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1. Evolución histórica
Surgen en Roma las primeras obligaciones de persona a persona, instituyéndose como exigencia que el deudor
provea una garantía a su acreedor. Por ello, es harto señalado que la obligación romana había nacido
originariamente en la órbita de los delitos. En dichos comienzos, la comisión de un delito hacía surgir a favor de
la víctima o de su familia, un derecho de venganza limitado por el principio del talión, el cual mediante una
composición podía transformarse en el derecho de la víctima o de su familia, a exigir cierta prestación del
culpable o de su familia. En garantía del cumplimiento de tal prestación, alguien de la familia del culpable
quedaba ob-ligatus – o sea atado –, de allí la palabra central de este instituto fundamental. El físico de la
persona comenzaba a ser, además, la garantía de cumplimiento de las obligaciones perdiendo así su libertad.
El procedimiento era el siguiente: el acreedor conducía al deudor ante el pretor y declaraba sobre el
incumplimiento en el pago de la obligación. El pretor pronunciaba la addictio con la que le entregaba el deudor al
acreedor a título de responsabilidad. El acreedor quedaba autorizado de aprehender físicamente al deudor
(manus iniectio).
Los doctrinarios que han estudiado el tema romano entienden que las soluciones duras como la precitada se
fueron atenuando con la llamada Ley Poetelia Papiria. Dicha norma abolió el nexum, esto es, el vínculo físico,
pero se reservaba aún la facultad al acreedor de exigirle al deudor, el cumplimiento de servicios a su favor a fin
de compensar lo que no se ha pagado. Se prohibió la prisión y el encadenamiento, la muerte y la venta del
deudor, permitiéndose, a su vez, el pago en especie o en trabajo. Se dispuso, además, que el deudor tenga una
responsabilidad patrimonial por su incumplimiento y no personal. Se declaró libres a los deudores que
estaban encadenados y se prohibió el encadenamiento por deudas con excepción de las obligaciones que surjan
por causa del delito.
el pretor Publius Rutilius promulgó el Edicto Rutiliano mediante el cual se estableció la responsabilidad del
deudor sobre su patrimonio, pero conservando la prisión privada por deudas y la obligación del deudor de
trabajar en beneficio del acreedor.
Hoy en día, es el patrimonio la garantía de cumplimiento de las obligaciones de parte del deudor.
2. Concepto de obligación: artículo 724: “La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el
acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el
incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés.” Observamos aquí como se recepciona
la noción de vínculo o relación jurídica entre dos partes (ya sea persona humana o persona jurídica), donde el
acreedor dispone de la potestad de exigir al deudor el cumplimiento de una prestación, incorporándose la idea
de interés licito. Será el artículo 725 CCC el que provea los caracteres de la prestación objeto de la obligación, a
saber:
o material
o jurídicamente posible
o lícita
o determinada o determinable
o susceptible de valoración económica
o debe corresponder a un interés patrimonial o extra patrimonial del acreedor.
3. Naturaleza de la obligación: Respecto de la naturaleza jurídica de la obligación se han esbozado tres
teorías. La teoría subjetiva, la teoría objetiva y la teoría del vínculo jurídico complejo.
Teoría subjetiva: nos habla del crédito como potestad, y entiende que existe un derecho subjetivo, una potestad
del acreedor sobre el deudor.
Teoría objetiva: entiende que lo esencial de la obligación es el interés del acreedor en el cumplimiento de la
prestación. Según esta teoría, se tiende a la satisfacción de un interés privado del acreedor y siendo la prestación,
en definitiva, un medio para el logro de dicho interés. Esta teoría es la más alejada de la realidad, ya que no
siempre se encuentra la causa fin del cumplimiento de parte del deudor, en la satisfacción de los intereses del
acreedor.
Teoría del vínculo complejo: Esta teoría entiende a la obligación como un vínculo jurídico complejo que se
integra con dos momentos fundamentales. El primer momento está constituido por la deuda, dado el deber de
satisfacer la prestación que pesa sobre el deudor. Cuando el deudor incumple con su parte aparece el segundo
momento, por el cual el deudor pasa a tener que responder por el daño que causa su incumplimiento. La primera
parte es la del débito puro, y la segunda es la que nace del incumplimiento y en consecuencia la función
jurisdiccional del estado. El acompañamiento de esta postura doctrinaria por la mayoría de los juristas nos ha
llevado a estudiar las relaciones civiles y el tema obligacional en dos grandes partes, la teoría de las obligaciones
y la teoría de la responsabilidad civil o de reparación de daños, según la interpretación de cada autor.
4. Código civil y comercial, diferencias con el código de Vélez
El código de Velez dos títulos preliminares: 1ero De las leyes y el 2do Del modo de contar los intervalos del
derecho, y cuatro libros: 1 De las personas, 2 De los derechos personales en relaciones civiles, 3 Derechos reales
y 4 Disposiciones comunes entre derechos reales y personales.
Finalmente, teníamos un título complementario sobre aplicación de las leyes.
El nuevo y vigente Código Civil y Comercial posee 2671 Art, repartidos en sus seis libros: 1 Parte general, 2
Relaciones de familia, 3 Derechos personales, 4 Derechos reales, 5 Transmisión de derechos reales por causa de
muerte y 6 Disposición común a los derechos reales y personales.
El Código de Vélez poseía concordancias, citas y notas que el nuevo código elimina radicalmente.
b. CAPACIDAD: La capacidad es fundamental para que la obligación tenga validez. La capacidad de derecho, en
este caso, viene de la mano de la capacidad de ser titular del crédito, ya sea para las personas humanas (conf. art. 22
CCC49), como para las personas jurídicas (art. 141 CCC50).
c. DETERMINACION: Los sujetos de la obligación deben estar determinados, al tiempo de contraerse la
obligación, o deben ser determinables en una instancia posterior. La doctrina en general cita como obligación de
sujeto determinable la que surge de los títulos al portador y también el caso de la promesa de contrato, en la cual no
sería necesario que se determine la persona ab initio.
Vélez citaba la opinión de Zacharie al respecto en la nota del antiguo art 1148 CC: No es necesaria la determinación de
la persona, que todos los que ejercen públicamente un comercio o industria, y que anuncian al público los efectos que
venden y los precios de ellos, están obligados a la venta desde que se presenten compradores.
d. OBJETO: el objeto de la obligación es aquello que el deudor debe satisfacer en favor del acreedor, sin
perjuicio de la distinción importante a analizar en el siguiente punto respecto del objeto en las obligaciones de dar. “el
objeto de la obligación es la prestación, a cuya caracterización cooperan dos factores. Uno de ellos constante, que es
el comportamiento del deudor; otro variable, que puede o no concurrir, la cosa. Cuando la obligación consiste en dar
o entregar una cosa, ésta, aunque no integre por sí sola el objeto, forma parte de él.”
Art 953 CCYC: Pago parcial del fiador. El fiador que pagó una parte de la deuda antes de la remisión hecha al
deudor, no puede repetir el pago contra el acreedor.
Art. 727 CCYC: Prueba de la existencia de la obligación. Presunción de fuente legítima. La existencia de la
obligación no se presume. La interpretación respecto de la existencia y extensión de la obligación es restrictiva.
Probada la obligación, se presume que nace de fuente legítima mientras no se acredite lo contrario.
Art. 725 CCC aquellos menesteres que debe poseer la prestación, objeto de la obligación:
material
jurídicamente posible
licita
determinada o determinable
susceptible de valor económico
debe corresponder a un interés patrimonial o extra patrimonial del acreedor
e. VINCULO JURÍDICO: “Obligatio est iuris vinculum” comienza diciendo el concepto citado. La vinculación entre
acreedor y deudor se producirá por alguna causa fuente que genera o crea ese vínculo. De ello se desprende que
debemos incorporar al vínculo jurídico como elemento obligacional. A nuestro entender, el vínculo jurídico es un
elemento esencial de la obligación debido a que presenta particularidades fundamentales que hacen que la obligación
exista. El vínculo lleva a la sujeción del deudor frente al acreedor y es, en definitiva, el que enlaza a las partes.
f. CAUSA: Art.726 -> Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para
producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.
La causa – fuente – es el hecho dotado por el ordenamiento jurídico con entidad suficiente para establecer, entre
acreedor y deudor, el vínculo que los liga.
Por su parte, el actual 727 CCC no transforma su esencia cuando dispone: “Prueba de la existencia de la obligación.
Presunción de fuente legítima. La existencia de la obligación no se presume. La interpretación respecto de la
existencia y extensión de la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume que nace de fuente legítima
mientras no se acredite lo contrario.”
Art. 728: Deber moral. Lo entregado en cumplimiento de deberes morales o de conciencia es irrepetible.
Art 729: Buena fe. Deudor y acreedor deben obrar con cuidado, previsión y según las exigencias de la buena fe.
Hechos ilícitos: también son parte de las obligaciones. La conducta ilícita consiste siempre en que un sujeto se coloca
de algún modo, ya sea mediante acto positivo, ya sea por medio de una omisión, en contradicción con un mandato
cualquiera del ordenar: miento jurídico, es decir, con una norma.
La Declaración Unilateral de la Voluntad: es la fuente por la cual la manifestación de voluntad de una persona da
origen a una obligación para sí mismo, sin necesidad de la manifestación de voluntad de la otra parte.
A) las ofertas públicas, en donde el declarante se obliga a mantener la oferta durante cierto tiempo
B) las promesas de recompensas
C) la gestión de negocios, también concebida como cuasicontrato, por la cual, quien la inicia tiene la obligación de
continuar la gestión, debiéndose conducir como un administrador diligente.
Promesa de pago: el art 1801 CCYC incorpora en su cuerpo normativo como acto unilateral de voluntad a la promesa
de pago al establecer que: una promesa de pago de una obligación realizada unilateralmente hace presumir la
existencia de una fuente valida, excepto prueba en contrario
Reconocimiento: el CCYC en su art 1801 remite a los dichos del art 733 CCYC al reconocimiento de una obligación.
Habrá reconocimiento de una obligación cuando hay existido una manifestación de voluntad, ya sea expresa o tácita,
por la que el deudor admite estar obligado al cumplimiento de una prestación.
Carta de Crédito: corresponden a instrumentos propios del ámbito comercial, donde el emisor se obliga a pagar, de
forma unilateral, una suma de dinero al beneficiario de la carta de crédito, independientemente de la existencia de
un contrato que le da origen.
Equidad: Pothier menciona a la equidad como fuente al tiempo de detallar las causas de las obligaciones: las causas
de las obligaciones son los contratos, los cuasi contratos, los delitos, los cuasi delitos, a veces la ley o la simple
equidad.
Enriquecimiento sin causa: tiene lugar cuando alguien se beneficie económicamente de forma indebida y a expensas
de otro. Fácticamente el caso implica un desplazamiento de bienes de un patrimonio a otro, sin causa o titulo que lo
justifique.
Abuso de Derecho: Fue evolucionando, con muchas críticas. Ripert, reconocía que los derechos no deben
considerarse como absolutos. Cuando se comprueba que hay abuso, es porque el titular ha traspasado los limites
legales fijados para el ejercicio de su derecho.
Concurso Público: es una convocatoria bajo un régimen normativo y reglamentado, con el objeto de seleccionar, ya
sea personas humanas o jurídicas, en base a las cualidades y características en el especificados, y con el fin de
desarrollar la tarea o actividad allí determinad. El mismo se trata en el art 1807 y concordantes del CCYC.
Se trata de conferirle a aquel que cumpla con los requisitos establecidos en el concurso la posición o recompensa allí
contemplada, siendo instituido unilateralmente por el promitente, obligándose unilateralmente el promitente a la
promesa según los términos y condiciones del concurso celebrado.
La ley contempla ciertos requisitos para que este sea válido, como por ejemplo el establecimiento del plazo de
presentación y de los trabajos a realizar.