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Una respiración óptima es aquella en la que inhalamos aire a través de las fosas nasales. Hacerlo
por la boca, una situación conocida como respiración bucal, puede acarrear consecuencias más
graves de lo que creemos.
La respiración bucal (respirar por la boca) es un problema que se presenta en mayor porcentaje en
niños, y es en esta población donde sus alteraciones y consecuencias son más graves, ya que se
encuentran en periodo de desarrollo y crecimiento. Por tanto, será imprescindible conocer los
signos y síntomas relacionados con este tipo de respiración para poder tratarlo cuanto antes
mejor, ya que las causas que la generan se pueden corregir y tratar
La consecuencias de no actuar ante la presencia de esta alteración, pueden ser múltiples, desde
afectaciones cognitivas como dificultad de concentración, hasta problemas en la coordinación o
dificultades en un buen descanso durante el sueño. En este artículo describiremos brevemente
qué se entiende por respiración bucal y citaremos las principales causas, síntomas que puede
presentar, así como las alteraciones y afectaciones que aparecen si esta es ignorada y no es
tratada de manera eficaz.
La respiración bucal, tal como nos indica la palabra, consiste en respirar por la boca, pero este
patrón no tiene porque producirse siempre, puede darse solo durante la noche, cuando el
individuo habla o puede presentarse de forma mixta y respirar tanto por la boca como por la nariz.
La mayoría de estudios que se han realizado para conocer las consecuencias que genera el respirar
por la boca, así como los posibles tratamientos, se han llevado a cabo con población infantil, ya
que en estos, esta alteración en la respiración, produce afectación en el desarrollo y por tanto es
recomendable realizar un tratamiento para evitar posibles consecuencias negativas en el futuro.
Se ha comprobado que un tratamiento temprano puede prevenir un gran número de patologías.
Se considera que la respiración normal y por tanto la que el ser humano tendrá tendencia a
realizar será la nasal. Por tanto, si esta no se realiza, lo más probable es que sea porque las vías
aéreas se encuentran obstruidas. La causa de obstrucción más frecuente en niños es la hipertrofia,
aumento de tamaño, de las amígdalas y de las adenoides o vegetaciones, esta última se refiere a
una masa de tejido ubicada en la parte posterior de la cavidad nasal. Tanto las amígdalas como las
adenoides, se encargan de capturar las bacterias y los virus y así mantener el cuerpo sano.
Otra causa que también genera con alta frecuencia que se taponen los conductos nasales, son las
infecciones respiratorias, producidas por virus y bacterias, ejemplos de estás serían: el resfriado
común, produciendo congestión nasal, mocos, tos y dolor de cabeza; la faringitis, con síntoma
principal de dolor de garganta; la rinosinusitis, infección de la mucosa que recubre la nariz y los
senos paranasales (espacios huecos detrás de nuestra frente, nariz y ojos) esto produce mucha
congestión, malestar general, dolor en la cara y fiebre.
Del mismo modo, se han observado otras causas que pueden dar lugar a la obstrucción de las vías
nasales y la consecuente respiración bucal, algunas de ellas serían las siguientes: la inflamación de
las mucosas por alergia (rinitis alérgica y sinusitis), la desviación del tabique nasal,
malformaciones, pólipos (abultamientos anormales) en la superficie de la mucosa, la hipotonía
muscular, disminución del tono muscular, tener asma, succionar el pulgar o haberlo hecho o
anomalías del nacimiento como la atresia coanal (bloqueo de las vías aéreas nasales por un tejido).
Se ha visto también un alteración en la lengua, presentándose más atada a la boca, hecho que le
dificulta su movilidad por ella, esta alteración recibe el nombre de lazo de lengua.
Para poder detectar si una persona respira por la boca, nos podemos fijar en una serie de signos y
síntomas que suelen aparecer en ellos. Como hemos señalado, será vital estar atentos a la
posibilidad de presentación de estos síntomas para poder empezar con el tratamiento lo antes
posible.
Algunas de las señales serían las siguientes: dormir con la boca abierta y roncar por la noche;
mantener la boca abierta la mayor parte del día; presentar ojeras y aplanamiento de las zona de
los pómulos, que nos indica que no se produce buen descanso; presencia de hábitos
parafuncionales, que consisten en movimientos del sistema masticatorio que no tienen sentido
útil (por ejemplo empujar con la lengua los dientes); tendencia a levantar la barbilla y adelantar el
cuello para poder respirar mejor; padecer cuadros clínico como otitis de repetición, que produce
daño en el oído, irritabilidad e incluso fiebre.
Como ya hemos apuntado, una respiración bucal persistente no tratada puede ocasionar múltiples
consecuencias y alteraciones, sobre todo en niños, ya que estos se encuentran en una etapa
vulnerable a afectaciones que puedan alterar el desarrollo normal del infante. Seguidamente
haremos mención de las principales consecuencias que se observan:
Cara alargada
Presencia de ojeras
Dientes torcidos
Retroposición mandibular
Deformidades bucales
Uno de los síntomas ya mencionados de respirar por la boca de manera persistente es mantenerla
abierta en la mayoría de las ocasiones. La dificultad para mantener la boca cerrada, produce una
disminución en el flujo de saliva, este hecho hace más propensa la aparición de caries y problemas
en las encías; el mal aliento, se ha observado que alrededor de un 50,9 % de los niños con
respiracion bucal presentan un fuerte olor de boca; y el aumento de la acumulación de bacterias.
Al presentarse menos movimiento salival, también genera una sensación de sequedad bucal
permanente.
En relación a las características de facies adenoideas que pueden presentar como es el caso del
paladar ojival o estrecho, también se producen otras alteraciones dentales como la mordida
abierta o la mandibula retraida, asociadas a una incorrecta alineación de los dientes
Relacionado con la aparición de apneas y la falta de oxígeno, los individuos con respiración bucal
presentan alteraciones del sueño que no dejan que este descanse correctamente. Esta falta de
reposo adecuado deriva en la presentación de estados más irritables, cansados, con dificultades
para concentrarse, sin paciencia, se producen olvidos con facilidad, se muestran más estresados y
enojados y como es de esperar por la falta de sueño óptimo, están más fatigados y con
somnolencia. Podemos decir, que se muestran menos felices de lo que deberían estar.
7. Cambios en el habla
Para que el habla sea correcta, es necesario que la respiración también lo sea. Ya hemos señalado
con anterioridad, que la respiración bucal se puede producir de manera exclusiva durante el habla.
La falta de una correcta respiración puede derivar en alteraciones en el habla como es el caso del
ceceo, dificultad en la pronunciación adecuada de la letra “s”.