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Johan Huizinga :

“El juego es una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos límites
establecidos de tiempo y lugar, según una regla libremente consentida pero
completamente imperiosa, provista de un fin en si, acompañada de un sentimiento
de tensión y alegría y de una conciencia de hallarse de manera diferente que en la
vida cotidiana”.

Roger Caillois dice que desde el punto de vista de la forma “...se puede definir al
juego, en breves términos, como una acción libre, sentida como ficticia y situada al
margen de la vida cotidiana, capaz sin embargo de absorber totalmente al jugador;
una acción desprovista de todo interés material y de toda utilidad, que acontece en
un tiempo y en un espacio expresamente determinados, se desarrolla con orden a
reglas establecidas y suscita en la vida las relaciones entre grupos que,
deliberadamente, se rodean de misterio o acentúan mediante el disfraz su
extrañeza frente el mundo habitual”. “...
Roger Caillois en el desarrollo del juego no puede determinarse, ni conocerse
previamente el resultado, pues cierta latitud en la necesidad de inventar debe
obligatoriamente dejarse a la iniciativa del jugador.
Roger Caillois El juego está sometido a convenciones que suspenden las leyes
ordinarias y que instauran momentáneamente una legislación nueva, que es la
única que cuenta
Roger Caillois El juego sólo existe cuando los jugadores tienen ganas de jugar y
juegan, así fuera el juego mas absorbente y más agotador, con intención de
divertirse y de escapar de sus preocupaciones, es decir, para apartarse de la vida
corriente. Por lo demás y sobre todo, es preciso que estén en libertad de irse
cuando les plazca, diciendo: Ya no juego más

Raimundo Dinello

Sostiene que el juego no tiene esa relación de rendimiento, es un valor en sí


mismo, la utilidad del juego es jugar, se rige por otros parámetros diferentes a los
marcados por la exigencia del rendimiento económico, productivo, formativo.
Invierte la lógica utilitaria: su mayor riqueza se despliega cuanto más se despoja
de finalidad alguna. Cuando no se lo utiliza solamente como “medio para”
(diagnosticar, enseñar) sino que también se lo considera un fin en sí mismo.
Graciela Sheines que es necesario interrumpir el orden de la vida ordinaria,
destruirlo temporalmente para fundar, en el vacío que queda en su lugar, el orden
lúdico.
Graciela Scheines, “Juegos Inocentes, Juegos Terribles” Sostiene que “Somos
libres de jugar o no jugar: La elección siempre es nuestra el juego por mandato o
delegación es una parodia o un simulacro. No es juego. Pero una vez que
decidimos jugar nuestra libertad debe amoldarse a la legalidad libremente
aceptada. Hay entonces dos formas de libertad en el juego: La absoluta que se
ejerce en el momento de tomar la decisión de jugar y la condicionada por las
reglas mientras jugamos.

Fuentes:

Caillois Roger. Los juegos y los hombres. La máscara y el vértigo. Editorial Fondo
Cultura Económica, México. 1986.
Caillois Roger. Los juegos y los hombres. La máscara y el vértigo. Editorial Fondo
Cultura Económica, V Caillois, Roger.
Dinello R., Expresión Lúdico Creativa, Colección Sin Fronteras, Editorial Edinor, Uruguay,
1991
Sheines G. 1981. Juguetes y jugadores. Editorial Belgrano
“Juegos Inocentes, Juegos Terribles”

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