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Transmisión de la resistencia por la localización del material genético mutante, hay dos modalidades:
Transmisión vertical. Si el material genético mutante se encuentra en el cromosoma bacteriano, se transmitirá por
herencia, es decir cuando la bacteria se multiplique, replicará el material genético mutado a sus descendientes. Como la
multiplicación bacteriana es limitada en el tiempo, es la menos frecuente, aproximadamente corresponde al 20%.
Transmisión horizontal. En este caso el material genético se transmite mediante tres modalidades:
Conjugación. cuando dos bacterias se ponen en contacto directo, formándose un puente proteínico que conecta
ambos citoplasmas, una bacteria actúa como donadora y otra como receptora de genes de resistencia.
Transducción. cuando estos genes son transferidos de una bacteria a otra por intermedio de un bacteriófago (virus).
Transformación. cuando ciertas bacterias, pueden incorporar ADN exógeno libre de otras bacterias en su entorno.
La resistencia adquirida por transmisión horizontal es la más frecuente (80%) por ser resultado de procesos activos, siendo
también causa de multiresistencia, porque los genes mutados que condicionan resistencia a diferentes antimicrobianos
pueden ser intercambiados. Es importante establecer cómo los genes de resistencia se mueven a partir de su posición
cromosómica original hasta los plasmidios. El principal mecanismo para esto lo han proporcionado los trasposones,
elementos genéticos presentes en las bacterias, es capaz de moverse de una posición a otra del cromosoma o de un
cromosoma a un plásmido dentro de una misma bacteria.
Mecanismos de resistencia La mutación genética es responsable del desarrollo de estos mecanismos de resistencia:
- Producción de una enzima inactivadora. Las enzimas pueden ser de 2 tipos: las que destruyen el antimicrobiano (Ej. las
betalactamasas que hidrolizan el anillo betalactmamico) y las que modifican el antimicrobiano (Ej. las fosfotransferasas
que fosforilizan a los aminoglucósidos con pérdida de su actividad).
- Reducción de la concentración del fármaco. En el caso de los antimicrobianos, el sitio de acción está en el interior de los
microorganismos. Hay 2 mecanismos que reducen la concentración del antimicrobiano:
Disminución de la permeabilidad por disminución en la síntesis de porinas, dificultando el ingreso de fármacos
hidrosolubles por estos canales.
La activación de bombas de eflujo que expulsan activamente el antimicrobiano. Ej. el caso de las tetraciclinas.
- Modificación del sitio de unión del antimicrobiano. Los receptores de los antimicrobianos se encuentran en el interior
de los microorganismos. Por la mutación puede alterarse el sitio de unión a los ribosomas (resistencia a aminoglucósidos)
o a enzimas, como las PBP en el caso de las penicilinas penicilinasa resistentes, la DNA girasa en el caso de las quinolonas.
- Producción de una enzima alternativa que evita el efecto inhibidor (bypass). La resistencia a la trimetoprima es
consecuencia de la síntesis de una dihidrofolato reductasa con afinidad escasa o nula por la trimetoprima.
Prácticas que favorecen la resistencia a los antimicrobianos El uso indiscriminado de antimicrobianos ha contribuido al
aumento de las cepas resistentes. Los antimicrobianos no producen resistencia, pero al afectar a los microorganismos
sensibles seleccionan a los resistentes, y si no se administran correctamente (considerando la dosis por vez, el intervalo
de administración y la duración total del tratamiento) no erradicaran al agente infeccioso, dando oportunidad a que mute.
REACCIONES ADVERSAS Y TÓXICAS A LOS ANTIBACTERIANOS
Los antimicrobianos tienen un amplio margen de seguridad y son bien tolerados, pero todos son capaces de producir
reacciones adversas/tóxicas, como:
Alergia: Los antibacterianos son sustancias extrañas al organismo, tienen poder sensibilizante y pueden producir
reacciones alérgicas. El grupo más alergénico es el de las penicilinas, luego las sulfonamidas.
Superinfección: es la proliferación de microorganismos resistentes u oportunistas. La posibilidad de una superinfección
es mayor cuanto más amplio es el espectro de un antibacteriano.
Irritación local: relacionada con la vía de administración, por la vía oral pueden producir gastritis o gastroenteritis, por vía
endovenosa flebitis y por vía intramuscular dolor e induración en el sitio de administración.
Toxicidad específica: por posible daño a órganos y tejidos, hepatoxicidad por eritromicinas y tetraciclinas, nefrotoxicidad
por aminiglucósidos y sulfonamidas, mielotoxicidad por cloranfenicol y tendinitis por quinolonas fluoradas.
ASOCIACIONES DE ANTIMICROBIANOS
Es ideal usar un solo antimicrobiano, siempre que sea posible. A excepción de pacientes muy graves, las combinaciones
de antimicrobianos no son más eficaces que el tratamiento con un solo fármaco. El uso de combinaciones o de
antimicrobianos de amplio espectro cubre la imprecisión diagnóstica y ofrece una falsa seguridad, con desventajas:
Mayor costo.
Incremento de superinfecciones.
Mayor resistencia a los antimicrobianos,
Aumento de las reacciones adversas.
Posibilidad de antagonismo entre antimicrobianos.
Situaciones clínicas donde el uso combinado de antimicrobianos es beneficioso:
Tratamiento de infecciones producidas por flora bacteriana mixta. Como la peritonitis, donde encontramos anaerobios
y bacilos aerobios Gram negativos, el absceso pulmonar, la neumonía donde encontramos bacterias típicas y atípicas.
Infecciones causadas por microorganismos que rápidamente desarrollan resistencia. La asociación de antimicrobianos
retarda o impide la aparición de resistencia, Ej. infecciones por Mycobacterium tuberculosis o por Helicobacter pylori
Como terapia inicial en pacientes inmunodeprimidos o con infecciones graves, aún no se determina la etiología y se desea
cubrir el espectro más amplio posible.
Incremento de la actividad antibacteriana (sinergia) en ciertas infecciones. Existen combinaciones sinérgicas, Ej. las
infecciones por enterococos, las penicilinas facilitan la penetración de aminoglucósidos en las bacterias, infecciones por
Pseudomona aeruginosa donde los aminoglucósidos muestran sinergia con penidilinas y cefalosporinas antipseudomonas
; y trimetoprina mas sulfametoxazol para la neumonía por Pneumocystis jiroveci.
Para reducir la toxicidad. Cuando la dosis de un antibiótico produce un efecto tóxico, se reduce el riesgo disminuyendo la
dosis, completando el efecto con otro antibiótico. Ej. la asociación de rifampicina y anfotericina B para la micosis sistémica;
con esta asociación se requieren menos dosis de la anfotecicina B que produce elevada nefrotoxicidad.
La combinación de un bacteriostático y un bactericida reduce la acción bactericida (produce antagonismo), ya que se
requiere actividad y crecimiento bacteriano en fase exponencial para ejercer la acción bactericida.
La combinación de dos bactericidas produce sinergia (Ej. Ampicilina + gentamicina para la meningitis en el neonato).