantes
nativos se transformaran en guerreros violentos. Alrededor de 1365 a. C., el rey asirio Ashur-
uballit I derrotó al reino de Mitani y restauró la independencia asiria. La invasión de los
pueblos del mar desestabilizó el antiguo escenario político de Mesopotamia, favoreciendo la
toma de poder por parte de los asirios, que además aprendieron a usar el hierro, siendo así
mucho más fuertes. Con el reinado de Tiglatpileser I (1115-1077 a. C.) extendieron sus
dominios hasta parte de la costa mediterránea y en Babilonia venció a Nabucodonosor I. Sin
embargo, no la consigue, pues el siglo siguiente sería de atenuación política, con las
invasiones de los arameos, suteos e inestabilidad interna.

Imperio Neoasirio (1,000-605 a. C.)


Los asirios retoman su vigor conquistador después del año 900 a. C. El siglo anterior había
sido testigo de la gradual atenuación de la potencia asiria, que, no obstante, había ya
demostrado su potencial expansionista. El reinado de Adad-nirari II (911-891 a. C.) reafirmó la
autoridad asiria en Mesopotamia con la expulsión de los arameos, posibilitando a la vez un
mayor control de las principales rutas comerciales de la región. Assurnasirpal II, su nieto, con
el poder floreciente que le dejó su padre, dominó un número impresionante de pequeños
reinos entre la región de Asiria y el Mediterráneo, siendo considerado el fundador del Imperio
Neoasirio. Assurnasirpal II hizo de la ciudad de Kalhu, en el margen del río Tigris, la nueva
capital del Imperio. Este monarca también es famoso por la dispersión masiva de los pueblos
conquistados, que eran desplazados como mano de obra a diferentes partes del imperio.

Salmanaser III (858-824 a. C.)


23
Salmanaser III, hijo de Assurnasirpal II, fue responsable de la expansión de Asiria hasta la
región del antiguo reino sirio y Palestina. El final de su reinado fue sacudido por revueltas
internas. Sus sucesores fueron considerados ineptos y permitieron que el reino
de Urartu tomara parte del territorio asirio entre 824-740 a. C..

Tiglatpileser III (745-727 a. C.)


Tiglatpileser III era un usurpador y no pertenecía a la dinastía anterior. Este monarca fue
responsable de conquistar la antigua Babilonia, ya no más ocupada por los casitas, pero sí
por un pueblo semita, los caldeos. Tiglatpileser III combatió al reino de Israel y derrotó a los
temibles urarteses, que años antes presionaban las fronteras asirias. Además de eso,
incorporó reinos arameos y estableció un sistema de carreteras y correos para facilitar la
comunicación dentro del Imperio.
En esa época, los territorios del imperio eran gobernados por príncipes locales o por oficiales
asirios, en consonancia con la especificidad de cada ciudad.

Salmanaser V (726-722 a. C.) y Sargón II (721-705 a. C.)


Salmanaser V era hijo de Tiglatpileser III y, durante su reino, combatió contra un bloque rival
formado por israelíes y egipcios. La ciudad de Samaria, capital del reino de Israel, fue sitiada
durante tres años y tomada el 722 a. C. por Sargón II, su sucesor. Algunos israelíes fueron
muertos, otros deportados para a Asiria. Sargón II tomó ese nombre en homenaje al antiguo
conquistador acadio que había reinado sobre el territorio mesopotámico 1500 años atrás,
pretendiendo llegar tan lejos como él. Sargón II inicia un período en la historia de asiria que
los historiadores decidieron llamar de "período de los sargónidas". Sargón II hizo capital a
Dur-Sharrukin. En 714 a. C. invadió el reino de Urartu.

Senaquerib (704-681 a. C.)


Senaquerib, hijo de Sargón, acabó por cambiar otra vez la capital, que ahora
sería Nínive reconstruida. Entre sus incontables obras, está el jardín botánico asirio, donde
había plantas de todas las partes del imperio, la doble muralla de Nínive y un largo canal de
abastecimiento de agua.

Guerra con Judá


Senaquerib se enfrentó también al monarca judío Ezequías, que había formado una alianza
con fenicios y filisteos contra los asirios. En 701 a. C. Senaquerib empezó una campaña
contra las ciudades de estos tres reinos, que fueron destruidos y sometidos al yugo del
emperador.
Aunque el segundo libro de Reyes presente una versión amenizada de la historia del cerco
de Jerusalén (Reyes 18, Reyes 19), según la cual Senaquerib habría abandonado el intento

24
de destruir la capital de Judá debido a la intervención de Yahvéh (Reyes 19,35-36), una
inscripción del rey asirio describe una situación mucho más grave. En consonancia con él, "Yo
lo encerré [Ezequias] en Jerusalén, su ciudad real, como un pájaro en la jaula. (…) Yo le
impuse pagos y presentes por mi soberanía, además de su tributo anterior, pagado
anualmente." Aún en consonancia con Senaquerib, Ezequías había entregado como tributo
(demostración de obediencia) oro, plata, marfil e, inclusive, sus propias hijas.
En la Historia de Heródoto, según su libro, en el párrafo 151, el autor describe un desastre
ocurrido en un combate entre asirios y egipcios. En consonancia con el griego "(…) Cuando
Senaquerib, rey de los árabes y de los asirios, vino a atacar Egipto con un gran ejército, los
guerreros se negaron a luchar en defensa de la patria. Viéndose en tan difícil situación, Setos
se dirigió al templo y allí, delante de la estatua del dios, se puso a lamentarse por la suerte
funesta que parecía aguardarlo; y así, deplorando sus desgracias, adormeció. En sueños,
juzgó ver al dios envalentándolo y asegurándole que se marchara al encuentro de los árabes,
que la suerte estaría de su lado, pues él mismo, el dios, le enviaría socorros. Lleno de
confianza en la visión, Setos reunió todas las personas de buena gana y dispuestas a seguirlo
y fue acampar en Pelusa, punto clave de Egipto. Su ejército estaba compuesto
exclusivamente de negociantes, artífices y cantineras. Ningún guerrero lo acompañaba. Luego
de que esas tropas improvisadas llegaran a la ciudad, una asombrosa multitud de ratones de
campo se esparció por el campamento enemigo, poniéndose a roer los ameses, los arcos y
las correas que servían para manejar los escudos de modo que, al día siguiente, los árabes
estaban sin armas, y luchando así fueron fragorosamente derrotados". Ese pasaje ha sido
interpretado como una versión de la narrativa bíblica sobre un posible desastre que habría
retrasado las conquistas asirias.
Senaquerib también conquistó parte de Babilonia y destruyó la ciudad sagrada alrededor del
año 689 a. C. La estatua del dios babilónico Marduk fue llevada a Asiria.

Asaradón (680-669 a. C.), Asurbanipal (668-627 a. C.) y decadencia asiria


(627-605 a. C.)
En consonancia con relatos de oriente próximo, Senaquerib fue muerto por dos de sus hijos
mientras rezaba en un templo. Éstos se rebelaron contra Asaradón (Aššur-aha-iddina), su
hermano, que había recibido el título de rey de Asiria como sucesor del padre. Asaradón
derrotó a los rebeldes y reconstruyó la ciudad de Babilonia. En 671 a. C. invadió Egipto y se
proclamó rey. Aunque solo haya sido Asurbanipal (Aššur-bāni-apli) hijo de Asaradón, intentó
reconquistar Egipto, una vez que el rey nubio Taharqo había instaurado una nueva dinastía en
la región. Shamash-shum-ukin, hermano de Asurbanipal, se rebeló contra el gobierno de su
hermano y, con la ayuda de los elamitas, atacó a las tropas en Babilonia
en 652 a. C. Después de la recaptura de la ciudad, Shamash-shum-ukin se suicidó.
Assurbanipal entonces prácticamente exterminó el estado elamita y castigó severamente a los
rebeldes caldeos de Babilonia.
La muerte de Asurbanipal fue seguida por la desintegración del imperio asirio. Egipto
conquistaba su independencia en 626 a. C. y Nabopolasar, un rebelde caldeo, inauguró la
última dinastía babilónica, ignorando la autoridad asiria. Una alianza formada entre caldeos
y medos permitió la destrucción de los asirios, que tuvieron su capital (Nínive) aniquilada
en 612 a. C. habiendo sufrido su derrota principal en 605 a. C. en la batalla de Carquemis.
25
Los asirios fueron prácticamente barridos del mapa, su lengua borrada, y el imperio hendido
entre medos y caldeos.

Cultura y sociedad en el período neoasirio


Las excavaciones en Asiria se iniciaron en 1845 bajo el liderazgo del diplomático británico Sir
Austen Henry Layard. Ese famoso arqueólogo descubrió los restos de las ciudades antiguas
de Nínive y Kalhu. Encontróró el palacio real de Senaquerib lael Librería de Assurbanipal en
esas casas de campo arqueológicas, construcciones que impresionaron al mundo. Hormuzd
Rassam, asistente de Layard, continuó las excavaciones en Nínivlososiguientesos años. Las
piezas rescatadas fueron enviadaa el Museo Británi , y nos permiten conocer y entender
parcialmente lo que fue la cultura asiria.

Monarquía
El rey asirio era sobre todo un líder militar. De la misma forma tenía autoridad en el sentido
religioso, pues para los antiguos asirios el poder real era una concesión de Assur, dios
nacional. El rey consultaba a profetas para saber la voluntad divina. Cuando se auguraba la
muerte del rey (los eclipses, por ejemplo, eran señal de regicidio), se colocaba un sustituto
para reinar por pocos días y después era sacrificado.
El poder del monarca tuvo desde sus inicios un crecimiento. Primeramente, en el período
paleo-asirio, el Rey estaba limitado por el poder comercial, ejercido por la Asamblea,
constituida por los jefes de las familias mercantiles más importantes. El epónimo custodiaba
en la «casa de la ciudad» el tesoro y los archivos, supervisaba pesas y medidas, controlaba
ventas, administraba el granero y estaba controlado por un padre de familia elegido por
sorteo, cuyo nombre daría nombre al año. Finalmente la "casa del muelle" organizaba
operaciones comerciales, recaudaba impuestos, otorgaba préstamos y hacía de intermediario
en asuntos comerciales locales.
Durante el período medio-asirio, la asamblea fue sustituida por funcionarios reales, el
epónimo siguió designando el año pero pasaría a ser tan solo un alto funcionario. La «casa de
la ciudad» sería tan solo un almacén de piezas utilizadas como normas de peso y la «casa del
muelle» desapareció. Ahora el monarca ya no estaba eclipsado por los comerciantes y
concentró en él los poderes religiosos, políticos, militares y judiciales, aunque luego en la
práctica estuvo muy asistido, cuyos asistentes más destacados fueron los visires y el
administrador del palacio real.
Finalmente, el período neoasirio prosiguió de forma similar: encima del rey solo estaban los
dioses, y debajo el comandante en jefe, que tenía tropas propias. Se añadieron los cargos de
eunuco mayor que, como estaba castrado, se suponía que era más fiel, y el del juez mayor.
Los alcaldes administraban las ciudades y eran nombrados por el rey. En la práctica, los
profetas, aun estando jerárquicamente tan debajo, tenían alto poder, pues como hemos dicho,
el rey les tenía demasiado en cuenta.24

Religión

26
La religión asiria debió mucho a las antiguas creencias babilonias. Assur, el dios nacional, era
colocado por los asirios por encima de todos los otros dioses, como soberano divino, lugar
antes ocupado por Marduk. A la vez, Assur poseía características encontradas en los antiguos
soberanos de Mesopotamia, Marduk y Enlil. Se creía que ese Dios era responsable de traer
victorias y conquistas militares a los asirios.
En la mitología asiria, el demonio Lamashtu (representado por una figura femenina) era
responsable por crear el caos y el miedo entre las personas.
Una de las maldiciones más famosas se encontró en las tumbas de las reinas en Nimrud, la
Khalku asiria, más en concreto en la tumba de la reina Yaba, esposa de Tiglat-Pieleser III.
Junto a una corona, 79 pendientes, 30 anillos, 4 tobilleras, 14 brazaletes, 15 vasos y
numerosas cadenas de metal y piedras semipreciosas, apareció una tablilla con el texto:
«Ruego a los dioses del mundo del otro lado (mundo de los muertos) que el espíritu de quien
toque mi tumba, viole mi ataúd o robe mis joyas, camine sin descanso después de su muerte
bajo el sol abrasador, y que los demonios del insomnio le atormenten para siempre». Por
ambas cosas la reina Yaba es conocida como la Tutankhamon de Asiria.25
Por medio de los sueños y de la astrología algunos asirios ilustrados se creían capaces de
prever el futuro. En la mayor parte de las veces, esas previsiones incluían descubrir la
voluntad de los dioses, que castigaban a los hombres cuando éstos se alejaban de los
designios divinos, y los recompensaban cuando se comportaban acorde. Era común consultar
profetas para saber cómo gobernar.

Akitu, Zagmuk
El festival de Año Nuevo tenía un papel esencial en la legitimación de las monarquías asirias y
neobabilónicas. Este festival, cuyo nombre sumerio es Zagmuk, ya existía en Mesopotamia
casi 3.000 años atrás. Su nombre acadiano era Akitu. En los 12 primeros días del mes
de Nisan, el rey encarnaba a una deidad y reproducía su historia en varias etapas. Las etapas
finales envolvían el rey en el banquete de la Bit Akitu (casa del año nuevo) y el hierógamos,
cuando este se unía a una joven escogida. En consonancia con los críticos de la historia de
las religiones, este ritual representaba la recreación del cosmos por el rey, que obtenía un
papel divino durante el festival, y sacralizaba así la monarquía. El poema de amor más
antiguo viene de una de esas "bodas" y desembocaba en orgías por toda la ciudad.

Biblioteca de Assurbanipal
La biblioteca de Assurbanipal, casi enteramente conservada por el Museo Británico, era una
enorme colección de tablas cuneiformes en Nínive. Se encontraron cerca de 20.000 tablas,
trayendo poesías, himnos religiosos, encantaciones y tramos de épicas famosas como el de
Gilgamesh y el Enuma Elish.

27
Imperio Neobabilónico (612-539 a. C.)
Los egipcios, lidios, medos y caldeos eran los nuevos señores de Oriente Próximo después
de la caída de Asiria. Los caldeos eran un pueblo semita que se había instalado en Babilonia
alrededor de siglo IX a. C. Este pueblo controló una porción de Mesopotamia por menos de un
siglo, hasta perder su reino en manos los persas.

Nabopolassar (626-605 a. C.)


Como ya se ha dicho, Nabopolassar era un rebelde caldeo que consiguió hacerse rey
babilonio con la caída del Imperio asirio. Este rey fue el fundador de la última dinastía
babilónica y responsable de aniquilar los últimos efectivos asirios.

Nabonido, uno de los reyes caldeos

Nabucodonosor II (605-562 a. C.)


Hijo de Nabopolassar, Nabucodonosor II amplió las fronteras del Imperio Neobabilónico hasta
Siria y Palestina. Su gran victoria fue la conquista del reino de Judá y la destrucción de
Jerusalén. Los judíos capturados fueron exiliados a Babilonia, episodio conocido como el
"cautiverio de Babilonia".
Nabucodonosor II mantuvo relaciones amigables con los medas, sin embargo continuó
combatiendo los egipcios. Sus sucesores inmediatos fueron muertos en rebeliones.

Nabonido (556-539 a. C.)


Conspiraciones palacianas fueron suficientes para concluir la antigua línea dinástica y colocar
el rey Nabonido en el poder alrededor del año 556 a. C. Nabonido, considerado una
personalidad loca, promovió el dios de la luna, Sin, en oposición a Marduk, aún principal para

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el culto babilónico. También se autoexilió en un oasis, abandonando su reino durante muchos
años, lo que dejó a sus súbditos nada contentos.
Su reinado concluye con la conquista de Babilonia por Ciro el Grande, en 539 a. C. Los
persas dominarían esa región los próximos años.

Calendario babilónico
Base para el calendario hebreo, el calendario babilónico era un calendario luni-solar hendido
en doce meses lunares de 29/30 días cada. La diferencia con el año solar (365 días) era
disipada con la adición de un mes a finales del ciclo

Arquitectura caldea
Las excavaciones en Babilonia de los caldeos trajeron información considerable acerca de las
estructuras arquitectónicas de esos pueblos. Fue reconstruida durante el reinado de
Nabucodonosor II y su nueva versión traía un mayor número de murallas, templos y palacios.
El portón de Ishtar, así como otros portones magníficos de la Mesopotamia antigua, llegaban
al exterior de las murallas de la ciudad. Eran portones compuestos por figuras de criaturas
místicas, asociadas a las divinidades. Las avenidas céntricas, como la calle de la procesión,
eran lugares donde se realizaban ceremonias religiosas. Otras construcciones famosas de la
Babilonia de esa época fueron el palacio de Nabucodonosor, el templo de Esagila y el zigurat
Etemenanki, tradicionalmente considerado la base histórica para la imagen de la Torre de
Babel. Más famosos fueron los Jardines colgantes de Babilonia, los cuales habrían sido
construidos como muestra de amor hacia su esposa Amytis, hija de rey Ciáxares del Imperio
medio (Media o "Umman Manda"), para que le recordaran a las montañas de su tierra, pero
hasta ahora no se han encontrado, pudiendo ser un mito, haber sido destruidos por el rey
Evemero o en verdad obra de Senaquerib en Nínive, al que también se le atribuye la
construcción de imponentes jardines botánicos.

Arameos
Los arameos eran pueblos semitas oriundos de la región del desierto sirio. Su protagonismo
en el comercio de Oriente Medio hizo que su lengua, el arameo, se difundiera notablemente
los años posteriores tras su instalación en Siria. Su lengua, escrita en papiro por medio
del alfabeto fenicio, luego se haría lengua franca en Oriente Próximo, incluso en Babilonia.
Religión
Los caldeos creían que los astros (el Sol, la Luna, etc.) eran dioses. Su religión identificaba
los dioses del panteón tradicional con determinados cuerpos celestes. La semana de los
caldeos estaba dividida en siete días, algo que fue posteriormente adoptado por los romanos.
Su astronomía era avanzada y conseguían prever eclipses de Sol y de Luna.

Los persas

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Los persas, originalmente vasallos de los medos, se sublevaron contra estos últimos el año
de 559 a. C. Tanto los persas como los medos eran pueblos indoeuropeos que ocuparon la
llanura iraní durante la primera mitad del 1.º milenio a. C. Los medos, durante el reinado
de Ciáxares, establecieron un gran imperio, que incluía a los persas como sus vasallos. Sin
embargo, Astiages, hijo de Ciáxares, fue destronado por un vasallo persa, Ciro, el Grande,
en 559 a. C. Cuando Ciro ascendió al trono del antiguo Imperio medo, inició una serie de
campañas de expansión que incluyeron la conquista de Lidia, de Jonia y de Babilonia. Al
término de su reinado, el Imperio Aqueménida dominaba prácticamente todo Oriente
Próximo. Los primeros dinastas persas, conocidos como aqueménidas, tenían una política de
tolerancia religiosa y respetaban las creencias de los pueblos conquistados. Ciro, por ejemplo,
era llamado por los judíos el "ungido" (Isaías 45:1), título inusual para designar monarcas
paganos, lo que demuestra la popularidad del rey persa entre sus súbditos.

La asiriologia y la biblia hebrea


La asiriologia fue instituida como disciplina el siglo XIX. Durante sus primeros años, fue una
especie de ciencia auxiliar de los estudios bíblicos, funcionando como mera ilustración de los
pasajes y narrativas de la Biblia hebrea, mientras los estudios bíblicos permanecían en ancha
medida ahistóricos. Mesopotamia solo era conocida por los occidentales, hasta entonces, por
dos fuentes, consideradas hoy en cierta medida controversas: la Biblia y las fuentes griegas,
particularmente las historias de Heródoto. A pesar de que los estudios asiriológicos
representen a Mesopotamia en términos nítidamente etnocéntricos, ellos contribuyeron al
fortalecimiento de la posición occidental en Oriente, particularmente en lo que concierne a los
intereses imperiales de países como Francia, Inglaterra y Alemania. Las piezas
arqueológicas, tratadas como reliquias debido a su conexión con la historia clásica y sagrada,
eran llevadas como trofeos a Europa, donde permanecen aún en nuestros días.
En el siglo XX, la asiriologia respondió a su condición de ciencia dependiente con teorías
radicales, que pretendían aislar Mesopotamia del estudio bíblico. Entre ellas estaban las ideas
de Friedrisch Delitzsch y las de los panbabilónicos, que hablaban de una supuesta
superioridad cultural mesopotámica.
Actualmente, los estudios bíblicos en cuanto a asiriología tienen en consideración los estudios
comparativos como forma de comprender las sociedades antiguas de Oriente Próximo. Sin
embargo, el carácter discursivo de los libros históricos bíblicos, así como los griegos, debe ser
tenido en cuenta al estudiarse Mesopotamia. La Biblia de Jerusalén destaca que los
manuscritos hebreos tenían un significado particular para su pueblo, lo que influía en la
manera en que éstos narraban los hechos pasados. Algunos libros, como por ejemplo Ester
(por señal, probable variante del nombre acadio "Ishtar"), adquirieron un tono sobremanera
"nacionalista", y narran hechos poco verosímiles desde el punto de vista histórico (como la
promulgación de una orden de exterminio de judíos por los aqueménidas). Además de eso,
los críticos de la Biblia destacan que la preocupación de las escrituras hebreas era de orden
teológico.
En relación a los documentos griegos, es necesario admitir una pluralidad de perspectivas.
Amelie Kuhrt, en un artículo titulado "Ancient Mesopotamia in Classical Greek and Hellenistic
Thought", destaca el hecho de que las narrativas clásicas sobre Mesopotamia varían en
consonancia con el objetivo de cada autor. Las historias de Heródoto, por ejemplo, son

30
consideradas "vagas", y su caracterización de las costumbres mesopotámicas se define a
partir de los patrones griegos, como un espejo distorsionado.

Mitología de Mesopotamia

Mapa de la Antigua Mesopotamia.


La mitología mesopotámica es el nombre colectivo dado a las mitologías de las
civilizaciones mesopotámicas anteriores a la civilización persa: Sumeria, Acadia, Asiria y
babilónica.
Los sumerios practicaron una religión sincretista con multitud de dioses, demonios y espíritus
que representaban fuerzas naturales o presencias en el mundo, tal y como lo haría más
adelante la civilización griega. En sus creencias establecen que los dioses originalmente
crearon a los seres humanos para que estos se convirtieran en sus sirvientes.
Muchas historias en la religión sumeria son el precedente de historias similares en religiones
del Medio Oriente. Por ejemplo, el relato bíblico de la creación del hombre, así como la
narrativa del diluvio universal y el arca de Noé. Los dioses sumerios poseen aspectos
similares en las religiones acadias, cananeas y de otras culturas de Oriente Próximo. Algunas
de las historias y deidades también tienen sus paralelos griegos; por ejemplo, el descenso de
Inanna al inframundo (Irkalla) se asemeja a la historia de Perséfone.

Cosmología

31
Cosmología sumeria.
El universo apareció por primera vez cuando Tiamat y Apsu, elementos acuosos, concibieron
a los primeros dioses Anshar y Kishar de cuya descendencia provienen el resto de dioses
sumerios.
La unión de Anu (An) y Ki produjo a Enlil, el señor del viento, quien eventualmente se convirtió
en el líder de los dioses. Después, Enlil fue desterrado de Dilmun (el hogar de los dioses)
debido a la violación de Ninlil, de la que tuvo un hijo, Sin (dios de la Luna), también conocido
como Nannar.
Sin y Ningal dieron a luz a Inanna (diosa del amor y de la guerra) y a Utu o Šamaš (dios del
Sol). Durante el destierro, Enlil engendró tres deidades del inframundo junto con Ninlil, el más
notable de ellos fue Nergal.
Nammu dio a luz al dios Enki, rey del Abzu, abismo acuático. Enki también controlaba los ME,
los principios sagrados que gobernaban las cosas básicas tales como la física y las cosas
complejas tales como el orden y leyes sociales.

Divinidades sumerias y semitas


Dentro de la mitología mesopotámica no puede hacerse una división clara entre las
divinidades sumerias y las semitas. Existen al menos cuatro cosmogonías: La de Eridú. la de
Shurupak, la de Nipur y la de Uruk.
En el lenguaje sumerio, "Nin" significa indistintamente "señora o señor" y "En" ‘señor, dueño,
patriarca’. Por otra parte, ki es ‘tierra’ y lil es ‘aire’.

Mitos sumerios
Los mitos sumerios son explicaciones sencillas y de fácil comprensión destinadas a la gente
sin mucho conocimiento acerca de la antigua Sumeria y están narrados en textos acadios
como el Enuma Elish y el Atrahasis. Tratan cuestiones teológicas, políticas o filosóficas y
reflejan aspiraciones e ilusiones expresadas en forma de novelas y poemas.
La característica general de los mitos es la de situar el personaje, generalmente un hombre,
en su entorno normal, pero sometido a las fuerzas de la naturaleza, la política o la economía.

32
Estas fuerzas pesan sobre su destino, que está marcado por los dioses. Del mito se saca una
reflexión, un consejo.
Los mitos sumerios pueden considerarse como parábolas y se dividen en varios temas:

• Acerca de los orígenes: de la tierra, de las cosas.


• Acerca de la organización: fundación de ciudades, orden en el mundo, grupos
sociales.
• Acerca del contacto de los dioses con los hombres: Ejemplo, los Siete Malvados y
los Siete Sabios.
• El héroe. Aparecen epopeyas, de género épico. El héroe obtiene experiencia y
conocimientos a partir de sus viajes.
• El más allá (ej. mito de Inanna o descenso a los infiernos).
• Acerca de la vida de los dioses.

Dioses, demonios, héroes y otros personajes mitológicos


• Adapa: primer rey
• Anat: diosa de la fertilidad y la guerra
• Anshar: padre del cielo
• Anu: el dios del cielo más elevado
• Antu: diosa creadora
• Apsu: el gobernante de los dioses y de los océanos subterráneos
• Assur (mitología): dios nacional de los asirios
• Atrahasis: Protagonista del poema épico del mismo nombre**
• Baal: deidad superior a todas las demás y principal dios de los Caldeo-Asirios
• Damkina: diosa de la madre tierra
• Dumuzi: dios de la vegetación
• Ea: dios de la sabiduría
• Emesh: dios de la vegetación
• Enbilulu: dios a cargo del Éufrates y el Tigris
• Enmesarraa: dios de las leyes
• Endursaga: dios heráldico sumerio
• Enkimdu: dios de los ríos y canales
• Enlil: dios del clima y las tormentas
• Enten: dios agricultor
• Enurta: dios de la guerra
• Ereškigal: diosa del inframundo
• Erra: dios de la guerra, disturbios y revueltas
• Gilgameš: héroe de la gran epopeya de Gilgameš posterior al diluvio
• Geshtu-E: dios menor de la inteligencia
• Gugalanna: consorte de Ereshkigal
• Gula: diosa de la sanación
• Hadad: dios del clima

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• Huwawa: guardián del bosque de cedros de los corazones
• Inanna: diosa del amor y la guerra, protectora de Uruk
• Ištar: diosa del amor
• Isimud: dios mensajero
• Iskur: dios de las tormentas y las lluvias
• Kabta: dios responsables de los picos, palas y moldes de ladrillos
• Kingu: marido de Tiamat
• Kishar: padre de la tierra
• Lahar: diosa del ganado
• Marduk: dios nacional de los babilonios
• Murdock: dios de la justicia
• Mummu: dios de las neblinas
• Mushdamma: dios puesto a cargo de los edificios y las casas
• Mušḫuššu: animal mitológico
• Nabu: dios de las artes de escribir
• Namtar: dios sirviente en el inframundo
• Nannar: dios de la luna
• Nanse: diosa de la justicia
• Nergal: dios del inframundo
• Nidaba: diosa de la fertilidad y la escritura
• Ninazu: dios secundario del inframundo
• Ningal: diosa de las cañas
• Ningikuga: diosa de las cañas
• Ningizzida: dios del árbol bueno
• Ninhursag: diosa de la madre tierra
• Ninkasi: diosa de la elaboración de alcohol
• Ninkurra: diosa madre menor
• Ninlil: diosa del aire
• Ninmah: diosa creadora
• Ninsar: diosa de las plantas
• Ninsikil: diosa patrona del paraíso mítico de Dilmun
• Ninsubur: diosa o dios mensajero
• Ninsuna: diosa de las vacas
• Nintu: deidad madre
• Ninurta: dios de Nippur
• Nunbarsegunu: diosa madre
• Nusku: dios de la luz y el fuego
• Oannes: Personaje mitad hombre mitad pez
• Pasittu: demonio que arrebata bebés
• Šamaš: dios del sol y de la justicia
• Sin: dios de la luna (otro nombre de Nannar)
• Tasmetu: diosa consorte de Nabu
• Tiamat: diosa dragón

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• Tišpak: dios de Ešnunna
• Uras: diosa ctónica (véase ctónico)
• Utnapishtim: protagonista del diluvio
• Utu: dios del sol
• Uttu: diosa de los tejidos y la ropa
• Utukki: demonios del inframundo
• Zarpanitu: diosa del nacimiento
• Ziusudra: protagonista del diluvio

EPÍTOME
Fijar un punto de partida cronológico de la o las religiones es un poco aventurado, porque
tenemos dos vertientes que al principio no se tocaron y hace mas dificil su definición: La
Egipcia y la Acadia.

Al seguir el curso de los Acadios, vemos que sus planteamientos religiosos son ralos pero
bien definidos, tienen una Trimurti y un Logos Solar, y en adelante en el tiempo conquistan a
los Sumerios, luego los Caldeos, si podemos plantear esquemas religiosos más o menos
claros, pero si buscamos el origen teológico de los Egipcios, no es posible plantear un tesis
convincente del panteón de los Dioses.

No obstante, la historia Espiritual de la humanidad es reciente, la compilación de los escritos


como testigos de su realidad, han obligado a los historiadores a armar el rompecabezas
desde sus orígenes hasta ofrecernos un panorama aceptable.

Si queremos empezar desde el Paleolítico Superior (35,000 a 10,000 años a de C.) nos
encontramos con una constante actitud, es decir, sin cambios substanciales en labrado de
piedras, pinturas y otros testigos fehacientes de sus existencias, pero la religiosidad de ellos
no es manifiesta claramente, no pretendo hurgar si los paleoantrópidos son faltos de
religiosidad o no; la historia paleantropobiológica de la humanidad exime cualquier
tratamiento religioso hasta el milenio X a de C.

Algunos escritores al tratar la historia de las religiones, hacen mención de la existencia de un


tratamiento divino con respecto al fuego por la forma en que adoraban este elemento.
Prefiero darle un carácter religioso al anunciamiento de los nombres de un Dios o Dioses
según sea el caso.

Yo veo más definición teológica al final de la época glaciar, ocurrido hacia el año 8,000 a de
C. es claro que después de una deglaciación la normalidad se logra muchos años
posteriores hasta que la forestación, los animales y los seres “humanos” se hayan asentado.
En el Mesolítico podemos sin lugar a dudas precisar un avance de los moradores en las
regiones de Asia Menor y regiones aledañas, hay constancias desde el 10,000 al 6,000 años
a de C. aproximadamente, el avance en la domesticación de los animales y la agricultura fue
enorme. Es cierto que algunos historiadores le acreditan formas de ritos a ciertos eventos
propios de la agricultura y el sacrificio de animales así como el fuego.
35
En el Neolítico, nueva edad de piedra, se define según el lugar, por ejemplo para algunos se
inicia en el Kurdistán hacia el año 7,000 a de C. en la fase alta de este período 5,000 a de C.
se desarrollaron complejos megalíticos que comprende tres tipos de construcciones: 1) el
menhir (del bajo bretón men = piedra, e hir = largo); 2) el cromlech (de crom = círculo, curva,
y lech = lugar), un conjunto de menhires dispuestos en círculo o en semicírculo, el más
impresionante es el de Stonehenge, cerca de Salisbury, y 3) el dolmen (dol = mesa, y men =
piedra).

Existe una interesante historia entre el Neolítico tardío y la edad de Hierro, ya vemos testigos
religiosos tales como un joven montado sobre un toro salvaje, cráneos pintados con
caracteres difíciles de descifrar pero que orientan a los historiadores como intentos de definir
el origen divino del hombre, probablemente Jericó sea la ciudad más antigua 6,850-6,770 a
de C y preludia a las ciudades del futuro, ahí se han encontrado sobre todo cerámicas con
pinturas que denotan un avance de punta en integración social, organización económica y
rituales. El toro salvaje era venerado como epifanía de la fecundidad masculina.

Es momento de entrar a la historia de las religiones de Mesopotamia.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos que en Mesopotamia la religión ha tenido muchos
vuelcos o transformaciones. Sin duda las referencias antes de los Acadios han sido hasta
hoy muy rala, citas esporádicas de algunas entidades divinas como las he referido en la
parte histórica de los Sumerios arriba citados.

Por lo anterior, la primera religión mejor estructurada es la que aparece hasta mediados del
tercer milenio antes de nuestra era (2,340 a. C.), con los Acadios que sometieron a muchos
grupos Sumerios comandados por el legendario Sargón. La cultura Babilónica es derivada
de estas mezclas antiguas, no obstante, conviene analizar por separado estas dos etnias,
porque tienen conceptos divinos diferentes.

La falta de testigos fehacientes de sus escrituras que son realmente tablillas de barro, y las
que hoy son conservadas, relatan pasajes de la creación que nos dan suficiente certeza de
sus orígenes.

El Enuma Elish
Tras la Epopeya de Gilgamesh, el Enuma Elish es la pieza literaria más conocida de la
antigua Mesopotamia. Se ignora quién fue el autor (o autores) de esta composición literaria.
Su nombre babilónico (Enuma Elish) es derivado de las primeras palabras del texto, "cuando
en lo alto", y ha sido rescatado por los historiadores y arqueólogos en oposición al antiguo
título de "mito de la creación", por el cual fue inadecuadamente designado en los primeros
años de la asiriología. No existe consenso en relación a la fecha de su publicación, aunque
una teoría plantea que este poema se hizo durante el reinado de Nabucodonosor I (1124-
1103 a. C.), cuando éste derrota a los elamitas y devuelve la estatua del dios Marduk a su
antigua morada. El texto del Enuma Elish está dividido en siete partes, con un total de
aproximadamente mil cien versos. El poema habla de la creación del mundo, de la creación
de los dioses y de la creación de los hombres, pero su tema principal es el ascenso de
Marduk sobre los otros dioses como soberano divino.
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El poema cuenta cómo, en el principio, Tiamat y Apsu, respectivamente los principios del
agua salada (mar) y del agua dulce mezclan sus aguas. Del interior de estos dos surgieron los
primeros dioses, entre ellos Lakhmu y Lakhamu, Anshar y Kishar, Anu y Nudimmud (Ea).
Estos dioses habían causado trastornos dentro de Tiamat y Apsu, de forma que Apsu, junto
de su mensajero Mummu, decidió destruirlos. Nudimmud, sabiendo de los planes de Mummu
y Apsu, los asesina, y con el corazón de Apsu hace nacer a Marduk, caracterizado como el
más perfecto y sabio de todos los dioses. En las partes siguientes, la generación de dioses
convence a Tiamat de castigar a la generación de dioses más viejos, en base a la ofensa de
Nudimmud. De esta forma Tiamat, rabiosa, crea un ejército de monstruos y dragones para
exterminar a los primeros dioses, sus hijos, y le entrega la tabla de los destinos (instrumento
con el cual se controla los rumbos del universo) a Kingu, general de sus tropas de monstruos.
Aterrados por los proyectos de Tiamat, los dioses de la primera generación deciden abdicar
de su autoridad en favor de Marduk, que se compromete a destituir a Kingu y derrotar a
Tiamat, probando así su coraje y fuerza. Marduk destruye a Tiamat y usa el cuerpo de ésta
para crear las partes del universo. Con el sacrificio de Kingu, son creados los hombres
(llamados en el poema de "cabezas negras"), trabajo de Nudimmud (Ea). Los otros dioses
revoltosos son destruidos por Marduk, elevado al nivel de soberano supremo entre las
divindades por sus proezas. Marduk también rescata la tabla de los destinos y recibe
cincuenta títulos especiales, haciéndose así el más poderoso de los dioses.

Enûma Elish
Contenido
Cada una de las tablillas contiene entre 115 y 170 líneas de caracteres cuneiforme datados
hacia el año 1200 a. C. El poema está constituido en versos de dos líneas, y la función del
segundo es enfatizar el primero mediante oposición, por ejemplo:
Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme.
Según este mito, antes de que el cielo y la tierra existiesen (literalmente, “tuviesen nombre”,
cf. I:1-2), la diosa del agua salada Tiamat y su esposo Apsu, el dios del agua dulce,
engendraron una familia de dioses, entre otros Laḫmu y Laḫamu, Ansar y Kisar (I:10-12).
Ansar y Kisar engendrarían a Anu (I:14); Anu, a su vez, engendraría a Ea, también conocido
como Nudimmud o Enki (I:16), el cual superaría a sus padres y no tendría rival entre los
dioses (I:20). Muchos de estos nuevos dioses, con sus gritos y sus danzas, comenzaron a
causar disgusto a los dos dioses primigéneos, pero especialmente a Apsu (I:21-28). Así pues,
Apsu planeó acabar con estos, y así se lo expuso a Tiamat. Su esposa se lamentó
amargamente por esta decisión: “¿Cómo vamos a destruir a quienes hemos engendrado?”
(I:29-46). Pero Apsu, animado por su hijo y asesor Mummu, decide llevar a cabo su funesto
plan (I:47-54).
Apsu Tiamat
Mummu Lahmu Lahamu Kisar Ansar Kaka Kingu
Ki Anu
Damkina Ea

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Marduk

La resolución de Apsu llegó a oídos de los dioses, quienes se llenaron de espanto (I:55-57).
Entonces Ea, mediante un encanto, hizo dormir a Apsu y lo mató (I:59-69), haciendo
prisionero al asesor Mummu. Luego, sobre el cadáver de Apsu fundó su propio palacio, que
se conocería con el mismo nombre de Apsu y allí descansó (I:71-77). En el palacio de
Apsu Ea y su esposa Damkina concibieron a Marduk, también conocido como Beʿl o Señor
(I:79-84). Marduk creció y se hizo fuerte, y su abuelo Anu, orgulloso de él, lo dotó de toda
perfección (I:86-107).
Pasado un tiempo, Tiamat, resentida por la muerte de su esposo e incitada por algunos de los
dioses, decidió tomar venganza por la muerte de su Apsu (I:108-125). Entonces preparó un
pequeño pero temible ejército para acabar con los dioses rebeldes: hizo once monstruos,
entre los que se citan una hidra, un dragón, un héroe peludo, un “gran día”, un perro salvaje,
un hombre-escorpión, un demonio feroz, un hombre-pez y un hombre-toro (I:126-146).
Además, tomó como esposo a su hijo Kingu y le encomendó la dirección del ejército,
entregándole las tablillas del destino, la autoridad sobre todos los dioses: lo que dijese Kingu
habría de cumplirse (I:147-162).
Cuando Ea tuvo conocimiento de los planes de Tiamat, se dirigió a su abuelo Ansar para
informarlo:
Padre mío, Tiamat, nuestra madre, ha concebido odio hacia nosotros:
ha levantado un ejército en su furia salvaje
y todos los dioses se han pasado a su lado,
incluso los que vosotros engendrasteis toman partido por ella (II:11-14)
Apesadumbrado, Ansar respondió a su nieto:
“Hijo mío, tú provocaste la guerra,
asume la responsabilidad de lo que hiciste solo:
tú expusiste y mataste a Apsu.
En cuanto a Tiamat, a quien tú enfureciste, ¿quién es semejante a ella? (II:53-56).
Anu pidió a Ea que fuese adonde Tiamat para tratar de aplacarla mediante alguno de sus
encantos, como había hecho con Apsu (II:77-78). Sin embargo, al acercarse a la diosa, Ea se
dio cuenta de que sus encantos eran totalmente inocuos para ella (II:80-82;85-86). Vuelto a la
presencia de su abuelo Ansar, Ea confesó su impotencia y le pidió que enviase a otro dios
contra ella. Sin embargo, se mostró seguro de que Tiamat, aunque fuerte, no era invencible,
pues “aunque el poder de una mujer sea muy grande, no iguala al de un hombre” (II:92).
Ansar envió entonces a su hijo Anu (II:96-102), pero Anu corrió la misma suerte que Ea, y
vuelto a Ansar pidió que enviase a otro dios contra la temible Tiamat (II:103-118).
Mientras Ansar estaba furioso por el fracaso de su hijo y su nieto, sin saber a quién enviar, Ea
fue a visitar a su hijo Marduk, y le dijo:
Marduk, hazme caso y escucha a tu padre:
tú eres mi hijo, en quien me complazco.
Preséntate reverentemente ante Ansar
y habla, y toma tu puesto y aplácalo (II:131-134).
Marduk, entendiendo perfectamente a qué se refería su padre y ansioso por asumir este
cometido, se presentó ante Ansar le dijo:

38
Yo iré y cumpliré tus deseos.
¿Qué varón se ha atrevido a mover guerra contra ti?
¿Y va Tiamat, una mujer, a atacarte con sus armas?
Padre, que nos concebiste, gózate y alégrate:
pronto pisotearás el cuello de Tiamat (II:142-148).
Ansar se alegró sobremanera ante el valor de su descendiente, y mandó reunir a los dioses
para exponerles el plan de Marduk (III:1-10). Para ello envió a su asesor Kaka a los
dioses Laḫmu y Laḫamu, quien narra lo sucedido: cómo Tiamat ha decidido hacer la guerra y
cómo Ea y Anu han sido incapaces de detenerla (III:67-124). Consternados ante esta
situación, “todos los dioses que decretan destinos” se reunieron en presencia de Ansar,
celebraron un banquete y nombraron a Marduk vengador suyo (III:125-138). “Lo sentaron en
el trono real: a la vista de sus padres, fue establecido como soberano” (IV:1-2). Para
demostrar su poder, Marduk hizo desaparecer y aparecer una constelación con su sola
palabra (IV:19-26), a la vista de lo cual los dioses se convencieron y aclamaron: “¡Marduk es
rey!” (IV:28).
Marduk se preparó para la batalla: se fabricó un arco (IV:35), se ciñó la espada y tomó su
garrote en la mano derecha (IV:36-37), obtuvo una red para recoger las entrañas de Tiamat
(IV:41) y se hizo con los cuatro vientos y otros elementos de la tormenta (IV:42-49).
Finalmente, preparó el carro para la batalla, tirado por cuatro caballos: destructor,
inmisericorde, pisoteador y raudo (IV:50-54). Y así se fue al encuentro de Tiamat.
Aunque al inicio perdió el valor al contemplar las fauces de la terrible diosa y los trucos de
Kingu (IV:65-70), pronto volvió en sí cuando Tiamat le lanzó su primer conjuro. Marduk arrojó
contra ella la tormenta-inundación, reprochándole la crueldad para con sus hijos y sus
acciones en pro de una guerra, y la retó, diciendo: “Cíñete tus armas, que tú y yo vamos a
tomar posiciones y luchar” (IV:77-86). Furiosa por estas palabras, la diosa se abalanzó contra
quien la retaba. Entonces Marduk la atrapó con su red y mandó contra ella los vientos, que
Tiamat, abriendo la boca, engulló. Pero estando ella así, con la boca abierta y su vientre
hinchado por los vientos, Marduk tiró contra ella una flecha que acertó en el vientre,
desgarrándolo y derramando sus entrañas (IV:89-104). Muerta Tiamat, su ejército se dispersó,
y Kingu fue hecho prisionero. Marduk le arrebató las tablillas del destino y las hizo suyas
(IV:119-122).
Volviendo al cadáver de Tiamat, Marduk aplastó la cabeza con su maza y le cortó las venas
(IV:128-132): la sangre, esparcida por el viento, llevó la noticia de la victoria a los demás
dioses, y “el Señor (Marduk) descansó, analizando el cadáver para ver cómo lo iba a
desmembrar de un modo adecuado” (IV:135). Ante todo, lo separó en dos partes como una
concha (IV:137), y puso una de las mitades en el cielo, como un techo que no dejara que se
escaparan las aguas que había encima (IV:138-140). Luego fijó las moradas de algunos de
los dioses en el cielo (IV:141-146). Estableció las estaciones creando las estrellas y las
constelaciones (V:1-11), los meses creando la luna (Nannar) e indicándole con precisión sus
ciclos (V:12-36); asimismo creó el sol, las nubes a partir de cierta espuma procedente de
Tiamat (V:47-49). Marduk creó también los vientos y las tormentas, pero se reservó para sí
mismo disponer de ellos su discreción (V:50-52). Al abrir a Tiamat, había agua salda (los
océanos), y de los ojos de la diosa muerta brotaron los ríos Tigris y Éufrates (V:54-55). Y así,
con el cuerpo inerte de Tiamat Marduk siguió formando las montañas, los ríos y el resto del
mundo (V:56-67). Terminado todo y habiendo establecido las leyes y decretos que regirían el

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ordenado funcionamiento del cielo y de la tierra, entregó las riendas de todo a su padre Ea
(V.67-68).
Los dioses homenajearon y rindieron pleitesía a Marduk (V:77-116), que pasó de ser uno de
los últimos dioses en ser engendrado a ser el Señor (Beʿl), como proclaron Lahmu y Lahamu:
“Antes Marduk era nuestro hijo querido, ahora es vuestro rey: obedeced su mandato” (V:109-
110). Al término de aquella celebración, Marduk anunció a la asamblea de los cielos que iba a
construir su palacio como lugar de su reposo, y que llamaría al palacio Babilonia, recibiendo la
aprobación de los demás dioses (V:119-158).
Marduk, entonces, comunicó a su padre Ea un nuevo plan:
Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura amable, 'hombre' se llamará.
Tendrá que estar al servicio de los demás, para que ellos vivan con cuidado.
Un dios habría de ser sacrificado para utilizar su sangre en la creación del hombre. Así,
Marduk, a sugerencia de Ea, reunió a los dioses y les preguntó: “Quién instigó el conflicto?
¿Quién hizo rebelde a Tiamat y puso en marcha la guerra? Que sea entregado quien instigó
el conflicto” (VI:23-25). Los dioses trajeron al antiguo consejero y esposo de Tiamat, Kingu,
ante Ea y allí le dieron muerte (VI:31-32), y “de su sangre él (Ea) creó al hombre” (VI:33). Y a
los hombres les fue asignado el servicio de los dioses para que ellos pudieran descansar
(VI:34-38).
Terminada la creación del hombre, los Annunaki (los dioses hijos de Anu) decidieron levantar
“un santuario de gran renombre” en honor a Marduk, un lugar para su reposo (VI:51). Marduk
los animó a realizar su proyecto: “Construid Babilonia (Babel), la tarea que os habéis
propuesto” (VI:57). Y los hijos de Anu hicieron ladrillos y construyeron la ciudad. La primera
obra fue la construcción del templo de Marduk: el santuario Esagila en la cima del
zigurat Etemenanki. Era una réplica del santuario celestial de Ea, el Apsu (VI:59-65). Luego,
cada dios se hizo su propio santuario.
Terminadas las obras, Marduk reunió a todos los dioses en un banquete en el Esagila y
proclamó: “Esta es Babilonia (Babel), vuestra morada asignada. ¡Complaceos aquí! ¡Sentaos
con alegría!” (VI:72-73). En este contexto, Marduk confirmó las leyes que había establecido y
se dividieron las tareas de los dioses. (VI:78-81). Anu tomó el arco de Marduk, con el que este
había vencido a Tiamat, y, tras ponderarlo con palabras elevadas, lo fijó en el cielo junto con
los otros elementos y lo hizo brillar (VI:82-91). Por último, los dioses entregaron a Marduk el
reinado supremo: Anu puso un trono elevado para que se sentase Marduk, los dioses se
comprometieron a obedecerle con juramento, y Ansar le dio el excelso nombre de Asaluhi
(VI:92-101). Los dioses comenzaron entonces una larga oración exaltando a Marduk y
recitando cada uno de sus cincuenta nombres (VI:121-VII:136). Por último, el mismo Ea, al
escuchar esta letanía de nombres gloriosos de su hijo, proclamó: “¡Que se llame, como yo,
Ea; que controle el conjunto de mis ritos; que administre todos mis decretos!” (VII:140.142).
El Enuma Elish termina con una exhortación a recordar siempre los cincuenta nombres de
Marduk y a no ser negligente para con él: “Un padre se los enseñará a su hijo, y han de ser
explicados a los pastores” (VII:147-148). Porque “si uno no es negligente para con Marduk, el
señor (Enlil) de los dioses, su campo florecerá y él mismo prosperará” (VII:149-150).

Interpretaciones

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El poema es visto como la historia de la eterna lucha entre el Orden y el Caos, puesto que
muestra el arquetipo del guerrero que lucha contra el Caos, pese a no conseguir derrotarle
nunca, por lo que la lucha es constante. Por ello, Marduk, dios de la luz y el orden, debe
vencer a Tiamat, quien representa a la oscuridad y el caos.
Tiamat es una diosa madre monstruosa e irracional, de naturaleza primitiva y vengativa,
terrenal, que representa al mundo sensitivo y corruptible, mientras que Marduk obtiene la
confianza de los dioses para instaurar el orden enfrentándose a ella, con el poder que le
otorga la palabra y la ley, representando al mundo inmaterial e inteligible, el camino deseado
por los dioses para crear el mundo civilizado.
Desde una perspectiva marxista sesgada, Erich Fromm considera Enûma Elish como la
expresión poética de la transformación de la sociedad desde el matriarcado al patriarcado,
más precisamente el cambio de paradigma de la fertilidad de la tierra como fuente de la vida y
la creación a la razón como fuente de la creación humana.

El Enuma Elish y el Génesis


"Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura amable, 'hombre' se llamará.
Tendrá que estar al servicio de los demás, para que ellos vivan con cuidado."
Por ser un poema cosmogónico y antropogónico, el Enuma Elish fue comparado varias veces
con libro del Génesis. Eso se debe a que la Biblia, en los primeros años de la asiriologia, tenía
una importancia exagerada por parte de los investigadores. De hecho, podemos establecer
ciertos paralelismos entre el libro del Génesis y el Enuma Elish, pues ambos son hijos de un
mismo universo cultural. Pero las diferencias entre los dos también son sustanciales.
Tanto en el Génesis como en el Enuma Elish el agua aparece como sustancia primordial
(Génesis 1:2). El caos original es descrito de forma semejante en ambos textos. Sin embargo,
mientras que en el Génesis solo hay un dios creador, en el Enuma Elish los dioses van siendo
creados de este caos primordial. Elohim (Dios), así como Mardek, se vale de la palabra en la
cosmogonía bíblica (Génesis 1:3). Elohim (Dios) crea el cielo, en el mismo orden que Marduk.
En ambos textos, el cielo es una bóveda en la cual reside el agua celeste. Elohim y Marduk
crean el Sol, la Luna y las estrellas en la misma secuencia (Génesis 1:16). Después son
creadas las plantas, del mismo modo en el Génesis y en el Enuma Elish (Génesis 1:12). El
Génesis trae el pasaje "Y dijo Dios: Hagamos el hombre a nuestra imagen", mientras el
Enuma Elish trae el pasaje "Yo crearé algo original cuyo nombre será hombre". En el Génesis,
el hombre y la mujer son creados para cultivar el paraíso; en el Enuma Elish, para estar a
servicio de los dioses. Al final de la creación, los dioses descansan, así como Elohim.
En el resto de la Biblia hebraica se puede percibir que los hebreos atribuían a Iahweh (Dios)
hechos concretos de Marduk. En Job 7, 12, por ejemplo, resuenan imágenes del mito
babilónico (¿”Soy yo el mar, o un monstruo marino, para que me pongas una guardia?”). El
tema del combate a un monstruo primordial, caracterizado como el "mar" o las "aguas", o aún
como un monstruo mitológico primordial (Leviatán), aparece en Job 3, 8; 9, 13; 26, 12; 40, 25;
en Salmos 65, 8; 74, 13-14; 77, 17; etc.

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La Trimurti de An, Enil y Enki, donde An es cielo, el Universo el Creador de todo. Enil es el
Dios de la atmósfera, llamado también el Gran Monte y Enki es el Dios de la Tierra, Dios de
los Cimientos, por otros el Dios del Agua. En las tablillas se cita a la Diosa Nammu,
relacionada con el Mar Primordial de la Creación. Nammu engendró a An el cielo y a Ki la
tierra. Aquí el misterio del Hieros Gamos. Siglos después se convierte An en Marduk en
Babilonia y Asur en Siria como Divinidades universales. Como podemos notar los cambios
obedecían a cierta primacía del rey gobernante.

En ciertos relatos al respecto se cita que An se elevó hacia lo alto de los Cielos y Enil se
llevó consigo a su madre la Tierra, esto para los investigadores es el origen de modelo que
sirvió a muchas religiones y cosmogonías relacionando las separación de los Cielos y la
Tierra.

El célebre poema cosmogónico babilonio Enuma elish (Nabucodonosor I (1124-1103 a. C.)


relata ingeniosamente cuatro creaciones; primero, que los primeros seres humanos brotaron
de la tierra, segundo, el hombre fue modelado de arcilla por ciertos seres Divinos, tercero,
que la Diosa Nammu le modeló el corazón y Enki le dio la vida y la cuarta es que el hombre
fue formado de la sangre de dos Dioses lamga inmolados a este fin.

Había una triada astral; Luna es Sin (deriva del sumerio suen), Sol es Shemesh y Venus
Ishtar o Inanna.

En Guilgamesh reposa la épica más elegante y hermosa de la Creación y la inmortalidad.


Nacido de la Diosa Ninsun y de un mortal. Derrota a Enkidu un semisalvaje un gigante que
violaba a las mujeres. Posteriormente se hacen compañeros de batallas, juntos derrotan a un
ser monstruoso y poderoso, Huwawa. Es el primer testigo en la historia respecto a la
inmortalidad teológica, excepto la Cosmogonía de Egipto.
Babilonia viene de; báb-ilani la puerta de los Dioses, donde ilu es literalmente Dios.

Los Acadios, en el entendido que no eran ni Sumerios ni Semitas. Pero hay constancias que
el Rey Sargón año 2340 a de C. que somete a varias regiones llamada Mesopotamia.
Respecto a la religión, el panteón divino parte de una primera pareja formada por Tiamat,
que es la forma femenina del agua salada y Apsu, el océano que rodea al mundo. Esta
pareja primaria dio origen a todos los seres, naciendo de ellos las deidades ahmu y Lahamu,
las cuales fueron dos serpientes monstruosas que muy pronto su papel religioso fue borrado.
Después venía la segunda pareja formada por Anshar y Kishar, que eran los representantes
de la totalidad del cielo y la tierra. De ellos surge la triada suprema:
1) Anu, el cielo
2) Enlil, la atmósfera
3) Ea, (Enki) el agua
Estas tres deidades son las que gobiernan todo lo creado.
Tambien fue aceptada una segunda triada, que estaba formada por:
1) Sin, el dios luna
2) Shamash, hijo de Sin. Que es el dios sol.
3) Ishtar, hija de Sin. Y es el planeta Venus, que es la versión semítica de la diosa sumeria
Inanna.

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Hay que considerar el sincretismo de los acadios, tomando dignidades sumerias y
amoldándoles según ellos deseaban.

En la época acadia, el politeísmo sumerio y el semítico van evolucionando hacia una


sistematización más elaborada y hacia una simplificación ya que unifican en algunas
divinidades el poder de dioses singulares. Esto es debido al “nacionalismo” al que tendían
políticamente. Se crea pues una especie de divinidad suprema, un dios supremo que tenía
más valor que los demás: Marduk, hijo de Ea.

Hammurabi (1,792-1,750 a. C.) eleva a Murduk a dios supremo, como dios de la sabiduría y
protector de los hombres. Así, queda desplazado Anu.

En la Enuma elish (poema de la creación), Enlil entrega a Marduk las tablillas de los
destinos, ya que habia vencido a la diosa serpiente Tiamat.

Zarpanit (Sarpanitu), la radiante, era la esposa de Marduk, y el hijo de ambos fue Nabu, el
dios de la escritura y como es lógico, también era protector de los escribas.

Como dioses secundarios estaban otras divinidades ya que había dioses de la naturaleza,
dioses de la guerra, dioses de la fertilidad, del ganado…

En las religiones sumeria y acadia existían también una gran cantidad de demonios y de
espíritus. Entidades benéficas y maléficas que acompañaban al hombre durante toda su vida
y le castigaban o premiaban.

Entre las aportaciones de nuevos dioses acadios están:

Ninurta, que es el dios de las crecidas. Este dios también fue considerado dios de la guerra y
también de la caza.

Gula, esposa de Ninurta, ella era la gran curandera.

Adad, era el dios del tiempo meteorológico y precisamente este dios fue el encargado de que
un diluvio inundara la tierra.

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Ea (casa del agua). Dios del agua dulce y también del Océano en cuyas oscuras
profundidades vivía Apsu.

Abu, era el dios protector de la vegetación y este dios fue en época neosumeria, el dios
personal del rey Gudea de Lagash.
Debajo de los dominios abismales de Apsu, estaba el lugar del que no se podía volver a
salir, era también el lugar eterno destinado a todos los hombres.

Realmente los mitos acadios son más prosaicos y extensos que los sumerios; sus
narraciones contienen grandes recursos literarios; tienen mayor longitud; pierden variedad
conceptual y además tienden hacia la abstracción y la jerarquización; y además son
reelaboraciones de mitos preexistentes a su ámbito cultural.

Por el contenido temático según Birger, forman siete bloques:


a) Mitos sobre la Creación y los orígenes. Narran todo lo referente a la creación del mundo y
de los dioses Lamga, la teogonía babilónica de la ciudad de Dunnu, también la cosmogonía
de los sacerdotes kalu, la cosmogonía caldea.

b) Mitos de lucha y victoria, los del pájaro Zu, la victoria de Marduk sobre Tiamat, Gilgamesh,
Ishtar y el Toro Celeste.

c) Mitos de destrucción y salvación. Los del diluvio universal, el de Atrahasis y el del poema
de Erra.

d) Mitos sobre el Más Allá, como el de Jergal y Ereshkigal, el descenso de Ishtar a los
infiernos….

e) Mitos de la ascensión, el de Etana y Adapa.

f) Mitos de exhaltación divina y humana, como el de la exaltación de Ishtar, el poema de


Saltu y Agushaya, el Himno de marduk, el nacimiento de Marduk, los cincuenta nombres de
Marduk, plegaria a Gilgamesh y el nacimiento de Sargón de Agadé.

Realmente no son muy numerosos los mitos con seres fantásticos. Como ejemplo de los de
este tipo están los de Enlil y el dragón Labbu y el de los siete utukku o demonios malignos.

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Parece que esta religión en su origen empezó con la adoración a fenómenos naturales, pero
posteriormente se adoptó la forma humana como medio de representar a sus dioses.
Gradualmente los dioses "empezaron a entrar" en los templos que en su honor les
construyeron en todas las ciudades. A menudo estas casas estaban en zigurats (inmensos
montículos artificiales de barro secados al sol). Según la épica babilónica de la creación, el
"Enuma elish" (Cuando en lo alto), los hombres solo fueron creados para aliviar a los dioses
de la carga del trabajo.

Dentro de este divino panteón, fruto de siglos de evolución, el dios An o Anu, ocupa un lugar
privilegiado. Su ideograma, forma una estrella de ocho puntas, representación del cielo que,
con el tiempo, evolucionará como designación del resto de dioses.

Sin embargo, en el periodo en que la población de Mesopotamia se concentró en las


ciudades, Enlil, dios de la ciudad de Nippur, se convirtió en la deidad más importante.

Inanna, en algunos mitos era hija de An, el dios de los cielos, y en otros era Enlil, dios del aire.
En todas las ciudades de la antigua Sumer se erigieron templos consagrados a su culto y al
de su esposo, Dumuzi.

El rey de cada ciudad acostumbraba a personificar a Dumuzi, y la suma sacerdotisa a Inanna,


en una ceremonia anual de matrimonio, en la que se intentaba garantizar la prosperidad,
salud y concordia.

El mito del descenso de Inanna a la tierra de los muertos es fascinante. Cuenta que de pronto
Inanna, quiso visitar "la tierra del no retorno"-kur-nu-gi-a-, un sitio seco y polvoriento situado
debajo de Apsu, las aguas dulces subterráneas.

Inanna, se vistió con sus mejores galas, y dejó a su doncella en la puerta, con la orden de que
la rescatara si era retenida. Los guardianes de las puertas, le dijeron que sólo podía pasar si
se quitaba una prenda u adorno en cada uno de los siete portales que encontraría. Y así lo
hizo, llegó completamente desnuda ante el trono de Ereshkigal, su hermana y reina de los
muertos.

Toda puesta y segura de si misma, y sin amilanarse delante de los siete jueces de los
muertos, apartó a su hermana del trono y lo ocupó. Pero los jueces, no lo consintieron, y en
su severidad, la rechazaron por usurpación, y la condenaron a muerte. La colgaron de un
gancho, como un trozo de carne podrida, y así se puso, verde de putrefacción.

Su doncella, que recibía el nombre de Ninshubur, después de tres días y noches de espera,
empezó a preocuparse, y su preocupación se tornó en desesperación, hasta que sus
lamentos fueron tan profundos, que conmovieron a los dioses. Hasta el mismo Enlil, se apenó
cuando la doncella se lamentó de que Inanna, era demasiado preciosa para ser tratada cual

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vulgar mortal. Pero no podían hacer nada, los infiernos se encontraban en el margen de sus
dominios.

Ninshubur, en su desesperación, se trasladó a los dominios del dios del agua, Enki, que se
ofreció a ayudar.

Creó dos seres asexuados, a los cuales no se les podía vetar la entrada en la tierra de la
infertilidad y la muerte, también se les dio instrucciones de como congraciarse con Ereshkigal
para poder revivir a Inanna. Antes de partir, Enki, les proporcionó agua, y la hierba de la vida
para llevar a cabo este acto.

En contra de su voluntad, Ereshkigal, fué convencida de entregar a esas criaturas el cadáver


podrido de Inanna, y obligada a presenciar su resurrección. Pero los siete jueces de los
muertos, volvieron a intervenir y sólo le permitieron abandonar los infiernos si Inanna,
encontraba un sustituto que ocupara su sitio.

Así que la diosa, regresa al mundo de los vivos, la primera persona que se cruza en su
camino, es Ninshubur, su doncella, pero Inanna, no permitió que se convirtiera en su sustituta,
también se cruzó con más personas durante su viaje a su hogar, pero tampoco quiso eso para
ellas.

Cuando llegó a Uruk, su hogar, se encontró a su marido Dumuzi, y ultrajada por este, lo
nombró su sustituto en los infiernos.

Según algunos textos, tiempo después, Inanna, se arrepintió del sino de Dumuzi y decidió
mitigarlo, y permitió que su hermana Geshtinanna, compartiera con Dumuzi periodos de seis
meses en esa tierra sin retorno.

No es un mito de fácil interpretación, ya que sólo persisten unos pocos fragmentos.


Geshtinanna, era la diosa del vino, y Dumuzi estaba a cargo de la elaboración de la cerveza
además de ocuparse de la cría de ganado.

Es posible que la desaparición alterna de Gerhtinanna y Dumuzi, aluda al ciclo de la


elaboración del vino y la cerveza, o bien para algunos los solsticios y los equinoccios.

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En mitologías posteriores Inanna, aparecerá bajo las formas de Isthar y Astarté.

Ya que hemos hablado de Enki, el único dios que se ofreció a ayudar para salvar a Innna,
vamos a seguir con él.
Enki, estaba considerado como el más inteligente de todos los dioses, y sus astucias se

repiten en los mitos.

Enki dirigía los grandes ríos Eúfrates y Tigris, y tenía como ayudante en la organización de
canales al dios Enbilulu. Su residencia terrenal se encontraba en la ciudad de Eridú, con la

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que estaba relacionado. Su compañera era Ninhursag, diosa de la tierra relacionada con las
lindes pedregosas del desierto y los nacimientos.

Según el mito sumerio del paraíso, convivían en la isla de Dilmun (actual Bahrayn, Golfo
Pérsico). Al principio, vivieron felices y tuvieron varios hijos, hasta que los hij@s crecieron y
Enki, sintiendo deseo sexual por una de sus hijas, empezó a perseguirla.

En cuanto Ninhursag se enteró, fue a buscar a Uttu, diosa araña de la sabiduría, a la que Enki
había poseído y desechado tiempo atrás, y cogió el semen de su marido del cuerpo de la
diosa, lo sembró y de él surgieron ocho plantas que Enki comió. Entonces Ninhursag lo
maldijo, y el dios enfermó, y un mal atacó a ocho partes de su cuerpo. El resto de los dioses,
aunque apenados no podían hacer nada para salvarlo, pero un zorro, convenció a Ninhursag
que cediese y lo salvara, así que al final cedió, y lo metió en su útero hasta que renació.

Ahora un poco sobre el mito de Dilmun.

El mito del paraíso narra una serie de acontecimientos que sucedieron en Dilmun (país casi
mítico).

En este mito se habla de que hubo un tiempo en el que el dios Enki y su esposa llamada la
virgen pura, Nin-Gur-Sag formaban una única pareja que vivían en una especie de paraíso
donde todavía no existía la vida en un principio y ellos estaban adormecidos. Por eso se
observan pasajes como;

En Dilmun, ningún cuervo grazna,


El pájaro no lanza su grito de pájaro,
El león no mata,
El lobo no se lleva al cordero,
El perro salvaje, devorador de los corderos no está…
Etc

Después, Enki va creando cosas, las aguas vivificantes, el sol…


Y en presencia de su esposa, el dios fertiliza con su simiente las tierras pantanosas
uniéndose después con ella en el momento del alumbramiento.

La primera de las hijas de la pareja fue la diosa Nin-mu, con la cual Enki tendrá luego otra
hija, la diosa Nin-kur-ra, con la cual, a su vez tendrá otra hija, llamada Uttu.

Pero Nin-Gur-Saq, aconseja a Uttu que no aceptara las proposiciones del dios, para evitar un
nuevo nacimiento. Por eso la diosa aconseja a Uttu que rehuse las proposiciones de Enki
hasta recibir regalos de boda. La diosa Nin-Gur-Saq consigue finalmente la simiente de Enki

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para crear ocho plantas diferentes que comienzan a crecer en el pantano. Enki se acerca a
ellas y se las come, es entonces cuando Nin-Gur-Sag maldice a Enki y desaparece.

Al producirse esa desaparición sume en una consternación a la asamblea de los Anun-naki


(los dioses). Es entonces cuando el zorro ofrece al dios traerle nuevamente a la diosa si se le
da una recompensa
Y Enki le dice:
Si traes a Nin-hur-sag ante mí,
A mi ciudad (Nippur), yo plantaré para ti árboles y campos,
Y se dirá allí tu nombre con elogio

EL ORIGEN DEL HOMBRE

Hay cuatro relatos que explican el origen del hombre:


a) Que brotaron de la tierra como las plantas.
b) Que fue modelado de arcilla por ciertos obreros Divinos; luego la Diosa Nammu le
modeló el corazón y Enki le dio la vida.
c) Atribuyen a la Diosa Aruru como creadora de los seres humanos y
d) Fue formado de la sangre de dos dioses lamga inmolados para este fin.

EL DILUVIO

En las leyendas del diluvio era equivalente al fin del mundo donde únicamente se salvó un
hombre: Zisudra entre los Sumerios, Utnapishtim entre los Acadios. La existencia fiel y
completa es la Epopeya de Guilgamesh , todos ellos fundados en los pecados de los hombres
y en el envejecimiento del mundo, este último como fin de un ciclo. Guilgamesh representa al
primero que busca la inmortalidad del hombre. Cuenta la epopeya que la mujer de él llamada
Utnapishtim le revela el secreto de los Dioses: el lugar donde se encuentra la planta que
restituye la juventud. Guilgamesh desciende al fondo del mar, la corta, pero a varios días de
regreso ve un manantial y toma un baño, y una serpiente guiada por el olor de la planta sale
del agua y la devora. De este pasaje Moisés toma el mito de la serpiente del Edén en el
capítulo dos.

El poema cosmogónico Enuma Elish (cuando en lo alto) y la Epopeya de Guilgamesh son las
mas importantes de la religión Acádica.
El año nuevo en Sumeria denominada zagmuk (comienzo del año) y en Acadia akitu se
celebraba en el mes de nisán, posteriormente los Hebreos lo adoptaron.

Caldea
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Caldea es el nombre con que se conoció en la Antigüedad la región situada en la
media Mesopotamia, al establecerse en ella los caldeos. Posteriormente esta denominación
se extendió a toda la región de Babilonia, pero solo debe llamarse Caldea a la zona extrema
sudoriental de la parte meridional de la cuenca del Éufrates y el Tigris, próximo a los desiertos
de Arabia. El término 'caldea' proviene del latín Chaldaeus, y este a su vez del griego
antiguo Χαλδαῖος, y este, finalmente, del acadio kaldû.

Origen
Los caldeos fueron una tribu semítica de origen desconocido que se asentó
en Mesopotamia meridional en la parte anterior del I milenio a. C.. Por su lengua, se asume,
que están relacionados con los arameos, aunque se asentaron más al sur que los arameos,
quienes se habían asentado en Mesopotamia superior, y Siria. No obstante, los caldeos
"propiamente dichos" eran los sumir o turaníes que se impusieron a los otros dos elementos
de la población que eran los siguientes:

• Casitas
• Acadios
Los autores romanos llamaron caldeos a los astrólogos y a los matemáticos de Babilonia. En
épocas modernas, los católicos de Mesopotamia son llamados caldeos.

Hegemonía
Las causas de la hegemonía caldea son varias:

Formación
La historia de Caldea solo empieza, en realidad, desde que todas esas tribus y ciudades se
unieron formando el estado de Caldea y Babilonia con el nombre del primer Imperio caldeo o
caldeo-babilónico, cuyos reyes residían alternativamente en cada una de las cuatro ciudades
citadas y desde ese momento la historia de Caldea es la historia de Babilonia.

Imperio caldeo o neobabilónico

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Extensión del Imperio neobabilónico.
Durante el período de la dominación asiria de Babilonia, los caldeos presentaron una
resistencia fuerte al reino asirio. Cuando Babilonia finalmente restableció su independencia,
se encontraba bajo una dinastía caldea. Después de la caída de Babilonia por los persas, los
caldeos desaparecen como una tribu separada. Los reyes de la dinastía caldea fueron:

• Nabopolasar: 626 a. C.-605 a. C.


• Nabucodonosor II: 605 a. C.-562 a. C.
• Evilmerodac: 562 a. C.-560 a. C.
• Neriglisar: 560 a. C.-556 a. C.
• Labashi-Marduk: 556 a. C.
• Nabonido: 556 a. C.-539 a. C.
• Belsasar:(Hijo de Nabonido, asumía el mando cuando su padre estaba
ausente) 539 a. C.

Religión
Los principios religiosos de los sabios caldeos que hubieron de informar las creencias de la
cultura caldeo-asiria se impregnaron del fundamento astrológico en aquella religión por lo
siguiente:

• Los sabios sacerdotes caldeos decían que cierto día el dios Uanna salió del Mar
Erytreo, bajo la forma de hombre, con cola de pez y les enseñó astronomía.
• Según Diodoro Sículo durante mucho tiempo nadie conoció mejor que los caldeos
lo siguiente:
o la influencia de ciertos fenómenos;
o la ciencia del porvenir;
• Lo más esencial de su doctrina era lo siguiente:
o los movimientos de los cinco planetas que llamaban intérpretes;
o el más importante de estos cinco planetas era Helios, el Sol;
o sabían observar la salida y ocaso de los astros y su color, deduciendo de
su observación.
También había otros tipos de dioses como: Anat, diosa de la fertilidad y la guerra; Anshar,
padre del cielo; Anu, el dios del cielo más elevado; Antu, diosa creadora; Apsu, el gobernante
de los dioses y de los océanos subterráneos; Assur, dios nacional de los asirios; Atrahasis,
protagonista del poema épico del mismo nombre**; Baal, deidad superior a todas las demás y
principal dios de los Caldeo-Asirios; Damkina, diosa de la madre tierra; Dumuzi, dios de la
vegetación; Ea, dios de la sabiduría; Emesh, dios de la vegetación; Enbilulu, dios a cargo del
Éufrates y el Tigris; Enmesarraa, dios de las leyes; Endursaga, dios heráldico sumerio;
Enkimdu, dios de los ríos y canales; Enlil, dios del clima y las tormentas; Enten, dios
agricultor; Enurta, dios de la guerra; Ereshkigal, diosa del inframundo; Erra, dios de la guerra,
disturbios y revueltas; Gilgamesh, héroe de la gran epopeya de Gilgamesh posterior al diluvio;
Geshtu-E, dios menor de la inteligencia; Gugalanna, consorte de Ereshkigal; Gula, diosa de la
sanación; Hadad, dios del clima; Huwawa, guardián del bosque de cedros de los corazones;

51
Inanna, diosa del amor y la guerra, protectora de Uruk; Ishtar, diosa del amor; Isimud, dios
mensajero; Iskur, dios de las tormentas y las lluvias; Kabta, dios responsable de los picos,
palas y moldes de ladrillos; Kingu, marido de Tiamat; Kishar, padre de la tierra; Lahar, diosa
del ganado; Marduk, dios nacional de los babilonios; Mummu, dios de las neblinas;
Mushdamma, dios puesto a cargo de los edificios y las casas; Mušhuššu, animal mitológico;
Nabu, dios de las artes de escribir; Namtar, dios sirviente en el inframundo; Nannar, dios de la
luna; Nanse, diosa de la justicia; Nergal, dios del inframundo; Nidaba, diosa de la fertilidad y la
escritura; Ninazu, dios secundario del inframundo; Ningal, diosa de las cañas; Ningikuga,
diosa de la cañas; Ninhursag, diosa de la madre tierra; Ninkasi, diosa de la elaboración de
alcohol; Ninkurra, diosa madre menor; Ninlil, diosa del aire; Ninmah, diosa creadora; Ninsar,
diosa de las plantas; Ninsikil, diosa patrona del paraíso mítico de Dilmun; Ninsubur, diosa o
dios mensajero; Ninsuna, diosa de las vacas; Nintu, deidad madre; Ninurta, dios de Nippur;
Nunbarsegunu, diosa madre; Nusku, dios de la luz y el fuego; Oannes, personaje mitad
hombre mitad pez; Pasittu, demonio que arrebata bebés; Shamash, dios del sol y de la
justicia; Sin, dios de la luna (otro nombre de Nannar); Tasmetu, diosa consorte de Nabu;
Tiamat, diosa dragón; Tishpak, dios de Eshnunna; Uras, diosa ctónica (véase ctónico);
Utnapishtim, protagonista del diluvio; Utu, dios del sol; Uttu, diosa de los tejidos y la ropa;
Utukki, demonios del inframundo; Zarpanitu, diosa del nacimiento; y Ziusudra, protagonista del
diluvio.

Los magos caldeos


Los magos caldeos que practicaban las ciencias ocultas tenían dos tipos de magia que eran
las siguientes:

• La Magia blanca, que formaba parte del culto, para la cual se comunicaban los
magos con los espíritus superiores.
• La Magia negra, condenada por la religión, hecha por los hechiceros que
explotaban las malas pasiones.

Talismanes
Las gentes piadosas para precaver la mala influencia de los hechizos y espíritus malignos,
usaban talismanes que era una venda de tela con fórmulas escritas que se fijaban en lo
siguiente: ropas, muebles y figurillas de las divinidades que se llevaban suspendidas en cuello
y cilindros de piedra dura.

Zoroastro

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Zoroastro (en griego: Ζωροάστρης, Zōroastrēs) o Zarathustra (en avéstico: Zarathuštra),
castellanizado Zaratustra, o también Zarathushtra Spitama o Ashu Zarathushtra (en persa
moderno: ‫زرتشت‬, Zartosht), fue un antiguo profeta (o líder espiritual) iraní que fundó lo que
ahora se conoce como zoroastrismo. Sus enseñanzas desafiaron las tradiciones existentes de
la religión indoirania e inauguraron un movimiento que finalmente se convirtió en la religión
dominante en la antigua Persia. Era hablante nativo del avéstico antiguo y vivió en la región
oriental de la meseta iraní, pero su lugar de nacimiento exacto es incierto.
No hay consenso académico sobre cuándo vivió. Algunos académicos, utilizando evidencia
lingüística y sociocultural, sugieren una fecha en algún lugar del segundo milenio a. C. Otros
académicos lo sitúan en los siglos VII y VI a. C. como casi contemporáneo de Ciro el
Grande y Darío I, mientras que algunos han especulado sobre fechas que se remontan
incluso al sexto milenio a. C. El zoroastrismo finalmente se convirtió en la religión oficial de la
antigua Persia y sus subdivisiones distantes desde el siglo VI a. C. hasta el siglo VII d. C. A
Zoroastro se le atribuye la autoría de los Gathas, así como del Yasna Haptanghaiti, himnos
compuestos en su dialecto nativo, el avéstico antiguo, y que constituyen el núcleo del
pensamiento zoroástrico. La mayor parte de su vida se conoce por estos textos.1Bajo ningún
estándar moderno de historiografía, evidencia alguna puede ubicarlo en un período fijo y la
historización que lo rodea puede ser parte de una tendencia anterior al siglo X d. C. que
historiza leyendas y mitos.

Nombre y etimología
El nombre de Zoroastro en su lengua materna, el avéstico, era probablemente Zaraϑuštra. El
nombre de "Zoroastro" deriva de una transcripción griega posterior (siglo V a. C.)

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Zōroastrēs (Ζωροάστρης), como aparece en la Lidíaca de Janto (Fragmento 32) y en
el Primer Alcibíades de Platón (122a1). Esta forma aparece posteriormente en el
latín Zōroastrēs y, en ortografías griegas posteriores, como Ζωροάστρις (Zōroastris). La forma
griega del nombre parece basarse en una transliteración fonética o sustitución semántica del
avéstico zaraϑ- con el griego ζωρός (zōros; literalmente "sin diluir") y del avéstico -uštra con
ἄστρον (astron; "estrella").
En avéstico, se acepta en general que Zaraϑuštra deriva del iranio antiguo *Zaratuštra-. Se
cree que el elemento de la mitad del nombre (-uštra-) es la raíz indoirania de "camello", de
forma que el nombre completo significaría "el que puede manejar camellos".
Reconstrucciones de lenguas iranias posteriores— particularmente de Zardusht en persa
medio (300 a. C.), que es la forma que tomó el nombre en los textos zoroástricos de los siglos
IX al XII, lo que sugieren que *Zaratuštra- podría ser una forma de grado cero de *Zarantuštra
Dependiendo pues de si Zaraϑuštra deriva de *Zarantuštra- o de *Zaratuštra-, se han
propuesto varias interpretaciones.15
Si Zarantuštra es la forma original, puede significar

• "con camellos viejos/que envejecen", relacionado con el avéstico zarant- (comparar


con el pastún zōṛ y el osetio zœrond, "viejo"; persa medio zāl, "viejo")

• "con camellos enojados/furiosos": del avéstico *zarant-, "enojado, furioso".


• "quién conduce camellos" o "quién cría/ama a los camellos": relacionado con el
avéstico zarš-, "arrastrar".
• Mayrhofer (1977) propuso una etimología de "quien quiere camellos" o "anhelo de
camellos" y se relaciona con el sánscrito védico har-, "gustar", y quizás (aunque
ambiguo) también con el avéstico zara -.
• "con camellos amarillos": paralelo a al avéstico temprano zairi-.

Orígenes
Hay discrepancias sobre el lugar de nacimiento de Zoroastro. Según algunas corrientes nació
en Rayy (cerca de Teherán, en Irán), según otras en Afganistán o Kazajistán. Otras fuentes
argumentan que Zaratustra es más bien un título dado a una serie de maestros (hasta cuatro),
más que el nombre de uno concreto de ellos, y que el hombre al que solemos referirnos como
Zoroastro habría sido el último de la serie. Mediante cálculos indirectos sobre vagas
referencias a otros personajes coetáneos o posteriores, se estima que nació entre el principio
del primer milenio y el siglo VI a. C.
Podría haber sido contemporáneo de Ciro el Grande (575-530 a.c) y de Darío I (549-486 a.c).
En general se considera que vivió entre el 1300 a.C. y el 1000 a.C.
De cualquier manera, Zoroastro llegó hasta el rey Guhtasp, que gobernaba una tribu situada
posiblemente en Balkh (al noroeste de Kabul), en Afganistán. Zoroastro convenció al rey y a
su tribu de sus creencias. De esta manera llegó a religión oficial una de las primeras
religiones monoteístas —aunque en un marco dualista— de la historia,
denominada mazdeísmo (o zoroastrismo). El nombre de mazdeísmo procede del nombre de
la deidad Ahura Mazda, que está enfrentado a un ente maligno que recibe el nombre

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de Angra Mainyu o Ahrimán, hermano gemelo de Ahura Mazda. El conflicto entre el Bien y el
Mal marca la vida de los hombres.
Como base escrita del mazdeísmo, Zoroastro dejó una obra, el Avesta, redactado en avéstico.
Fue transmitido durante mucho tiempo de manera oral. En tiempos del Imperio sasánida se
recopilaron los textos que pasaron al Avesta. Los más importantes son los cánticos sagrados,
llamados gathas. Es posible que date de tiempos de los sasánidas, entre el siglo IV y VI d. C.,
aunque recogen una tradición oral mucho más antigua.
Durante su vida, Zoroastro se mostró fuertemente en contra de las religiones politeístas
presentes en la zona del valle del Indo, la meseta oriental del Gran Irán y las márgenes y
oasis del río Oxus. Si bien logró algunos éxitos, no fue hasta después de su muerte cuando
el mazdeísmo alcanzó una gran expansión en buena parte de Asia Occidental y Central,
convirtiéndose en religión oficial de los aqueménidas, partos y de los sasánidas hasta bien
entrada la Alta Edad Media. La expansión del islam erradicó casi por completo el mazdeísmo,
que pervivió de manera meramente testimonial en algunas comunidades ocultas de Persia, en
la isla de Ormuz (en el golfo Pérsico), y en la región de Bombay (en India). La religión todavía
es practicada por unos 60 000 seguidores de Zarathustra en India y otros países, llamados
«parsis».

Vida

Pintura de los eventos de la vida de Zoroastro.


Zoroastro nació en el noreste de Irán o en el suroeste de Afganistán. Nació en una cultura con
una religión politeísta, que al parecer incluía un excesivo sacrificio de animales y el uso ritual
excesivo de sustancias alucinógenas (especialmente la Haoma), y su vida se vio fuertemente
definida por el asentamiento de su pueblo y por las constantes amenazas de asaltos y
conflictos. El nacimiento y la vida temprana de Zoroastro están poco documentados, pero se

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especula mucho sobre ellos en textos posteriores. Lo que se conoce está registrado en
los Gathas, que constituyen el núcleo del Avesta, y que contienen himnos que se cree fueron
compuestos por el mismo Zoroastro, y quien se refiere a sí mismo como un poeta-sacerdote y
maestro espiritual.
Zoroastro es descrito como hijo de Pourušaspa de la familia de los Spitamanos o Spitamidas
(en avéstico spit significa "brillante" o "blanco"; algunos argumentan que Spitama era un
progenitor remoto), y de Dugdōw, y mientras que su bisabuelo habría sido Haēčataspa.
Todos estos nombres parecen apropiados a una tradición nómada. El nombre de su padre
significa "poseedor de caballos grises" (con la palabra aspa que significa caballo), mientras
que el de su madre significa "ordeñadora". Según la tradición, tenía cuatro hermanos, dos
mayores y dos menores, cuyos nombres aparecen por escrito en una obra literaria pahlavi
mucho más tardía. Según algunas tradiciones, su padre Pourušaspa tomó un trozo de la
planta Haoma y lo mezcló con leche. Le dio a su esposa Dugdōw la mitad de la mezcla y se
tomó él la otra. Luego concibieron a Zoroastro a quien se le infundió el espíritu de la planta.
Su preparación para el sacerdocio probablemente comenzó muy temprano, alrededor de los
siete años de edad. Se convirtió en sacerdote probablemente alrededor de los quince años, y
según los Gathas, adquirió conocimientos de otros maestros y experiencia personal al viajar
cuando dejó a sus padres a los veinte años. A la edad de treinta años, experimentó una
revelación durante un festival de primavera; en la orilla del río Daiti, a donde se dirigió a sacar
agua para una ceremonia de Haoma, vio a un Ser brillante, que se reveló a sí mismo
como Vohu Manah (Buen Propósito) y quien le enseñó acerca de Ahura Mazda (en persa:
‫اهورامزدا‬, Señor Sabio) y otras cinco figuras radiantes, los Amesha Spenta, lo que finalizó su
visión. Esta visión transformó radicalmente su perspectiva del mundo, y trató de enseñar esta
perspectiva a otros.
Zoroastro creía en una deidad creadora suprema (Ahura Mazda) y reconocía
las emanaciones de este creador (Amesha Spenta) y otras divinidades a las que
llamó Ahuras (Yazata). También se hizo consciente de la existencia de dos Espíritus
primarios, Spenta Mainyu (Espíritu Santo) y Angra Mainyu (Espíritu Destructivo), con
conceptos opuestos de Asha (orden) y Druj (engaño). Algunas de las deidades de la antigua
religión, los Daevas (Devas en sánscrito), parecían deleitarse con la guerra y los conflictos y
Zoroastro los describió en consecuencia como malvados trabajadores de Angra Mainyu.
Decidió, entonces, pasar su vida enseñando a la gente a buscar el Asha. Recibió más
revelaciones y tuvo una visión de las Amesha Spenta, y sus enseñanzas fueron recopiladas
en los Gathas y el Avesta.
Discípulos de Zoroastro centrados en Nínive.
Zoroastro rechazó a muchos de los dioses de los iranios de la Edad del Bronce y su opresiva
estructura de clases en castas, en la que los Karvis y Karapans (príncipes y sacerdotes)
controlaban a la gente del común. También se opuso a los sacrificios de animales y al uso
excesivo de la planta alucinógena Haoma (posiblemente una especie de efedra), si bien no
condenó por completo ninguna de las dos prácticas en tanto se practicaran en formas
moderadas. Sus ideas no se aceptaron rápidamente; originalmente solo tuvo un converso: su
primo Maidhyoimanha. Las autoridades religiosas locales se opusieron a sus ideas,
considerando que su fe, poder y particularmente sus rituales se veían amenazados por las
enseñanzas de Zoroastro en contra de la ritualización mala y excesivamente complicada de
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las ceremonias religiosas. A muchos no les gustó cómo Zoroastro degradó a los Daevas a
seres malévolos que no eran dignos de adoración.
Tras doce años de escaso éxito, Zoroastro abandonó su casa. En el país del rey Vishtaspa
(posiblemente Bactria según el Shahnamé), el rey y su reina Hutaosa escucharon a Zoroastro
debatir con los líderes religiosos de estas tierras y decidieron aceptar las ideas de Zoroastro
como la religión oficial de su reino después de que Zoroastro se probara a sí mismo curando
el caballo favorito del rey. Las enseñanzas de Zoroastro sobre el juicio individual, el cielo y
el infierno, la resurrección del cuerpo, el juicio final y la vida eterna para el alma y el cuerpo
reunidos, entre otras cosas, se convirtieron en préstamos de las religiones abrahámicas, pero
perdieron el contexto de la enseñanza original.
Según la tradición, vivió durante muchos años después de la conversión de Vishtaspa, logró
establecer una comunidad de fieles y se casó tres veces. Sus dos primeras esposas le dieron
tres hijos, Isat Vâstra, Urvatat Nara y Hvare Chithra, y tres hijas, Freni, Thriti y Pouruchista. Su
tercera esposa, Hvōvi, no tuvo hijos. Estos nombres son tomados de varios textos. Zoroastro
murió a la edad de 77 años y 40 días. Las fuentes pahlaví posteriores como el Shahnamé, en
cambio, afirman que un oscuro conflicto con el pueblo Tuiryas llevó a su muerte, asesinado
por un karapan (un sacerdote de la antigua religión) llamado Brādrēs.
Se sabe muy poco del tiempo entre Zoroastro y el período aqueménida, excepto que el
zoroastrismo se extendió al oeste de Irán y otras regiones. En el momento de la fundación del
Imperio aqueménida, se cree que el zoroastrismo era ya una religión bien establecida.
El ciprés de Kashmar
El ciprés de Kashmar es un ciprés mítico de belleza legendaria y gigantescas dimensiones.
Se dice que nació de una rama traída por Zoroastro del Paraíso y que se encontraba en el
actual Kashmar en el nororiente de Irán y que fue plantado por Zoroastro en honor a la
conversión del rey Vishtaspa al zoroastrismo. Según el físico e historiador iraní Zakariya al-
Qazwini, el rey Vishtaspa había sido un patrón de Zoroastro, quien plantó el árbol
personalmente. En su ʿAjā'ib al-makhlūqāt wa gharā'ib al-mawjūdāt, al-Qazwini describe
además cómo el califa abasí Al-Mutawákkil en 247 d. C. (861 d. C.) ordenó que el poderoso
ciprés fuera talado y luego transportado a través de Irán, para utilizarlo para vigas en su
nuevo palacio en Samarra. Anteriormente quería que el árbol fuera reconstruido ante sus ojos.
Hizo esto a pesar de las protestas de los iraníes, que ofrecieron una gran suma de dinero
para salvar el árbol. Al-Mutawákkil nunca llegó a ver el ciprés, pues fue asesinado por un
soldado túrquico (posiblemente empleado de su hijo) la noche en que el árbol llegó a las
orillas del Tigris.

Enseñanzas
Zoroastro, llamado también “hijo de Ahura Mazda”, comenzó su vida como un sacerdote de
la religión indorania que entonces reinaba en Persia, que a veces recibe el nombre de
mazdeísmo, y que incluía entre otros muchos ritos sacrificiales, especialmente animales. La
religión zoroástrica documentada en el Avesta y que se remonta a Zoroastro es en rasgos
generales monoteísta (un solo dios supremo, Ahura Mazda), y la lucha entre el bien y el mal
da forma a la creencia. La victoria del bien sobre el mal vendrá en el día del juicio. Hasta ese
día, la gente es libre de elegir el camino correcto. El camino correcto es el camino de la
veracidad.
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Tuvo una serie de visiones, en las que vio a Ahura Mazda (en persa: ‫)اهورامزدا‬, deidad
suprema, y luego comenzó una predicación apasionada, enseñando:

• la venida del Reino de Justicia, la cooperación en la obra de Dios (Ahura Mazda),


bajo la pena de castigo total;
• el dios Ahura Mazda, elevado al rango de dios supremo, relegando a las demás
deidades de la religión a un rango secundario;
• una forma de monoteísmo (Ahura Mazda) y diteísmo (dualismo) al mismo tiempo,
dualismo cosmológico (Espíritu Santo/Espíritu Maligno) y dualismo ético (bien/mal).
Este tema siembra las semillas del desacuerdo entre los estudiosos del
mazdeísmo: Plutarco es pro-dualismo, Martin Haug es pro-monoteísmo, Walter
Henning es pro-dualismo, Gherardo Gnolli es pro-monoteísmo, etc. Como aparece
en el Yasna gâthâ 30.3 y 30.4: "Ahora, originalmente, los dos espíritus que se
conocen como gemelos son, uno, el mejor, el otro, el mal en pensamiento, palabra
y acción. Y entre los dos, los inteligentes eligen bien, no los tontos. "Y cuando estos
dos espíritus se encontraron, originalmente establecieron la vida y la no vida, y al
final la peor existencia es para los malvados, pero para los justos el Mejor
Pensamiento. Entonces, dos Espíritus, Angra Mainyu (Espíritu Maligno, Mal
Pensamiento; en persa medio Ahriman) (45.2) y Spenta Mainyu (Espíritu Santo)
(44.7). Ahura Mazda es el padre de Spenta Mainyu, Asha, Vohu Manah, Armaiti. Y
dos opciones: Asha (orden, corrección) y Druj (engaño, mentira).
• críticas a las prácticas de la religión tradicional, en particular al culto de Mitra - lo
que atrajo la ira de los sacerdotes - pues sus sacrificios de animales eran
particularmente crueles (esto debido a su convicción de que los animales también
poseían un alma) y eran además un fuente de ingresos para los líderes religiosos;
• la condena del consumo de bebidas embriagantes - haoma (cf. soma, en sánscrito)
- que impide al hombre pensar con claridad y que era común en el culto de Mitra.
La enseñanza de Zoroastro tiene tres principios importantes: (i) buenos pensamientos, (ii)
buenas palabras y (iii) buenas acciones. Ahura Mazda, el Sabio Señor, creó el mundo sobre la
base de la veracidad. El buen espíritu (Spenta Mainyu) y el espíritu maligno (Angra Mainyu)
son gemelos, a través de cuya cooperación existe el mundo. Para que el bien triunfe sobre el
mal, el hombre tiene que tomar una decisión, porque el hombre es el único ser vivo al que se
le ha dado la oportunidad de liderar y cambiar. El hombre puede perdonar u odiar, el hombre
es humano porque no se deja guiar por sus instintos. Depende, pues, de todos elegir lo que
es bueno y así apoyar la lucha de Ahura Mazda contra el mal. Es importante aquí que el
zoroastrismo o Ahura Mazda no obliguen a la gente a hacer nada. El hombre nace libre como
un ser racional y sólo puede acercarse a Dios mediante una decisión libre y una percepción
personal.
Hay seis aspectos de Dios (Amesha Spentas) o siete (véase también la costumbre del Haft
Sin (siete cuencos decorativos), siete platos, Haft Mewa (bebida de siete frutas)
y Samanak (plántulas de siete tipos de grano) en Nouruz, que son las siete virtudes
simbolizadas del zoroastrismo). Estos siete aspectos o emanaciones están personificados en
parte como seres angelicales en el Avesta, el libro sagrado del zoroastrismo: (i) El [buen]
propósito. (ii) La [mejor] verdad/veracidad. (iii) El dominio (soberanía) [deseable]. (iv) La

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devoción [santa]. (v) La plenitud. (vi) La inmortalidad. Algunos agregan al Espíritu Santo
(Spenta Manyu).
Las ceremonias devocionales dirigidas a Ahura Mazda se llevaban a cabo alrededor de un
altar de fuego con las manos levantadas mientras se cantaban las alabanzas. En esta vida, el
hombre puede elegir entre el bien y el mal. Siempre que el bien prevalezca en el ser humano,
después de su muerte el humano llega por el puente de Činvat al paraíso, de donde
Zoroastro, según una leyenda irania, recibió el Avesta y el "Fuego Santo" (Atar). Para los
justos, el puente es un camino ancho, para los demás es angosto como el filo de un cuchillo.

Avesta
El Avesta es una colección de textos sagrados de la antigua Persia, pertenecientes a
la religión zoroastriana y redactadas en avéstico.
Se dice que el "Avesta" se encuentra escrito en Lengua Zend. Esta sería una lengua
primigenia constituida por las partículas de muchísimas lenguas ya conocidas. Así, la Lengua
Zend sería una lengua mucho más universal, puesto que condensa muchísimos sonidos ya
conocidos por el hombre contemporáneo. Entre los principales fonemas que constituyen la
Lengua Zend, se destacan los siguientes vocablos: "Sra", "yrie", "mla".

Traducción francesa del Avesta por Ignacio Pietraszewski. Berlín, 1858.


El Avesta conservado hasta nuestros días es una colección de textos litúrgicos que apenas
alcanza la cuarta parte del Avesta completo, tal y como fue compilado en la época sasánida.
Una descripción del Gran Avesta, compuesto por 21 nask (libros), se nos ha trasmitido en los
libros octavo y noveno del Denkard (enciclopedia del mazdeísmo).
Ya en el siglo XIX se descubrió que entre los textos llegados hasta nosotros hay una pequeña
parte, que constituye el corazón de la liturgia, escrita en una lengua más antigua que el resto
del Avesta. Estas partes son los gathas (cantos), en un tipo de versificación similar a la de
los himnos védicos, y el Yasna Haptanhaiti, escrito en la misma lengua, pero en prosa. Estas
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partes más antiguas se vienen atribuyendo tradicionalmente a Zoroastro, pero la realidad
histórica de este personaje es cuestionable y su autoría de las gathas no se ha podido probar.
No hay ninguna edición completa del Avesta. La más utilizada y mejor es la de Geldner,
aunque la más antigua de Westergaard es algo más completa, si bien solo utiliza los
manuscritos disponibles en bibliotecas europeas. Traducciones fiables más o menos
completas son solo la de Darmesteter al francés y la de Wolff al alemán. No hay ninguna
traducción fiable al español.

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