Está en la página 1de 22

“Año De La Unidad, La Paz Y El Desarrollo”

Universidad Tecnológica del Perú

Facultad de derecho
Carrera profesional de derecho

CURSO: Teoría General Del Acto Jurídico


Tarea académica 2
“Evolución historia de la teoría de acto jurídico”

Estudiantes:

- Caleth garcia ruiz U22201755


- Valentina Jhajaira Lopez Rios U22313900
- Richard Henry Vasquez Vargas U22301541
- Nicole Dayana Gonzales Morales U22320020
- Erika Patricia Calderón Fernández U22311075
- Giuseppe Freddilenkov Vara Castro U22240591
- Diana Aliaga Velasco U21219340
- Mayra Milagros Vidal Cruz U22208043

DOCENTE:
D.C. Manuel Gonzalo Alvarez Villon

Lima- Perú

2023
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN………………………………………………………3

II. ANÁLISIS………………………………………………………………7

1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS…………………………………………………8.

1.1 LA TEORÍA CLÁSICA DEL ACTO JURÍDICO………………………………..8

1.2 CRÍTICAS Y DESARROLLO POSTCLÁSICO………………………………..8

1.3 LA INFLUENCIA DE LA ESCUELA JURÍDICA………………………………9

1.4 TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS DEL ACTO JURÍDICO…………………..9

1.5 DESAFÍOS ACTUALES Y FUTUROS………………………………………..9

1.6 CONTINUIDAD A LO LARGO DEL TIEMPO………………………………..10

1.7 INFLUENCIAS FILOSÓFICAS Y JURÍDICAS………………………………10

1.8 CRITICAS Y RESPUESTA EVOLUTIVA……………………………………10

1.9 TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS…………………………………………….10

1.10 DESAFÍOS ACTUALES Y FUTUROS……………………………….11

III. EXPOSICIÓN DE AUTORES……………………………………..11

2.1 ESQUEMA GAYANO_JUSTINIANEO DE LA ESTIPULACIÓN………………11

2.2 LUIS MOLINA………………………………………………………………....14

2.3 HUGO GROCIO………………………………………………………………15

2.4 POTHIER………………………………………………………………………16

2.5 DABIN………………………………………………………………………….18

IV. CONCLUSIONES…………………………………………………………….19

IV.BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………..21
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA TEORÍA DEL ACTO JURÍDICO

I. INTRODUCCION:

El concepto de acto jurídico es un elemento fundamental de los sistemas jurídicos modernos.

Se refiere a cualquier acción o declaración que tenga consecuencias jurídicas, como la creación,

modificación o terminación de relaciones jurídicas. La teoría del acto jurídico ha sufrido

cambios significativos a lo largo de la historia, reflejando la evolución del pensamiento y la

práctica jurídica. Este ensayo explorará la evolución histórica de la teoría del acto jurídico,

desde sus orígenes en los primeros sistemas jurídicos hasta los debates y desafíos

contemporáneos. Inicialmente la evolución de la teoría del acto jurídico pertenece a la doctrina

y promulgación del código civil francés de 1804, su aparición no fue hasta entonces el siglo

XIX estos actos no fueron concebidos en roma indican los romanistas ya que los jurisconsultos

romanos no fueron ajeno a la abstracción si no a la consideración de estos casos que fueron

concretos para la determinación de situaciones que merecen ser protegidas ante las

circunstancias en las que por ende se debía reconocer al sujeto de derecho y entablar las

relaciones jurídicas. Pero esto no significo que la concreción y la tipicidad de los juristas de

roma no haya sido signo de conciencia de generalidad de algunos conceptos e instituciones de

determinados aspectos. En los primeros sistemas jurídicos, los actos jurídicos a menudo se

consideraban órdenes del monarca o gobernante. Se consideraba que la ley era divina o natural,

no sujeta a la voluntad humana.

Por ejemplo, en el antiguo Egipto, se creía que el faraón era la encarnación del dios Horus y

sus decretos se consideraban órdenes divinas. De manera similar, en la antigua Grecia, las leyes

de las ciudades-estado se consideraban la expresión de la voluntad de los dioses. Sin embargo,


los acuerdos contractuales también fueron reconocidos como una forma de acto jurídico en los

primeros sistemas jurídicos.

Por ejemplo, en la antigua Roma, el concepto de pacta sunt servanda (los acuerdos deben

cumplirse) era un principio fundamental del derecho contractual. Este principio reconocía que

los acuerdos entre individuos podían crear obligaciones jurídicas exigibles por ley.

Y es así como el derecho romano llego los principios y conceptos receptados del derecho

moderno. Los juristas tomaron conciencia de la generalidad de algunos conceptos esto fue un

germen de lo que fue la doctrina francesa mediante postulo mediante la doctrina del acto

jurídico ante esto sus doctrinadores consideraron que no fue suficiente para cubrir toda la gama

de relaciones jurídicas que pudieron haberse originado en la voluntad privada si no que se buscó

un concepto de mayor amplitud dando inicio al nacimiento del acto jurídico. La teoría del acto

jurídico se ha constituido como institución de derecho privado, aunque no siempre fue admitida

o legislada por la codificación civil.

La teoría moderna del acto jurídico surgió en el siglo XIX, influenciada por juristas alemanes

como Savigny y Windscheid. Desarrollaron el concepto de acto jurídico como una declaración

de voluntad, lo que significaba que los actos jurídicos eran vistos como expresiones de la

voluntad de las partes involucradas. Este concepto reconocía que los actos jurídicos podían ser

creados por individuos, y no sólo por el Estado o la autoridad divina. La distinción entre actos

jurídicos unilaterales y bilaterales también se desarrolló en la teoría moderna de los actos

jurídicos.

Los actos jurídicos unilaterales son aquellos que son creados por una de las partes, como un

testamento o una notificación de terminación. Los actos jurídicos bilaterales, por otra parte,

requieren el acuerdo de dos o más partes, como un contrato o un matrimonio. Pero también los

juristas alemanes de esa época siglo XIX formaron un movimiento llamado pandectista a su
vez iniciaron una búsqueda en las fuentes romanistas, esto no solo llego a la conclusión de que

la convención no cubría toda la gama de relaciones jurídicas susceptible al originarse en la

voluntad privada fue así donde entonces buscaron un concepto único, donde abarcaba lo

bilateral y lo unilateral como una declaración o manifestación de voluntad encaminada con una

finalidad practica donde pudiera recibir el reconocimiento y la tutela del ordenamiento jurídico.

De un lado la originada por la doctrina francesa donde enunciaba al acto jurídico fue

incorporada en nuestro código civil el acto jurídico no obstante que la doctrina, bajo el influjo

del código civil alemán, ya venía difundiendo el concepto de negocio jurídico. Pero con las

vertientes doctrinales francesas y alemanas se produjo una división en la teoría ya que esto

pretendía explicar el rol de la voluntad humana en relación jurídica y en la regulación,

modificación o extinción ya creadas de un lado ambas hacen radicar la esencia del concepto en

la manifestación o declaración de la voluntad jurídicamente eficiente en lo cual deben sumarse

requisitos para su validez a esto se incluye el desarrollo legislativo, cuando se plantea la

codificación civil, todos los aspectos que se vinculan a la formación del acto o negocio jurídico

como la fuente del derecho subjetivos y de deberes jurídicos.

La teoría del acto jurídico se estableció con el derecho privado y legislativamente, llego a la

plasmación de la codificación civil. Desde que la manifestación o declaración de la voluntad

tuvo una finalidad normativa como tal, también sirvió de fuente de derecho objetivo. Por lo

tanto, es sabido que el derecho romano se planteó la distinción del derecho público del derecho

privado, aunque desde antes se debate como en la actualidad el criterio determinante de la

distinción que, por eso, sigue siendo uno de los temas más medulares en la teoría del acto

jurídico. sin embargo, no es hiperbólico afirmar que el acto jurídico insuflado de la voluntad

privada puesto que toda relación jurídica nacida de la voluntad privada queda dentro de la órbita

del ius privatum y el ius publicum esta insuflado de la voluntad pública. Como ya hemos

indicado, la teoría del acto jurídico forma parte de la doctrina francesa posterior a la entrada en
vigor Napoleón con el que se inició la era de la codificación civil y la etapa histórica que se

conoce como derecho moderno. Los mismos aspectos que fueron considerados como materia

propia de la convención, al consentimiento, el objeto, la causa, la interpretación, la condición,

el plazo y otros por obra de la elaboración doctrinal pasaron a ser considerados como

contenidos de la teoría del acto jurídico. El plan de código de 1852 siguió el de las institutas de

gayo, siendo por eso un código más romanista que napoleónico, el código civil de 1852 ignoro

la teoría del acto jurídico, incorporada recién a nuestra codificación civil por el código civil de

1936 no opto la denominada parte general y plasmo legislativamente La teoría del acto jurídico

que fue dedicado al derecho de las obligaciones. La sección primera tuvo el epígrafe de los

actos jurídicos y lo desarrollo a lo largo del articulado comprendidos siendo una interpretación

sistemática esto podría considerar al acto jurídico como una categoría subordinada al derecho

de las obligaciones quedan subordinadas al acto jurídico.

La teoría contemporánea de los actos jurídicos se enfrenta a diversos debates y desafíos. Uno

de los principales desafíos es el papel de la interpretación a la hora de determinar la existencia

y validez de los actos jurídicos. La teoría contemporánea aboga por la flexibilidad y la

adaptabilidad en la interpretación y aplicación del derecho. Se valora la autonomía de la

voluntad de las partes, reconociendo que los actos jurídicos no deben ser vistos como simples

formalidades, sino como expresiones de la libertad y la responsabilidad individual. En este

enfoque moderno, se reconoce la importancia de considerar no solo la forma externa del acto

jurídico, sino también su substancia y contexto. Se busca entender la verdadera intención de

las partes involucradas, así como las circunstancias que rodean la realización del acto. Este

cambio paradigmático implica un reconocimiento más profundo de la realidad social y la

diversidad de situaciones que pueden surgir en la vida jurídica. En este sentido, se tiende a

favorecer la efectividad y la sustancia sobre la rigidez formalista. Los actos jurídicos suelen

expresarse en términos ambiguos o vagos, y su interpretación puede verse influida por diversos
factores, como normas culturales y factores contextuales. El impacto de la globalización y la

digitalización en la teoría de los actos jurídicos es otro desafío. La creciente complejidad y

diversidad de las relaciones jurídicas en un mundo globalizado y digitalizado requieren una

teoría del acto jurídico más flexible y adaptable. El uso de firmas electrónicas y otras

tecnologías digitales también plantea dudas sobre la validez y aplicabilidad de los actos

jurídicos.

Finalmente, la relación entre la teoría de los actos y otros conceptos jurídicos como la intención

y la obligación es un debate en curso. Algunos juristas sostienen que los actos jurídicos son

simplemente prueba de intención o acuerdo, mientras que otros sostienen que los actos

jurídicos crean obligaciones jurídicas que son independientes de las intenciones de las partes.

El presente ensayo tiene como finalidad analizar la evolución histórica de la teoría del acto

jurídico, y como ha ido evolucionando a través de los años, también veremos la postura de los

autores y finalmente llegar a las conclusiones.

II. ANÁLISIS

La evolución histórica de la teoría del acto jurídico es un fascinante viaje que abarca desde las

raíces del Derecho Romano hasta las complejidades contemporáneas del derecho civil. En sus

inicios, el concepto de acto jurídico se gestó en el contexto de las distinciones romanas entre

"negotium" y "gestio", estableciendo las bases para la comprensión de las acciones legales. La

Edad Media vio la fusión de ideas romanas con el derecho canónico y las contribuciones de

pensadores como Tomás de Aquino, que dejaron huella en la conceptualización del acto

jurídico. La Ilustración marcó un punto de inflexión, con juristas como Pothier y Domat

desafiando las concepciones tradicionales y sentando las bases para el Código Napoleónico.
Este código, con su enfoque en la autonomía de la voluntad, influyó en el desarrollo del derecho

civil en todo el mundo. Sin embargo, la teoría del acto jurídico no quedó estancada en el pasado,

sino que evolucionó con las corrientes sociológicas del siglo XX. La influencia de Savigny y

su teoría de la voluntad en contraposición a la declaración fue un hito crucial. Surgieron críticas

que abogaban por un enfoque más pragmático, considerando factores como la buena fe y la

equidad. La teoría del acto jurídico se volvió más contextualizada, reconociendo la importancia

de las circunstancias y las relaciones sociales en la formación y ejecución de los actos jurídicos.

En el siglo XXI, nos enfrentamos a nuevas complejidades, como la globalización y la

digitalización, que plantean desafíos y oportunidades únicas para la teoría del acto jurídico.

Juristas contemporáneos exploran la adaptabilidad de las concepciones existentes a estas

realidades cambiantes, buscando equilibrar la estabilidad del marco legal con la necesidad de

abordar las dinámicas sociales en constante evolución.

Asimismo, tenemos:

● Antecedentes Históricos:

En los sistemas legales antiguos, como el derecho romano, el acto jurídico estaba

vinculado a la voluntad de las partes. Sin embargo, la conceptualización era

rudimentaria y carecía de la sofisticación teórica que caracteriza a las formulaciones

modernas.

● La Teoría Clásica del Acto Jurídico:

Durante la Edad Media y la consolidación de los códigos civiles en los siglos XVIII y

XIX, la teoría clásica del acto jurídico se fundamentó en la voluntad como elemento

esencial. Este enfoque, influenciado por la filosofía de la autonomía de la voluntad,

proporcionó un marco conceptual sólido, pero no exento de críticas.


● Críticas y Desarrollos Postclásicos:

A medida que avanzaba el tiempo, surgieron críticas a la rigidez de la teoría clásica. Se

cuestionaba su capacidad para abordar situaciones particulares y complejas. Las

respuestas a estas críticas se manifestaron en desarrollos postclásicos, donde se

exploraron elementos objetivos y externos al acto jurídico, como la buena fe, la equidad

y la función social del contrato.

● La Influencia de las Escuelas Jurídicas:

Las distintas corrientes de pensamiento jurídico, como la escuela pandectista, la escuela

histórica y la escuela libre, dejaron su impronta en la teoría del acto jurídico. La

pandectística, por ejemplo, aportó con una visión más sistemática y estructurada,

mientras que la escuela histórica resaltó la importancia de contextualizar los actos

jurídicos en su entorno social y cultural.

● Teorías Contemporáneas del Acto Jurídico:

En el siglo XX, se han propuesto teorías que buscan integrar enfoques subjetivos y

objetivos. La teoría de la eficacia social, por ejemplo, destaca la relevancia de la

funcionalidad del acto jurídico en la sociedad, mientras que las teorías

neocontractualistas exploran nuevas formas de entender el consenso y la obligatoriedad.

● Desafíos Actuales y Futuros:

La globalización, la tecnología y los cambios sociales presentan desafíos

contemporáneos para la teoría del acto jurídico. La adaptación a contextos


transnacionales, la digitalización de las relaciones jurídicas y la inclusión de nuevas

formas de contratación son temas que requieren atención y reflexión.

✓ Continuidad y cambio a lo largo del tiempo:

○ La teoría del acto jurídico ha experimentado una evolución constante desde sus

raíces en el Derecho Romano hasta las complejidades actuales.

○ Aunque ciertos principios fundamentales, como la voluntad de las partes, han

persistido, la teoría ha demostrado su capacidad para adaptarse a las cambiantes

realidades sociales y legales.

✓ Influencias Filosóficas y Jurídicas:

○ Las influencias Filosóficas, desde la autonomía de la voluntad hasta función

social del contrato, han dejado una marca significativa en la conceptualización

del acto jurídico.

○ Las diversas corrientes de pensamiento jurídico, como la pandectista y la

histórica, han contribuido a enriquecer y diversificar las perspectivas sobre el

acto jurídico.

✓ Criticas y respuestas evolutivas:

○ Las críticas a la rigidez de la teoría clásica llevaron a desarrollos postclásicos,

que incorporaron elementos objetivos como la buena fe y la equidad para

abordar situaciones más complejas.

○ La capacidad de la teoría del acto jurídico para adaptarse y responder a críticas

demuestra su vitalidad y relevancia continua en el ámbito jurídico.

✓ Teorías Contemporáneas:
○ Las teorías contemporáneas buscan integrar enfoques subjetivos y objetivos,

reconociendo la importancia de la eficacia social y explorando nuevas formas

de entender el consenso y la obligatoriedad.

○ La pluralidad de teorías refleja la diversidad de perspectivas y enfoques en la

jurisprudencia moderna, permitiendo una mayor flexibilidad en la

interpretación y aplicación del acto jurídico.

✓ Desafíos actuales y futuros:

○ Los desafíos actuales, como la globalización y la digitalización, presentan

oportunidades para repensar y actualizar la teoría del acto jurídico.

○ La necesidad de adaptarse a contextos transnacionales y de incorporar nuevas

formas de contratación sugiere que la teoría del acto jurídico continuará

evolucionando para abordar las complejidades del siglo XXI.

En última instancia, la teoría del acto jurídico, al mantener su capacidad de adaptación y

evolución, demuestra ser un pilar sólido en el mundo jurídico, proporcionando el marco

necesario para entender y aplicar los conceptos legales en constante cambio.

III. EXPOSICION DE LOS AUTORES

ESQUEMA GAYANO-JUSTINIANEO DE LA ESTIPULACIÓN

Al adentrarnos en el desarrollo histórico de la teoría general del contrato, es imprescindible

comenzar con una referencia al derecho romano. No dedicaremos mucho espacio a subrayar

que en ninguna etapa de este derecho se encontró algo similar a lo que hemos descrito como

teoría general, ni del contrato (entendido como convención generadora de obligaciones), ni

mucho menos del acto jurídico. Los romanos solo contaban con doctrinas particulares,
aplicables a veces a actos específicos y típicos, como la estipulación, o a géneros de actos bajo

un mismo régimen jurídico, como los contratos de buena fe.

Los juristas romanos no se preocuparon mayormente por sistematizar estas doctrinas

particulares, y la generalidad de su exposición no era destacada. Aunque reglas comunes a la

compraventa, arrendamiento y otras relaciones de buena fe existían, no se presentaban en una

única sede común en los comentarios legales. Algunas figuras, como la condición, se exponían

en sedes particulares como la estipulación, la institución de heredero y los legados. Los juristas

romanos no se interesaron en formular definiciones generales o sistemas comunes de requisitos,

elementos o efectos.

A pesar de que Gayo intentó una exposición sistemática del derecho en el siglo II d.C., no

formuló doctrinas generales, al igual que Justiniano, quien siguió la sistematización de Gayo

en sus propias Institutiones. No obstante, Gayo construyó, o recibió, una exposición sobre las

estipulaciones que sirvió como matriz para la futura doctrina general del contrato, aunque esta

exposición se limitaba exclusivamente a la estipulación como un acto particular y concreto.

En las Institutiones de Justiniano, el título 18 del libro III trata sobre "la división de las

estipulaciones," y el título 19 aborda "las estipulaciones inútiles" o ineficaces. Justiniano, sobre

la base de Gayo, presenta la estructura patológica de la estipulación, lo que revela los requisitos

de una estipulación eficaz por oposición a las ineficaces.


El esquema distributivo de la materia es el siguiente:

Iust. Inst. III, De la división de las estipulaciones


18:

Iust. Inst. III, De las estipulaciones inútiles


19:

a) III, 19 pr. - 19, 2: Las anomalías en el objeto

b) III, 19, 3: La estipulación del hecho ajeno, que es inválida

c) III, 19, 4: La estipulación en favor de terceros, que es


inválida

d) III, 19, 5: La incongruencia entre pregunta y respuesta


estipulatorias, que acarrea la invalidez del acto

e) III, 19, 7 a 19, 10: Quiénes no pueden estipular ni prometer (mudos,


sordos, dementes y pupilos)

f) III, 19, 11: Estipulación con condiciones imposibles

g) III, 19, 14: Estipulación con condición prepostera

h) III, 19,15 - 16: Estipulación condicionada a morir

i) III, 19,19 - 20: De nuevo sobre la estipulación en favor de terceros

j) III, 19, 21: De nuevo sobre la estipulación del hecho ajena

k) III, 19, 23: El error en la cosa prometida

l) III, 19, 24: La estipulación con causa torpe

m) III, 19, 26 - 27: La estipulación a plazo


No nos debe importar que este esquema expositivo esté lejos de satisfacer al gusto actual. Lo

que interesa verificar es que él, en parte, inspiró a la moderna teoría general sobre la estructura

del contrato y del acto, según lo muestra este análisis: capacidad (e); voluntad y consentimiento

(d), exentos de vicios (k); objeto lícito (a); causa lícita (l); representación (b, c, i, j);

modalidades: condición (f, g, h,) y plazo (m). El orden gayano-justinianeo sugirió, además, la

necesidad de clasificar o dividir al objeto, o sea a las estipulaciones (libro III, capítulo 18). En

la tradición posterior la división o clasificación será aplicada al contrato. En todo esto tenemos

prefigurados, pues, los capítulos 1 (clases de contratos) y 2 (requisitos del acto-contrato) del

título 3º del libro III del Code Civil, que pasaron, como se ha dicho, al código chileno-

colombiano, exceptuado el tema de las modalidades, que estos tres cuerpos legales refirieron a

las obligaciones y no al contrato.

LUIS MOLINA

Podemos avanzar significativamente desde Justiniano hasta Luis de Molina (1535 - 1600) y su

obra "De justitia et jure," publicada entre 1593 y 1609, centrándonos en la sección "De

contractibus" del tomo II, publicado en 1597. Este trabajo representa la primera formulación

moderna de una doctrina del contrato, con el potencial de ser general, aunque aún sigue el

método escolástico de los problemas (disputationes). Aunque Molina utiliza el esquema

justinianeo de las estipulaciones, su enfoque trasciende históricamente al inspirar directamente

a Grocio y dar origen a la doctrina moderna.

Molina, al hablar de las "promissiones" (promesas), se refiere a las estipulaciones y considera

que la "promissio" es una especie particular de "contractus," específicamente una donación, a

diferencia del derecho romano. Molina parece más restrictivo que Justiniano (Gayo) al

confundir promesa con donación. A pesar de esto, su exposición es trascendental

históricamente, ya que influyó en Grocio y en la formación de la doctrina moderna.


Las primeras disputationes de su tratado "De contractibus" son generales y abordan la

definición del contrato desde la disp. 252. Luego, desde la disp. 253 hasta la 259, se estudian

diversas divisiones del contrato, como los contratos nominados e innominados, los que se

perfeccionan por palabra, escritura u obra, y los contratos de buena fe y de derecho estricto,

entre otros.

A partir de la disp. 261, que aborda quiénes pueden celebrar contratos, Molina se adentra en

las "promissiones," tratando temas como la formación del acto promisorio, la revocación antes

de la aceptación, quién puede aceptar y hasta cuándo vale una promesa hecha por un ausente.

Las disputationes 268 y 269 exploran la falta de objeto, considerando la validez de promesas

sobre cosas inciertas, hechos ajenos, cosas sagradas o públicas, y hombres libres. La disp. 271

aborda la promesa de cosas imposibles, ilícitas o contra las buenas costumbres, tocando temas

de ilicitud del objeto.

En resumen, Molina, siguiendo el método escolástico, aborda virtualmente todos los temas que

constituyen la doctrina general del contrato, aunque aún se refiere a las "promissiones," que,

según Alejandro Guzmán Brito, equivalen a un contrato. Su enfoque está inspirado en el

esquema gayano-justinianeo de las estipulaciones, como se evidencia en la comparación.

HUGO GROCIO

El sucesor directo de Molina fue Hugo Grocio (1583 - 1645), y su obra "De iure belli ac pacis"

(1625) contiene el capítulo 11 titulado "De promissis," donde Grocio, al igual que Molina,

considera las promesas como una forma de donación. Grocio inicia discutiendo con el jurista

francés François Connan sobre si las promesas tienen fuerza obligatoria en el derecho civil,

tema que Connan negaba y Grocio busca afirmar. Grocio introduce la distinción entre promesas
perfectas e imperfectas basándose en la dirección de la voluntad. Las promesas perfectas, que

obligan, requieren ciertos requisitos.

El primer requisito es el "usus rationis," por lo que las promesas de dementes, amentes e

infantes son nulas. Grocio también aborda temas como el error, el miedo (fuerza) y el dolo,

considerándolos como factores que pueden invalidar una promesa. Luego, explora la "materia

promissi" (objeto), examinando su existencia, posibilidad y licitud.

En el capítulo XII de su tratado, titulado "De contractibus," Grocio presenta el concepto de

contrato después de una tipología de géneros y especies de actos humanos que buscan la

utilidad de otros. Estos actos pueden ser "simples" o "compuestos" (también llamados

"mixtos"). Los actos simples son benéficos o conmutativos. Los benéficos pueden ser "puros"

o "con obligación recíproca," y los actos permutativos separan o reúnen a las partes. Los actos

compuestos o mixtos pueden ser por vía principal o por accesión de otro, abordando diversas

situaciones, como compras y donaciones.

Grocio concluye afirmando que "todos los actos útiles a otros, excepto los meramente

benéficos, se llaman contratos." Esto excluye las liberalidades, especialmente las donaciones,

de la categoría de contrato. Aunque Grocio clasifica las promesas y los contratos de manera

diferente a Molina, la influencia de este último en Grocio es evidente, especialmente en la idea

de situar al contrato en un lugar principal del sistema, a pesar de la diferencia en los enfoques

expositivos.

POTHIER

Según la postura de Robert Joseph Pothier (1762-1767), “sobre la causa del acto jurídico”, se

basa en la teoría de la causa objetiva, que considera la causa como el fin abstracto y permanente

que se busca con el acto jurídico, y que debe ser lícito, honesto y razonable. Pothier clasifica
la causa en onerosa y gratuita, según haya o no reciprocidad de prestaciones entre las partes.

Además, distingue entre la causa del contrato y la causa de la obligación, siendo la primera el

motivo que induce a las partes a celebrar el contrato, y la segunda el fundamento de la eficacia

obligatoria del contrato. Pothier afirma que todo contrato debe tener una causa, y que, si esta

es falsa o ilícita, el contrato es nulo.

La causa es un concepto jurídico que ha tenido una evolución histórica desde el derecho romano

hasta el derecho moderno, y que ha generado diversas teorías y controversias. Una de las teorías

más influyentes es la de la causa objetiva, que fue desarrollada por los juristas franceses Domat

y Pothier, y que informó al Código Napoleón y a las codificaciones que siguieron su modelo.

La causa objetiva se refiere al fin abstracto y permanente que se busca con el acto jurídico, y

que debe ser lícito, honesto y razonable. La causa objetiva se distingue de los motivos

subjetivos, que son las razones particulares y variables que tienen las partes para celebrar el

acto jurídico, y que no son relevantes para su validez.

Pothier, en su obra Tratado de las Obligaciones, hace una unificación de la causa del contrato

y la causa de la obligación, clasificando la causa en onerosa y gratuita, según haya o no

reciprocidad de prestaciones entre las partes. Además, distingue entre la causa del contrato y

la causa de la obligación, siendo la primera el motivo que induce a las partes a celebrar el

contrato, y la segunda el fundamento de la eficacia obligatoria del contrato.

Pothier afirma que todo contrato debe tener una causa, y que, si esta es falsa o ilícita, el contrato

es nulo. La causa es falsa cuando las partes simulan una causa que no existe o que es diferente

de la verdadera. La causa es ilícita cuando ofende la justicia, las buenas costumbres o la buena

fe. Pothier da relevancia a los motivos subjetivos de las partes cuando estos son ilícitos, y los

considera como causa ilícita.


La teoría de la causa objetiva de Pothier tuvo una gran influencia en el Código Napoleón, que

estableció la causa como una condición de validez de los contratos, y que la definió como la

causa legítima de la obligación. El Código Napoleón también adoptó la clasificación de la causa

en onerosa y gratuita, y la distinción entre la causa del contrato y la causa de la obligación.

La teoría de la causa objetiva de Pothier también fue seguida por las codificaciones que se

inspiraron en el Código Napoleón, como el Código Civil peruano de 1852, que estableció la

causa como un elemento esencial del acto jurídico, y que la definió como el motivo

determinante para la celebración del contrato y común a las partes intervinientes.

La teoría de la causa objetiva de Pothier, sin embargo, no estuvo exenta de críticas y

cuestionamientos. A fines del siglo XIX, surgió en Alemania el anticausalismo, que rechazó la

concepción clásica de la causa objetiva, y que la consideró falsa e inútil. El anticausalismo

sostuvo que la causa no era un elemento del acto jurídico, sino un efecto del mismo, y que la

validez del acto jurídico solo dependía de la voluntad de las partes y de la ley.

Como respuesta al anticausalismo, aparecieron las ideas de Dabin, que propusieron una nueva

teoría de la causa subjetiva, que superó la posición clásica de la causa objetiva, y que tomó en

consideración no solo los fines abstractos y permanentes que se integran al acto jurídico, sino

también los fines concretos, individuales y variables que, en un caso determinado, han inducido

a las partes a celebrar el acto jurídico y han sido, por consiguiente, determinantes.

DABIN

La “teoría de la causa subjetiva de Jean Dabin” (2017-2023), fue seguida por calificados

exponentes de la moderna doctrina francesa, como Josserand y los Mazeaud, que afirmaron

que la causa de un acto jurídico es el motivo que ha impulsado a su autor a celebrarlo. La teoría

de la causa subjetiva también fue receptada por el Código Civil peruano de 1984, que estableció
la causa como una condición de validez del acto jurídico, y que la definió como el motivo

inmediato y lícito que induce a realizar el acto.

La causa, por lo tanto, es un concepto jurídico que ha tenido una evolución histórica y que ha

generado diversas teorías y controversias. Una de las teorías más influyentes es la de la causa

objetiva, que fue desarrollada por los juristas franceses Domat y Pothier, y que informó al

Código Napoleón y a las codificaciones que siguieron su modelo. La causa objetiva se refiere

al fin abstracto y permanente que se busca con el acto jurídico, y que debe ser lícito, honesto y

razonable. Pothier clasifica la causa en onerosa y gratuita, según haya o no reciprocidad de

prestaciones entre las partes. Además, distingue entre la causa del contrato y la causa de la

obligación, siendo la primera el motivo que induce a las partes a celebrar el contrato, y la

segunda el fundamento de la eficacia obligatoria del contrato. Pothier afirma que todo contrato

debe tener una causa, y que, si esta es falsa o ilícita, el contrato es nulo.

IV. CONCLUSIONES

En la evolución de la teoría de la causa, habiendo seguidas por calificados exponentes de la

moderna doctrina superándose la posición clásica de la causa objetiva e imponiéndose de la

causa subjetiva. En realidad, como lo explica Josserand no hay una teoría de la causa, sino más

bien dos teorías netamente distintas, pues la causa subjetiva nació y evolucionó al lado y por

encima de la causa objetiva, como un sistema más amplio, que tomó en consideración no solo

los móviles abstractos y permanentes que se integran, sino también los móviles concretos,

individuales y variables que, en un caso determinado, han inducido a las partes a celebrar el

acto jurídico y han sido, determinantes.


● Origen Histórico: La evolución de la teoría del acto jurídico en el Perú se remonta a la

influencia del Código Napoleónico, que introdujo la noción de la causa en el Derecho

de las Obligaciones.

● Defensa Continua de la Teoría del Acto Jurídico: Existe una sólida tradición en el Perú

de aplicar y defender la teoría del acto jurídico, manteniendo una continuidad histórica

en su utilización.

● Relevancia de las Normas Imperativas: Los efectos de un acto jurídico en el Perú están

regidos por normas imperativas, siendo independientes de la voluntad de las partes

involucradas.

● La evolución histórica de la teoría del acto jurídico en el Perú muestra su arraigo desde

la influencia del Código Napoleónico, la defensa continua de esta teoría en el país, y la

importancia de las normas imperativas en la determinación de los efectos de los actos

jurídicos.

● Influencia del Código Napoleónico: La evolución de la teoría del acto jurídico en el

Perú se vincula con la influencia del Código Napoleónico, que introdujo conceptos

como la causa en el Derecho de las Obligaciones.

● Tradición Continua de Aplicar la Teoría: Existe una arraigada tradición en el Perú de

aplicar y defender la teoría del acto jurídico, lo que indica su continua vigencia en la

práctica jurídica del país.

● Relevancia de Normas Imperativas: Los efectos de un acto jurídico en el Perú están

regidos por normas imperativas, independientes de la voluntad de las partes

involucradas.

● Contribución a la Doctrina Comparada: La doctrina peruana del acto jurídico ha servido

de fuente para la doctrina comparada, mostrando su relevancia más allá de las fronteras

del país.
● Evolución y Arraigo de Conceptos Jurídicos: La evolución histórica demuestra la

incorporación y arraigo de conceptos clave como la causa y las normas imperativas en

la teoría del acto jurídico en el contexto peruano.

Según la evolución del acto jurídico se encuentra dentro del Derecho de las Obligaciones. Y es

una interpretación sistemática, y se considera el acto jurídico como una categoría subordinada

al Derecho de las Obligaciones. Sin embargo, no podía ser así ya que, en todo caso, las

obligaciones son las que quedan subordinadas al emerger de los actos jurídicos, las

obligaciones generadas por la voluntad propia y es decir el derecho moderno marca un

renacimiento de la forma y el nuevo sentido del formalismo. y comienzan a primar criterios de

seguridad en torno a los actos jurídicos para preservar el contenido de la manifestación de

voluntad, salvaguardar los derechos de terceros y de facilitar la prueba de la existencia del acto,

y que todo acto debe ser interpretado según en el principio de buena fe.

V. Referencias bibliográficas

✓ Borda, Guillermo A. (2003). Tratado de Derecho Civil. Contratos. Tomo I.

Buenos Aires: Editorial

Perrothttpshttps.//andrescusi.files.wordpress.com/2020/05/borda-guillermo-

tratado-de-derecho-civil-parte-general-tomo-i.pdf

✓ Torres Vásquez, Aníbal. (2009). Teoría general del acto jurídico. Lima:

Editorial San Marcos. https://andrescusi.files.wordpress.com/2020/06/acto-

juridico-anibal-torres-vasquez-tomo-1.pdf
✓ Villavicencio Terreros, Felipe. (2006). Derecho Penal. Parte General. Lima:

Editorial Grijley. https://proyectozero24.com/wp-

content/uploads/2021/09/Villavicencio-Terreros-2006-Derecho-Penal.-Parte-

General.pdf

✓ Brito, Alejandro (2000), Para la Historia de la Formación de la Teoría de Acto

o Negocio Jurídico y del Contrato, III Los Orígenes Históricos de la Teoría

General del Contrato. Chile, Universidad de Valparaíso

https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-

54552000002200003

También podría gustarte