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Juicio No. 11313­2018­00552

JUEZ PONENTE: DR. WILMAN GABRIEL TERAN CARRILLO, JUEZ NACIONAL (E)
(PONENTE)

AUTOR/A: DR. WILMAN GABRIEL TERAN CARRILLO

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. ­ SALA ESPECIALIZADA DE LO CIVIL Y


MERCANTÍL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. Quito, lunes 7 de febrero del 2022,
las 10h05. El Tribunal de la Sala Especializada de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de
Justicia; integrado por los señores Jueces Nacionales: doctor Himmler Roberto Guzmán Castañeda,
doctor David Isaías Jacho Chicaiza y doctor Wilman Gabriel Terán Carrillo (Juez Nacional Ponente);
Magistrados que fueron electos conforme a procedimientos preestablecidos, regidos por los principios
de participación, transparencia y control social, como ejes cimentadores del Estado Ecuatoriano, que
habiendo sido designados y posesionados por el Consejo de la Judicatura; y, al ser encargados en los
respectivos despachos acorde a las facultades de la Corte Nacional de Justicia, más el sorteo de ley
realizado, por el cual ha correspondido conocer esta causa; acorde a sus facultades establecidas en la
Constitución y en la Ley, en respeto al circuito jurídico estatuido en el orden de los estándares de
Derechos Humanos, de aplicación constitucional y de rigurosidad jurídica de manera armónica y
sincrónica para bien decidir, notifican por escrito la siguiente decisión:

I. ANTECEDENTES

1.­ La decisión impugnada: Es la resolución dictada por el Tribunal de la Sala de lo Civil y


Mercantil de la Corte Provincial de Justicia de Loja, de 5 de febrero de 2020, dentro de la causa
sumaria que por establecimiento de servidumbre siguen los señores Moises Jaramillo Siguenza,
Rosaura Suin Sánchez y Luis Benigno Carchi en contra de los señores Manuel Suin Sánchez, Zara
Sánchez, Víctor Domínguez e Ilda Tituaña.

1.1.­ Proceso que la indicada Sala, lo conoció en virtud del recurso de apelación interpuesto por la
parte demandada contra la sentencia dictada por el Juez de la Unidad Judicial Multicompetente con
sede en el cantón Saraguro, de 25 de octubre de 2019, que declara con lugar la demanda, disponiendo
la constitución de una servidumbre de tránsito, consistente en un acceso o camino útil y carrozable
que atraviese por el costado sur de los inmuebles de los demandados, de conformidad con el
levantamiento planimétrico que obra de fojas 55 del proceso.

1.2.­ Satisfecho el trámite de dicho recurso de apelación, la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Provincial de Justicia de Loja, en lo medular, rechaza el recurso de apelación y confirma la sentencia
subida en grado.
Firmado por
Firmado por HIMMLER Firmado por
WILMAN GABRIEL ROBERTO DAVID ISAIAS
TERAN CARRILLO GUZMAN JACHO CHICAIZA
C=EC CASTAÑEDA C=EC
L=QUITO C=EC L=QUITO
CI L=QUITO CI
1714429675 CI 0502022148
1706381975
2.­ La parte recurrente: Notificada la sentencia en cuestión, la accionada Zara Sanchez, deduce
recurso de casación, convirtiéndose de esta manera en sujeto activo e impulsor del medio
impugnatorio casacional.

3.­ Causales admitidas en el recurso de casación: Al recibirse el planteamiento casacional, por


sorteo, es conocido por el Conjuez Nacional, doctor Pablo Loayza Ortega, quien, mediante auto de 18
de septiembre de 2020, luego del estudio formal del escrito fundamento de casación, ha admitido el
mismo por los casos dos y cinco del artículo 268 del Código Orgánico General de Procesos (en
adelante COGEP).

II. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN Y CONTRADICCIÓN

4.­ Cumpliendo con el rito del recurso extraordinario de casación, al amparo del artículo 272 del
COGEP, la recurrente, a través de su abogado defensor, ha fundamentado su recurso en audiencia
oral, pública y contradictoria, el cual no fue debatido por la contraparte al no haber comparecido a la
audiencia. El contenido relevante de la fundamentación oral es el que continúa en párrafos siguientes.

5.­ Intervención de la defensa técnica de la recurrente: En lo primordial, por el caso dos del
artículo 268 del COGEP, denuncia falta de motivación en la sentencia recurrida, que confunde la
acción de establecimiento de servidumbre con la de su restablecimiento o acción ante la interrupción
de la misma, la Sala explica lo que es un juicio de constitución de servidumbre y sin embargo
concluye que en el caso, ya se encuentra establecida la servidumbre; pese a ese particular la sentencia
impugnada rechaza la apelación y confirma la sentencia de primera instancia, estableciendo dos veces
la servidumbre que ya estaba constituida previo a la demanda, hecho que evidencia la falta de
motivación, por la contradicción y falta de coherencia del fallo, incurriendo en deficiencia
motivacional. Además, la motivación es impertinente al citar como fundamento el artículo 875 del
Código Civil, referente a las servidumbres legales, relativas al uso público y a la utilidad de los
particulares de las servidumbres, como son el uso de las riberas, así como las determinadas por
los reglamentos u ordenanzas respectivas, pero en ninguna parte de la resolución se indica la
ordenanza o reglamento que haya servido para establecer la servidumbre de la demanda; no obstante,
se sustenta en la Ley de Reforma Agraria, derogada en 1994 por la Ley de Desarrollo Agrario, pese a
ello, los actores fundamentan la pretensión en la referida ley; bajo estas circunstancias la sentencia
tampoco es comprensible. En lo que atañe al caso cinco de artículo 268 del COGEP, acusa la falta de
aplicación del artículo 883 del Código Civil, cuyo contenido señala que cuando un predio carece de
comunicación con el camino público, por la interposición de otros predios, el dueño del primero tiene
derecho para imponer a los otros la servidumbre de tránsito, para el uso y beneficio
de su predio, pagando el valor del terreno necesario para la servidumbre, y resarciendo cualquier otro
perjuicio. Aun así, la Sala de lo Civil de Loja, establece la servidumbre de tránsito, pero omite ordenar
el pago del terreno, tanto más, que ni siquiera los actores ofrecen en su demanda el pago por el predio,
lo que procedía por tanto, era declarar sin lugar a la demanda, tomando inclusive en cuenta que para
establecer la servidumbre se debe efectuar una escritura pública que especifique y detalle sus
particularidades. Bajo estas precisiones, solicita se case la sentencia impugnada.

III CONSIDERANDOS

6.­ Jurisdicción y Competencia: Según el artículo 76 numerales 1, 3, 7 letra k; artículos 167, 172,
178.1 y 184 numeral 1 de la Constitución de la República; artículo 7, en concordancia con los
artículos 141, 183 numeral 4, 184, 190 numeral 1 del Código Orgánico

de la Función Judicial; por mandato del artículo 269, inciso primero, del Código Orgánico General de
Procesos y por efectos de la Resolución 03­2021 de la Corte Nacional de Justicia; los suscritos
Magistrados de esta Sala Especializada de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia,
poseen jurisdicción y competencia para conocer las impugnaciones casacionales, ventilarlas y decidir
en razón de la materia, tiempo, lugar, grado y personas (in rationae, materiae, témporis, loci, gradus y
personae).

7.­ Validez procesal: El artículo 76 de la Constitución de la República, impone la obligación de


asegurar el debido proceso, que se concreta en respetar, observar y aplicar los principios, derechos y
garantías constitucionales, entre las que se encuentra el derecho a la defensa, que comporta, no ser
privado de tal ejercicio, en ninguna etapa o grado del proceso. Del mismo modo, en atención a lo
dispuesto en los numerales 1 y 2 del artículo 130 del Código Orgánico de la Función Judicial; es
facultad jurisdiccional esencial, cuidar que se respeten los derechos y garantías de las partes, así pues,
del estudio de las tablas procesales en el ámbito casacional, no se observa trasgresión de tales
derechos y garantías, ni violación a solemnidad sustancial o existencia de nulidad a declarar; el trámite
es válido, están cumplidos los principios rectores de derechos y garantías constitucionales y de
estándares internacionales de Derechos Humanos y Administración de Justicia, por lo que se declara
su validez.

IV. DELIMITACIÓN DEL JUICIO DE LEGALIDAD DE LA SENTENCIA

(Delimitación del Recurso de Casación)

8.­ Función del Recurso de Casación: La casación, desde su función sistémica, su misión principal,
está en vigilar, la aplicación de la ley, con un rol nomofiláctico; es decir, la de aplicar la ley y
protegerla, para erigir la vigencia del circuito armónico de la norma y los derechos; lo cual implica,
que los fines de la casación, se encaminan a revisar que la ley dictada por el soberano, se respete en la
sentencia, ya que el recurso de casación no tiene destino particular aplicable a hechos del caso en
concreto de forma exclusiva; sino, que tiene el carácter de extraordinario, por su esencia limitada en
sus propias causales; así pues, esquemáticamente, la casación, se alinea en un control de precedentes,
la vigilancia de la correcta aplicación de la ley, por una vía de unificación de criterios, el examen de la
observancia de la ley sustantiva, según la naturaleza de cada causal de casación.

9.­ Contenido de los casos invocados, admitidos en fase previa de admisibilidad: Como quedó
establecido, en el párrafo 3 de esta sentencia, en concreto los casos admitidos por vía casacional, son
el segundo y el cuarto del artículo 268 del COGEP, cuyos contenidos son:

2. Cuando la sentencia o auto no contenga los requisitos exigidos por la ley o en su parte
dispositiva se adopten decisiones contradictorias o incompatibles así como, cuando no cumplan
el requisito de motivación.

5. Cuando se haya incurrido en aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación


de normas de derecho sustantivo, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, que
hayan sido determinantes en la parte dispositiva de la sentencia o auto.”

9.1.­ El caso segundo de casación atiende a vicios in procedendo, se refiere a la falta de requisitos de
forma y de fondo en la sentencia previstos principalmente en los artículos 90 y 95 del Código
Orgánico General de Procesos y principalmente la motivación; así como a la adopción de decisiones
contradictorias o incompatibles en su parte dispositiva que hagan inejecutable la resolución recurrida.

9.2.­ En cuanto al caso quinto, este es relativo a los errores in iudicando, se produce por violación
directa normas de derecho sustantivo o de los precedentes jurisprudenciales obligatorios, ya sea por
aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación, doctrinariamente se ha llamado a esta
causal como vicio de juzgamiento. La falta de aplicación, indebida aplicación o errónea interpretación
responden a conceptos propios de infracción disimiles entre sí, de allí la necesidad de diferenciarlos al
formular el cargo, radicando la aplicación indebida en un yerro de selección de norma, en la cual el
juzgador elige una norma no aplicable para la solución del problema jurídico, dejando de esta manera
de aplicar la acertada para solucionar la cuestión; la falta de aplicación, en lo esencial es un vicio
donde el juzgador omite la selección y aplicación de la norma jurídica encaminada a solucionar el
problema jurídico; por último, la errónea interpretación es un yerro, en el cual, si bien el juzgador
selecciona la norma adecuada para la solución del problema jurídico, se aleja del espíritu de su esencia
dándole un sentido y significación distinta a la que se encuentra destinada la norma para dar la
solución al conflicto jurídico.
10.­ Conclusión de las causales invocadas o propiamente delimitación conclusiva: En la
especie, se tiene que los yerros admitidos para estudio de este Tribunal, son: Por el caso dos,
falta de motivación; y, por el caso quinto, falta de aplicación del artículo 833 del Código
Civil.
V.­ ANÁLISIS DE LEGALIDAD DE LA SENTENCIA

11.­ La denuncia casacional, se concreta en que habría falta de motivación, al confundirse la acción de
establecimiento de servidumbre con la de restablecimiento o de interrupción, se explica lo que es la
constitución de servidumbre, se concluye que ya se encuentra establecida; pese a ello, se confirma la
sentencia de primera instancia, estableciendo dos veces la servidumbre ya constituida antes de la
demanda, evidenciando la falta de motivación, por contradicción y falta de coherencia, incurriendo en
deficiencia motivacional, por impertinente al sustentarse en el artículo 875 del Código Civil, sobre las
servidumbres legales, relativas al uso público y utilidad de los particulares de las servidumbres, como
el uso de riberas, como las determinadas por reglamentos u ordenanzas, sin indicarlos, sustentándose
en la derogada Ley de Reforma Agraria, que sustenta la pretensión de los actores, sin ser el fallo
comprensible. También hay falta de aplicación del artículo 883 del Código Civil, atinente a que
cuando un predio carece de comunicación con camino público, al interferir otros predios, el dueño del
primero tiene derecho de imponer a los otros la servidumbre de tránsito a favor
suyo, pagando lo necesario por la servidumbre y resarcir cualquier otro perjuicio; aun así, se establece
la servidumbre de tránsito, omitiéndose el pago del terreno y sin que se haya ofertado algún pago,
debiendo declararse sin lugar a la demanda, considerando incluso que para tal establecimiento, se
debe hacer una escritura pública que especifique y detalle sus particularidades.

11.1­ Problema jurídico a resolver: De la abstracción realizada, se tiene que dichas acusaciones se
orientan a una sola intención que se concretiza en una sola interrogante: ¿La constitución de
servidumbre de tránsito, admitida en escritura pública, puede regularse por medio de una
acción de establecimiento de servidumbre?; la interrogante planteada, se resuelve en los siguientes
párrafos:

¿La constitución de servidumbre de tránsito, admitida en escritura pública, puede regularse por
medio de una acción de establecimiento de servidumbre?

12.­ De las servidumbres: El artículo 859 del Código Civil, define a las servidumbres como un
gravamen impuesto sobre un predio en utilidad de otro de distinto dueño. De tal definición, se
desprende que para la existencia de servidumbre, es ineludible la presencia de dos predios: uno que
sufre el gravamen denominado “predio sirviente”; y, otro sobre el cual se reporta la utilidad llamado
“predio dominante”. Respecto al predio dominante, la servidumbre se llama activa 1 y sobre el predio
sirviente, se llama pasiva. Por tanto, la servidumbre legalmente constituida, es inseparable de ambos
predios. La ley y la opinión jurídica generalmente aceptada, definen diversos tipos de servidumbres,
siendo las principales, las siguientes: a) Continuas y discontinuas; b) Positivas y negativas; y, c)
Aparentes e inaparentes. En alusión a las primeras, dice la norma, que la servidumbre continua es
aquella que se ejerce o puede ejercerse continuamente sin necesidad de un hecho actual del hombre
(Ej. Servidumbre de acueducto por un canal artificial que pertenece a un predio dominante) mientras
que, la discontinua, se ejerce por intervalos largos de tiempo y supone un hecho actual del hombre (Ej.
Servidumbre de tránsito). En atención a la segunda clasificación dada por la ley (servidumbre positiva
y negativa), la primera impone al dueño del predio sirviente la obligación de dejar hacer algo – que es
la generalidad – o, hacer algo; mientras que, la negativa impone al dueño la prohibición de hacer algo
que sin la servidumbre le sería lícito (Ej. La de no elevar las paredes sino hasta cierta altura). Por
último, las servidumbres aparentes e inaparentes; la aparente, es la que está continuamente a la vista; y
la inaparente, aquella que no se conoce por una señal exterior, la ley pone como ejemplo para ambos
casos la servidumbre de tránsito, especificando que, resultaría aparente cuando para hacer efectiva la
servidumbre se realiza una puerta o un camino para acceder a él, mientras que sería inaparente cuando
aquella carece de camino o puerta. Amén de esto, el Código Civil, también distingue, por su forma de
constitución, a las servidumbres naturales, legales y voluntarias: (i) Naturales las que provienen de la
situación natural de los lugares; (ii) Legales, las que son impuestas por ley; y, (iii) Voluntarias, que
son constituidas por un hecho del hombre. Centrada la impugnación casacional en la improcedente
constitución de la servidumbre de tránsito que ha sido ya constituida con anterioridad, la que,
conforme deja sentado la sentencia impugnada ya consta establecida en las actas de adjudicación
efectuadas por el IERAC, restando a través de la presente acción la legalización e identificación
técnica de aquella. Corresponde analizar con especial énfasis las servidumbres legales y las
servidumbres de tránsito.

12.1.­ Sobre las servidumbres legales y principalmente de la servidumbre de tránsito: Como se


ha señalado ut supra, las servidumbres voluntarias pueden establecerse libremente, mientras no se
perjudique el derecho ajeno o el orden público, con la mayor variedad y con el contenido que las
partes quieran dar a las mutuas concesiones o limitaciones de sus propiedades; por otra parte, en el
otro extremo, están las servidumbres naturales, que dependen de la situación misma de los predios.
Entre estas dos categorías, como una categoría intermedia, se sitúan las servidumbres legales, que no
se imponen automáticamente por la situación de los predios, ni dependen libremente de las
convenciones entre las partes, aunque estas convenciones pueden también admitirlas, negarlas o

1 Y de conformidad con el artículo 595 del Código Civil, las servidumbres activas son derechos reales, pues se
tienen sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
modificarlas. Estas últimas encuentran su fundamento en la ley, de manera que se permite solicitarlas
y, en caso de no querer reconocerlas el dueño del predio sirviente, queda el recurso ante el juez, que
impondrá la servidumbre o delimitará su contenido y extensión2. Así, la legislación ecuatoriana prevé
que cada persona podrá sujetar su predio a las servidumbres que quiera y adquirirla sobre los predios
vecinos con voluntad3 de sus dueños, con la única condición de que aquellas no dañen al ornato
público ni contravengan alguna ley. En este sentido determina el Código Civil, que si el dueño de un
predio establece un servicio continuo y aparente a favor de otro predio que también le pertenece y
enajena después uno de ellos, o pasan a ser de diversos dueños, por partición, subsistirá el mismo
servicio con el carácter de servidumbre entre los dos predios; a menos que, en el título constitutivo de
la enajenación o de la partición, se haya establecido expresamente otra cosa. De igual forma dispone
que las servidumbres discontinuas de todas clases (como la de tránsito) y las servidumbres continuas
no aparentes sólo pueden adquirirse por medio de un título y que, ni aún el goce inmemorial bastará
para constituirlas; no obstante, prevé más adelante el artículo 927 que, el título constitutivo de
servidumbre puede suplirse por el reconocimiento expreso del dueño del predio sirviente. Ergo, el
Código Civil en su artículo 924, aclara que las servidumbres voluntarias, pueden adquirirse también
por sentencia de juez, lo cual sin duda la transforma en una de tipo legal; situación que ocurre
principalmente con las servidumbres de tránsito a falta de voluntad del dueño del predio sirviente,
pero en esos casos, para que proceda el establecimiento de esta servidumbre, el actor deberá probar la
titularidad del inmueble en cuyo beneficio pretende que se imponga la servidumbre de tránsito, que el
mismo carece de toda comunicación con el camino público, que tal comunicación la podrá alcanzar
mediante el establecimiento de la servidumbre sobre el predio colindante de propiedad del demandado
y que está dispuesto a pagar el valor del terreno que ocupará la servidumbre y a resarcir todo
perjuicio.4 Lo dicho sin embargo, no impide que las partes puedan libremente establecer las
servidumbres voluntarias de tránsito que a bien tengan, sea multiplicando los accesos a las vías
públicas, sea determinando las características de ese derecho de paso, incluso modificando lo que
judicialmente se haya establecido con anterioridad, pues la voluntad particular prevalece en esta
materia que es de esencial interés privado.

12.2.­ En la especie, se tiene que la sentencia en considerando Cuarto, apartado 4.4., luego del análisis
probatorio, con relación al fundamento de apelación de la parte demandada, en cuanto al valor
indemnizatorio por el establecimiento de la servidumbre, de conformidad con los artículos 883 y 884
2 Larrea Holguín, Juan. Derecho Civil del Ecuador. Volumen VIII. Derechos reales. Corporación de
Estudios y Publicaciones. 2009. p.273
3 El artículo 1461 del Código Civil, dispone que, para que una persona se obligue con otra por un
acto o declaración de voluntad, es necesario el cumplimiento de cuatro presupuestos básicos: 1. Que
la persona sea legalmente capaz, esto significa, que la persona pueda obligarse por sí misma y sin el
ministerio o autorización de otra; 2. Que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no
adolezca de vicio; 3. Que recaiga sobre un objeto lícito; y, 4. Que tenga una causa lícita.
4 Gaceta Judicial. Año CIV. Serie XVII. No. 13. Página 4099.
del Código Civil, concluyen los juzgadores que: “(…) En la especie, los accionantes han sido claros
en manifestar en sus pretensiones que NO se puede pagar un valor indemnizatorio por el
establecimiento de la servidumbre, puesto que en las providencias de adjudicaciones realizadas por
el IERAC, se impuso a los demandados la condición resolutoria de dejar espacios libre de por lo
menos cuatro metros a los costados del lote adjudicado o en los sitios más adecuados, para
CONSTITUIR SERVIDUMBRES DE TRÁNSITO EN BENEFICIO DE LOS AGRICULTORES
UBICADOS EN LOS RESPALDOS Y ZONAS ALEDAÑAS. Dicha condición resolutoria fue
claramente identificada por el perito en el informe pericial realizado, en el cual establece que por
dicha condición no se establece un valor indemnizatorio; además dicho gravamen se verifica en los
certificados del Registro de la Propiedad, constantes a fs. 26 y 27, documentos que fueron
debidamente anunciados y practicados en juicio, mediante los cuales se estableció la obligación de
los demandados en establecer no solo UNA SERVIDUMBRE de CUATRO METROS, sino dos,
esto es a los dos costados de sus propiedades o en su defecto en los sitios más adecuados,
disposición que se enmarca dentro de lo que se conoce como una “SERVIDUMBRE LEGAL” por
constar en un documento público emitido por la autoridad competente, como así lo establece el Art.
875 del Código Civil… y Art. 877 ibídem...De lo cual se determina que la servidumbre de tránsito
YA CONSTA ESTABLECIDA en las actas de adjudicación realizadas por el IERAC, por tanto, lo
que se realiza a través de esta acción es simplemente la legalización e identificación de la misma de
una forma técnica, esto es con dimensiones y características concretas por donde atraviesa. En
consecuencia, las alegaciones de los demandados en cuanto se debe mandar a pagar una
indemnización por el establecimiento de la servidumbre no tienen asidero legal, así como tampoco
tiene lugar la alegación de que dicha condición resolutoria no ha sido debidamente producida en el
proceso, puesto que, como ya lo analizamos, el certificado del Registro de la Propiedad en donde
consta dicha condición fue debidamente producido, junto con el informe pericial en el cual el perito
no establece un valor indemnizatorio en base a las actas de adjudicación presentadas por las partes;
siendo diferente el hecho de que la apertura de dicha servidumbre corre a cargo de los accionantes,
lo cual no se encuentra en controversia;…” (Sic). [El énfasis nos corresponde] De lo expuesto,
resulta evidente que en un acto voluntario, los demandados se obligaron con el extinto Instituto
Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (IERAC), al cumplimento de la condición resolutoria
de dejar espacios libres de al menos cuatro metros de ancho, a los costados del lote adjudicado o en
los sitios más adecuados para constituir servidumbres de tránsito, de manera que, el derecho real de
servidumbre quedó establecido mediante la adjudicación a los demandados como condicionante del
derecho de dominio de los predios en cuestión – tanto de los predios dominantes y de los predios
sirvientes – de constituir la servidumbre de tránsito cuya determinación se persigue, aquella, ha sido
motivada por la oposición de los accionados, quienes a sabiendas de la obligación adquirida han
pretendido incumplirla, debiendo los accionantes recurrir a la vía judicial para su respectiva
imposición y regulación. Por tanto, argüir que lo que procedía era la acción de restablecimiento de
servidumbre y no la de establecimiento, carece de sustento, en vista de que la misma, si bien fue parte
de las obligaciones adquiridas por los adjudicatarios, restaba ser determinada por el sitio más
adecuado a los beneficiarios para su debida constitución, tanto más, que no se puede hablar de
perturbaciones o verdaderas obstaculizaciones de los dueños de los predios sirvientes en el tránsito de
los actores, por no encontrarse delimitados los sitios específicos constituidos en servidumbre, al no
estar perfectamente establecido en los títulos de propiedad, huelga decir, que la intención inequívoca
de las partes que intervinieron en las adjudicaciones, era la de fijar una vía de acceso que permitiera a
los dueños de los predios dominantes ingresar a sus propiedades, en consecuencia, ha de estarse a la
intención de las partes y no cabe por tanto el pago del valor de las porción de los predios y mucho
menos indemnización de perjuicios, la aplicación del artículo 883 del Código Civil, resultaba
impertinente entorno a los hechos que se tienen como ciertos. Bajo el análisis efectuado, no se
encuentra vicio por el caso quinto del artículo 268 del COGEP.

13.­ Sobre la debida motivación. El artículo 76.7.l) de la Constitución en concordancia con


el artículo 130 numeral 4 del Código Orgánico de la Función Judicial que reza que entre las
facultades esenciales de juezas y jueces, deben ejercer las atribuciones jurisdiccionales de
acuerdo con la Constitución, instrumentos internacionales de derechos humanos y leyes;
dispone el deber de:
“Motivar debidamente sus resoluciones. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia
de su aplicación a los antecedentes de hecho. Las resoluciones o fallos que no se
encuentren debidamente motivados serán nulos”.
13.1.­ La debida motivación es una obligación y al mismo tiempo un derecho fundamental,
constituye un punto esencial del Estado Constitucional de derechos y justicia en el marco de
lo social como pilar fundamental de la democracia; en todo sentido, coadyuva a garantizar la
efectividad interconectada de otros derechos de los justiciables e incluso principios
fundamentales que rigen la actividad jurisdiccional, para controlar que la misma, no sea
arbitraria ni abusiva del poder; o mejor dicho, parafraseando a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, la debida motivación es un elemento esencial para descartar cualquier
indicio de arbitrariedad en la autoridad, para suministrar las razones que tiene y otorgar
credibilidad a las decisiones en el marco de una sociedad democrática;5 una sentencia
“debidamente motivada”, debe reunir:
“…requisitos mínimos, atendiendo a su naturaleza y finalidades: a) concreción; b)
suficiencia; c) claridad; d) coherencia; y, e) congruencia (…) la motivación en derecho
tendrá que dejar constancia de los criterios seguidos en materia de interpretación,
explicando el porqué de subsumir la acción contemplada en una determinada previsión
legal…”.6
13.2.­ Los presupuestos de concreción, suficiencia y claridad se refieren a lo sustancial de la
causa, a la necesidad de abarcar los hechos y el derecho y que sea comprensible al auditorio
social, es decir, que no sea obscura; mientras que la coherencia y la congruencia atiende a los
principios lógicos que guían el razonamiento correcto, siendo como lo son, requisitos
transversales que afectan a los otros requisitos, la sustentación del Ad­quem, debe guiar a lo
debidamente derivado o deducido, con la utilización de las máximas de la correcta utilización
de la ley, la experiencia, la psicología y la fuerza del convencimiento, lo cual ha de llevar a lo
adecuado de la sentencia; que a su vez, para que sea coherente debe ser congruente, es decir,
que sus afirmaciones guarden una correlación armónica adecuada, inequívoca, que no dé
lugar a dudas sobre las conclusiones a las que llega y no contradictoria, requiriendo que sus
conclusiones sean concordantes, correspondientes a los elementos que le dotan del
convencimiento, derivadas de aspectos verdaderos y suficientes para producir con efectividad
la subsunción del derecho al hecho; requisitos que han sido cumplidos a cabalidad en la
sentencia impugnada, pues de su lectura se evidencia que aquella se encuentra estructurada en
forma hilvanada tal como se pasa a analizar a continuación: En su considerando Primero,
determina la competencia del Tribunal; luego y la validez del proceso como requisito
indispensable para la adecuada prosecución de la causa, en los considerandos Segundo y
Tercero identifica a las partes procesales, reseña los antecedentes de la causa y los
fundamentos del recurso de apelación interpuesto por los demandados y las alegaciones
efectuadas por las partes procesales en la audiencia; el considerando Cuarto, expone los
fundamentos de la decisión a través de la propuesta fáctica y contra fáctica que contienen los
elementos que componen la traba de la litis y los insumos necesarios con base en los cuales
realiza su examen el Tribunal; siguiendo el hilo conductor del análisis, la Sala hilvana un
estudio jurídico doctrinario del derecho a la tutela judicial efectiva trasladada a la garantía de
5 Sentencia de 1 de julio de 2011, caso Chocrón Chocrón vs. Venezuela, párr. 118
6 Corte Constitucional, sentencia No. 035-12-SEP-CC, caso No. 3-0338-10-E
recibir decisiones debidamente motivadas y el derecho de defensa, ejercido por las partes a
través de la actuación de distintos medios de prueba, como son la prueba pericial, documental
y testimonial practicada en la causa; por último luego del análisis probatorio de rigor, en la
parte final del apartado 4.4 se especifica las razones por las cuales en su parte dispositiva el
Tribunal Ad quem ha resuelto confirmar la decisión de primera instancia: “(…)De lo cual se
determina que la servidumbre de tránsito YA CONSTA ESTABLECIDA en las actas de
adjudicación realizadas por el IERAC, por tanto, lo que se realiza a través de esta acción es
simplemente la legalización e identificación de la misma de una forma técnica, esto es con
dimensiones y características concretas por donde atraviesa. En consecuencia, las
alegaciones de los demandados en cuanto se debe mandar a pagar una indemnización por el
establecimiento de la servidumbre no tienen asidero legal, así como tampoco tiene lugar la
alegación de que dicha condición resolutoria no ha sido debidamente producida en el
proceso, puesto que, como ya lo analizamos, el certificado del Registro de la Propiedad en
donde consta dicha condición fue debidamente producido, junto con el informe pericial en el
cual el perito no establece un valor indemnizatorio en base a las actas de adjudicación
presentadas por las partes; siendo diferente el hecho de que la apertura de dicha
servidumbre corre a cargo de los accionantes, lo cual no se encuentra en controversia…;
disponiendo entonces la constitución de la servidumbre de tránsito a favor de los actores,
razonamiento sustentado en el inamovible cuadro fáctico descrito en líneas anteriores,
construido en base a la prueba legalmente anunciada, practicada e incorporada dentro del
proceso, que determinó la constitución de la servidumbre de tránsito cuya determinación, por
voluntad de los adjudicatarios hace parte del derecho de dominio de los predios sirvientes. No
se encuentra en el contenido de la sentencia recurrida, la aplicación de normas de la derogada
Ley de Reforma Agraria como ha manifestado la casacionista. Por lo expuesto, se desechan
los cargos invocados al amparo del caso dos del artículo 268 del COGEP
Razón para decidir (Ratio decidendi)
14.­ Las servidumbres constituyen un gravamen impuesto sobre un predio en utilidad de otro predio
de distinto dueño. Para que exista servidumbre se requiere necesariamente dos predios, uno que sufre
el gravamen denominado “predio sirviente” y otro sobre el cual se reporta la utilidad llamado “predio
dominante”. Con respecto al predio dominante la servidumbre se llama activa 7, y con respecto al
predio sirviente, pasiva; por tanto, la servidumbre legalmente constituida resulta inseparable de ambos

7 Y de conformidad con el artículo 595 del Código Civil, las servidumbres activas son derechos reales, pues se
tienen sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
predios. Por su forma de constitución, las servidumbres pueden ser naturales, legales o voluntarias.
Dentro de esta última categoría tenemos a la servidumbre de tránsito, la que, a falta de acuerdo de los
predios vecinos, podrá solicitarse judicialmente, convirtiéndose de esta manera en una servidumbre
legal, caso contrario, se trata de una servidumbre voluntaria. En consecuencia, verificada la voluntad
de los adjudicatarios de constituir la servidumbre de tránsito cuyo establecimiento no se encontraba
regularizado se ha solicitado, procediendo su constitución

VI. DECISIÓN

15. Por lo tanto, ejerciendo la facultad casacional esta Sala Especializada de lo Civil y
Mercantil de la Corte Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, decide:
15.1.­ Rechazar el recurso de casación interpuesto por la parte demandada respecto de la
sentencia dictada por el Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de
Justicia de Loja, de 5 de febrero de 2020
15.2.­ Por no haberse rendido caución no existe nada que disponer al respecto.
15.3.­ Devolver los expedientes de instancia para la ejecución de la sentencia, con la razón de
ejecutoría de esta resolución y los demás requisitos de estilo, para los fines de ley.­
Notifíquese y cúmplase.­

DR. WILMAN GABRIEL TERAN CARRILLO

JUEZ NACIONAL (E) (PONENTE)


DR. ROBERTO GUZMAN CASTAÑEDA

JUEZ NACIONAL (E)

DR. DAVID ISAIAS JACHO CHICAIZA

JUEZ NACIONAL (E)

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