17 Lesiones dentoalveolares
Richard R. Welbury
Introducción
Los traumatismos dentales en la infancia y la adolescencia son fre-
cuentes. A los 5 años de edad, el 31-40% de los niños y el 16-30%
de las niñas ya habrán sufrido algún traumatismo dental, al igual
que el 12-33% de los chicos y el 4-19% de las chicas de 12 años de
edad. Los niños se afectan casi con el doble de frecuencia respec-
to a las niñas, tanto en la dentición temporal como en la perma-
nente.
La mayoría de las lesiones de la dentición temporal y perma-
nente afectan a los dientes anteriores, sobre todo los incisivos
centrales superiores. Tanto los incisivos centrales inferiores como
los laterales superiores se afectan con menos frecuencia. La con-
moción, subluxación y luxación son las lesiones más frecuentes en
la dentición temporal, mientras que en la permanente son las
fracturas coronarias no complicadas.
El período más proclive a los accidentes en la dentición tem-
poral se sitúa entre los 2 y los 4 años. En el caso de la permanen-
te, está entre los 7 y los 10 años. En la edad de la dentición tem-
poral, aún no están totalmente desarrolladas la coordinación y la
capacidad de juicio, por lo que la mayoría de las lesiones se debe
a caídas dentro del hogar y su entorno, a medida que el niño se
vuelve más intrépido y explora el mundo que le rodea. En la épo-
ca de la dentición permanente, la mayoría de las lesiones se origi-
nan por caídas y colisiones al jugar o correr, aunque las bicicletas
constituyen un elemento accesorio frecuente. El lugar de las le-
siones varía entre los distintos países, según las costumbres loca-
les, pero los accidentes en el ámbito escolar son habituales. Las
lesiones deportivas suelen producirse durante la adolescencia y se
asocian con frecuencia con deportes de contacto, como el fútbol,
el rugby, el hockey sobre hielo y el baloncesto.
Las lesiones originadas en accidentes de tráfico y agresiones son
más frecuentes al final de la adolescencia y ya en la edad adulta, y
suelen relacionarse estrechamente con el alcoholismo.
Un tipo de lesión infantil que nunca debe olvidarse son los ma-
los tratos físicos o lesiones no accidentales (LNA) en los niños.
Más del 50% de estos niños presentará lesiones orofaciales.
Los mecanismos exactos por los que se producen las lesiones
dentales se desconocen en gran medida, y se carece de pruebas
experimentales, pero dichas lesiones pueden deberse a traumatis-
mos directos o indirectos. Los traumatismos directos se producen
cuando el propio diente recibe el impacto. En los indirectos, la ar-
cada inferior contacta de forma brusca con la superior, por ejem-
plo, al recibir un impacto sobre el mentón. Los traumatismos di-
rectos implican lesiones en la región anterior, mientras que los in-
directos favorecen las fracturas coronarias o coronorradiculares
en la región premolar y molar, así como la posibilidad de fractu-
ras de mandíbula en las zonas del cóndilo y la sínfisis. Los facto-
res que influyen en el resultado o en el tipo de lesión son una
combinación de la energía del impacto, la resiliencia y la forma
del objeto que impacta, así como el ángulo de la trayectoria de la
fuerza de impacto.
Un resalte aumentado, con protrusión de los incisivos superio-
res, y un cierre labial insuficiente son factores predisponentes sig-
nificativos en las lesiones traumáticas dentales. Estas lesiones se
presentan casi con el doble de frecuencia en niños con incisivos
protruidos, y también es mayor el número de dientes afectados
en un episodio y paciente concreto.
El segundo grupo principal de niños con predisposición a las le-
siones traumáticas son los proclives a los accidentes, que sufren
traumatismos repetidos sobre sus dientes. Se han descrito fre-
cuencias de entre el 4 y el 30%.
Clasificación de las lesiones
dentoalveolares
Un tratamiento correcto y apropiado requiere un diagnóstico
preciso. El cuadro 17.1 resume la clasificación de las lesiones den-
toalveolares basada en el sistema de la Organización Mundial de
la Salud (OMS).
Historia y exploración
Aspectos específicos de la historia sobre
las lesiones dentoalveolares
䊏 La naturaleza exacta del accidente proporciona información
sobre el tipo y la gravedad de la lesión alveolodentaria
esperada. En un menor de edad, la discrepancia entre la
historia y los hallazgos clínicos deberían suscitar sospechas
del médico acerca de malos tratos infantiles o lesiones no
accidentales.
䊏 Debe tenerse en cuenta la pérdida de dientes o fragmentos.
Si existen antecedentes de pérdida de conocimiento y no
pueden encontrarse los dientes o fragmentos, es
fundamental realizar una radiografía de tórax. De igual
modo, si existe una laceración de tejidos blandos, tanto del
labio superior como del inferior, deben realizarse
proyecciones en los planos lateral y anteroposterior de los
tejidos blandos labiales.
䊏 El intervalo de tiempo entre la lesión y el tratamiento afecta
de forma significativa al pronóstico de la pulpa y del
ligamento periodontal.
䊏 Los antecedentes de traumatismo alveolodentario previo
pueden afectar a las pruebas de sensibilidad pulpar y a la
capacidad de recuperación de la pulpa y el periodonto.
䊏 En un menor de edad, los antecedentes de traumatismo
alveolodentario previo podrían suscitar las sospechas del
médico respecto a la posibilidad de malos tratos sobre el
niño, o bien que el menor sólo sea propenso a los
accidentes.