Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CASACIÓN
AUTORA
ASESOR:
Federico Antonio Husuna Pineda
Escuela De Derecho
Facultad de Derecho Y Humanidades
HUARAZ — PERÚ
(2022)
1
ÍNDICE
pág.
I. INTRODUCCIÓN 3
2.1. Historia 4
2
I. INTRODUCCIÓN
Desde sus inicios, el recurso extraordinario contra la casación ha sido para anular
sentencias injustas y desde entonces, el nivel de primera instancia del nuevo juicio es
la Corte Suprema encargada de dictar las sentencias; así ocurre en Francia (aunque
por razones políticas y no judiciales) y se copia en Perú del antiguo Código Procesal
Civil de 1852. La aplicación se rige por el Código Procesal Civil de 1993.
Sin embargo, y hasta apoyándose ahora en la academia y la ciencia forense, el objetivo
es evitar la proliferación a través del uso indiscriminado de lo que debería haber sido
un recurso excepcional, no puede ser remediado por los cambios realizados.
En consecuencia, abogados sin escrúpulos utilizan este medio para prolongar los
procesos, sabiendo que sus procesos pueden prolongarse por más de un año,
aprovechando esta circunstancia en beneficio de los litigantes para asistir a la boda.
Esta monografía analiza el recurso de casación desde dos puntos de vista: la parte
doctrinal y la parte de desarrollo procesal. Para el primer caso nos basamos en citas
de célebres actas como Calamandrei (alumno destacado de esta institución), Monroy
Gálvez, Celis Zapata, Carrión Lugo y Nelson Ramírez, en la escuela, en el segundo
caso nos basamos en Hinostroza Mínguez., Torres Carrasco y Jiménez Vargas
Machuca.
Esto nos ha permitido hacer un análisis exhaustivo de la credencial y entender su
verdadero propósito, que servirá para realizar futuros trabajos forenses, utilicemos
adecuadamente las fuentes de este documento, no además de buscar justicia (dique)
en las diligencias.
3
II. ASPECTOS DOCTRINARIOS DEL RECURSO DE CASACIÓN
2.1 HISTORIA
Los antecedentes del Recurso de Casación en el Perú se remontan, sin duda alguna, a
su inicial inclusión en el Código de Enjuiciamientos Civiles de 1852 donde se le legisló
sobre la base del “Recurso de Nulidad” español que se adoptara el Real Decreto de 04
noviembre de 1838, al haberse traducido literalmente el término francés "Casser"
4
(romper, destruir, anular) por su acepción española de “anular”, y el Recours de
Casación por la versión española literal de “Recurso de Anulación” o “Recurso de
Nulidad”, como finalmente lo denominó la Ley de Enjuiciamiento Civiles de España del
Siglo pasado, impronta de nuestro Código de Enjuiciamientos Civiles de 1852. Sin
embargo, este simple esfuerzo de entendimiento no siempre es adecuadamente
realizado, y se trata de buscar diferencias donde hay más similitudes, instituciones
diversas donde hay simplemente un problema de traducción legal e idiomática.
Posteriormente, cuando en noviembre de 1911 se promulga el Código de
Procedimientos Civiles, vigente desde el 28 de julio de 1912 hasta la entrada en vigor
del actual Código Procesal Civil (que tiene un Texto Único Ordenado), se continuó bajo
la misma denominación de Recurso de Nulidad que es, en puridad,
una simple traducción literal del francés del Recurso de Casación, como sucedió con la
legislación española de 1938, por lo que cabe afirmar en realidad que son conceptos
sinónimos, constituyendo en esencia en el origen la misma institución procesal que hoy
tenemos legislada en los Arts. 38 y siguientes del Código Procesal Civil de 1993.
5
Así, la casación es un recurso, a saber, que se concede al litigante un recurso de
naturaleza excepcional y con efecto de nulidad o revocación. están obligados a cumplir
con los siguientes fines: asegurar la aplicación de una norma objetiva, uniformar la ley
y lograr la justicia en un caso particular.
Antes de la reforma de 1993, teníamos una Corte Suprema como Tribunal de tercera
instancia y no como Corte de Casación como ocurre actualmente; si constatamos lo
regulado en el Código de Procedimientos Civiles veremos que la Nulidad se encontraba
regulada en el Título XXIV “Nulidad de resoluciones”, y en el Título XXVII tal como lo
ilustra su artículo 1087°:
Sin embargo, dicha regulación era poco coherente con las facultades que tenía antes
la Corte Suprema como tercera instancia, donde no se estableció el límite de esta
instancia al declarar “haber o no nulidad”, no pudiendo tener la seguridad de cuándo se
pronunciaba respecto al fondo o respecto a la forma.
Ha dicho el Dr. Monroy “Entre las razones para no haber tenido precisada la diferencia
entre uno y otro remedio impugnatorio, está el hecho que el nombre recurso de nulidad,
está reservado por el Código de Procedimientos Civiles para un recurso que tenía muy
poco de nulidad y más de revisión (…)”
Así tenemos que la hoy llamada “Nulidad Procesal”, se encontraba regulada en el
artículo 1085º del Código de Procedimientos Civiles, donde se señalaba taxativamente
los supuestos que viciaban de nulidad las resoluciones. Lo cual tendría cierta semejanza
con el artículo 122° del Código Procesal Civil. Estas eran las siguientes
6
“Artículo 1085º.- Son resoluciones nulas:
Conforme se puede apreciar con el antiguo código había diferencias radicales, entre
ellas que la nulidad era un “recurso” regulado en el artículo 1122º, tan igual como el de
reposición y el de apelación, en donde se establecía taxativamente los supuestos que
lo configuraban; de otro lado existía la Corte Suprema como tribunal revisor o de tercera
instancia.
En la actualidad podemos señalar que tenemos un Tribunal de Casación que se limita
a examinar si en la resolución hay infracción de la ley, del debido proceso o de la
doctrina jurisprudencial, no teniendo facultad para examinar las pruebas de los hechos
alegados con relación al asunto de fondo.
7
2.1.4 FINES DE LA CASACIÓN
La doctrina generalmente tiene por objeto el control de las normas, la correcta aplicación
e interpretación de las leyes objetivas, que buscan la unidad del derecho y del
precedente (unidad jurídica), se busca la garantía del orden jurídico. Según la doctrina,
la casación también tiene por objeto la administración de justicia caso por caso.
Estos fines o funciones del recurso de casación han sido clasificados en la doctrina
como: fines nómadas (control del derecho sustantivo y procesal, destinados a corregir
las infracciones del derecho por las que se imponen penas, este fin se constituye para
proteger el derecho objetivo), fin unificador (unificar jurisprudencia, buscar lineamientos
de ley que dicten procedimientos de toma de decisiones, fortalecer el principio de
igualdad de los ciudadanos ante la ley) derecho y certeza de derecho e ideología
(justicia en casos específicos, decisiones justas para los litigantes).
a. Función nomofiláctica
La función nomofiláctica o de defensa de la ley, a través de este recurso
se fiscaliza al fiscalizador, porque ejerce una función de control jerárquico
y jurídico sobre la función y actuación de los jueces inferiores y esto se
manifiesta en el examen de la sentencia a las cuales tiene posibilidad de
anular, lo que se trata de tener es un cuidado de la aplicación de la ley, la
defensa de la ley.
8
El Dr. Carlos Celis señala que “la previsibilidad de las decisiones judiciales
es una herramienta valiosa para asegurar el principio de igualdad ante la
ley y dar credibilidad al poder judicial, los Métodos privados ganan
credibilidad cuando presentan signos relativamente persistentes en sus
decisiones respecto de la similitud. ponerse en contacto con el acusado.
c. Función dilógica
La función dikelógica o la justicia del caso concreto, es decir que el
recurso de casación tenga como finalidad la obtención de la justicia en
el caso concreto dándole la protección al litigante, es por ello que la
corriente que propicia el control casatorio tanto de los hechos aportados
al proceso como de la valorización de los medios probatorios tiene
como orientación precisamente propiciar la justicia del caso concreto
cuando en las instancias de mérito se haya producido error en la fijación
de los hechos, en la apreciación o en la violación de las reglas.
9
De la Plaza afirma que este medio impugnatorio “puede ser calificado
como extraordinario porque, en relación con los demás, solo se
autoriza por motivos preestablecidos, que (...) constituyen un numerus
clausus, y que no pueden ser ampliados ni extendidos por
interpretación analógica; y, porque, además, también en contraste con
los recursos ordinarios, limita los poderes del tribunal ad quem,
obligado a decidir dentro del círculo que el recurso le traza y que no
es posible rebasar.
c. Es un recurso vertical
El recurso de casación es de carácter vertical porque su resolución
corresponde única y exclusivamente a la Corte Suprema, esto es, al
órgano jurisdiccional supremo de nuestra judicatura.
Tanto la casación como la apelación son recursos verticales, pues en
ambos casos es el superior jerárquico el encargado de pronunciarse
sobre la impugnación presentada por el justiciable. Sin embargo, la
diferencia entre ambos recursos radica en que, a diferencia de la
casación, la apelación puede ser resuelta por diversos órganos
jurisdiccionales (salas supremas, superiores o juzgados
especializados) dependiendo del órgano jurisdiccional que expide la
resolución impugnada.
10
e. Es un recurso que se concede con el efecto suspensivo
El recurso de casación tiene efectos suspensivos en la medida en que
su admisión a trámite origina que los efectos de la resolución
impugnada se mantendrán en suspenso hasta que la Corte Suprema
no expida sentencia casatoria. Así lo dispone el artículo 393 del
Código Procesal Civil.
En materia de casación, existe una vieja discusión sobre la posibilidad de una enmienda
por el recurso de casación únicamente por error de derecho (questiono iuris) o si es
admisible con este recurso de casación o no.
Dentro del margen de error de hecho y error de derecho, suelen dar clasificaciones
diferentes. Así, una denominada violación de la ley puede presentarse de dos formas:
cuando una violación se realiza en una norma procesal, se denomina error procesal
(error de forma o procesal), luego es la disposición de fondo o sustancia, se denomina
error in iudicando, que se refiere a los errores de derecho en el juicio.
Dos errores de derecho (in iudicando y en procedimiento) que tienen derecho a
sustentar un recurso de casación, el primero, por así decirlo, estaría constituido por una
infracción de la regla en que hay sentencia de mérito; el segundo es un delito procesal
que imposibilita la validez de la sentencia por el problema de la forma.
11
Si bien es importante recalcar algo importante, el incumplimiento de la normatividad del
para que se declare establecido un recurso debe ser tan determinante que afecte la
decisión, su efecto debe ser trascendente. Nuestra ley establece claramente “(…) las
infracciones a la norma afectan directamente la decisión…” (artículo 386 del CPC).
El error de derecho, respecto de la casación, es sólo un error relativo a la finalidad de
mantener la correcta interpretación de la ley como tarea general y abstracta, es decir,
sólo que el error no se limita a lo concreto. la consecuencia jurídica del caso singular,
sino que implica la existencia o el sentido de la ley, y como tal puede reproducirse por
imitación o difusión, siempre que la misma legislación pueda establecerse en casos
análogos en lo futuro.
El error de verdad se caracteriza por el inadecuado tratamiento de los hechos del caso,
por no establecerlos correctamente, por la mala interpretación de los elementos de
prueba por la suposición errónea de hechos probados o por la omisión de hechos
probados, al decidir hechos no probados. invocadas por las partes, entre otras hipótesis.
Los errores en el trabajo de los recargos son, sin duda, errores de derecho, como lo son
los errores de interpretación de la norma.
En consecuencia, los errores de hecho (abuso de manipulación de hechos,
declaraciones absurdas o juicios arbitrarios) y los errores de derecho pueden ser
invocados en la controversia, entre las siguientes in iudicando, en el procedimiento.
En principio, y según la naturaleza del remedio; dado que una de sus limitaciones es la
invisibilidad de los hechos incluidos en la determinación del valor, no es posible la
obtención de pruebas durante el proceso de apelación
Casación, no audiencia el segundo juez, es el veredicto del procurador sobre la buena
aplicación de la ley y el respeto para el procedimiento. Por los principios que inspiran el
juicio oral y público, oral e inmediato, los magistrados tienen generalmente prohibido
recibir pruebas.
Sin embargo, hay situaciones en las que se incorporan imágenes fácticas en un juicio y
la evidencia se incorpora legítimamente en un argumento; no es posible aplicar la ley
con exactitud, ya que ninguna prueba llega a ser trascendental.
12
Tal situación es un dilema, por un lado, si no se permite la presentación de la prueba
esencial, la Corte debe dejar sin efecto la sentencia y ordenar la supresión
correspondiente de la
sentencia desde entonces, con los factores incluidos en la solución de controversias no
puede resolver el caso particular. De lo contrario, si la Sala estuviera autorizada, en
circunstancias excepcionales y razonables, a presentar la prueba esencial, podría
decidir el caso conforme a la ley aplicable y se evitaría el aplazamiento de la audiencia.
13
prescritos taxativamente con la expectativa de que al momento de resolverla
cumpliría con aplicar el derecho objetivo al caso concreto y uniformizar la
jurisprudencia nacional. En realidad, lo que se puede ver es un síntoma de
inestabilidad jurídica.
15
Asimismo, pronunciarse sobre la existencia de la condición de cónyuge
más perjudicado de una de las partes siempre que se haya formulado –y
probado– la pretensión o la alegación respectiva en las oportunidades
específicamente establecidas.
16
En primera instancia, el Juzgado Civil de Puente Piedra de la Corte Judicial
de Lima Norte resolvió declarando fundada la demanda, y en segunda
instancia la decisión fue contraria a los intereses de los mismos.
Este desarrollo de la casación integral constituye un mecanismo adecuado
para lograr la llamada previsibilidad de las decisiones judiciales,
íntimamente ligada al principio de adecuada seguridad jurídica, con
políticas transparentes, ciertas y previsibles en la administración de justicia,
especialmente a la vista de la ley hecha por los tribunales, que es
esencialmente una tarea interpretativa.
17
VI. CONCLUSIONES
18
VII. BLIOGRAFIA
Carrión Lugo, J. (1997). “El recurso de casación en el Perú en materia civil, penal y laboral”.
https://pdfcoffee.com/el-nuevo-recurso-de-casacion-civil-gaceta-juridica-4-pdf-free.html
file:///C:/Users/user/Downloads/casacion%20civil%20en%20el%20peru.pdf
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/0b5eb38046e12b6d9e2a9f44013c2be7/Cuestiones
+Probatorias.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=0b5eb38046e12b6d9e2a9f44013c2be7
Vargas Machuca, R. (2009). “La reforma de la Casación en el Perú. Comentarios en torno a las
principales modificaciones”.
https://www.academia.edu/37729561/La_reforma_de_la_Casaci%C3%B3n_en_el_Per%
C3%BA_Comentarios_en_torno_a_las_principales_modificaciones
https://www.academia.edu/8712356/ESTUDIO_SOBRE_EL_RECURSO_DE_CASACI
%C3%93N_EN_EL_PROCESO_CIVIL_A_ONCE_A%C3%91OS_DE_SU_ENTRADA
_EN_VIGENCIA
file:///C:/Users/user/Downloads/13107-Texto%20del%20art%C3%ADculo-
52192-1-10-20150703.pdf
http://repositorio.amag.edu.pe/bitstream/handle/123456789/1125/ANEXO%20D
E%20LECTURAS%20TGP%20PROFA%20III%20NIVEL.pdf?sequence=7&is
Allowed=y
19