Está en la página 1de 122

Limosnas de luz

1
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

LIMOSNAS DE LUZ
(Antología)

2 3
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

ELÁNGEL Editor
Urb. Dammer, calle Félix Valerino E10-87
Telf. 2418214 / 0998111118
Quito – Ecuador

LIMOSNAS DE LUZ
(Antología)

Sara Vanégas Coveña


© Limosnas de luz
© 2023, ELÁNGEL Editor Selección: Xavier Oquendo, Santiago Grijalva,
© 2023, de los textos: Sara Vanégas Coveña
© 2023, del prólogo: Xavier Oquendo Kevin Villacís y Juan Suárez
© 2023, del epílogo: Fernando Albán
Derechos reservados conforme a la ley Prólogo: Xavier Oquendo
ISBN: XXX
Epílogo: Fernando Albán
Editor: XXX

Cuidado de la edición: XXX

Diagramación de interiores: Imprenta Dikapsa 062 924 887


Ilustración de portada: Ostin Sebastian Meza

Edición autorizada y cedida por el autor para esta publicación


Quito, octubre de 2022

4 5
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Sara Vanegas y el desierto que termina en


el mar de sus poemas

Sara Vanégas probablemente sea una de las voces más cuidadas y nítidas
de la poesía ecuatoriana actual. Sus ya reconocidos micropoemas son
instancias líricas de asombrosa lucidez. En ellos se registra un acertado
equilibrio entre el oficio del rigor y la supuesta sencillez que ofrecen
estos textos de diafanidad surrealista.

Su poesía se presenta en decantados versos trabajados entre la prosa


expresiva y la versificación alejada de la consonancia y arrimada en
un singular ritmo interior, donde hay una caprichosa puntuación,
no existen las mayúsculas y el escarceo de versos es arbitrario, lo que
hace que esta obra burilada desde hace más de 40 años sea una poesía
inusual dentro de la literatura ecuatoriana.

Una poética de las cosas y los instantes (esa recreación que envuelve y
engarza a los recuerdos en un nuevo génesis del universo que se vuelve
a dar en la palabra).

Ella se presenta así en su poesía:

sé que en el fondo de mí aletea cierta música


inexplicable y buena.
sé que alguien por ella me reconoce y me llama

desde antes de mí

En esta poesía no hay búsquedas inusuales o vanguardistas. El trabajo


mayor se halla en la nueva significación. Sin llegar a experimentar en la
poesía conceptual, se puede observar en su espectro poético un trabajo
en la precisión.

6 7
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Me baso, para hablar de ello, en ciertos momentos hallados luego de en ciertas noches del año —dicen— emerge sobre la superficie del
una lectura de toda su obra: océano una ronda de delfines dorados formando extraños mensajes…

1. La deformación de una forma de Oriente la luna entonces se va tornando azulada. lentamente

En la mayoría de su obra se puede notar, con mucha claridad, una En su libro “Luciérnagas y otros textos” se hallan extrañas y caprichosas
cierta influencia formal de los haikus japoneses, pero los poemas de definiciones que impresionan por auténticas y originales. Por ejemplo
Sara penden de una originalidad que no se centra en la perfección este poema que define a la NADA:
métrica (en esa medida-cárcel de los textos orientales).
pájaros sin voz
El libro “Indicios” es, sin duda, el mejor ejemplo de trabajo formal planean
en la poesía de Vanégas. Poemas, todos ellos, de tres versos. Uno de sobre cuadernos vacíos
estos tres —no necesariamente el último— es, siempre, la hipótesis
que crece y que llega a interpretarse en el final de estos pulidos textos o este que define a la FELICIDAD:
que siempre sostienen una imagen surrealista.
En el libro citado está la poesía más definitoria de Sara Vanégas. Se los un ángel olvidadizo
halla también, esparcidos, en toda su obra. rondando en mi corazón
descalzo
En el libro “PoeMar” se leen poemas que resultan igual de sentenciosos
que cualquier epigrama chino o igual de proféticos que un salmo Siempre huyéndole al coloquialismo, haciéndole el quite a esas otras
hebreo. Y claro, lo que fascina, conmueve e impresiona es la síntesis y formas más extrínsecas y menos profundas; sin embargo, en este
la precisión sujetas a no más de tres versos. mismo libro hay un curioso poema que forma a otra Sara Vanégas,
distinta a la conocida. Un cierto halo a poema urbano con cierta dosis
una mano misteriosa señala hacia el mar de precisa sencillez, dejando, acaso, en un corto descanso, su potente
metáfora surrealista.
y el mar echa a andar hacia esa mano
con todas sus campanas y sus voces Es un poema raro en ella. Y por lo mismo, fascinante:

En el mismo libro se puede encontrar otra forma. Un poema prosa que y te esperé en la esquina absorta de aquel café que frecuentamos
suena a noticia, a fábula antigua, a alegoría fantástica: tantas veces
que tanto nos animó a la pasión de lo imposible: jardines

8 9
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

en una isla del egeo. el principito de huésped y tú y la noche se disuelve en colores


en todos los aposentos de mi corazón y los colores en agua

reías con risa de caracolas y palmeras tu mano es una ola


-todo el rollo de agfa con tu risa a colores-
alguien te confundió con la divinidad de la isla Estos poemas que se muestran circulares, cerrados, redondos y con una
y yo empecé a dudar. la isla perdonada aplastante precisión, a veces resultan ser eslabones de otros textos, y así,
y la litera fue todo el mar juntos, constituyen un canto que se reproduce desde su gran edificio
borrascoso y lleno de peces y algas rotas poético. Lo que quiero decir es que resulta igual de placentero leer los
(tú preguntabas por la luna en mi cintura) poemas de Sara como si ellos fueran uno solo o como si fueran cada
uno una entidad. Y son las dos cosas. Y a veces más. A veces cada verso,
cada hemistiquio es ya un poema. Es ya el humus de la tierra poética.
te esperé mientras anudaba entre los dedos el recuerdo de tu pelo
tibio y negro y no llegabas
Mujer de definiciones, alta heredera de la ventana de Carrera Andrade:
las campanas han volado. todas juntas. a qué playa?
sus versos cantan con entusiasmadas palabras el oro de la naturaleza
y la matizan con la explicación de esa otra realidad circundante en su
2. La realidad de su surrealidad visión planetaria: El poema “Pájaro espino” de su libro “Entrelíneas”
es la recreación de la naturaleza y la introspección de la naturaleza de
Su libro “Más allá del agua” es un libro de absoluta connotación la voz poética:
surrealista. Comienza la travesía poética con un interesante poema que
cuestiona, pero al hacerlo no exige respuestas, sino interpretaciones, las aves cuando mueren
pensamientos y certezas. Tal y cual como el precioso libro surrealista -dicen-
de Pablo Neruda “El libro de las preguntas”: igual que los delfines
no escriben sus memorias en las altas ramas
¿y si un día amanecieran las calles todas con candado? ni en la arena
¿y si los árboles no cesaran de crecer contra el cielo verde?
¿Y si mi corazón se mudara al pecho de un canario?
no convocan al grupo ni lo esperan
Luego, a tono de postal, a ritmo de certeza, halla la metáfora surrealista las aves cuando mueren
que alza el vuelo a la significación, que calza perfecto, como la zapatilla -dicen-
de la tiznada Cenicienta: despliegan sus colores en el canto
triunfal
de las espinas

10 11
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

3. El verso cosmopolita siempre estaré de vuelta a tus ciudades


más allá de mis horas
Un alma de poeta trashumante, cosmopolita, vive en Sara Vanegas, y sumergidas
se hace notar especialmente en dos de sus libros, en donde su poética
es la idea del viaje y de la memoria. He aquí un verso que es todo un Con ese ojo tan suyo para atomizar el mundo en las aguas, logra crear
poema: unas postales desligadas del sujeto poético y de la primera persona. Su
poema “Baño” es un referente:
Mi casa es un enjambre de alas que se fueron
lentamente se desnuda
Su poemario “Al andar” es un referente para entender esta vertiente que
forma su identidad lírica. En estos textos se dejan revisar las costuras entra en las aguas
no evidentes de muchos puertos, calles y ciudades que nos presenta infames
una voz poética contemplativa. se mece sobre las olas
y sus carnes brotan rosas oscuras
El viaje para Sara es la biblioteca de Alejandría. En los otros paisajes se que contrastan con la palidez de la noche
descubre sensible y real. El viaje para Sara es vital. Su poema retrato es
efectivamente el retrato de una mujer cosmopolita: En el transcurrir de su viaje lírico, la poeta se detiene a contemplar la
belleza de cada sitio, así es como mira —y se mira en—: los montes
te sienta tan bien esa mirada ausente Pirineos, España, Madrid, la nieve; y en ella o con ella, nos presenta
de puerto en puerto con voz admirada a la figura de Lorca, el sabor de los olivares, la poesía
de fuga en fuga de Andalucía.
de sueño en sueño
Para ello utiliza una serie de enumeraciones que revitalizan la
En sus viajes descubre los nuevos pájaros que han emigrado de sus surrealidad de sus imágenes:
destellantes imágenes. Así atraviesa más que las calles, las ciudades y los
puertos; los exilios, los retornos, los regresos. Y, como siempre, llega al GRANADA
mar. Todos los caminos conducen al mar.
antiguo reino
te encuentro mar en los espejos diarios dormido
en la ronca soledad de las ciudades callejuelas empedradas
en las rutinarias urgencias hierro forjado
/…/ y agua…

12 13
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Y hasta algún sabor a poetas de península, como este verso genial que En el estupendo libro “PoeMar”, el mar, como siempre, es la música
bien podría ser extraído de los limoneros de Don Miguel Hernández: de su palabra minimalista en donde la vemos más universal que nunca,
llegando inclusive a cantar versos como lo haría el César Vallejo de
de tu casa a mi casa solo hay una herida… “perdonen la tristeza”, o mejor el de “… y el cadáver siguió muriendo...”:

Aunque más allá está voz poética herida, cicatriza y reflexiona con alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
el siguiente poema que bien podría estar incluido en una selección las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado
rigurosa de poemas de amor:
todas se miran en el agua y olvidan su rostro
de tu casa parten las alas
de mi casa Nunca deja de mirar a la poesía en sus viajes y en sus recuerdos de
Babel. Al fin y al cabo, nos quiere hacer saber que sus poemas fueron
los vientos escritos en muchas partes del mundo. Y lo sabemos porque muchos de
sus poemas están firmados con la ciudad en donde nacieron, en donde
En la Estancia V de su poemario “Al Andar” queda el sabor de la se hicieron. Desde donde llegaron.
nostalgia como un ingrediente que levanta una nueva catedral de su
poesía. La otra realidad está intrínseca dentro de una voz poética que se 4. El camino es el mar. Y la huida, el desierto
deja ver en el recuerdo (ese sabor que deja lo vivido, la certeza de que
lo recuperado no es suficiente para volver a vivir): El mar y el desierto son temas reiterados en todos sus libros.

mancha púrpura / la memoria El mar en Sara es casi un signo permanente en su trabajo lírico. No
según magritte es un dolor sin tiempo hay forma de dejar de poetizar al mar, pese al tiempo, pese a las aguas.
entre las cejas
el sol se aleja Hay un Bis a Bis entre la antítesis perfecta de las aguas y la arena.
caen tus manos
cae tu rostro El mar siempre resulta el pretexto perfecto en su poesía para que de él
como luz morada de las sombras devenga todo. Y sea todo el nuevo mundo lírico de la personalísima
cae voz poética que habla con apasionado encantamiento sobre el más vivo
al otro lado de mi corazón ser del universo: el mar.

14 15
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Con sonido de leyenda, el mar se va depositando en todos los poemas de hasta las pirámides y las ciudades sagradas de la antigüedad, cuando el
Sara, y se van secando hasta volverse desierto. De las arenas saldrá la duna mundo andaba a pié y las ciudades eran el experimento de los pueblos
firme de las aguas. Y renacerán las aguas, otra vez, y así, eternamente. sedentarios. Entonces reconocemos paisajes poblados de luz y de color,
así, como los cuadros de Miró o las imágenes selectas de André Bretón.
Como la antípoda perfecta de la vida, sobre la seca ranura del desierto,
donde se crean las rosas de arena que no depende de la clorofila de las La prosa poética que contiene este libro no se detiene a contar. En ella
flores, si no de los vientos de Oriente. habita la magia precisa del misterio que, creo, es la base fundamental
de la poesía. Y de la filosofía. Y de la vida.
Sara crea su poesía como una pintura de palabras, en donde cada fina
pincelada va dibujando una imagen ligada a un surrealismo interior, así Desde su primer libro ya confiesa esa suerte de ostracismo hacia la
como si de la atomización de los colores saliera ahíta de vida la figura temática del mar. Esa condena firme.
de Gala, en la pintura de Salvador Dalí; o como si entre la figuración
irreal de la realidad más palpable del Pintor Rene Magritte emergiera el Desde el mar, la voz poética dictará el resto de temas. Desde las aguas,
nuevo símbolo de la verdad. Detrás de todo este surrealismo se deja ver así como el verbo de las cosas.
el otro color que grita el surrealismo sin exponerlo. Allí está la realidad:
y es fresca y tiene el sabor dulce del mar de sal. Porque habita al poeta, En su poemario “90 poemas” publicado en 1980 dice:
aún sin que el poeta lo conozca. El mar nunca se conoce. Todo mar es
inconcluso. Y todo lo que no tiene respuesta está en el mar. Y Sara nos ansiedad marina
da las respuestas a las preguntas que aún no hemos hecho. hay nubes en mis alas
a mis pies las olas
En la naturaleza, aún ahora, están todas las preguntas, y bajo ellas,
todas las respuestas. En “PoeMar” la voz poética se funde en las aguas, entonces ya no se
sabe si quien escribe ha sido agarrada por la fuerza de la espuma, o es
Con absoluta síntesis y precisión, Vanégas explora el mundo, con los que acaso, parafraseando a Vallejo —o profanándolo, que más da—:
ojos de la recalcitrante contemplación. La naturalidad se mezcla con “quiere escribir, pero le sale espuma”:
el naturalismo y entonces, aliadas las dos, van en busca de una nueva
realidad. Siempre bordeando el camino de la sencillez, así como el nuevamente el mar invade mis ventanas. se llega hasta mis rodillas
buen Borges que tanto amaba “mirar al río”, y en él, hallar a Heráclito. y asciende lentamente a mis senos. se cuelga de mi boca y me inunda
el pelo. yo lo miro mirarme desde los ojos. como un enigma antiguo.
En su libro “Versos trashumantes” la poeta cuencana que está noche como un paisaje regado en todas partes
nos regala la mayor parte de sus versos, nos conduce por los jeroglíficos
escritos en la arena del desierto (un Sahara que se vuelve cotidiano), y hace tanto frío y tanto oscuro

16 17
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Sin embargo el mar también tiene su punto aparte. Hay una ruptura, En el poema Leyva de su libro “Antología personal” reluce una alegoría
en este mismo poemario, donde el mar se vuelve naufragio: del amor frente al paisaje, siempre el estado de ánimo de la voz poética
recatada, finísima y de gusto exquisito no se derrota en la cama de
crece un árbol de huesos desolados. tu pelo es un clavos que el dolor entrega cuando el amor sangra en las heridas, si
enjambre de ángeles quemados. no que el paisaje es una terapia tranquilizadora. Cuando hay en esta
el mar ya no será: poesía la sumisión irrestricta al paisaje consolador, se produce una
especie de contemplación alucinada.
sólo el naufragio
La voz poética de Sara Vanégas suena, a veces, cuando se lanza a
5. Ese lugar en que el amor florece describir, a esa fresca alusión del cosmopolitismo modernista. En su
poesía se encuentran versos que bien podrían sonar en las campanas
En la poesía de Sara, el amor es al desierto lo que el mar al espejismo. del Rey Darío:
Es un espejo del deseo, algo que poco a poco se va difuminando. Un
reflejo de humo. Un Narciso que no se avanza a ver, pero que intenta amor. te invito a mirar el agua
el milagro del reflejo. la luz dorada del estanque
-que me recuerda tus ojos pasmados-
La poeta dice: te invito a aspirar la tarde
entre rosas y fuentes y vuelos
yo buscaba tus ojos en medio de las dunas y los vientos. buscaba tus amor. te invito a caminar conmigo.
huellas. yo soñaba tus manos antes de caer en el infierno. la furia
del sol me hizo olvidar tu nombre. y te llamé agua…. La voz poética es una Penélope que espera un amor que tiene una
silueta parnasiana y que no avanza a ser. Que siempre está lejos, pero
El desierto es ese animal terrible del amor, y el mar es la resignación, la que acompaña:
memoria y el olvido, por fin.
y te he esperado sin rastro
Aunque también la voz poética de estos versos busca en el mar el y sin prisa
recuerdo del pasado y en el desierto, el presente: sobre los puentes y las cúpulas azuladas del verano
a través de los túneles interminables de la noche
te acercas intermitentemente. mi sueño se enciende de repente. en todos los andenes
y bailo alrededor de tu fuego. lejos del mar y sus sirenas
como en los viejos tiempos. cuando invocábamos al sol desde las aguas. te he esperado en esta ciudad

18 19
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

y en todas las ciudades


mientras la sombra crece sobre mis manos y el viento
/…/
pero más te esperé en las paredes repetidas del Cristal O poeta é um fingidor
y puedes creerme: Finge tão completamente
solo asomó tu silueta tras una de ellas que chega a fingir que é dor
en el momento exacto en que yo partía a dor que deveras sente

Fernando Pessoa
Sus más de 10 libros y su sostenido y firme discurso a lo largo de casi
medio siglo la confirman como “cumbre de su generación y aun de esta
lírica nuestra”, como bien dice Hernán Rodríguez Castelo.

Y que sus frutos sigan dando de comer a los pájaros que, como ella, salen
cada cambio de estación a buscar en el exilio la maravilla de la vida.

Ni más ni menos.

Xavier Oquendo Troncoso

20 21
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

90 Poemas
(1980)

22 23
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Si eres libre, ése es el precio que tienes que pagar: la soledad.

Chavela Vargas

24 25
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Déjame

déjame
descansar
en los rayos oblicuos de la luna
y bañar mi faz en su ceniza

déjame
soñar
y penetrar los sueños
sus secretos y sus rostros

déjame
explorar el silencio
y pulir las estrellas escondidas

déjame
rescatar de entre las sombras la silueta
de un mañana
eterno y verdadero

déjame
descansar…

26 27
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Tu presencia Soy de la lluvia, amor

con el poder que me daba tu palabra soy de la lluvia, amor


he partido el tiempo y lo he perdido… en todas partes
rincones, luces, avenidas soy de la lluvia
todo se esfuma hoy entre mis sienes y del silencio
el acre de los mares en los labios en el mar y en mi casa
las nubes olvidé por ver tu sombra en los campos
aquí, en mis ojos… bajo estrellas ligeras
cielos, atardeceres, nieves, primaveras y en las sombras
atrás, atrás forman un mundo
para otros ojos, otros corazones soy de la lluvia, amor
el mío vaciado hasta de soledades en tu recuerdo
se inclinaba en tu espera
descansaba… de la lluvia y del viento
hoy que vuelvo te busco en mi nostalgia
espejos húmedos cuelgan por doquier en todas las nostalgias ...
no encuentro tu huella sino en mí
-en mi grito tu acento te delata- soy de la lluvia, amor
en el laberinto de mis ansiedades como tus lágrimas
allí estas, ¡vertical junto a mi sombra!

en mi andar yo presiento tu cansancio


me hablas
de espejismos e ilusiones
de estrellas fugitivas, de silencios…
allí estás
y me tiendes la nostalgia
desde el balcón de la demencia

28 29
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Ternura Pero su voz

recuerdo su sonrisa color naranja pero su voz me crucifica la garganta


cuando le pregunté ¿vienes conmigo? me saluda
en éxtasis de llegada partida
caminó largo rato de mi mano siempre que escucho
descansamos respiro
a la orilla de un geranio ... sueño…
a lo lejos
el mar nos abrazaba los tobillos su voz, blanca saeta al infinito
dulcemente su voz
en la orfandad de mi palabra

30 31
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Edelweiss El vaso roto

los párpados suaves los jinetes cansados se detuvieron


la voz ligeramente recostada pedían agua. corrí a la fuente
en la vigilia y la fuente se secaba…
siento un callado aletear en los tejados de la lluvia pensé en el huerto
y mis manos recogen flores blancas uno de ellos alcanzó un limonero
como cuando nieva ... y se destrozó las manos
su sangre me llegó a los labios
descalza
pienso en la vertical frescura de la montaña hoy contemplo con la mirada rota
y en mi pupila el cristal ausente
tu alpina embriaguez se lleva mi añoranza
mis horas ... mis palabras
todo mi ser naufraga hacia ti

(casi olvidados toda la mar es tuya


mis fantasmas divagan
cuerdas de almidón ¿no ves que te he regalado
pechos de pájaros!) el alma?

y el mundo se vuelve pétalo


en tu soledad purísima
Edelweiss cantabas
y tu voz me despertaba
atrás me quemaba
sólo queda el viento ¡me desterraba!

32 33
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

El árbol está
de pie
el árbol observa mis paseos en el jardín y aunque
en mi propio bosque interminable yo crea en él
la taza humeante el cigarrillo olvidado no está conmigo
un libro la calefacción
Múnich abriéndose paso en mi vida

el árbol no pregunta
nada ni me cuenta
está allí
inclinado
interrumpiendo
el tráfico confundiendo las voces y los vientos

fantasmas dulcificados
anidan la desnuda
silueta
de sus ramas
-pasajeras sonámbulas del frío-
(mas
los pájaros volverán
sus sombras han de alargar la espera de la noche
como pañuelos de seda
blanca)

a veces
el árbol se asoma
indiscreto
en mis cuadernos en mis cartas
pero no es cierto:

34 35
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Otoño Signos

hojarasca signos hieráticos resbalan de tu frente antigua


tus ojos asombrados a mi frente

la estación crece ¿quién
recuerdas osará despertar tus incólumes recuerdos?

las aventuras de tu sangre aún no vivida vida


el olor dulce de los árboles de antaño
en el aire
y en tus venas

crece el humus que dará su aroma en la mañana


cuando los barcos partan ...

peces de luz
despertaban
en tus manos
ausentes

36 37
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Sin tiempo Noche

sin tiempo y sin edad la noche detenida al fondo del pinar


tus dedos acarician lenta
largamente columpiando en su guitarra
el lento pasar del agua en las cumbres verdes de las raíces
el roce melancólico de las campanas en el viento pasos olvidados de arcángeles
la vida que fluye rosas decapitadas
arrastra la arena
el mar… ventana
en el río lejano de tu silencio
sin tiempo
destruyes mis relojes improvisados
el ropaje gris de los días subsiguientes
me dejas
desnuda
a la medida de ti

yo vago con las manos extendidas


creyendo nombrar cosas

muy lejos
(o muy cerca)
me espera el recuerdo de tu voz

38 39
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Dos p.m. De repente

la tarde planeaba envuelta en seda amarilla de repente vienes a mí


te cobijaste el rostro como una golondrina
de alas rotas
yo empezaba a tiritar en ese instante a posarte
en mi cerebro ausente

te brotaban
eucaliptos
en la voz
cuando callabas

40 41
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Luciérnaga y otros textos


(1982)

42 43
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Y compartir el pan, la soledad, la muerte


el olvidado asombro de estar vivos.

Octavio Paz

…yo te imagino
en una ciudad sin lunas y sin templos

Teodoro Vanegas Andrade

44 45
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Tu sonrisa

tu sonrisa de pétalos impalpables


naves a la deriva
entre dos silencios

Naves

indeciso

se precipita un ángel extraviado


a mi ventana

(dejó las blancas alas en las jarcias)



(París, 1979)

Todo esto es mío

el canto perdido de un gorrión de piedra


el sueño apurado de las rosas en octubre
la fuente que recoge tu silencio

cataclismos equivocados al fondo de la esperanza


el reloj
que cabecea
en mis manos de arena

46 47
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Niebla Nada

llegando pájaros sin voz


la estación en niebla planean
perdida. fría sobre cuadernos vacíos
invitadora

tú. lejano Meridiano


esperarás
se balancea estrecho el sol en tus rodillas
me conducirás a través de la niebla
a otra niebla evocando
largamente
en tus brazos la silueta profunda que proyectará el océano
descansará hacia la noche
mi paso tatuada

hasta el próximo tren tu despertar


entonces
de las aguas
Extravío

en el rincón más dulce de algún sueño La barca


descansaba tu voz
sol purísimo una barca atravesó
las aldabas de mi cuarto
yo
enamorada de la luz llevándose
soñé tu voz ventanas y puertas
sábanas blancas
yo extravié
el retorno a la vigilia

48 49
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

amanecí tengo en la boca


a solas entre las olas el salado resplandor de las mareas
y un techo partido y un hechizo fatal

por donde mire


Nadir

la sombra de un poema Heno


perpendicular
te ha crecido el cabello
recrea el sol y la nostalgia

sobre carretas de heno


Felicidad en todas partes
una moneda
un ángel olvidadizo
rondando en mi corazón para tu soledad

descalzo (Estrasburgo, 1980)

Tengo el turbante fresco de la tarde Gaviotas


mis propias huellas quién te robó la sal de las arenas
mínimas luz de cobre y madrugada
tengo en el cuenco trapecio de mis manos quién en la noche arrebató tu estrella
la majestad del aire y sus linderos sola
amarga
en mi jardín única
las ocres despedidas quién tu costado azul perfora en sueños
un quetzal desprovisto de las horas castañuela oscura
mis flores preferidas

50 51
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

quién Azar

modelará el vacío de tu cielo alguien echará los dados


de repente
las cortinas del viento derruidas
Insomne tu desnudez heroica
tu esqueleto
blancos jinetes atraviesan la madrugada oscura inamovible
sísifos indolentes y el oleaje
flecos de luna llena en las ojeras
una vez más te cubrirá de plata por las noches
suavemente
la larga espera abarcará tu soledad entera

hasta olvidarte
Líneas (Múnich, 1979)

los pájaros han dejado las campanas


Sahara
hay balcones que quisieran florecer
mas tú recordarás luceros extraviados
todos los caminos la utopía de los bellos días
han amanecido truncos
evocarás
el silencio amuralla el calendario la nieve en tu ventana
el amor partido a medio día
indolentes
ya nada importará
las líneas de tu mano me señalan
serás
tu sola ausencia

52 53
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

tu sangre altiva abrevará Leyenda


lejana
las flores del desierto después de caminar sobre la nieve
tantos siglos
(Múnich, 1980) de soportar en el rostro la ventisca
la soledad
el frío
Ubicación recordó
la leyenda del sol
en la arena se agitan los peces ciegos y lloró
tus manos desbordan la esperanza lágrimas muy blancas

yo
itinerante Idem

el rosal
Aceras que siempre plantamos

pero no respondiste el rostro


yo ... en la otra acera que siempre esperamos
pintando jeroglíficos en el viento
el verso
tú que siempre escribimos
agitaste la mano
y partiste la vida

no supe más de ti

los jeroglíficos
casi oxidados en el viento
aún esperan

54 55
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Entrelíneas
(1987)

56 57
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

... la miel helada que la luna vierte.

Federico García Lorca

La poesía es la rosa de los vientos.

Adonis

58 59
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Ciudades

quién diría que tus manos


locas de cábala y noches
se fueran a dormir tras los cerrojos morados
de los campanarios

pero los días nunca son iguales


ni los techados de múnich son de cuenca

sólo un puñado de arena


te vuelve a la obsesión distante de las catedrales
y el mar
entonces llueve en las calles
de todas tus ciudades

me miras como de reojo


te sonríes
mientras colocas tus naves -náufragas-
sobre mis hombros

(Múnich, 1982)

Ventana

el árbol se ha sumido en las raíces


el ave en el plumaje
tu voz
en mi garganta
(Múnich, 1982)

60 61
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Hora 16 Nostalgia

la tarde se ha desplomado sobre tus párpados después del mar


tus párpados los cántaros golpeados del otoño
olas de sombras
son un mensaje extraño la humedad nos acerca
sobre mi cara
en cada copa
tiembla la ausencia huraña de tus labios
Tomebamba

bloques de arena los recuerdos


En el reloj
mi mano desmaterializada
penetra los fantasmas
en el reloj las horas
hasta llegar a la edad de las retamas
a orillas de este río en el árbol el verde
que hoy se prolonga en nostálgicas avenidas en las velas el viento

a lamerme la ausencia en el mar las sirenas


de tus huellas del canto
(Múnich, 1981) y la muerte

Palabras

y el sol de tu risa
y mis ansias de sol

me arrojas limosnas de luz


yo te devuelvo

palabras
(Viena, 1982)

62 63
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Indicios
(1988)

64 65
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Jedes Wort ist Beschwörung.

Novalis

Tout est signe. Aller du signe à la chose signifiée c’est approfondir le monde,
c’est aller vers Dieu.

A. Malraux

66 67
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Definiciones

la amistad es el amor
perfecto

entre dos seres


__________

el sol es un caracol
tu sombra

la playa olvidadiza
__________

el faro es una mancha en la noche


la noche

cicatriz en el océano

(Bielefeld, 1982)

__________

el silencio: catedral de arena que florece


a la altura de tu voz

crucificada
__________

68 69
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

el recuerdo es ave Somos


migrante
la luna abierta
entre mi corazón y la nada como un calendario
(Bielefeld, 1982)
__________ agotado
__________
a veces
la soledad es una flor morada cuando los pájaros se fueron
quedaron huecos oscuros
en el espejo
en el viento
(Bielefeld, 1982)
__________ (Roma, 1985)

el tiempo: __________
esa herida angustiosa
el puerto se ha lanzado tras la barca
sembrando de cadáveres mi piel en un día sin sol
__________
y sin retorno

(Roma, 1985)
__________

en el espejo de los siglos


reclinada

nuestra sombra
__________

70 71
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

transparente Marina
sobre alfileres suspendida
gaviotas picotean
nuestra flor en tus manos
___________
pronto llegará la partida
entre la rosa y el polvo __________
un parpadeo
después del mar
y la nostalgia el agua de tu ausencia

busca el trapecio salobre de mis manos


__________

bajo las alas de las gaviotas


el recuerdo del mar

y un nombre
__________
(San Sebastián, 1986)

yo resbalo en silencio
desde tus ojos

al mar

72 73
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Otra vez la tarde Cuando la lluvia

cielo despejado la plata de los árboles


las ramas de la tarde mi ventana absorta

un gorjeo se escucha lejano una llovizna se insinúa


__________
(Roma, 1985)
__________ entre dos cigarrillos
la lluvia
los eucaliptos se alejan
el rocío en las hojas y tu risa mojada
__________
me llega a las sandalias
___________ el beso frío de las aguas
cuando llueve
de tarde en tarde
los vientos y no estás
__________
traen rostros doblados a mi espera

(San Sebastián, 1986)
_____________

huye la tarde en verde y en silencio


tus ojos inventan mi nostalgia

día a día

74 75
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Hoy Siempre

puente duro y lejano de miel y pájaros tu figura buena


recuerdo de tus labios aquí: tus dádivas silenciosas

verano en las fotografías se tiñen con la esperanza de mis versos


__________ __________

entre el cielo y la tierra cansada de vagar entre la gente


el hueco de tu ausencia busco el refugio de tu voz

interrogante en mi garganta
__________ __________

el triángulo de tu recuerdo una espiral en tu cuaderno antiguo


hiriendo la itinerante huella de la vida

la superficie ondulante de mi sangre mis trazos de hoy


__________ __________

diseminados
tus rostros en mi cara

queman
__________

en tus manos calladas


las líneas de mi destino

transitan

76 77
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

PoeMAR
MENCIÓN ESPECIAL PEGASO
EDITORES, ROSARIO 1994

A G.C.
70 x 7 = 92 1.54

78 79
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Et dès lors, je me suis baigné dans le Poème


de la Mer.

Arthur Rimbaud

Antes que el tiempo se acuñara en días,


el mar, el siempre mar ya estaba y era.

Jorge Luis Borges

La poesía es un caracol nocturno en un triángulo de agua.

José Lezama Lima

80 81
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Primera parte

alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado

todas se miran en el agua y olvidan su rostro


__________

una mano misteriosa señala hacia el mar

y el mar echa a andar hacia esa mano


con todas sus campanas y sus voces
______________

alguien sentado sobre las aguas borra los colores


antiguos del cielo y lo vuelve a pintar
____________

en ciertas noches del año –dicen- emerge sobre la superficie del océano
una ronda de delfines dorados formando extraños mensajes ...
la luna entonces se va tornando azulada. lentamente
(Cuenca, 1993)
____________

dicen que cuando la luna está azul brotan ciudades enteras del fondo
del mar. que sus habitantes (de ojos fosforescentes y oscuros ropajes)
inician entonces una larga danza que no cesa hasta que algún puerto se
arroja a las profundidades

¿quién no ha visto arder el mar en esas noches?


(Cuenca, 1993)

82 83
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

__________ II

son criaturas de hielo. hielo y sombra mar que me bebes gota a gota
su canto cubre de agua toda la ciudad noche a noche
como un diluvio de soledad. tristísimo
dicen que quien lo escucha enloquece mar que me sorbes
y no para hasta encontrar el mar ... desde tu eternidad amarga
__________
__________
voces que reclaman tu garganta. voces oscuras
¿los sueños? voces que se enredan en tu lengua y en tus manos
alguien los recoge en cuencos diminutos y los va depositando en hileras voces que te atrapan. y te encadenan al mar
junto al agua __________

quedarán a salvo de la vida voces encadenadas


voces que arrastra el mar
de tarde en tarde

buscando la hendidura fatal de mi garganta


__________

las voces van formando un círculo azulado


más allá la sombra se engulle el horizonte. y el cielo y la mirada
de pronto te encuentras tiritando sobre el acantilado
manos antiguas rodean tu talle

y muy dentro de ti esa música sumergida



(Cuenca, 1993)

84 85
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

III Segunda parte

nuevamente el mar invade mis ventanas. se llega hasta mis rodillas y I


asciende lentamente a mis senos. se cuelga de mi boca y me inunda
el pelo. yo lo miro mirarme desde los ojos. como un enigma antiguo. la espuma que crea sus propios campanarios
como un paisaje regado en todas partes y sus templos
blancos móviles efímeros
y hace tanto frío y tanto oscuro en su precariedad adorables. como el amor
__________ como la sombra ligera de su mano
o el eco de su risa lleno de duendes
y promesas
alguien se agazapa tras mi ventana y canta: viejos marinos y viejas
embarcaciones. misteriosas criaturas que habitan entre el cielo y el inflamando el aire
agua … sus manos se llenan de corales negros y su voz es cada vez más __________
triste
hasta el amanecer crean las voces las estatuas, en las faldas herméticas
__________ de las montañas. en el fondo del mar

tu propia voz es una alucinación un día te crearon en mi garganta


mientras el tamborileo de las aguas
recuerdas alas en el torso de una mujer acuática (Cuenca, 1993)
y sientes el sabor verdoso de sus cabellos __________
estás sola
frente al mar la noche del mar que crece en tus ojeras...

y el mar es una alucinación yo recuerdo frente al mar y su noche paraísos


__________ vedados que acaricié en tus manos
__________

tu amor es un poema blanco


cada tarde

86 87
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

que recitan las olas en silencio cuántos torrentes. cuántas órbitas


__________ cuántos soles en tu garganta

la sombra de tu boca toca mi sombra al besarte beso más de una galaxia


mientras voy construyendo gota a gota __________
mi eternidad
y solo sueño tras tus ojos … como cuando corrías por calles y senderos. y
el largo insomnio de los astros saltabas de templo en templo. de cielo en cielo
de agua en agua. y era que estabas en mi cuerpo
¿bajará la espuma? llenándome
__________
no. la quiero infinita en mi recuerdo y en tus manos
tómame en el lecho del mar
lejos del sol y de la noche entre ondas y regocijos de espuma
amor tómame como si fuera el fin del mundo
crece una flor sin mancha el fin del amor
y sin nombre
mientras la sombra de tu boca toca mi sombra tómame en el lecho del mar
__________ __________

tu frente dormida: velo misterioso desde mi catedral sumergida yo veo regresar tus
de mar y luna llena peces y tus pétalos a mis cúpulas heladas
antigua soledad de los puertos tus voces buscan mis voces mi campanario
un inaudible canto de sirenas me vuelve a la realidad enmudecido y mis ofrendas...
lentamente mis naves empiezan a poblarse. y hay
desde el otro lado tú sonríes un jardín muy blanco de nenúfares
__________
¿un último milagro?
cuántas catedrales. cuántos incendios ___________
sumergidos en tu voz
campanas de soledad y fuego. idiomas milenarios

88 89
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

II reías con risa de caracolas y palmeras


-todo el rollo de agfa con tu risa a colores-
muerde el pez del insomnio el blando velo de la luna. esa luna que alguien te confundió con una divinidad de la isla
tocas con los dedos y extrañas. quizá el mar tiembla también de frío. y yo empecé a dudar. la isla perdonada
por todos sus cadáveres y sus canciones rotas. tal vez olvidaste calzarte y la litera fue todo el mar
en el sueño y pisas serpientes heladas al fondo de tu tristeza. quizá borrascoso y lleno de peces y algas rojas
enciendes una luz para conjurar tanta oscuridad y tanto frío ... y me (tú preguntabas por la luna en mi cintura)
busques cerca del mar
te esperé mientas anudaba entre los dedos el recuerdo de tu pelo
quizá llegues por el camino del insomnio a atarme esa luna a las manos. tibio y negro y no llegabas
y a olvidarme las campanas han volado. todas juntas. ¿a qué playa?
__________ __________

tras tus ojos insomnes un toro se espuma contra la arena


gota a gota /tu mirada es un pañuelo para el adiós/

desaparece el mar cuántas gaviotas. blancas. amanecerán en vano


__________
/la sombra de tus manos da perfume a la alhucema
tu ausencia. ese sabor metálico a naufragio soledad al camino/
busco tu rostro insomne tus señales
la noche es fiel. devoradora y solemne
y son mis ojos
bajo el agua un grito sostenido cava fosas en la mar
__________ __________

y te esperé en la esquina absorta de aquel café que frecuentamos tantas las voces del mar tornan a morir
veces en mi garganta
que tanto nos animó a la pasión de lo imposible: jardines
en una isla del egeo. el principito de huésped y tú voces que un día te crearon
en todos los aposentos de mi corazón

90 91
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

hace ya tanta agua caminas bajo el agua con una rama entre los
__________ dientes. tus pies tocan los corales rojos y no te
sorprende el vuelo de mi sombra sobre tu pelo
cada noche el mar llega a lamerme como un perro yo sé tu nuevo nombre ninfa extraviada. y sé tu
me envuelve en sus cántaros y sus fantasmas. yo soledad antigua
alcanzo a extender las manos y toco voces. toco
siluetas inflamadas y sé cómo llegar a la sal de tus labios. más allá de
borbotea la ciudad con todas sus lunas rotas la luna y los bancos de arena. tus labios letales.
en tu jardín esperas POESÍA
mi ausencia llora desde tus ojos
__________

esa tristeza que se desprende como un vaho de las


cosas. que nos atraviesa la garganta y nos hace
caer las manos
esa tristeza que empuja el viento a los arrecifes y
las ballenas a las playas. que quema las flores antes
de su deslumbramiento y apaga las hogueras de tu
pecho
esa tristeza blanca casi amable. que nos envuelve
los ojos con un brillo de mar. y nos adopta para
siempre
__________

hablábamos -¿recuerdas?- de ir a buscar tú y yo


tréboles de siete hojas en la atlántida
pero… solo era poesía
era nada
___________

92 93
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Más allá del agua


1998

a
G.C. y S. B.
por siempre

94 95
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

La vida está hecha de nada, de nombres


escritos en el agua, pero solo así es bella

Grazia Deledda

… And will never be any more perfection tan there is


now, nor any more heaven or hell than there is now.

Walt Whitman

96 97
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

¿y si un día amanecieran las calles todas con candado?

¿y si los árboles no cesaran de crecer contra un cielo verde?

¿y si mi corazón se mudara al pecho de un canario?

(Cuenca, 1998)
__________

la ciudad entera amaneció entre gris y pájaros


asomó sus visiones por todos los corredores
y se desplomó en el charco

¿quién rescatará del agua tu retrato?

__________

y la noche se disuelve en colores


y los colores en agua

tu mano es una ola


__________

las voces te embriagan de un silencio desconocido


y están en ti. llevándote

tú no preguntas adónde
__________

98 99
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

se posan sobre tu pecho y cantan aullido prolongado va creando al ciervo


tú quieres preguntar y te agazapas en la huida. la cueva roja
pero son agua y luz tu lengua enjaulada. y ese temblor de sangre derramada…
y están __________
allí. desde antes de tu nacimiento
__________ bebes de un manantial antiguo
peinas tus largas trenzas…
esferas encendidas ruedan a mi paso tu lengua desconoce las palabras
__________
me recuerdan las voces de los pájaros
su peso de lágrima furtiva conoces ese lugar oculto para todos. allí. donde al caminar se enreda
(Quetzaltenango, 1997) entre tus piernas ese sonido vegetal y oscuro. y te atrapa cual si fueras
__________ un animal herido. lames ese pedazo de tierra ... con olor a incienso.
a sangre
susurro de alas __________

tú esperas el mensaje con el pecho un gemido bajo la tierra va buscando raíces en tus venas. tu cuerpo
(abierto exhala olor a hojas machacadas
y una trompeta llueve hojas doradas: __________
la luz es el mensaje
pero alguien golpea en mi costado. como una espiral de llanto. y mi
(Quetzaltenango, 1997) cuerpo se vuelve sombra ... agua
__________ __________

cúpulas ardientes. soledad que espera tras el agua y te dejarán desnuda. sin voz y sin retorno. se alejarán cantando
las palabras caen como musgo antiguo ... __________
solo escuchas la música azulada de los astros
su eco callado en tu garganta
__________

100 101
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

II cuando en el sahara anochece


y sus escombros
por la tarde cuando el oleaje florecen nuevamente
hay templos de luz bajo tus plantas
y yo sólo sé mirar con ojos impotentes rosas de fuego
el largo sacrificio de tus manos

abriendo el crepúsculo
__________

tú haces sonar las manos. y hay ríos de júbilo en todas las estaciones
__________

tu respiración esculpe catedrales de cristal


ángeles y campanas
los depositas en medio de la mar
los rodeas de voces y círculos de plata

y los olvidas
__________

sé que en el fondo de mí aletea cierta música


inexplicable y buena.
sé que alguien por ella me reconoce y me llama

desde antes de mí
__________

signos violentos
como golpes de dados en la arena/
tu mano es un oráculo sin tregua

102 103
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

III IV

ese gemido bajo la arena. que asciende al cielo obelisco de sombras. mar: un cuchillo de sal me atraviesa el pecho y las palabras
que balancea el talle ausente de las palmeras. __________
gemido de agua quemada
¿dónde las cúpulas de plata? ¿los jardines colgantes? ¿los ojos que las voces llegan a borbotones. como el oleaje a las naves sumergidas de
esperan? ¿dónde el espejismo en que perderse? la catedral eterna. voces que ascienden al coro y las cúpulas.
sólo sueños borrados. una flauta que hace vacilar al viento. y el largo como alas o lluvia mansa
olvido de las dunas tras los vitrales encendidos: peces arrodillados y tu sonrisa
__________ dormida
__________
y ahí vienes, amigo mío. tocando tu flauta eterna. por la arena sin fin.
vienes cantando a la más seductora de las soledades. a las dunas y a los alguien dibuja en la arena el recuerdo de un nombre
vientos. y a sus hijas magníficas: rosas encarnadas (frío noche y luz). y se arroja a la mar
llegas al lugar exacto donde hace milenios se levantaban orgullosos __________
palacios y misteriosos ojos nómadas. tu paso es cada vez más lento
inseguro. ¡oh! adorador de lo que fue… ¿escuchas su brillo aún lejano? es ella que se asoma. tímida y ausente.
y la arena que fluye como tus memorias. y las palmeras antiguas con todos sus desiertos y sus manantiales. con su cortejo de leyendas
empiezan a verdear en oasis permanentes. ahora tu música es tan y suicidas. ligera y blanca como un fantasma. y sus adoradores
lejana como las viejas estrellas. caes. pero tu rostro brilla: frente a ti las enloquecen. allí. sobre las rocas y en el mar
cúpulas doradas de la ciudad perdida. de bruces las bendices. mientras entonces empieza la larga danza: gritos y conjuros. tambores y aullidos.
unos ojos de miel quemada recogen tu última visión. y te olvidan hasta que ya a la madrugada -ebria de luz y de hastío- ella los deja
__________ desde el agua yo espero el retorno de tu risa
__________
presientes la dorada presencia del templo entre las dunas. tras de ti el
viento borra toda huella y todo sueño. tu paso es lento y piadoso. sobre la tristeza del mar: borrachera de espejos. el planeta entero abierto.
rosas de fuego y frío. y el olvido perenne de la arena la luna: un carámbano sobre su piel huraña. sollozo imposible desde
__________ las profundidades. y esa música de agua y noche. de vidas ignoradas y
multiplicadas muertes

las palabras: inútiles huesecillos de pez en la inmensidad del oleaje

104 105
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

V tu presencia al otro lado


mi soledad
para volver a ti
recojo mis sandalias dos fichas en el tablero
__________
del otro lado del mar
__________ tu nombre…deja una cicatriz de naves incendiadas
aquí. en el océano de mi pecho
caricia prolongada las olas de tu pelo __________
me aísla del mundo
un fragmento de mar en tu pupila ausente
y sus olvidos repite el paisaje húmedo sin nubes
__________ en que mi albatros agoniza
__________
sombras de serafines sedientos
campanas antiguas en el patio
estatuas lunares

tú caminas sin pena por mi asombro


__________

un arcángel

esquivo
sobre la humedad de tus huellas
__________

tu voz: dorada cicatriz en mi garganta


__________

alta noche. bebo de tu voz como se bebe la leche de los astros


__________

106 107
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

La espera por un nombre ya olvidado


__________
y te he esperado sin rastro
y sin prisa naves de sombra escapan de tus dedos. te miro entornar los ojos y
sobre los puentes no sé dónde estás. mi corazón es un bloque rojo y helado. sobre una de
las cúpulas azuladas del verano esas naves
a través de los túneles interminables de la noche
en todos los andenes
lejos del mar y sus sirenas
te he esperado en esta ciudad
y en todas las ciudades
mientras la sombra crece sobre mis manos y el viento
es un mensaje ronco sin ventanas
te he esperado de cara contra las vitrinas
en el eco intermitente del teléfono
en los cuadros del Prado
y en las calles
pero más te esperé en las paredes repetidas del Cristal
y puedes creerme:
solo asomó tu silueta tras una de ellas
en el momento exacto en que yo partía
__________

el cortejo de lunas es ya un recuerdo en tus ojos


náufragos
la noche nos juntará en lo más hondo:
como un aullido
__________

el fantasma de tu voz
aún me llama
hoy

108 109
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Antología personal

Premio Nacional Jorge Carrera


Andrade (2000)

110 111
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Alguien en mí se quema

Alejandra Pizarnik

112 113
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

la sombra de un pájaro cruza la noche ...la catedral en llamas



(Salinas, 1999)
__________

un pez de plata lleva en sus ojos todo el espectáculo de los mares y la luna
roja. la desesperación oscura de los hombres. su soledad irremediable
un pez de plata que sueña vibra como una campana. viajero esquivo
entre el mar y el cielo…y tu sombra

(Salinas, 1999)
__________

no eres sino un astro pero te adoro. adoro tus manantiales y tus sombras.
tu obsesión por el mar. y tu terca belleza que enloquece. tus visitas
furtivas a mi lecho. cuchillo de luz que me roza los labios. y me ignora

(Salinas, 1999)
__________

las voces llegan a borbotones. como el oleaje a las naves sumergidas de


la catedral eterna. voces que ascienden al coro y las cúpulas. como alas
o lluvia mansa
tras los vitrales encendidos: peces arrodillados y tu sonrisa dormida

(Zúrich, 1982)
__________

en tus ojos mi alma se asoma desde lejos


más allá de soles y diluvios

114 115
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

se detiene tu presencia al otro lado


en la miel quemada de tus días mi soledad

como un beso sin tiempo dos fichas en el tablero


__________
(Quito, 1998)
__________ mañana vestirás esa túnica blanca
mientras con las manos oscuras
allí. donde habitan los pájaros y los vientos
amada mía yo te lavo la cara
te soñé __________
entre el agua y la luz
tú: mía y misteriosa

y el mundo era un guijarro que arrastra la corriente



(Zúrich, 1982)
__________

de tu casa parten las alas


de mi casa

los vientos
__________

atas mi risa a tus cabellos y avanzas hacia alta mar. allí te esperan mis ojos
__________

la ausencia de tu mano deja una forma extraña entre violeta y blanca


junto a mi mano
__________

116 117
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Al andar
2004
Premio Nacional Jorge Carrera
Andrade

118 119
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Je suis fils de la terre noire,


mais aussi du ciel étoilé.

Marguerite Yourcenar

¿Quién te hizo amar


estas incontables flores de ciruelo
por senderos de piedra
a la luz del crepúsculo?

Wang Weiqing

120 121
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Schatten Rosen
Schatten.

Ingeborg Bachmann

Estancia i

122 123
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Retrato

te sienta tan bien ese dorado en los ojos


temblor de espadas en el talle

te sienta tan bien esa mirada ausente


de puerto en puerto
de fuga en fuga
de sueño en sueño

y ese verdeoscuro que asoma imperceptible


entre tus dedos
musgo antiguo al borde de las calles
que algún rato devorará la ciudad entera
sin que se note apenas tan
dulcemente

Tala

caen los árboles asesinados


como palomas muertas
(el gato se lame las manos)
crece el olor de vida sacrificada
la tarde
es una urdimbre de hilos rojizos

mientras tus manos arañan el aire como abriendo puertas

124 125
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Paseo pero no anidan

una torre de hojas se desploma contra tu sombra cruzan el desierto de mi nombre


y tu sombra cruje toda verde beben de mi sed
húmeda y libre mientras te alejas los pájaros tardíos

un pájaro extraviado sueña anidar en ella mi casa es un enjambre de alas que se fueron

Anécdota Exilio

se cuenta que volvió para despedirse vienes del otro lado de las aguas tras
con los ojos altos y serenos la huella pavorosa
pero la víbora del amor hizo lo suyo de un adolescente muerto
y se quedó para amar su ceniza
como en trance vienes, hermano mío, a refugiarte
en el antiguo misterio de la tarde
se cuenta que cambió de piel y de destino y el bosque en llamas te devuelve una vez
por unos ojos de miel que le olvidaron más su rota cabellera

se cuenta que murió en cualquier lugar seco y oscuro


lejos del mar
y sus ciudades de oro

Retorno

los pájaros han vuelto a mi ventana


oscuros libres ajenos
queman el aire cantan

126 127
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

¡Oh, esta pasión antigua! Este abandono


de sales y de arena.

Lalita Curbelo Barberán

Estancia ii

128 129
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Retorno
II

mar
vuelvo a tus ciudades sagradas
templos ignorados
cielos sumergidos
vuelvo
al edén primigenio acógeme
mar que he extraviado mi voz
entre tus voces

Te imagino

te imagino, mar, sentado contra las olas


ebrio de escamas y espuma oscura
solo
tiritante
devorándote a ti mismo
en interminable agonía

Baño

lentamente se desnuda

entra en las aguas


infames
se mece sobre las olas
y sus carnes brotan rosas oscuras
que contrastan con la palidez de la noche

130 131
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Insomnio

mar que me desvelas


te confundes
ola a ola He sufrido la luna de bronce
sobre las tiendas beduinas.
con el agua salobre de sus ojos
Mahmud Darwish

Estancia iii

132 133
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Fata morgana

luz salobre
danza enigmática de los ergs
tus ojos casi ciegos
jardines más allá del horizonte
furor del oleaje
y esa voz tan tenue que susurra
gaviotas doradas
bajo el sol inclemente

la caravana avanza lenta


casi inmóvil

Nacimiento

el viento es de pronto dorado remolino


el cielo círculo esplendente
oasis
camellos arrodillados
y el estremecimiento de la arena:
lentamente se eleva una palmera

Almenas

ese gemido de arena por la noche


nostalgia de aljibes y jardines
dolor de rostros velados
mansiones imperiales y la luna llena
tras las frescas almenas ...
en el corazón sin tiempo del desierto

134 135
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

No sé si esta figura maltrecha, al caminar,


escapa de un castigo o busca un paraíso.

Antonio Colinas

Estancia iv

136 137
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Arribo

fría y oscura la ciudad avanza


crujen las horas aceleradamente
tus ojeras
tu excitación
tu pecho averiado
una vez más patinando sobre la nieve

Pirineos

esqueleto en nieve
de un antiguo colosal
saurio
o memoria del origen
de la tierra
de todo afán y todo enigma
glacial y perpetuo
más allá de la anécdota humana

Aterrizaje

una nube solitaria –ángel extraviado del verano-


entre los altos riscos
más allá
la mancha de una ciudad/ descendemos
tierra roja la tierra castellana:
Madrid se riega ante mis ojos

138 139
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Yo soy las alas con que huyes de mí.

Manuel Scorza

Estancia v

140 141
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Aeropuerto

un ademán de tus ojos fractura la realidad circundante


la vuelve fantasmal
etérea
y empieza a gotear como plumas de nieve
en un invierno solo tuyo
pero todo es un imaginario forjado por tu ausencia
que no cesa de acariciar/ inútilmente
el edificio vacío de mi pecho
(Buenos Aires, 2000)

Poema 7

escupo tu nombre en el agua


mientras la noche lanza sus escorpiones sobre mi corazón

averiado y cobarde
la luna cada vez más alta
el aire en llamas
y el agua...
el agua que envenena mis labios

La herida

de tu casa a mi casa solo hay una herida


blanca como la luna en febrero
húmeda como los ojos de las golondrinas
errantes
entre tu casa y mi casa
cada vez más lejanas

142 143
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Sueño Inútil

1 inútil la espera y la esperanza


inútil la carcajada roja
han vuelto los caballos oscuros a tu río de la tarde
(ojos de brasa y sangre/ hocico de tinieblas) demasiado tarde para recuperar el anillo
tú te ocultas tras el último sauce derramado plateado de su risa
tiritando desnuda hacia mis brazos ausentes la gaviota sin cuerpo
que cruzó mi espalda a la mañana
y regarás con tu sombra el rictus de mi boca y se perdió por siempre
en la arruga impiadosa de los días

blanca daga sobre mi pecho oscuro

llegas como de espaldas a algún sueño triste


lames mi sangre entre las rocas
y te precipitas al mar …

Poema

te hamacas a media tarde sobre mi mirada amante


me sonríes
y hay un río de miel entre tus labios ávidos
convoco las campanas los tréboles los mares
y voy hacia ti cantando
pero la tarde hace un paréntesis maldito
y me lanza de bruces a la realidad:
este solo poema
(Cuenca, 2002)

144 145
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

la poesía, el dolor más antiguo

César Dávila Andrade

Estancia vi

146 147
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Grietas

una grieta repentina tras tu cabeza


como si la pared se prolongara hacia el jardín
y el jardín se ocultase bajo el agua
como si el agua aún inundara el antiguo paraíso
como si doquier algas ojos y escamas
y tú
sentada frente a mí
mirándome

me llaman desde el fondo de los vientos


susurro lento / casi gemido
hipnotizada corro tras las voces
y la tarde se vuelve agua / se vuelve arena
hasta desembocar en castillos de sal
ciudades de fuego
en esos ojos que me olvidaron
hace ya tantas eras

dedos de fuego sobre tu cabellera oscura


algo te arrastra de los ojos
y no preguntas/ avanzas
con pasos de sombra
al nacimiento oculto de la arena
entre horizontes de hueso y agua

148 149
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

danzas inmemoriales / fuegos y máscaras


resucitan viejos muros / que serán destruidos
por otras voces
te acercas vacilante: el cántaro en las manos
el ara
nace un aullido en tu garganta oscura
un círculo de soledad se cierra sobre tus pies
hueles la sangre que manará del pecho
la sangre de la ofrenda

avanzas
Mínima antología poética
Madrid, 2010

150 151
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Die Rose ist ohne warum; Sie blühet, weil Sie blühet.

Angelus Silesius

152 153
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Tren

el tren entre las rieles extraviado


en la noche triángulo fantasma
paciente
indiferente
inútilmente

monótono guardián desubicado


en el borde perenne de mis cosas ausentes

Medio día

tu sombra que sangra en los arrecifes


-chorro de crudas amapolas-
mancha estos signos

este silencio
me vuelve

roja estrella en tu costado oscuro

El muro

el muro avanza vertical contra un cielo sin nubes


almenas / luz opaca de la luna
ventanas clausuradas
y un aroma a jacintos que tiñe
de púrpura estas líneas

154 155
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

__________

un pájaro enjaulado
se bebe a sorbos el ocaso
y vomita la noche

Versos trashumantes
Premio Hoja de Encina Madrid
(2011)

156 157
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Doch uns ist gegeben


auf keiner Stätte zu ruhn.

Friedrich Hölderlin

La hilera de palmeras indica lo que está ausente.

Mahmud Darwish

158 159
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

como en los viejos tiempos:


tu corazón será enterrado en medio del desierto para que los pájaros
recuerden su ruta más allá del mar
.

pero es cierto que estamos solos. solos


como el aire roto de una ocarina
o el espejo de un crustáceo en la arena ardiente
estamos solos /luchando con nuestro ángel

y así somos

.
es el viento que ruge entre las dunas hendidas
puertos antiguos y naves sumergidas desde el fondo
(de la arena
resucitan /por segundos eternos
mientras el caminante maldice
su propia huella /tan lejos del oasis de sus antepasados

tan ajeno al recuerdo y al olvido

.
mansiones lejanas. estatuas. una mano que reparte estrellas diminutas
sobre los muslos. tan cerca de la arena y la esfinge. tan lejos del mar y
sus lunas. tan solas. tu garganta: el oasis y la sed. el triángulo de la luz

canta el viento sobre rosas minerales

160 161
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

dunas: oleaje de fuego. aúlla el viento en tus manos resecas


bajo un cielo de vidrio molido y el espanto de la luz
te arrastras entre fantasmas arrugados. oasis imposibles
imploras la noche. allí. de bruces sobre el espejismo del agua
vomitando soledad y arena

fuego de mares calcinados. voces ardientes


voces que absorben mis palabras como las dunas
voces que me rebautizan con nombres milenarios
y me pierden
De la muerte y otros amores
Death and the beloved *
*
el cielo tan sin mancha / keops 2014
duerme su muerte antigua
mientras a sus pies la arena florece
duras rosas insomnes A Blanca Inés

*
dicen que la ciudad sagrada fue diseñada por un poeta ciego y construida
por doncellas sin voz. más allá del agua y de la arena. ciudad de cúpulas
y jardines. dicen también que está dormida y volverá a ser en una era
futura. cuando no existan más la memoria ni el olvido

Traducción de Kimberly Contag, PhD y Sara Vanégas Coveña


Translation by Kimberly Contag, PhD and Sara Vanégas Coveña

162 163
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Ubi est, mors, victoria tua?


1 Corinthians 15:55

April is the cruellest month…


T.S.Eliot

sentí oscuramente que el canto hablaba de algo que jamás retorna.


Edith Södergran

164 165
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Ciudades

A Ítalo Calvino
      

Las ruinas me enseñaron a pensar.


Shakespeare

Cities

for Ítalo Calvino

Ruin hath taught me thus to ruminate.


Shakespeare

166 167
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Café 2 Ciudades ya idas. que pueblan el éter como fantasmas adorables.


se revelan a los ahogados y a los suicidas. ciudades hechas de bruma y
mientras espero el día siglos. que susurran como sirenas en la noche. cautivantes y eternas.
Alejandra y Alfonsina y Safo ciudades imposibles
se acercan a mi mesa
ordenan café negro
y agua Long gone cities. that populate the ether like venerable phantasms.
compartimos el pan they disclose those drowned at sea and the suicidal. these cities made
la soledad la muerte with mist and centuries. whisper like sirens in the darkness. captivating
de rodillas and eternal impossible cities
en un poema gris/
desubicado

Café 2

while I await the daylight


Alexandra and Alfonsina and Sappho
approach my table
they order black coffee
and water
we partake in bread
solitude death
we do obeisance
in a cheerless poem/
puzzled

168 169
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

La espera Nómada

antiguos muros oxidados llegas a mí: la mirada cortada. detenida en ese antiguo paraíso. desde la
el sol es una brasa triste sobre las piedras arena. bajo un sol canicular o un frío que paraliza. que engendra rosas
mientras el musgo milenario torpemente se arrastra en las dunas y las arroja al camino del por siempre nómada. ajeno al
de los postigos a tus ojos consuelo de los oasis. la garganta seca de sed e invocaciones. solo te
cansados de tanta espera queda el recuerdo prófugo de la miel los aljibes las lunas danzando
sobre las almenas. solo el escalofrío sagrado de lo que no muere…
llegas y bebes en mí el agua salobre de tu linaje... y la tarde se abre en
Waiting ciudades imposibles desde tus ojos

ancient oxidized walls


the sun is a languishing ember left on the stones Nomad
as the millennial moss crawls awkwardly
from the gates to your eyes you come to me: your interrupted gaze. detained by that ancient
wearied by waiting so long paradise. there in the sand. beneath a blazing sun or a paralyzing chill.
that engenders desert roses in the dunes and hurls them toward the
path of one who is always a nomad. oblivious to the consolation of
the oasis. your throat parched by thirst and invocations. all that
remains for you is a fleeting memory of honey, waterwells, dancing
moonlight on the battlements. nothing more than a sacred shiver of
what does not die…
you come and drink the salty water of your lineage in me… and the
afternoon unfolds into what your eyes see as impossible dwelling places

170 171
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

En el gran estanque Ciudades quemadas en la memoria


la sombra de una ciudad aún no erigida en cada estación en cada palabra
sus ventanales y murallas sumergidas como gigantescas chimeneas
sus gentes venideras ladrillos lacerados por el fuego
su melancólico final… ciudades ya fantasmas
solo la sombra arden hoy en tu lengua
de su futura sombra en tu olvido
ya pasada

Cities burned into memory


There in that great pond in each season in every word
a shadow of a city not yet built submerged like monstrous smokestacks
large windows and city walls bricks lacerated by fire
future inhabitants cities turned to ghost towns
a melancholy ending… they burn today on the tip of your tongue
a mere shadow with your forgetfulness
of a future shadow
that has already gone by

172 173
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Noche que crece desde los ojos de los ahogados Y te encuentras gritando en la oscuridad
se riega sobre tu lengua sobre escalones de humo y hollín
te deja palabras oscuras un nombre astillado de repente
para nombrarla enmudecido/
para nombrarme… tu grito es un espasmo que arroja
olas de ceniza desde tu lengua
flagelada
The twilight that waxes from the eyes of the
drowned
spills over your tongue And you find yourself crying out in the darkness
leaving you only obscure words above layers of smoke and soot
to name the darkness a name that is suddenly splintered
to name me… and silenced/
your cry is a spasm that spews
waves of ash from your scourged
tongue

174 175
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

La luz crea ciudades magníficas frágiles Luces


transparentes.         
tus ojos cegados apenas las intuyen. A Paul Delvaux
navegas entre sus aguas y sus torres. como mariposa alrededor de
la lámpara. la luz las ha creado solo para ti. para tu mente frágil.
extraviada
Acaso la luz sea un nuevo tormento.

The light builds magnificent fragile transparent Constantino Cavafis


cities. your unseeing eyes
barely sense them. you navigate between the city’s waters and her
towers. like a butterfly near a lamp. the light has created them to Illuminations
attract you alone. for your delicate mind. lost in thought
for Paul Delvaux

Perhaps the light will prove yet to be a new affliction.

Cavafis

176 177
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

4 5

cielo de cobre sobre las manos resbalas otra vez desde mis ojos
ciudad que no te acoge niña ciega y ausente
porque no eres de ella a desafiarme a tu mundo
ni de ninguna parte sin tiempo sin luz sin cielo/
criatura amarga niña eterna
avanzas hacia mí te detienes al borde de mi espejo
¿o yo hacia ti? muda
las sombras me impiden saberlo

5
4
again you slip from my eyes
copper sky above your hands unseeing and absent girl
this city that does not welcome you to challenge me with your world
because you do not belong to her timeless lightless heaven-less/
nor to any other eternal youth
bitter creature you pause at the edge of my mirror
you advance toward me speechless
or is it I who advances toward you?
the shadows keep me from knowing

178 179
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Memorias I

Luna

Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar. la luna tan baja


mediodía/ tu voz me vuelve a épocas remotas
Antonio Machado cuando aún no cuajaba mi existencia
(tú ya estabas)
tu voz amada. tan lejana…
Memoires la luna es una daga en mi garganta

Moon
Lord, my heart and the sea we are surely alone.
such a low moon
Antonio Machado midday/ your voice takes me back to distant times
when my existence was not yet set
(you were already here)
your beloved voice. so far-off
the moon is a dagger in my throat

180 181
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Tu voz Tu silencio que ensombrece el mediodía


que atrapa mi espacio y mis sentidos
tu voz que me crece desde adentro. me llena los párpados las manos la tu silencio
garganta. tu voz verde como la ola más alta del verano. desbordándose que martiriza los gorriones y las flores
por mis ojos mis dedos. que se torna oasis o flores de arena. pájaros rompe las aguas y los vientos
que vuelven de su erranza con las alas rotas de polvo y distancia… tu tu silencio que mata mi palabra
voz que todo lo alumbra y todo lo anochece. desde mi eterna mudez la pulveriza
y la avienta a la nada

Your voice
This silence of yours that casts a shadow over midday
Your voice strengthens me from within. fills my eyelids my hands my and traps my sense of space and my senses
throat. Your lush-green voice like the summer’s tallest wave. rushing this silence of yours
over my eyes my fingers. it becomes sand flowers or a haven. birds who torments sparrows and flowers
return from their wandering flights with their wings damaged by dust disturbs the waters and the winds
and distances… it is your voice that illuminates all things and darkens this silence of yours starves me of words
all things. from my eternal silence crushes them
and scatters them into nothingness

182 183
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

II Crepúsculo

Insomnio la tarde abanico de sombras


los montes empiezan a alejarse
voces oscuras las aguas se aquietan
madrugada infame tus manos caen
los pájaros agonizan lentamente como palomas ahogadas…
en tus sienes cansadas
tus manos se arrastran tristes
más acá de las sombras Dusk
buscando
mis manos niñas late afternoon fans the shadows
diminutas the mountains begin to fade in the distance
creadas ayer para la nada the seas calm
your hands sink
like drowned doves…
Insomnia

muffled voices
loathsome dawn
birds languish in the throes of death
between your weary temples
your hands sweep dolefully
and search
this side of the shadows for
my girlish hands
so tiny
created yesterday for this void

184 185
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Noche Inconclusa
A Franz Schubert
la noche se precipita sobre tu figura larga y atormentada. se deshace
en llamas negras como tu pelo. y grita. grita alguna calamidad 1
te veo con el peso inmenso de la oscuridad avanzar hacia la como un lamento que sube desde la hondura. abre sus alas de
madrugada. ebria de soles negros. torcazas ausentes mariposa oscura. te envuelve y te transporta a su misterio. extasiada,
la luna se incorpora lentamente desde tus ojos tú recoges flores de sombra en el camino…

2
Evening caminas a tientas bajo un cielo negro. luna inmensa y ausente.
solo el aullido salobre de la mar. cual fiera que clama por sus hijos
evening casts itself over your elongated and tormented silhouette. extraviados. y un fuego negro te va quemando las huellas. tú vuelves
its darkness melts into flames as black as your hair. and calls out, la mirada: siluetas informes agitan pañuelos de brea…
shouting a calamity
with the immense weight of darkness I see you advance toward dawn. 3
filled with black suns. absent of doves un ángel oscuro te abre paso entre la bruma: el ara es un espacio
the moon rises slowly from your eyes infinito. te tiendes sobre la piedra. y esperas la melodía…

Unfinished
for Franz Schubert

like a dirge that rises from the depths. wraps you in dark butterfly
wings. this surrounds you and carries you toward the mysteries. in
ecstasy, you collect shade flowers along the way…

2
in the absence of an immense moon. you grope your way under a
lightless sky. where only the brackish howling of the sea. cries out

186 187
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

like a wild animal for her missing offspring. and a jet-black fire El ojo vacío de la muerte
vaporizes your every trace. you look back. shapeless silhouettes wave escruta tus dos ojos
tar-stained handkerchiefs… se refleja en ellos
espejos perfectos
3 se acicala
a shadowy angel clears the way in the mist: the altar stone is an y espera
infinite space. you lie across its surface. awaiting the melody espera…

The empty eye of death


scrutinizes each of your eyes
and sees itself reflected in them
perfect mirrors
it makes ready
and waits
waits…

188 189
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Música de agua
New York,
2017

190 191
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

En esta agua pura los ríos se refrescan.

Shiki Masaoka

Ohne Musik wäre das Leben ein Irrtum.

Friedrich Nietzsche

192 193
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Gárgolas

para entonces el sol ya


habrá lamido los oscuros
techados las estatuas
silenciosas las naves y los
altares ahora será un
rosetón iluminado en la
catedral quemada de Notre Dame

Capilla

apenas una sombra


un silencio
en el camino borrado
de la niebla

colgada de alguna nube


tiritando
entre espectros y serafines
la capilla iluminada

194 195
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Al ángelus Hoy

1 ya estás frente al mar


ya bates tus alas como gaviota ebria
los árboles se recogen tus alas desiguales
en silencio los pájaros y empiezas a graznar
–ya en sombras- retornan a sus ramas/ tu ¡hoy es un día esplendoroso!
corazón busca en vano
un rincón donde
guarecerse

al ángelus
se recogen los pájaros en la tarde
transparente
(mi corazón es un ave más
arrodillada)

Cuadro

cómo hiere la sal de los caminos


cómo pesan los vientos del desierto
las ventanas tapiadas y los ojos
ausentes
el sol en las patas cansadas de los camellos
en los oasis yertos
cómo duelen las voces de los ahogados en la arena
de los que imploran un pedazo de cielo ennubecido
cómo lacera su agonía inútil//
cómo sangra la memoria del dolor en los pinceles

196 197
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Catedral Sumergida
2023

A mis hermanos poetas


A Magaly

Ognuno sta solo sul cuor della terra


trafitto da un raggio di sole:
ed è subito sera.

S. Quasimodo

198 199
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Estancia 1

Cada noche, junto a mi lámpara


mi cabello encanece

Yü Hsüan-Chi

200 201
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Árbol

el viento azota mi rostro


los árboles los aljibes
hojas vuelan a mis manos
como pájaros asustados
asombrada
me vuelvo toda verde
agua fresca para esas aves
(que empiezan a anidar en mis cabellos)
me miro
(recuerdo a Dafne y su divino perseguidor)
ahora soy uno de esos árboles
mientras se borran mi rostro y mis huellas pasadas/
sobre mis ramas cargadas de trinos
y hoja tiernas
baila ahora
el viento
apaciguado
tenue
con aroma a laureles

Signos

el oleaje al retirarse deja en la arena


trazos indescifrables
como huellas de pájaros

caminas sobre esos signos


y ensayas
ausente
tu propio vuelo

202 203
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Dron La mar
de pie sobre el acantilado inmenso útero al que volveremos
miro volar mi sombra criaturas
agigantada extraviadas
una mano en el crepúsculo una noche cualquiera
la otra en las mareas en un lugar cualquiera

un pequeño dron graba la escena. continúa su tránsito


Cual nave a la deriva
Verde quisiera
a veces descansar sobre las olas
se encienden las luciérnagas de repente
con mil cascabeles en la garganta
-estrellas pequeñitas del bosque a oscuras-
y un solo pensamiento
y un coletazo de viento te ilumina el rostro
te miras en el agua:
la luz ha dibujado en tus mejillas
extrañas cicatrices Agua
como una melodía verde
antigua hoy es martes
como si fuera sábado o sal
como si de repente todos
No camináramos simplemente
y fuéramos felices/
no se repetirá el arrobamiento de la primera vez en París pero las aguas te recuerdan
del primer vuelo sobre el Atlántico que a ellas nos dirigimos
la mirada limpia que contempló la nieve en los Pirineos a su insondable seno//
las aguas verdes del Danubio no importa que sea martes
los campos de lavanda las catedrales o que los zapatos te aprieten
el espejo sonriente o que hayan florecido los rosales/
entero el agua sigue consumiendo las piedras
y los huesos
¿qué queda de ese temblor ya antiguo? nuestra precaria lucidez

204 205
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Naufragio Esa ave que cruza a pleno día


y no deja sombra
camino sobre la arena debe ser el amigo que se fue
la cabeza llena de imágenes y nostalgias (ahora lo sabemos)
sin atinar un rumbo
¿para qué?
el agua siempre igual a sí misma Alucinada
mi cuerpo cambia según el sol el cielo las mareas A Alejandra
camino como quien busca un tesoro
o una tumba cómo acallar las voces que me habitan
recuerdo cómo ignorar la insólita presencia de
los viejos puertos pegados a mi memoria pájaros muertos en mis manos cómo
las catedrales sumergidas y las quemadas desmantelar la tienda de la locura y
ahora miro una barca volver a la sencillez desnuda de mi
deletreo nombre…
un nombre oxidado (solo yo lo reconozco)
la rescataron de altamar – me dicen
del naufragio Caminas en círculos
yo me detengo como un pájaro ciego
al fin creo haberme encontrado sobre sus propias cenizas
entre aves carroñeras y hombres miserables
me apoyo en una roca y miro la barca
mientras borran mi nombre y pintan otro nuevo Vida

canta el mar
No somos sino la fruta caída cantan las sirenas
del árbol de sobre la boca entreabierta
la esperanza o del ahogado
del desprecio

la antigua soledad que la nombra

206 207
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Como las aves

deambulas entre templos y burdeles/


una taza de café vacía
donde colocar las llaves
la cerradura de la puerta que te despidió/
no recuerdas el nombre
de tu calle ni de tu barrio
los muertos no necesitan refugio
piensas
como las aves
migran

Estancia 2

Definitiva como un mármol


entristecerá tu ausencia otras tardes.

J. L. Borges

208 209
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Llegas con levedad de golondrina


geranios en el pelo
un enorme corazón de chocolate en el pecho
te miras en el breve aljibe
bordeado de hierba fresca
y nuestras sombras se juntan//
¡cuánto me conmueve mirar esta fotografía!

Duele

como en aquellos atardeceres


se acerca tu sombra a besar mi sombra
se abrazan se juntan…

y entonces la memoria duele

Playa

te envuelves en manto salino


sobre la cabeza una gaviota oscura
caminas lenta… lentamente
de cara al crepúsculo/
inclinada
sobre la huella leve de tu paso
me bebo ya tu ausencia

210 211
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Marea roja
la tarde se astilla
lentamente
… al paso de tus naves

Espera

amanecí
antes que el sol
y la espera fue larga…
cuando llegaste
ya había escamas en los ojos
y en el pecho
no reconociste mi mar
Estancia 3
te asustaron mis orillas

al medio día lloré tu naufragio La città infelice contiene una città felice
non sai nemmeno che esiste

Cautiverio I. Calvino

A Rainer María
indefensa
ya liberada
la pantera tropieza a cada paso:
las rejas en sus ojos
le impiden avanzar

212 213
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Jambelí

y me creí dueña de la copa más alta de aquel septiembre que


-ahora lo sé- nunca existió
(solo arena y anhelo)
me creí protegida de los dioses del mar
aullantes y terribles
dioses enamorados/
la isla –ahora lo sé- ¡desapareció hace ya tantas tempestades!

Poema xvi

pueblo fantasma: niebla y frío


lámparas que iluminan
vagamente
el caminar sin rumbo
de un forastero extraviado

Ríos

cuatro ríos. hilachas de luz


tiñen de plata y aroma
el breve paisaje de mi pueblo

214 215
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Muros Tantas ventanas y puertas abiertas. pero allí la luz se suicida


los vientos se cansan los pájaros pierden su canto. casa impecablemente
ciudad donde los muros son sus únicos habitantes oscura y vacía. es en ella donde mi alma sueña sus mejores pesadillas
permanentes
con hiedra o sin hiedra
con pájaros salamandras y mariposas Por la noche
y alguna flor las estatuas resucitan
en las plazas las avenidas/
los muros tienen su propio lenguaje para comunicarse entre sí al fin libres
y con sus huéspedes danzan a su ritmo/
cuando la lluvia mas al llegar la aurora
o el sol la luz ensucia el paisaje
o la luna y todo vuelve
se levantan austeros enigmáticos en las madrugadas a la feroz monotonía
y así permanecen hasta la madrugada siguiente /
ningún humano parece reparar en ellos
ni en sus criaturas huéspedes Los placeres del poeta
tal vez porque están roídos de soledad y sombras
tal vez porque cada uno vive dentro de su propio muro A Giorgio
y no necesita más
estación abandonada. reloj detenido desde siempre. los edificios se
alargan. las puertas se multiplican (clausuradas por el ojo que las
Casa creó). de espaldas al agua una triste figura parece aguardar el retorno
imposible del tren mientras su sombra soporta la cruda luz del
nubes rojas. altos muros. ventanales inmensos. la oscuridad se alarga atardecer. desde siempre
desde el interior y llena las copas de los árboles, que no alcanzan los
largos corredores color de miel quemada. la luz la ha abandonado.
también el tiempo. está allí. desde siempre. fantasmal y magnífica.
como una roca negra contra el cielo

216 217
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Ocaso

una paloma parda


entre el oro y la bruma
cae de bruces
en la boca abierta de la noche

II

218 219
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Estancia 1

Rien n’est aussi beau que les ruines d’une belle chose.
A. Rodin

220 221
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Catedral sumergida

A Debussy
A Amada

baja el mar
de pie
entre aguajes y espuma
sus cúpulas respiran luz oscura
de nuevos soles
sus campanarios tocan agonía
peces algas serpientes
gárgolas
se desdibujan entre las olas/
solo el espectro de sus altares
el recuerdo de las oraciones
como pétalos de lirio
perdurará
mientras
se ilumina el rosetón en noches de luna llena
(como aquella que la naufragó para siempre)

ii

entre burbujas de asombro


los peces le hacen espacio/
fantasmales bajo el agua
naves altares retablos
agujas que apuntan al cielo

222 223
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

más allá del naufragio iiiii


el rosetón: ya pálidos colores
seguirán repicando las campanas/ gárgolas liberadas
aturdido peces asombrados en sus naves
un ángel busca sus alas campanarios y retablos
entre crustáceos algas y la sombra oxidados por la luna
rota de algún poeta y las mareas
lluvia incesante de notas ahogadas
iii musgo y silencio/
la catedral es un oasis
campanarios ahogados en la oscura turbulencia del suelo marino
repican
cánticos de antiguos presagios iiiiii
futuras leyendas
entre algas peces vientos espumosos
monstruos marinos y cánticos embriagantes
gárgolas liberadas/ y un resplandor que nimba el silencio entre
espectrales nota y nota/
los coros resuenan desde dentro como en sueños se elevan tus manos
de las aguas salvadas: tu cintura
son ya el alma del insondable océano tus pies…
el oleaje te cuenta historias veladas
iiii sobre el fondo iluminado del mar
y sus catedrales
serpientes aladas algo te acaricia tan suavemente que
soles parpadeantes hay lágrimas en todo tu cuerpo
peces que simulan quimeras ¿para qué despertar?
agujas que rompen el cielo verdeazulado
las campanas seguirán tañendo a través de los siglos iiiiiii
como un ritual de fe
y misteriosa permanencia burbujas en las manos
más allá de la torpe condición humana ojos de pez pies de algas

224 225
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

la sonrisa rota de una gárgola


al compás del flotante campanario
y la luna tan alta
que ya no la alcanzan las agujas
solo el rosetón por siempre iluminado
mancha de luz en las profundidades/
desciendo con él con los coros
(que no se apagarán)
recorro sus naves sus retablos
estatuas
y me tiendo en cruz
esperando el milagro

Estancia 2

… y mi alma adelgazada te besa entre las cosas


C. Dávila Andrade

226 227
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Porque

porque el río es ancho y sereno


y su sombra tiñe de verde los eucaliptos
porque los ojos húmedos de las piedras
se fijan en un punto más allá del horizonte
porque los astros se deslizan suavemente
y apenas se escucha su melodía
porque te siento en la brisa…
y de repente todo empieza a brillar

Epifanía

de pie sobre el monte más alto


veo crecer la sombra de tus alas
y se hermanan los tiempos
es medio día
y anochece
y gorjean las aves madrugadoras/
embriagada de aroma de azucenas
caigo de hinojos

las campanas inician su concierto

Eternidad

llegarás el día que menos te espere


llegarás con aroma a incienso a hierba
tus sandalias quemarán las aguas y los cielos
y una estrella fugaz será para mí tu presencia

228 229
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

Epílogo

El poema es una mano extendida que avanza suplicante en dirección


de la luz. O es, quizá, la luz que desciende en las alas de gaviotas hacía
unas manos blancas, “muy blancas”. Las manos sangran y se vuelven
refractarias a la claridad. Sin embargo, existe una complicidad entre el
poema y la luz, pues esta trae un mensaje, así como las manos guardan
suficiente claridad como para someter a la rosa a su silencio.

El día llega con los pájaros que cantan pese a no tener voz y su sombra
se acuesta en la página blanca, muy blanca. “Cuadernos vacíos”
reciben el silencio de los pájaros, acogen la infinita vibración de su
vuelo imposible. Ahí habita el poema, en el silencioso roce de las alas
con el viento.

El poema es “pupila sedienta” inundada de luz, colmada por el rastro


que deja las gotas de lluvia al rayar en el espacio; pupila acosada por el
mundo que vierte al durmiente en una vigilia perpetua. Sin embargo,
el poema yace en la “fruta de tus manos / dormidas”.

En el Sahara han brotado flores sobre la arena que cubre el rastro dejado
por un nombre. La inminencia del inicio yace enterrada en las palabras
que perdiéndose se vuelven susceptibles de recibir limosnas de luz. El
poema es dádiva de la sed que quema, de la nostalgia del principio.

Los poemas escritos por Sara Vanégas tienden hacia la brevedad,


oscilan entre el todo y la nada, ahondan el mundo hasta alcanzar “la
playa olvidadiza”, casi rotando el silencio, como el ala ligera de un
pájaro extinto que avanza dejando surcos en el viento a los que no es
posible retornar. La paradoja traza su camino impracticable en cada
verso, permitiendo así que el mar beba gota a gota la sustancia de

230 231
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

la palabra, anegando las páginas desde su eternidad amarga. Voces …la sombra de una ciudad aún no erigida
encadenan las manos de quien escribe, ahondan la hendidura fatal de sus ventanales y murallas
su garganta. Y el mar con su evocación de infinitos, que en su retorno sus gentes venideras
incesante anuda el comienzo con el fin: melancolía. su melancólico final…
solo la sombra
…cada noche el mar llega a lamerme como un perro. de su futura sombra
me envuelve en sus cántaros y sus fantasmas. yo ya pasada
alcanzo a extender las manos y toco voces. toco
siluetas inflamadas El mar raya en la arena trazos indescifrables y un sentido insubsistente
borbotea la ciudad con todas sus lunas rotas. pone a prueba la apertura de un mundo. El poema es la llave de entrada
en tu jardín esperas. a lo inaccesible, no como su posible explicación, sino conservando su
mi ausencia llora desde tus ojos condición de tentativa o de ensayo. Solo entonces la escritura es la
experiencia de su propia tensión, vibración o desasimiento que no se
En el poema el mundo se desploma sobre su sombra y se levanta en el cristaliza en un producto acabado.
sueño de un pájaro extraviado. La parte puede más que el todo, pues
es singularidad nómada que sub-yace en la blanca distancia de una …el oleaje al retirarse deja en la arena
página que no existe. Blancas manos… trazos indescifrables
como huellas de pájaros
…blancos el aire y el cielo
y los olivares caminas sobre esos signos
blanca la distancia que no existe y ensayas
mis pensamientos: leche derramada ausente
¿a qué mundo nos dirigimos? tu propio vuelo

El nombre está profundamente marcado por la sombra de un cuerpo La poesía de Sara Vanégas abre la posibilidad de un infinito actual, como
que está aún por venir; palabra “por siempre nómada” que avanza con un tiempo suspendido en el cual un reloj está detenido desde siempre;
“la garganta seca de sed e invocaciones”. Y la blanca luna, que danza tiempo de la espera en el que un retorno inoperante se infinitiza bajo la
sobre el agua, se refleja en otros ojos imposibles que más que ver luz exangüe de la tarde. Estación abandonada, muros ciegos que sitian
intuyen, pues desde siempre están cegados. Las sombras se adelantan las ciudades, sumiéndola en una feroz monotonía, pájaros engullidos
a los cuerpos de los que provienen, como memoria de lo aún no por la boca abierta de la noche, ventanas en las que la luz se suicida.
erigido. El futuro anterior es el tiempo propio del poema, en él lo Todo ahí parece estar hecho para impedir el exceso de sí mismo y,
venidero se enuncia y se propaga en el retorno de lo pretérito.

232 233
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

sin embargo, “los ojos húmedos de las piedras / se fijan en un punto CONTENIDO
más allá del horizonte”. Algo o alguien viene en la brisa, brilla en los
otoños. Así, un día, el menos esperado, llegará la ansiada eternidad
en el vuelo fugaz de la estrella que la excede. La poesía es entonces el SARA VANEGAS Y EL DESIERTO QUE TERMINA EN EL MAR 00
acceso a aquello que no puede ser puesto al alcance de la mano; se trata DE SUS POEMAS
de un puro pre-sentir que no puede ser extraído de su retiro o de su
90 POEMAS 00
reserva gracias a la cual conmueve. El poema sólo es posible en vista del
DÉJAME 00
movimiento que, proviniendo de él, lo excede infinitamente y lleva su
TU PRESENCIA 00
cuerpo insubsistente hacia las lindes del sentido.
SOY DE LA LLUVIA, AMOR 00
TERNURA 00
Fernando Albán
PERO SU VOZ 00
EDELWEISS 00
EL VASO ROTO 00
EL ÁRBOL 00
OTOÑO 00
SIGNOS 00
SIN TIEMPO 00
NOCHE 00
DOS P.M. 00
DE REPENTE 00

LUCIÉRNAGA Y OTROS TEXTOS 00


TU SONRISA 00
NAVES 00
TODO ESTO ES MÍO 00
NIEBLA 00
EXTRAVÍO 00
NADA 00
MERIDIANO 00
LA BARCA 00
NADIR 00
FELICIDAD 00
TENGO EL TURBANTE FRESCO DE LA TARDE 00

234 235
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

HENO 00 SEGUNDA PARTE 00


GAVIOTAS 00 I 00
INSOMNE 00 II 00
LÍNEAS 00
AZAR 00 MÁS ALLÁ DEL AGUA 00
SAHARA 00 I 00
UBICACIÓN 00 II 00
ACERAS 00 III 00
LEYENDA 00 IV 00
IDEM 00 V 00
LA ESPERA 00
ENTRELÍNEAS 00
CIUDADES 00 ANTOLOGÍA PERSONAL 00
VENTANA 00 I 00
HORA 16 00
TOMEBAMBA 00 AL ANDAR 00
PALABRAS 00 ESTANCIA I 00
NOSTALGIA 00 RETRATO 00
EN EL RELOJ 00 TALA 00
PASEO 00
INDICIOS 00 ANÉCDOTA 00
DEFINICIONES 00 RETORNO 00
SOMOS 00 EXILIO 00
MARINA 00 ESTANCIA II 00
OTRA VEZ LA TARDE 00 RETORNO II 00
CUANDO LA LLUVIA 00 TE IMAGINO 00
HOY 00 BAÑO 00
SIEMPRE 00 INSOMNIO 00
ESTANCIA III 00
PoeMAR 00 FATA MORGANA 00
PRIMERA PARTE 00 NACIMIENTO 00
I 00 ALMENAS 00
II 00 ESTANCIA IV 00
III 00 ARRIBO 00

236 237
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

PIRINEOS 00 5 00
ATERRIZAJE 00 MEMORIAS 00
ESTANCIA V 00 LUNA 00
AEROPUERTO 00 TU VOZ 00
POEMA 7 00 TU SILENCIO QUE ENSOMBRECE EL MEDIODÍA 00
LA HERIDA 00 INSOMNIO 00
SUEÑO 00 CREPÚSCULO 00
POEMA 00 NOCHE 00
INÚTIL 00 INCONCLUSA 00
ESTANCIA VI 00 EL OJO VACÍO DE LA MUERTE 00
GRIETAS 00
MÚSICA DE AGUA 00
MÍNIMA ANTOLOGÍA POÉTICA 00 GÁRGOLAS 00
TREN 00 CAPILLA 00
MEDIO DÍA 00 AL ÁNGELUS 00
EL MURO 00 CUADRO 00
HOY 00
VERSOS TRASHUMANTES 00
I 00 CATEDRAL SUMERGIDA 00
ESTANCIA 1 00
DE LA MUERTE Y OTROS AMORES 00 ÁRBOL 00
CIUDADES 00 SIGNOS 00
CAFÉ 2 00 DRON 00
CIUDADES 00 VERDE 00
LA ESPERA 00 NO 00
NÓMADA 00 LA MAR 00
EN EL GRAN ESTANQUE 00 CUAL NAVE A LA DERIVA 00
CIUDADES QUEMADAS EN LA MEMORIA 00 AGUA 00
NOCHE QUE CRECE DESDE LOS OJOS DE 00 NAUFRAGIO 00
LOS AHOGADOS NO SOMOS SINO LA FRUTA CAÍDA 00
Y TE ENCUENTRAS GRITANDO EN LA OSCURIDAD 00 ESA AVE QUE CRUZA A PLENO DÍA 00
LA LUS CREA CIUDADES MAGNÍFICAS 00 ALUCINADA 00
LUCES 00 CAMINAS EN CÍRCULOS 00
4 00 VIDA 00

238 239
Sara Vanegas Coveña Limosnas de luz

COMO LAS AVES 00


ESTANCIA 2 00
LLEGAS CON LEVEDAD DE GOLONDRINA 00
DUELE 00
PLAYA 00
MAREA ROJA 00
ESPERA 00
CAUTIVERIO 00
ESTANCIA 3 00
JAMBELÍ 00
POEMA XVI 00
RÍOS 00
MUROS 00 Este libro
CASA 00 se terminó de
imprimir
TANTAS VENTANAS Y PUERTAS ABIERTAS 00
en el mes
POR LA NOCHE 00 de octubre de 2023
LOS PLACERES DEL POETA 00 en los talleres
OCASO 00 Noviembre de Imprenta Dikapsa
de la ciudad de
II 00 Otavalo - Ecuador
ESTANCIA 1 00
CATEDRAL SUMERGIDA 00
ESTANCIA 2 00
PORQUE 00
EPIFANÍA 00
ETERNIDAD 00

EPÍLOGO 00

240 241
Sara Vanegas Coveña

242

También podría gustarte