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APUNTES DERECHO DE LAS OBLIGACIONES

Dr. Sergio Leandro Claps.


PARCIAL: preguntas a desarrollar, pregunta casos, pero avisa. PRIMER PARCIAL HASTA LA
UNIDAD N°7
UNIDAD 1.
Código de cláusulas abiertas. Los 3 primeros artículos del título preliminar elaboran una teoría de la
decisión
Lo que hizo el nuevo Código fue hacerse eco de las críticas que se le hacían al código de Vélez Sarsfield
en cuanto a su metodología y el derecho de las obligaciones no viene del código de Vélez, en lo que hace
a su parte estructural, el derecho de las obligaciones viene del Derecho romano.
Es un Código de “Clausulas Generales”, normas abiertas que permite interrelacionar distintas fuentes y
esta necesitan de una debida y razonable interpretación.
Importancia
Núcleo central de las relaciones jurídicas patrimoniales.
Relevancia en el dcho. contractual.
En el dcho civil, se dedica al estudio de relaciones jurídicas entre personas y sirve p/ facilitar al
intercambio de bienes y servicios.
Acepciones de la Materia.
Derecho creditorio: tiene el inconveniente de considerar solo el lado activo de la figura jurídica.
Derechos personales: se presta a la confusión con los derechos personalísimos o de la personalidad.
Derecho de la obligación: es la de uso preferente, ofrece la ventaja de abarcar con más precisión el
fenómeno jurídico a que la misma se refiere.
Se considera que el término obligaciones, abarca los dos aspectos de la relación jurídica: crédito-
deuda. Se la emplea, para referirse a la prestación, que constituye el objeto de la obligación. Como
modo de designar ciertos deberes de conducta, por ejemplo, la obligación de entregar la cosa
(obligaciones de dar cosa cierta).
Definiciones.
Concepto de las Institutas de Justiniano: “La obligación es un vínculo jurídico que nos constriñe a pagar
algo a otro según el derecho civil, de nuestra ciudad”:
Defectos: el primero es que no definía a las obligaciones propiamente dicha sino al deber jurídico en
general y entre el deber jurídico y en general en la obligación. No hay un vínculo de “constricción”
(obligación) , ya que la mayoría de las obligaciones se cumplen voluntaria y espontáneamente, sin
necesidad del uso de la coacción
Esa obligación solo tiene en mira un aspecto de la obligación: el lado pasivo, sin considerar la situación
del acreedor.
Segunda cuestión de decía el concepto la obligación es un vínculo jurídico que nos constriñe (obliga), es
decir, está haciendo referencia a un solo sujeto dentro de la relación jurídica que el deudor y se olvida de
otro sujeto tan importante como el deudor y el acreedor.

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Por último, dice según el derecho civil de nuestra ciudad por qué porque lo único que tenían derecho en el
derecho romano eran los ciudadanos romanos, Los peregrinos que eran los extranjeros no tenían derecho
no se le aplicaba el yo civil, sino se le aplicaba el Derecho natural o el derecho de gente.
Este concepto aplica para una definición de deber jurídico en general y no de aquel articular deber
jurídico que es la obligación.
Pizarro tomando en cuenta que 1) que el deber del deudor es un típico deber jurídico especifico; 2) que la
prestación debe tener un contenido patrimonial, y 3) que el interés del acreedor no necesariamente tiene
que ser económico; crea el concepto que utilizaría el CCyC para definir las obligaciones en el Art. 724:
“relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene un derecho subjetivo a exigir del deudor tutu
determinada prestación, patrimonialmente valorable, orientada a satisfacer un interés licito y ante el
incumplimiento a obtener forzosamente la satisfacción de dicho interés sea en especie o de manera
equivalente”.
“Artículo 724. Definición. La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene
el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el
incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés.”
a) Trasunta los dos aspectos de la relación jurídica obligatoria, el crédito como derecho subjetivo y la
deuda como deber jurídico.
b) Evidencia cuales son los elementos esenciales o estructurales internos de la obligación (sujeto, vínculo
jurídico y objeto) que sumados a la causa dan plenitud al fenómeno.
 Sujeto Activo (acreedor) se encuentra facultado para exigir el cumplimiento de la prestación, sea de
manera voluntaria o compulsiva.
 Sujeto Pasivo (deudor) es sobre quien pesa el deber jurídico de realizar una conducta determinada que
procura satisfacer el interés del acreedor.
Objeto, está dado por una conducta humana, susceptible de apreciación pecuniaria, orientada a satisfacer
un interés no necesariamente económico.
Vínculo Jurídico, es el elemento no material que une a ambos polos de la relación obligatoria.
c) Remarca la estructura institucional de la obligación, en la que se proyectan débito y responsabilidad,
como tramos de una misma relación obligatoria.
d) Enfatiza la estrecha relación que existe entre la prestación debida por el deudor y el interés del
acreedor que ella tiende a satisfacer (deber del deudor, y derecho del acreedor).

Caracteres
saber el concepto y los rasgos determinantes que surgen de este
a) Bipolaridad: En la obligación encontramos dos polos correlativamente contrapuestos (activos y
pasivos). El polo activo (acreedor), o sea el sujeto jurídicamente facultado a exigir una determinada
conducta de otro, para satisfacer un interés patrimonial o extrapatrimonial. En el polo pasivo (deudor) el
sujeto jurídicamente obligado a cumplir con la prestación.
Relación jurídica entre dos sujetos el que tienen el dcho. de pedir y el otro que tienen el deber de cumplir.
El sujeto pasivo puede ser plural o singular
En ambos polos debe haber personas y patrimonios distintos. Cuando en una misma persona y en un
mismo patrimonio ambos polos se juntan, la obligación se extingue por confusión (art. 931 del Código
Civil y Comercial).
b) Abstracción: Vinculación estrecha entre obligación y la realidad socioeconómica, mutable en función
de circunstancias de tiempo y lugar. El carácter dinámico de las obligaciones que permiten que los
aspectos que lo componene se adecuen al tiempo.

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La obligación en el dcho. Romano era que el vinculo jurídico era materializado, es decir, el deudor
respondía con su persona, actualmente, responde con su patrimonio.
c) Atipicidad: En el dcho. romano simple pacto entre las partes, desprovisto de formalidades rigurosas,
no era apto para crear obligaciones. En el dcho. romano las situaciones eran típicas (figuras típicas),
situaciones que estaban reglamentadas, hoy no la ley no me dice qué es una obligación y qué no como lo
hacían los romanos.
En la actualidad, el simple pacto entre las partes, desprovisto de todo tipo de formalidades, es apto para
crear obligaciones.
d) Temporalidad: El sistema requiere que los derechos de crédito sean ejercitados dentro de cierto
tiempo y, ante el transcurso del mismo y la inacción del acreedor, opera la prescripción liberatoria o
extintiva, extinguiéndose la acción. La obligación solo subsiste, en tal caso, como un deber de conciencia
(art. 728 del nuevo Código Civil y Comercial).
También se manifiesta en el campo del cumplimiento de las obligaciones, por cuanto que, el
cumplimiento tardío hace surgir las consecuencias derivadas de la mora (intereses).
e) Autonomía: Esto se da respecto de la causa generadora que le da vida. (el contrato o el acto ilícito que
le da vida). La causa fuente es un elemento esencial externo, no estructural, de la obligación y,
conceptualmente, se independiza de ella una vez que la obligación es gestada.
f) Patrimonial: El derecho de las obligaciones forma parte de los llamados derechos patrimoniales,
aquellos que tienen contenido económico, es decir, que sirven para la satisfacción de las necesidades
económicas de su titular y que son apreciables en dinero. Obligaciones que son susceptibles a contenido
económico.
g) Compulsiva: Porque el acreedor ante el incumplimiento de la obligación puede emplear todos los
medios legales, a fin de que el deudor le procure aquello a que se ha obligado; para hacérselo procurar por
otro a costa del deudor; para obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.
e) Relativa: Los derechos creditorios confieren la facultad al acreedor para reclamar a su deudor (no a
cualquiera) el cumplimiento de la prestación. A diferencia de los derechos reales que son absolutos y en
consecuencia son ejercidos contra todos, sin que tenga un destinatario especial.
Evolución Histórica.
La teoría de las obligaciones nació y alcanzó su pleno desarrollo en el derecho romano. En lo que hace a
la parte estructural de las obligaciones, es decir, como se forman, funcionan, se clasifican y se extinguen,
el legado romano permanece inmutable, sin haber experimentado mayores cambios.
En cambio la parte sustancial, el contenido, el espíritu, el fin de las obligaciones si ha sufrido
transformaciones notables: mayor intervencionismo del Estado en los contratos; restricciones al principio
de la autonomía de la voluntad; la idea de la solidaridad social, según la cual debe decirse que la
obligación es la regla y la libertad individual, la excepción; la noción de la buena fe ha invadido todo el
derecho.
La evolución del derecho de las obligaciones con respecto al derecho romano se ha producido en tres
aspectos fundamentales:
1. La situación del deudor (antes era considerado como una cosa y estaba privado de la libertad, ahora ya
no);
2. La concepción del vínculo obligacional (el enfoque hacia este era subjetivo, haciendo que sea un
vínculo material e intransferible, en la actualidad se le otorgo una mirada más objetiva, siendo un vínculo
patrimonial y hasta transferible);
3. El espíritu del derecho de las obligaciones.

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Derecho Canónico.
Aportó su influencia en aspectos fundamentales que hacen a la dinámica funcional del acto jurídico y de
las obligaciones. La mitigación del formalismo en materia contractual, el principio de la buena te en los
actos jurídicos y en el cumplimiento obligacional, la teoría de la causa final, la teoría de la imprevisión, la
lesión y el rechazo del negocio usuario, la expansión de la culpa en materia de responsabilidad contractual
y extracontractual, son algunos de los aspectos que muestran la fuerte influencia de la moral cristiana.
Evolución Histórica.

 Ley del talión


 Ley de las XII tablas
 Lex Aquila
 El cristianismo
 Corpus iuris
 Código civil francés
 Código civil y comercial.
Naturaleza Jurídica.
La importancia de la naturaleza jurídica radica en que su conocimiento, permite comprender la
“ESENCIA” de la materia obligacional y sirve a la hora de precisar su objeto y contenido.
Teorías Subjetivas:
Esta teoría gira en torno a la persona del deudor, resaltando su estado de sometimiento al poder jurídico
del acreedor.
Savigny: la obligación es un señorío sobre determinados actos del deudor, sustraídos a su arbitrio y
sometidos a la voluntad del acreedor.
La evolución natural del concepto de obligación, hizo que las doctrinas subjetivas corrijan su punto de
partida originario, proclamando que el poder o señorío del acreedor recae solamente sobre ciertos actos o
comportamientos suyos que quedarían sustraídos de su ámbito de libertad natural, para quedar bajo el
poder o sometimiento del titular del derecho de crédito.
Trasladar las relaciones de dominación, que son establecidas sobre las cosas, al campo de la
personalidad importa una idea inaceptable, rechazada por la doctrina.
Teorías Objetivas.
Obligación es desde el punto de vista del sometimiento del patrimonio del deudor a la acción del
acreedor.
Centro de gravedad “el patrimonio de esa persona”.
Teoría del débito y la responsabilidad (Hafbug y Schuld).
Defiende la naturaleza objetiva de la relación obligacional.
Pacchioni: “la obligación, no es una relación jurídica unitaria, sino que es una obligación jurídica
compleja, compuesta de dos elementos (presentes juntos o separados), el débito o deuda (Schuld) y la
garantía o responsabilidad (Haftung)”.
El concepto de bizarro y del art 724 resume esta teoría
1. El débito o deuda es el estado de puro deber que se inicia con el nacimiento de la obligación y se
extingue con el cumplimiento voluntario de la misma por el deudor. El deudor en el momento

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obligacional tiene un deber, se encuentra bajo el efecto de la gravitación del ordenamiento jurídico y de su
conciencia moral, con independencia de toda idea de coacción. Por su parte, la situación del acreedor se
halla reducido a un “control de gestión”, sobre el patrimonio del deudor, que le permite la facultad de
reclamar medidas cautelares.
El acreedor puede hacer un control de gestión, pero no puede exigir hasta tanto la obligación no es
cumplida y la garantía o la responsabilidad del elemento que aparece a partir del incumplimiento
2. La garantía o responsabilidad es el elemento que entra en juego a raíz del incumplimiento de la
obligación. El ordenamiento jurídico confiere al acreedor el poder de actuar contra el patrimonio del
deudor, “poder de agresión patrimonial”. La situación del deudor aquí es ya la de estar sometido a la acción
ejecutiva del acreedor contra sus bienes.
Crítica.
Giogiani: Estos dos elementos no aparecen separados, aparecen fusionados. Cuando un deudor toma una
obligación asume la responsabilidad y deber, como una unidad orgánica.
Pizarro y Vallespinos, sostienen que toda obligación tiene una estructura institucional en la que se
integran armónicamente la deuda y la responsabilidad. Se encuentran firmemente amalgamados, como el
anverso y reverso de una misma operación. Se debe y por eso se es responsable. Se es responsable
porque algo previamente se ha debido.
Teoría Intermedia.
Cazeaux y Trigo Represas: la obligación es una relación jurídica de persona a persona, pero entendida
en un sentido mucho más amplio que el concebido por la teoría expuesta con anterioridad, pues debe
contener los siguientes elementos:
a) El deber del deudor de cumplir la prestación, que no es un mero estado de presión psicológica,
como sostiene Pacchioni, sino que es rigurosamente jurídico.
b) La responsabilidad del deudor con su patrimonio en el caso de no cumplir con la obligación, y
la posibilidad del acreedor de reclamar la ejecución forzada directa o indirecta de la misma según el
caso.
c) En situaciones excepcionalísimas, la relación jurídica obligacional puede comprender también
la sujeción de la propia persona física del deudor.
Derechos patrimoniales y derechos extrapatrimoniales
El derecho de las obligaciones forma parte de los llamados derechos patrimoniales, junto con los derechos
intelectuales y los derechos reales, aquellos que tienen contenido económico, es decir, que sirven para la
satisfacción de las necesidades económicas de su titular y que son apreciables en dinero
Los derechos extrapatrimoniales, por el contrario, son aquellos que no tienen contenido económico como
por ejemplo los derechos personalísimos y derecho de familia.
DERECHOS PATRIMONIALES: SUSCEPTIBLES A CONTENIDO ECONOMICO.
ESPECIES DE DERECHOS PATRIMONIALES
Derechos Intelectuales.
Se entiende por derechos intelectuales, los que “tiene el autor de una fibra científica, literaria o artística
para disponer de ella y explotarla económicamente por cualquier medió”.
Los derechos intelectuales presentan algunas diferencias con los derechos reales y con los de créditos.
a) Con los derechos de créditos tienen poca semejanza: ellos se asimilan cuanto el objeto de unos y otros
está constituido por bienes, a partir de acá, el régimen jurídico de ambas categorías es diferente, pues los

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derechos intelectuales son absolutos y gozan de un régimen de publicidad próximo a los derechos reales
que a las obligaciones.
b) Con respecto a los derechos reales, la proximidad es mayor no obstante presenta diferencias: en tanto
el derecho real de dominio es perpetuo, la propiedad intelectual corresponde a los autores durante su vida
y a sus herederos durante setenta años, a partir del 1 de enero siguiente a la fecha de su deceso (art. 5, ley
11.723). El derecho real de dominio queda sin titularidad se incorpora al dominio privado del Estado. En
cambio, operada la caducidad de la propiedad intelectual ella pasa a dominio público, por lo que su
aprovechamiento puede ser efectuado por cualquier persona. Finalmente es importante señalar que el
derecho de domino puede adquirirse por prescripción, no así los derechos intelectuales.
Derechos de las Obligaciones y Derechos Reales.
La diferencia fundamental entre el derecho de las obligaciones y los derechos reales: el derecho real es
un poder, una prerrogativa que su titular ejerce sobre la cosa sin intermediario alguno.
La doctrina concibió al derecho real como “una relación directa e inmediata entre un sujeto y una cosa
permitiendo que su titular pueda obtener un provecho de esta sin intervención de otra persona”. Ej:
Derecho de Dominio.
El CCyC introduce un concepto legal del Dcho. Real:
ARTICULO 1882. - Concepto. El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce
directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular las facultades de
persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código.
En los derechos crediticios, el acreedor no ejerce su facultad directamente sobre el objeto, sino que lo
hace a través de la conducta del deudor, vale decir, en forma mediata. Y aún en las obligaciones de dar, el
acreedor no puede actuar por sí mismo sobre la cosa debida, sino que debe reclamar del deudor los actos
necesarios para que la prestación le sea cumplida.
En el dcho. de las obligaciones, aparecen tres elementos, uno más que en los dchos. reales, el sujeto
activo, el objeto, el sujeto pasivo.

DERECHO PERSONAL DERECHO REAL


El titular del dcho. No ejerce su facultad Poder que su titular ejerce directamente
directamente sobre el objeto sino a través sobre la cosa, sin intermediario alguno
de la conducta del Deudor.
Tiene tres elementos: sujeto activo, sujeto Tiene dos elementos: el sujeto titulas y el
pasivo y objeto. objeto
Son derechos relativos: se tienen solo Sin derechos absolutos se ejercen erga
contra el deudor omnes
Por constitución no exigen formalidad Son formales-inmuebles: escritura,
alguna tradición e inscripción registral
Pueden surgir de la voluntad de las partes, Están limitados por la ley- art. 1887 del
son limitados CCyC
Se extinguen por prescripción. Se adquieren por prescripción
Pueden versar sobre cosas futuras Se ejercen sobre cosas existentes
El titular del derecho carece del Ius El titular del derecho puede ejercer el Ius
persequendi y el ius preferendi. persequendi y el ius preferendi

OBLIGACIONES “PROPTER REM”.


Obligaciones Reales, Obligaciones Propter Rem, Obligaciones Ambulatorias o Cabalgantes.
OBLIGACIONES REALES (obligación sobre la cosa propter rem).

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OBLIGACIONES PERSONALES (caen sobre la persona).
Relación de señorío: el poder de una persona sobre una cosa.
TEMA IMPORTANTE SE PUEDE DAR CASO PRÁCTICO.

 Alsina Atienza: Son las obligaciones que descansan sobre determinada relación de señorío sobre una
cosa, y nacen, se desplazan y se extinguen con esa relación de señorío.
 Busso: Las obligaciones que incumben al propietario o poseedor de una cosa, en cuanto tal, y en
consecuencia basta la cesación de su calidad de propietario o poseedor, para quedar liberado del débito.
 Moisset de Espanés: relación jurídica que existe en razón o con motivo de una cosa y que gravitan
sobre la persona mientras la cosa se encuentre en relación de propiedad o posesión.
El carácter de acreedor y deudor de la obligación propter rem es inseparable de la calidad de propietario o
poseedor actual de la cosa, lo que interesa es quienes son los sujetos de la relación obligacional en el
momento de su articulación judicial.
Es deudor quien es realmente duelo o poseedor de una cosa.
Caracteres.
1. Afecta al titular de una relación de señorío sobre una cosa.
2. Es ambulatoria, por cuanto que, si la cosa se transmite, la obligación sigue a la cosa, y grava al nuevo
titular a la vez que libera al anterior. Alsina Atienza dice “la obligación viaja con la cosa”.
3. El titular de la obligación propter rem puede liberarse de la obligación haciendo abandono de la cosa,
como ocurre, por ejemplo, en materia de condominio y en materia de gastos de conservación del muro
medianero. Solamente en ciertos supuestos y como consecuencia de una normativa específica que así lo
autorice el deudor no se libera y tendrá que responder con todo su patrimonio.
4. El traspaso de la obligación del transmitente al adquirente debe realizarse con independencia de
cualquier acuerdo entre las partes (surgen exclusivamente de la ley).
5. Los efectos no deben ser una consecuencia del efecto expansivo de los derechos reales.
Naturaleza Jurídica.
Existen distintas corrientes de opinión
1) Se trataría de una categoría híbrida, intermedia entre los derechos reales y los derechos de crédito.
2) Otros, entienden que se trata de un cierto tipo de derechos reales, tipo de la obligación constituye una
especie de “lado pasivo”. Es lo que estos turistas llaman “derechos reales in faciendo”.
3) Las obligaciones propter rem son verdaderas relaciones personales, y más allá de sus particularidades,
quedan alcanzadas por los principios rectores de esta y resultan una subespecie del género “obligación”
La Cuestión en el Código Civil de Vélez Sarsfield.
El art. 497 del Código Civil de Vélez Sarsfield era claro: no hay obligaciones que pertenezcan a los
derechos reales, ósea rechazaba abiertamente esa categoría.
Habia otros artículos del Código anterior los arts. 3266 y 3268 que eran claros exponentes de
Obligaciones Propter rem y que estaban en franca contraposición con el art. 497 del mismo cuerpo
normativo, que tiene su explicación en el hecho de que Vélez se inspiró en distintas fuentes, para el art.
497 en Freitas que negaba la existencia de este tipo de obligaciones y para los arts. 1266 y 3268, se
inspiró en el derecho francés.
La Cuestión en el Código Civil y Comercial.

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Según un sector de la doctrina (Pizarro) el CCyC, no contiene una regulación orgánica de las
Obligaciones propter rem, aunque si es posible inferir su existencia y sus efectos, en los arts. 1991, 2022,
2049 y 2123.
En cambio otro sector (Ossola), posición de la cátedra, consideran que el nuevo CCyC le otorga categoría
jurídica, en forma definitiva, alas obligaciones propter rem.
El art. 1937, perteneciente al Capítulo 3 (“Efectos de las relaciones reales”) del Título II del Libro Cuarto.
Éste dispone: “Transmisión de obligaciones al sucesor. El sucesor particular sucede a su antecesor en
las obligaciones inherentes a la posesión sobre la) cosa; pero el sucesor particular responde sólo con la
cosa sobre la cual recae el derecho real. El antecesor queda liberado, excepto estipulación o disposición
legal"
Este articulo sigue los lineamientos del art. 3266 del Código Civil anterior.
- Se reafirma el carácter de las obligaciones propter rem como obligaciones inherentes a la posesión de la
cosa.
- Su origen se encuentra en la ley, pudiendo recaer tanto en las obligaciones de dar, de hacer como no de
hacer.
- El transmitente queda liberado aún de las deudas emergentes que fueron motivadas al tiempo del ejercicio
de su relación de poder. El actual titular no gozaría de una acción recursiva para que el autor previo le
restituya suma alguna por la erogación realiza.
- Tal regla enunciada cede si alguna norma establece lo contrario. También, se ha reservado a la autonomía
de la voluntad el papel de modificar la virtualidad indicada, haciendo responsable del pago al antecesor.
- La norma indica claramente que el sucesor particular responde “con la cosa sobre la cual recae el
derecho real. Esto no es más que una aplicación del principio que, los efectos de las obligaciones le
alcanzan al sucesor particular cuando tienen relación con la cosa transmitida.
El nuevo Código civil y Comercial le otorga en forma definitiva categoría definitiva las obligaciones
propter rem, siguiendo los lineamientos tradicionales en esta materia.
Casos en los que son Obligaciones Propter Rem:
 La obligación de contribuir al pago de las expensas comunes a los propietarios de piso o
departamentos, respecto edificios sometidos al régimen de propiedad horizontal;
 La del dueño de una cosa perdida de recompensar a quien la encuentre;
 Deudas provenientes de obras municipales;
 Las deudas por impuestos, tasas y contribuciones sobre un inmueble;
 Los títulos al portador.
SABER LA ESTRUCTURA GENERAL DEL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL
En el libro título Primero, trata a la obligación en general en 5 capítulos. El primer capítulo, disposiciones
generales de las en el capítulo, segundo, acciones y garantías comunes, dentro del capítulo segundo trata
temas muy importantes como el tema de la acción directa y la acción subrogatoria, en el capítulo tercero
las clase de obligaciones donde están todos los supuestos obligaciones, en el capítulo cuarto, el pago, el
medio de extinción por excelencia, las obligaciones y, en el capítulo quinto, otro medio de extinción,
novación, compensación, confusión, renuncia remisión, imposibilidad.
La metodología es la ciencia del método, implica orden, clasificación, plan sistemático de acuerdo con
reglas lógicas.
El método, entendido como la manera de hacer con orden una determinada cosa o actividad. (Pizarro-
Vallespino).

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Se denomina metodología interna a la distribución de las distintas materias que hacen específicamente al
derecho de las obligaciones (títulos, capítulos, Secciones) dentro de la parte del Código asignada a ella.
Se denomina metodología externa del código: Es la forma como se distribuyen las distintas ramas que
se tratan, el CCyC.
Vélez Sarsfield comenzó con el análisis de la naturaleza y origen de las obligaciones, luego trato de la
clasificación de las obligaciones y por último, de la extinción de las mismas).
El método del nuevo Código es muy similar al anterior, Vélez Sarsfield dividió el Código Civil en: dos
títulos preliminares v cuatro libros; y el nuevo Código tiene un título preliminar y seis libros.
El Código de Vélez, trato a las obligaciones en el Libro Segundo, Sección I, (desde el artículo 495 al 895
del Código Civil) y el nuevo Código Civil y Comercial trata a las obligaciones en el Libro Tercero: Título
I: Obligaciones en General, desde el art. 724 al 956.
El nuevo Código Civil y Comercial trata a nuestra materia en el Libro Tercero, titulo I, “Derechos
Personales”, Título I: “Obligaciones en General”, integrada por cinco capítulos: Capítulo I:
“Disposiciones generales”; Capítulo II: “Acciones y garantía común de los acreedores”; Capítulo III:
“Clases de obligaciones”; Capítulo IV: “Pago”; y por último, por el Capítulo V: “Otros modos de
extinción”. En el título V del mismo libro: “Otras fuentes de las obligaciones”, trata de la responsabilidad
civil esta materia comprende los artículos 1708 a l780.
En materia de drcho. civil, se única esta materia con el derecho comercial y, al unificar estas dos áreas, se
reducen los arts.
UNIDAD 2
Estructura y Elementos esenciales de la Obligación:
Concepto: Los tres elementos que no tiene discusión en la doctrina sin: sujetos, objetos y causa fuente.
Otros autores agregan el vínculo jurídico, porque entienden que este elemento enlaza los dos polos de la
relación obligatoria, generando una situación de correlativo de poder jurídico del acreedor y deber
calificado del deudor, y permite los efectos que caracterizan a la relación obligacional.
¿Por qué algunos no aceptan el vínculo jurídico como parte de una relación obligatoria?
Algunos no aceptan el vínculo como un elemento debido a que consideran que es un elemento de toda
relación jurídica y no solo de la relación obligatoria. A pesar de que el sujeto, objeto y la causa son
también comunes en todas las relaciones jurídicas.
Los cuatro elementos de la obligación son
 La causa de la fuente que le da origen a la obligación (art. 726 del
CCyC)
 Los Sujetos (acreedor y
deudor)
 El Objeto (la prestación)
 El vínculo Jurídico (que surgen de los arts. 724 y 725 del
CCyC)
Algunos autores, además, incluyen a la causa final como elemento esencial de la obligación únicamente
cuando ella tiene su fuente en un acto jurídico. Pizarro entiende que la causa final es un elemento del
negocio jurídico y no de la obligación.
SUJETOS.

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Una relación jurídica supone la existencia de sujetos entre los cuales tal vínculo, relación o situación se
establezca.
El vínculo obligacional requiere de al menos dos sujetos:
 Sujeto activo o acreedor: titular del derecho de crédito;
 Sujeto pasivo o deudor: sobre quien pesa el deber jurídico de cumplir con la obligación.
En la misma categoría de acreedor o deudor, como partes tenemos a los herederos y legatarios.
“ARTICULO 146.- Personas jurídicas públicas. Son personas jurídicas públicas: a) el Estado nacional,
las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios, las entidades autárquicas y las
demás organizaciones constituidas en la República…; b) los Estados extranjeros, las organizaciones a
las que el derecho internacional público reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica
constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable; c) la Iglesia
Católica.”
“ARTICULO 148.- Personas jurídicas privadas. Son personas jurídicas privadas: a) las sociedades; b)
las asociaciones civiles; c) las simples asociaciones; d) las fundaciones; e) las iglesias, confesiones,
comunidades o entidades religiosas; f) las mutuales; g) las cooperativas; h) el consorcio de propiedad
horizontal; i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter de
tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.”

¿Quiénes pueden ser sujetos de una obligación?


Por estos arts. En el nuevo CCyC se acabó la discusión de quienes eran personas: pueden ser sujeto activo
o pasivo de obligaciones las personas humanas, así como también las personas jurídicas de carácter
público o privado.

Requisitos
Los requisitos que deben reunir los sujetos son:
1) Tener capacidad
2) Ser distintos
3) Determinados o determinables.

1) Capacidad.
 Aptitud de una persona para adquirir derechos y contraer obligaciones. Esta capacidad puede ser derecho
o de hecho.
 Se exige que el sujeto tenga capacidad de derecho o jurídica para ser acreedor o deudor. La incapacidad
de derecho provoca la nulidad del acto, que en principio es absoluta.
 Toda persona es capaz salvo prueba en contrario. La única manera de declarar a una persona incapaz es
por sentencia judicial.
La capacidad de hecho es indispensable cuando los sujetos pretendan realizar por sí mismo los actos
necesarios para la constitución de la obligación; Sin embargo, la incapacidad de hecho puede ser suplida
por un representante legal en cuyo caso es válida la obligación contraída. La falta de capacidad de hecho
provoca la nulidad relativa del acto constitutivo de la obligación y de esta última.
El Código Civil y Comercial en lo atinente a la capacidad de ejercicio (arts. 23 a 50) materializa la
incorporación de variadas normas que protegen a las personas en general, y a los niños, a los adolescentes

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y las personas con capacidades diferentes en particular, en virtud del contenido de los Tratados
Internacionales, reconocido por nuestra CN. en su art. 75 Inc. 22.
Además, se establece como regla general la presunción de que toda persona humana es capaz y las
limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional (art. 31).
Y el artículo 23 del mismo cuerpo normativo dispone que, “toda persona humana puede ejercer por si
misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una
sentencia judicial”.

Siendo únicamente incapaces de ejercicio:


1) La persona por nacer;
2) La que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente. Los menores de edad que se
subdividen en menores niños (menos de 13 años de edad) y menores adolescente;
3) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa
decisión.
2) Sujetos Distintos.
El acreedor y el deudor deben ser personas distintas entre sí: nadie puede ser acreedor y deudor de sí
mismo. Cuando tal situación ocurre la obligación se extingue por confusión (art. 931 del CCyC).
3) Sujetos determinados o determinables.
Tanto el sujeto activo como el pasivo de la obligación deben estar individualizados al tiempo de
contraerse la obligación o al menos ser susceptibles de determinación en ese tiempo, debiendo quedar
identificados al momento del cumplimiento o pago. La indeterminación provisoria puede estar referida
tanto al sujeto activo como pasivo y puede ser originaria o sobrevenida.
La indeterminación inicial puede ser determinable en base a ciertas circunstancias preestablecida; o puede
ocurrir que la obligación se constituya con un acreedor y un deudor cierto, pero que por estar la
obligación unida a una relación con la cosa y no arraigar en determinada persona, se verifica cambio de
sujeto cada vez que en dicha relación aparezca un nuevo titular, tal como sucede con las obligaciones
propter rem.
Entre los principales supuestos de indeterminación relativa, podemos mencionar (Esto no está en anki):
1) Las llamadas obligaciones ambulatorias: En ellos el deudor está identificado inicialmente, pero la
individualización del acreedor no se encuentra establecida en el título, sino que dependerá de que tenga la
posesión del documento, por lo que su determinación plena se alcanzará cuando sea presentado al cobro
por su tenedor el día del vencimiento.
2) Los títulos al portados que se transmiten por endoso o simple entrega. Entre ellos el deudor está
identificado inicialmente, pero la individualización del acreedor no se encuentra establecida por el título,
sino que dependerá de que tenga la posesión del documento, por lo que su determinación plena se
alcanzará cuando sea presentado al cobro por su tenedor el día del vencimiento.
3) Las obligaciones mancomunadas disyuntas o alternativas: son aquellas donde existe una pluralidad
originaria de acreedores o deudores excluyentes entre sí. En este tipo de obligaciones la pluralidad de
sujetos es aparente, pues en realidad se trata de obligaciones de sujeto único indeterminado dentro de una
pluralidad de Sujetos posibles. La elección de cualquiera de ellos provoca que cese la indeterminación
provisoria del sujeto activo o pasivo, y que solo quien resulte elegido sea considerado acreedor o deudor,
según los casos (arts. 853 a 855 del Código Civil y Comercial).

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4) La promesa de recompensa: Efectuada a favor de quien halle y restituya una cosa extraviada constituye
otro supuesto de indeterminación relativa del sujeto activo (arts. 1803 a 1806 y concs. del Código Civil y
Comercial).
5) Ofertas al público: Las dirigidas a un número plural indeterminado de personas. En ellas el promitente-
deudor está determinado inicialmente. Sin embargo, la calidad de acreedor queda provisionalmente
indeterminada hasta tanto una persona se coloque en las condiciones previstas en la propuesta.

Los sujetos en la relación de consumo. ESTA LEY ES IMPORTANTE PARA CLAPS.


La Ley 24.240 de defensa del consumidor hace indispensable determinar los sujetos de la relación de
consumo, pues tiene por objeto la defensa de los consumidores y usuarios en sus relaciones de consumo con
los proveedores de bienes y servicios.
 Sujetos excluidos: servicio de profesionales
 Sujeto pasivo: proveedor de bienes y servicios.
 Sujeto activo: Consumidor o usuario.

a) Consumidor: Para la Ley 24.240 son consumidores o usuarios aquellas personas físicas o jurídicas que
contratan de forma gratuita u onerosa, bienes o servicios para su consumo final o beneficio propio o de su
grupo familiar o social.
ART. 1: “si o si debe efectuar dicha adquisición a fin de satisfacer una necesidad individual o familiar”.
Por tal motivo, para la Ley 24.240 (art. 2) “... No tendrán carácter de consumidores o usuarios, quienes
adquieran, almacenen, utilicen o consuman bienes o servicios para integrarlos en procesos de
producción, transformación, comercialización o prestación a terceros.
b) Proveedor de bienes y servicios: La ley lo define como toda persona física o jurídica, de naturaleza
pública o privada que “produzca, importe, distribuya o comercialice sosas o preste servicios” (art. 2).
Sin lugar a dudas, que la ley debe tutelar los derechos de quienes se encuentran más vulnerables dentro de la
relación de consumo, mediante normas eficaces que pongan límites a los posibles abusos.
c) Sujetos excluidos: La Ley contiene dos exclusiones en su art. 2°:
1) La primera, está dada por quienes adquieren para su consumo personal o de grupo un determinado
producto o servicio y luego lo vuelcan al mercado
2) y la otra, está referida a los servicios que requieran para su ejercicio título universitario y matricula
otorgada por Colegios profesionales reconocidos oficialmente.
No hay una relación de equiparación jurídica. En el tema de drcho. de consumo, hay una persona fuerte (tiene
conocimiento y poder) y el usuario (no posee ni conocimiento ni poder). Esta situación que se ve potenciada
en la medida que los bienes vicios asumen mayor complejidad, o en aquellos ámbitos donde el consumidor
presenta una situación de inferioridad, por razones de edad (niños o ancianos) o de otra índole (cultural,
económica, etc.). La ley protege al débil (el usuario) y hace que el fuerte dote de conocimiento al usuario.
Beneficios del Consumidor:
Principio “favor consumidor”. Éste constituye uno de los principios fundamentales del derecho de
consumo que se materializa en el art. 42 de la CN, en numerosos arts. de la ley de defensa del
Consumidor y el Art. 1049 del CCyC, que consagra el principio de la ley a favor del Consumidor. In
dubio, pro consumidor o usuario, “En caso de duda sobre la interpretación de este Código o las leyes
especiales, prevalece la maás favorable al consumidor”.
Derecho a una información adecuada y veraz (art. 4 de la Ley 24.240 y art. 1100 y 1101 del CCyC) :
“El proveedor está obligado a suministrar información al consumidor en forma cierta y detallada,
respecto de todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que
provee…”.
El consumidor o usuario debe estar protegido frente a la ausencia de información, ante la desinformación
muchas veces provocada o inducida, el beneficio de litigar sin gasto.

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Responsabilidad Solidaria: Si el consumidor es víctima de un daño producto de un vicio o defecto de la
cosa o de la prestación del servicio, responderá el productor, fabricante, importador, distribuidor,
proveedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio, pudiendo el consumidor
contra quién ir. Aunque el transportista sólo responderá por los daños ocasionados a la cosa con motivo o
en ocasión en servicio.
Normas del Proceso:
a) Se aplicarán las normas del proceso de conocimiento más abreviado que rijan en la jurisdicción del
tribunal ordinario competente (art.53);
b) Competencia de los tribunales del domicilio del consumidor (art. 36).
Es el único régimen legal que cuenta con la función tripartita del derecho de daños:
1. Resarcitoria: arts. 40 y 40 bis;
2. Preventiva: arts. 4,5 y 12;
3. Punitiva: art. 52 bis

La protección del consumidor en nuestro derecho. Marco normativo. SABER MUY BIEN ESTE TEMA.
Todo es servicio cae bajo la órbita de la ley del derecho del consumidor. El derecho de consumo es el
conjunto de principios y normas jurídicas destinados a regular las particulares, relaciones trabadas entre
productores procesionales de bienes y servicios y los consumidores.
El fin de las normas del derecho de consumo es otorgar a los consumidores marcos adecuados de protección
en la contratación y seguridad de su persona.
Estos preceptos tienen hoy, en nuestro país, jerarquía constitucional. El artículo 42 de nuestra Carta Magna
establece: “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la
protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad
de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno.
Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos:
 la educación para el consumo;
 la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados;
 al control de los monopolios naturales y legales;
 al de la calidad y eficiencia de los servicios públicos;
 la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios.
“La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos, y los
marcos regulatorios de los servicios públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación
de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de
control”
La legislación nacional: Es muy amplio el marco normativo a nivel nacional que tienen por objeto la defensa
del consumidor. La más importante de todas, sin dudas, La Ley de Defensa al Consumidor N° 24.240.
1) La Ley 22.262 de Defensa de la Competencia, orientada a asegurar el correcto funcionamiento de los
mercados y a sancionar conductas anticompetitivas que traben el funcionamiento del mismo.
2) La Ley 22.802 de Lealtad Comercial, destinada, a proteger al consumidor a través de la regulación de tres
aspectos fundamentales: identificación de las mercaderías, denominación de origen del producto y normas
de publicidad.
3) Ley de Abastecimiento N° 20.680, que regula la prestación de bienes y servicios destinados a satisfacer
las necesidades de la población en todos los procesos y etapas de la actividad aduanera.

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4) Ley N° 18.284, Código Alimentario Nacional, destinada a proteger las condiciones higiénico-sanitarias y
bromatológicas y de identificación comercial de alimentos de consumo humano.
5) La normativa dictada con motivo de la privatización de servicio públicos domiciliarios (agua, energía
eléctrica, gas, etc.).
6) Se suma a este plexo la ley 14.878 de vinos, la ley 16.463 de medicamentos, entre otros.

OBJETO.
El objeto del acto jurídico no debe ser
un hecho imposible o prohibido por la ley;
contrario a la moral;
a las buenas costumbres;
al orden público;
lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana;
un bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea (art. 279 CC yC).
El código civil de Vélez protegía el patrimonio, el nuevo protege a la dignidad de la persona. Esta prohibido
expresamente en el código civil y comercial hacer distintas partes sobre las partes del cuerpo, excepto cuando
la finalidad es terapéutico, afectivo, científico, humanitario o social pero no económico. Pudiendo ser en esos
casos el cuerpo humano el objeto del contrato.
Un artículo 724 del Código Civil y Comercial define a las obligaciones y termina expresamente cuál es su
objeto, una prestación destinada a satisfacer un interés lícito.
¿Qué pasa si la prestación es de hacer o no hacer?
Entonces el objeto no es la cosa como se creía en un principio. En consecuencia: “El objeto de la obligación
consiste, en una conducta del deudor orientada a satisfacer un interés del acreedor”.
Pizarro entiende que el objeto de la obligación esta dado por el comportamiento debido por el deudor
(prestación) y por el interés seguido por el acreedor, satisfecho a través de aquella. Formando la conducta y el
interés el objeto de la obligación.
Requisitos del Objeto.
1) Posible: El objeto debe ser Material y jurídicamente posible en su origen, si no lo fuera la obligación se
transformaría en inexistente por falta de objeto (arts 955 y 956 del CCyC). Si la imposibilidad del objeto
ocurriera con posterioridad a dicho momento, podría estarse ante un caso de fuerza mayor, que excusaría el
incumplimiento de la prestación, pero ello no impediría que la obligación en su origen se hubiera formado
válidamente.
En el art. 1003 del CCyC lo expone de manera positiva y amplia en el art. 1004 al disponer que:
“No pueden ser objeto de los hechos que son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contrarios a
la moral, al orden público, a la dignidad de la persona o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que
por un motivo especial se prohíbe que lo sean.”
La imposibilidad física o material: es cuando va en contra del orden natural, es decir a las leyes
físicas o de la naturaleza, por ejemplo, prometer cruzar el océano Atlántico a nado, etc.
La imposibilidad jurídica: algunos autores la han negado por entender que la misma se confunde con
la ilicitud. Hecho jurídicamente imposible es el que no puede realizarse o llegar a tener existencia
válida y eficaz en un determinado ordenamiento jurídico, por cuanto este no lo ha previsto y
regulado, al menos como tal; en cambio el ilícito es un hecho material que la ley reprueba y
sanciona, pero que físicamente es posible. Así, por ejemplo: es imposible jurídicamente, crear por

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contrato o disposición de última voluntad un derecho real que no exista en nuestro ordenamiento,
pues estos “solo pueden ser creados por la ley”.
2) Lícito: La prestación debe ser conforme a la ley, a la moral y a las buenas costumbres.
Art. 279 del CCyC:
“El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a
las buenas costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana.
Tampoco puede ser un bien que por un motivo especial se huya prohibido que lo sea”.
Están excluidos pues, de ser objeto de las obligaciones, los bienes públicos del Estado, y cualquier otra obra
pública construida para utilidad o comodidad común las ruinas y yacimientos arqueológicos de interés
científicos; los llamados bienes personalísimos: la vida humana, la integridad corporal, el honor, etc.
La jurisprudencia declara la nulidad de la obligación por ilicitud de su objeto cuando:
 Afecta a la persona del deudor;
 Es contrario a las buenas costumbres;
 Viola la ley.
3) Determinado o determinable: se admite un cierto grado de indeterminación inicial (relativa, no absoluta) que
debe cesar al momento del pago; La indeterminación inicial permitida por la ley es relativa. No puede ser
obj. de la prestación absolutamente indeterminada, por ejemplo: la obligación de entregar una cosa o entregar
un animal, la estipulación será válida si se determina por lo menos la especie. Entre los grados de
indeterminación permitidos por la ley tenemos: las obligaciones facultativas, alternativas, de género, de dar
sumas de dinero.
4) Patrimonial: con respecto a si el objeto debe ser apreciable monetariamente, existen tres posiciones:
- Doctrina tradicional: el objeto debe ser susceptible de valuación económica (los bienes ideales son
inalienables e inembargables, no siendo objeto de las obligaciones)
- Doctrina que critica a la tradicional: pueden ser objeto de las obligaciones los bienes ideales, la
exigencia de que el objeto tenga valor económico es de épocas primitivas. Actualmente se exige la
equidad del objeto, protegiéndose así valores no económicos. En cuanto a la indemnización puede
ser acordada en dinero, en virtud de ja triple función de este:
 Función de equivalencia: Es la que cumple al indemnizar la inejecución t le una obligación de
contenido patrimonial.
 Función penal: La que corresponde en la indemnización por daños causados por actos ilícitos.
 Función satisfactoria: Permite indemnizar el incumplimiento de una prestación no valorable
económicamente.
- Posición intermedia: distingue entre el objeto de la obligación y el interés del acreedor en dicho objeto
(el objeto debe ser susceptible de valuación económica pero el interés no necesariamente debe serlo,
puede ser un interés moral, científico, etc)
CCyC adhiere a la posición intermedia.

“Art. 725: Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe ser material y
jurídicamente posible, lícita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe
corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor.”

El objeto en la relación de consumo (Ley 24240): art. 1 "[...] bienes o servicios en forma gratuita u onerosa
[...]".
El objeto de las obligaciones es siempre de contenido económico solo el interés del acreedor puede ser o no
ser patrimonial.
VINCULO JURÍDICO.
El vínculo jurídico es el elemento que une ambos polos de la relación jurídica, a partir de su configuración
operan los distintos efectos que el sistema ha previsto, no comprende ni alcanza a terceros.

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Permite que los dos sujetos de una situación este en una equiparación jurídica y permite que las partes puedan
valerse de todos los medios que proporciona la ley para el cumplimiento de la obligación. Al deudor le
impone deberes y cargas y al acreedor, el deber de cooperar para que el deudor pueda cumplir y liberarse.
Es a partir del vínculo jurídico que puede sostenerse la regla del ejercicio regular del derecho por parte del
acreedor y la imposición de deberes de buena fe a lo largo de toda la vida de la obligación.
Atenuaciones:
 Favor debitoris: en caso de duda se decide en favor al deudor;
 Impedimento que realiza la ley: la ejecución forzada no puede comprender actos violentos sobre la
persona del deudor;
 El principio de buena fe: la obligación debe cumplirse de acuerdo a lo pactado, a lo dispuesto en la ley
o de conformidad con los usos y costumbres.
Unidad y Pluralidad de Vínculos.
Existen relaciones jurídicas en donde encontramos unidad de vínculos un solo acreedor y un solo deudor se
las denomina Obligaciones simples o unilaterales.
La obligación pueda presentar pluralidad de sujetos en algunos de los extremos de la relación o en ambos.
Dicha pluralidad puede ser originaria (cuando la obligación nace con una multiplicidad de sujetos en calidad
de acreedores o deudores) o sobrevenida (por ejemplo, si en una obligación que tiene solo un acreedor, y un
deudor, muere el primero y deja tres herederos, que lo suceden en su derecho). La pluralidad puede ser
disyunta o conjunta.
Obligaciones Reciprocas.
Estas obligaciones están estrechamente relacionadas con el vínculo jurídico.
Concepto: Son aquellas en virtud de las cuales las partes se obligan recíprocamente la una con la otra, en
virtud de una causa fuente común. También se las denomina "Obligaciones Sinalagmaticas”. Los contratos
bilaterales generan este tipo de obligaciones, por ejemplo, en la compraventa las obligaciones que asumen el
comprador y el vendedor, el comprador es deudor de la entrega del precio y acreedor de la cosa, y el vendedor
está obligado a entregar la cosa y es acreedor del precio.
Efectos:
1) Rige en esta materia el principio de cumplimiento simultáneo, una parte no puede demandar
exitosamente el cumplimiento, si no cumple u ofrece cumplir con su obligación. (exceptio nom
adimpleti contractus: arts. 1078, inc. c, y 1081 CCyC).
2) En las obligaciones reciprocas el uno de los obligados no incurre en mora si el otro no cumple o no se
allana a cumplir la obligación que le es respectiva (mora concurrente).
3) En las obligaciones reciprocas si una de las partes no cumple con su obligación, la otra está legitimada
para resolver el contrato (pacto comisorio art. 1081 CCyC).
CAUSA FUENTE.
¿De dónde surge la obligación? ¿Cuál es la fuente de origen? La obligación no nace por generación
espontánea. Su gestación requiere la presencia indispensable de una causa fuente que le de vida. No hay, por
lo tanto, obligación sin causa.
La causa fuente es: “La causa generatriz de la obligación”. Según la definición de Segovia, es el “hecho,
acto o relación jurídica que integra y sirve de fundamento a la obligación”.

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El artículo 726 del nuevo Código Civil y Comercial dispone lo siguiente: “Causa. No hay obligación sin
causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el
ordenamiento jurídico”.
Fuentes Clásicas.
 Contrato: art. 957: "acto jurídico mediante el cuál dos o más partes manifiestan su consentimiento para
crear, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales".
 Supone la presencia de por lo menos dos partes, con intereses distintos;
 Declaración de voluntad común sobre el objeto y contenido negocial;
 Tiene por finalidad reglar derechos y tiene fuerza normativa entre las partes que contratan.
 Cuasicontrato: acto lícito al que la ley le asignaba los mismos efectos que al contrato sin que exista acuerdo
de voluntades. Reúne todos los requisitos de un contrato, pero le falta el acuerdo expreso. Ej gestión de
negocio y el empleo útil. No hubo acuerdo en la doctrina de los casos que comprendía esta figura.
 Delito: CCyC art. 1724: “El dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o
con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos”. Además de ser un acto voluntario ilícito, realizado a
sabiendas.
 Cuasidelito: acto involuntario ilícito ejecutado sin intención de dañar, pero que causa un daño a otro por
haber incurrido en negligencia, impericia (art. 1724).
También el nuevo Código, hace referencia a esta fuente en el art. 1724, “La culpa consiste en la omisión de
la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el
lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión ”. Después de esto va lo
del dolo. Cuasidelito el hecho se produce por negligencia.
 La ley: actúa como fuente de las obligaciones cuando directamente la crea (ej: prestar alimentos entre
parientes, oblg. de los tutores a rendir cuentas).
Fuentes de las Obligaciones en el CCyC:
El nuevo Código Civil y Comercial, aborda el estudio de las nuevas fuentes de las obligaciones en el Título
V, “Otras fuentes de las obligaciones”, bajo la siguiente sistematización:

a) La responsabilidad civil (arts. 1708 a 1780);


b) La gestión de negocios (arts. 1781 a 1790);
c) El empleo útil (arts. 1791 a 1793);
d) El enriquecimiento sin causa (arts. 1794 a 1799);
e) La declaración de voluntad unilateral (arts. 1800 a 1814);
f) Los títulos valores (arts. 1815 a 1881).
a) La Responsabilidad Civil.
La responsabilidad civil por los daños causados por el incumplimiento de un deber preexistente o por la
violación de un deber general de no dañar a otros (art. 1716 CCyC), que conlleva el reconocimiento de una
responsabilidad por falta de prevención por parte de quienes pudieron haber evitado un perjuicio, es un hecho
idóneo para generar la obligación de reparar ese daño.
No obstante, debe reunir los siguientes requisitos: nexo de causalidad, antijuridicidad de la conducta, daño e
imputabilidad.
b) La Gestión de Negocios.

El art. 1781 del nuevo Código Civil y Comercial, brinda una definición y fija sus alcances de manera precisa
al disponer que "Hay gestión de negocios cuando una persona asuma oficiosamente la gestión de un
negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención de hacer una liberalidad y sin estar autorizada, ni
obligada convencional o legalmente”.

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Como surge claramente de este artículo, no hay acuerdo de voluntades y más precisamente, no hay encargo o
autorización para la realización del negocio o de la acción que entonces el gestor asume espontáneamente.
Requisitos:
 Realización útil de un negocio licito ajeno;
 Ausencia de una liberalidad (al gestor se le debe reintegrar los gastos incurridos);
 Falta de autorización, mandato o de representación legal (no hay acuerdo de partes);
 Motivación razonable: la utilidad del negocio debe ser razonable (pauta rectora considerada por la
CSJN para valorar una conducta, circunstancia o motivo);
 Prohibición del gestionado: si el dueño prohíbe seguir adelante con la gestión, acaba.

c) El Empleo Útil.
Define a esta figura en el art. 1791 del código Civil y Comercial, en los siguientes términos “Quien, sin ser
gestor de negocios, ni mandatario, realiza un gasto, en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a
que le sea reembolsado su valor, en cuanto haya resultado de utilidad, aunque después este llegue a cesar.
El reembolso incluye los intereses, desde la fecha en que el gasto se efectúa”.
Este instituto aparece asociado exclusivamente a gastos realizados en dinero (art. 1791 CC y C) y a
situaciones en las cuales tales erogaciones se hacen por razones ajenas al beneficio de quien luego debe el
reembolso. La ley regula específicamente un supuesto de empleo útil cuando se refiere a los gastos funerarios
que podrá realizar una persona no obligada, por razones de humildad y para que el fallecido reciba un entierro
decoroso. La ley establece un derecho de reembolso, siempre que tales gastos hubieran sido razonables en
función de las circunstancias de la persona y de los usos del lugar (art. 1792 CCyC).
Por último, la ley (art. 1793 CC y C) establece ciertos límites con relación al reembolso reconocido,
disponiendo que el acreedor puede reclamarlo las siguientes personas:
1) A quien recibe la utilidad: es decir al beneficiario de la erogación.
2) A los herederos del difunto, en el caso de los gastos funerarios;al ser ellos los responsables directos de
su costo.
3) Al tercero adquirente a título gratuito del bien que reciba la utilidad, pero solo hasta el valor de ella
al tiempo de la adquisición: con ello se tiende a prevenir que el crédito por empleo útil devenga ilusorio,
a raíz de una enajenación gratuita que tome insolvente al deudor (Pizarra-Vallespinos).

d) Enriquecimiento sin causa.


Todo aumento patrimonial experimentado por un sujeto a expensas del patrimonio de otro, sin que exista un
antecedente legítimo que lo justifique. Toda atribución o enriquecimiento patrimonial, o aun el mismo
empobrecimiento, deben encontrarse siempre justificados en razones de valía. Ello les otorga el carácter de
lícito y los tiñe de razonabilidad jurídica.
Esta obligación genera una típica obligación restitutoria que tiene por acreedor al empobrecido y por deudor al
enriquecido. Puede ser que no coincida la medida del enriquecimiento con la del empobrecimiento; en tal caso
se estará siempre por el menor. Esto no estaba regulado en el Código Civil de Vélez Sarsfield, ahora sí.
Con el nuevo Código Civil y Comercial, se consagra expresamente el instituto del “enriquecimiento sin
causa”, lo trata en el Título V: “Otras fuentes de las obligaciones”, del Capítulo 4, sección 1°.
El art. 1794 dispone que: “Caracterización. Toda persona que sin una causa lícita se enriquezca a expensas
de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a resarcir el detrimento patrimonial del empobrecido.
Si el enriquecimiento consiste en la incorporación a su patrimonio de un bien determinado, debe restituirlo
si subsiste en su poder al tiempo de la demanda”.

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Se establece que la acción no es procedente si el ordenamiento jurídico concede al damnificado otra acción
para obtener la reparación del empobrecimiento sufrido. Dejando en claro el carácter subsidiario que tiene la
acción.
Acción de “in rem verso”: la acción que nace para sancionar el enriquecimiento sin causa recibe la
denominación romanista de in rem verso, que significa volver las cosas al estado anterior. Se trata de una
acción personal y genérica, que le corresponde a quien se ve perjudicado por un desplazamiento patrimonial
encausado. La actio de in rem verso le corresponde al empobrecido o a sus sucesores, e incluso a los
acreedores mediante el ejercicio de la acción subrogatoria. Tiene siempre como finalidad la reintegración del
equivalente de los derechos o cosas salidas del patrimonio del acreedor.
Caracteres.
La acción in rem verso presenta los siguientes caracteres: es personal, tiene por objeto la restitución de un
bien o de un valor, transmisible, subsidiaria (tiende a prevalecer en el derecho comparado y nuestro derecho
el criterio que asigna carácter subsidiario a esta acción. Ello significa que esta no procede cuando el
demandante disponga de otra acción contra el enriquecido que le permita remediar los efectos del
empobrecimiento obteniendo un beneficio equivalente).
Requisitos para su ejercicio:
1) El enriquecimiento del demandado;
2) el empobrecimiento del actor;
3) la vinculación material entre uno y otro,
4) la ausencia de “causa”.
VOLUNTAD UNILATERAL.
Es el poder de la sola voluntad de la persona, de crear obligaciones a su cargo, antes de la concurrencia de la
aceptación del acreedor.
El nuevo Código Civil y Comercial consagra expresamente este Instituto en el Título V: “Otras fuentes de
las obligaciones”, del capítulo 5, sección Ia, el art. 1800 dispone que: “Regla general. La declaración
unilateral de voluntad causa una obligación jurídicamente exigible en los casos previstos por la ley o por los
usos y costumbres. Se le aplican subsidiariamente las normas relativas a los contratos”.
La establece como fuente de las obligaciones en los casos cuando la propia ley o los usos y costumbre lo
determinen lo habiliten pero con carácter de excepción no general.
a) Promesa de recompensa: consiste en una declaración unilateral por la cual alguien se obliga a hacer
efectiva una prestación a favor de la persona que, entre muchas, obtenga un determinado resultado.
El nuevo Código Civil y comercial legisla sobre la promesa de recompensa en los arts. 1803 a 1806. El que
mediante anuncios públicos prometí recompensar, con una prestación pecuniaria o una distinción, a quien
ejecute determinado acto ... queda obligado por esa promesa desde el momento en que llega a conocimiento
del público.
b) Ofertas al público: Son aquellas que están dirigidas a un número plural indeterminado de personas. La
calidad de acreedor queda provisionalmente indeterminada hasta tanto una persona se coloque en las
condiciones previstas en la propuesta.
Este supuesto está previsto en el art. 7 de la ley N° 2424040 (Ley de Defensa al Consumidor), el artículo es
claro cuando dice que la oferta “obliga” a quien la emite, por lo tanto, es fuente de obligación. Tiene que
tener la fecha precisa de comienzo de la oferta, y terminación, limitaciones, etc., es decir, debe reunir todos
los requisitos para que sea considerada obligación.

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Los títulos valores (arts. 1815 a 1881): documentos que otorgan derechos a quiénes lo poseen (acreedor) y a
su simple presentación, para reclamar al librador el pago por parte del deudor
El deudor se encuentra perfectamente identificado desde su nacimiento, son acreedores aquellos que poseen el
documento y su titularidad se transfiere mediante la sola entrega manual.
El nuevo código Civil y comercial lo trata en los arts. 1815 a 1821, considerando que estos títulos incorporan
una obligación incondicional e irrevocable de una prestación y otorgan a cada titular un derecho autónomo,
y le son inoponibles las defensas personales que pueden existir contra anteriores portadores.
UNIDAD 3
1- Elementos accidentales de la obligación: concepto, régimen legal, distintos supuestos: Condición, y
cargo: reglas generales. Plazo: concepto, clasificación, beneficiario del plazo.
Nociones generales:
Obligaciones puras y simples: son las que no están sometidas a ninguna modalidad: condición, plazo o cargo.
Obligaciones modales: Son las que están sometidas a elementos accidentales de la obligación: condición,
plazo o cargo, elementos que pueden aparecer o no en las obligaciones, pues no hacen a la existencia de la
misma, y una vez que surgen son tan obligatorios como los elementos esenciales, imponiendo importantes
consecuencias jurídicas. Utilizables en cualquier negocio jurídico (por ej. Contrato o el testamento).
ACCIDENTALES: Porque pueden o no a parecer.
Importancia: Se propaga a todo el ámbito donde la autonomía de la voluntad es fundamento del efecto
jurídico.
Son tres los elementos accidentales: la condición, el plazo y el cargo.
La existencia o inexistencia de modalidades permite distinguirlas en: obligaciones puras y simples, y
obligaciones modales.
METODOLOGÍA.
El Código de Vélez legislo los elementos accidentales en el libro II, sección 1, título V, “De las obligaciones
en general”.
Críticas.
1. Considero a las modalidades que pueden ser parte de todo acto jurídico, por lo tanto, su correcta ubicación
seria dentro de la “Teoría general de los hechos y actos jurídicos”.
2. No le da autonomía e independencia al cargo (o modo), sino que lo trata dentro de la condición como si
fuera parte de la misma y esto trae aparejados inconvenientes porque se dan dos tipos de cargos: el simple o
condicional y sus diferencias son muy finas.
El nuevo Código civil y Comercial, da solución a la crítica mencionada con anterioridad, por cuanto que trata
a las “Modalidades de los actos jurídicos” en el Título IV: “Hechos y Actos Jurídicos”, del Libro I: “Parte
General” y al cargo (se le da autonomía) a partir del art. 354 al 357, en el Sección 3a, del Capítulo 7.
La sección primera hace referencia a la condición donde se propone seguir el criterio del Código anterior,
aunque ajustando su redacción conforme con las observaciones que hiciera la doctrina.
Se denomina condición (art. 343) “a la cláusula de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan su
plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto. Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en
cuanto fueran compatibles, a la cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o extinción de un
derecho a hechos presentes o pasados ignorados.

20
Con esta redacción se procura diferenciar la “condición” como modalidad del acto jurídico, del
acontecimiento o hecho condicional. Dando cabida a la cláusula reconocida por la doctrina como "condición
impropia”, a la cual se propone extenderle el régimen de las condiciones.
En cuanto a los efectos de la condición, se mantiene un sistema similar al actualmente vigente
La sección segunda se dedica al plazo. La modificación más importante la encontramos en el beneficiario
del plazo donde se establece que “el plazo se presume establecido en beneficio del obligado” (art. 351).
La sección tercera se refiere al cargo. El nuevo Código deja en claro que el cargo no implica condición ni
impide los efectos del acto (art. 35460).
La obligación de cumplir el cargo es transmisible a menos que solo pueda ser ejecutado por quien se obligó
inicialmente a cumplirlo (obligaciones inherentes a la persona), con lo cual se recepta expresamente una
solución aceptada en la doctrina y consagrada en el Esbogo de Freitas, “.la adquisición el derecho principal
queda sin efecto, volviendo los bienes al titular originario o a sus herederos” (art. 356).

CONDICIÓN:
“Es la modalidad que hace depender la eficacia o la resolución de un derecho, de un acontecimiento
futuro e incierto”.
El cumplimiento de la condición, apareja a la resolución del derecho
La definición toma en cuenta la clasificación más importante de la condición:

CONDICION SUSPENSIVA CONDICION RESOLUTORIA


 Cuando se supedita el nacimiento de una  Cuando se supedita a un acontecimiento futuro e
obligación a un acontecimiento futuro e incierto. incierto la resolución de un derecho. El cumplimiento
 Ejemplo: te regalaré un auto si te recibes de de la condición, apareja a la resolución del derecho
abogado.  Ejemplo: te entrego este auto, pero quedara sin efecto
 Generalmente va seguido de una condición positiva si no te recibís de abogado antes de fin de año.
porque el cumplimiento de la condición consiste en  Generalmente va seguido de una condición negativa,
la realización del hecho positivo (recibirse de porque el cumplimiento de la condición consiste en la
abogado). realización de un hecho negativo (que no se reciba de
 El derecho no nace sino hasta que se cumpla el abogado antes de fin de año).
hecho futuro e incierto y a partir de ese momento el  El derecho nace al momento mismo de constituirse el
acreedor condicional puede exigir el cumplimiento acto. Por lo tanto, el acreedor condicional puede
de la obligación, es decir, la entrega de la exigir en ese mismo acto de celebración la entrega de
prestación. la prestación,
 El cumplimiento de la condición, hace nacer el  El cumplimiento de la condición, trae aparejado la
derecho. Se recibió de abogado exige la entrega del resolución del derecho. No se recibió de abogado
auto. antes de fin de año, debe devolver el auto entregado.

El nuevo Código Civil y Comercial, denomina condición (art. 343)


“A la cláusula de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un
hecho futuro e incierto. Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en cuanto fueran compatibles, a la
cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o extinción de un derecho hechos presentes o pasados
ignorados”

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Con esta redacción se procura diferenciar la “condición” como modalidad del acto jurídico, del
acontecimiento o hecho condicional - hechos presentes o pasados ignorados por las partes-. Dando cabida a
la cláusula reconocida por la doctrina como “condición impropia”, a la cual se propone extenderle el régimen
de las condiciones.
Comparación con otras modalidades.
Estas modalidades (condición, plazo y cargo) tienen de común que son v lamentos accidentales que afectan a
los actos jurídicos. Pero independientemente de esa similitud, tienen diferencias sustanciales entre las
mismas.

CONDICIÓN PLAZO CARGO


Es necesariamente incierta y Es de cumplimiento cierto, es El cargo simple no incide sobre la
contingente. siempre de producción eficacia del acto, ni sobre la
Subordina la eficacia o inexorable, pues fatalmente habrá exigibilidad, solo limita los
existencia del derecho a mi de producirse. alcances de la obligación
acontecimiento futuro c incierto Determina el comienzo o el fin de principal.
que puede o no suceder. la exigibilidad de un derecho.
En principio, produce efectos Produce efectos hacia el futuro
que operan retroactivamente (ex (ex nunc)
tune)

PLAZO
Concepto: EI plazo, también llamado término, es la modalidad que subordina la exigibilidad de un acto
jurídico al transcurso de un espacio de tiempo. O sea que el ejercicio del derecho de las partes está
supeditado al transcurso del tiempo indicado, ya sea para que comience -ese ejercicio (plazo suspensivo) o
para que el mismo cese (plazo resolutorio).
La obligación tiene que cumplir se en tiempo y forma, el lazo es la temporalidad de una obligación. Aquí
radica su importancia por su relevancia en la obligación desde el punto de vista sustancial como procesal
Caracteres.
1) El plazo es futuro, la fecha, la época o el acontecimiento que se toma como punto de referencia para
determinar su vencimiento no pertenece al pasado, sino al porvenir.
2) El plazo es cierto, o sea que necesariamente debe ocurrir. Aún el plazo denominado incierto debe
necesariamente acontecer y lo único que tiene de incierto es el momento exacto en que ha de consumarse.
3) No es retroactivo, el plazo no opera sus efectos ex nune (tiene vigencia desde el momento que se dicta, sin
retroactividad). Cuando asume la forma suspensiva, la exigibilidad de la obligación entrará en vigor
solamente a partir del vencimiento del término.
Clases de plazo.
1. Suspensivo y resolutorio: el plazo es suspensivo, supedita la exigibilidad de una obligación a un espacio de
tiempo cuando difiere la exigibilidad de la obligación durante un espacio de tiempo. El plazo es resolutorio,
cuando el transcurso del tiempo indicado hace cesar la exigibilidad de la obligación.
2. Cierto e incierto: el plazo es cierto según el art. 567 del anterior Código, “cuando fuese fijado para
terminar en designado año, mes o día o cuando fuese comenzado desde la fecha de la obligación o de otra
fecha cierta”.
El plazo es incierto, cuando depende de un acontecimiento que, aun cuando deba necesariamente ocurrir, es
imposible determinar con anticipación cuando sucederá, así, la indicación de la muerte de una persona (como
plazo de un acto jurídico) constituye un término incierto. Se sabe ciertamente que se tendrá que pagar, pero
no exactamente cuándo habrá que hacer el pago.
Subdivisión (para algunos autores):

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 Plazo incierto determinado, cuando a pesar de no saberse en qué n tomento se producirá el vencimiento
se ha precisado, en el acto de constituirle la obligación, cual es el hecho concreto que se tendrá como
punto de referencia para el comienzo o el fin del término, por ejemplo: la obligación de pagar X cant.
cuando Pablo muera.
 Plazo incierto indeterminado es aquel en que, al constituirse el vínculo obligatorio, no se ha concertado
el momento del vencimiento, sino que ha sido dejada su fijación al resultado de ulteriores apreciaciones.
Por ejemplo, la obligación de pagar una deuda cuando se cobre el crédito que se tiene contra un tercero, o
la obligación de pagar una deuda cuando se mejore de fortuna.
3. Expreso y tácito: el plazo es expreso cuando está señalado, concreta e inequívocamente, en el acto jurídico.
El plazo es tácito cuando no se lo ha fijado en la celebración del acto, pero se deduce, de la propia
naturaleza, la necesidad de un término para cumplirlas.
4. Convencional, legal y judicial. Plazo convencional es el que los otorgantes de un acto jurídico establecen
en el mismo de común acuerdo. Plazo legal es el que fija la ley misma. Plazo judicial es el que señalan los
jueces en los casos en que las leyes los autorizan
5. Plazo perentorio o esencial y no perentorio. El plazo perentorio o esencial es aquel que una vez vencido
hace que no se pueda cumplir la obligación sin desnaturalizar su fin. Tal es el caso de quien contrata una
orquesta para el día de su boda, si la orquesta no concurre en ese momento, ya no es admisible el
cumplimiento de la prestación, por la sencilla razón de que la misma debió ejecutarse indefectiblemente en la
oportunidad convencida.
Plazo no perentorio es el que, si bien se establece para una época determinada, no es obstáculo insalvable
que la obligación se cumpla después de su vencimiento, sin menoscabo del derecho del acreedor para
reclamar los daños y perjuicios moratorios.
Beneficiarios del plazo
La importancia en el beneficiario es el que determina el plazo, estando determinado el plazo a favor del
deudor, esto igual puede cambiarse por ley o acuerdo entre las dos partes.
El anterior Código se presumía establecido a favor de ambas partes, conforme surgía del art. 570 del Código
Civil: “El plazo puesto en las obligaciones se presume establecido para ambas partes, a no ser que, por el
objeto de la obligación o por otras circunstancias resultare haberse puesto a favor del deudor o del
acreedor. El pago no podrá hacerse antes del plazo sino de común acuerdo”.
Como consecuencia, ni el acreedor puede pretender cobrar antes, ni el deudor estaba autorizado a obligar a
recibir con prelación al vencimiento. Eso no era imperativo y reconocía importantes excepciones, en las
cuales donde se consideraba determinado a favor del acreedor o del deudor.
El nuevo Código Civil y Comercial modifica esta cuestión, en consecuencia, “El plazo se presume
establecido en beneficio del obligado a cumplir o a restituir a su vencimiento, a no ser que, por la naturaleza
del acto, o por otras circunstancias, resulte que ha sido previsto a favor del acreedor o de ambas partes.”
(art. 351).
También se trata de una norma que no es imperativa, sino supletoria, ergo, puedo ser modificado por las
partes; o bien ser impuesto por la ley o derivar del objeto de la obligación.
Efectos del plazo
Efectos del plazo suspensivo.
a) Pendiente el plazo. En este estado del acto jurídico las obligaciones y los derechos de los sujetos
respectivos, existen, pero está impedida su exigibilidad y su ejercicio. Las consecuencias son las siguientes:
1) El acreedor, salvo que el plazo estuviera concedido a su exclusivo donde, no puede ejercitar ninguna
acción tendiente al cumplimiento de la prestación;

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2) La obligación a plazo no es susceptible de compensación legal. Únicamente sería posible la
compensación facultativa, siempre que la parte que tuviera el derecho de oponerse, accediera a admitir
este medio extintivo;
3) El acreedor a plazo puede ejercitar todas las acciones conservatorias necesaria para la intangibilidad de
sus derechos;
4) Los derechos y obligaciones sujetos a plazo, son transmisibles por actos vivos y por causa de muerte;
5) Mientras el término este suspensivo, no corre la prescripción liberatoria;
6) El deudor que ha pagado antes de vencer el plazo no puede repetir lo pagado, pero si lo ha hecho por
ignorancia del plazo habrá lugar a la repetición.

b) Efectos una vez vencido el plazo. Al operarse el vencimiento del término suspensivo la obligación se hace
plenamente exigible. El acreedor tiene derecho a promover las acciones judiciales tendientes a obtener el
cumplimiento de la prestación. El deudor, a su vez, queda facultado para reclamar que se le reciba el pago y
si el acreedor se negara injustificadamente, puede recurrir al procedimiento del pago por consignación.
El deudor que no cumple queda constituido en mora de pleno derecho, sin necesidad de requerimiento ni
interpelación previa alguna. En las obligaciones a plazo incierto determinado, el deudor queda constituido en
mora a partir de haberse producido el hecho que se puso como punto de referencia para el vencimiento del
mismo. En tal caso, será necesaria la interpelación judicial o extrajudicial para constituir en mora al deudor y
en las obligaciones a plazo incierto indeterminado el deudor queda en mora de pleno derecho a partir del
vencimiento del plazo de cumplimiento que se le fije judicialmente.
El vencimiento del plazo tiene, también, sus efectos en cuanto al pacto comisorio. En los contratos con
prestaciones recíprocas, expirado el término sin que se haya dado cumplimiento a las prestaciones, el acreedor
podrá resolver la obligación y reclamar daños y perjuicios.
Efectos del plazo resolutorio.
a) Pendiente el plazo. A la inversa del plazo suspensivo, en el resolutorio, las partes están facultadas para
ejercer sus derechos y están asimismo expuestas a que se les exija el cumplimiento de las obligaciones
contraídas.
En los contratos de locación, sociedad y en general en los de tracto sucesivo, donde se encuentra esta clase de
plazo. Con mayor razón les asiste el derecho de ejercitar acciones conservatorias.
b) Efectos una vez vencido el plazo resolutorio. Cesa para las partes la posibilidad de exigir el
cumplimiento de los derechos de que son titulares y quedan liberados del cumplimiento de las
contraprestaciones a su cargo.
Caducidad o decaimiento del plazo: La caducidad del plazo se produce cuando se lo juzga cumplido, pese a
no estar vencido. Es la privación de los beneficios del término, antes de su vencimiento, en virtud de una
disposición legal. Es una sanción que la ley impone al obligado, a raíz de actos suyos en perjuicio del
acreedor. Esta pena consiste en tener por cumplido ficticiamente el plazo, adelantando los efectos de su
vencimiento.
Distintos supuestos de caducidad de plazos, convencional y legal.
1. Caducidad de plazos convencional: Las partes pueden determinar convencionalmente que determinados
supuestos de hecho sean aptos para provocar la caducidad de los plazos. Utilizadas en la práctica, cuando
se trata de prestaciones fraccionadas en cuotas.
2. Caducidad de plazos legal:
a) Insolvencia del deudor. El deudor constituido en insolvencia y los que lo representen, no pueden
reclamar el plazo para el cumplimiento de la obligación. Para que opere el decaimiento del término, no
basta una insolvencia patrimonial de hecho, sino que la misma debe ser declarada judicialmente, a
través de una sentencia por la que se forme concurso de acreedores o se decrete la quiebra del deudor
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(art. 128 de la ley 24.522). El deudor que ha caído en estado de cesación de pagos -concurso o quiebra-,
no puede ampararse en el beneficio de los plazos a que estuvieran sometidas sus obligaciones.
b) Venta judicial de bienes gravados. A los acreedores hipotecarios o prendarios se les reconoce la
facultad de exigir el pago antes del vencimiento de sus créditos, cuando los bienes gravados fueren
vendidos en la ejecución que otro acreedor hipotecario o prendario hubiera seguido contra los
respectivos deudores, y en cuya ejecución se hubiera obtenido el remate judicial de dichos bienes, en
virtud de sentencia firme.
c) Disminución de la garantía. El obligado que ejecuta hechos que disminuyen las garantías reales
otorgadas en favor del crédito, pierde el derecho al plazo.
d) Dolo o culpa del deudor: No está previsto en la ley, pero en la jurisprudencia podemos encontrar un
fallo de la Cámara Civil de la Capital Federal, que reputó vencido el plazo acordado a un deudor para el
cumplimiento de su obligación fijada para cuando inscribiera su hijuela en el Registro de la Propiedad,
sanción que se aplicó a raíz de que el deudor fue negligente en practicar esa inscripción.
Sostuvo el tribunal que el término debe considerarse vencido si el acto, al cual se supedita el
vencimiento, no se cumple por culpa del obligado.
CARGO O MODO.
Definición: El cargo, carga, o modo, es una figura jurídica, se ha dicho que esta modalidad:
“es la declaración de voluntad accesoria y excepcional por la cual se impone a quien se concede a título
gratuito un derecho patrimonial, la obligación de realizar un hecho cualquiera en favor de quien ha
transmitido el derecho, o de un tercero.”
Por ejemplo, el legado de una cantidad determinada de dinero, con el cargo de que parte de la misma se
destine a levantar un monumento funerario en homenaje al testador.
El nuevo Código Civil y Comercial, como vimos con anterioridad, le da autonomía al Cargo y deja en claro
que el cargo no implica condición ni impide los efectos del acto (art. 35460).
La obligación de cumplir el cargo es transmisible a menos que solo pueda ser ejecutado por quien se obligó
inicialmente a cumplirlo (obligaciones inherentes a la persona).

Excepción en donación:
El CCyC de la Nación regula esta clase de donación en especial denominada “donación con cargos” se rige
por el siguiente art.:
“ARTICULO 1562.- Donaciones con cargos. En las donaciones se pueden imponer cargos a favor del
donante o de un tercero, sean ellos relativos al empleo o al destino de la cosa donada, o que consistan en una
o más prestaciones.
Si el cargo se ha estipulado en favor de un tercero, éste, el donante y sus herederos pueden demandar su
ejecución; pero sólo el donante y sus herederos pueden revocar la donación por inejecución del cargo. (...)”.
El art. 1569 y 1570 del CCyC de la Nación establece expresamente que la donación aceptada sólo puede ser
revocada entre otras causales “por inejecución del cargo”.
2- Clasificación de las obligaciones: Régimen Legal, diferentes criterios.

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La clasificación de las obligaciones en el CCyC este tratado en el capítulo 3o, desde los arts. 746 al 864,
se observa una significativa simplificación de las mismas, al suprimirse alguna de sus especies (por ej.: las
obligaciones naturales, obligaciones de cantidad).
En base a las distintas clasificaciones formuladas por la doctrina, y considerando los cambios producidos por
el nuevo Código, proponemos la siguiente clasificación de las obligaciones:
PAG 66 CLAPS Cuadro sinoptico.
3.-Deberes Morales: concepto; antecedentes, régimen legal, efectos: irrepetibilidad
Concepto y antecedentes
El Código Civil de Vélez Sarsfíeld trato a las obligaciones naturales en el Libro II, Sección 1 a, Parte 1a, Título
II (arts. 515-518). Este código clasificaba a las obligaciones en civiles y naturales, teniendo en cuenta la
virtualidad del vínculo jurídico.
Obligaciones civiles: frente al incumplimiento del deudor, autorizaban al acreedor a reclamar su
cumplimiento y a emplear todos los medios que le da la ley para obtener el complimiento de la prestación

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debida, es decir, a descargar sobre el deudor el poder de agresión patrimonial que el sistema le confiere ante
tal circunstancia.
Obligaciones naturales: fundadas en el derecho natural y la equidad, el acreedor no tenía acción para exigir
cumplimiento, pero que cumplidas voluntariamente por el deudor autorizaban al acreedor a conservar lo
pagado. Esta clasificación era en oposición a las obligaciones civiles.
El deber moral o de conciencia
El nuevo Código suprimió la categoría de obligaciones naturales, al considerar que no eran verdaderas
obligaciones por defecto de exigibilidad. En cambio, se refirió en general a la irrepetibilidad de lo pagado en
función de deberes morales o de conciencia (art. 728 del CCyC).
Pizarro sostiene que las obligaciones naturales no serían técnicamente relaciones jurídicas obligatorias. Por
cuanto no existe vínculo jurídico: el acreedor no tiene poder para exigir el cumplimiento de la prestación y
carece totalmente de derecho subjetivo desde una perspectiva sustancial y procesal, es decir, no puede exigir
el cumplimiento de la obligación ante los organismos jurisdiccionales del Estado y tampoco pesa sobre el
deudor un deber jurídico de cumplirla, propio de una relación obligatoria.
Aun así, hay inconsistencias en el CCyC, porque en materia de Cláusula Penal, el art. 803 dispone que:
“Obligación no exigible. La cláusula penal tiene efecto, aunque sea puesta para asegurar el cumplimiento de
una obligación que al tiempo de concertar la accesoria no podía exigirse judicialmente, siempre que no sea
reprobada por la ley.”
Efectos. Irrepetibilidad.
Es el efecto más importante que produce el cumplimiento de un deber moral o de conciencia es que no puede
reclamarse lo que se ha pagado, cuando el pago de ellas se ha hecho voluntariamente (sin coerción externa, es
decir, el que se realiza sin violencia, intimidación, ni dolo) y por el que tenía capacidad legal para hacerlo. El
pago puede también ser hecho por un tercero contra la voluntad del deudor. El que así lo hubiese verificado
tendrá sólo derecho a cobrar del deudor aquello en que le hubiese sido útil el pago.
Aquí la palabra pago está empleada en un sentido amplio, comprende no solo a la dación o entrega de
cualquier cosa, sino también la ejecución de un hecho, la suscripción de un documento, el abandono de un
derecho.
CCyC Art. 728. “Deber moral. Lo entregado en cumplimiento de deberes morales o de conciencia es
irrepetible.”

Supuestos especiales en los cuales aquello pagado espontáneamente por el deudor resulta irrepetible:
1. El pago de intereses por el mutuario cuando se hubiese pactada la gratuidad el contrato (art. 1527 del
CCyC);
2. El caso del pago espontáneo de obligaciones prescriptas (art. 2538 CCyC);
3. Y los pagos realizados en cumplimientos de prestaciones prometidas en el contexto de juegos de puro azar,
cuando no fueren prohibidos. En este último supuesto, la ley aclara además que no hay acción para exigir el
cumplimiento de esas prestaciones, estuvieren o no prohibidos dichos juegos por la autoridad local (art.
1611 CCyC).
4.-Oblígaciones principales y accesorias: concepto, régimen legal, fuentes de accesoriedad, clases de
accesoriedad, efectos: principio general y excepciones.
Obligaciones principales y accesorias.

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EL PROFE DIJO QUE IMPORTA LO QUE REGULA EL CODIGO DE AHORA, QUE REGULA LAS
OBLIGACIONES PRINCIPALES, COSA QUE NO HACIA EL CODIGO ANTERIOR
Estas obligaciones están legisladas en el CCyC en el capítulo 3° “Clases de obligaciones”, sección 10°, en los
arts. 856 y 857.
Concepto.
A diferencia del Código anterior que solamente definía a las obligaciones accesorias “...cuando la una es la
razón de la existencia de la otra” (art. 523), el nuevo Código define tanto a las principales, como a las
accesorias.
Art. 856, “Obligaciones principales son aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia y desarrollo
funcional son autónomos e independientes de cualquier otro vínculo obligacional. Los derechos y
obligaciones son accesorios a una obligación principal cuando dependen de ella en cualquiera de los
aspectos precedentemente indicados, o cuando resultan esenciales para satisfacer el interés del acreedor”.
Se observa así que existe una obligación que será principal cuando resulta independiente de la otra y tiene
vida por sí misma fundándose solo en la causa que la origina, en cambio la accesoria depende de la existencia
y validez de la obligación principal a la que está subordinada y que le sirve de fundamento.
Ejemplo: D está obligado de a entregarle a A una colección de textos jurídicos el día 30 de junio,
estipulándose una cláusula penal de $200 por cada día de demora en efectivizar la entrega: en este caso la
obligación principal es la entrega de la colección de libros, y la accesoria el pago de la cláusula penal
moratoria.
Fuentes de accesoriedad: legal y voluntaria.
La accesoriedad puede provenir de la ley o de la voluntad de las partes.
La accesoriedad legal es la que surge de un precepto normativo. Por ejemplo, el Código Civil y Comercial
reconoce al menos en forma implícita la accesoriedad de los intereses por mora, respecto del capital
representativo de la obligación principal (art. 899 del CCyC).
La accesoriedad voluntaria es la que han acordado las partes con finalidad de garantía, para asegurar el
cumplimiento de la obligación principal, por ejemplo, la cláusula penal, la fianza, etc.
Clases de accesoriedad en el Código Civil.
A diferencia del código anterior que en el art. 524, establecía expresamente las clases de accesoriedad. El
nuevo Código Civil y comercial, no se ocupa expresamente del tema al tratar esta clasificación, sin de que
existen muchos supuestos de obligaciones accesorias:
a) Fianza (art. 1574 CCyC)
b) Leasing (art. 1233 CCyC)
c) El cargo o modo (art. 354 CCyC)
d) La obligación facultativa (art. 786 CCyC)
e) La cláusula Penal (arts. 799, 801 y 802 CCyC)
f) La obligación de pagar en intereses (art. 870 y los arts. 767 a 769 CCyC)
Derechos accesorios.
Dentro del mismo quedan comprendidos los derechos reales de garantía. Claramente el art. 1899 CCyC,
dispone que: “Los derechos reales son principales, excepto los accesorios de un crédito en función de
garantía. Son accesorios la hipoteca, la anticresis y la prenda.”
Derechos accesorios de conducta.

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La última parte del art. 856 CCyC, hace referencia a los deberes accesorios de conducta, ya que establece que
ciertas obligaciones, son accesorios cuando resulten esenciales para satisfacer el interés del acreedor.
Efectos de la extinción.
Art. 857CCyC: “La extinción, invalidez o ineficacia del crédito principal, extinguen los derechos y
obligaciones accesorios, excepto disposición legal o convencional en contrario”.
La regla general es que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Extinguida la obligación principal,
queda extinguida la obligación accesoria, pero la extinción de la obligación accesoria no envuelve a la
obligación principal. Ello constituye una consecuencia que hace al sentido mismo esta categoría, sí se tiene
en cuenta la dependencia que define su carácter.
Una excepción a esta regla de carácter legal es la que surge del art. 803 del CC y C referente a la cláusula
penal, que permite la subsistencia de esta obligación accesoria si al fijarse, la obligación principal resultare
inexigible judicialmente. De este modo, si se pacta una cláusula penal cuando la obligación principal se
extingue por prescripción, podrá de todos modos reclamarse el cumplimiento de la pena.
5.- Rendición de Cuentas: Concepto, régimen legal requisitos, efectos.
Rendición de cuentas.
Esa obligación nace de realizar negocios ajenos o por cuenta de otro y consiste en informar al titular del
derecho las cuentas y sus resultados de tal forma que el acreedor las apruebe o se apruebe judicialmente para
que el deudor de las cuentas pueda liberarse y el acreedor consolide sus derechos. Esta obligación surge del
deber implícito de obrar con buena fe objetiva y subjetiva (lealtad, probidad, confidencialidad).
Se incorpora al Código Civil y Comercial un régimen de carácter general, la rendición de cuentas, en la
sección 11, desde el art. 858 al 864. El Código Civil anterior no contemplaba la rendición de cuentas de
carácter general, solamente la obligación de rendir cuentas en instituciones especiales en los arts. 68 a 74.
El art. 858 del Código Civil y Comercial, define a la “cuenta” como: “la descripción de los antecedentes,
hechos y resultados pecuniarios de un negocio, aunque consista en un acto singular”, y diciendo que “hay
rendición de cuentas cuando se las pone en conocimiento de la persona interesada”.
Requisitos.
El art. 859 del CCyC hace referencia a los requisitos.
a) ser hecha de modo descripto y documentado; en cuanto al primero, la rendición de cuentas debe exponer
la explicación clara de cada negocio, las razones de las inversiones, las circunstancias favorables o
desfavorables y los resultados. Se trata de hacer comprensible al acreedor los elementos que constituyen la
rendición de cuenta. Y deben ser puesto a disposición del acreedor todos los documentos respaldatorios de
cada una de las operaciones realizadas.
b) incluir las referencias y explicaciones razonablemente necesarias para su comprensión, las cuentas, los
documentos y la información deben poseer una coherencia y simplicidad que haga entendible al acreedor
conforme a su grado de formación cultural.
c) acompañar los comprobantes de ingreso y de los egresos, excepto que sea de uso no extenderlos, se trata
de acompañar toda la documentación pertinente que haga entendible el negocio y sus circunstancias.
d) concordar con los libros que lleve quien las rinda, debe existir una identidad entre los comprobantes y la
documentación, con los asientos contables u otros libros pertinentes.
Efectos

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El art. 860 del Código Civil y Comercial, enumera los obligados a rendir cuentas, ya sea que la obligación
surja de la ley, de la convención de las partes o de la naturaleza del negocio.
“Obligación de rendir cuentas. Están obligados a rendir cuentas, excepto renuncia expresa del interesado: a)
quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio; b) quienes son parte en relaciones de ejecución
continuada, cuando la rendición es apropiada a la naturaleza del negocio; c) quien debe hacerlo por
disposición legal. La rendición de cuentas puede ser privada, excepto si la ley dispone que deba ser
realizada ante un juez.”
El art. 861, sostiene que la rendición de cuentas debe efectuarse al finalizar cada negociación y si se tratara de
operaciones de tracto sucesivo, se hará al fin de cada año - año de gestión, no de calendario-, es decir, al fin
de cada ciclo de negocio (es meramente dispositivo las partes pueden convenir la rendición de cuentas en
otras épocas o periodos).
Asimismo, si se trata de relaciones de ejecución continuada o de tracto sucesivo, la última aprobación de la
rendición de cuenta sanea las anteriores (art. 863).
El art. 862, hace referencia a la aprobación de la rendición de cuentas que puede ser expresa o tácita (la
aprobación de la cuenta es tácita si no es observada en el plazo convenido o dispuesto por la ley. Si no hay
plazo queda aprobada en el plazo de 30 días de presentada en debida forma), a su vez la norma establece una
presunción de aprobación de las cuentas y dice siempre que estas estén en debida forma. En el supuesto de
falencias el acreedor puede solicitar más información o bien documentación complementaria.
Si existiere alguna impugnación a las cuentas presentadas, las partes deberán llegar a solución judicial o
extrajudicial. Sólo después de dirimidas todas las cuestiones judiciales planteadas se extenderá que la cuenta
ha sido rendida.
La última parte de la norma, hace referencia a errores no esenciales a la rendición y aprobación de las cuentas,
y expresamente la norma establece un plazo de caducidad de un año para ser observadas.
Y una vez aprobadas las cuentas, el art. 86458, establece dos cuestiones diferentes:
1) su saldo debe ser pagado en el plazo convenido o dispuesto por ley o en su defecto, en el de diez días. El
saldo no necesariamente tiene que ser a favor del acreedor de la cuenta, puede ser también a favor del deudor,
por ejemplo, por compensación de adelantos u honorarios, etc. Y el mismo debe ser abonado conforme lo
dispongan las partes o la sentencia judicial y en su defecto la norma trae un plazo residual de 10 días corridos
desde el día que se aprobó la cuenta (judicial o extrajudicial).
En cuanto a la documentación, dispone: 2) el obligado a rendirlas debe devolver al interesado los títulos y
documentos que le hayan sido entregados, excepto las instrucciones de carácter personal. Debe entregarse
toda la documentación que hace al derecho del acreedor de la cuenta, justamente para consolidar sus
derechos. Hay cierta documentación que hace al derecho del deudor de la cuenta, instrucciones, poderes, etc.,
que deben permanecer en poder del deudor, como por ejemplo el poder con su cesación o revocación.

UNIDAD 4

1.- Obligaciones de dar cosa cierta: concepto, modo de cumplimiento, deberes comunes (conservación,
entrega, el deber de información Ley 24.240); Constitución y transferencia, distintos sistemas, el sistema
del Código Civil antes y después de las Leyes 17.711 y 17.801; el nuevo Código Civil y Comercial, Principios
fundamentales que rigen el cumplimiento de estas obligaciones, según la finalidad: para transferir y
constituir derechos reales y para restituir las cosas a su dueño.

Dentro de las obligaciones de dar están: las de género y las de dar cosa cierta.

30
Principios Fundamentales que rigen en las obligaciones de dar.

Son comunes y muy importantes a todas las obligaciones de dar. Se van a encontrar en los efectos de las
obligaciones, tanto en las de género y en las de dar cosa cierta

a) Las cosas aumentan, mejoran, se pierden o deterioran para su dueño (art. 755 CCyC). El dueño se puede
beneficiar por la mejora o perjudicar por la pérdida o deterioro;
b) En principio, antes de la tradición de la cosa al acreedor no adquiere ningún derecho real (art. 750 del
CCyC). La tradición es el modo, que es la entrega efectiva y voluntaria de una cosa.
Esta regla, reconoce importantes excepciones así, por ejemplo, en materia de hipotecas, prenda con registro
de supuestos de inscripción registral constitutivos (automotores, caballos de carrera de pura sangre.);
c) La posesión de buena fe de una cosa mueble hace presumir su propiedad, salvo que se trate de cosas
muebles robadas o perdidas.
d) En materia de inmuebles, no se puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso del que se goza
y recíprocamente, no se puede recibir un derecho mejor y más extenso que el que tiene quien lo transmite.
e) Para que se genere la obligación de indemnizar es preciso la presencia de todos los elementos de la
responsabilidad civil: antijuridicidad (violación del deber general de no dañar) o incumplimiento de una
obligación preexistente, daño, imputabilidad (factor de atribución subjetivo u objetivo) y relación de
causalidad.
f) El género nunca perece. El deudor cuando asume una obligación de género no se compromete con la cosa,
se compromete con todo el género. Mientras exista una cosa comprendida a ese género va a seguir obligado
al cumplimiento de la obligación;
g) Cuando se ha efectuado la individualización en las obligaciones de género opera la concentración de la
obligación y deben aplicarse las normas correspondientes a la obligación de dar cosa cierta.
En las obligaciones de género una vez que la obligación es individualizada esa cosa se concentra en la
prestación elegida y esa obligación que era una obligación de género se transforma en una obligación de
dar cosa cierta.

Obligaciones de dar cosa cierta.


Concepto: La obligación de dar cosa cierta tiene como objeto una cosa individualizada, precisa, concreta y
carente de fungibilidad, si es fungible no es cosa cierta xq puede ser reemplazada por otra cosa de su misma
especie y calidad. El acreedor y el deudor saben, desde el nacimiento de la obligación, qué es lo que deberá
entregarse. Por ejemplo: “Me obligo a dar el automotor marca Fiat dominio ACD435”.
Pizarro y Vallespinos entienden que este tipo de obligaciones se caracterizan por que “su objeto se encuentra
plenamente determinado en su individualidad. El deudor solo cumple la prestación entregando ese objeto y
no otro. La determinación precisa concreta de la prestación constituyen sus notas distintivas”.

El objeto es siempre una cosa mueble o inmueble.


Las obligaciones de dar (para todos los supuestos, no solo para el de cosas ciertas), pueden tener diferentes
finalidades:
1. constituir derechos reales; Esta damos.
2. restituir a su dueño; Esta damos
3. transmitir el uso
4. o transmitir la tenencia.
El art. 749 CCyC mantiene el criterio.
Modo de cumplimiento.

31
La obligación de dar no se circunscribe solo a la simple entrega de la cosa. Pesan también sobre el deudor
otros deberes de conductas que se ubican en el periodo anterior al cumplimiento y que están orientados a
posibilitar la entrega.
Deberes comunes.
Consisten en cómo el deudor debe entregar esa cosa cierta. El art. 746, que expresa: ‘El deudor de una cosa
cierta está obligado a conservarla en el mismo estado en que se encontraba cuando contrajo la obligación y
entregarla con sus accesorios, aunque haya sido momentáneamente separados de ella.
a) Conservación.
Es el primer deber del deudor.
1) Mantener la cosa inalterable sin introducirle modificaciones de ninguna índole, con excepción de las
que derivan de las mejoras necesarias (aquellas que hacen a la subsistencia del bien). Conservar la cosa
en el mismo estado en el que se encontraba al comienzo de la obligación
2) Realizar los actos de cuidado y conservación que sean necesarios. Tiene la obligación de asumir y de
realizar todos los gastos necesarios tendiente a la conservación de la misma.

b) Entrega.
El deudor debe entregar la cosa con los todos los accesorios en el lugar; tiempo pactado o fijado
judicialmente.
b.1 Cosas accesorias.
El art. 746 del Código Civil y Comercial preceptúa que la obligación de dar cosas ciertas comprende todos
los accesorios, aunque no se haga mención de ello en los títulos, o momentáneamente estuviere
separados.
Para establecer qué cosa es o no accesoria, hay que tomar en consideración lo convenido por las partes, y la
ley o los usos y las costumbres del lugar donde se contrató o donde se encuentra la cosa.
b.2 Lugar y tiempo de entrega.
En principio el lugar es el pactado por las partes, sino es dónde se encontraba la cosa al momento de la
determinación sino se puede determinar dónde se encontraba la cosa, siempre en el domicilio del deudor. Si
el tiempo de pago no se ha indicado, deberá ser fijado por el juez (art. 874 inc. a del CCyC).

El acreedor tiene derecho a realizar una inspección sobre la cosa para comprobar el estado de conservación
de la cosa. Si no se realiza ningún tipo de observación se presume que la entrega se realizó en perfecto
estado.
Art. 747 CCyC: “cualquiera de las partes tiene el derecho a requerir la inspección de la cosa... la recepción
de la cosa por el acreedor hace presumir la inexistencia de vicios aparentes y la calidad adecuada de la
cosa...” este art. obliga al transmitente a responder por evicción y por vicios ocultos. Sin embargo, cuando se
trata de la entrega de una cosa mueble cerrada o bajo cubierta y sin inspeccionar al tiempo de la tradición, el
acreedor tiene un plazo de caducidad de tres (3) «Mas desde la recepción para reclamar por defectos de
cantidad, calidad o virios aparentes (art. 748 CC y C).
c) Deber de Información (Ley N°24240).

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La ley de defensa del consumidor 24240 establece también el deber de información que pesa sobre el
proveedor de bienes y servicios respecto del consumidor o usuario, de suministrarle información veraz, cierta
objetiva, depilada de manera eficaz y suficiente sobre las características esenciales de la cosa (art. 4°).
El CCyC consagra dicho deber en el art. 1100, sobre los contratos especiales de las relaciones de consumo,
“el proveedor está obligado a suministrar información al consumidor en forma cierta y detallada, respecto
de todo de todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, las
condiciones de su comercialización y toda otra circunstancia relevante para el contrato…”
Se trata de un deber que encuentra fundamento en el principio de Buena fe, cuya inobservancia puede
provocar las distintas consecuencias jurídicas.
Similares dispositivos aparecen contemplados en la Ley de Lealtad Comercial 22802 (arts. 1,3 y 6), y en la
Ley de Medicamentos 16463 (art. 5o).
Constitución y transferencia de los derechos reales.
Se ha discutido, si dicha constitución o transferencia se perfecciona desde el momento en que se forma la
obligación o si son necesarios otros requisitos para que la misma se opere.
Se pueden señalar tres sistemas al respecto:
A. Sistema del derecho romano: Los romanos eran muy formalistas, por lo tanto, exigían la tradición, es
decir la entrega material de la cosa para la consumación de la transferencia de la propiedad, con esto
se salvaguardaba el interés de los terceros, ya que era una manera de dar publicidad al acto cumplido
por las partes. ESTE ADOPTA VELEZ SARSFIELD.
La tradición no sólo cumplía a los fines de la transferencia de un bien mueble e inmueble, sino que
también le daba publicidad de su acto frente a terceros. Se realizaba un acto formal en presencia del
Estado que garantizaba la fe pública y los dos testigos daban publicidad de que la cosa fue vendida.
B. Sistema del derecho francés: Para el derecho francés bastaba el acuerdo de voluntades para la
adquisición de la propiedad bastaba, mediante una cláusula en la cual el transmitente se daba por
desposeído y el adquirente por puesto en posesión, sin que se efectuara el acto real de la entrega de la
cosa, y además registración en bienes inmueble en los registros inmobiliarios, aunque esta era al solo
efecto de publicidad ante terceros.
C. Sistema del derecho alemán: En el derecho alemán, si no se inscribe, el derecho no nace ni siquiera
entre las partes. Las partes celebran contratos, pero lo que hace nacer el derecho, es la registración ,
para bienes inmuebles se requería de la participación de un oficial público. En materia mueble volvió a
imperar el tema de la tradición y en materia inmueble si se estableció un sistema de registro moderno
llamado “registros territoriales”.
Régimen del Código Civil argentino antes de las leyes 17711 y 17801.
En su primera redacción tanto para los bienes muebles, como para los inmuebles, la constitución de derechos
reales se consumaba mediante la tradición, según lo expresaba el art. 577 del Código Civil: “ Antes de la
tradición de la cosa, el acreedor no adquiere sobre ella ningún derecho real. La tradición consiste en “actos
materiales” de entrega y recepción o adquisición voluntaria de la cosa. Para Velez Sarsfield la tradición
cumplía con la finalidad judicial.
Vélez Sarsfield siguió el sistema instituido por el Derecho romano, que para la transferencia de derechos
reales era necesario la tradición y esta tenía dos funciones relevantes: en primer lugar, es modo de
adquisición o sea elemento indispensable para que se constituya el derecho real. En segundo término,
publicita la adquisición efectuada y exterioriza esa relación real, aunque de manera imperfecta, permitiendo
su conocimiento por parte de toda la sociedad que está obligada a respetarla.
Sistema del Código Civil después de las leyes 17711 y 17801.

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Con anterioridad al año 1968, en cada provincia y en la Capital Federal existían registros creados por leyes
locales en ejercicio del poder de policía. Se establecía que hasta tanto no se inscribieran las modificaciones
de los derechos reales, estas no podían producir efectos con relación a terceros. Durante ¡michos años dichos
registros cumplieron esa finalidad, en aparente contradicción con lo dispuesto en el Código Civil, que exigía
solamente título y modo. Ante este conflicto la CJN declaró la inconst. De las leyes locales (art.31 CN.).
La ley 17711 introdujo una trascendente reforma en esta materia al reformar el art. 2505 del Código Civil:
“La adquisición o transmisión de derechos reales sobre inmuebles, solamente se juzgará perfeccionada
mediante la inscripción de los respectivos títulos en los registros inmobiliarios de la jurisdicción que
corresponda. Esas adquisiciones o transmisiones no serán oponibles a terceros mientras no estén
registradas.”
En cuanto al tema de las inscripciones registrales tienen dos tipos de inscripción registral:

 Inscripción registral declarativas, cumplen con la finalidad de dar publicidad de ese acto frente a
terceros, pero la venta se perfecciona con la tradición y la escritura pública (caso materia inmueble).
 Inscripción registral constitutivas, la constitución y transferencia recién se opera a partir de la
inscripción de esa transferencia en el registro inmobiliario correspondiente (caso automotores y autos de
pura sangre).
La inscripción registral es constitutiva.
La inscripción se realiza para dar publicidad a terceros. Entre las partes es suficiente con escritura pública
(art. 1184 Inc. 1°) y tradición (art. 577).
Algunos Muebles también son registrables, como los automotores, decr. Ley 6582/58, ratif. Por ley 14467 y
modificada por ley 22977.
La reforma de 1968 consagro la publicidad registral, requisito indispensable para lograr la oponibilidad del
derecho real frente a terceros. Entre las partes es suficiente con escritura pública.
Muy poco después de sancionada la ley 17711, se sancionó la ley 17801 de creación del Registro de
Propiedad Inmueble, que determina cuáles van a ser los actos que van a inscribirse y su modo de
registración. Esta ley fue objeto de reglamentación en todas las provincias por dispositivos legales locales.
Sistema del nuevo Código Civil y Comercial.
El CCyC, trata este tema en el Libro Cuarto, Titulo “Disposiciones Generales”, Capitulo II, “Adquisición,
Transmisión, extinción y oponibilidad”. Sentando reglas generales sobre la adquisición de derechos reales,
que el anterior Código no tenía. Esto evita que al tratar cada uno de los derechos reales, se repitan normas
que fijen los modos de adquisición.
El art. 1892 dispone lo siguiente:
“La adquisición derivada por actos entre vivos de un derecho real requiere la concurrencia de título y
modo suficientes. Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por
la ley, que tiene por finalidad transmitir o constituir el derecho real. La tradición posesoria es modo
suficiente para transmitir o constituir derechos reales que se ejercen por la posesión. No es necesaria,
cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste por un acto jurídico pasa el dominio de ella al que
la poseía a su nombre, o cuando el que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre
de otro. Tampoco es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y
constituyéndose en poseedor a nombre del adquirente. La inscripción registral es modo suficiente para
transmitir o constituir derechos reales sobre cosas registrables en los casos legalmente previstos; y sobre
cosas no registrables, cuando el tipo del derecho así lo requiera. El primer uso es modo suficiente de
adquisición de la servidumbre positiva. Para que el título y el modo sean suficientes para adquirir un

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derecho real, sus otorgantes deben ser capaces y estar legitimados al efecto. A la adquisición por causa de
muerte se le aplican las disposiciones del Libro Quinto.”
En cuanto al modo se refiere a la tradición (art. 750 CCyC), es decir la entrega efectiva y voluntaria de la
cosa, es necesario que el que transmite sea propietario de la cosa y que ambos tengan capacidad. Aunque en
ciertos supuestos especiales, como señala la norma, el modo no es la tradición, sino la inscripción registral,
por ejemplo, de los automotores y de los caballos de pura sangre, que la inscripción en los registros es
constitutiva.
Los derechos reales son oponibles erga omnes. Por lo tanto, requieren de publicidad para ser conocidos y ser
oponibles a terceros. El art. 1893 del CCyC, dispone que:
“La adquisición o transmisión de derechos reales constituidos de conformidad a las disposiciones de este
Código no son oponibles a terceros interesados y de buena fe mientras no tengan publicidad suficiente. Se
considera publicidad suficiente la inscripción registral o la posesión, según el caso. Si el modo consiste en
una inscripción constitutiva, la registración es presupuesto necesario y su/i dente para la oponibilidad del
derecho real No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos
que conocían o debían conocer la existencia del título del derecho real”.
En definitiva, el derecho real no tendrá una plena oponibilidad sin la publicidad que corresponda según el
derecho de que se trate. Destacamos que los efectos de la inscripción variarán, según que el registro sea con
efectos declarativos o lo sea con efectos constitutivos; pues si estamos en el primero, es obvio que el derecho
ya habría nacido entre las partes aun antes de su registración; mientras que, si estamos en presencia de un
registro constitutivo, el derecho no existirá ni aun entre las partes si no ha sido registrado.
Efectos de las obligaciones de dar cosas ciertas para transferir y constituir derechos reales.
En este tipo de obligaciones hay que distinguir según se trate de efectos entre las partes o con relación a
terceros. En el primer supuesto, analizaremos la teoría de los riesgos de la cosa, que engloba cuestiones
atinentes a la pérdida o deterioro producidos entre el momento en el que nace la obligación y el previsto para
su cumplimiento. Asimismo, lo relativo a los aumentos, mejoras y frutos que se generaron en igual periodo.
Los efectos con relación a terceros se centran principalmente en tomo al conflicto de acreedores que tienen
intereses encontrados sobre una misma cosa, cuya entrega pretenden.
Efectos entre las partes.
Respecto a este tema para la mejor interpretación de las mismas se divide en:
A. Mejoras;
B. Frutos.
C. Riesgos de la cosa: Pérdida o deterioro;

A. MEJORAS.
La doctrina la define como “toda modificación material de la cosa que signifique un aumento de su valor”.
De acuerdo al nuevo art. 751 CC y C, se entiende por mejora “...el aumento del valor intrínseco de la
cosa...”, es decir, un cambio que opera durante la existencia de la obligación, que le agrega valor económico.
Hay distintas clases de mejoras
 Mejoras naturales: son las que espontánea y naturalmente se producen en la cosa. Por ejemplo, el
acrecentamiento de un inmueble por fuerza súbita de las aguas o “avulsión” (art. 1961 CC y C).
 Mejoras hechas por el hombre, llamadas también artificiales o industriales: son el resultado de los trabajos
y gastos hechos por el hombre en beneficio de la cosa. Estas mejoras una vez pueden ser subdivididas en:

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 Mejoras necesarias: son aquellas sin las cuales las cosas no podrían ser conservadas, que hacen a su
subsistencia. Por ejemplo: los techos de un inmueble, la reparación de un muro que amenaza
derrumbarse.
 Mejoras útiles: en estas se incluyen no solo las indispensables para la conservación de la cosa, sino
también las que sean de manifiesto provecho para cualquier poseedor de ella. Por ejemplo, la instalación
de sanitarios en un inmueble, el rellenamiento de un terreno, etcétera.
 Mejoras suntuarias: “son las de mero lujo o recreo o de exclusiva utilidad para el que las hizo”. Por
ejemplo: una pileta de natación, el emplazamiento de estatuas en el jardín, la colocación de molduras de
yeso en el techo, etcétera.
Régimen legal:
1) Si se produce una mejora natural autoriza al deudor -que dueño de la cosa acrecentada- a exigir el mayor
valor, pero si el acreedor no está de acuerdo, la obligación queda sin efecto, sin responsabilidad para
ninguna de las partes (art. 752 CC y C).
2) En cuanto a las mejoras artificiales, el dueño está obligado a realizar las mejoras necesarias sin exigir su
valor, por cuanto que recae sobre el mismo el deber de conservar la cosa.
3) En cuanto a las mejoras útiles y suntuarias no se indemnizan, salvo que el acreedor quiera mantener el
estado de la cosa, de lo contrario puede exigir al deudor que las retire (art. 753 CC y C).
B. FRUTOS.
El concepto jurídico de fruto, como aquello que la cosa produce regí lar y periódicamente sin alteración ni
disminución de su sustancia. Existen tres clases de frutos:
- Naturales: se producen espontáneamente por la naturaleza, por ejemplo, los frutos vegetales,
silvestres.
- Industriales: creados por el hombre, por ejemplo, la tala de montes.
- Civiles: salarios, honorarios o rentas por el uso de una cosa (alquile res).
Los frutos naturales o civiles que se hayan percibido antes de la tradición pertenecen al deudor y los
pendientes al acreedor (art. 754 CC y C), son frutos percibidos los que han sido recolectados y separados.
Los que no lo han sido todavía, deben considerarse pendientes.
Esta regla no es de orden público, por lo cual las partes bien pueden acordar una pauta diferente.
C. RIESGO DE LA COSA: PÉRDIDA O DETERIORO.
También en esta materia se aplica la regla según la cual el deudores quien se perjudica por su pérdida o
deterioro, sucedida durante la vigencia de la obligación. En tal sentido el art. 755 del CC y dispone “ El
propietario soporta los riesgos de la cosa. Los casos de deterioro o perdida con o sin culpa, se rigen por lo
dispuesto sobre la imposibilidad de cumplimiento”.
Hay pérdida de la cosa debida en tres situaciones:
1. cuando la cosa ha sido destruida completamente;
2. cuando la cosa ha sido puesta fuera del comercio;
3. cuando se la ha hecho desaparecer y no se sabe dónde se encuentra.
Se entiende que hay deterioro de la cosa cuando se producen detrimentos materiales en la misma, que
disminuyen su valor.
Pérdida o deterioro: El nuevo Código Civil y Comercial presenta una situación mucho más simplificada
que el Código de Vélez. El art. 755, simplemente remite a las reglas sobre la imposibilidad de cumplimiento.
Y ante la imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación, producida por caso
fortuito o fuerza mayor, se extingue la obligación, sin responsabilidad; mientras que, si ello sucede por

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causas imputables al deudor, la obligación se convierte en la de pagar una indemnización por daños y
perjuicios (art. 955 CC y C). En cambio, cuando tal imposibilidad es temporaria, la extinción solo se produce
si se trata de una obligación de plazo esencial o bien se frustra irreversiblemente el interés del acreedor (art.
956 CC y C).
En cuanto al valor de la cosa a tomar en cuenta en caso de pérdida o destrucción, se ha entendido que este es
el propio de aquella en el último momento de su existencia física o jurídica. Y si el deterioro fuera culpable,
que considerar el valor de la cosa exenta de deterioro. Todas estas reglas pueden modificarse por acuerdo de
partes
Efectos con relación a terceros.
Con cierta frecuencia se presentan casos en los cuales un propietario comprometa la constitución o
transferencia de derechos reales sobre la cosa que debe entregar con diversas personas.
Para resolver este tipo de conflictos, la ley establece un sistema de prioridades, según si se trata de bienes
inmueble o muebles.
Bienes inmuebles.
El art. 756 del Código Civil y Comercial contiene la siguiente regla:
Si varios acreedores reclaman la misma cosa inmueble prometida por el deudor, son todos de buena fe y a
título oneroso, tiene mejor derecho:
a) El que tiene emplazamiento registral y tradición
b) El que ha recibido la tradición
c) El que tiene emplazamiento registral precedente
d) En los demás supuestos, el que tiene título con fecha cierta anterior.
En todos los casos la buena fe es necesaria para poder invocar la protección que la norma concede. La mala
fe, pues, consiste en el conocimiento efectivo (por la vía que sea) de la existencia de otro acto (u otros) actos
entre las partes.
Los que quedan relegados, si son de buena fe, tienen derecho a reclamar los daños derivados del
incumplimiento obligacional (art. 758 del Código), sin perjuicio de la eventual comisión del delito de estafa
por parte del deudor infiel (art. 173, inc. 11, del Código Penal).
El punto de partida para el análisis de los distintos casos radica en las bases del sistema de adquisición del
derecho real en materia de inmuebles: entre partes, título en debida forma (art. 1017, inc. a, del Código) y
modo (arts, 1892 y 570 del Código); respecto de terceros, además de los dos anteriores, la inscripción
registral, que en materia de inmuebles continúa siendo declarativa. Respecto a la naturaleza de la acción,
para la mayoría de la Doctrina sería la de nulidad, por tratarse de un acto de objeto o fin ilícito.
Tiene el mejor derecho quien cuenta con emplazamiento registral y tradición. En otras palabras, este
adquirente cuenta con todos los elementos necesarios, no sólo para adquirir el derecho real sobre el
inmueble, sino para tomarlo oponible a terceros: título, modo e inscripción. Ahora bien: si al momento de la
tradición, o de la celebración del acto, existía emplazamiento registral en cabeza de otra persona, no podrá
invocarse la buena fe que requiere, de manera general, el artículo. La sola fecha cierta del instrumento que
documenta la venta no te dará fuerza suficiente para vencer a quien ha recibido, de buena fe, la cosa.
Si no ha habido entrega de la cosa, pero el título se ha inscripto (lo cual es posible), vence a los demás
el que ha logrado el emplazamiento registral.
Por último, de no haber existido tradición ni inscripción registral, la ley otorga preferencia a quien
tiene título de fecha cierta anterior. Esta locución debe entenderse tanto como “título” en sentido propio, o

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bien un instrumento privado que tenga fecha cierta (art. 371 del Código), desde que el boleto de compraventa
también puede ser oponible (art. 1170 del Código).

Bienes muebles.
El art. 757 dispones que
“Si varios acreedores reclaman la misma cosa mueble prometida por el deudor, son todos de buena fe y a
título oneroso, tiene mejor derecho:
a) el que tiene emplazamiento registral precedente, si se trata de bienes muebles registrables;
b) el que ha recibido la tradición, si fuese no registrable;
c) en los demás supuestos, el que tiene título de fecha cierta anterior.”
En todos los casos la buena fe es necesaria para poder invocar la protección que la norma concede.
Para la resolución del conflicto de intereses se distingue entre cosas registrables y no registrables.
Cosas registrables: El tercero no puede invocar la buena fe. Si, tratándose de bienes muebles registrables, el
tercero ha recibido la cosa antes de la inscripción por el otro pretensor, quien debe actuar siempre de buena
fe, la publicidad posesoria definirá las cosas a favor de quien ha recibido la cosa. Es que, aun en el caso de
los bienes muebles de registraron constitutiva, no podría alegar buena fe aquel que desconozca que otra
persona posee la cosa. De lo contrario, esta maniobra podría constituirse en un útil instrumento para burlar
derechos de terceros.
Respecto de cosas registrables, no hay buena fe sin inscripción.
Cosas no registrables: la posesión de buena fe de cosas muebles no registrables, que no sean robadas o
perdidas, es suficiente para adquirir derechos reales. (Art 1805 del CCyC).
Si no ha existido tradición, tiene prioridad quien cuenta con un título de fecha cierta anterior (instrumento
público, o bien instrumento privado en los términos del art. 371 del Código).
En este artículo se consagra el principio “la posesión vale título” de aplicación exclusiva a las cosas muebles
no registrables. Sólo es aplicable a las cosas no registrables, ya que si se cuenta con un registro jurídico y el
bien no está inscripto, no habrá buena fe en el poseedor actual y la máxima no podrá ser invocada a su favor.
Art. 758 del CCyC: “Acreedor frustrado. El acreedor de buena fe que resulta frustrado en su derecho,
conserva su acción contra el deudo para reclamar los daños y perjuicios sufridos.”
Solo si se verifican los presupuestos de la obligación de indemnizar (arts. 1716 y ss. del nuevo Código).
También podría hacerlo si, pese a haber recuperado la cosa por haber triunfado en el conflicto de
oponibilidad con los restantes acreedores, ha sufrido algún daño por esta razón.
Obligaciones de dar cosas ciertas para restituirlas a su dueño
La situación jurídica del acreedor y del deudor, en esta finalidad, es la inversa de las obligaciones de dar con
el fin de constituir derechos reales. Aquí el dueño es el acreedor.
De acuerdo a la calidad que detente el deudor, se aplicarán las normas de la posesión o la tenencia, y en este
último caso las normas especiales (si las hubiere) que rigieran en razón de la causa que dio origen a la
relación de poder (por ejemplo, en el caso del contrato de locación), que confluirán con las del art. 149 del
nuevo Código. Por otra parte, cabe recordar que siempre el acreedor debe ser el dueño de la cosa. Si no lo es

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(por ejemplo, el locatario que subloca, y la cosa le tiene que ser devuelta), se aplicarán para la restitución las
normas privativas de la transferencia del uso o la pertenencia (art. 749 del Código).
En cambio, si un tenedor debe restituir la cosa al dueño, confluirán las normas de este parágrafo con las
relativas a la tenencia, que por aplicación del principio res perit et crescit domino, todas las vicisitudes
materiales que experimente la cosa por hechos extraños a las partes (mejoras naturales, y deterioros o pérdida
sin responsabilidad del deudor) corren por cuenta del acreedor, quien será beneficiado o perjudicado, sin
derecho alguno entre las partes. Aquí, uno bien se ha dicho, la solución es más sencilla porque la relación
jurídica es más elemental.
En materia de cosas muebles no registrables art. 760 del CCyC, si el deudor la entrega efectivamente a un
tercero de buena fe y a título oneroso (transfiriéndole un derecho real), el acreedor pierde todo derecho
siempre y cuando la cosa no sea robada o perdida. En el conflicto de intereses, si se verifican todos estos
requisitos, se privilegia al adquirente. Esto constituye una excepción al principio de que nadie puede
transferir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene (art. 399 del CCyC), y por indudable
cuestión de seguridad jurídica, en materia de bienes muebles si el deudor transmite o constituye derechos
reales a favor de un tercero, el conflicto de intereses entre el dueño y el tercero se resuelve en principio a
favor este último siempre y cuando se verifiquen los siguientes requisitos:
a) que haya habido tradición (art. 1924 del nuevo Código);
b) que el acto haya sido título oneroso;
c) que el tercero sea de buena fe, esto es, que haya ignorado no debido conocer que la cosa no le
pertenecía a quien se la entregó. La buna fe se presume, por lo cual quien alegue la mala fe deberá
probarla;
d) que cosa no haya sido robada, o no sea perdida. En el conflicto de intereses en el adquirente a buena fe
y a título gratuito y el dueño, se privilegia a é último. En tal caso, regirán respecto a él las reglas
relativas a los poseedores de buena fe (arts. 1932 y ss. del CCyC). La acción del dueño, en este caso
es la reivindicatoria (arts. 2252 y ss. del CCyC).
Nadie puede transmitir un derecho mejor que el que tiene (art. 399 del C y C), cuando se trate de bienes
registrables (muebles o inmuebles) 76166 del CCyC, en manera alguna el tercero que ha recibido la cosa por
alegar la buena fe, pues el transmitente no será, en lo que a él respecta, dueño.
Se mantiene en lo sustancial la solución del artículo 599 del anterior código, aunque ahora se la extiende a
cualquier bien registrable, y no sólo a inmuebles. Tal es la respuesta que la doctrina y la jurisprudencia
brindaban ante la ausencia de norma expresa para los restantes bienes registrables

2- Obligaciones de género: concepto; régimen legal, caracteres; individualización; efectos del


incumplimiento según las distintas finalidades.

OBLIGACIONES DE GENERO

Concepto.

…La obligación de dar es de género si recae sobre cosas determinadas solo por su especie y cantidad… (art.
762, CCyC).

El género o la especie están formados por un conjunto de cosas, donde todas presentan características
similares. Esto permite, de tal modo, precisar que objetos están dentro del mismo y, por ende, son debidos y
cuáles se encuentran fuera de la obligación. Por ejemplo, los caballos, las aves y los peces pertenecen al
género animal; y los departamentos, las casas y cabañas al género inmobiliario.

La incertidumbre lo es sólo respecto a la cosa específica y en especie y en cant., se trata de una situación
donde el objeto de la obligación es determinable (art. 725 del CCyC). Respecto a la cosa (o cosas) que debe
ser dada, la fungibilidad es una característica constitutiva de la obligación.
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Las cosas fungibles son aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma
especie y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad (art. 232 del CCyC). Sin
embargo, en el marco de estas obligaciones, puede suceder que puedan existir diferencias entre ellas (de
tamaño, de conformación genética, etc.), algunas incluso de importancia (el caballo no es igual a otro), deba
entenderse (porque es voluntad de las partes o porque surge de la ley) que todas integran el género sin
efectuar mayores distinciones.

Régimen legal

El Código anterior, con una metodología inadecuada, distinguía las obligaciones genéricas en dos especies:
las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles (a las que se le denomina habitualmente obligaciones de
género) y le obligaciones de dar cantidades de cosas (que también son genéricas). La diferencia entre una y
otra categoría, estaba dada en que la primera no era fungible y la segunda sí.

El Criterio seguido por el Código Civil y Comercial de la Nación, ya lo trata de manera unificada (como lo
hacía la doctrina) bajo la denominación de obligaciones de género en el Capítulo 3° “Clasificación de la
obligaciones”, en la sección dentro de las “obligaciones de dar”, elimina la categoría “obligaciones de
Cantidad”, que ahora quedan comprendidas en el régimen de la obligaciones de género en los arts. 762 y
763, se evita de este modo una doble relación de obligaciones que transitan el mismo camino:
indeterminación inicial y determinación del objeto mediante un mecanismo de elección o individualización.

El art. 762 dispone que, “La obligación de dar es de género si recae sobre cosas determinadas solo por su
especie y cantidad...”.

Caracteres.

- Quedan emplazadas en esta categoría aquellas obligaciones que, además de estar determinadas por su
propia naturaleza, lo están en función de que debe una cierta cantidad de ellas, pudiendo comprender una
sola cosa del género, o bien varias.
- Es de la esencia de este tipo de obligaciones que exista una indeterminación inicial respecto a la cosa
individual que debe entregarse, la que al momento del cumplimiento debe haber cesado.
- La elección debe practicarse sobre cosa de calidad media, esto es, ni la mejor ni la peor.
- Antes de la individualización los efectos no varían según cuál sea la i >\t; > I i dad, y una vez determinada
la cosa en su individualidad, rige lo dispuesto para las obligaciones de dar cosas ciertas.
- La individualización es un acto jurídico unilateral y recepticio, que puede ser retractado hasta tanto haya
sido conocido por la otra parte. Por regla, la efectúa el deudor, pero puede pactarse que lo haga el acreedor
o un tercero.
- La manifestación de voluntad puede ser expresa o tácita. La mora en la elección se rige por los principios
generales, y en caso de que esté a cargo del acreedor, debe emplazárselo. Si hace caso omiso, el deudor
puede practicarla, previa autorización judicial. Rige el principio de la calidad media, aunque con
Incepciones convencionales y legales.

Finalidades.

El CCyC ahora no lo menciona, puesto que, no es necesario explicitarlo normativamente, desde que antes de
la individualización tus efectos (en concreto, la pérdida de la cosa) no varían según cuál sea la finalidad, y
una vez determinada la cosa en su individualidad, rige lo dispuesto para las obligaciones de dar cosas ciertas
(art. 763 del CCyC).

E1 acto de individualización.

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El nuevo Código utiliza el término individualización porque utiliza un término común en estos dos tipos de
obligaciones que quedaron subsumidas en una sola.

La individualización en las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles era mediante la elección de la
cosa y en la obligación de dar cantidades de cosas, la cosa se individualizada o se determinaba una entidad
contada, pesada o medida.

El Código emplea el vocablo individualizar, suficientemente comprensivo de elección, y de contar, pesar o


medir.

Es un acto unilateral, motivo por el cual no es necesario para su formación el concurso de la voluntad de la
otra parte, o de ambas (en el caso en que quien lo otorgue sea un tercero). Es no formal, puede surgir de una
manifestación de voluntad expresa, esto es, mediante signos inequívocos o por la ejecución de un hecho
material, o tácitamente. Y rige el denominado “principio de la calidad media”, ósea no puede escogerse ni la
cosa de peor calidad, ni la mejor de todas, esto se refiera a que ni el deudor puede tener la peor cosa ni el
acreedor la mejor, con este principio se busca encontrar el equilibrio en lo que hace al cumplimiento de esa
prestación. La solución se funda en la buena fe. Se trata de una cuestión de hecho que, en caso de
controversia, debe ser resuelta en el caso concreto.

Efectos.

A) Antes de la elección

El art. 763 del Código Civil y Comercial dispone que “Antes de la individualización de la cosa debida, el
caso fortuito no libera al deudor. Después de hecha la elección, se aplican las reglas sobre la obligación
dar cosas ciertas”.

El principio que reza “el género nunca perece” mientras exista una cosa de ese género el deudor va a seguir
obligado al cumplimiento de la prestación.

B) Después de la Elección.

Luego de la individualización, cesa el régimen intrínsecamente temporario de las obligaciones de género,


para entrar en vigencia el de las obligaciones de dar cosas ciertas, según cuál sea su finalidad.

3.- Obligaciones de género limitado: concepto régimen legal, efectos.

Concepto.
Las obligaciones de género limitado son las tienen por objeto la entrega de una cosa incierta, determinada
entre un número de cosas ciertas de la misma especie. Por ejemplo: la entrega de uno de mis tres cachorros
o de uno de los libros de mi biblioteca.
Estas clases de obligaciones tienen la característica de no seguir la regla de los géneros nunca perecen,
porque la prestación consiste en la entrega de una cosa incierta pero ya dentro de un número determinado de
cosas ciertas, la obligación se limita a un número dentro de las cosas comprendidas de ese género. Liberando
al deudor si todas las cosas comprendidas en la especie limitada se pierden por caso fortuito o fuerza mayor.
Régimen legal.
La mayoría de la doctrina entiende que en estas obligaciones estamos frente a un supuesto de
indeterminación de la cosa dentro de un grupo de cosas determinadas, lo que claramente nos ubica en el
campo de las obligaciones alternativas. Criterio seguido por el CCyC de la Nación (art. 785).

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“ARTICULO 785.- Obligaciones de género limitado. Las disposiciones de esta Sección se aplican a las
obligaciones en las que el deudor debe entregar una cosa incierta pero comprendida dentro de un número
de cosas ciertas de la misma especie.”
Constituyendo este supuesto una obligación alternativa, pues el deudor debe una prestación (en el caso, todas
las prestaciones son de dar), de entre dos o más que están determinadas.
Por no regir el principio el género nunca perece, por lo tanto, si todas las cosas que integran el lote perecen
por caso fortuito, el deudor queda desobligado.
La determinación puede realizarse al principio por el deudor o el acreedor, aunque también puede caer por
un tercero. Siempre es la manifestación de voluntad puesta en conocimiento entre las partes. No rige el
principio de la calidad media si estamos en frente a una obligación de carácter no fungible, impera en las
obligaciones de género para determinación de la cosa (art. 762 del Código civil y Comercial.
UNIDAD 5

1.- Obligaciones de dar sumas de dinero: concepto; importancia; naturaleza jurídica; caracteres; funciones
del dinero; clases de moneda; curso legal y curso forzoso; teorías sobre valor de la moneda; régimen legal
aplicable; la evolución del sistema de las obligaciones dinerarias, distintas etapas: 1º desde la sanción del
Código Civil hasta la ley de Convertibilidad; 2º Durante la vigencia de la Ley de Convertibilidad; 3º La
emergencia económica y 4º El anteproyecto y el nuevo Código Civil y Comercial.

Obligaciones de dar sumas de dinero


Concepto. Tienen por objeto la entrega de una cantidad de dinero determinada o determinable al momento
de constitución de la obligado (art. 765 del CCyC.). Ejemplo, la obligación de devolver un préstamo de
100.000.
Importancia.
El dinero en el ámbito del derecho y las obligaciones: actúa como precio en la compraventa, como renta en el
arriendo de cosas, como capital en el aporte de los socios a una sociedad, o en el contrato de mutuo dinerario,
como indemnización en importantes sectores en el derecho de daños, como interés de un capital que siempre
se satisface en dinero. Son numerosos los contratos que generan obligaciones de dar sumas de dinero.
También en materia de responsabilidad civil la moneda ocupa un papel protagónico, ya que la indemnización
de daños y perjuicios se traduce en el pago de una suma de dinero.
En el derecho del trabajo donde la prestación que debe cumplir el empleador respecto del trabajador es de
dar dinero. Y en importantes ámbitos del derecho público, administrativo y tributario.
Naturaleza jurídica.

Naturaleza Material Naturaleza Ideal


Alterini sostiene que el dinero no es otra Compagnucci de Caso entiende que el
cosa que un objeto material, porque es un dinero no constituye una cosa material sino
bien jurídico impuesto por las partes, que que su naturaleza sería ideal y habla de un
puede ser transmitido y sobre el que se poder de atribución patrimonial.
puede ejercer un derecho de propiedad sobre
el mismo.

Caracteres.
1. Es una obligación de género, pues la persona obligada en esta clase de obligación no se puede
desobligar diciendo que la cosa se perdió por caso fortuito o fuerza mayor, si le aplica el principio de que
el género nunca perece.

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2. Es una cosa mueble: puede ser transportada por sí o por terceros.
3. Fungible: una cosa de esta especie es equivalente a una cosa de su misma especie y calidad.
4. Es consumible: se agota en el primer uso que se haga.
5. Es divisible: puede ser fragmentada en partes iguales o desiguales.
6. Tiene curso legal: el dinero goza de sanción y de proclamación estatal, y como consecuencia de ello,
es irrecusable como instrumento de pago cuando es ofrecido por el deudor en cumplimiento de su
obligación.
7. Curso forzoso: la moneda es inconvertible. La garantía está dad solamente por la fe que representa el
Estado ante los habitantes de una sociedad. Pero no está obligado a garantizar o con oror o en monedas
extranjeras de la moneda circulante.

Funciones del dinero.


Funciones económicas: entre las principales mencionaremos las siguientes.
a) Unidad de medida o valor: el dinero es unidad de medida y permite apreciar el valor de todos los
bienes patrimoniales, e inclusive de ciertos aspectos económicos de la propia actividad humana.
b) Instrumento de cambio: el dinero actúa como instrumento de cambio que permite a quien lo dispone
adquirir otros bienes y servicios idóneos para satisfacer sus necesidades, el dinero no es importante por
lo que es en sí mismo, sino por la posibilidad que confiere de adquirir otros bienes.
c) Instrumento de ahorro: el dinero es también un instrumento de ahorro, que posibilita la reserva de
valores a través de la conservación de lo ganado y no gastado.
Funciones jurídicas: El dinero constituye un instrumento de pago. Medio legal de pago, medio de
cancelación.
Cuando el dinero tiene estas tres características: 1. Medida de valor; 2. Instrumento de cambio, y 3. Medio
legal de pago, se dice que ese dinero tiene curso legal
El curso legal es acto de potestad que tiene un Estado para emitir darle circulación a una determinada
moneda y todos los habitantes de la sociedad están obligados adoptarlo como medida de circulación de pago.
El Estado debe tener la garantía necesaria, ya sea en oro o en divisas, del total de la moneda circulante en un
país.
En el curso forzoso la moneda es inconvertible, a diferencia de la moneda de curso legal que si lo es. La
garantía está dada solamente por la fe que representa el Estado ante los habitantes de una sociedad, pero no
está obligado a garantizar, ni con oro ni con monedas extranjeras la moneda circulante.
Clases de moneda
a) Moneda metálica: Única que vale lo que representa. es la moneda que se confecciona con metales nobles,
oro o plata. La moneda metálica tiene escasísima circulación en la vida moderna. A penas se la encuentra en
el comercio internacional. Su uso diario no es práctico ni seguro.
Poco a poco se ha ido operando el fenómeno de que su función principal idea la de constituir en las cajas del
Estado, el respaldo del circulante de la moneda de papel, como una garantía de la moneda de circulación
b) Moneda de papel: la moneda de papel es simbólica y representativa: no tiene prácticamente valor
intrínseco al menos comparable al valor que la representa. No tiene valor intrínseco, valor nominal. Sólo
tiene curso legal, por eso es convertible, por tener respaldo en oro.
Esta moneda consiste en un título de crédito, en un billete emitido por la Nación o una institución de la
Nación determinada por la ley, en la cual se promete que, ante su presentación, la Nación o la institución
emisora entregarán al portador del billete la cantidad de oro o plata que en él mismo se indica.

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La moneda de papel puede ser representativa o fiduciaria.
Representativa: cuando tiene respaldo total en oro depositado en las cajas del estado o del banco
emisor o de la institución emisora según lo disponga la ley, la moneda de papel representa un valor
equivalente al Valor del oro depositado.
Fiduciaria: se habla de moneda fiduciaria cuando no tiene ese respaldo en metálico y pero es admitida
en el mundo de las transacciones debido a la confianza que el público tiene de que a su presentación
le será entregado su valor en oro o divisas extranjeras.
c) Papel moneda: es la denominación que se da a los billetes que el Estado emite sin atribuirle ninguna
garantía y con curso forzoso. No representa ninguna cantidad efectiva de valor, pero sirve para cancelar las
deudas del país emisor. Estado los recibe en pago de impuestos y créditos, y los particulares están obligados
a recibirlos en pago de sus créditos. Al papel moneda la confianza que se le dispensa solo reposa en la fe que
merezca el estado emisor. Una moneda inconvertible por no tener garantía en oro y por ser curso forzoso.
Teoría sobre el valor de la moneda.
1) El valor nominal: es aquel que le fija normativamente el Estado emisor con abstracción de su valor de
cambio, que se plasma en un número o cifra que ostenta el billete o la moneda y que puede ser idéntico a la
unidad (un peso) o representar un múltiplo de esa unidad (dos, cinco diez, peso) o sub múltiplo (cincuenta
centavos, diez centavos, cinco centavos).
2) El valor real: es el valor intrínseco de la moneda. En la metálica corresponde a la cantidad de fino que
contiene, en la de papel su valor intrínseco sería nada más que el del material con que está hecha., equivale al
respaldo en oro que se mantenga en reserva. En el papel moneda no hay prácticamente valor real, salvo el del
material en el que está.
El valor intrínseco es aquel que tiene la moneda por su propio contenido esto es por el metal noble, oro,
plata, que la compone. Solo la moneda metálica tiene este valor que no se da en la moneda de papel ni en el
papel moneda
3) Valor de cambio: es el llamado también Valor Corriente, y consiste en el valor bursátil que tiene una
moneda con relación a otras. Este valor es el que se toma en cuenta en el mercado Internacional y el que
tiene en el interior del país una determinada moneda cuando se intenta cambiarla por otra.
Régimen legal de las obligaciones dineradas.
Tiene su propio régimen dentro del CCyC, en el capítulo 3° “Clasificación de las Obligaciones”, Sección 1°
“Obligaciones de dar”, Párrafo 6° “Obligaciones de dar sumas de dinero”, va desde el art. 765 al 772.
El art. 765 dispone que:
“La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada o determinable,
al momento de constitución de la obligación. Si por el acto por el que se ha consumido la obligación, se
estipuló dar moneda que no sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de
dar cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en monede curso legal”.
El Código regula las obligaciones de dar dinero y distingue entre:
1) Obligaciones dinerarias: son aquellas en las que el dinero está determinado o es determinable desde el
inicio de la obligación (art. 765 CCyC); son obligaciones típicamente dinerarias. En estos casos se pacta en
moneda de curso legal y debe devolverse la misma cantidad de dinero, porque rige el principio nominalista,
con la consiguiente prohibición de las cláusulas estabilización (ley 23.928). En supuestos de inflación o
deterioro monetario, se recurrirá a las obligaciones de valor, o a los intereses (que contemplan la
compensación del uso del dinero más el deterioro monetario) o a las obligaciones de moneda extranjera.
2) Obligaciones de valor: aquellas en las que la deuda consiste en un cierto valor, que es transformado en
dinero en un momento posterior al del nacimiento de la obligación (art. 772).

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3) Obligaciones en moneda extranjera: la moneda extranjera no tiene carácter dinerario, como lo tenía en
la Ley de Convertibilidad 23.928 y el anteproyecto del Código, establecido por el art. 765, en la 2 da parte.
La evolución del sistema de las obligaciones dineradas en Argentina.
 Primera etapa: desde la sanción del código anterior hasta la Ley de Convertibilidad 23.928 Análisis
legislativos de las obligaciones dinerarias.
Se regia por el principio nominalista. “La obligación se cumple entregando la misma cantidad de dinero
expresado bajo el mismo valor nominal”.
Durante la década de los 70 y 80 hasta abril de 1991 año en que se sanciona la Ley de Convertibilidad,
nuestro país vivió reiteradamente períodos inflacionarios o hiperinflacionarios.
Entre los meses de mayo de 1975 y mayo de 1976, como consecuencia de un cúmulo de medidas económicas
gravemente equivocadas, se produjo la primera explosión inflacionaria en la economía argentina, que
alcanzo durante dicho periodo el 777% anual. El llamado “Rodrigazo” en toda su dimensión.
Dicho fenómeno obligó a un profundo replanteo de las construcciones doctrinarias y jurisprudencias
imperantes hasta entonces.
Una de las consecuencias fue declarar la inconstitucionalidad de ese principio nominalista, fundándose en el
principio de la inviolabilidad de la propiedad, garantizado en los arts. 14y 17 de la Constitución Nacional,
debido a la injusticas que represento para el acreedor en la jurisprudencia.
En el nominalismo el valor nominal prevalece por el valor real de la moneda, si bien otorga seguridad,
genera injusticia, cuando la moneda pierde poder adquisitivo, pierde aptitud para adquirir bienes, es obvio
que el acreedor resulta damnificado por esa pérdida del poder adquisitivo.
Y se recurrió a distintas alternativas para tratar de paliar sus efectos nocivos del sistema nominalista en
períodos inflacionarios e hiperinflacionarios, aceptando la posibilidad de “indexar” o reajustar a valores
actuales las deudas dinerarias en virtud de la variación del valor de la moneda.
Los sistemas que se utilizaron para paliar los efectos perjudiciales del principio nominalista en épocas
inflacionarias fueron:
1) Cláusulas de estabilización: cláusulas que insertan las partes en los actos jurídicos con la finalidad de
preservar en forma progresiva y real el valor de las prestaciones de dar dinero que se proyectan en el tiempo
y de sustraerlas en rigor del principio nominalista.
Entre las más importantes, por su frecuencia, podemos mencionar:
a) las cláusulas de ajuste en función de la cotización con una moneda extranjera (cláusulas monetaristas),
como el dólar estadounidense.
b) las cláusulas de escala móvil, estructuradas en base a índices estadísticos, elaborados por el INDEC
(índice costo de vida, índice productos mayoristas, índice de la construcción, precios al consumidor,
etc.).
c) las cláusulas que tomaban en cuenta la evolución en el precio de determinados productos o mercaderías.
Estas cláusulas, si bien atenúan los efectos de la inflación, las mismas crean una desconfianza en la monedad
nacional y contribuyen a incrementar la inflación.
2) El otro sistema que se utilizó para atemperar los efectos de la inflación fue recurrir a la distinción entre
“obligaciones dinerarias” y “obligaciones de valor”.
Son obligaciones dineradas (o pecuniarias) aquellas cuyo objeto es la entrega de una suma de dinero. Como,
por ejemplo: Un mutuo dinerario (préstamo de dinero), etcétera.

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La deuda de valor es aquella que tiene por objeto un el objeto no una suma de dinero sino es un valor
abstracto o una utilidad y el medio con el que se satisface ese valor puede ser una suma de dinero o
constituido por bienes, que habrá de medirse necesariamente en dinero en el momento del pago. Por eso se
aplica la Teoría del Valor Corriente: la obligación se debe cumplir entregando una suma de dinero que
represente el mismo poder adquisitivo que tenía esa suma al momento de constituirse la obligación.
La obligación de valor permanece al margen del nominalismo, por cuanto lo que se debe no es dinero, sino
un valor que, aunque termine traduciéndose en dinero, permitirá siempre la actualización que sea pertinente.
Las obligaciones de valor hoy tienen un régimen expreso previsto en el Código Civil y Comercial, en el art.
772.
La depreciación monetaria que se fue haciendo en función de los índices de precios del index los cuales no
fueron uniformes en tres años se notó una total discordancia entre los mismos, lo que llevó a resultados
equivocados e injustos en tiempos de hiperinflación. Se produjo una verdadera indexación de la economía.
En menos de treinta años la enorme inflación argentina aniquilo cuatro unidades monetarias: el peso moneda
nacional, el peso ley 18811, el peso argentino y el austral. Y se le sacó doce cero a nuestra moneda.
Este desfasaje y/o fue uno de los motivos determinante para la sanción de la ley N°23928 y luego la ley
N°24283.
 Segunda etapa: vigencia de la convertibilidad (años 1991 a 2002).

La Ley de Convertibilidad N° 23928, promulgada en marzo de 1991 en medio de una crisis política,
económica y social en Argentina, tenía como objetivo estabilizar la moneda y eliminar la inflación
desenfrenada. Esta ley introdujo varios cambios importantes en el ámbito del Derecho de las Obligaciones:

a) En su art. 1° declara la convertibilidad del austral con el dólar a una relación de diez mil australes por cada
dólar, para su venta.
En el art. 12, se considera al austral convertible como una nueva moneda respecto de la existente antes de la
ley 23928 y para facilitar dicha diferenciación, faculta al Poder Ejecutivo Nacional para reemplazar en el
futuro la denominación y expresión numérica del austral. Fruto de ese cambio, dispuesto por decreto
2128/91, es el actual peso, que representa diez mil australes convertibles.
b) Los bienes que integran las reservas son inembargables y solo pueden aplicarse a los fines previstos por la
ley (art. 6)
c) La única actualización permitida por dicha ley es la que surge de la
tasa de interés de los bancos oficiales (arts. 9 y 10), a partir del 1 de abril de 1991.
d) Principio Nominalista y Prohibición de Actualización Monetaria: Se reafirmó el principio nominalista,
prohibiendo la actualización monetaria mediante cláusulas de estabilización o ajuste por precios.
e) Se garantiza que en todo momento las reservas de libre disponibilidad del Banco Central de la República
Argentina en oro y divisas extranjeras, serán equivalentes a por lo menos el ciento por ciento (100%) de h
base monetaria. Cuando las reservas se inviertan en depósitos, otras operaciones a interés, o en títulos
públicos nacionales o extranjeros panaderos en oro, metales preciosos, dólares estadounidenses u otras
dividís de similar solvencia, su cómputo a los fines de esta ley se efectuará a valores de mercado (art. 4). Se
pasa del sistema de papel moneda a la moneda papel.
f) La ley modificó el Código Civil los arts. 617,619 y 623 considerando la moneda extranjera como una suma
de dinero para efectos legales, lo que incentivó su uso en contratos.
Con la modificación del art. 617 se admitía como principio general que el deudor pudiera liberarse de una
obligación en moneda extranjera mediante la entrega de la moneda específica o a través de su equivalente en
moneda nacional al tiempo del vencimiento de la obligación o del pago.

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Con la modificación del art. 619 se reafirma la plena vigencia del principio nominalista. Pues habilita
entregar la cantidad de moneda pactada al día del vencimiento de la obligación, sea moneda extranjera o sea
moneda nacional de curso legal.
Con la modificación del art. 623 se prohíbe el anatocismo, salvo acuerdo expreso entre las partes o cuando
liquidada la deuda judicialmente ton los intereses, el juez mandase pagar la suma que resultare y el deudor
fuese moroso en hacerlo y se validaron acuerdos de capitalización de intereses basados en la evolución
periódica de la tasa de interés de plaza.

 Tercera etapa: la emergencia económica (años 2002 a 2015 inclusive).


Con la sanción de la ley 25.561 y un sinnúmero de normas complementarias se produjo una enorme
mutación, derogándose el régimen de convertibilidad.
La ley N°25.561.
- Declara la Emergencia Pública Económica. Se sale de la Convertibilidad, el art. 2 de la men
- Faculta al Poder Ejecutivo para establecer la relación de cambio entre el Peso y las divisas extranjeras.
- Desaparece la exigencia en cuanto que “en todo momento las reservas de libre disponibilidad del BCRA
en oro y divisas extranjeras serán equivalentes al 100% de la base monetaria”, saliendo de la
convertibilidad de la moneda. La moneda argentina vuelve a revestir el carácter de papel moneda, en
tanto que los signos monetarios no solo tienen curso legal poder irrecusable de pago, sino también curso
forzoso al ser inconvertible.
- Se confirma el mantenimiento del principio nominalista, aunque se deja a salvo las excepciones que la
misma ley consagra.
- Se mantiene la prohibición absoluta de métodos que ajusten el valor de una moneda o una serie de valores
monetarios con el fin de mantener su poder adquisitivo frente a la inflación u otros cambios económicos
- Cambia la naturaleza de las obligaciones constituidas en moneda extranjeras, convirtiéndolas en
obligaciones de moneda nacional a una relación de un peso equivalente a un dólar.
- Opera una modificación en el objeto de las obligaciones constituidas en moneda extranjeras, ya que
cambia sin más la naturaleza de ellas, convirtiéndolas en obligaciones de moneda nacional (lo que se ha
llamado el fenómeno de la pesificación) a una relación de un peso equivalente a un dólar.
El decreto reglamentario N°214/02:
- transforma a Pesos todas las obligaciones de dar suma de dineros, de cualquier causa u origen expresadas
en dólares u otras divisas extranjeras, existentes al momento de la sanción de la ley 25561, y que no se
encontraren ya convertidas en pesos (art. 1°).
- El art. 2 establece la paridad de un dólar equivalente a un peso con cuarenta centavos para la pesificación
de los depósitos existentes en el sistema financiero.
- Las obligaciones exigibles de dar suma de dinero, expresadas en dólares u otras divisas extranjeras, no
vinculadas al sistema financiero, cualquiera sea su origen o naturaleza se convertirán, a razón de un dólar
= un peso.
- Establece la excepción al principio nominalista, se indexan las deudas, los índices serán publicados por el
BCRA.
- La resolución N°47/02 del Ministerio de Economía, dispuso que el CER se compondrá por la tasa de
variación obtenida de la evolución mensual del “índice de Precios al Consumidor” publicado por el
INDEC.
Estas leyes y decretos, dictados como consecuencia de lo que se ha denominado “emergencia pública”,
originaron un desorden jurídico e institucional sin precedentes en nuestro país.
- Un caso emblemático del desorden aludido fue el de la “pesificación”80, o sea, la conversión de la moneda
del contrato en función del cual, tanto las relaciones privadas como las financieras, habían establecido
originariamente créditos y/o deudas en dólares.

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 Cuarta etapa: Las obligaciones de dar suma de dinero en el anteproyecto y en el Código Civil y
Comercial de la Nación.

a) El régimen de las obligaciones de dar sumas de dinero.


Se refuerza el pcio nominalista, con la pesificación se transforman todas las obligaciones, dentro y fuera del
sistema financiero.Se devuelve la relación de cambio entre el peso y dólar
 Se trata de la obligación de entregar una cantidad de dinero determinada o determinable al momento de
constitución de la obligación. Las deudas de dinero están alcanzadas por el principio nominalista, conforme
al cual el deudor se libera entregando la cantidad nominalmente adeudada cualquiera sea el poder adquisitivo
de esa suma que se adeuda comparada con la que tenía al momento de contraerse la obligación.
 Se aplica el principio nominalista, donde el deudor se libera entregando la cantidad nominalmente adeudada.
Consagrado en el art. 766 del CCyC, que dispone: “El deudor debe entregar la cantidad correspondiente de
la especie designada”, lo que dificulta la contratación, especialmente en economías inflacionarias.
 El profe recomienda un sistema nominalista relativo, como en otros países, que permita la indexación de
precios para ajustar el valor de la obligación al momento del pago.
 La prohibición de indexar puede ser considerada inconstitucional por violar los derechos de propiedad e
igualdad.
b) Obligaciones en moneda extranjera.
En el Código Civil de Vélez Sarsfield, anterior a la ley de Convertible el art. 61782, hacía referencia a las
deudas en moneda extranjera, permitía que las mismas puedan ser pagadas en moneda nacional al cambio
que corre el vencimiento de la obligación. Esta situación, en principio, no generaba mayor inconveniente,
salvo que el tipo de cambio nominal no tenga nada que ver con el tipo de cambio real. La moneda extranjera
no era considerada como suma de dinero, sino como una mercancía, como medida de valor. Se admitía como
principio general que el deudor pudiera liberarse de una obligación < moneda extranjera mediante la entrega
de la moneda específica o a través de su equivalente en moneda nacional al tiempo del vencimiento de la
obligación o del pago.
La ley de convertibilidad, modifico el art. 61783 y dispuso que las deudas en moneda extranjera, son deudas
de dar suma de dinero y el deudor sólo se libera pagando en la especie pactada, por lo tanto, no podía
liberarse pagando otra cosa que no sea en dólares. Si se quiere liberar pagando en pesos, el acreedor no
estaba obligado aceptarlo. La ley 23928 legitimaba ampliamente el uso voluntario de la moneda extranjera,
favoreciendo (más aun incentivando) la contratación en base a esta modalidad. Régimen que no fue
modificada por la ley de emergencia 25.561.
Por el principio nominalista absoluto, el único mecanismo de actualización son los intereses, el segmento
mas alto es el que el BCRA pero este sistema es indirecto, pues se mantiene detrás de la inflación
Para la doctrina le pareció que en el ccyc y tuvo que establecer un sistema nominalista relativo, darles la
posibilidad a los acreedores de establecer índices
¿Cómo resuelve esta cuestión el Código Civil y Comercial?
Hay que diferenciar qué es lo que decía el art. 765 del anteproyecto elaborado por la Comisión reformadora,
que reproducía el art. 617 de la ley 23.928, por lo tanto, si se pactaba en moneda extranjera, sólo podía
liberarse pagando con la especie convenida, esta redacción reflejaba la opinión de la doctrina y la
jurisprudencia que por años armonizó el sistema. Cuando el proyecto va al Ejecutivo modifica el artículo y
terminan mandando al congreso de la Nación, es el antiguo 617, donde las deudas en moneda extranjera son

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consideradas como de dar cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda
de curso legal. Y en la redacción definitiva del art. 765, se establece que no hay más obligaciones de dar
cantidades de cosas, hoy se denominan obligaciones de género.
Jurisprudencia.
Actualmente, la doctrina y la jurisprudencia son coincidentes en sostener que, e/ art. 765 del nuevo Código
Civil y Comercial no resulta ser de orden público, y en consecuencia, al no ser una norma imperativa no
habría inconvenientes en que las partes en uso de la autonomía de la voluntad (arts. 958 y 962 del nuevoo
código) pacten -como dice el art. 766 del mismo ordenamiento-, que el deudor debe entregar la cantidad
correspondiente en la especie designada.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala “F”, integrado por los Sres. Jueces de Cámara Dres.
GALMARINI. POSSE SAGUIER. ZANNONI. Resolvieron desestimar un pago por consignación en pesos,
con el objeto de saldar un mutuo con garantía hipotecaria celebrado el día 15 de febrero de 2012, mediante el
cual recibió en préstamo la ¡ cantidad de U$S 37.900, los cuales se obligó a devolver en 36 cuotas iguales y
consecutivas de U$S 1.356, con un interés del 16% anual sobre saldos (la actora señala que a partir del
denominado “cepo cambiario” existía una imposibilidad de adquirir dólares estadounidenses y
consecuentemente de poder cumplir su obligación en la moneda pactada. Sostenía que tal situación
configuraría un supuesto de “fuerza mayor” derivado de un acto del poder público).
La Cámara sostuvo que: “..El art. 765 del nuevo Código Civil y Comercial no resulta ser de orden público, y
por no resultar una norma imperativa no habría inconvenientes en que las partes en uso de la autonomía de
la voluntad (arts. 958 y 962 del código citado) pacten -como dice el art 766 del mismo ordenamiento-, que
el deudor debe entregar la cantidad correspondiente en la especie designada (Ossola, Federico Alejandro
en Lorenzetti, Ricardo Luis, “Código Civil y Comercial de la Nación Comentado”, T. V, pág. 126, Rubinzal-
Culzoni Editores Santa Fe >015). Consecuentemente, por tratarse de normativa supletoria, corresponde
aplicar las previsiones contempladas en los artículos 617 y 619 del Código Civil (texto s/ley 23.928) … ”.
###
La comisión reformadora modificó los Art. 765 y 766 del CCyC por los siguientes:
“ARTICULO 765.- Concepto. La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda,
determinada o determinable, al momento de constitución de la obligación, sea o no de curso legal en el país.
El deudor solo se libera si entrega las cantidades comprometidas en la moneda pactada. Los jueces no
pueden modificar la forma de pago o la moneda pactada por las partes.
ARTICULO 766.- Obligación del deudor. El deudor debe entregar la cantidad correspondiente de la
especie designada, tanto si la moneda tiene curso legal en la República como si no lo tiene.”
Se propicia adoptar el régimen previsto del Anteproyecto de CCyC, el mismo tiempo de derogar los arts. 7,
10 y 11 de la ley 23928, haciendo que nuestro sistema salga de un régimen de nominalismo absoluto, un
sistema insostenible y de dudosa constitucionalidad, pasando a uno relativo, que admite la validez de las
cláusulas de estabilización y que es más de acuerdo a la realidad económica.
Las obligaciones de valor:
 Se refiere a las obligaciones que no son de sumas de dinero, sino de un valor específico.

 Estas obligaciones son relevantes en períodos inflacionarios y se apartan del principio nominalista.

 El nuevo Código Civil y Comercial reconoce formalmente las obligaciones de valor y establece su
cuantificación al momento adecuado. En el art.772, que se titula: “Cuantificación de un valor”, dice lo
siguiente: “Si la deuda consiste en cierto valor, el monto resultante debe referirse al valor real al momento
que corresponda tomar en cuenta para la evaluación de la deuda. Puede ser expresada en una moneda sin

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curso legal que sea usada habitualmente en el tráfico. Una vez que el valor es cuantificado en dinero se
aplican las disposiciones de esta Sección.
Lo primero, que debemos destacar es que recepta formalmente la categoría de deudas de valor. Justamente,
estas obligaciones adquieren una trascendencia mayor cuando el sistema es nominalista (se debe devolver la
misma cantidad de dinero y no hay cláusulas de indexación) y hay inflación. La obligación de valor
permanece al margen del nominalismo, por cuanto lo que; debe no es dinero, sino un valor.
No obstante, la deuda de valor en algún momento es cuantificable, liquidada y en ese momento se convierte
(por una suerte de novación objetiva) una obligación de dar sumas de dinero y queda atrapada por el
principio nominalista.
¿En qué momento opera la cristalización? Es un tema que se discutía mucho antes de la 23.928 y que va a ser
discutido ahora. Lo lógico sería que la cuantificación de valores y el cambio de régimen de obligaciones de
valor a sumas dineradas, se haga al momento de la sentencia, parecería ser lo lógico, lo más sensato. Otro
criterio, más consecuente con la naturaleza de la obligación: es que las deudas de valor NACE de valor y
MUERE de valor. No hay nunca cambio, hasta que no se pague, el valor se actualiza.

Actualización de la Moneda.
Las partes podrán pactar el ajuste de valor de los alquileres y será validad el uso de cualquier índice pactado
por las partes, público privado, expresado en la misma moneda en la que se pactaron los alquileres. Es decir,
que ya no es obligatorio a utilizar el Índice de Contratos de Locación (ICL) que usaban los contratos
firmados después de Julio de 2020 o el Índice Casa Propia que se aplica para los pocos contratos que se
firmaron entre 18 de octubre y hoy.
La indexación puede ser mensual si el propietario así lo quisiera y el inquilino acepta, mediante un índice
que también acuerden entre ellos. Es clave que, por ejemplo, si se pauta el pago de dólares o en euros la
indexación ahora puede hacerse de acuerdo al índice o inflación del país que tiene esa moneda. Por ejemplo,
en dólares se puede indexar la inflación de Estados Unidos y en euros con la de algún país de Europa, de
acuerdo la moneda extranjera determinada para el contrato.

2. -Intereses: concepto; Caracteres, diversas clases de intereses, clasificación de los intereses en el Código
Civil y Comercial; curso de los intereses: reglas aplicables; Anatocismo: concepto, régimen legal,
excepciones; Efectos de los intereses, Extinción.

Intereses.
Concepto: El interés es la ganancia o beneficio que produce un capital dinerario. “Es el aumento paulatino
que experimentan las deudas de dinero en razón de su importe y del tiempo transcurrido.”
En las relaciones jurídicas emanadas de una obligación de dar dinero cabe distinguir los conceptos de
"interés” y de “actualización monetaria”. En el marco de nuestro sistema nominalista, la actualización por
vía directa se encuentra vedada. Sin embargo, se admite la tasa de interés, para paliar, por vía indirecta, la
pérdida de poder adquisitivo de la moneda.
Nuestra CSJN tiene dicho desde hace muchos años que la actualización monetaria no aumenta la debida, sino
que se limita a recomponer los valores de la prestación debida.
Caracteres.
1. Pecuniariedad: Son pecuniarios, en correspondencia estricta con la obligación de dar dinero a la que
acceden.

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2. Porcentualidad: son debidos en términos de proporcionalidad a la obligación principal (capital) y al tiempo;
constituyen “la medida standard...que el capital debe producir con el transcurso del tiempo”. Este carácter
permite diferenciar los intereses de otros frutos civiles, como los salarios, los Honorarios, los alquileres.
3. Periodicidad: por su dependencia funcional del tiempo, maduran temporalmente, a mayor tiempo, mayor
interés.
4. Accesoriedad: los intereses compensatorios son accesorios de la deuda principal que consiste en la entrega
del capital adeudado.
Diversas clases de interés.
Según quien practica la determinación de la tasa de interés aplicable:
-Voluntarios: son aquellos que surgen de la voluntad de las partes, conocidos también como
“convencionales”, y son las partes quienes precisan la procedencia del interés y la tasa pertinente.
-Legales: son aquellos que reconocen su génesis directa en la propia ley.
-Judiciales: En ausencia de determinación convencional o legal, sobre la tasa aplicable corresponde que sean
fijadas por los jueces, tal como sucede en materia de intereses moratorios.

Según su función económica:


- Compensatorios: (Lucrativos o retributivos). Son aquellos que se adeudan como contraprestación o precio
por la utilización de un capital ajeno, según BUSSO.Pueden ser convencionales y legales. Ej. Contrato de
mutuo.
- Moratorios: son los debidos en concepto de indemnización por la mora del deudor en el pago de una
obligación dineraria, requieren para su procedencia que el incumplimiento sea imputable al deudor.
Los intereses moratorios también pueden ser:
1) Convencionales: son los que las partes pactan por el caso del retardo en el cumplimiento de la
obligación. Generalmente las partes cuando convierten en estos intereses los llaman punitivos.
2) Legales: están determinados expresamente en las disposiciones del Código Civil y Comercial o de las
demás leyes.
- Resarcitorios: cuando los intereses moratorios se aplican para la reparación de las consecuencias de un
hecho ilícito, suelen recibir el nombre de intereses resarcitorio.
- Punitorios: para la mayoría de los autores se trataría simplemente de un interés moratorio convencional, al
que debería aplicarse el régimen normativo de la cláusula penal. La idea de un interés punitorio se asocia a la
existencia de una pena privada, con virtualidad suficiente para compeler al deudor a cumplir la obligación y
para escarmentarlo en caso de que no ajuste su conducta a lo debido. En su composición interna, hay
componente adicional un plus económico que se proyecta a la tasa como pena o sanción, actuando también
adicionalmente como una pena civil.
Origen convencional: actúan como una verdadera cláusula penal. Los intereses punitorios voluntarios
operan como medio de compulsión al deudor, por un lado; por otro tienen una función
indemnizatoria. Pueden contener un plus sancionador, que elevará la tasa de interés, y que será
válido siempre que no resulte excesivo.
Origen legal: la ley los fija de manera directa, tal lo que sucede en materia tributaria y previsional
donde se admiten recargos generalmente elevados, cuando un impuesto o una tasa o un aporte no es
abonado en término.

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- Intereses sancionatorios: Son los que la ley impone en atención a la conducta maliciosa observada por el
deudor en el cumplimiento de la obligación en el proceso judicial en que se persigue dicho cumplimiento
(art. 622 Código Civil).
Los intereses en el Código Civil y Comercial de la Nación.
El Código civil y Comercial trata esta cuestión en los arts. 767 a 771, de donde se establecen sus dos grandes
especies, compensatorios y moratorios, y dentro de estos últimos sus distintas variantes (convencionales,
legales o judiciales). Si bien no se indica, mantienen mi vigencia las normas y criterios jurisprudenciales y
doctrinarios que permiten incluir en los intereses el componente inflacionario, de cara al sistema nominalista
imperante. Se elimina la categoría de los intereses sancionatorios (artículo 622 del código anterior). Como en
todos los códigos de procedimiento existen tales sanciones, la norma en los hechos no tenía aplicación.
Clasificación de los intereses en el Código Civil y Comercial .
-Compensatorios: el art. 767 dispone que
“La obligación puede llevar intereses y son válidos los que se han convenido entre el deudor y el acreedor,
como también la tasa fijada para su liquidación. Si no fue acordada por las partes, ni por las leyes, ni
resulta de los usos, la tasa de interés compensatorio puede ser fijada por los jueces.”
El interés compensatorio o lucrativo es el que se paga por tener un capital dinerario que no es propio (porque
nos ha sido prestado) y ello con independencia de la existencia de mora del deudor. Las partes están
facultadas para fijar la tasa de interés compensatorio, con los límites impuestos por la buena fe y el ejercicio
regular de los derechos. Si resulta excesiva, rige lo establecido en el artículo 771 del CCyC.
-Moratorios: el art. 768, establece que:
“A partir de su mora el deudor debe los intereses correspondientes. La tasa se determina: a) por lo (que
acuerden las partes; b) por lo que dispongan las leyes especiales; c) en subsidio, por tasas que se fijen
según las reglamentaciones del Banco Central.”
Los intereses por mora pueden ser moratorios, o bien punitorios. Ambos se devengan cuando el deudor
ingresa en estado moratorio, esto es, por no haber cumplido en tiempo su obligación.
Además, de su origen, este interés tiene otra diferencia: el interés moratorio constituye exclusivamente la
indemnización por el retardo injustificado en el cumplimiento de la obligación dineraria; el interés punitorio,
aunque también es un componente punitivo de sanción que pesa sobre el deudor por no haber cumplido, no
es exclusivamente resarcitorio. En otras palabras, no es exclusivamente resarcitorio. El interés punitorio tiene
una doble función, como la de toda cláusula penal
Los intereses moratorios tienen un rasgo esencial:
se devengan, “ipso iure” a partir de la mora, por expresa disposición legal. En efecto, en la norma se
establece que el deudor moroso debe tales intereses. Se trata de un daño presumido iuris et de iure por el
ordenamiento” (art. 1744 del Código).
Se establecen tres criterios para determinar la tasa de interés moratorio:
1. Puede ser por acuerdo de partes, por lo general el interés por mora emana de acuerdo de partes es el
punitorio, de todas maneras, podría pactarse una tasa de interés moratorio (que nace por imperio de
la ley), esto es, sin el plus de sanción que es de la esencia del punitorio.
2. Las leyes especiales también pueden fijar la tasa, y las partes podrían establecer una diferente, en tanto
en cuanto la norma no sea de orden público.
3. Es de destacar que en el artículo 552 del Código se dispone que
“Las sumas debidas por alimentos por el incumplid miento en el plazo previsto devengan una tasa
de interés equivalente a la más alta que cobran los bancos a sus clientes, según las

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reglamentaciones del Banco Central, a la que se adiciona la que el juez fije según las circunstancias
del caso”.
- Punitorios: el art. 769, dispone que “Los intereses punitorios convencionales se rigen por las normas que
regulan la cláusula penal”
Los intereses punitorios, no se agotan exclusivamente en el resarcimiento del daño derivado de la mora, sino
que además tienen un componente de sanción: castigar el incumplimiento. Ello debe quedar reflejado en su
tasa, que necesariamente ha de ser mayor a la del interés moratorio. El interés punitorio no deriva
exclusivamente de fuente convencional, puede ser también de origen legal.
Cuando su origen es voluntario se aplican las normas de la cláusula penal (arts. 790 y ss. del CCyC).
En el caso de existencia de un daño distinto al interés punitorio establecido convencionalmente, el principio
de inmutabilidad relativa propio de la cláusula penal en nuestro ordenamiento rige en toda su plenitud (art.
794 del CCyC). Los intereses punitorios legales pueden ser modificados de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 771 del Código.
ARTÍCULO 771 DEL CCyC.
Cuando el juez entiende que los interese son excesivos y puede caer en una usura puede disminuir los
intereses. Es una facultad que los intereses poseen. Establece sobre las facultades judiciales que:
“Los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa lijada o el resultado que provoque la capitalización
de intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para filia Jo res y
operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación. Los intereses pagados en exceso se
imputan al capital y, una vez extinguido éste, pueden ser repetidos.”
Lo dispuesto en esta norma se aplica a los intereses compensatorios, a los intereses moratorios, a los
punitorios legales, y al resultado de la aplicación del anatocismo.
Como importante novedad se incorpora en forma expresa la posibilidad (reconocida por la doctrina y la
jurisprudencia), de reducir de oficio por el juez las tasas de interés (además de las cláusulas penales que
tienen su régimen propio), cuando resultan objetivamente desproporcionadas, en razón del orden público
comprometido. Reducida la tasa de interés, si previamente se había efectuad algún pago, la ley reimputa lo
entregado a capital.
Curso de los intereses.Reglas aplicables según los distintos tipos de intereses:
- Intereses compensatorios: los intereses compensatorios voluntarios se devengan desde la fecha pactada y
pueden ser exigidos y percibidos por el acreedor de acuerdo con los términos fijados en el acto jurídico que
los generó. Rige en forma plena el principio de autonomía de la voluntad.
- Intereses moratorios y punitorios: de origen convencional y legal, se devengan y son exigibles a partir de la
mora del deudor.
Tratándose de la obligación de pagar sumas de dinero en concepto de indemnización de actos ilícitos, corren
automáticamente desde el momento en que el daño se produce.
La mora en este tipo de obligaciones es una consecuencia lógica del principio de la reparación plena, el
damnificado debe colocado en la misma situación en que estaría si hubiera recibido el resarcimiento al
momento de sufrir el daño. Los intereses moratorios se devengan hasta el momento en que opera la extinción
de la deuda por capital en forma.
La mora créditoria detiene el devengamiento de intereses moratorios y punitorios.

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- Intereses sancionatorios: se devengan en principio, desde el momento que fija el juez en la sentencia. El
mismo debería, razonablemente, coincidí con el momento de comisión de los actos de inconducta procesal
maliciosa que motivan la sanción.
Los intereses como modo de mantener actualizadas las sumas dinero
Durante la vigencia de la ley de convertibilidad, que prohibía expresamente la actualización de las
obligaciones dinerarias, la estabilidad hizo que el tema de los intereses perdiera su importancia y con el
tiempo se fuera diluyendo.
Fue así que la jurisprudencia nacional se inclinó decididamente por aplicación de la tasa pasiva promedio del
sistema financiero (estándar pt puesto por el decreto 569/9193). Criterio que se mantuvo por un buen tie aun
después de la salida de la convertibilidad.
Solo en fecha reciente el tema ha vuelto al ruedo, ante una realidad irreversible. Un nuevo plenario “Samudio
de Martínez, Ladislaa c/ Tranportes Deciento Setenta SA”, cambio de plano la perspectiva, llevando el
estándar promedio de la Tasa activa a los pleitos civiles. El hecho que causo el cambio de criterio, explicado
por los votos del plenario, fue la necesidad de paliar los efectos de la inflación sobre la moneda a través de la
tasa de interés aplicable.
Al otro “remedio” que se recurrió para paliar los efectos nocivos de la inflación fue el de las Cláusulas de
precios escalonados. En los contratos de ejecución sucesiva (por ejemplo, el de locación), se han
generalizados estas cláusulas de precio escalonado, fijando un precio diferente para distintos periodos futuros
del contrato.
En tal sentido la jurisprudencia ha resuelto que
“Los alquileres escalonados no significan actualización, ni están alcanzados por la prohibición legal
vigente por el art. 10 de la ley 23928, por que la convención que establece anticipadamente modificaciones
periódicas en el canon locativo puede responder a una previsión inflacionaria, pero también a otras
circunstancias tenidas en cuenta por las partes al contratar, no necesariamente vinculadas a la inflación”
(Grimaldi, César c/ Antomelli).
Anatocismo.
Es un tipo de usura, por eso esta prohibir, los intereses devengados se suman las capital y los intereses
empiezan a contar por sobre el capital sumado a los demás intereses.
Es la capitalización de los intereses que se acumulan al capital, constituyendo una unidad productiva de
nuevos intereses. También se lo denomina interés compuesto. Por ser una vía rápida de acrecentamiento
rápido de las deudas de dar dinero, se lo asocia con la usura (Interés excesivo en un préstamo).
Cambia respecto del código de Vélez
- El anatocismo en el derecho argentino antes de la ley 23928: antes de la sanción de la ley 23928 el
Código anterior presentaba una solución francamente adversa a la capitalización anticipada de intereses.
Decía: en el art. 623 del Código Civil que
“no se deben intereses de los intereses, por obligación posterior, convenida entre acreedor y deudor, que
autorice la acumulación a ellos al capital, o cuando liquidada la deuda judicialmente con los intereses, el
juez mandase a pagar la suma que resultare, y el deudor fuere moroso en hacerlo”
Esta norma de orden público, contenía un principio y dos excepciones. La regla estaba dada por la
prohibición de capitalizar anticipadamente los intereses, bajo pena de nulidad.

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Excepcionalmente, se admitía la capitalización de intereses, 1) por acuerdo efectuado entre acreedor y
deudor posterior al vencimiento, y 2) cuando liquidada la deuda judicialmente, el juez mandaba a pagar la
suma resultante y el deudor era moroso en hacerlo.
A estas dos excepciones se les adiciona una tercera: cuando la ley expresamente autoriza dicha capitalización
anticipada, tal como que sucedía en algunos supuestos específicos del derecho comercial y bancario.
- El anatocismo después de la ley de convertibilidad. El artículo 623: la ley 23928 ha introducido una
reforma sustancial en la materia, al derogar el art. 623 originario del Código anterior y reemplazarlos por el
siguiente:
“no se deben intereses de los intereses sino por convención expresa que autorice su acumulación al capital
con la periodicidad que acuerden las partes; o cuando liquidada la deuda judicialmente con los intereses, el
juez mandase a pagar la suma que resultare y el deudor fuese moroso hacerlo. Serán válidos los acuerdos
de capitalización de intereses que, basen en la evolución periódica de la tasa de interés de plaza”.
Conforme a la norma, mantiene el principio general, no procede la capitalización anticipada de intereses,
salvo en los siguientes supuestos:
1. Convención expresa, anterior o posterior a su devengamiento, que así lo autorice: esta es la gran
diferencia entre el sistema actual y el anteriormente vigente.; nuevo art. 623 del Código Civil también
admite la validez de los acuerdos que expresamente autoricen en forma anticipada la acumulación de
los interese al capital, con la periodicidad que fijen las partes;
2. Liquidación de deuda en un proceso judicial: se mantiene esta causal de admisión del anatocismo.
Y se admite el anatocismo por vía convencional.

- El anatocismo en el nuevo Código Civil y Comercial. El artículo 770 del CCyC dispone que:
“No se deben intereses de los intereses, excepto que: a) una cláusula expresa autorice la acumulación de los
intereses al capital con una periodicidad no inferior a seis meses; b) la obligación se demande
judicialmente; en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la notificación de la demanda; c) la
obligación se liquide judicialmente; en este cuso, la capitalización se produce desde que el juez manda
pagar la suma resultante y el deudor es moroso en hacerlo; d) otras disposiciones legales prevean la
acumulación.”
La reforma del Código Civil y Comercial mantuvo la capitalización de los intereses, en principio se
encuentra prohibida, salvo las excepciones expresamente autorizadas por la ley. Pero también produjo
algunos cambios.
Se limita la facultad de pactar el anatocismo: desde que la capitalización únicamente puede
practicarse en lapsos de seis meses, cualquier pacto en contrario es nulo y de nulidad absoluta. Esto
evita abusos mediante cláusulas ambiguas y oscuras.
Se permite ahora practicar la capitalización al momento de notificarse la demanda, originariamente
prevista sólo para el mutuo comercial. Se incorpora, además, la referencia a otras leyes especiales.
Efectos de los intereses.
Los intereses son el fruto civil del capital. Son un accesorio del capital. Esta accesoriedad trae aparejada las
siguientes consecuencias.
a) La extinción del crédito por capital hace cesar el curso de los intereses. Principio de interdependencia.
b) En el pago del crédito, el capital no se considera íntegro si no comprende los intereses.
c) El recibo del capital sin reserva de los intereses, determina la extinción de estos. Los intereses se extinguen
con la recepción del capital, si el acreedor no deja constancia de ello en el recibo, se presume que está
completo el pago, pero es una presunción iuris tantum, es decir que admite prueba en contrario.

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Extinción de los intereses.
1) Autónoma: cuando se extingue en forma independiente, por cualquiera de las causas de extinción, pago,
novación, compensación, etc.
2) Accesoria: cuando se extingue la obligación de pagar el capital que distinguir entre los intereses vencidos y
futuros.
 Vencidos: si los intereses ya se han hecho exigibles, no bastaría que se hubiera extinguido la
obligación de pagar el capital para que los intereses i extinguieran por vía de consecuencia;
pagando el capital, por ejemplo, extinguiría la obligación de pagar los intereses ya vencidos, sería
necesario para ello que se pagaran también estos.
 Fututos: al extinguirse la obligación de pagar el capital que es la principal, se extingue también la
obligación accesoria de pagar los intereses (art. 525 Código Civil)

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UNIDAD VI

1. Obligaciones facultativas: concepto y denominación y crítica de ésta; naturaleza jurídica; caracteres,


diferencias con las alternativas, fuentes; legitimación para ejercitar la opción; casa de duda: solución legal y
fundamento de la misma; efectos: examen de los distintos supuestos.

Obligaciones Facultativas.
“Artículo 786. Concepto
La obligación facultativa tiene una prestación principal y otra accesoria. El acreedor solo puede exigir la
principal, pero el deudor puede liberarse cumpliendo la accesoria. El deudor dispone hasta el momento del
pago para ejercitar la facultad de optar.”
Disconformidad en la doctrina respecto al nombre por el antagonismo entre los términos “Obligación” y
“Facultad”. Esto se debe a que obligación significa limitación de libertad constricción, en tanto facultad
significa lo contrario: libertad para actuar, posibilidad para optar entre una u otra solución.
La obligación facultativa como cualquier obligación debe cumplirse. Lo facultativo no es la obligación en sí
misma, sino la posibilidad de sustituir su objeto por otro que haya sido indicado en el título de la obligación,
a opción exclusiva del deudor.
Por ejemplo, la obligación de entregar un terreno ubicado en la calle San Martín esquina Chaco, pero con la
posibilidad para el deudor, de cumplir entregando la cantidad de 800.000$.
Naturaleza Jurídica.
La naturaleza jurídica de la obligación facultativa se determina únicamente “por la prestación principal”.
Se refiere a que en la estructura de esta obligación encontramos una sola prestación, denominada “principal”,
que determina la naturaleza de la aplicación (si es de dar, de hacer o no hacer, divisible o indivisible, etc.).
La situación contrasta con la que se advierte en las obligaciones alternativas, donde encontramos una
pluralidad de prestaciones distintas e independientes entre sí, debidas en forma disyuntiva, que se encuentran
en pie de igualdad, razón por la cual se debe aguardar hasta que opere la elección para determinar su
naturaleza. Acá se encuentra en facultad de pago.
Caracteres.
a) Unidad de objeto: el deudor debe solo una prestación, por lo que el acreedor solo tiene derecho a
reclamar la misma. El único objeto comprometido en la obligación es la prestación principal, el resto es la
facultad de pago
b) Causa única: puede derivar de la voluntad de las partes o de la ley.
c) Unidad de vínculo jurídico. El acreedor se puede valer de todos los medios que le da la ley para obtener
el cumplimiento de la obligación.
d) Solo el deudor está legitimado para sustituir la prestación debida por otra que se encuentre en facultad
de pago. Como bien explica Llambias, sería absurdo que el acreedor pudiera exigir una prestación distinta
a la que se debe. Si esto así fuera pactado, ya no estaríamos en el campo de las obligaciones facultativas
sino frente a una obligación alternativa. El deudor es el único legitimado para aceptar una obligación.
e) La prestación debida y la que se encuentra en facultad de pago se hallan en situación de
interdependencia. Tal disparidad se proyecta al plano de los efectos.
Legitimación para ejercitar la opción.
En la obligación facultativa la sustitución de la obligación principal por la accesoria sólo puede hacerla el
deudor y es no formal (art. 284 CCyC), la ley no impone solemnidades (ceremonias) y puede ser incluso

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tácito. Por eso “la opción se realiza cuando el deudor notifica al acreedor que pagará tal o cual prestación,
cuando ha comenzado a pagar una u otra, o cuando como es obvio, paga íntegramente una de ellas”
El CCyC art. 786 dispone que: “El deudor dispone hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de
optar”. Esto tiene su razón de ser en el principio de buena fe y de ejercicio regular de los derechos. Piénsese,
por ejemplo, el caso en que el deudor comunique antes del pago la opción, y ello traiga aparejados deberes de
conducta accesorios por parte del acreedor para la recepción de la prestación facultativa.
Caso de Duda.
“Artículo 788. Caso de duda
En caso de duda respecto a si la obligación es alternativa o facultativa, se la tiene por alternativa.”
Puede ocurrir que no pueda determinarse claramente del negocio jurídico si se trata de una obligación
facultativa o alternativa. El art. 788, favorece el cumplimiento en especie de la prestación y debe la ley
inclinarse por todo lo que tienda a ese objetivo. La obligación alternativa permite el cumplimiento in natura
de la obligación.
In natura: Aportación consistente en bienes (distintos del dinero) o derechos patrimoniales susceptibles de
valoración económica.
Diferencias con las Alternativas.

ALTERNATIVAS FACULTATIVAS
Las prestaciones son independientes y distintas Ha disparidad entre las prestaciones con que puede
entre sí y se encuentran en plano de igualdad entre desobligarse el deudor, pues una sola entre en el
ellas. Todas las prestaciones son principales. objeto debido, mientras otra queda al margen de la
deuda. La prestación accesoria está dependiendo de
la prestación principal. Existe una relación de
interdependencia.
La elección de la prestación recae en principio El dcho. De optar entre la prestación principal o la
sobre el deudor, pero puede recaer en el acreedor e supletoria recae exclusivamente sobre el deudor.
inclusive sobre un tercero.
Se extingue la obligación cuando todas las Se extingue la obligación cuando exista
prestaciones que integran su objeto hayan perecido imposibilidad de pago de la prestación principal, aún
por causas no imputables al deudor, y siempre que cuando pueda ser cumplida la que se encuentra en
éste no se encuentre constituido en mora. facultad de pago.

Partir desde lo que coinciden que hasta que el momento del pago no se sabe qué prestación se va a presentar.
Fuentes. Pueden surgir de:
 Voluntad de las partes: Surgen de la voluntad particular cuando, como consecuencia de la autonomía
privada, una de las partes acuerda a otra el derecho de liberarse cumpliendo una prestación distinta de la
debida. Es la menos usada en la práctica porque supone conceder una ventaja importante al deudor.
Puede también aparecer en los testamentos, cuando el testador, para favorecer al heredero, instituye un
legado a favor de un tercero, con facultad de sustitución por aquel, así por ej., lega un departamento en Mar
del Plata, pero otorga al heredero la opción de liberarse entregando al legatario una suma de dinero
determinada.
 La ley: Surge de la propia ley, como sucede en la donación simple cuando el donatario está obligado a
prestar alimentos a favor del donante cuando este no tuviera medios para subsistir. En tal caso, puede
liberarse de esa obligación devolviendo los bienes donados o su valor si los hubiere enajenado.
Efectos.

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Los efectos de la obligación facultativa están alcanzados por el principio de interdependencia que existe
entre la prestación principal y la que se encuentra en facultad de pago. Rige, por lo tanto, la regla del artículo
857 del CCyC.
- La extinción o nulidad de la prestación principal provoca la de la accesoria.
- La extinción o nulidad de la prestación accesoria no afecta a la obligación principal.
El art. 787 claramente dispone que “La obligación facultativa se extingue si la prestación principal resulta
imposible, sin perjuicio de la responsabilidad que pueda corresponder”.
En caso de que la imposibilidad de cumplimiento de la prestación principal sea imputable al deudor, éste
deberá resarcir los daños ocasionados al acreedor (Art. 955 CCyC).
Sin culpa, caso fortuito o fuerza mayor, se deshace la obligación. Caso contrario el deudor deberá pagar por
daños y prejuicios.

2. Obligaciones alternativas: concepto; fuentes, importancia; naturaleza jurídica; caracteres; elección:


distintos supuestos; prestaciones periódicas; efectos: clasificación: regulares e irregulares, distintos
supuestos.

Obligaciones Alternativas. Concepto.


El artículo 779 del Código Civil y Comercial define a las obligaciones alternativas diciendo que son “las que
tienen por objeto una prestación entre varias que son independientes y distintas entre sí. El deudor está
obligado a cumplir una sola de ellas Por ejemplo la obligación de entregar el automóvil Audi A4, dominio
AAB 456 o el departamento sito en la Calle 1 i. Irigoyen 1825, octavo piso, de la ciudad de Corrientes, a
elección del deudor. El deudor para liberarse debe cumplir solamente con alguna o algunas de las
prestaciones debidas, no con todas.
Estas obligaciones son válidas, desde que el objeto de las obligaciones puede ser determinado o determinable
(art. 725 del CCyC), presentándose aquí esta última circunstancia. Se trata de una obligación, y no varias,
perjuicio de la diversidad originaria en el objeto. Por tal razón, existe unidad i vínculo y no pluralidad.
Su objeto está constituido por varias prestaciones distintas e independientes entre sí, de las cuales el deudor
debe ejecutar solamente alguna (o alguna de ellas para liberarse). Todas las prestaciones debidas
alternativamente integran el objeto de la obligación desde su nacimiento hasta en el momento en el que se
opera, donde una de las prestaciones es elegida y las restantes prestaciones, no elegidas, se desvanecen como
una consecuencia propia y normal de la alternatividad.
Las prestaciones que integran el objeto de la obligación se encuentran en situación de paridad y pueden ser
de dar, hacer o no hacer. Cada una de ella.1* asume el carácter de prestaciones específicas e individualmente
determinadas.
Fuentes.
Las fuentes de la alternatividad son: la voluntad de las partes y la ley.
Actualmente, lo cierto es que, en el mundo del comercio y el consumo cada vez se acude más a esta figura.
Las empresas de tarjetas de crédito otorgan “puntos” a sus clientes (en función del uso del plástico), que
luego éstos pueden “canjear” por diversos productos, a su elección. Las aerolíneas efectúan una operatoria
similar con sus clientes frecuentes, “regalando” “kilómetros”, que no es sino un crédito que luego también
éstos pueden canjear pe viajes o, a veces, por otras prestaciones, a su elección. En los sistemas de crédito
para adquirir automotores, suele otorgarse al adquirente la posibilidad una vez que se produce la
adjudicación, de optar por otro modelo más avanzado. En fin, las posibilidades son innumerables y favorecen
notablemente el intercambio de bienes y servicios.

59
Existen también situaciones obligacionales alternativas de fuente legal. El artículo 10 bis de la ley 24.240,
determina que ante el incumplimiento de la oferta o del contrato imputables al proveedor, el consumidor, “a
su libre elección”, puede optar por:
a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;
b) aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;
c) rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato.
Además de ello, tiene en todos los casos el derecho a exigir los daños que el incumplimiento le haya
ocasionado. En el nuevo Código se encuentran, entre otras: las disposiciones generales en el caso de la
extinción del contrato por declaración de una de las partes (art. 1078); la posibilidad de la víctima de daños
de optar por la reparación en dinero o en especie (art. 1740); etc.
Naturaleza Jurídica.
En las obligaciones alternativas se va a determinar cuando se efectúe la elección, a no ser que todas las
prestaciones que están comprometidas dentro de la obligación alternativa sean de la misma naturaleza.
Ejemplo: me comprometo a entregar un auto, una moto o una lancha, la naturaleza jurídica ya está
determinada, se trata de prestaciones de dar.
En cambio, si me comprometo a entregar un auto, a realizar tal hecho o a no extender la vereda de más de
tantos metros existen aquí tres tipos de prestaciones, una vez que se elija se determinará qué tipo de
naturaleza se aplica.
Si todos son homogéneos son todos de dar. Si todos los productos son heterogéneos hay que esperar al
momento del cumplimiento de la obligación para determinar la naturaleza jurídica
Todas son autónomas e independientes.
Caracteres.
a. Unidad de vínculo: se trata de una sola obligación, que tiene un vínculo jurídico único.
b. Objeto plural: el objeto es plural integrado al nacimiento de la obligación por diversas prestaciones que se
dirigen en forma alternativa a satisfacer el interés del acreedor. Pizarrro y Vallespinos: sostienen que en la
obligación alternativa hay una pluralidad de objetos debidos (in obligatione) y unidad de objeto de pago (in
solutione). Esa pluralidad de objetos debidos en forma alternativa constituye un dato esencial de estas
obligaciones y resulta absolutamente compatible con la idea de un vínculo único. Una cosa es que, al
momento de cumplirse la obligación, solamente una de las prestaciones sea ejecutada y otra muy distinta es
que las restantes no elegidas, no hayan integrado nunca el objeto de la obligación.
c. Independencia de las prestaciones:
- Las prestaciones que están metidas a elección son independientes entre sí.
- Todas las obligaciones están en un pie de igualdad, todas las obligaciones son principales, no hay
relación de dependencia o de interdependencia entre las prestaciones como ocurre en las obligaciones
facultativas.
- La nulidad de una de las prestaciones no afecta la obligación que va a subsistir sobre la prestación
válida y posible.
- Si después de nacida la obligación una de las prestaciones se toma imposible, la obligación se concentra
sobre la que subsiste.
- Si las prestaciones son de distinta naturaleza, debe esperarse hasta la elección para determinar su
naturaleza (dar hacer o no hacer).
- El obligado en esta figura solo lo está con respecto a una de las prestaciones, pero debe cumplirla
íntegramente. No puede pretender entregar parte de una y parte de la otra. Se deben cumplir con los
requisitos del objeto (art. 725 del Código Civil y Comercial).

60
d. Indeterminación inicial: quiere decir que la elección que debe hacerse entre ellas queda desde el principio
indeterminada. Pero una vez hecha la elección se juzga que la prestación elegida es la única debida.
e. Elección: la determinación del objeto se realiza por medio de una elección, que en principio es concedida al
deudor, pero nada impide que la elección pueda hacerla el acreedor o un tercero.
La elección de la prestación hace cesar el estado de inestabilidad inicial de esta clase de obligaciones.
La elección es la declaración unilateral recepticia expresa o tácita emitida por quien está facultado para
practicarla.
f. Concentración: consiste en que si una de las prestaciones se elimina o se hace imposible la obligación se
concentra sobre la otra prestación.
Una vez que se elige la prestación por la cual se cumplirá la obligación las disposiciones que se le aplican
son las de prestación cierta que comprende (dar, hacer o no hacer), a esto también se denomina el fenómeno
de la concentración.
Por lo tanto, la concentración de las obligaciones alternativas puede producirse por dos maneras distintas:
1) Por la elección;
2) Por la imposibilidad de una o algunas de las prestaciones que integran disyuntivamente, el objeto de la
obligación.
La concentración se da por elección o imposibilidad de unas de las prestaciones.
Elección.
Es el momento de individualización de la prestación, cesando la indeterminación inicial de la prestación,
produciéndose la eliminación de las restantes prestaciones en cuanto objeto de obligación. La ejecución de
las prestaciones por el deudor (que debe interpretarse como un signo inequívoco) puede ser en forma total o
parcial, tal cual se prevé en la norma.
El art. 780 del Código civil y Comercial, dispone que “Excepto estipulación en contrario, la facultad de
elegir corresponde al deudor. La opción que corresponde a varias personas requiere unanimidad. Si la
parte quien corresponde la elección no se pronuncia oportunamente, la facultado de opción pasa a la otra.
Si esa facultad se ha deferido a un tercero y éste no opta en el plazo fijado, corresponde al deudor designar
objeto del pago...”.
La regla es que la elección corresponde al deudor, salvo estipulación en contrario, pudiendo ser deferida al
acreedor o, incluso, a un tercero. De todas maneras, en ciertos ámbitos (como las relaciones de consumo), la
elección deferida al deudor puede resultar atacable, por cuanto que, no son válidas las cláusulas que de
alguna manera limiten o restrinjan los derechos del consumidor (art. 37 de la ley 24.240).
Producida la mora en la elección, ya no es necesaria la intervención judicial: en el caso en que haya estado en
cabeza de una de las partes, pasa a la otra; para el supuesto de que el designado hubiera sido un tercero, pasa
al deudor.
Efectos….
1. Practicada la elección, el riesgo a cargo del deudor se limita a la prestación elegida, y se aplica el régimen
de las prestaciones determinadas, de manera que, si dicha prestación se pierde sin culpa, la obligación se
disuelve para ambas partes. Antes de la elección, si se pierde una de las prestaciones, min sin culpa, el
deudor debe la restante.
2. A partir de la elección, se aplican las normas sobre mejoras y frutos correspondientes a las obligaciones de
dar cosas ciertas, siempre que se traten •le la obligación de dar.
Irrevocabilidad: una vez consumada la elección es irrevocable. Elementales razones de seguridad jurídica
justifican esa solución que es la que mejor garantiza los derechos de la otra parte.
Prestaciones Periódicas.

61
La parte final del art. 780 del Código Civil y Comercial, dispone que:
“...En las obligaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica renuncia a la facultad de optar
en lo sucesivo. La elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte o desde que el deudor
ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea parcialmente. Una vez utilizada, la prestación escogida se
considera única desde su origen, y se aplican las reglas de las obligaciones de dar, de hacer o de no hacer,
según corresponda”
En el caso de prestaciones periódicas, la elección para una etapa no condiciona a las restantes. Es un uso en
el que la ley entiende que no hay renuncia del derecho a elegir otra prestación en lo sucesivo. Sin perjuicio
de ello, las partes podrían pactar lo contrario.
Por ejemplo, la obligación de entregar anualmente 20 vacas o 20 toros tirante un período de 10 años. La
elección que se efectúa para un año no compromete para lo sucesivo. De tal modo el deudor podría elegir
entregar un año 20 vacas y al siguiente los toros. El fundamento de esta solución radica en el carácter
independiente que tienen las distintas prestaciones entre sí. Se ata de pagos autónomos unos de otros, y no de
pagos parciales como lo señala Llambías. Esto explica que en cada vencimiento exista la posibilidad de
elegir que prestación habrá de ser cumplida.

Imposibilidad de la prestación antes de la elección: la teoría de los riesgos.


“Artículo 780. elección. Sujetos. Efectos

Excepto estipulación en contrario, la facultad de elegir corresponde al deudor. La opción que corresponde
a varias personas requiere unanimidad. Si la parte a quien corresponde la elección no se pronuncia
oportunamente, la facultad de opción pasa a la otra. Si esa facultad se ha deferido a un tercero y éste no
opta en el plazo fijado, corresponde al deudor designar el objeto del pago.

En las obligaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica renuncia a la facultad de optar en
lo sucesivo.

La elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte o desde que el deudor ejecuta alguna de
las prestaciones, aunque sea parcialmente.

62
Una vez realizada, la prestación escogida se considera única desde su origen, y se aplican las reglas de las
obligaciones de dar, de hacer o de no hacer, según corresponda.”

Cuando la imposibilidad de las prestaciones ocurre antes de la elección tiene su régimen propio, después de
la elección, al concentrarse la obligación en una de las prestaciones, se aplican las normas de prestaciones
ciertas.
La imposibilidad antes de la elección, puede comprender algunas de las prestaciones o de todas, y provenir
de la culpa del deudor o de las circunstancias fortuitas, y aún de la culpa del acreedor. Es posible que lo que
medie sea nada más que el deterioro de una o de todas las prestaciones por las mismas causas señaladas.
En los artículos 780 y 781 del Código Civil y Comercial se prevén todas y cada una de las situaciones que
pueden presentarse para el caso de imposibilidad de una o todas las prestaciones (sea o no por causas
imputables a algunas de las partes), considerándose por separado la obligación alternativa regular (elección a
cargo del deudor), de la irregular (elección a cargo del acreedor). Cuando la elección ha sido conferida a un
tercero, las soluciones de los artículos anteriores se extienden a ellos (art. 782 del CCyC).

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Obligación alternativa regular (elección por el deudor)
“Artículo 781. obligación alternativa regular
En los casos en que la elección corresponde al deudor y la alternativa se da entre dos prestaciones, se
aplican las siguientes reglas:
a) si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, o
atribuibles a la responsabilidad del deudor, la obligación se concentra en la restante; si la imposibilidad
proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene derecho a optar entre dar
por cumplida su obligación; o cumplir la prestación que todavía es posible y reclamar los daños y
perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le cause el pago realizado, con relación al que resultó
imposible;
b) si todas las prestaciones resultan imposibles, y la imposibilidad es sucesiva, la obligación se concentra
en esta última, excepto si la imposibilidad de alguna de ellas obedece a causas que comprometen la
responsabilidad del acreedor; en este caso, el deudor tiene derecho a elegir con cuál queda liberado;
c) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad del deudor, y la
imposibilidad es simultánea, se libera entregando el valor de cualquiera de ella; si lo son por causas
atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene derecho a dar por cumplida su obligación con
una y reclamar los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le ocasione el pago realizado,
con relación al que resultó imposible;
d) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, la
obligación se extingue.”
a) si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas la responsabilidad de las partes, o
atribuibles a la responsabilidad del deudor, la obligación se concentra en la restante. Imposibilidad de
una prestación sea por culpa del deudor:

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Si una de las prestaciones se pierde por culpa del deudor o por caso fortuito. Se soluciona aplicando el
principio de la concentración: la obligación se concentra en la prestación siguiente, en la que subsiste.
b) si todas las prestaciones resultan imposibles, y la imposibilidad es sucesiva, la obligación se concentra
en esta última... y si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad
del deudor, y la imposibilidad es simultánea, se libera entregando el ve, lor de cualquiera de ella...
Si las prestaciones resultan imposibles en forma sucesiva, la obligación se concentra en la última prestación
que se perdió debiendo el obligado pagar el valor de esta última prestación, más daños y perjuicios.
Si ha ocurrido en forma simultánea el deudor debe indemnizar el valor de una de las prestaciones más daños
y perjuicios, otorgándole al deudor el derecho de pagar, a su elección, el valor de una u otra prestación con
más los daños y perjuicios.
c) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas la responsabilidad de las partes, la
obligación se extingue.
En este supuesto la obligación queda extinguida. El deudor no está obligado a cumplir la obligación, pero
pierde el derecho a la contraprestación si la hubiere.
d) Imposibilidad de una prestación por culpa del acreedor: la se gunda parte del inc. b) dispone que, “si
la imposibilidad proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene derecho
a optar entre dar por cumplida su obligación; o cumplir la prestación que todavía es posible y reclamar
los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le cause el pago realizado, con relación al
qi resultó imposible”
Si el deudor elige la prestación que se ha perdido por culpa del acreedor, la obligación queda extinguida y
puede reclamar la contraprestación, si elije 1 otra deberá cumplir con la entrega y reclamar daños y
perjuicios de la que se perdió por culpa del acreedor.
e) Imposibilidad de las dos prestaciones por culpa del acreedor: el inc. c) dispone que .. si lo son por
causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene derecho a dar por cumplida su
obligación con una y reclamar los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le ocasione
el pago realizado, con relación al que resulte imposible”
En este caso el deudor indicará cual de las dos prestaciones habría elegi do y con la que optare se tendrá por
cumplida la obligación. Tendrá también derecho de reclamar el pago de la contraprestación y los daños y
perjuicios por la otra prestación que se perdió por culpa del acreedor.
Obligación alternativa irregular (elección por el acreedor)
“Artículo 782. obligación alternativa irregular
En los casos en que la elección corresponde al acreedor y la alternativa se da entre dos prestaciones, se
aplican las siguientes reglas:
a) si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, o
atribuibles a la responsabilidad del acreedor, la obligación se concentra en la restante; si la imposibilidad
proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del deudor, el acreedor tiene derecho a optar entre
reclamar la prestación que es posible, o el valor de la que resulta imposible;
b) si todas las prestaciones resultan imposibles y la imposibilidad es sucesiva, la obligación se concentra en
la última, excepto que la imposibilidad de la primera obedezca a causas que comprometan la
responsabilidad del deudor; en este caso el acreedor tiene derecho a reclamar el valor de cualquiera de
las prestaciones;
c) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, y la
imposibilidad es simultánea, el acreedor tiene derecho a elegir con cuál de ellas queda satisfecho, y debe

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al deudor los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le reporte el pago realizado; si lo
son por causas atribuibles a la responsabilidad del deudor, el acreedor tiene derecho a elegir con el valor
de cuál de ellas queda satisfecho;
d) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, la
obligación se extingue.”
a) si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a 1a responsabilidad de las partes, o
atribuibles a la responsabilidad del acreedor, la obligación se concentra en la restante.
En este supuesto, al igual que cuando la elección le corresponde al deudor, también se aplica el principio de
Concentración. No obstante, el inc. b) consagra una excepción a este principio cuando la imposibilidad de las
dos prestaciones es sucesiva y la imposibilidad de la primera obedezca a cauuis que comprometan la
responsabilidad del deudor; en este caso el acreedor tiene derecho a reclamar el valor de cualquiera de las
prestaciones.
b) Imposibilidad de una prestación por culpa d el deudor: la segunda parte del inc. a) dispone que, si la
imposibilidad proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del deudor, el acreedor tiene derecho
optar entre reclamar la prestación que es posible, o el valor de la qi resulta imposible.
El acreedor conserva su derecho a elección, puede reclamar la prest ción que subsiste o el valor de la que se
tomó imposible, más daños y perjuicios.
c) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibk a la responsabilidad del acreedor, y la
imposibilidad es simultánea, acreedor tiene derecho a elegir con cuál de ellas queda satisfecho, debe al
deudor los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosk que le reporte el pago realizado;
En este supuesto el acreedor puede optar por el valor de una u otra prestación más daños y perjuicios.
d) si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas \ la responsabilidad de las partes, la
obligación se extingue *.
En este caso, la obligación se extingue y el deudor pierde el derecho a 1 contraprestación si la hubiera.
La obligación alternativa en cuanto a las modalidades y cii cunstancias
El art. 784 dispone que “Si en la obligación se autoriza la elecciói respecto de sus modalidades o
circunstancias, se aplican las reglas precedentes sobre el derecho de realizar la opción y sus efectos legales
En nuestro derecho, la indeterminación característica de las obligación alternativas puede existir no solo
respecto de las prestaciones, sino también entre las formas o modos de cumplir una misma prestación.
Dichos modos pueden referirse al lugar de pago; al tiempo del pago; modo de ejecutar 1 prestación (sobre
todo en las obligaciones de hacer); eventuales accesorios entregar con la cosa principal, etc. En definitiva,
ello facilita notablemente el pago e incluso a la adopción de ciertos mecanismos alternativos en razón del
incumplimiento (promover la ejecución forzada o resolver la obligación)

3. Obligaciones de hacer: concepto, importancia; diferencias con las de dar, Metodología, fuentes,
diferentes prestaciones de hacer: a) fungibles y no fungibles; b) de servicio y de obras; c) de medios y de
resultados ; d) instantáneas y permanentes; formas de cumplimiento, ejecución forzada: limites, ejecución
por otro, regla del Código Civil y Comercial, la cuestión en la Ley 24.240; incumplimiento.-

Concepto.
Art. 773 CCyC:
“Artículo 773. Concepto

66
La obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de un servicio o en la realización de
un hecho, en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes.”

Son importantes en la actualidad porque hoy prácticamente tanto todo es servicio, de ahí la transcendencia en
el dcho privado y en el dcho público. La prestación de servicios, de distinta índole, constituye hoy unos de
los grandes epicentros en torno a los cuales gira la economía globalizada, asumiendo especial relevancia este
tipo de obligaciones, en las áreas de educación, seguridad, justicia, salud, comunicación, transporte, energía,
higiene, etcétera.
Diferencia con las de Dar.
Las dos obligaciones consisten en la realización de una conducta positiva.
Las diferencias básicas con las obligaciones de dar las expone muy claramente Compagnucci de Caso en los
siguientes términos: “en las obligaciones de dar el contenido de la prestación es siempre una cosa; no
interesa las personas del obligado y es posible la ejecución forzada específica. La obligación de hacer
consiste en un hecho o un servicio; muchas veces la persona del deudor es imprescindible, y hay límites
muy precisos para promover la ejecución in natura”.
En las dos hay conductas por parte de deudor, en la de hacer es prestar el servicio, en las de dar es entregar la
cosa.
No obstante, en la de dar no hay límite y en la de hacer hay un límite es que no se puede ejercer violencia
contra la persona del deudor sólo puede reclamarle daños y perjuicio, pero no obligarlo a realizar la acción.
Formas de Cumplimiento.
El artículo 775 del Código Civil y Comercial en su primera parte trata sobre la forma de cumplimiento de las
obligaciones de hacer y de no hacer los siguientes términos:
“El obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y modo acordes con la intención de las partes o
con la índole de la obligación...”.
La obligación debe cumplirse dentro del plazo que las partes hayan pactado, en caso de que no tenga un
plazo, la obligación deberá ser cumplida cuando el Juez determine el plazo de cumplimiento. Caso contrario,
habrá consecuencia jurídica.
Si el deudor quisiera cumplir el hecho fuera del tiempo señalado, después de haber caído en mora, en
principio, el acreedor no está obligado a aceptar la ejecución tardía de la obligación. Si la intención de las
partes ha sido que la prestación se cumpla exactamente en tiempo fijado, el cumplimiento extemporáneo no
obliga al acreedor a aceptarlo. En los demás casos, el cumplimiento demorado no da derecho a rechazar la
prestación sino a reclamar daños y perjuicios.
Cuando el articulo hace referencia al modo acordes con la intención de las partes o con la índole de la
obligación, quiere decir que, el hecho debe ser realizado con los detalles y peculiaridades que las partes han
tenido en mira, y que escapan, por lo general, a las cláusulas de un contrato, por minuciosas que sean. En
caso de controversia el juez debe resolver.
Incumplimiento.
El art. 775 CCyC 2da parte:
“Si lo hace de otra manera, la prestación se tiene por incumplida, y el acreedor puede exigir la
destrucción de lo mal hecho, siempre que tal exigencia no sea abusiva”.
El incumplimiento de la prestación puede ser imputable o no al deudor.

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1. Derecho a tener por incumplida la prestación: el incumplimiento de la prestación puede ser imputables
o no imputable al deudor. Desde el lado cuantitativo puede ser total o parcial (p.e. debían entregarse dos
sillas y se entrega sólo una). Desde el lado cualitativo puede ser defectuoso o no. Esta es la parte más
difícil de determinar por la dificultad de establecer qué era lo que las partes quisieron o estaban en
condiciones de exigir. La omisión de concretar la prestación en el tiempo y lugar correspondientes (para
establecerlo rigen las normas generales sobre estas cuestiones) también son extremos que configuran
incumplimiento del deudor.
La norma, con carácter general, dispone que “si de otra manera lo hace, la prestación se tiene por
incumplida”. Cuando la obligación ingresa en tal estado, podrá existir mora o incumplimiento definitivo.
Si el cumplimiento ha sido parcial, y el acreedor aún tiene interés en la prestación, podrá exigir que se
complete.
 Podrá activar todos los mecanismos de la ejecución forzada (art. 777 del CCyC);
 Y solicitar los daños y perjuicios que la situación le haya ocasionado (cualquiera sea el tenor del
incumplimiento).
Si la causa de la obligación es un contrato:
 Podrá resolver el contrato (arts. 1083 y ss. del CCyC)
 O, en su caso, la excepción de incumplimiento (art. 1031 del CCyC).
2. Derecho a la destrucción de lo mal hecho: en caso de gravedad el acreedor puede pedir que se
desmantele la obra irregularmente realizada a expensas del deudor, sin perjuicio de la reparación de los
daños que pueda corresponder.
Sin embargo, “no cualquier incumplimiento autoriza al deudor a rechazar el pago y, menos todavía, a
destruir lo hecho; debe tratarse de un incumplimiento importante, grave, que perjudique seriamente el
interés del acreedor”.
El nuevo Código, si bien, mantiene la solución del artículo 625 del código anterior, incorpora
expresamente el límite que la doctrina y la jurisprudencia habían consagrado, donde se reconoce el
derecho a exigir la destrucción de la prestación de hacer deficiente, pero siempre y cuando no se incurra
en una conducta abusiva, la destrucción puede resultar disfuncional y antieconómica, causando mayores
impactos negativos que el mantenimiento de la cosa tal cual ha quedado luego de la actividad del deudor
3. Los límites de los derechos del acreedor: los derechos del acreedor no son absolutos y están sujetos a
ciertos límites:
 Deficiencias Temporales: frente al cumplimiento tardío, el acreedor no tiene derecho de rechazar
lo ejecutado por el deudor, en tanto y cuanto el plazo, señalado como propio no es esencial y el
deudor ofrezca el resarcimiento de los daños y perjuicios causados por su mora. Por ejemplo:
contratar un servicio de catering y te cancelan dos días antes. Ese incumplimiento genera es un
cumplimiento absoluto, si el plazo es perentorio si se puede realizar tardía sólo pudiendo reclamar
las consecuencias de la mora.
 Deficiencias de la prestación cumplida : para que el acreedor pueda tener la prestación por no
ejecutarla o hacerla destruir, la deficiencia debe poseer cierta gravedad e importancia y debe no
ser consentida por el acreedor. No corresponde la destrucción si lo ejecutado difiere de lo debido
en aspectos intrascendentes o accesorios, debido a que el defecto debe presentar una gravedad
que haga a la prestación inútil. En los casos de deficiencias insignificantes, el acreedor solo debe
limitarse a que se subsanen esas diferencias, o a reclamar una disminución proporcional del
precio, y en su caso, a reclamar el resarcimiento de los daños causado por el incumplimiento
defectuoso, siendo aplicable los principios generales de la responsabilidad civil.
 El acreedor no debe haber consentido el incumplimiento : es preciso que el acreedor no haya
consentido expresa o tácitamente la ejecución del hecho de un modo distinto al convenido.
Ejecución Forzada.
En los casos en que la obligación de hacer ha sido incumplida, el Código C i vil y Comercial en el art. 777,
dispone que, “El incumplimiento imputable Je la prestación le da derecho al acreedor a: a) exigir el

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cumplimiento Específico; b) hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor; c) reclamar los daños y
perjuicios.”
La ejecución forzada de la prestación supone aún la posibilidad de cumplimiento, en caso de incumplimiento
definitivo, (imputable o no al deudor), se aplican las reglas de los art. 955 y 956 CCyC.
Primero, deben ocurrir las siguientes tres circunstancias, es que el incumplimiento debe haber sido de
 Su autoría;
 Antijurídico;
 En razón de un factor de atribución subjetivo u objetivo.
La norma permite al acreedor optar, en forma alternativa, por dos variantes para lograrlo: el cumplimiento
específico y el cumplimiento por tercero, además, puede reclamar el pago de los daños que ello le ocasione.
Podrá también solicitar la aplicación de astreintes. Si existe una cláusula penal moratoria, se tornará exigible.
El cumplimiento específico
El poder de agresión del acreedor encuentra un límite bien definido, no puede ejercerse violencia física, ni
moral sobre la persona del deudor, pues ello expondría su integridad psicofísica. En el artículo 52 del CCyC
se dispone que no pueda menoscabarse la dignidad de la persona “de cualquier modo”. El derecho a la
dignidad del deudor por sobre el derecho patrimonial del acreedor. Un instrumento de suma utilidad para
lograr el cumplimiento en estos casos son las astreintes (art. 804 del CCyC).
El Cumplimiento por Terceros.
El acreedor, puede a su elección obtener la satisfacción de su interés mediante el cumplimiento por un
tercero (art. 730, inc. b del CCyC), lo que deberá ser soportado económicamente por el deudor.
En principio debe ser autorizado por el juez para concretarla. Sin embardo, si las circunstancias del caso
motivaran que no puedan existir dilaciones (p.e., el obstetra no se presenta al parto, y el acreedor elige a otro
médico para que haga la práctica), o si ante el incumplimiento el acreedor l haga hacer por un tercero con
conocimiento del deudor sin que éste se oponga, la autorización judicial no será necesaria, y el deudor deberá
cargar con las consecuencias dispuestas en la norma.
Pizarro y Vallespinos, reconocen que en la práctica esa autorización nunca se solicita, siendo pacífica la
jurisprudencia de nuestros tribunales que la falta de ella no priva al acreedor de su derecho de reclamar los
daños y perjuicios.
No obstante, ello existe una importante diferencia según se haya solicitado o no autorización judicial.
 Cuando existe autorización judicial el acreedor puede pretender que el deudor incumplidor le reembolse
de lo invertido, pues el juez lo ha autorizado ha de efectuar una determinada inversión que constituye el
limite o tope de su pretensión. En tal caso el acreedor puede reclamar lo invertido hasta dicho tope. El
deudor solamente podría obtener la reducción del importe pretendido si demuestra en forma categórica que
los gastos han sido injustificados.
 Cuando no media autorización judicial el acreedor solo puede pretender el reintegro de lo pagado a título
de resarcimiento de daños y perjuicios, dentro de los límites de lo estrictamente necesario y siempre que
ello resultar conforme a derecho.
 Incorporación de terceros: dispone el art. 776 del Código Civil y Comercial que, “La prestación puede
ser ejecutada por persona distinta del deudor, a no ser que, de la convención, de la naturaleza de la
obligación o de las circunstancias resulte que éste fue elegido por sus cualidades para realizarla
personalmente. Esta elección se presume en los contratos que suponen una confianza especial”
Las prestaciones de hacer pueden ser fungibles e intangibles, se ha denominado prestaciones de hacer
fungibles a aquellas en las que “el interés del acreedor se satisface con la realización de la actividad

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debida, con toda independencia de quién sea el sujeto que las realiza”, pues el interés del acreedor está
orientado a la actividad en sí misma, importando poco quién la ejecuta (por ejemplo, pintar un
establecimiento escolar). Por el contrario, la infungible es tal cuando “el interés del acreedor sólo se
satisface si es el propio deudor quien la práctica, por no ser indiferente su persona, sino todo lo contrario”
(ej., contratar los servicios de un prestigioso médico cirujano para llevar adelante una intervención
quirúrgica).
La regla es que el deudor puede reemplazar su persona por un tercero pero se encuentra fuertemente
limitada, no sólo por el principio de buena fe y el del ejercicio regular de los derechos, sino también porque
puede existir previsión convencional en contrario, es decir, que se ha elegido al deudor y no a otra persona
(por la naturaleza de la obligación y otras circunstancias), o bien por tratarse de un contrato que supone una
confianza especial en la persona del obligado, caso en el cual la infungibilidad se presume.
Los Daños.
En el marco de la ejecución forzada, la situación presupone que la prestación aún no se ha tornado imposible
y que puede ser cumplida, tanto por el deudor como por un tercero. El obligado, pues, se encuentra en mora,
y debe resarcir los daños derivados de su nueva situación jurídica, de acuerdo a las reglas generales (art. 730,
inc. c, del C C y C), indemnizándose las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles (art. 1726 del
Código). Si existe una cláusula penal moratoria, se tomará exigible.
En caso de incumplimiento definitivo imputable al deudor, deberá abonar también los daños ocasionados
(art. 955,2° párrafo, del CCyC).
A esta situación puede llegarse por dos caminos:
- Porque el acreedor opta directamente por reclamar los daños y perjuicios, a pesar de que la prestación
pueda ser cumplida por terceros.
- Porque la prestación por ser intuite personae no puede ser cumplida por terceros. El acreedor podrá
tener por resuelto el contrato y reclamar la indemnización de daños y perjuicios correspondientes.
TEMA IMPORTANTE

4. Obligaciones de no hacer: concepto, clases, cumplimiento e incumplimiento, ejecución.

Concepto.
La obligación de no hacer es aquella que tiene como objeto una conducta negativa que se traduce en una
abstención o en un tolerar. La particularidad de esta categoría reside en la actividad omisiva en la
abstención de un hecho que, conforme al ordenamiento jurídico común, el deudor tenía la facultad de
ejecutar.
Puedo hacerlo, pero nada me obliga a que lo haga.
El art. 778 del CCyC define a la obligación de no hacer como, “aquella que tiene por objeto una abstención
del deudor o tolerar una actividad ajena...”
Se manifiesta de dos maneras: en la privación en el ejercicio de una conducta positiva, sea de hacer o de dar,
o en soportar una actividad ejecutada por el acreedor. Pueden tener fuente convencional (el pacto de no
revelar un secreto industrial, la obligación de no levantar una pared a más de cierta altura) o legal (la
prohibición de cambiar el destino de la cosa locada al locatario art. 1206 del CCyC).
Clases.
a) Obligaciones de un puro no hacer, constituyen una abstención puní como en el caso de la obligación de
quien vende un fondo de comercio con el compromiso de no instalarse dentro de un determinado radio del
comercio.

70
b) Obligaciones de tolerar o dejar hacer, consisten en no impedir otro actúe, dejar hacer, o sea, tolerar o
soportar actos del acreedor que el deudor de la obligación estaría facultado a no soportar. Así, por ejemplo,
obligación que asume el deudor de no impedir a un vecino que atraviese por un inmueble de su propiedad
durante cinco años.

Cumplimiento e incumplimiento
El cumplimiento de las obligaciones de no hacer está regido por las disposiciones generales del cumplimiento
obligacional, en consecuencia, el deudor de una obligación de no hacer cumple cuando, en tiempo y en modo
propio, se abstiene de realizar un hecho, o tolera una determínala situación según la intención de las partes.
El incumplimiento de una obligación de no hacer se configura por la realización del hecho vedado; el artículo
778 del Código Civil y Comercial dicta: “Su incumplimiento imputable permite reclamar la destrucción
física de lo hecho, y los daños y perjuicios”. La destrucción de lo hecho constituye una medida de última
instancia; y para llegar a esta medida extrema, además de las circunstancias y particularidades del caso, se
deberá analizar la magnitud del sacrificio a realizar con la destrucción, y la incidencia de esta privación en la
comunidad, ya que de lo contrario se podría incurrir en un abuso del derecho.
Cuando el incumplimiento de la obligación de no hacer es definitivo por que el daño ya se ha consumado
totalmente (tala de todo un monte protegido) resulta de aplicación la parte final del art. 778 del Código Civil
y Comercial, y el acreedor podrá reclamar, “los daños y perjuicios”.
En cambio, en los supuestos en los que el incumplimiento de la obligación de no hacer es continuado en el
tiempo o perdura durante un lapso, resulta útil la aplicación de astreintes en perjuicio del deudor que se
encuentra realizando el hecho vedado.
Efectos del Incumplimiento.
Si acontece la imposibilidad de cumplimiento, se aplica lo dispuesto en los artículos 955 y 956 del CCyC.
Cuando el incumplimiento es imputable al deudor, se puede promover la ejecución forzada, en tanto en
cuanto ello sea materialmente posible, y el acreedor aún tenga interés en la inactividad del deudor.
Los límites de la ejecución forzada son los mismos que en las obligaciones de hacer (art. 777 del CCyC), La
destrucción de lo hecho, si es que fuere posible, se rige también por los mismos parámetros que los de la
obligación de hacer (art. 775 del CCC), no debiendo ser abusiva o disfuncional. Al igual que en las
obligaciones de hacer, procede la ejecución forzosa de la obligación de no hacer salvo cuando para ello sea
menester ejercitar violencia sobre la persona del deudor.
Así, por ejemplo, si se trata de la obligación de no hacer competencia, de no abrir un local dentro de un radio
determinado, el acreedor podría lograr la ejecución forzada, mediante la clausura del local, inclusive
mediante el empleo de la fuerza pública, sin que ello importara afectar la persona del deudor. En cambio, si
una persona se obligara a no realizar determinada actividad personal (por ejemplo, no cantar en un lugar
determinado), el acreedor m podría conseguir por la fuerza pública que fuera coartada y limitada su libertad
personal.
En todos los casos en que el incumplimiento sea imputable, puede el acreedor solicitar los daños y perjuicios
ocasionados

5. Obligaciones de medios y Resultados: concepto, importancia, régimen legal antecedentes, diferencia


entre obligaciones de medios y de resultados, principales supuestos.

Obligaciones de Medios y de Resultado. Concepto.

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Por el contenido de la prestación y teniendo en cuenta el interés de las partes, las obligaciones de origen
contractual pueden ser clasificadas en obligaciones de medios y de resultado.
Se trata de una caracterizacion que resulta trascendente especialmente en el ámbito de las obligaciones de
hacer. La distinción entre ambas obligaciones es útil, relevante y actualmente tiene una función todavía más
trascendente que la vislumbrada por Demogue (la sistematizó dentro de un contexto de responsabilidad
obligacional (contractual) marcadamente subjetivo, con un sentido tan preciso y limitado: determinar el
régimen de la carga de la prueba), pues actualmente, marca una línea divisoria entre la responsabilidad
subjetiva (obligaciones de medios) y objetiva (obligaciones de resultado).
Importancia Práctica, distintos supuestos.
En las obligaciones de medios, también llamadas de prudencia o de diligencia, el deudor se compromete a
realizar una conducta “diligente”, orientada a la obtención de un resultado, esperado y querido por el
acreedor, pero no asegurado. Así, por ejemplo, el médico que asume la obligación de diagnosticar y tratar a
un paciente enfermo, contrae una obligación de medios, por la que se compromete a poner sus conocimientos
y diligencia para alcanzar una finalidad que es procurada por el acreedor (su curación), de carácter aleatorio,
pues su obtención no depende exclusivamente del obrar del profesional sino también de otros factores.
En las obligaciones de medios, el factor de atribución es subjetivo, sin perjuicio de que la prueba de la culpa
del deudor pueda descansar -como de ordinario sucede- sobre el acreedor o, en casos más excepcionales, ser
presumida iuris tantum, correspondiendo al deudor la acreditación de un obrar diligente (prueba de la no
culpa).
Código civil y comercial en el art. 1731:
“Excepto disposición legal, la carga de la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias
eximentes corresponde a quien los alega. No obstante, el juez puede distribuir la carga de la prueba de la
culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor
situación para aportarla. Si el juez lo considera pertinente, durante el proceso comunicará a las partes que
aplicará este criterio, de modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción
que hagan a su defensa”.
La idea es dar primacía a la verdad objetiva por sobre las normas procesales, de modo que el esclarecimiento
no se vea perturbado por un excesivo rigor formal.
Supuestos de obligaciones de medios. Se consideran obligaciones de medios a las obligaciones de prestar
servicios, en particular, a las que provienen de los contratos de locación de servicios, del contrato de trabajo
y del mandato.
La mayor parte de los servicios de profesionales de la medicina y de la abogacía encuadran dentro de esta
categoría. También se ha considerado que la obligación del arquitecto que dirige una obra es de medios. En
ellos el profesional asume la obligación de prestar sus conocimientos técnicos al cliente, sin asegurarle el
resultado financiero o económico exitoso de esa gestión (Por ejemplo: asesor financiero, bursátil, el agente
de bolsa, etcétera).
En el campo del derecho del trabajo, es también obligación de medios la que presta el trabajador.
Esta situación fue mutando con el paso d ellos años. Se forjaron teorías que tendían a equilibrar la situación
probatoria, beneficiando de esta forma, al paciente que iniciara juicio por mala praxis.

72
porque el juez tiene que determinar quien prueba, el ue sabe o el que no.
Tiene que probar el que sabe,

Aaca entra la cirugía estética, la cirugía de enbellecimiento


Régimen legal

En las obligaciones de resultado, en cambio, el deudor asegura un resultado exitoso y “asume todas las
contingencias que puedan presentarse en el desempeño de la conducta proyectada, salvo aquellas
absolutamente fortuitas, generadas por un factor ajeno y determinable” (Boragina, Meza). Tal lo que
sucede, por ejemplo, con las obligaciones de dar: la no concreción del resultado (entrega de la cosa debida)
produce el incumplimiento. El reparto de riesgos difiere, de tal modo, del que se advierte en la obligación de
resultado.
Ahora bien: ante la falta de obtención del resultado y la presunción de incumplimiento que de ello deriva,
¿qué prueba debe aportar el deudor para liberarse de las consecuencias de dicho incumplimiento? La no
obtención del resultado tomaría irrelevante cualquier conducta pretendidamente diligente. Debería, por ello,
ir más allá, acreditando la presencia de una causa ajena (caso fortuito, culpa de la víctima, o hecho de un
tercero extraño).
Ha sido Bueres, quien ha proclamado que en las obligaciones de resultado el factor de atribución es lisa y
llanamente objetivo.

Supuestos de obligaciones de resultado. Las obligaciones de dar son de resultado, ya que su cumplimiento
solamente se obtiene a través de la electiva entrega de lo adeudado.

73
Tratándose de obligaciones de hacer, se considera obligación de resultado la de ejecutar una obra, material o
intelectual (Bueres, Fraga, Diez Picazo). La prestación de obra es, por definición, una obligación de
resultado, por lo que, si el contratista fracasa en su realización, aquélla se juzga incumplida, sin derecho a
obtener la contraprestación. La razón obedece a que en el contrato de obra, la remuneración del contratista no
es debida por el trabajo o el tiempo empleado; si por la conclusión completa y total de la obra.
Las conclusiones antes vertidas son aplicables tanto en materia de obra material cuanto intelectual (por
ejemplo: elaboración e instalación de programas de computación personalizados, elaborar un proyecto de
arquitectura, o de ingeniería para una obra determinada, Algunas prestaciones médicas o sanitarias pueden
también ser calificada de resultado, por ejemplo, una placa radiográfica, la realización de un análisis de
sangre, que constituyen resultados en sí mismos, sin mayor margen para la aleatoriedad y el azar, lo cual es
claramente diferenciable del diagnóstico que pueda inferirse de ellas.
Se consideran también obras intelectuales, y verdaderas obligaciones del resultado, la elaboración de prótesis
(miembro ortopédico, prótesis dental, marcapasos, aparatos anticonceptivos).
Son también de resultado aquellas que derivan de la obligación de seguridad que asume el centro hospitalario
respecto de que no ocurran accidentes al enfermo.
Es de resultado la obligación del transportista de transportar a destino las personas y cosas a él confiadas, en
el tiempo y modo convenidos y en condiciones de indemnidad.
En lo que hace a las obligaciones de no hacer, se considera que, por lo general, son de resultado, ya que su
cumplimiento suele depender exclusivamente del deudor, siendo allí inexistente el margen de aleatoriedad.
Quien se obliga a una abstención asume un compromiso que va mucho más allá de j poner su diligencia para
que éste se cumpla: asume el deber de que aquélla m tenga lugar. Sería absurdo, que quien vende un fondo
de comercio y se obliga a no hacer competencia, “sólo se comprometiese a hacer lo posible para evitar la
competencia. Con la obligación de no competencia promete un resultado: garantiza que no la hará al
adquirente del fondo de comercio”.
Régimen legal.
Las obligaciones de hacer que suponen la prestación de un servicio pueden consistir en (art. 774 del CCyC):
a) Realizar cierta actividad, con la diligencia apropiada, independientemente de su éxito. Las cláusulas que
comprometen a los buenos oficios, o a aplicar los mejores esfuerzos están comprendidas en este inciso;
b) Procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de su eficacia;
c) Procurar al acreedor el resultado eficaz prometido. La cláusula llave en mano o producto en mano está
comprendida en este inciso. Si el resultado de la actividad del deudor consiste en una cosa, para su
entrega se aplican las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales.
La norma diferencia tres niveles distintos de los alcances del deber del deudor, y que indudablemente se
proyectan en el factor de atribución a tener en cuenta para el caso de incumplimiento. En el artículo 1723 del
CCyC, se establece que, “cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes,
surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva.
Lo dicho significa que en el caso del inciso a), la responsabilidad es subjetiva (obligación de medios), el
deudor se compromete solamente a los buenos oficios o a llevar a cabo los mayores esfuerzos o mejores
diligencias, etc. Así, por ejemplo, el abogado, se compromete a brindar información, asesoramiento,
orientación y asistencia letrada, pero de ninguna manera compromete el éxito de la gestión.
En el caso del inciso b) y c) el factor de atribución es objetivo (obligación de resultado).
Las consecuencias en cada caso son claras: para determinar si hubo o no incumplimiento imputable, la
prueba de la diligencia no liberará al deudor en las obligaciones de resultado, por ello, deberá ir más allá,

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acreditando la presencia de una causa ajena (caso fortuito, culpa de la víctima, o hecho de un tercero
extraño).

UNIDAD VII

1.- Obligaciones divisibles: concepto, requisitos, régimen legal principio de división, efectos.

Obligaciones divisibles. Concepto.


“Artículo 805. Concepto.
Obligación divisible es la que tiene por objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial.”
Permiten la posibilidad de que la prestación pueda ser fraccionada, ya sea en partes iguales o en partes
desiguales. Ej. Obligaciones de dar de dinero.
El código anterior fue criticado por la doctrina en cuanto trató a las obligaciones divisibles e indivisibles
como si nada tuvieran que ver con la pluralidad de sujetos.
La transcendencia de las obligaciones divisibles e indivisibles es cuando hay pluralidad de sujetos. Cuando la
obligación es de sujeto único o singular, la prestación debe cumplirse como si fuera indivisible.
“Artículo 807. Deudor y acreedor singulares.
Si solo hay un deudor y un acreedor, la prestación debe ser cumplida por entero, aunque su objeto sea
divisible.”
El nuevo Código por el Derecho Comparado incorpora un nuevo método que sostiene como principio
general las obligaciones de sujeto múltiple o conjunto, pasando luego a tratar las dos excepciones: la
indivisibilidad y la solidaridad, dividiendo el tratamiento del tema de la siguiente forma: Sección 6°:
Obligaciones divisibles e indivisibles (arts. 805 a 824) y la Sección 7°: Obligaciones de sujeto plural.
Parágrafo 1°: Obligaciones simplemente mancomunadas. Parágrafo 2°: Obligaciones solidarias.
El cambio que trae el nuevo Código, respecto del anterior, está en que las obligaciones mancomunadas son
tratadas mediante remisión a las obligaciones divisibles e indivisibles, antes repetía los artículos de las
obligaciones divisibles, remitiendo evita una repetición innecesaria de las normas.
Requisitos.
“Artículo 806. Requisitos.
La prestación jurídicamente divisible exige la concurrencia de los siguientes requisitos:
a) ser materialmente fraccionable, de modo que cada una de sus partes tenga la misma calidad del todo;
b) no quedar afectado significativamente el valor del objeto, ni ser antieconómico su uso y goce, por
efecto de la división.”
Para determinar la divisibilidad de la prestación, nuestro sistema jurídico se inclina por a) la fracción física o
material o susceptible de cumplimiento parcial, desechando la divisibilidad intelectual y b) cuando se refiere
a que la división no altere el valor del objeto, está confrontando la posibilidad material de división del objeto
con la intención o finalidad perseguida por las partes, ya que si, según éstas, para una construcción sobre un
terreno determinado hace falta todo el terreno, su división física hará perder valor al objeto por quedar
afectado significativamente ese valor, según la finalidad perseguí da por las partes.
Lo mismo si su división material es posible, pero ello la transforma en antieconómica, por ejemplo, la
división de un terreno en partes que contengan una superficie menor a la de la unidad económica, y que
vayan en contra de la evolución favorable de la empresa familiar.
75
Principio de División.
“Artículo 807. Deudor y acreedor singulares.
Si solo hay un deudor y un acreedor, la prestación debe ser cumplida por entero, aunque su objeto sea
divisible.”
Los fenómenos de la divisibilidad e indivisibilidad tienen sentido únicamente cuando hay pluralidad de
acreedores o deudores. Cuando la obligación es de un solo deudor y un solo acreedor, la prestación debe
cumplirse entero, como si fuera indivisible.
“Artículo 808. Principio de división.
Si la obligación divisible tiene más de un acreedor o más de un deudor, se debe fraccionar en tantos
créditos o deudas iguales, como acreedores o deudores hayan, siempre que el título constitutivo lío
determine proporciones distintas.
Cada una de las partes equivale a una prestación diversa e independiente. Los acreedores llenen derecho a
su cuota y los deudores no responden por la insolvencia de los demás”.
Se establece en forma breve y concisa el principio general de la división o fraccionamiento de los créditos y
deudas en tantos vínculos independientes como acreedores o deudores haya.

2.- Obligaciones indivisibles: concepto; Régimen legal, diferencias con las solidarias; Casos de
indivisibilidad, Prestaciones indivisibles, efectos, Indivisibilidad impropia.

Obligaciones Indivisibles. Concepto.


La segunda parte del artículo 813 del Código Civil y Comercial reza lo siguiente: “Son indivisibles las
obligaciones no susceptibles de cumplimiento parcial”.
Aquellas obligaciones que no son susceptibles de cumplimiento fraccionado o parcial. Son indivisibles si las
prestaciones no pudiesen ser cumplidas sino en su totalidad. Lo trascendente de estas obligaciones es el
carácter compacto del objeto debido, que no permite fraccionamiento alguno.
Diferencia de la indivisibilidad con la solidaria.
Tanto en la indivisibilidad como en la solidaridad aparece un efecto sustancial: cualquiera de los acreedores
puede exigir y a cualquiera de los deudores puede serle exigido, el cumplimiento íntegro de la prestación.
No obstante, median importantes diferencias entre ambas:

INDIVISIBLES SOLIDARIAS
El cumplimiento íntegro de la prestación tiene su En la solidaridad no importa que la imposibilidad
base en la naturaleza de la prestación. Si la cosa del cumplimiento de la prestación se transforme en
indivisible de la prestación se torna de cumplimiento el pago de una suma de dinero, el cumplimiento
imposible, porque la cosa se destruyó o desapareció, sigue siendo integro. Debido a que la solidaridad
eso se va a traducir en el pago de una indemnización surge de la naturaleza del vínculo obligacional por
de daños y perjuicios. voluntad de las partes (contrato) o por el imperio de
la ley.

76
En estas obligaciones si a raíz del incumplimiento de No ocurre lo mismo con la solidaridad, aunque
la prestación esta es sustituida por una cambie la naturaleza de la prestación, los efectos de
indemnización de daños y perjuicios, que deba la solidaridad subsisten, en razón del surgimiento de
pagarse en dinero, la indivisibilidad cesa y la su naturaleza en elvínculo obligatorio.
obligación que originariamente no era susceptible de
cumplimiento parcial, se transforma en divisible.

La muerte de uno de los obligados no afecta los Lo contrario ocurre en la solidaridad, en la cual la
efectos de la indivisibilidad y aunque haya varios muerte de uno de los interesados hace cesar los
herederos la obligación continúa siendo de efectos de la misma en el caso de existir varios
cumplimiento indivisible para esto. Porque la herederos, respondiendo cada uno, en principio, por
prestación es la que me impide el cumplimiento su cuota hereditaria (arts. 843 y 849 del CCyC).
fraccionado.

La culpa y la Mora en la indivisibilidad tienen En la solidaridad tiene efectos expansivos, hacen


efectos Personales, es decir responde solamente responsable a todos los coobligados (art. 838 del
aquel sujeto en el que incurrió en culpa o aquel CCyC).
sujeto que está en Mora

En esta obligación yo no puedo renunciar, porque no A la solidaridad se puede renunciar total o


depende de la voluntad del sujeto, sino lo que impide parcialmente y esa obligación que era solidaria se
es la naturaleza misma del obj. De la prestación transforma en una mancomunada.
En las obligaciones indivisibles la remisión de la La remisión de la deuda otorgada por uno de los
deuda solamente puede hacerse con el acreedores solidarios con respecto a uno de los
consentimiento de todos los acreedores deudores solidarios, extiende sus efectos a las demás
partes interesadas.

Casos de indivisibilidad: la indivisibilidad material, intelectual y legal en el Código Civil y Comercial.


“Artículo 814. Casos de Indivisibilidad. Hay indivisibilidad:
a) si la prestación no puede ser materialmente dividida;
b) si la indivisibilidad es convenida; en caso de duda sobre si se convino que la obligación sea indivisible
o solidaria, se considera solidaria;
c) sí lo dispone la ley”.
Surgen del artículo del CCyC tres tipos de indivisibilidad:
a) Material: Esta era lo única que existía en el código anterior y es aquella que por la propia naturaleza la
prestación u objeto debido no es susceptible de división sin alterar su sustancia, o. es imposible dividirlo
en partes homogéneas.
b) Convencional o ideal o voluntaria: independientemente de la naturaleza de la prestación, es la voluntad
de las partes la que transforma en indivisible la prestación, aunque la misma sea materialmente divisible,
c) Legal: surgida de la ley, por ejemplo: el artículo 2165 del nuevo Código
Asimismo, el nuevo Código introduce una innovación en el inciso b, del artículo 814, al tratar la
indivisibilidad convencional (cosa que antes no estaba regulada), establece que en caso de duda sobre si se
convino que la obligación sea indivisible o solidaria, se considerará solidaria, estableciendo una presunción
de solidaridad, pero solamente acotada a la situación prevista en esta norma.
Prestaciones indivisibles.
“Artículo 815. Prestaciones indivisibles

77
Se consideran indivisibles las prestaciones correspondientes a las obligaciones:
a) de dar una cosa cierta;
b) de hacer, excepto si han sido convenidas por unidad de medida y el deudor tiene derecho a la
liberación parcial;
c) de no hacer;
d) accesorias, si la principal es indivisible.”
Establece las prestaciones que se consideran indivisibles. Es una enumeración no taxativa. Casos Previstos:
a) Dar una cosa cierta: Es un caso de naturaleza material indivisible, ya que el cumplimiento no puede ser
fraccionado sin alterar la esencia y el valor de la cosa. La obligación de entregar la cosa cierta es indivisible,
porque no puede ser cumplida en forma fraccionada.
b) Obligaciones de hacer: Se mantiene el criterio del código anterior. La regla es la indivisibilidad, salvo
excepciones, como la que establece la norma. Cuando son obligaciones de hacer convenida por medidas, por
ejemplo, hacer una ruta se hacen por kilómetros de ruta, pudiendo ser una obligación fraccionada.
c) Obligaciones de no hacer: En estas obligaciones se cambia el principio existente en el código anterior (art.
671 que establecía que en las obligaciones de no hacer, la divisibilidad o indivisibilidad de la obligación se
decidía por el carácter natural de la prestación, en cada caso particular), el nuevo Código establece que
siempre son indivisibles. Obligaciones indivisibles.
d) Accesorias, si la principal es indivisible: La obligación accesoria siempre sigue la naturaleza de la
obligación principal, artículos 856 y 857 del CCyC. Aunque la obligación accesoria sea divisible
materialmente, será indivisible si lo es la principal
Indivisibilidad Propia e Impropia.
La indivisibilidad propia es aquella en la que el acreedor le puede exigir a cualquiera de los deudores el
cumplimiento íntegro de la prestación en la razón de la naturaleza de la unidad (todo el análisis previo).
La impropia
Estas obligaciones se caracterizan por que, a diferencia de lo que ocurre con las obligaciones indivisibles
propiamente dichas, su cumplimiento requiere la colaboración organizada de todos los deudores y en
consecuencia sólo puede demandarse a todos ellos en conjunto. Es una novedad del CCyC que dispone:
“Artículo 824. Indivisibilidad impropia.
Las disposiciones de este parágrafo se aplican a las obligaciones cuyo cumplimiento sólo puede ser exigido
por todos los acreedores en conjunto, o realizado por todos los deudores en conjunto, excepto las que
otorgan a cada uno el derecho de cobrar o a pagar individualmente.”
Se la llama también indivisibilidad irregular o imperfecta en oposición a las de indivisibilidad propia, se
tienen que dar determinadas características para que se dé esta invisibilidad, esa característica es que esa
prestación puede ser únicamente cumplida por todos los acreedores o por todos los deudores de forma
conjunta.
Son efectos de la indivisibilidad impropia que el pago debe hacerse por todos los deudores en conjunto a
todos los acreedores en conjunto.
Son casos de indivisibilidad impropia: la obligación de escriturar cuando el inmueble vendido pertenece a
varias personas, si uno solo de los dueños se niega, la venta desaparece, si o si la decisión debe ser unánime;
la obligación de otorgar el reglamento de copropiedad y administración; la obligación de rendir cuentas; la
obligación de restituir la cosa depositada cuando sean varios los depositantes; las obligaciones de
colaboración, por ejemplo, en el caso de obligaciones que se asumen por equipo, aportando uno la letra y
otro la música, o la ejecución de una obra musical por dos intérpretes.

78
3.-Obligaciones de sujeto plural: concepto, clasificación; método del Código.

Obligaciones de Sujeto Plural. Concepto.


Concepto.
Son aquellas en que la relación obligacional se establece entre varios acreedores y varios deudores, o un
acreedor singular y varios deudores o vanos acreedores y un deudor singular. Hay pluralidad de sujetos en
alguno de los polos o hay pluralidad de deudores o pluralidad de deudores o pluralidad de ambos polos a la
vez.
Por su parte Pizarro y Vallespinos, sostienen que: las obligaciones de sujetos múltiples son aquellas que
presentan más de un sujeto en alguno de los polos de la relación jurídica o en ambos.
La pluralidad de sujetos puede ser originaria o derivada:
La pluralidad de sujetos es originaria cuando se la conoce en el momento de formarse la obligación; o bien
puede ser derivada, en las hipótesis en que a consecuencia de la transmisión de la obligación, ya sea por
sucesión hereditaria o por actos entre vivos, varias personas ocupan el lugar del acreedor o deudor
originariamente singular.
La doctrina en general, considera beneficiosa y muy acertada la denominación del Nuevo Código, de
Obligaciones de sujeto plural, en vez de Obligaciones mancomunadas, por cuanto que, es un término más
comprensivo de todos los supuestos (simplemente mancomunadas, solidarias y Concurrentes), y es la
denominación clásica utilizada por la mayoría de la doctrina.
Obligaciones de sujeto plural disyuntas y conjuntas.
Obligaciones disyuntas.
Aquellas que están establecidas a favor de un acreedor que se encuentra indeterminado entre varios sujetos o
que pesan sobre un deudor indeterminado entre varios sujetas determinados inicialmente.
Estas obligaciones, también denominadas “de sujetos alternativos (se enuncian con la conjunción “o”), existe
la presencia de una pluralidad de sujetos, aparentes y provisional, cuyos derechos no se acumulan, sino que
recíprocamente se descartan. Solo uno de los deudores o acreedores llegará a ser en definitiva deudor o
acreedor y cuando esto ocurra ninguno de los otros investirá ese carácter.
El Código anterior, no legislaba sobre ellas. Solamente se refería a ellas indirectamente.
Ante la ausencia de una Régimen legal en este tema, un sector de la doctrina entendía que se le debía aplicar
lo previsto para las obligaciones solidarias en cuanto le resultaban compatibles y otros decían, como el caso
de Pizarro que se aplicaban las disposiciones de las obligaciones mancomunadas, que eran más compatibles
con este tipo de obligaciones.
El Código Civil y Comercial de la Nación, legisla expresamente estas obligaciones en la sección 9° del Libro
tercero, en los arts. 853 a 855, disponiendo que, “Si la obligación debe ser cumplida por uno de varios
sujetos, excepto estipulación en contrario, el acreedor elige cuál de ellos debe realizar el pago. Mientras el
acreedor no demande a uno de los sujetos, cualquiera de ellos tiene derecho de pagar. El que paga no tiene
derecho de exigir contribución o reembolso de los otros sujetos obligados. Y en el artículo 854 establece
que respecto de que disposiciones normativas se le aplican en forma subsidiaria: “Se aplican,
subsidiariamente, las reglas de las obligaciones simplemente mancomunadas”.
Obligaciones Conjuntas.
Hay pluralidad de sujetos y todos los sujetos están obligados entre sí. En la pluralidad conjunta los sujetos se
vinculan por intermedio de la conjunción “y”, de manera que son concurrentes los unos con los otros en

79
relación a sus deudas -si se trata de deudores- o sus créditos -si se trata de acreedores. Por ejemplo, Luis y
Roberto adeudan a Pablo y a Marcelo veinte mil pesos.
Caracteres.
a) Pluralidad de sujetos en cualquiera de los polos de la obligación, la misma puede ser originario o
sobrevenida.
b) Unidad de objeto: la prestación es debida por todos los deudores a lodos los acreedores.
c) Causa fuente única: la causa generadora de la obligación es la misma para todos los acreedores y
deudores.

Método del Código Civil.


El Código Civil y Comercial legisla sobre las “Obligaciones de Sujeto plural” en el libro III, Capitulo 3°,
Sección 7°, en los artículos 825 a 849, en el Párrafo 1° trata de las “Obligaciones Simplemente
Mancomunadas”, arts. 825 y 826, y en el Párrafo 2°, hace referencia a las “Obligaciones Solidarias”, arts.
827 a 849; en la Sección 8a trata de las “Obligaciones Concurrentes”, en los artículos 850 a 852 y por
último, en la Sección 9a de “Obligaciones Disyuntas”, en los artículos 853 a 855.

4.-Obligaciones mancomunadas simples: concepto; régimen legal, efectos.

Concepto.
El crédito o la deuda se dividen entre tantas partes como acreedores y deudores haya. Como consecuencia de
la descomposición se produce el fraccionamiento del vínculo jurídico, no están vinculados entre sí. Su
característica principal es la presencia de vínculos jurídicos disociados entre sí, que determinan la existencia
de una pluralidad de relaciones jurídicas funcionalmente independientes. Hay pluralidad de sujeto, pero cada
acreedor únicamente puede exigir su cuota a parte en el crédito y cada deudor solamente esta obligado a
cumplir su cuota a parte de la deuda. Cada situación Jurídica es autónoma e independiente respecto de la
otra.
La mancomunación simple tiene importancia solo cuando el objeto puede ser dividido, pues en el caso de
que ello no resultara factible, aun cuando no hubiese solidaridad, serían de aplicación las normas establecidas
para las obligaciones indivisibles. Se diferencia de la solidaridad porque en esta yo exijo el cumplimiento
íntegro de la obligación.
El Código Civil y Comercial la define en el artículo 825, “La obligación simplemente mancomunada es
aquella en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí
como acreedores o deudores haya. Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos los unos
de los otros”.
El nuevo Código introduce un cambio respecto del código anterior. Consiste en que las obligaciones
simplemente mancomunadas no tienen regulación propia y son tratadas mediante remisión a las obligaciones
divisibles e indivisibles, tal como dispone el artículo 826. Ello, además de mayor claridad, ha redundado en
una importante reducción de la cantidad de artículos, ya que normas similares se encontraban replicadas en el
código anterior en las obligaciones divisibles y en las obligaciones mancomunadas.
Clases.
El Código Civil reglamenta el régimen de las obligaciones mancomunadas de la siguiente manera:
a) Cuando hay una prestación divisible (arts. 805-812 del Código Civil y Comercial).
b) Cuando la prestación es indivisible (arts. 813-823 del Código Civil y Comercial).
El principio del fraccionamiento.

80
Cuando existe una relación jurídica obligatoria con pluralidad de sujetos, la ley presume la existencia de
mancomunación simple. O sea que el objeto de la prestación se divide entre todos los deudores que se
encuentran obligados, en forma proporcional, y cada uno de los acreedores tiene derecho a una de las partes
proporcionales respectivamente.
El principio del fraccionamiento reconoce dos excepciones: la indivisibilidad (surge de a naturaleza de la
prestación) y la solidaridad (surge de la ley o de la convención de las partes).
Efectos.
El art. 826 del nuevo Código, dispone que, “Los efectos de la obligación simplemente mancomunada se
rigen por lo dispuesto en la Sección 6° de este Capítulo, según que su objeto sea divisible o indivisible”.
Este articulo hace una remisión a las normas de las obligaciones divisibles o indivisibles, de este modo se
evita una repetición o doble regulación y se eliminan artículos innecesarios. Los efectos en las operaciones
mancomunadas son efectos personales porque son vínculos jurídicos autónomos e independientes entre sí,
totalmente disociados.

5.-Obligaciones solidarias: concepto; antecedentes históricos; régimen legal fuentes, naturaleza del
vínculo; forma y prueba; defensas oponibles, Cosa juzgada efectos: pago, exigibilidad, diversos medios de
extinción, interrupción y suspensión de la prescripción, insolvencia; extinción: absoluta y relativa y sucesión
por causa de muerte; relaciones internas entre codeudores y entre coacreedores en razón del pago o del
cumplimiento: contribución, participación.

Concepto.
Acá acreedor puede exigir cualquier codeudor el cumplimiento íntegro de la prestación independientemente
de lo que debe el deudor (por ejemplo, el garante de un alquiler)), como consecuencia del título constitutivo
o de una disposición legal, con prescindencia de la naturaleza divisible o indivisible de la prestación.
Se pretende tutelar los intereses de los acreedores con el consiguiente refuerzo del crédito, aun cuando ello
implica debilitar la situación de los deudores.
El Código Civil y Comercial define a las obligaciones solidarias en el art. 827, cuando dispone que, “Hay
solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una causa única cuando, en razón

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del título constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores, por
cualquiera de los acreedores
Los elementos de la figura son la pluralidad de sujetos, la causa fuente única, unidad de objeto v pluralidad
de vínculos. Esta obligación presenta una particular estructura donde los vínculos están coligados y produce
que lo que suceda a uno de los vínculos se propague en principio a los demás vínculos paralelos. El carácter
específico y a la vez efecto principal de las obligaciones solidarias es que cada coacreedor puede demandar a
cada deudor el cumplimiento total del objeto debido, con prescindencia de su carácter divisible o
indivisible’”.
Al mismo tiempo el pago efectuado por un codeudor extingue totalmente la obligación.
Antecedentes históricos.
La palabra solidaridad proviene del latín solidum, que significa “totalidad, cosa entera, no partida”.
La mayoría de la doctrina hace remontar el origen de la solidaridad al derecho romano donde se la conocía
con el nombre de correalidad.
En Roma existían dos clases de solidaridad: a. la perfecta o correalidad; b. la imperfecta o in solidum.
a) Obligaciones correales, el derecho romano conoció la división entre obligaciones mancomunales y
solidarias o correales, según se diera o no la distribución de la deuda entre partes, con alcances bastantes
similares a los actuales. La mancomunación era la regla y la solidaridad constituía una excepción. Las
obligaciones correales debían originariamente derivar de la voluntad de las partes, más tarde se admitió
también como fuente a la ley y a la sentencia judicial. Estas producían los efectos propios de la solidaridad
tal cual se la concibe en nuestro tiempo.
b) Obligaciones in solidum: En la solidaridad perfecta, concurríanl os, elementos fundamentales: cada
deudor respondía por el todo, y existía plena propagación de efectos como consecuencia de la representación
recíproca de los coobligados, mientras que en las obligaciones insolidum o concurrentes encontramos
pluralidad de obligaciones y ausencia de toda vinculación entre los copartícipes.
Naturaleza del vínculo.
El art. 830 del Código Civil y Comercial, reafirma la existencia de pluralidad de vínculos, cuando establece
que, “La incapacidad y la capacidad restringida de alguno de los acreedores o deudores solidarios no
perjudica ni beneficia la situación de los demás; tampoco la existencia de modalidades a su respecto
Este artículo permite que puedan existir defensas personales, y defensas comunes a todos ellos.
En la obligación solidaria uno de los deudores puede obligarse en forma pura y simple, y otro u otros bajo
condición o plazo, y que por ejemplo la nulidad de la obligación con respecto a un deudor incapaz, no se
transmite a la otra.
Clases.
- Solidaridad activa: existe una pluralidad de acreedores y un solo deudor, que permite a cada uno de
aquellos reclamar la totalidad de la prestación al deudor, que se libera pagando a uno solo de los acreedores.
- Solidaridad pasiva: existe una pluralidad de deudores y un solo acreedor, y permite al acreedor reclamarle
a cualquiera de los deudores el pago íntegro de la deuda. Estos aparecen en pie de igualdad frente a aquel.
Algunos doctrinarios agregan un tipo más:
- Solidaridad mixta: es la que presenta pluralidad de acreedores y deudores
Fuentes.

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El art.828 del CCyC: “La solidaridad no se presume y debe surgir inequívocamente de la ley o del título
constitutivo de la obligación”.
La solidaridad como le dije no sigue al principio general sino la excepción, el principio general es que en
todas las obligaciones de sujeto plural se presume que son simplemente mancomunadas para que sea
solidaria tiene que surgir expresamente del contrato (del vínculo jurídico) o de la ley
La voluntad de las partes es sin duda la fuente más importante de la solidaridad, y puede ser constituida por
contrato o unilateralmente por voluntad del testador. Ejemplos legales: Responsabilidad de los tutores y
curadores por los daños causados por las personas que están a su cargo (art. 1756); Los dueños y ocupantes
de mi edificio, por cosas suspendidas y arrojadas (art. 1760); Todos los integrantes de un grupo que causa
daño a terceros (arts.1761,1762); Los integrantes de la cadena de comercialización en un contrato de
consumo (art. 40, ley 24.240).
La solidaridad activa sólo es convencional, no existe solidaridad activa de carácter legal.
Forma y prueba.
Como vimos en el punto anterior la solidaridad no se presume. Así lo establece claramente el artículo 828.
En la solidaridad convencional el peso de la prueba recae sobre quien la alega y puede valerse de todos los
medios probatorios. En cambio, en la solidaridad legal no debe probarse por cuanto el derecho es presume
conocido por todos. En caso de duda la obligación se entiende mancomunada simple.
Efectos.
Los vínculos jurídicos acá están asociados entre sí, coligados, por lo tanto, los efectos ya no son personales,
son expansivos.
Solidaridad Pasiva.
1) Pago.
En el artículo 833 se establece en forma clara el derecho del acreedor al cobro total respecto de uno, varios o
todos los codeudores. Con ello queda claro que la insolvencia del deudor la soportan los codeudores, siendo
en forma simultánea o sucesiva. El artículo 834, establece el derecho de los deudores a pagar la totalidad de
la deuda. No se habla aquí del principio de prevención, pero el mismo se mantiene para la solidaridad, ya
que es regulado en el artículo 845, al tratar la solidaridad activa.
“Artículo 845. Prevención de un acreedor.
Si uno de los acreedores solidarios ha demandado judicialmente el cobro al deudor, el pago sólo puede ser
hecho por éste al acreedor demandante.”
Si le pagas a otro acreedor que no sea el que reclamo el pago íntegro, no se toma como válido.
2) Modos extintivos.
“Articulo 835.CCyC Con sujeción a disposiciones especiales, los modos extintivos inciden, según el caso,
sobre la obligación, o sobre la cuota de algún deudor solidario, conforme a las siguientes reglas:
a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los deudores solidarios paga la deuda;
b) la obligación también se extingue en el todo si el acreedor renuncia a su crédito a favor de uno de los
deudores solidarios, o si se produce novación, dación en pago o compensación entre el acreedor y uno
de los deudores solidarios;
c) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios sólo extingue la cuota de la deuda que
corresponde a éste. La obligación subsistente conserva el carácter solidario;

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d) la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios, aprovecha a los otros, pero no puede serles
opuesta
Este artículo regula de manera más sistemática los efectos de los diversos modos extintivos. Se deja bien en
claro la propagación a los demás vínculos de los efectos extintivos de la obligación, en los casos de pago,
renuncia al crédito a favor de uno de los deudores, novación, dación en pago y compensación, entre el
acreedor y uno de los deudores. En el inciso c), se agrega el caso de la confusión entre el acreedor y uno de
los deudores solidarios, determinando que extingue la cuota de la deuda que corresponde a ese deudor
beneficiado por la confusión, pero aclarando que la obligación subsistente sigue siendo solidaria. En el inciso
d), se regulan los efectos de la transacción, repitiéndose la solución que traía el código anterior en el artículo
853. Así se establece que la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios aprovecha a los otros,
pero no puede serles opuesta.
3) Responsabilidad por mora.
“Artículo 838. Responsabilidad.
La mora de uno de los deudores solidarios perjudica a los demás. Si el cumplimiento se hace imposible por
causas imputables a un codeudor, los demás responden por el equivalente de la prestación debida y la
indemnización de daños y perjuicios. Las consecuencias propias del incumplimiento doloso de uno de los
deudores no son soportadas por los otros.”
El art. Establece la propagación de los efectos en caso de mora y de responsabilidad por incumplimiento
imputable a un codeudor. No se propaga en el caso de dolo.
4) Interrupción y suspensión de la prescripción.
En el art. 839 CCyC remite a lo dispuesto en el Título I del Libro Sexto.
En consecuencia, los arts. 2540 y 2549 establecen que producen efecto expansivo a los demás vínculos no
sólo la interrupción, sino también la suspensión de la prescripción. Esto último estaba vedado en el código
anterior (art. 3981), que otorgaba siempre efectos personales a la suspensión de la prescripción.
Solidaridad Activa.
1) Exigibilidad.
“Artículo 844. Derecho al cobro.
El acreedor, o cada acreedor todos ellos conjuntamente, pueden reclamar al deudor la totalidad de la
obligación”.
El acreedor le puede exigir el cumplimiento íntegro de la prestación a un deudor (que elige el acreedor) o a
todos los deudores. El deudor queda liberado efectuando el pago a uno solo. Constituye un instrumento de
utilidad para facilitar el cobro del crédito por los acreedores, ya que legitima a cualquiera de ellos reclamar y
percibir la totalidad del mismo.
El art. 845 hace referencia al principio de prevención. “Si uno de acreedores solidarios ha demandado
judicialmente el cobro al deudor, el pago sólo puede ser hecho por éste al acreedor demandante”.
Si el pago se realiza en manos de otro coacreedor, carecerá de efectos liberatorios y será inoponible al que
previno. La razón de ser del principio de prevención ha de verse en la toma de posesión del crédito que
implica la demanda judicial, y en que el acreedor que lo ha demandado lo ha hecho en nombre y
representación de todos.
Si denuncio a un deudor y resulta insolvente, para que el acreedor pueda accionar contra los demás deudores
debe probar la insolvencia del deudor al que ya denunció.

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2) Modos extintivos.
El art. 846 del CCyC hace referencia a los modos extintivos, “Sujeto a disposiciones especiales, los modos
extintivos inciden, según el caso, sobre la obligación, o sobre la cuota de algún acreedor solidario,
conforme a las siguientes reglas: a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los acreedores
solidarios recibe el pago del crédito; b) en tanto alguno de los acreedores solidarios no haya demandado el
pago al deudor, la obligación también se extingue en el todo si uno de ellos renuncia a su crédito a favor del
deudor, o si se produce novación, dación en pago o compensación entre uno de ellos y el deudor; c) la
confusión entre el deudor y uno de los acreedores solidarios sólo extingue la cuota del crédito que
corresponde a éste; d) la transacción hecha por uno de los coacreedores solidarios con el deudor no es
oponible a los otros acreedores, excepto que éstos quieran aprovecharse de ésta”.
La regulación de los efectos de los modos extintivos es similar a la establecida en el artículo 835 para la
solidaridad pasiva. La única diferencia es que se subordina en el inciso b), la extinción en el todo de la
obligación en los casos de renuncia al crédito, novación, dación en pago o compensación entre alguno de los
acreedores y el deudor, a que alguno de los acreedores solidarios no haya demandado el pago al deudor, ya
que en ese caso rige el derecho de prevención.
Extinción de la Solidaridad.
Se extingue de tres formas

1. La renuncia de la solidaridad:
“Artículo 836. Extinción absoluta de la solidaridad.
Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresamente a la solidaridad en beneficio de todos los
deudores solidarios, consintiendo la división de la deuda, ésta se transforma en simplemente mancomunada.
Artículo 837. Extinción relativa de la solidaridad.
Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresa o tácitamente a la solidaridad en beneficio de uno
solo de los deudores solidarios, la deuda continúa siendo solidaria respecto de los demás, con deducción de
la cuota correspondiente al deudor beneficiario.”
Cuando el acreedor renuncia a la solidaridad no se renuncia a la obligación en sí, sino solamente se está
renunciando a cómo los sujetos están vinculados entre sí. Transformándose la obligación de una solidaria a
una mancomunada, por lo tanto, el cumplimiento de la prestación deja de exigirse de manera íntegra y se
deberá de exigir a cada uno de los sujetos en forma proporcional, es decir, a la cuota parte.

 Total: cuando la obligación de solidaridad se renuncia respecto a todos los deudores.


 Parcial: cuando la obligación de solidaridad se renuncia respecto a uno de los deudores, los demás
deudores conservan el derecho a los reajustes, conforme a la relación base que los vincule. Puede
ocurrir que a pesar de que un deudor ha sido liberado de la solidaridad, tenga que contribuir con los
demás a apagar la parte de un codeudor insilvente.
Puede ser expresa o tácita.
2. Sucesión por causa de muerte.
Una de las diferencias con la indivisibilidad, si uno de los obligados solidarios muere le suceden sus
herederos y estos ya no están obligados al cumplimiento íntegro, sino que cada uno paga en razón de su
cuota parte en la herencia En caso de indivisibilidad deberá responder por el todo, no por aplicación de las
reglas de la solidaridad si no en razón de la índole compacta que tiene el objeto debido, que no admite
fraccionamiento.

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Los arts. 843 y 849 hacen referencia a la muerte de un codeudor y de un coacreedor respectivamente.
Las normas mantienen el principio de la división de la deuda entre los coherederos (deja de ser solidaria,
igual que establecía el artículo 712 del código anterior), pero la novedad es que se aclara expresamente
que esa división se efectiviza recién después de la partición.
Antes de la partición subsiste la solidaridad y el artículo 843 establece expresamente el derecho de los
acreedores a oponerse a la entrega de los bienes a los herederos o legatarios sin haber sido previamente
pagado, es decir los acreedores pueden oponerse a la división de la deuda hasta que se les realice el pago
íntegro.
3. Subrogación.
El deudor paga de manera íntegra y se subrogan los derechos del acreedor para cobrarle a los otros
corredores su parte proporcional cuando va a cobrarle a los otros codeudores la parte proporcional,
únicamente le exige su cuota aparte. Entonces la subrogación extingue la solidaridad y se transforma en una
obligación simplemente mancomunada.
Relaciones internas entre codeudores y entre coacreedores en razón del pago o del cumplimiento.
Luego de que alguno o algunos de los acreedores solidarios han percibido el crédito, o una vez que alguno o
algunos de los deudores han pagado la deuda, llega el momento de proceder al reajuste interno entre los
componentes de cada grupo (deudores o acreedores), de acuerdo a las relaciones que tengan entre sí.
La relación entre los codeudores entre si es de contribución (principio de contribución). Si un deudor paga la
deuda en su totalidad luego puede exigirles a los otros deudores que le paguen a él sus cuotas parte y el
acreedor que recibe el pago en su totalidad luego debe reservar su parte y darles la porción correspondiente
del pago a cada uno de los otros acreedores, siendo los coacreedores entre sí es una relación de distribución
(principio de participación).
El CCyC hace referencia a la contribución en los arts. 840 y 841, y a la participación en los arts. 847 y 848
(este último solo remite al art. 841 al hablar sobre las cuotas de participación)
“Artículo 840. Contribución.
El deudor que efectúa el pago puede repetirlo de los demás codeudores según la participación que cada uno
tiene en la deuda.
La acción de regreso no procede en caso de haberse remitido gratuitamente la deuda.
Artículo 841. Determinación de la cuota de contribución.
Las cuotas de contribución se determinan sucesivamente de acuerdo con:
a) lo pactado;
b) la fuente y la finalidad de la obligación o, en su caso, la causa de la responsabilidad;
c) las relaciones de los interesados entre sí;
d) las demás circunstancias.
Si por aplicación de estos criterios no es posible determinar las cuotas de contribución, se entiende que
participan en partes iguales.
Artículo 847. Participación.
Los acreedores solidarios tienen derecho a la participación con los siguientes alcances:

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a) si uno de los acreedores solidarios recibe la totalidad del crédito o de la reparación del daño, o más que
su cuota, los demás tienen derecho a que les pague el valor de lo que les corresponde conforme a la cuota
de participación de cada uno;
b) en los casos del inciso b) del artículo 846, los demás acreedores solidarios tienen derecho a la
participación, si hubo renuncia al crédito o compensación legal por la cuota de cada uno en el crédito
original; y si hubo compensación convencional o facultativa, novación, dación en pago o transacción, por
la cuota de cada uno en el crédito original, o por la que correspondería a cada uno conforme lo resultante
de los actos extintivos, a su elección;
c) el acreedor solidario que realiza gastos razonables en interés común tiene derecho a
reclamar a los demás la participación en el reembolso de su valor.”
Los artículos son aplicables a las obligaciones indivisibles y a las obligaciones solidarias (arts. 840 y 841).
En el caso de insolvencia rige el art. 842 que dispone. “La cuota correspondiente a los codeudores
insolventes es cubierta por todos los obligados”.
No interesa en qué momento se produce la insolvencia, pues la solución es aplicable ya sea que aquélla
fuera anterior o posterior al pago realizado.
La cuota de los deudores insolventes es pagada por los deudores solventes.
Se regula la cuota de participación en el crédito que debe realizar el acreedor que percibió el pago o su
equivalente, a favor de los acreedores que no lo han recibido.

6.-Obligaciones Concurrentes: concepto, régimen legal, Casos, diferencias con las obligaciones solidarias,
efectos. Obligaciones disyuntas: concepto, régimen legal.

Obligaciones Concurrentes. Concepto.


Las cuatro características que definen a una obligación concurrente o in solidum:
1. Hay un solo acreedor;
2. Hay un solo objeto debido;
3. Hay pluralidad de deudores;
4. Hay pluralidad de causas.
El término “concurrentes” proviene del hecho de que diversas obligaciones están conectadas entre sí por el
hecho de concurrir respecto a un mismo objeto y acreedor”.
A diferencia de lo que sucede en la obligación solidaria, que es por naturaleza una relación jurídica única. En
este tipo de obligaciones el objeto debido es el mismo y bastará con que uno de los deudores pague para que
opere la cancelación de toda la deuda.
Es una innovación de importancia la incorporación de estas obligaciones en el nuevo Código, ya que no se
encuentran receptadas en otros cuerpos legales.
Estas obligaciones tienen como finalidad asegurar al acreedor, generalmente la víctima del daño, la
reparación de éste, actuando como una garantía de cobro.
Régimen Legal.
En la sección 8a, a continuación de las obligaciones de sujeto plural, el Código Civil y Comercial incorpora a
las obligaciones Concurrentes o In solidum, en el art. 850, la define, diciendo que, “Son aquellas en las que
varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas diferentes”.

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En la definición se remarca la esencia de estas obligaciones, que es la diversidad de causas del deber para
cada obligado concurrente, es decir la causa fuente de cada obligación.
Y se dan como caracterizantes de la figura tres requisitos: Pluralidad dé deudores; objeto único debido,
causa fuente diferente para cada obligado Concurrente, La doctrina incluye un cuarto requisito, la
identidad de acreedor. Los dos primeros son comunes a las obligaciones solidarias, no así el tercero, que es
el que realmente distingue a las obligaciones concurrentes de las obligaciones solidarias, y que al mismo
tiempo justifica algunos efectos particulares.
La recepción en el Código Civil y Comercial aclara las dudas sobre las reglas aplicables y supuestos
comprendidos en la categoría de las obligaciones concurrentes, ampliamente reconocida por la doctrina. El
sistema, se nutre de seguridad, por lo que considero acertada su regulación.
Casos
En el campo de la responsabilidad civil hay más amplia aplicación. Así el Código Civil y Comercial
reconoce de manera expresa la existencia de obligaciones concurrentes en los siguientes supuestos:
a) El art. 1751 expresa que, si existe una pluralidad de responsables, son deudores solidarios si la producción
del daño proviene de una causa única, y son concurrentes si la pluralidad la responsabilidad deriva de
causas distintas. El artículo se sitúa en la Sección 5 del Capítulo sobre responsabilidad civil, que regula la
responsabilidad directa, esto es la causada por propios actos. Un ejemplo de varios deudores que
respondan por acto propio y por una causa única es el de los copartícipes de un hecho dañoso;
responsabilidad directa, pero por causas diferentes, existe, por ejemplo, entre quien causó un daño y la
aseguradora.
b) La responsabilidad del principal y del dependiente son concurrentes (art. 1753).
c) Los padres y los hijos responden concurrentemente por los daños causados por estos últimos (art T754),
d) El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por las cosas (art. 1758)
e) En caso de daños causados por actividades riesgosas o peligrosas (arts. 1757 y 1758) se establece la
obligación concurrente de quienes las realizan, se sirven u obtiene provecho de ellas por sí o por tercero.
f) Los profesionales de la salud y los entes asistenciales (hospitales, clínicas, empresas de medicina prepaga,
obras sociales, etc.) por daños sufridos por los pacientes.
Diferencias con las Obligaciones Solidarias.
Las obligaciones concurrentes o in Solidum y las solidarias tienen de común los siguientes elementos:
pluralidad de sujetos pasivos, la unidad de objeto debido, la pluralidad de vínculos, el derecho del acreedor a
requerir el pago total a cualquiera de los deudores, simultánea o sucesivamente.
El acreedor le puede exigir a cualquiera de los deudores el cumplimiento íntegro de la prestación.
No obstante, median importantes diferencias entre ambas:
1) La obligación solidaria es “única”, no obstante presentar pluralidad de deudores con relación a un
mismo objeto. Las obligaciones concurrentes, por el contrario, son varías, conectadas entre sí por el
hecho de concurrir con respecto a un mismo objeto y acreedor.
2) La obligación solidaria reconoce una causa fuente única. Todos los sujetos deudores en forma solidaria
son llamados a reparar en virtud de una misma fuente: la ley o la voluntad de las partes y los vínculos
aparecen coligados o concentrados, de manera tal que infunden a la obligación una estructura unitaria. Las
obligaciones concurrentes, en cambio, reconocen diversidad de causas lo que hace que los vínculos sean
independientes entre sí.
3) En la en Solidaridad los intereses están asociados coligados entre sí, entonces los efectos son expansivos.
En las obligaciones concurrentes como son distintas las causas, son distintas los efectos son personales . En
la obligación solidaria, los vínculos existentes entre los deudores con cada acreedor se presentan

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interrelacionados o “coligados”, lo que perjudique o beneficie a uno de los deudores en su relación con el
acreedor común, perjudicará o aprovechará a los demás. Esto es lo que se conoce como “propagación de
efectos”, característica propia de toda obligación solidaria, no así concurrente. En las obligaciones
concurrentes, por el contrario, esta vinculación o suerte de representación recíproca entre los
deudores no existe.
Como consecuencia de lo expuesto, puede observarse que en materia de obligaciones concurrentes:
a) La “prescripción” operada en favor de uno de los deudores no beneficia al otro; inversamente, la
interrupción o la suspensión de la prescripción respecto de uno de ellos no perjudica al otro.
b) La “culpa de uno de los deudores en la pérdida de la cosa debida”, no compromete la responsabili
dad de los restantes.
c) La “interpelación” hecha a uno de los codeudores in solidum no constituye en mora a los otros, toda
vez que la misma debe ser considerada estrictamente personal.
d) La remisión de la deuda hecha en favor de uno de los deudores no beneficia a los otros.
e) La cesión de créditos tendría solamente una significación de carácter individual, frente a cada uno de
los codeudores.
Efectos.
El art. 851 determina las reglas específicas de este tipo de obligaciones, varias que lo diferencian de las
obligaciones solidarias. Estas reglas son:
a) El acreedor puede requerir el pago a todos o a cualquiera de los deudores, de manera simultánea o
sucesiva, al igual que en las obligaciones solidarias (art. 833);
b) El pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los demás. Idéntico a las
obligaciones solidarias (art. 835, inc. a).
c) La dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con uno de los deudores, en
tanto satisfaga en forma total el interés del acreedor extinguen la obligación de los demás deudores, o la
extinguen parcialmente en la medida de lo satisfecho. Igual solución para las solidarias (art. 835, inc.b);
d) La confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes no extingue la deuda respecto a los
demás deudores (la misma regla determina el artículo 835, inc. c para las obligaciones solidarias).
e) La renuncia del crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda respecto de los otros
deudores. Se marca aquí una diferencia con el efecto de la renuncia en las obligaciones solidarias, en las
que sí produce la extinción (art. 835, inc. b).
En este punto, el proyecto de reforma, propicia reemplazar el inciso e) del art. 851 CCyC por el siguiente: la
interrupción y la suspensión del curso de la prescripción producen efectos expansivos respecto de los otros
obligados concurrentes.
f) La prescripción cumplida, y la interrupción y suspensión de su curso no producen efectos expansivos a
los demás obligados concurrentes. Diferencia con las obligaciones solidarias, en los que sí se producen
dichos efectos (arts. 2540 y 2549);
g) La mora de uno de los deudores concurrentes no produce efectos con respecto a los demás deudores; por
ello la constitución en mora de uno de los deudores no afecta a los demás. El art. 833 determina que la
mora de uno de los deudores solidarios perjudica a los demás;
h) La sentencia dictada en un juicio en el que intervino uno de los deudores concurrentes no puede serle
opuesta a quien no participó, pero sí puede invocarla, salvo que la resolución se funde en circunstancias
personales del deudor que intervino. Igual solución se fija en las obligaciones solidarias (art. 832);
i) La acción de contribución del deudor concurrente que pagó en contra de los demás se regla por las
relaciones causales que originan la concurrencia. Idéntico en las obligaciones solidarias (art. 841).
Acción de Reintegro.

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En el inciso h), se establece que la cosa juzgada no es oponible a los codeudores que no fueron parte en el
juicio, pero que éstos pueden invocarla cuando no se funde en circunstancias personales del codeudor
demandado. La solución es correcta, y es igual a la adoptada para el caso de la solidaridad. Se asegura
asimismo de esta forma el derecho de defensa de los codeudores que no fueron parte, a quienes no les es
oponible, pero sí se les permite a ellos invocarla.
En el inciso i), se establece que la acción de contribución del deudor que pagó la deuda contra los otros
obligados concurrentes se regirá por las relaciones causales que originaron la concurrencia. La solución es
correcta y resulta coherente con lo que tiene dicho la CS JN en forma reiterada, donde ha hecho soportar una
parte de la indemnización sobre el obligado concurrente que ejerció la acción recursoria por haber solventado
la totalidad de la deuda. Así ha dicho que “La acción recursoria encuentra su fundamento último en razones
de justicia y equidad que obstan a que alguien soporte en definitiva un daño mayor al que efectivamente
causó ” y que, si no hay motivo para discriminar en cuanto a la influencia causal de una u otra culpa, ni en
cuanto a su gravedad, la distribución del daño debe hacerse entre los responsables por parte iguales, por
aplicación del principio de la causalidad paritaria”.
Hay supuestos de acción de regreso parcial en las obligaciones concurrentes, por ejemplo:
a) Principal que afronta la indemnización por el acto ilícito de su dependiente: conforme la regla
general, el principal que afronta la indemnización por el acto ilícito de su dependiente, tiene expedita la
acción regresiva por el total probando la culpa del dependiente.
Sin embargo, también en este sector de la responsabilidad civil, existen casos en que el principal no
tendrá habilitada la acción regresiva, total o parcialmente, por ejemplo: cuando el dependiente que sigue
estrictamente las órdenes impartidas por el principal.
b) Responsabilidad del dueño y guardián por el daño producido mediando intervención de cosas (art.
1113, tercer párrafo, del Código Civil). Quien resulta propietario de una cosa y, en tal carácter, afronta
la reparación de un daño, tiene en principio, acción de regreso contra el guardián que se servía de ella o
la tenía a su cuidado en el momento en que ella causó el daño.
Norma Subsidiaria.
El art. 852 del Código Civil y Comercial, establece la aplicación subsidiaria de las normas relativas a la
solidaridad. Es útil, sólo en forma subsidiaria, preservando la aplicación preferencial del régimen especial
previsto.

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