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I. Los estatutos profesionales son una de las fuentes del derecho del trabajo. El art. 1 de la
LCT establece que el contrato de trabajo y la relación de trabajo se rigen:
En ciertos casos las leyes han dado reglas especiales para el personal de determinadas
actividades empresarias por sus especiales características.
Los estatutos especiales o profesionales son leyes que se ocupan exclusivamente del
personal de determinada actividad, arte, oficio o profesión. Se trata de un conjunto de
normas que regulan las relaciones laborales que caracterizan cada actividad, arte, oficio o
profesión o empresa.
Estos ordenamientos son más o menos completos según los casos, ya que en ciertos
supuestos sólo regulan aspectos parciales y en otros reglan con mayor amplitud las
prestaciones contractuales que tratan.
a) En la vivienda del obrero o en un local elegido por él, para un patrono, intermediario o
tallerista, aun cuando en la realización del trabajo participen los miembros de la familia del
obrero, un aprendiz o un ayudante extraño a la misma;
b) En la vivienda o local de un tallerista, entendiéndose por tal el que hace elaborar, por
obreros a su cargo, mercaderías recibidas de un patrono o intermediario, o mercaderías
adquiridas por él para las tareas accesorias a las principales que hace realizar por cuenta
ajena;
J) Servicio doméstico (Dec. Ley 326/56 hoy ley 26844 Personal que se desempeña en casas
particulares);
II. Resulta conveniente analizar en primer término cuál sería la norma que resulta
aplicable frente a la existencia de un estatuto profesional si la ley de contrato de trabajo
establece un instituto que resulta más favorable para el trabajador.
Al respecto cabe señalar que el art. 2 LCT condiciona la vigencia de la ley a que la
aplicación de sus disposiciones resulte compatible:
Justo López, dice que habiendo un régimen estatutario o específico lo primero que hay que
hacer es un juicio de compatibilidad entre el régimen resultante de la LCT y el resultante
del estatuto de que se trata: si hay incompatibilidad prevalece el estatuto aunque sea menos
favorable. Advierte que la incompatibilidad de que se trata no es una incompatibilidad entre
normas aisladas sino entre regímenes legales (el general y el especial). (conf. Ley de
Contrato de Trabajo comentada; Ediciones de Contabilidad Moderna, Buenos Aires, 1977;
pág. 32/36);
Por su parte Vázquez Vialard expresa que de conformidad con lo establecido en la LCT, la
aplicación de la norma más favorable debe hacerse con respecto a cada una de las
instituciones laborales, previstas en los estatutos especiales. Si el estatuto no contiene un
instituto determinado, la norma de la LCT también se aplica en caso de duda y en la medida
que resulte compatible con la naturaleza de la regulación especial. Si ambos regímenes
(general y especial) regulan un mismo instituto, deberá aplicarse el que establece la norma
especial (Derecho del Trabajo y Seguridad Social; Ed. Astrea, Buenos Aires, 1978; pag.
414);
En igual sentido se expresa Juan Carlos Morando al sostener que cuando el estatuto
profesional no contempla una determinada institución no existe concurrencia de normas
sino aplicación directa de la ley general, en la medida en que no exista incompatibilidad
con la naturaleza y modalidades de la relación y con el específico régimen jurídico que la
regula. Esta incompatibilidad debe ser manifiesta, ya que constituye la excepción a una
norma general (El nuevo art. 2° de la LCT y los estatutos especiales; LT vol XXV-A, págs..
434/436).
Mientras que el Luis Raffaghelli (Estatutos Profesonales y la LCT; Rev. De Derecho del
Trabajo; Año II, N° 5, pág. 127) sostiene:
2. La LCT se aplica a la relación regida por estatutos, salvo que éstos fueren más
favorables, y;
Fernández Madrid (Tratado Práctico de Derecho del Trabajo; 3ra. Edición; Tomo I, pág.
324) dice que la LCT no es aplicable si se trata de una institución contemplada de modo
diferente en el régimen estatutario (aun en términos menos favorables para el trabajador) y
no es compatible o si ha sido expresa o tácitamente excluida por él, y que se aplica la LCT
cuando la institución no haya sido reglada por la ley especial y es compatible.
Las disposiciones generales de la LCT (arts. 3 a 20, ley aplicable; instituciones laborales;
principios), son aplicables en todo contrato de trabajo, salvo el 19 (plazo de preaviso y su
cómputo como tiempo de servicio) que es inaplicable en el régimen de la construcción por
obvia incompatibilidad;
Las normas de los arts. 48 a 61 (forma y prueba del contrato de trabajo) tienen vigencia en
las regulaciones particulares;
Los derechos y deberes de las partes que contemplan los arts. 62 a 89 (derechos y
obligaciones de las partes) son exigibles en toda relación laboral; pudiéndose anotar en
algunos regímenes especiales ciertas obligaciones y derechos acordes con la naturaleza de
la actividad de que se trata (aero navegantes; jugadores de fútbol; trabajo marítimo);
Las disposiciones sobre las modalidades del contrato (arts. 90 a 95). Reconocen
particularidades especiales por ejemplo en materia de jugadores de fútbol profesional;
Los arts. 150 a 164 sobre vacaciones y otras licencias reconoce algunas particularidades en
algunas actividades;
Los preceptos sobre liquidación de feriados (arts. 165 a 171) son aplicables a todos los
regímenes especiales;
La determinación y extensión de la jornada se rige por la ley 11544 y por las disposiciones
de los arts. 196 a 206 de la LCT;
La LCT es de carácter general y como tal rige cualquier caso que no sea de excepción;
cuando existe un régimen estatutario o específico, en el caso de que se pretenda la
aplicación del aludido régimen de contrato de trabajo, lo primero que corresponde es
formar un juicio acerca de la compatibilidad que pueda mediar entre el régimen resultante
de dicha ley y el que surge del estatuto (conf. Foss de Fernández, Sofía, L. c/Stiflman, Eva;
SCBA; 31/5/83; XXXII, 363).
Es decir que si la norma a aplicar es incompatible con otra del régimen jurídico específico,
su no aplicabilidad es manifiesta. Pero si en aquél el beneficio no está contemplado y el
derecho a la misma no es negado por el régimen específico, ni está contrapuesto a la
naturaleza de la actividad su procedencia es indudable (CNTrab. Sala II, Caneda, Carlos c:
ENTEL; 28/8/78, sent. 45433, citado en la sentencia de la misma sala 7/9/78, publicada en
JA, 1979, vol II, pág. 104).
d) Las empresas del Estado, las empresas estatales con regímenes especiales, las sociedades
del Estado, sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, sociedades de
economía mixta o de propiedad del Estado o en las que éste tenga mayoría accionaria,
cuando realicen obras de las señaladas en el artículo 1 para uso propio, y por el sistema de
administración directa con personal de su propia dotación (art. 2).
Este registro funcionaba como ente autárquico en jurisdicción del Ministerio de Trabajo de
la Nación y con competencia en todo el país. En él debían inscribirse obligatoriamente el
empleador y el trabajador comprendidos en el régimen de esta ley según lo determinado en
su artículo 1.
El empleador dentro de los quince (15) días hábiles de iniciada su actividad como tal y
deberá realizar la inscripción del trabajador dentro de igual plazo contado desde la fecha del
ingreso de éste (art. 3).
En el marco de la Segunda Reforma del Estado, y según los artículos 76, de la Constitución
Nacional y 8° de la Ley 24.629, el Congreso delegó en el Poder Ejecutivo Nacional, la
privatización de actividades relacionadas con la prestación de servicios periféricos que se
encontraban a cargo de las jurisdicciones o entidades de la Administración Central.
El artículo 42 del Decreto 660/96 dispuso la privatización de los servicios que prestaba
el Registro Nacional de la Industria de la Construcción, dependiente de la Secretaría de
Trabajo y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a cuyo efecto se estableció que
dicho Ministerio remitiese a la Unidad de Reforma y Modernización del Estado, el
programa de medidas necesarias para tal fin.
IV.4. Esa ley 22250 creó el Fondo de Desempleo para los trabajadores de la
construcción, el cual fue sustituido por el Fondo de Cese Laboral creado por la ley
25371.
Los aportes referidos, no podrán ser modificados por disposiciones de las convenciones
colectivas de trabajo.
Con el objeto de que los aportes depositados en concepto de Fondo de Cese Laboral
reditúen beneficios acordes con las variaciones del poder adquisitivo de la moneda, el
depósito de los mismos deberá efectuarse en cuentas a nombre del trabajador que
posibiliten el mejor logro de los fines mencionados. En todos los casos, las cuentas se
abrirán en entidades bancarias y estarán sujetas a la reglamentación que dicte el Banco
Central de la República Argentina sobre el particular.
Los depósitos de los aportes al Fondo de Cese Laboral se efectuarán dentro de los
primeros quince (15) días del mes siguiente a aquel en que se haya devengado la
remuneración, prohibiéndose el pago directo al trabajador que cesare en sus tareas,
salvo el supuesto contemplado en el artículo siguiente (art. 16).
V.1. El decreto 326/56 hoy derogado por la ley 26844 sancionada en el año 2013 se
aplicaba a aquellas personas de ambos sexos que realizaran tareas domésticas que no
implicaran para el empleador lucro o beneficio económico, que tuvieran más de un mes de
antigüedad y prestaren tareas un tiempo mínimo de cuatro horas diarias y cuatro días por
semana a las órdenes de un mismo empleador. La modalidad podía ser con retiro o sin
retiro.
El salario lo fijaba el Poder Ejecutivo por medio del Ministerio de Trabajo, estableciéndolo
por categorías.
El preaviso debía ser otorgado con cinco días de anticipación si la antigüedad del
dependiente era menor de dos años y de diez días si lo superaba.
Producida la ruptura del vínculo por despido incausado, el empleador debía abonar la
correspondiente indemnización cuando el trabajador tenía una antigüedad mayor a un año
de servicios continuados. Esta era equivalente a medio mes del sueldo por cada año de
servicios o fracción superior a tres meses. La remuneración era la que resultaba del
promedio de lo percibido por el trabajador en dinero en los últimos dos años, esto implicaba
que no se incluía lo que recibía en especie, como la vivienda y alimentos.
V.2. Dicho régimen fue sustituido por el establecido por la ley 26.844 (Personal que se
desempeña en casas particulares).
Esta ley rige en todo el territorio de la Nación las relaciones laborales que se entablen con
los empleados y empleadas por el trabajo que presten en las casas particulares o en el
ámbito de la vida familiar y que no importe para el empleador lucro o beneficio económico
directo, cualquiera fuere la cantidad de horas diarias o de jornadas semanales en que sean
ocupados para tales labores.
a) Trabajadoras/es que presten tareas sin retiro para un mismo empleador y residan en el
domicilio donde cumplen las mismas;
b) Trabajadoras/es que presten tareas con retiro para el mismo y único empleador;
c) Trabajadoras/es que presten tareas con retiro para distintos empleadores (art. 1).
a) Las personas contratadas por personas jurídicas para la realización de las tareas a que se
refiere la presente ley;
b) Las personas emparentadas con el dueño de casa, tales como: padres, hijos, hermanos,
nietos y/o las que las leyes o usos y costumbres consideren relacionadas en algún grado de
parentesco o vínculo de convivencia no laboral con el empleador;
c) Las personas que realicen tareas de cuidado y asistencia de personas enfermas o con
discapacidad, cuando se trate de una prestación de carácter exclusivamente terapéutico o
para la cual se exija contar con habilitaciones profesionales específicas;
e) Las personas que convivan en el alojamiento con el personal de casas particulares y que
no presten servicios de igual naturaleza para el mismo empleador;
f) Las personas que además de realizar tareas de índole domésticas deban prestar otros
servicios ajenos a la casa particular u hogar familiar, con cualquier periodicidad, en
actividades o empresas de su empleador; supuesto en el cual se presume la existencia de
una única relación laboral ajena al régimen regulado por esta ley;
g) Las personas empleadas por consorcios de propietarios conforme la ley 13.512, por
clubes de campo, barrios privados u otros sistemas de condominio, para la realización de
las tareas descriptas en el artículo 2° de la presente ley, en las respectivas unidades
funcionales (art. 3).
V.3. Cuando una cuestión no pueda resolverse por aplicación de las normas que
regulan el presente régimen, se decidirá conforme a los principios de la justicia social,
a los generales del derecho del trabajo, la equidad y la buena fe (art. 4).
En caso de contratarse más de una persona de la misma familia para prestar servicios a las
órdenes de un mismo empleador, la retribución deberá convenirse individualmente con
cada uno de ellos (art. 5).
El contrato regulado por esta ley se entenderá celebrado a prueba durante los primeros
treinta (30) días de su vigencia respecto del personal sin retiro; y durante los primeros
quince (15) días de trabajo en tanto no supere los tres (3) meses para el personal con retiro.
Cualquiera de las partes podrá extinguir la relación durante ese lapso sin expresión de causa
y sin generarse derecho a indemnización con motivo de la extinción. El empleador no
podrá contratar a una misma empleada/o más de una (1) vez utilizando el período de
prueba (art. 7).
El diferente tratamiento legal, obedece a que es frecuente que el personal con retiro -es
decir el que no tiene la prestación de vivienda en el hogar del empleador- trabaje de manera
discontinua (p. ej: una, dos, tres veces por semana, etc).
Por ese motivo la norma establece el cómputo del plazo en función de los «días de
trabajo». Pero también fija un plazo máximo de duración del período de prueba de
tres meses que deben computarse desde la fecha de comienzo de la relación laboral,
haya tenido o no la empleada 15 días de trabajo (situación ésta que podría ocurrir, por
ejemplo, en el caso de la trabajadora que presta servicios una vez por semana).
1° CATEGORIA – SUPERVISOR/A
3° CATEGORIA – CASEROS:
Hace referencia al personal que presta tareas relacionadas con cuidado general y la
preservación de una vivienda en donde habita con motivo del contrato de trabajo.
El personal encargado de prestar tareas generales es aquel que realiza tareas de limpieza,
lavado, planchado, mantenimiento, elaboración y cocción de comidas y, en general,
toda otra tarea típica del hogar. Es la categoría más utilizada, ya que comprende a la
empleada doméstica o mucama que presta servicios de limpieza y mantenimiento en casas
de familia.
b) Por el empleador, de diez (10) días cuando la antigüedad en el servicio fuere inferior a
un (1) año y de treinta (30) días cuando fuere superior (art. 42).
Los plazos a que se refiere el artículo 42 correrán a partir del primer día del mes
siguiente al de la notificación del preaviso. En caso de que el empleador dispusiese el
despido sin preaviso y en fecha que no fuere la del último día del mes, la indemnización
sustitutiva del preaviso se integrará además con una suma equivalente a los salarios que
hubiere debido abonar hasta la finalización del mes en que se produjo el despido (art. 44).
Durante el plazo de preaviso el personal sin retiro gozará de diez (10) horas semanales
remuneradas para buscar nueva ocupación, que se otorgarán del modo que mejor se
compadezca con lo esencial de las tareas (art. 45).
a) Por mutuo acuerdo de las partes, debiendo formalizarse el acto sólo y exclusivamente
ante la autoridad judicial o administrativa competente. Se considerará igualmente que la
relación laboral ha quedado extinguida por voluntad concurrente de las partes, si ello
resultase del comportamiento concluyente y recíproco de las mismas que indique
inequívocamente el abandono de la relación;
b) Por renuncia del dependiente, la que deberá formalizarse mediante telegrama o carta
documento cursado personalmente por el personal renunciante a su empleador o por
manifestación personal hecha ante la autoridad administrativa o judicial del trabajo. Los
despachos telegráficos y misivas de renuncia serán expedidos por las oficinas de correo en
forma gratuita, requiriéndose la presencia personal del remitente y la justificación de su
identidad;
d) Por jubilación de la empleada/o. En tal caso se aplicará lo dispuesto en los artículos 252
y 253 del Régimen de Contrato de Trabajo, aprobado por la ley 20.744 (t. o. 1976) y sus
modificatorias;
e) Por muerte del empleador. El personal tendrá derecho a percibir el cincuenta por ciento
(50%) de la indemnización prevista en el artículo 48. En este caso, cuando la prestación
de servicios continúe en beneficio de los familiares, convivientes o parientes del
causante por un lapso mayor a treinta (30) días corridos desde el fallecimiento de éste,
se entenderá que la relación laboral constituye continuación de la precedente,
computándose a todos los efectos legales y convencionales la antigüedad adquirida en la
relación preexistente y las restantes condiciones de trabajo;
g) Por despido dispuesto por el empleador sin expresión de causa o sin justificación;
h) Por denuncia del contrato de trabajo con justa causa efectuada por el dependiente o por
el empleador, en los casos de inobservancia de las obligaciones resultantes del mismo que
configuren injuria grave que no consienta la prosecución de la relación;
i) Por abandono de trabajo que solo se configurará previa constitución en mora mediante
intimación hecha en forma fehaciente a que se reintegre al trabajo, por el plazo que
impongan las modalidades que resulten en cada caso y que nunca podrá entenderse inferior
a dos (2) días hábiles;
j) Por incapacidad permanente y definitiva física o mental sobreviniente para cumplir con
sus obligaciones, y fuese sobreviniente a la iniciación de la prestación de los servicios, la
situación estará regida por lo dispuesto por el artículo 212 del Régimen de Contrato de
Trabajo, aprobado por la ley 20.744 (t. o. 1976) y sus modificatorias (art. 46).
En caso de extinción del contrato de trabajo el personal sin retiro deberá, en un plazo
máximo de cinco (5) días, desocupar y entregar en perfectas condiciones de higiene la
habitación que le fuera otorgada, con los muebles y demás elementos que se le hubieran
facilitado. La misma obligación tendrán las personas que convivieran con dicho personal y
que no mantuvieran una relación laboral con el empleador (art. 47).
Este régimen especial también establece una indemnización por antigüedad para los
casos en que el contrato se extingue sin causa por el empleador o por denuncia
efectuada por el trabajador/a fundada en justa causa.
En los casos de despido dispuesto por el empleador sin causa, habiendo o no mediado
preaviso, éste deberá abonar a la empleada/o una indemnización equivalente a un (1)
mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres (3) meses, tomando como
base la mejor remuneración, mensual, normal y habitual devengada durante el último año o
durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor.
En ningún caso la indemnización podrá ser menor a un (1) mes de sueldo calculado sobre la
base de lo expresado en el párrafo anterior (art. 48).
En los casos en que la empleada/o denunciare el contrato de trabajo con justa causa tendrá
derecho a las indemnizaciones previstas en los artículos 43, 44 y 48 de esta ley (art. 49).
La indemnización prevista por el artículo 48 de esta ley, o las que en el futuro las
reemplacen, se duplicará cuando se trate de una relación laboral que al momento del
despido no estuviera registrada o lo esté de modo deficiente (art. 50).
Las resoluciones definitivas a que se refiere el artículo anterior serán apelables dentro
del plazo de seis (6) días mediante recurso fundado, que deberá ser presentado ante el
mismo Tribunal de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, quedando a su
cargo remitir las actuaciones dentro de los tres (3) días subsiguientes a la Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo de la Capital Federal, para que disponga su
radicación ante el Juez Nacional de Primera Instancia del Trabajo que corresponda
según el respectivo sistema de sorteo y asignación de causas (art. 56).
Los recursos de apelación que no se presenten fundados serán declarados desiertos sin
más trámite.
d) Dictar normas sobre las condiciones mínimas a las que deberán ajustarse las prestaciones
de alimentación y vivienda a cargo del empleador, en caso de corresponder, teniendo en
consideración las pautas de la presente ley y las características de cada región;
f) Interpretar y aclarar las resoluciones que se dicten en cumplimiento de esta ley, cuando
fuese menester;
Sus disposiciones son de orden público y en ningún caso se podrán pactar condiciones
menos favorables que las establecidas en el presente régimen, las cuales podrán ser
mejoradas por la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (CNTCP) o en
el marco de la negociación colectiva y el contrato individual (art. 68).
Prescriben a los dos (2) años las acciones relativas a créditos provenientes de las
relaciones individuales del trabajo contempladas en el presente régimen. Esta norma tiene
carácter de orden público y no puede ser modificada por convenciones individuales o
colectivas o disposiciones administrativas de ningún tipo.
Los reclamos promovidos ante la autoridad administrativa del trabajo tendrán carácter
interruptivo del curso de la prescripción durante todo el plazo que insuma la tramitación en
esa instancia, con excepción de los que se efectúen en el marco del proceso conciliatorio
previsto en el artículo 53 de la ley (ante un conciliador designado para ello, proveniente
del servicio) que suspenderá el curso de la misma por el tiempo máximo otorgado al
conciliador actuante para lograr su cometido (art. 69).
La ley tiene por objeto promover el crecimiento y desarrollo de las pequeñas y medianas
empresas impulsando para ello políticas de alcance general a través de la creación de
nuevos instrumentos de apoyo y la consolidación de los ya existentes (art. 1).
Se encomendó a la autoridad de aplicación definir las características de las empresas
que serían consideradas micro, pequeñas y medianas empresas, pudiendo contemplar,
cuando así se justificare, las especificidades propias de los distintos sectores y regiones del
país y con base en alguno, algunos o todos los siguientes atributos de las mismas o sus
equivalentes, personal ocupado, valor de las ventas y valor de los activos aplicados al
proceso productivo, ello sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 83 de la ley.
Deberá establecer las limitaciones aplicables a las empresas que controlen, estén
controladas y/o se encuentren vinculadas a otra/s o grupo/s económicos nacionales o
extranjeros, para ser micro, pequeñas y medianas empresas.
Los beneficios vigentes para estas empresas serán extensivos a las formas asociativas
conformadas exclusivamente por ellas.
Las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) se rigen por las disposiciones de la ley y
supletoriamente la Ley de Sociedades en particular las normas relativas a las Sociedades
anónimas (art. 32).
Los contratos de garantía recíproca instituidos bajo este régimen gozarán del siguiente
tratamiento impositivo:
A los efectos de la ley pequeña empresa es aquella que reúna las dos condiciones
siguientes:
b) Tengan una facturación anual inferior a la cantidad que para cada actividad o sector fije
la Comisión Especial de Seguimiento del artículo 104 de la ley.
Para las empresas que a la fecha de vigencia de la ley vinieran funcionando, el cómputo de
trabajadores se realizará sobre el plantel existente al 1° de enero de 1995.
Las pequeñas empresas que superen alguna o ambas condiciones anteriores podrán
permanecer en el régimen especial de la ley por un plazo de tres (3) años siempre y cuando
no dupliquen el plantel o la facturación indicados en el párrafo segundo de este artículo (art.
83).
Las empresas comprendidas podrán sustituir los libros y registros exigidos por las normas
legales y convencionales vigentes por un registro denominando "Registro Único de
Personal" (art. 84).
a) El libro especial del artículo 52 del Régimen de Contrato de Trabajo (L.C.T., t.o. 1976);
b) La sección especial establecida en el artículo 13, apartado 1), del decreto 342/92;
En el Registro Único de Personal se hará constar el nombre y apellido o razón social del
empleador, su domicilio y N° de C.U.I.T., y además se consignarán los siguientes datos:
b) Número de C.U.I.L.;
e) Fecha de ingreso;
f) Tarea a desempeñar;
g) Modalidad de contratación;
h) Lugar de trabajo;
c) El preaviso;
Ello implica que para estas empresas no es aplicable el art. 233 de la LCT y no rige el
instituto de la integración del mes de despido (conf. Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social; Julio Armando Grisolía; pág. 669 2° párrafo).
Cabe considerar acertada la sentencia de primera instancia que desestimó, ante el despido
del actor las indemnizaciones previstas en los arts. 232 y 233 del régimen general L.C.T.,
ante el caso de una demandada a la que se la consideraba pequeña empresa por encuadrar
los requisitos contemplados en el art. 83 de la ley 24467…(conf. causa 6638/2006
“Rodríguez Viera, Ramón Emiliano c/Martínez, José Javier s/despido”; 30/06/10; 16387;
CNAT, Sala IX)
El empleador podrá acordar con la representación sindical signataria del convenio colectivo
la redefinición de los puestos de trabajo correspondientes a las categorías determinadas
en los convenios colectivos de trabajo (art. 94).
Las partes están obligadas a negociar de buena fe. Este principio supone los siguientes
derechos y obligaciones:
b) Intercambio de información;
Los convenios colectivos para pequeñas empresas deberán contener un capítulo especial
dedicado al desarrollo del deber y del derecho a la capacitación profesional (art. 96).
El monto de la facturación será el que surja de la declaración anual del impuesto al valor
agregado o balance anual, si la actividad se encontrara exenta;
Los plazos de descanso anual (art. 150 LCT); la obligación de pago de la retribución por
vacaciones al inicio de las mismas (art. 155 LCT); las modificaciones al régimen de
extinción del contrato de trabajo no podrán desvirtuar el principio de protección contra el
despido arbitrario; la redifinición de los puestos de trabajo podrá acordarse sin intervención
de las organizaciones representativas de los empleadores; el sector representativo de la
pequeña empresa o la entidad sindical signataria del convenio colectivo de actividad podrán
solicitar el inicio de la negociación colectiva para el ámbito de la misma, una vez vencidos
los plazos establecidos en el artículo reglamentado.
Esta resolución crea el Registro de Empresas MiPyMES que será administrado por la
Dirección Nacional de Competitividad y Financiamiento PYME, dependiente de la
SECRETARÍA DE EMPRENDEDORES Y DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA
EMPRESA del MINISTERIO DE PRODUCCIÓN Y TRABAJO, con las finalidades
establecidas en el Artículo 27 de la Ley Nº 24.467 y sus modificaciones (art. 1).
En su artículo 3° establece las características que estas empresas deben reunir a los fines de
la categorización e inscripción en el Registro de Empresas MiPyMES.
El “Certificado MiPyME” tendrá vigencia desde su emisión y hasta el último día del
cuarto mes posterior al cierre del ejercicio fiscal de la empresa solicitante. La empresa
podrá iniciar el trámite de renovación, mediante el formulario establecido en el Artículo
12 de la resolución, a partir del primer día de dicho mes (art. 15.1).
VI.7. Por disposición 88/2023 (apéndice IV del anexo) del 30/03/2022 se establecen
los nuevos parámetros de las distintas categorías de las MiPyMES dividas en función
de su actividad principal, estableciéndose los montos de facturación anual y límites de
trabajadores para cada una de ellas vigente en la actualidad.
Industria y
Categoría Construcción Servicios Comercio Agropecuario
Minería
Micro 7 7
Pequeña 30 35
Mediana Tramo 1 165 125
193.000.000