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Conclusión:

Una empresa, además de generar utilidades y crecer como organización, tiene la


tarea de impactar positivamente a todas y cada una de las diferentes partes que se
involucran con ella. Es decir, la empresa proporciona a sus trabajadores opciones
adecuadas de desarrollo profesional y de vida; que sus clientes tengan productos
buenos por los que estén obteniendo valores adecuados a su pago; que sus
proveedores tengan un ambiente seguro de desarrollo; que sus vecinos también
obtengan un valor agregado por tener un contacto con la empresa; que respeten y
protejan al medio ambiente, y que trabajen en contra de la corrupción y en favor de
la integridad de la sociedad.

Una empresa con responsabilidad social es el equivalente a tener un buen


ciudadano, es aquel que cumple no sólo las tareas consigo mismo, con su trabajo y
familia, sino también con la sociedad.

Más de 40% de las Pymes mexicanas tiene al menos una de estas prácticas
implantadas y operando. Eso nos coloca en segundo lugar, por debajo de Chile. Sin
embargo, esta cifra sigue siendo pequeña, tenemos que seguir esforzándonos
mucho más.

El reto es que las Pymes deben creer en ellas mismas. Si se reconocen como una
empresa ética que le cumple a sus clientes, proveedores, empleados y vecinos, y
se compromete honestamente, sus posibilidades de mantenerse y de sobrevivir son
más altas.

Las pymes han encontrado en la conciencia social de los consumidores y en la


presión regulatoria los principales impulsores de la responsabilidad social
empresarial, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad y el impacto
positivo en la comunidad.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU representan un marco global


crucial que inspira y guía a las empresas hacia prácticas más sostenibles y
responsables, fomentando un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Apoyar el cambio hacia una economía eficiente en el uso de recursos es


fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Al adoptar prácticas
empresariales que promuevan la eficiencia en el uso de recursos, las empresas
pueden contribuir significativamente a la mitigación del impacto ambiental y al
desarrollo sostenible, generando beneficios tanto para la sociedad como para el
planeta.
La responsabilidad social empresarial en México ha evolucionado
significativamente, con un enfoque creciente en la sostenibilidad y el impacto social.
Las pymes juegan un papel crucial como impulsoras de la RSE, adoptando prácticas
que contribuyen al desarrollo sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de
la ONU ofrecen un marco integral para guiar las acciones de las empresas
socialmente responsables. Al apoyar el cambio hacia una economía eficiente en el
uso de recursos, las empresas pueden generar un impacto positivo en la sociedad
y el medio ambiente, promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.

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