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7 SISTEMA ESQUELÉTICO: EL ESQUELETO AXIAL.

El sistema esquelético es el conjunto de huesos y tejidos conectivos que forman el esqueleto


del cuerpo humano. Proporciona soporte estructural, protección de órganos vitales, facilita el
movimiento y participa en la producción de células sanguíneas.

7.1 División del sistema esquelético:

El sistema esquelético se divide en dos partes principales: el esqueleto axial y el esqueleto


apendicular. El esqueleto axial se encuentra en la línea media del cuerpo y consta de los
huesos de la cabeza, el cuello y el tronco. El esqueleto apendicular se compone de los huesos
de las extremidades superiores e inferiores, así como de las estructuras que los unen al
esqueleto axial.

7.2 Tipos de huesos:

Existen varios tipos de huesos en el cuerpo humano, cada uno con su función específica. Los
principales tipos de huesos son:

 Huesos largos: Son alargados y tienen una forma tubular, como los huesos de los
brazos y las piernas. Estos huesos están involucrados en el soporte del peso corporal y
el movimiento.
 Huesos cortos: Son pequeños y tienen forma cuboidal o cúbica. Se encuentran
principalmente en las muñecas y los tobillos y proporcionan estabilidad y resistencia a
la compresión.
 Huesos planos: Son delgados y planos, como los huesos del cráneo y las costillas. Estos
huesos protegen órganos internos y proporcionan áreas de inserción para los
músculos.
 Huesos irregulares: Tienen formas complejas y no se ajustan a las categorías
anteriores. Ejemplos de huesos irregulares son las vértebras de la columna vertebral y
los huesos del oído.

7.3 Reparos de la superficie ósea:

La superficie de los huesos presenta diferentes características y marcas, conocidas como


reparos de la superficie ósea. Estas marcas pueden proporcionar información sobre la función
y la ubicación de los músculos, los tendones, los vasos sanguíneos y los nervios que
interactúan con los huesos.

Algunos ejemplos de reparos de la superficie ósea incluyen las crestas, que son crestas óseas
prominentes; las líneas, que son crestas menos pronunciadas; los tubérculos y las
tuberosidades, que son protuberancias óseas más grandes; las fosas, que son depresiones
cóncavas en el hueso, y los surcos, que son hendiduras largas y estrechas.

Estos reparos de la superficie ósea son importantes para la anatomía y la identificación de las
estructuras relacionadas con los huesos, y pueden ser utilizados en el diagnóstico de
enfermedades y lesiones óseas.

En resumen, el sistema esquelético se compone del esqueleto axial y el esqueleto apendicular.


El esqueleto axial incluye los huesos de la cabeza, el cuello y el tronco, mientras que el
esqueleto apendicular está formado por los huesos de las extremidades. Los diferentes tipos
de huesos, como los largos, cortos, planos e irregulares, cumplen diversas funciones en el
cuerpo. Los reparos de la superficie ósea son características y marcas en la superficie de los
huesos que proporcionan información sobre las estructuras cercanas y se utilizan para el
diagnóstico y la identificación anatómica.

7.4 Cabeza:

La cabeza es la parte superior del cuerpo humano que contiene varias estructuras importantes,
como el cerebro, los órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz y boca), y muchas estructuras
musculares y vasculares. La cabeza se une al cuello a través de la articulación cervical.

Características y funciones generales:

La cabeza presenta una serie de características y funciones generales:

Protección: La cabeza alberga el cerebro, que es el órgano central del sistema nervioso, y está
protegido por el cráneo, una estructura ósea resistente que actúa como una armadura
protectora.

Órganos sensoriales: La cabeza contiene los órganos sensoriales clave para la visión (ojos),
audición (oídos) y olfato (nariz). También alberga la boca, que se utiliza para la alimentación y
la comunicación oral.

Masticación y deglución: La cabeza contiene los músculos y estructuras necesarios para la


masticación y la deglución de los alimentos. Los dientes y la lengua desempeñan un papel
importante en estos procesos.

Tabique nasal:

El tabique nasal es una estructura cartilaginosa y ósea que divide la cavidad nasal en dos fosas
nasales. Está compuesto por el hueso etmoides y el hueso vómer, así como por el cartílago del
tabique nasal. El tabique nasal ayuda a mantener la separación entre las fosas nasales y
contribuye a la función respiratoria y al sentido del olfato.

Órbitas:

Las órbitas son cavidades óseas en la cabeza que albergan los globos oculares y los tejidos que
los rodean, como los músculos oculares, los vasos sanguíneos y los nervios. Las órbitas tienen
una forma cónica y están formadas por varios huesos, incluyendo el frontal, el esfenoides, el
etmoides, el lagrimal, el palatino, el maxilar y el cigomático. Protegen y sostienen los ojos,
además de proporcionarles un espacio adecuado para su movimiento.

Forámenes:

Los forámenes son aberturas o agujeros en los huesos de la cabeza que permiten el paso de
estructuras como vasos sanguíneos, nervios y ligamentos. Algunos ejemplos de forámenes en
la cabeza incluyen el foramen magno en el hueso occipital, que permite el paso de la médula
espinal, y el foramen infraorbitario en el hueso maxilar, a través del cual pasa el nervio
infraorbitario y los vasos sanguíneos.

Características distintivas de la cabeza:

La cabeza tiene varias características distintivas que la diferencian de otras partes del cuerpo.
Algunas de estas características incluyen la presencia de los órganos sensoriales, como los ojos
y los oídos, que se encuentran en la parte superior de la cabeza. Además, el cráneo, con su
forma y estructura única, es una característica distintiva de la cabeza y proporciona protección
al cerebro.

Estas características distintivas de la cabeza son importantes tanto desde el punto de vista
funcional como estético, y contribuyen a la identidad y la individualidad de cada persona.

En resumen, la cabeza es la parte superior del cuerpo que contiene el cerebro, los órganos
sensoriales y otras estructuras importantes. Presenta características y funciones generales,
como la protección del cerebro, la presencia de los órganos sensoriales y la capacidad de
masticación y deglución. El tabique nasal divide la cavidad nasal, las órbitas albergan los globos
oculares, los forámenes permiten el paso de estructuras y las características distintivas de la
cabeza incluyen la forma del cráneo y la presencia de los órganos sensoriales.

El hueso hioides es un hueso en forma de U ubicado en la región anterior del cuello, justo por
encima de la laringe y debajo de la mandíbula. Es el único hueso en el cuerpo humano que no
se articula directamente con ningún otro hueso. En cambio, está suspendido en su posición por
medio de ligamentos y músculos.

El hueso hioides consta de un cuerpo y dos pares de cuernos o astas. El cuerpo del hueso
hioides se encuentra en la parte media y anterior del cuello. Los cuernos mayores, también
llamados astas mayores, se proyectan hacia arriba y se articulan con el hueso tiroides de la
laringe. Los cuernos menores, o astas menores, se proyectan hacia atrás y se unen a los huesos
del hueso hioides mediante articulaciones fibrosas.

El hueso hioides tiene varias funciones importantes en el cuerpo humano. Actúa como una
base para la lengua, proporcionando puntos de inserción para varios músculos que participan
en la deglución y el habla. También ayuda a mantener abierta la vía aérea superior al sostener
la laringe y los músculos relacionados, lo cual es crucial para la respiración.

Además, el hueso hioides desempeña un papel en la producción de sonidos y en la resonancia


vocal. Al estar suspendido en su posición sin estar directamente articulado con otros huesos,
puede moverse y vibrar más libremente, lo que contribuye a la capacidad de modular y
producir sonidos.

El examen del hueso hioides puede ser relevante en ciertos casos forenses o de identificación,
ya que su forma y posición pueden variar entre individuos, lo que puede ayudar en la
identificación de restos humanos.

En resumen, el hueso hioides es un hueso en forma de U ubicado en la región anterior del


cuello, justo por encima de la laringe y debajo de la mandíbula. No se articula directamente
con ningún otro hueso y está suspendido en su posición mediante ligamentos y músculos.
Tiene funciones importantes en la deglución, el habla, la respiración y la producción de
sonidos.

7.6 Columna vertebral:

La columna vertebral, también conocida como espina dorsal o raquis, es una estructura ósea
que se extiende desde la base del cráneo hasta la pelvis. Está formada por una serie de huesos
individuales llamados vértebras, que están conectadas entre sí por medio de articulaciones y
discos intervertebrales. La columna vertebral tiene varias funciones importantes, incluyendo el
soporte estructural del cuerpo, la protección de la médula espinal y los nervios, y la facilitación
del movimiento y la flexibilidad.
Curvas normales de la columna vertebral:

La columna vertebral no es recta, sino que presenta curvas naturales que son consideradas
normales y saludables. Estas curvas contribuyen a la resistencia y flexibilidad de la columna
vertebral. Hay cuatro curvas principales en la columna vertebral:

 Lordosis cervical: Es una curva hacia adentro en la región del cuello (cervical). Esta
curva es convexa hacia anterior.
 Cifosis torácica: Es una curva hacia afuera en la región del pecho (torácica). Esta curva
es convexa hacia posterior.
 Lordosis lumbar: Es una curva hacia adentro en la región de la parte baja de la espalda
(lumbar). Esta curva es convexa hacia anterior.
 Cifosis sacra y coccígea: Es una curva hacia afuera en la región del sacro y el cóccix.
Esta curva es convexa hacia posterior.

Estas curvas normales ayudan a distribuir las fuerzas y el peso de manera equilibrada a lo largo
de la columna vertebral.

Discos intervertebrales:

Los discos intervertebrales son estructuras cartilaginosas que se encuentran entre las
vértebras y actúan como amortiguadores. Están compuestos por un anillo fibroso externo
resistente y un núcleo pulposo gelatinoso en el centro. Los discos intervertebrales
proporcionan amortiguación y absorben impactos, permitiendo el movimiento y la flexibilidad
de la columna vertebral. También ayudan a mantener el espacio entre las vértebras y a
prevenir el roce directo entre ellas.

Partes de una vértebra típica:

Una vértebra típica consta de varias partes:

 Cuerpo vertebral: Es la parte principal de la vértebra y forma la mayor parte del peso y
soporte de la columna vertebral.
 Arco vertebral: Es una estructura ósea que rodea la médula espinal y se compone de
dos pedículos y dos láminas.
 Apófisis espinosa: Es una proyección ósea que se extiende posteriormente desde el
arco vertebral y es palpable en la parte posterior del cuerpo.
 Apófisis transversa: Es una proyección ósea que se extiende lateralmente desde el arco
vertebral.
 Agujero vertebral: Es el espacio creado por el cuerpo vertebral y el arco vertebral,
donde se aloja la médula espinal.
Regiones de la columna vertebral:

La columna vertebral se divide en varias regiones, cada una con características y funciones
particulares:

 Región cervical: Se compone de las vértebras cervicales (C1-C7) y se encuentra en la


región del cuello.
 Región torácica: Se compone de las vértebras torácicas (T1-T12) y se encuentra en la
región del pecho.
 Región lumbar: Se compone de las vértebras lumbares (L1-L5) y se encuentra en la
parte baja de la espalda.
 Región sacra: Consiste en el sacro, un hueso triangular formado por la fusión de varias
vértebras sacras.
 Región coccígea: Consiste en el cóccix, una estructura formada por la fusión de varias
vértebras coccígeas.

Cambios de la columna vertebral relacionados con la edad:

A medida que una persona envejece, la columna vertebral experimenta cambios naturales
relacionados con el envejecimiento. Estos cambios pueden incluir:

Pérdida de altura: Los discos intervertebrales pueden deshidratarse y comprimirse con el


tiempo, lo que puede llevar a una disminución de la altura de la columna vertebral.

Degeneración de los discos: Losdiscos intervertebrales pueden desgastarse y perder


elasticidad, lo que puede provocar dolor y limitación en la movilidad.

Formación de osteofitos: Se pueden desarrollar pequeños crecimientos óseos llamados


osteofitos en los bordes de las vértebras, como una respuesta a la degeneración de los discos.

Cambios en las curvas de la columna: Las curvas normales de la columna vertebral pueden
verse afectadas por cambios degenerativos, lo que puede llevar a una disminución de la
lordosis lumbar o un aumento de la cifosis torácica.

Pérdida de densidad ósea: Con la edad, puede producirse una disminución en la densidad
ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas vertebrales y osteoporosis.

Es importante tener en cuenta que estos cambios relacionados con la edad son parte natural
del proceso de envejecimiento y pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, mantener
una buena postura, tener una alimentación adecuada y realizar ejercicio regularmente pueden
ayudar a mantener la salud y la función de la columna vertebral a medida que envejecemos.

Torax:

El tórax es la región del cuerpo humano situada entre el cuello y el abdomen. Está delimitado
por los huesos de la columna vertebral en la espalda, las costillas en los lados y el esternón en
la parte frontal. El tórax alberga y protege importantes órganos vitales, como el corazón, los
pulmones, los grandes vasos sanguíneos, el esófago y parte del sistema respiratorio.
La estructura ósea principal del tórax está formada por las costillas, que son huesos largos y
curvados que se articulan en la parte posterior con las vértebras de la columna vertebral y en
la parte frontal con el esternón. Hay 12 pares de costillas en total. Los siete pares superiores se
conocen como costillas verdaderas, ya que se conectan directamente al esternón a través de
cartílagos costales. Los tres pares siguientes, las costillas falsas, se conectan al esternón
indirectamente a través del cartílago costal de las costillas superiores. Los dos últimos pares,
las costillas flotantes, no se conectan al esternón en absoluto.

El esternón es un hueso plano y largo en la parte frontal del tórax. Está compuesto por tres
partes: el manubrio, el cuerpo y el apéndice xifoides. El esternón se articula con las costillas a
través de los cartílagos costales y proporciona un punto de unión para los músculos y
ligamentos del tórax.

El tórax alberga órganos vitales y sistemas importantes del cuerpo. El corazón se encuentra en
la parte izquierda del tórax, protegido por el esternón y las costillas. Los pulmones ocupan gran
parte del espacio en el tórax y están ubicados a ambos lados del corazón. También hay
importantes vasos sanguíneos, como la aorta y las venas pulmonares, que transportan la
sangre hacia y desde el corazón. El esófago, que es el conducto que lleva los alimentos desde
la boca hasta el estómago, también pasa a través del tórax.

El tórax tiene una función esencial en el sistema respiratorio. Los movimientos de la caja
torácica durante la respiración permiten la expansión y contracción de los pulmones, lo que
facilita el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Los músculos intercostales, que se
encuentran entre las costillas, y el diafragma, un músculo en forma de cúpula debajo de los
pulmones, son los principales responsables de los movimientos respiratorios.

El tórax también es importante en la protección de los órganos internos. Las costillas y el


esternón actúan como una barrera protectora contra lesiones y traumas en el área del pecho.
Además, el tórax ayuda en la estabilización y el soporte del tronco, permitiendo posturas
erguidas y movimientos funcionales.

En resumen, el tórax es la región del cuerpo humano situada entre el cuello y el abdomen. Está
formado por las costillas, el esternón y la columna vertebral, y alberga órganos vitales como el
corazón, los pulmones y los grandes vasos sanguíneos. El tórax tiene funciones importantes en
la protección de los órganos internos, el soporte del tronco y el sistema respiratorio.

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