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Facturación en Salud
Facturación en Salud
Contexto General
En el sistema de salud Colombiano previo a la Ley 100 de 1993, caracterizado por
una estructura de caridad y amparado por lo que en su momento se conoció como
subsidios a la oferta, que consistían en la transferencia directa de recursos hacia
los agentes que
prestaban servicios a la población siguiendo sus presupuestos históricos,
resaltaba la baja cobertura, baja calidad, inequidad e ineficiencia aun cuando los
recursos invertidos eran más que suficientes, situación que fácilmente fue
atribuida a la falta de organización y control de las instituciones.
Aparece entonces la Ley 100 y toda institución que integraba el sistema general
de seguridad social en salud colombiano, entró automáticamente en la categoría
de un ente empresarial que necesitaba de procesos eficientemente organizados
para garantizar una sostenibilidad financiera, en un sector donde la incertidumbre
es la constante. la transición de un modelo basado en subsidio a la oferta por
"subsidio a la demanda" determinó una estructura de funcionamiento con
autonomía financiera y administrativa, donde la sostenibilidad institucional estaría
garantizada por la capacidad de articular procesos administrativos y asistenciales
a una transacción comercial denominada la venta
de servicios de salud y que comienza a hacerse posible a través de los procesos
de contratación, admisiones y facturación como herramientas esenciales de
gestión.
Dentro de este contexto, el proceso de facturación se define como "el conjunto
de actividades que permiten liquidar la prestación de servicios producto de la
atención al usuario" y dadas las características del SGSSS
anteriormente descritas, todas las instituciones del sector salud deben hacer un
registro sistemático e individual de los procedimientos realizados y servicios
prestados a cada usuario, liquidarlos a las tarifas establecidas y cobrar a las
instancias pertinentes. Por eso, en términos generales el proceso de facturación
que se establece por la Ley 100 en el artículo 185 y que estipula "Toda Institución
Prestadora de Servicios de Salud contará con un sistema contable que permita
registrar los costos de los servicios ofrecidos" debe ser visto desde la panorámica
de que este proceso transforma en cuantías monetarias, el objeto misional, al
convertir en dinero todas las actividades asistencial a las que se dedica la
institución.
Desde una perspectiva más teórica, el proceso de facturación tiene dos funciones
clave que son:
1. Recopilar y organizar la información que genera la atención prestada a un
paciente.