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Unidad 7 El Referimiento
Unidad 7 El Referimiento
El referimiento es una palabra que tiene su raíz en el verbo Réfere, del Latín
Referre; que significa referir, es decir; un procedimiento rápido y bastante
simple que tiende a obtener del tribunal civil o comercial una decisión que
resuelva de manera provisional un incidente, sin que se toque o decida sobre el
fondo
Es un procedimiento excepcional, al cual se acude en caso de urgencia y para
las dificultades de ejecución de una sentencia o de un título ejecutorio. También
se puede recurrir para que éste prescriba una medida conservatoria para prevenir
un daño inminente o para hacer cesar una turbación manifestante ilícita. Este
procedimiento es contradictorio ya que el adversario debe ser citado.
BREVE HISTORIA SOBRE EL REFERIMIENTO
El surgimiento del referimiento para el ordenamiento jurídico representa uno de
los acontecimientos más trascendentales de todos los tiempos, y su impacto hoy
en día sigue latente a pesar de que han pasado varios siglos desde que esto
sucediera. Pero es que la importancia del referimiento es tal, que es la
manifestación perfecta de la tutela judicial provisional.
Su evolución es tan sorprendente, porque ha pasado de ser una vía para obtener
una decisión provisional y que no juzga nada, a convertirse en una vía idónea
para resolver ciertos diferendos que se suscitan entre las partes, muchas veces
sin necesidad de apoderar al juez de fondo. Es por esto, que resulta necesario
acudir a los orígenes del referimiento para comprender su verdadera dimensión.
Así, de la nada, fue concebida una de las figuras más importantes del
ordenamiento procesal contemporáneo. Gracias al edicto real del 22 de enero de
1685 se instituye de manera formal el referimiento en el Châtelet de París, a
cargo del lugarteniente.
Un punto importante que se debe destacar es que esta figura sólo existía en
París, lo que quiere decir que no era aplicable para el resto de Francia. Aunque
poco a poco se fue extendiendo a las grandes villas y demarcaciones
importantes de Francia. Con la promulgación del Código de Procedimiento
Civil Francés del año 1806 el referimiento adquiere un carácter universal en el
ordenamiento francés.
De esta forma fue incluido en los artículos 806 al 809 del Código de
Procedimiento Civil de 1806, el mismo que recibimos en el ordenamiento
dominicano como consecuencia de la independencia nacional del año 1844.
Esto quiere decir, que el texto dominicano y el francés para la época eran
idénticos.
Pero esto no quiere decir que el referimiento sea una vía de ejecución, sino que
en sus orígenes sólo fue concebido por el legislador para dos escenarios: para
los casos de urgencia y para las dificultades de ejecución de sentencias o títulos.
De hecho, en este último caso hemos señalado que “la contestación sería surge
como una evolución del principio que impedía al juez de los referimientos tocar
o juzgar el fondo del asunto. De hecho, la contestación seria vino a sustituir este
viejo principio procesal, con la finalidad de ampliar los poderes del juez de los
referimientos”.
LA DEMANDA EN REFERIMIENTO
Aunque el juez de los referimientos tenga un día habilitado para ellos, si el caso
requiere celeridad, el Juez puede autorizar la demandada para cualquier día y a
hora fija, pero cuando la citación se hace para comparecer el día y hora
habituales no es necesario la autorización previa del Juez, el cual está obligado a
conocer la demanda.
Así dice el Art. 102 de la ley 834 dice que “La demanda es llevada por vía de
citación a una audiencia que se celebrará a este efecto el día y hora
habituales de los referimientos. Si, sin embargo, el caso requiere celeridad,
el juez de los referimientos puede permitir citar, a hora fija aún los días
feriados o de descanso, sea en la audiencia, sean en su domicilio con las
puertas abiertas”.
En todo caso, el juez tiene que asegurarse, que haya transcurrido un tiempo
prudente y suficiente entre el momento en que se realizó la citación y el día y la
hora en que se llevará a cabo la audiencia, con el objetivo de que la parte que ha
sido citada tenga tiempo para preparar sus medios de defensa.
Tenemos que tener en cuenta, que las medidas tomadas por el juez de los
referimientos nunca será una decisión definitiva y así lo ha establecido el Art.
101 de la referida ley, cuando dice que “La ordenanza de referimiento es una
decisión provisional rendida a solicitud de una parte, la otra presente o
citada, en los casos en que la ley confiere a un juez que no está apoderado
de lo principal el poder de ordenar inmediatamente las medidas
necesarias”.
Del mismo modo se ha manifestado el Art. 110 de la referida ley 834, cuando
sostiene que “El presidente puede siempre prescribir en referimiento las
medidas conservatorias que se impongan, sea para prevenir un daño
inminente, sea para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita”.
Nada se opone, sin embargo, a que personas que no son partes originalmente
intervengan de manera voluntaria o sean llamadas en intervención forzosa.
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A ese respecto ha dicho el Art. 105 de la referida ley que “La ordenanza de
referimiento es ejecutoria provisionalmente sin fianza, a menos que el juez
haya ordenado que se preste una. En caso de necesidad, el juez puede
ordenar que la ejecución tenga a la vista de la minuta”.
La ordenanza en referimiento puede ser ejecutada sobre minuta, así como puede
ser notificada en copia o en minuta antes de que se proceda a su ejecución. La
notificación se hace a las partes y no al abogado, en su propia persona o en su
domicilio real.
Los arts. 666, 667 y 673 del Código de Trabajo, ponen a cargo del Presidente de
la Corte como juez de los referimientos, las atribuciones que según la Ley 834
de 1978 corresponden al presidente del tribunal de primera instancia como juez
de los referimientos. Además, la Corte de Trabajo es un tribunal colegiado y las
facultades del juez de los referimientos y el plazo para impugnar las
resoluciones en referimiento, son más amplios que en el Derecho Común: este
juez en materia de trabajo, puede establecer fianzas y fijar indemnizaciones.
El código de Trabajo ha dicho en el Art. 666 que “En los casos de ejecución de
estas sentencias o de otro título ejecutorio, el presidente de la corte puede
ordenar, en referimiento, todas las medidas que no colidan con ninguna
contestación seria o que se justifiquen por la existencia de un diferendo”
Este procedimiento se torna contradictorio toda vez que el adversario debe ser
citado, ya que la demanda en referimiento se introduce por medio de una
citación al demandado emplazándolo a comparecer a la audiencia que ha fijado
el Juez mediante auto, el cual deberá acompañar el acto de citación. El plazo
que debe transcurrir entre la citación y la audiencia que deba conocer el tribunal
es de un (1) día franco, es decir tres días, en cumplimiento de lo dispuesto en el
artículo 165 del Reglamento de los Tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria.