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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
LIMOSNAS DE LUZ
(Antología)
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
ELÁNGEL Editor
Urb. Dammer, calle Félix Valerino E10-87
Telf. 2418214 / 0998111118
Quito – Ecuador
LIMOSNAS DE LUZ
(Antología)
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Sara Vanégas probablemente sea una de las voces más cuidadas y nítidas
de la poesía ecuatoriana actual. Sus ya reconocidos micropoemas son
instancias líricas de asombrosa lucidez. En ellos se registra un acertado
equilibrio entre el oficio del rigor y la supuesta sencillez que ofrecen
estos textos de diafanidad surrealista.
Una poética de las cosas y los instantes (esa recreación que envuelve y
engarza a los recuerdos en un nuevo génesis del universo que se vuelve
a dar en la palabra).
desde antes de mí
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Me baso, para hablar de ello, en ciertos momentos hallados luego de en ciertas noches del año —dicen— emerge sobre la superficie del
una lectura de toda su obra: océano una ronda de delfines dorados formando extraños mensajes…
En la mayoría de su obra se puede notar, con mucha claridad, una En su libro “Luciérnagas y otros textos” se hallan extrañas y caprichosas
cierta influencia formal de los haikus japoneses, pero los poemas de definiciones que impresionan por auténticas y originales. Por ejemplo
Sara penden de una originalidad que no se centra en la perfección este poema que define a la NADA:
métrica (en esa medida-cárcel de los textos orientales).
pájaros sin voz
El libro “Indicios” es, sin duda, el mejor ejemplo de trabajo formal planean
en la poesía de Vanégas. Poemas, todos ellos, de tres versos. Uno de sobre cuadernos vacíos
estos tres —no necesariamente el último— es, siempre, la hipótesis
que crece y que llega a interpretarse en el final de estos pulidos textos o este que define a la FELICIDAD:
que siempre sostienen una imagen surrealista.
En el libro citado está la poesía más definitoria de Sara Vanégas. Se los un ángel olvidadizo
halla también, esparcidos, en toda su obra. rondando en mi corazón
descalzo
En el libro “PoeMar” se leen poemas que resultan igual de sentenciosos
que cualquier epigrama chino o igual de proféticos que un salmo Siempre huyéndole al coloquialismo, haciéndole el quite a esas otras
hebreo. Y claro, lo que fascina, conmueve e impresiona es la síntesis y formas más extrínsecas y menos profundas; sin embargo, en este
la precisión sujetas a no más de tres versos. mismo libro hay un curioso poema que forma a otra Sara Vanégas,
distinta a la conocida. Un cierto halo a poema urbano con cierta dosis
una mano misteriosa señala hacia el mar de precisa sencillez, dejando, acaso, en un corto descanso, su potente
metáfora surrealista.
y el mar echa a andar hacia esa mano
con todas sus campanas y sus voces Es un poema raro en ella. Y por lo mismo, fascinante:
En el mismo libro se puede encontrar otra forma. Un poema prosa que y te esperé en la esquina absorta de aquel café que frecuentamos
suena a noticia, a fábula antigua, a alegoría fantástica: tantas veces
que tanto nos animó a la pasión de lo imposible: jardines
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Y hasta algún sabor a poetas de península, como este verso genial que En el estupendo libro “PoeMar”, el mar, como siempre, es la música
bien podría ser extraído de los limoneros de Don Miguel Hernández: de su palabra minimalista en donde la vemos más universal que nunca,
llegando inclusive a cantar versos como lo haría el César Vallejo de
de tu casa a mi casa solo hay una herida… “perdonen la tristeza”, o mejor el de “… y el cadáver siguió muriendo...”:
Aunque más allá está voz poética herida, cicatriza y reflexiona con alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
el siguiente poema que bien podría estar incluido en una selección las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado
rigurosa de poemas de amor:
todas se miran en el agua y olvidan su rostro
de tu casa parten las alas
de mi casa Nunca deja de mirar a la poesía en sus viajes y en sus recuerdos de
Babel. Al fin y al cabo, nos quiere hacer saber que sus poemas fueron
los vientos escritos en muchas partes del mundo. Y lo sabemos porque muchos de
sus poemas están firmados con la ciudad en donde nacieron, en donde
En la Estancia V de su poemario “Al Andar” queda el sabor de la se hicieron. Desde donde llegaron.
nostalgia como un ingrediente que levanta una nueva catedral de su
poesía. La otra realidad está intrínseca dentro de una voz poética que se 4. El camino es el mar. Y la huida, el desierto
deja ver en el recuerdo (ese sabor que deja lo vivido, la certeza de que
lo recuperado no es suficiente para volver a vivir): El mar y el desierto son temas reiterados en todos sus libros.
mancha púrpura / la memoria El mar en Sara es casi un signo permanente en su trabajo lírico. No
según magritte es un dolor sin tiempo hay forma de dejar de poetizar al mar, pese al tiempo, pese a las aguas.
entre las cejas
el sol se aleja Hay un Bis a Bis entre la antítesis perfecta de las aguas y la arena.
caen tus manos
cae tu rostro El mar siempre resulta el pretexto perfecto en su poesía para que de él
como luz morada de las sombras devenga todo. Y sea todo el nuevo mundo lírico de la personalísima
cae voz poética que habla con apasionado encantamiento sobre el más vivo
al otro lado de mi corazón ser del universo: el mar.
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Con sonido de leyenda, el mar se va depositando en todos los poemas de hasta las pirámides y las ciudades sagradas de la antigüedad, cuando el
Sara, y se van secando hasta volverse desierto. De las arenas saldrá la duna mundo andaba a pié y las ciudades eran el experimento de los pueblos
firme de las aguas. Y renacerán las aguas, otra vez, y así, eternamente. sedentarios. Entonces reconocemos paisajes poblados de luz y de color,
así, como los cuadros de Miró o las imágenes selectas de André Bretón.
Como la antípoda perfecta de la vida, sobre la seca ranura del desierto,
donde se crean las rosas de arena que no depende de la clorofila de las La prosa poética que contiene este libro no se detiene a contar. En ella
flores, si no de los vientos de Oriente. habita la magia precisa del misterio que, creo, es la base fundamental
de la poesía. Y de la filosofía. Y de la vida.
Sara crea su poesía como una pintura de palabras, en donde cada fina
pincelada va dibujando una imagen ligada a un surrealismo interior, así Desde su primer libro ya confiesa esa suerte de ostracismo hacia la
como si de la atomización de los colores saliera ahíta de vida la figura temática del mar. Esa condena firme.
de Gala, en la pintura de Salvador Dalí; o como si entre la figuración
irreal de la realidad más palpable del Pintor Rene Magritte emergiera el Desde el mar, la voz poética dictará el resto de temas. Desde las aguas,
nuevo símbolo de la verdad. Detrás de todo este surrealismo se deja ver así como el verbo de las cosas.
el otro color que grita el surrealismo sin exponerlo. Allí está la realidad:
y es fresca y tiene el sabor dulce del mar de sal. Porque habita al poeta, En su poemario “90 poemas” publicado en 1980 dice:
aún sin que el poeta lo conozca. El mar nunca se conoce. Todo mar es
inconcluso. Y todo lo que no tiene respuesta está en el mar. Y Sara nos ansiedad marina
da las respuestas a las preguntas que aún no hemos hecho. hay nubes en mis alas
a mis pies las olas
En la naturaleza, aún ahora, están todas las preguntas, y bajo ellas,
todas las respuestas. En “PoeMar” la voz poética se funde en las aguas, entonces ya no se
sabe si quien escribe ha sido agarrada por la fuerza de la espuma, o es
Con absoluta síntesis y precisión, Vanégas explora el mundo, con los que acaso, parafraseando a Vallejo —o profanándolo, que más da—:
ojos de la recalcitrante contemplación. La naturalidad se mezcla con “quiere escribir, pero le sale espuma”:
el naturalismo y entonces, aliadas las dos, van en busca de una nueva
realidad. Siempre bordeando el camino de la sencillez, así como el nuevamente el mar invade mis ventanas. se llega hasta mis rodillas
buen Borges que tanto amaba “mirar al río”, y en él, hallar a Heráclito. y asciende lentamente a mis senos. se cuelga de mi boca y me inunda
el pelo. yo lo miro mirarme desde los ojos. como un enigma antiguo.
En su libro “Versos trashumantes” la poeta cuencana que está noche como un paisaje regado en todas partes
nos regala la mayor parte de sus versos, nos conduce por los jeroglíficos
escritos en la arena del desierto (un Sahara que se vuelve cotidiano), y hace tanto frío y tanto oscuro
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Sin embargo el mar también tiene su punto aparte. Hay una ruptura, En el poema Leyva de su libro “Antología personal” reluce una alegoría
en este mismo poemario, donde el mar se vuelve naufragio: del amor frente al paisaje, siempre el estado de ánimo de la voz poética
recatada, finísima y de gusto exquisito no se derrota en la cama de
crece un árbol de huesos desolados. tu pelo es un clavos que el dolor entrega cuando el amor sangra en las heridas, si
enjambre de ángeles quemados. no que el paisaje es una terapia tranquilizadora. Cuando hay en esta
el mar ya no será: poesía la sumisión irrestricta al paisaje consolador, se produce una
especie de contemplación alucinada.
sólo el naufragio
La voz poética de Sara Vanégas suena, a veces, cuando se lanza a
5. Ese lugar en que el amor florece describir, a esa fresca alusión del cosmopolitismo modernista. En su
poesía se encuentran versos que bien podrían sonar en las campanas
En la poesía de Sara, el amor es al desierto lo que el mar al espejismo. del Rey Darío:
Es un espejo del deseo, algo que poco a poco se va difuminando. Un
reflejo de humo. Un Narciso que no se avanza a ver, pero que intenta amor. te invito a mirar el agua
el milagro del reflejo. la luz dorada del estanque
-que me recuerda tus ojos pasmados-
La poeta dice: te invito a aspirar la tarde
entre rosas y fuentes y vuelos
yo buscaba tus ojos en medio de las dunas y los vientos. buscaba tus amor. te invito a caminar conmigo.
huellas. yo soñaba tus manos antes de caer en el infierno. la furia
del sol me hizo olvidar tu nombre. y te llamé agua…. La voz poética es una Penélope que espera un amor que tiene una
silueta parnasiana y que no avanza a ser. Que siempre está lejos, pero
El desierto es ese animal terrible del amor, y el mar es la resignación, la que acompaña:
memoria y el olvido, por fin.
y te he esperado sin rastro
Aunque también la voz poética de estos versos busca en el mar el y sin prisa
recuerdo del pasado y en el desierto, el presente: sobre los puentes y las cúpulas azuladas del verano
a través de los túneles interminables de la noche
te acercas intermitentemente. mi sueño se enciende de repente. en todos los andenes
y bailo alrededor de tu fuego. lejos del mar y sus sirenas
como en los viejos tiempos. cuando invocábamos al sol desde las aguas. te he esperado en esta ciudad
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Fernando Pessoa
Sus más de 10 libros y su sostenido y firme discurso a lo largo de casi
medio siglo la confirman como “cumbre de su generación y aun de esta
lírica nuestra”, como bien dice Hernán Rodríguez Castelo.
Y que sus frutos sigan dando de comer a los pájaros que, como ella, salen
cada cambio de estación a buscar en el exilio la maravilla de la vida.
Ni más ni menos.
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90 Poemas
(1980)
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Chavela Vargas
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Déjame
déjame
descansar
en los rayos oblicuos de la luna
y bañar mi faz en su ceniza
déjame
soñar
y penetrar los sueños
sus secretos y sus rostros
déjame
explorar el silencio
y pulir las estrellas escondidas
déjame
rescatar de entre las sombras la silueta
de un mañana
eterno y verdadero
déjame
descansar…
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
El árbol está
de pie
el árbol observa mis paseos en el jardín y aunque
en mi propio bosque interminable yo crea en él
la taza humeante el cigarrillo olvidado no está conmigo
un libro la calefacción
Múnich abriéndose paso en mi vida
el árbol no pregunta
nada ni me cuenta
está allí
inclinado
interrumpiendo
el tráfico confundiendo las voces y los vientos
fantasmas dulcificados
anidan la desnuda
silueta
de sus ramas
-pasajeras sonámbulas del frío-
(mas
los pájaros volverán
sus sombras han de alargar la espera de la noche
como pañuelos de seda
blanca)
a veces
el árbol se asoma
indiscreto
en mis cuadernos en mis cartas
pero no es cierto:
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Otoño Signos
peces de luz
despertaban
en tus manos
ausentes
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
muy lejos
(o muy cerca)
me espera el recuerdo de tu voz
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
te brotaban
eucaliptos
en la voz
cuando callabas
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Octavio Paz
…yo te imagino
en una ciudad sin lunas y sin templos
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Tu sonrisa
Naves
indeciso
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Niebla Nada
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quién Azar
hasta olvidarte
Líneas (Múnich, 1979)
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yo
itinerante Idem
el rosal
Aceras que siempre plantamos
no supe más de ti
los jeroglíficos
casi oxidados en el viento
aún esperan
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Entrelíneas
(1987)
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Adonis
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Ciudades
Ventana
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Hora 16 Nostalgia
Palabras
y el sol de tu risa
y mis ansias de sol
palabras
(Viena, 1982)
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Indicios
(1988)
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Novalis
Tout est signe. Aller du signe à la chose signifiée c’est approfondir le monde,
c’est aller vers Dieu.
A. Malraux
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Definiciones
la amistad es el amor
perfecto
el sol es un caracol
tu sombra
la playa olvidadiza
__________
cicatriz en el océano
(Bielefeld, 1982)
__________
crucificada
__________
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el tiempo: __________
esa herida angustiosa
el puerto se ha lanzado tras la barca
sembrando de cadáveres mi piel en un día sin sol
__________
y sin retorno
(Roma, 1985)
__________
nuestra sombra
__________
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
transparente Marina
sobre alfileres suspendida
gaviotas picotean
nuestra flor en tus manos
___________
pronto llegará la partida
entre la rosa y el polvo __________
un parpadeo
después del mar
y la nostalgia el agua de tu ausencia
y un nombre
__________
(San Sebastián, 1986)
yo resbalo en silencio
desde tus ojos
al mar
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
día a día
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Hoy Siempre
interrogante en mi garganta
__________ __________
diseminados
tus rostros en mi cara
queman
__________
transitan
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PoeMAR
MENCIÓN ESPECIAL PEGASO
EDITORES, ROSARIO 1994
A G.C.
70 x 7 = 92 1.54
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Arthur Rimbaud
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Primera parte
alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado
en ciertas noches del año –dicen- emerge sobre la superficie del océano
una ronda de delfines dorados formando extraños mensajes ...
la luna entonces se va tornando azulada. lentamente
(Cuenca, 1993)
____________
dicen que cuando la luna está azul brotan ciudades enteras del fondo
del mar. que sus habitantes (de ojos fosforescentes y oscuros ropajes)
inician entonces una larga danza que no cesa hasta que algún puerto se
arroja a las profundidades
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__________ II
son criaturas de hielo. hielo y sombra mar que me bebes gota a gota
su canto cubre de agua toda la ciudad noche a noche
como un diluvio de soledad. tristísimo
dicen que quien lo escucha enloquece mar que me sorbes
y no para hasta encontrar el mar ... desde tu eternidad amarga
__________
__________
voces que reclaman tu garganta. voces oscuras
¿los sueños? voces que se enredan en tu lengua y en tus manos
alguien los recoge en cuencos diminutos y los va depositando en hileras voces que te atrapan. y te encadenan al mar
junto al agua __________
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
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tu frente dormida: velo misterioso desde mi catedral sumergida yo veo regresar tus
de mar y luna llena peces y tus pétalos a mis cúpulas heladas
antigua soledad de los puertos tus voces buscan mis voces mi campanario
un inaudible canto de sirenas me vuelve a la realidad enmudecido y mis ofrendas...
lentamente mis naves empiezan a poblarse. y hay
desde el otro lado tú sonríes un jardín muy blanco de nenúfares
__________
¿un último milagro?
cuántas catedrales. cuántos incendios ___________
sumergidos en tu voz
campanas de soledad y fuego. idiomas milenarios
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y te esperé en la esquina absorta de aquel café que frecuentamos tantas las voces del mar tornan a morir
veces en mi garganta
que tanto nos animó a la pasión de lo imposible: jardines
en una isla del egeo. el principito de huésped y tú voces que un día te crearon
en todos los aposentos de mi corazón
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
hace ya tanta agua caminas bajo el agua con una rama entre los
__________ dientes. tus pies tocan los corales rojos y no te
sorprende el vuelo de mi sombra sobre tu pelo
cada noche el mar llega a lamerme como un perro yo sé tu nuevo nombre ninfa extraviada. y sé tu
me envuelve en sus cántaros y sus fantasmas. yo soledad antigua
alcanzo a extender las manos y toco voces. toco
siluetas inflamadas y sé cómo llegar a la sal de tus labios. más allá de
borbotea la ciudad con todas sus lunas rotas la luna y los bancos de arena. tus labios letales.
en tu jardín esperas POESÍA
mi ausencia llora desde tus ojos
__________
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a
G.C. y S. B.
por siempre
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Grazia Deledda
Walt Whitman
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
(Cuenca, 1998)
__________
__________
tú no preguntas adónde
__________
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tú esperas el mensaje con el pecho un gemido bajo la tierra va buscando raíces en tus venas. tu cuerpo
(abierto exhala olor a hojas machacadas
y una trompeta llueve hojas doradas: __________
la luz es el mensaje
pero alguien golpea en mi costado. como una espiral de llanto. y mi
(Quetzaltenango, 1997) cuerpo se vuelve sombra ... agua
__________ __________
cúpulas ardientes. soledad que espera tras el agua y te dejarán desnuda. sin voz y sin retorno. se alejarán cantando
las palabras caen como musgo antiguo ... __________
solo escuchas la música azulada de los astros
su eco callado en tu garganta
__________
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abriendo el crepúsculo
__________
tú haces sonar las manos. y hay ríos de júbilo en todas las estaciones
__________
y los olvidas
__________
desde antes de mí
__________
signos violentos
como golpes de dados en la arena/
tu mano es un oráculo sin tregua
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
III IV
ese gemido bajo la arena. que asciende al cielo obelisco de sombras. mar: un cuchillo de sal me atraviesa el pecho y las palabras
que balancea el talle ausente de las palmeras. __________
gemido de agua quemada
¿dónde las cúpulas de plata? ¿los jardines colgantes? ¿los ojos que las voces llegan a borbotones. como el oleaje a las naves sumergidas de
esperan? ¿dónde el espejismo en que perderse? la catedral eterna. voces que ascienden al coro y las cúpulas.
sólo sueños borrados. una flauta que hace vacilar al viento. y el largo como alas o lluvia mansa
olvido de las dunas tras los vitrales encendidos: peces arrodillados y tu sonrisa
__________ dormida
__________
y ahí vienes, amigo mío. tocando tu flauta eterna. por la arena sin fin.
vienes cantando a la más seductora de las soledades. a las dunas y a los alguien dibuja en la arena el recuerdo de un nombre
vientos. y a sus hijas magníficas: rosas encarnadas (frío noche y luz). y se arroja a la mar
llegas al lugar exacto donde hace milenios se levantaban orgullosos __________
palacios y misteriosos ojos nómadas. tu paso es cada vez más lento
inseguro. ¡oh! adorador de lo que fue… ¿escuchas su brillo aún lejano? es ella que se asoma. tímida y ausente.
y la arena que fluye como tus memorias. y las palmeras antiguas con todos sus desiertos y sus manantiales. con su cortejo de leyendas
empiezan a verdear en oasis permanentes. ahora tu música es tan y suicidas. ligera y blanca como un fantasma. y sus adoradores
lejana como las viejas estrellas. caes. pero tu rostro brilla: frente a ti las enloquecen. allí. sobre las rocas y en el mar
cúpulas doradas de la ciudad perdida. de bruces las bendices. mientras entonces empieza la larga danza: gritos y conjuros. tambores y aullidos.
unos ojos de miel quemada recogen tu última visión. y te olvidan hasta que ya a la madrugada -ebria de luz y de hastío- ella los deja
__________ desde el agua yo espero el retorno de tu risa
__________
presientes la dorada presencia del templo entre las dunas. tras de ti el
viento borra toda huella y todo sueño. tu paso es lento y piadoso. sobre la tristeza del mar: borrachera de espejos. el planeta entero abierto.
rosas de fuego y frío. y el olvido perenne de la arena la luna: un carámbano sobre su piel huraña. sollozo imposible desde
__________ las profundidades. y esa música de agua y noche. de vidas ignoradas y
multiplicadas muertes
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
un arcángel
esquivo
sobre la humedad de tus huellas
__________
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
el fantasma de tu voz
aún me llama
hoy
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Antología personal
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Alguien en mí se quema
Alejandra Pizarnik
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
un pez de plata lleva en sus ojos todo el espectáculo de los mares y la luna
roja. la desesperación oscura de los hombres. su soledad irremediable
un pez de plata que sueña vibra como una campana. viajero esquivo
entre el mar y el cielo…y tu sombra
(Salinas, 1999)
__________
no eres sino un astro pero te adoro. adoro tus manantiales y tus sombras.
tu obsesión por el mar. y tu terca belleza que enloquece. tus visitas
furtivas a mi lecho. cuchillo de luz que me roza los labios. y me ignora
(Salinas, 1999)
__________
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
los vientos
__________
atas mi risa a tus cabellos y avanzas hacia alta mar. allí te esperan mis ojos
__________
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Al andar
2004
Premio Nacional Jorge Carrera
Andrade
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Marguerite Yourcenar
Wang Weiqing
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Schatten Rosen
Schatten.
Ingeborg Bachmann
Estancia i
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Retrato
Tala
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
un pájaro extraviado sueña anidar en ella mi casa es un enjambre de alas que se fueron
Anécdota Exilio
se cuenta que volvió para despedirse vienes del otro lado de las aguas tras
con los ojos altos y serenos la huella pavorosa
pero la víbora del amor hizo lo suyo de un adolescente muerto
y se quedó para amar su ceniza
como en trance vienes, hermano mío, a refugiarte
en el antiguo misterio de la tarde
se cuenta que cambió de piel y de destino y el bosque en llamas te devuelve una vez
por unos ojos de miel que le olvidaron más su rota cabellera
Retorno
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Estancia ii
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Retorno
II
mar
vuelvo a tus ciudades sagradas
templos ignorados
cielos sumergidos
vuelvo
al edén primigenio acógeme
mar que he extraviado mi voz
entre tus voces
Te imagino
Baño
lentamente se desnuda
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Insomnio
Estancia iii
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Fata morgana
luz salobre
danza enigmática de los ergs
tus ojos casi ciegos
jardines más allá del horizonte
furor del oleaje
y esa voz tan tenue que susurra
gaviotas doradas
bajo el sol inclemente
Nacimiento
Almenas
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Antonio Colinas
Estancia iv
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Arribo
Pirineos
esqueleto en nieve
de un antiguo colosal
saurio
o memoria del origen
de la tierra
de todo afán y todo enigma
glacial y perpetuo
más allá de la anécdota humana
Aterrizaje
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Manuel Scorza
Estancia v
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Aeropuerto
Poema 7
averiado y cobarde
la luna cada vez más alta
el aire en llamas
y el agua...
el agua que envenena mis labios
La herida
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Sueño Inútil
Poema
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Estancia vi
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Grietas
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
avanzas
Mínima antología poética
Madrid, 2010
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Die Rose ist ohne warum; Sie blühet, weil Sie blühet.
Angelus Silesius
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Tren
Medio día
este silencio
me vuelve
El muro
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
__________
un pájaro enjaulado
se bebe a sorbos el ocaso
y vomita la noche
Versos trashumantes
Premio Hoja de Encina Madrid
(2011)
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Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
Friedrich Hölderlin
Mahmud Darwish
158 159
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz
y así somos
.
es el viento que ruge entre las dunas hendidas
puertos antiguos y naves sumergidas desde el fondo
(de la arena
resucitan /por segundos eternos
mientras el caminante maldice
su propia huella /tan lejos del oasis de sus antepasados
.
mansiones lejanas. estatuas. una mano que reparte estrellas diminutas
sobre los muslos. tan cerca de la arena y la esfinge. tan lejos del mar y
sus lunas. tan solas. tu garganta: el oasis y la sed. el triángulo de la luz
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*
dicen que la ciudad sagrada fue diseñada por un poeta ciego y construida
por doncellas sin voz. más allá del agua y de la arena. ciudad de cúpulas
y jardines. dicen también que está dormida y volverá a ser en una era
futura. cuando no existan más la memoria ni el olvido
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Ciudades
A Ítalo Calvino
Cities
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Café 2
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La espera Nómada
antiguos muros oxidados llegas a mí: la mirada cortada. detenida en ese antiguo paraíso. desde la
el sol es una brasa triste sobre las piedras arena. bajo un sol canicular o un frío que paraliza. que engendra rosas
mientras el musgo milenario torpemente se arrastra en las dunas y las arroja al camino del por siempre nómada. ajeno al
de los postigos a tus ojos consuelo de los oasis. la garganta seca de sed e invocaciones. solo te
cansados de tanta espera queda el recuerdo prófugo de la miel los aljibes las lunas danzando
sobre las almenas. solo el escalofrío sagrado de lo que no muere…
llegas y bebes en mí el agua salobre de tu linaje... y la tarde se abre en
Waiting ciudades imposibles desde tus ojos
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Noche que crece desde los ojos de los ahogados Y te encuentras gritando en la oscuridad
se riega sobre tu lengua sobre escalones de humo y hollín
te deja palabras oscuras un nombre astillado de repente
para nombrarla enmudecido/
para nombrarme… tu grito es un espasmo que arroja
olas de ceniza desde tu lengua
flagelada
The twilight that waxes from the eyes of the
drowned
spills over your tongue And you find yourself crying out in the darkness
leaving you only obscure words above layers of smoke and soot
to name the darkness a name that is suddenly splintered
to name me… and silenced/
your cry is a spasm that spews
waves of ash from your scourged
tongue
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Cavafis
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4 5
cielo de cobre sobre las manos resbalas otra vez desde mis ojos
ciudad que no te acoge niña ciega y ausente
porque no eres de ella a desafiarme a tu mundo
ni de ninguna parte sin tiempo sin luz sin cielo/
criatura amarga niña eterna
avanzas hacia mí te detienes al borde de mi espejo
¿o yo hacia ti? muda
las sombras me impiden saberlo
5
4
again you slip from my eyes
copper sky above your hands unseeing and absent girl
this city that does not welcome you to challenge me with your world
because you do not belong to her timeless lightless heaven-less/
nor to any other eternal youth
bitter creature you pause at the edge of my mirror
you advance toward me speechless
or is it I who advances toward you?
the shadows keep me from knowing
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Memorias I
Luna
Moon
Lord, my heart and the sea we are surely alone.
such a low moon
Antonio Machado midday/ your voice takes me back to distant times
when my existence was not yet set
(you were already here)
your beloved voice. so far-off
the moon is a dagger in my throat
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Your voice
This silence of yours that casts a shadow over midday
Your voice strengthens me from within. fills my eyelids my hands my and traps my sense of space and my senses
throat. Your lush-green voice like the summer’s tallest wave. rushing this silence of yours
over my eyes my fingers. it becomes sand flowers or a haven. birds who torments sparrows and flowers
return from their wandering flights with their wings damaged by dust disturbs the waters and the winds
and distances… it is your voice that illuminates all things and darkens this silence of yours starves me of words
all things. from my eternal silence crushes them
and scatters them into nothingness
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II Crepúsculo
muffled voices
loathsome dawn
birds languish in the throes of death
between your weary temples
your hands sweep dolefully
and search
this side of the shadows for
my girlish hands
so tiny
created yesterday for this void
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Noche Inconclusa
A Franz Schubert
la noche se precipita sobre tu figura larga y atormentada. se deshace
en llamas negras como tu pelo. y grita. grita alguna calamidad 1
te veo con el peso inmenso de la oscuridad avanzar hacia la como un lamento que sube desde la hondura. abre sus alas de
madrugada. ebria de soles negros. torcazas ausentes mariposa oscura. te envuelve y te transporta a su misterio. extasiada,
la luna se incorpora lentamente desde tus ojos tú recoges flores de sombra en el camino…
2
Evening caminas a tientas bajo un cielo negro. luna inmensa y ausente.
solo el aullido salobre de la mar. cual fiera que clama por sus hijos
evening casts itself over your elongated and tormented silhouette. extraviados. y un fuego negro te va quemando las huellas. tú vuelves
its darkness melts into flames as black as your hair. and calls out, la mirada: siluetas informes agitan pañuelos de brea…
shouting a calamity
with the immense weight of darkness I see you advance toward dawn. 3
filled with black suns. absent of doves un ángel oscuro te abre paso entre la bruma: el ara es un espacio
the moon rises slowly from your eyes infinito. te tiendes sobre la piedra. y esperas la melodía…
Unfinished
for Franz Schubert
like a dirge that rises from the depths. wraps you in dark butterfly
wings. this surrounds you and carries you toward the mysteries. in
ecstasy, you collect shade flowers along the way…
2
in the absence of an immense moon. you grope your way under a
lightless sky. where only the brackish howling of the sea. cries out
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like a wild animal for her missing offspring. and a jet-black fire El ojo vacío de la muerte
vaporizes your every trace. you look back. shapeless silhouettes wave escruta tus dos ojos
tar-stained handkerchiefs… se refleja en ellos
espejos perfectos
3 se acicala
a shadowy angel clears the way in the mist: the altar stone is an y espera
infinite space. you lie across its surface. awaiting the melody espera…
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Música de agua
New York,
2017
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Shiki Masaoka
Friedrich Nietzsche
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Gárgolas
Capilla
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Al ángelus Hoy
al ángelus
se recogen los pájaros en la tarde
transparente
(mi corazón es un ave más
arrodillada)
Cuadro
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Catedral Sumergida
2023
S. Quasimodo
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Estancia 1
Yü Hsüan-Chi
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Árbol
Signos
202 203
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Dron La mar
de pie sobre el acantilado inmenso útero al que volveremos
miro volar mi sombra criaturas
agigantada extraviadas
una mano en el crepúsculo una noche cualquiera
la otra en las mareas en un lugar cualquiera
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canta el mar
No somos sino la fruta caída cantan las sirenas
del árbol de sobre la boca entreabierta
la esperanza o del ahogado
del desprecio
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Estancia 2
J. L. Borges
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Duele
Playa
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Marea roja
la tarde se astilla
lentamente
… al paso de tus naves
Espera
amanecí
antes que el sol
y la espera fue larga…
cuando llegaste
ya había escamas en los ojos
y en el pecho
no reconociste mi mar
Estancia 3
te asustaron mis orillas
al medio día lloré tu naufragio La città infelice contiene una città felice
non sai nemmeno che esiste
Cautiverio I. Calvino
A Rainer María
indefensa
ya liberada
la pantera tropieza a cada paso:
las rejas en sus ojos
le impiden avanzar
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Jambelí
Poema xvi
Ríos
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Ocaso
II
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Estancia 1
Rien n’est aussi beau que les ruines d’une belle chose.
A. Rodin
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Catedral sumergida
A Debussy
A Amada
baja el mar
de pie
entre aguajes y espuma
sus cúpulas respiran luz oscura
de nuevos soles
sus campanarios tocan agonía
peces algas serpientes
gárgolas
se desdibujan entre las olas/
solo el espectro de sus altares
el recuerdo de las oraciones
como pétalos de lirio
perdurará
mientras
se ilumina el rosetón en noches de luna llena
(como aquella que la naufragó para siempre)
ii
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Estancia 2
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Porque
Epifanía
Eternidad
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Epílogo
El día llega con los pájaros que cantan pese a no tener voz y su sombra
se acuesta en la página blanca, muy blanca. “Cuadernos vacíos”
reciben el silencio de los pájaros, acogen la infinita vibración de su
vuelo imposible. Ahí habita el poema, en el silencioso roce de las alas
con el viento.
En el Sahara han brotado flores sobre la arena que cubre el rastro dejado
por un nombre. La inminencia del inicio yace enterrada en las palabras
que perdiéndose se vuelven susceptibles de recibir limosnas de luz. El
poema es dádiva de la sed que quema, de la nostalgia del principio.
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la palabra, anegando las páginas desde su eternidad amarga. Voces …la sombra de una ciudad aún no erigida
encadenan las manos de quien escribe, ahondan la hendidura fatal de sus ventanales y murallas
su garganta. Y el mar con su evocación de infinitos, que en su retorno sus gentes venideras
incesante anuda el comienzo con el fin: melancolía. su melancólico final…
solo la sombra
…cada noche el mar llega a lamerme como un perro. de su futura sombra
me envuelve en sus cántaros y sus fantasmas. yo ya pasada
alcanzo a extender las manos y toco voces. toco
siluetas inflamadas El mar raya en la arena trazos indescifrables y un sentido insubsistente
borbotea la ciudad con todas sus lunas rotas. pone a prueba la apertura de un mundo. El poema es la llave de entrada
en tu jardín esperas. a lo inaccesible, no como su posible explicación, sino conservando su
mi ausencia llora desde tus ojos condición de tentativa o de ensayo. Solo entonces la escritura es la
experiencia de su propia tensión, vibración o desasimiento que no se
En el poema el mundo se desploma sobre su sombra y se levanta en el cristaliza en un producto acabado.
sueño de un pájaro extraviado. La parte puede más que el todo, pues
es singularidad nómada que sub-yace en la blanca distancia de una …el oleaje al retirarse deja en la arena
página que no existe. Blancas manos… trazos indescifrables
como huellas de pájaros
…blancos el aire y el cielo
y los olivares caminas sobre esos signos
blanca la distancia que no existe y ensayas
mis pensamientos: leche derramada ausente
¿a qué mundo nos dirigimos? tu propio vuelo
El nombre está profundamente marcado por la sombra de un cuerpo La poesía de Sara Vanégas abre la posibilidad de un infinito actual, como
que está aún por venir; palabra “por siempre nómada” que avanza con un tiempo suspendido en el cual un reloj está detenido desde siempre;
“la garganta seca de sed e invocaciones”. Y la blanca luna, que danza tiempo de la espera en el que un retorno inoperante se infinitiza bajo la
sobre el agua, se refleja en otros ojos imposibles que más que ver luz exangüe de la tarde. Estación abandonada, muros ciegos que sitian
intuyen, pues desde siempre están cegados. Las sombras se adelantan las ciudades, sumiéndola en una feroz monotonía, pájaros engullidos
a los cuerpos de los que provienen, como memoria de lo aún no por la boca abierta de la noche, ventanas en las que la luz se suicida.
erigido. El futuro anterior es el tiempo propio del poema, en él lo Todo ahí parece estar hecho para impedir el exceso de sí mismo y,
venidero se enuncia y se propaga en el retorno de lo pretérito.
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sin embargo, “los ojos húmedos de las piedras / se fijan en un punto CONTENIDO
más allá del horizonte”. Algo o alguien viene en la brisa, brilla en los
otoños. Así, un día, el menos esperado, llegará la ansiada eternidad
en el vuelo fugaz de la estrella que la excede. La poesía es entonces el SARA VANEGAS Y EL DESIERTO QUE TERMINA EN EL MAR 00
acceso a aquello que no puede ser puesto al alcance de la mano; se trata DE SUS POEMAS
de un puro pre-sentir que no puede ser extraído de su retiro o de su
90 POEMAS 00
reserva gracias a la cual conmueve. El poema sólo es posible en vista del
DÉJAME 00
movimiento que, proviniendo de él, lo excede infinitamente y lleva su
TU PRESENCIA 00
cuerpo insubsistente hacia las lindes del sentido.
SOY DE LA LLUVIA, AMOR 00
TERNURA 00
Fernando Albán
PERO SU VOZ 00
EDELWEISS 00
EL VASO ROTO 00
EL ÁRBOL 00
OTOÑO 00
SIGNOS 00
SIN TIEMPO 00
NOCHE 00
DOS P.M. 00
DE REPENTE 00
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PIRINEOS 00 5 00
ATERRIZAJE 00 MEMORIAS 00
ESTANCIA V 00 LUNA 00
AEROPUERTO 00 TU VOZ 00
POEMA 7 00 TU SILENCIO QUE ENSOMBRECE EL MEDIODÍA 00
LA HERIDA 00 INSOMNIO 00
SUEÑO 00 CREPÚSCULO 00
POEMA 00 NOCHE 00
INÚTIL 00 INCONCLUSA 00
ESTANCIA VI 00 EL OJO VACÍO DE LA MUERTE 00
GRIETAS 00
MÚSICA DE AGUA 00
MÍNIMA ANTOLOGÍA POÉTICA 00 GÁRGOLAS 00
TREN 00 CAPILLA 00
MEDIO DÍA 00 AL ÁNGELUS 00
EL MURO 00 CUADRO 00
HOY 00
VERSOS TRASHUMANTES 00
I 00 CATEDRAL SUMERGIDA 00
ESTANCIA 1 00
DE LA MUERTE Y OTROS AMORES 00 ÁRBOL 00
CIUDADES 00 SIGNOS 00
CAFÉ 2 00 DRON 00
CIUDADES 00 VERDE 00
LA ESPERA 00 NO 00
NÓMADA 00 LA MAR 00
EN EL GRAN ESTANQUE 00 CUAL NAVE A LA DERIVA 00
CIUDADES QUEMADAS EN LA MEMORIA 00 AGUA 00
NOCHE QUE CRECE DESDE LOS OJOS DE 00 NAUFRAGIO 00
LOS AHOGADOS NO SOMOS SINO LA FRUTA CAÍDA 00
Y TE ENCUENTRAS GRITANDO EN LA OSCURIDAD 00 ESA AVE QUE CRUZA A PLENO DÍA 00
LA LUS CREA CIUDADES MAGNÍFICAS 00 ALUCINADA 00
LUCES 00 CAMINAS EN CÍRCULOS 00
4 00 VIDA 00
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EPÍLOGO 00
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Sara Vanegas Coveña
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