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Dinámicas para que los niños

sean ordenados

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El orden se enseña y la
manera más efectiva de hacerlo es transmitiendo a los pequeños la tranquilidad
que se siente cuando las cosas están en su lugar. Comencemos dejando claro
que es muy sano desordenar jugando y experimentando. De hecho, es
necesario revolver, mezclar y probar diferentes maneras de usar y colocar los
juguetes y las pertenencias personales.
No hay que limitar la imaginación y la iniciativa del niño en ese aspecto pues es
la forma más natural de ser creativo. Sólo usando todos sus juguetes sin un orden
preestablecido podrá combinar muñecos y juegos de forma diferente a la habitual
y así desarrollar su inventiva: peluches yendo a comprar coches a la tienda de las
muñecas, que está hecha de bloques de lego, podría ser una escena real en el
cuarto de tus hijos si tienen libertad para combinar tanto sus cosas como sus
ideas. Esa libertad es una garantía de que su desarrollo cognitivo, emocional y
social va viento en popa.
Hasta ahí todo perfecto, pero al terminar el juego viene la segunda parte y es la de
ordenar cada cosa en su lugar. Tranquilos, no es difícil. Vamos a conseguir
introducir el orden en la habitación de los niños a través de unas dinámicas
sencillas.
La organización da serenidad y ese es el mejor punto de partida para comenzar
una nueva aventura cada día. Si conseguimos que nuestros hijos piensen así
tenemos el camino casi hecho.

Rutinas para poner en práctica


El secreto para conseguir que sean ordenados es hacer del orden un juego en sí.
Por ejemplo, dedicando una tarde a la semana a clasificar los juguetes.
Podemos ayudarlos, por supuesto, pero hay que dejar que sean ellos los que
decidan el lugar de cada cosa. Los contenedores tipo caja son muy útiles en esta
labor. Será divertido comenzar a separar los juguetes mezclados con las prisas del
día a día y para él se convertirá en un divertido juego, casi un pasatiempo a
resolver: poner en un lado muñequitos pequeños, en otro coches, más allá
animales, peluches y todo lo que crean que se puede separar en “familias” hasta
organizar cada cachivache que nos encontremos.
Otra rutina que les ayudará a ser más organizados mentalmente es armar
rompecabezas. Es un juego magnífico para desarrollar la motricidad fina, la
concentración, la destreza, la imaginación y lo que más nos interesa aquí: la
capacidad de acomodar las piezas. Inconscientemente se irá acostumbrando a
“poner orden al desorden”
Así que rodeemos a nuestros pequeños de puzles que les supongan un reto y
veremos un cambio en su actitud. Por último será muy provechoso que ayude en
casa con todo lo relacionado con la clasificación de objetos en las tareas
más cotidianas: separar la ropa limpia de cada miembro de la familia para
guardarla o la sucia en ropa blanca y de color, ordenar la compra en la despensa,
clasificar la basura para reciclar, organizar los armarios (incluido el suyo)… todo lo
que se nos ocurra que sirva para que colabore en los quehaceres de la casa y
además le sirva como “juego” para aprender a ser ordenado.
Le encantará ser responsable de estas tareas y se sentirá “mayor” mientras las
hace. Los niños se sienten estimulados y valorados cuando ven que confiamos en
ellos y los tratamos como “niños grandes”.
Te sorprenderá cómo estas ideas despiertan sus ganas de “tener todo en su sitio”
y las traslada a sus cosas más personales. ¡Ya nos contarás!

Aunque todas las personas son capaces de aprender una o más lenguas
extranjeras, existen diferencias individuales que marcan el proceso de
aprendizaje de cada persona, y por eso conocer el propio estilo de
aprendizaje puede ser útil e interesante para aprender un idioma.

Es sabido que nuestros sentidos (la vista, el oído, el tacto…) nos ayudan a
percibir, a guardar y a recuperar la información, pero, ¿conoce usted cuál es
su modalidad sensorial preferida a la hora de aprender? ¿Es usted un
estudiante de tipo visual, auditivo o táctil-kinestésico? Para que pueda
averiguarlo le ofrecemos las características principales de cada tipo:
Tipo visual

a) Tipo visual: Los estudiantes visuales a menudo


“piensan en imágenes”, por lo que pueden aprehender
gran cantidad de información a la vez y con rapidez.
Suelen aprender mejor cuando leen o ven la información
de algún modo (textos, mapas, dibujos, gráficos, etc.). Si
tienen que seguir explicaciones orales, les gusta tomar
notas. Se trata de personas organizadas, su imaginación
y capacidad de abstracción son muy grandes, por lo que
pueden relacionar fácilmente unas ideas con otras. Para
recuperar la información se sirven de procedimientos de
visualización. Son personas observadoras, que recuerdan
bien los detalles, por lo que pueden reconocer
visualmente las palabras, y así suelen tener buena
ortografía.

Tipo auditivo

b) Tipo auditivo: Son personas muy sensibles a los


estímulos auditivos, y suelen aprender con más facilidad
a través de informaciones orales. Les gusta el diálogo y
tienen facilidad para expresarse verbalmente; cuando
leen en silencio suelen mover los labios, y les gusta
especialmente leer en voz alta, repitiéndose los textos a
sí mismos a la hora de estudiar. Suelen almacenar la
información de manera secuencial y en un orden rígido,
en forma de sonidos, melodías o voces. Les gusta
escuchar a los otros y oír canciones. Recuerdan las
palabras como “representaciones sonoras”, lo cual es de
gran utilidad en el aprendizaje de idiomas o en la música.

Tipo táctil o cinestésico

c) Tipo táctil o cinestésico: Estas personas responden


con agrado a las muestras físicas de afecto, les gusta
tocarlo todo, y gesticulan mucho al hablar. Procesan la
información asociándola a movimientos o acciones, así
como a representaciones táctiles u olorosas. Suelen
aprender haciendo cosas, participando directamente en
ellas, y recuerdan más fácilmente algo si lo han hecho.
Prefieren aprender haciendo trabajos de campo, pintando
o bailando, y les resultan muy útiles en este sentido las
imágenes en movimiento, prefiriendo en particular las
historias de acción. A menudo les gusta comer o beber
algo mientras estudian, y disfrutan trabajando con sus
propias manos.

Aunque es imposible etiquetar a las personas, estas


caracterizaciones pueden servirle a usted, y también a
su profesor o tutor de español, para organizar más
eficazmente su proceso de aprendizaje. Los tutores de
español de AulaDiez, a través del seguimiento en línea de
sus alumnos, tratan en todo momento de adaptarse a sus
necesidades y estilos de aprendizaje particulares, con el
objetivo de ofrecer una auténtica enseñanza
personalizada.

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