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Módulo Salud Mental

Taller Depresión y prevención de suicidio


Objetivo Orientar a las y los adolescentes sobre qué es la depresión y cómo prevenir suicidio.

Depresión en la adolescencia

Diferencia entre tristeza normal y depresión: es natural estar triste, sentirse decaído o desanimado a veces. Estas
emociones humanas son reacciones a las dificultades y los obstáculos de la vida. Nos podemos poner tristes porque
hemos discutido con una amiga/o o hemos roto con nuestra pareja. Nos podemos sentir decepcionados por haber
reprobado un examen o desanimados porque nuestro equipo no sale de su mala suerte de perder un partido tras otro.

La muerte de una persona allegada nos puede generar un duelo.

La mayoría de las veces, las y los adolescentes consiguen sobrellevar estos sentimientos y reponerse a ellos con un poco
de tiempo y cuidado. Pero la depresión es más que sentirse triste, decaído, bajo o con los ánimos por los suelos de
forma ocasional.

La depresión es un estado de ánimo intenso que implica tristeza y desesperación que dura semanas, meses o incluso
más tiempo.

La depresión no sólo afecta al estado de ánimo de una/un adolescente. También afecta a sus pensamientos. Interfiere
en la capacidad de percibir y disfrutar de las cosas buenas de la vida. Reduce la energía, la motivación y la
concentración que necesita un adolescente para las actividades generales de la vida, como ir a la escuela, practicar
deporte, estar con amigas/os y su novia/o, por citar ejemplos.

Signos de la depresión en la adolescencia

Para identificar si hay problemas de depresión en las y los adolescentes, es importante considerar los siguientes signos
y síntomas, cualquiera de estas emociones negativas pueden formar parte del estado de ánimo deprimido si persisten
durante varias semanas o más:

Sentimientos y estado de ánimo negativos. Sentirse inusualmente triste, desamparado, derrotado y solo; también
pueden sentirse culpables, inútiles, indignos, rechazados y no queridos; lo que puede llevar a estar irritable o enojado.

Pensamiento negativo. Pensar que las cosas parecen más duras o más sombrías de lo que son en realidad. Este
pensamiento negativo puede hacer que se crea que las cosas nunca van a mejorar, que los problemas son demasiado
graves para resolverlos, que nada puede arreglar la situación, que nada importa.

Esto puede llevar a hacerse daño a sí mismos o en acabar con su propia vida; incluso puede bloquear nuestra
capacidad de encontrar soluciones o de darnos cuenta de que un problema, en realidad, sólo es pasajero.

Bajo nivel de energía y de motivación. Sentirse cansados, sin energía, agotados. Se pueden mover con más lentitud o
tardar más tiempo en hacer las cosas.

Falta de concentración. Puede dificultar la capacidad de concentrarse y poner atención en algo o alguien, hacer la
tarea de la escuela, poner atención en clase, recordar los pendientes, entre otros.

Problemas físicos. Se puede presentar malestar estomacal o falta del apetito. Algunos pueden experimentar un
aumento o una pérdida de peso. Pueden tener dolor de cabeza y problemas para dormir.

Aislamiento social. Alejarse de sus amigos y familiares o de actividades de las que antes disfrutaban. Esto suele hacer
que se sientan más solos, lo que puede empeorar sus pensamientos negativos.

¿Qué puede hacer una/un adolescente si cree que tiene depresión? La depresión puede mejorar con la atención
médica y psicológica. Si no se trata, una/un adolescente con depresión puede seguir igual de mal o empeorar.

Derivar y referir a las y los adolescentes con problemas de depresión a atención médica y complementar con atención
psicológica puede ayudarles a confrontar la depresión. Para casos extremos donde predomine la ideación suicida
deben apoyarse de la referencia a los servicios de psiquiatría.

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Prevención del suicidio en la adolescencia

El incremento del suicidio en las y los adolescentes se ha convertido en un problema de Salud Pública en México; la
cual es una conducta patológica que se define como la preocupación o acción orientada a causar la propia muerte de
manera voluntaria.

La OMS lo refiere como la segunda causa de mortalidad en la adolescencia. En México, las investigaciones
epidemiológicas mencionan como factores de riesgo la falta de oportunidades académicas y laborales, el fracaso
académico, el bajo nivel académico de las madres y padres, la pobreza, la violencia intrafamiliar, el aislamiento social, las
escasas relaciones interpersonales, el uso de drogas, el embarazo, la violencia intrafamiliar; y a nivel mundial el bullying
escolar y a través de redes sociales.

El INEGI, así como un estudio epidemiológico sobre el suicidio en México menciona que los factores de riesgo
predisponentes de la conducta suicida en la población adolescente, son la presencia de trastornos mentales como el
trastorno depresivo, el trastorno por uso de sustancias, el trastorno en el control de los impulsos; y en las mujeres el
trastorno de ansiedad.

La enfermedad mental en adolescentes puede generar miedo a la estigmatización, por lo que la sintomatología puede
ser ocultada, negada o buscar atención de personas no especializadas, lo que puede llevar a la cronicidad de la
enfermedad o al suicidio. Los reportes de los Servicios de Salud Mental en México refieren que los pacientes con
problemas de la salud mental no buscan la atención debido a la escases de servicios especializados en zonas rurales,
falta de información, bajo nivel de escolaridad y de ingresos económicos.

Es importante estar atento a muchas de las señales de aviso de ideación suicida y a los síntomas de depresión. Pueden
observarse varios comportamientos simultáneamente, esto ayuda a identificar a las y los adolescentes que pueden
encontrarse en riesgo de intento de suicidio.

Señales de aviso de ideación suicida

Manifestaciones de ideas de daño, de muerte y de no despertar.

Cambios importantes en los hábitos alimenticios y del sueño.

Pérdida significativa de interés en las actividades habituales (antes placenteras).

Retraimiento respecto de los amigos y miembros de la familia.

Manifestaciones de emociones contenidas (crisis), alejamiento o huida.

Uso y abuso de alcohol y de drogas.

Descuido del cuidado personal.

Situaciones de riesgo innecesarias.

Preocupación acerca de la muerte.

Aumento de molestias físicas frecuentemente asociadas a conflictos emocionales, como dolores de estómago, de
cabeza y fatiga.

Pérdida de interés por la escuela o el trabajo escolar.

Sensación de aburrimiento.

Dificultad para concentrarse.

Deseos de morir.

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Factores condicionantes del suicidio

En el comportamiento suicida se presentan pensamientos de muerte, ideación e intentos de suicidio hasta llegar a su
consumación y morir. En la literatura que se ha revisado, encontramos entre los factores relacionados con el suicidio en
adolescentes, a los aspectos neurobiológicos, la presencia de trastornos psiquiátricos, el embarazo, el bullying escolar
(maltrato escolar), el ciberbullying (maltrato cibernético) y el desempleo. A continuación se describen brevemente.

Factores relacionados con el suicidio en adolescentes

Uno o más trastornos mentales diagnosticables o trastornos de abuso de sustancias.

Comportamientos impulsivos.

Acontecimientos de la vida no deseados o pérdidas recientes (por ejemplo, el divorcio de los padres).

Antecedentes familiares de trastornos mentales o abuso de sustancias.

Antecedentes familiares de suicidio.

Violencia familiar, incluidos el abuso físico, sexual o verbal/emocional.

Intento de suicidio previo.

Presencia de armas de fuego en el hogar.

Encarcelación.

Exposición a comportamientos suicidas de otras personas, incluida la familia, las amigas/os, en las noticias o en
historias de ficción.

*Los factores de riesgo del suicidio varían de acuerdo a la edad, el sexo y las influencias culturales y sociales, pueden
modificarse a lo largo del tiempo. Es común que se presenten más de un factor simultáneamente.

Abordaje del suicidio en la adolescencia

El suicidio impacta en todos los ámbitos de la/el adolescente y a nivel social, por lo que la prevención de este fenómeno
comienza con programas de prevención, a partir de la promoción de la Salud Mental y la importancia de alfabetizar a
las madres y padres, para la detección de la conducta suicida y la atención multidisciplinaria especializada;
proporcionar información sobre el perfil de la conducta suicida dentro de la familia y escuela como el principal núcleo
social de la/el adolescente, así como en los espacios sociales y el uso de la tecnología a la que tienen acceso.

Esto permitiría la réplica de la información y la detección temprana por parte de sus compañeros, profesores, derivando
hacia una atención psiquiátrica y psicológica.

Los factores de protección ante este fenómeno son fomentar una alta autoestima, el bienestar emocional a partir de las
relaciones familiares y con amigos, la integración en grupos sociales, promover el ejercicio, la dieta y sueño adecuados,
que fomenten una vida saludable física y emocionalmente.

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Comentarios frecuentes de aviso de planes o intentos de suicidarse

Verbaliza: Quiero matarme o Voy a suicidarme.

Da señales verbales como No seré un problema por mucho tiempo más o Si me pasa algo, quiero que sepan que.

Regala sus objetos favoritos; tira sus pertenencias importantes.

Se pone alegre repentinamente luego de un periodo de depresión.

Puede expresar pensamientos extraños.

Escribe una o varias notas de suicidio.

Medidas para prevenir el suicidio en las y los adolescentes

Medidas que las madres y padres pueden tomar:

Guardar las armas de fuego y los medicamentos.

Buscar ayuda para su hija/o de un profesional médico o de la salud mental.

Escuchar a su hija/o, evitar la crítica excesiva y permanecer conectado.

Mantenerse informado (biblioteca, grupo de apoyo local, internet).

Vigilancia estrecha.

Conocer muy bien el grupo de amigas/os de su hija/o.

Medidas que las y los adolescentes pueden tomar con sus amigas/os:

Tomar con seriedad el comportamiento y las conversaciones sobre suicidio.

Animar a tu amiga/o a buscar ayuda profesional y acompañarla/o, si fuera necesario.

Hablar con un adulto de tu confianza. No intentar ayudar tú sola/o a tu amiga/o.

Depresión y suicidio ante la pandemia por COVID-19

Ante la llegada de la pandemia por COVID-19 la salud mental de las y los adolescentes se ha visto afectada debido a el
confinamiento, las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases entre otros factores, lo que ha llevado a
afectaciones graves por falta de convivencia comunitaria y por segregación social.

Existe también una afectación a los planes de vida establecidos debido a la deserción escolar y el incremento de la
desigualdad.

En 2020, en una cifra récord hubo 1 mil 150 suicidios de niñas, niños y adolescentes (NNA), por lo que la tasa de suicidios
aumentó 12% entre 2019 y 2020, llegando a su máximo histórico.

Los suicidios de adolescentes entre 10 y 14 años aumentaron 34% y 12% en adolescentes mujeres entre 15 y 19 años. El
pensamiento suicida en adolescentes aumentó del 5.1% a 6.9% de 2018 a 2020.

La conducta suicida en adolescentes aumento de 3.9% a 6.0% de 2018 a 2020.

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