Está en la página 1de 4

DER ECLESIASTICO MIÉRCOLES 17 DE ABRIL 2024

SÍMBOLOS ESTÁTICOS

Que se puede presentar de diversas formas, sin embargo, una de las cuestiones que ha
suscitado mayor interés es su presencia en elementos de carácter político, como pueden ser
lemas o escudos institucionales, sin embargo, la defensa en la permanencia de estos símbolos
se centra en ver en ellos motivos históricos, de tradición o culturales, con la intención de
conservar estos valores y se interpreta que por este motivo no pueden ser suprimidos en la
aplicación del principio de laicidad, ya que la vigencia del principio de laicidad no implica tener
que retirar el símbolo de la imagen o el escudo, ni que su mantenimiento suponga un privilegio
a favor de la religión que simboliza, ni tampoco que suponga un trato discriminatorio hacia el
resto, por ello en caso de que se produzca un conflicto, habría que tener en cuenta las
circunstancias de cada caso, no obstante, las situaciones que más polémica social han
suscitado se refieren a la presencia de símbolos estáticos en dependencias públicas, con una
proyección en el ámbito de los menores. Nos referimos principalmente a la presencia de
crucifijos en las aulas de los centros escolares públicos, en este caso, se considera que además
tiene una problemática añadida, ello porque los símbolos se exhiben en el ámbito educativo,
además es un espacio tutelado por poderes públicos.

Además los sujetos que son receptores del mensaje que transmite los símbolos religiosos
suelen ser menores, además la presencia de estos símbolos puede ser interpretada como la
adhesión a una determinada religión, y en este caso sería contrario al principio de laicidad y
neutralidad del Estado, porque se considera que son una presencia activa, y estos símbolos
religiosos están recibiendo la actividad educativa, que tiene lugar en el centro docente, y
entonces dejaría de ser neutral, desde el punto de vista religioso,

Sentencia 288/2008 primer fallo que obliga a la retirada de crucifijos (caso en un centro de
valladolid)

En España sí que lo vulnera el principio de neutralidad: En el test contestar que sí, porque hay
jurisprudencia que afirma que sí, que ciertamente se vulnera.

Lección 8: libertad de conciencia y el derecho de objeción de conciencia

Introducción:

Normas imperativas/normas permisivas: libre actuación

La libertad de conciencia implica el derecho a tener unas ideas, creencias o convicciones, así
como el derecho a silenciarlas o manifestarlas, tanto de palabras, como el derecho a la libertad
de expresión, o mediante hechos a través de conductas y actitudes, que se acomoden a las
propias creencias y convicciones. Ello en virtud del derecho a privacidad y objeción de
conciencia.

En la gran mayoría de ordenamientos jurídicos democráticos, la mayor parte de sus normas, no


tienen carácter imperativo, es decir, no imponen ni prohibiciones ni obligaciones, sino que son
meramente facultativas o permisivas, porque en caso contrario, se estaría limitando con
carácter general la libertad individual, ya que el derecho estaría regulando todo, como
obligatorio o como prohibido, sin dejar un posible margen de actuación a la libertad de las
personas, a pesar de ello, el Estado está obligado a exigir una necesaria obediencia tanto al
derecho como a las normas jurídicas, y en esta exigencia de obediencia, el Estado debe de
evitar en la medida de lo posible la contradicción entre las normas jurídicas que de él emanan
y las normas de conciencia de sus ciudadanos, a pesar de ello es posible que surja una colisión
entre norma de conciencia y norma jurídica, y este conflicto se puede producir por dos causas
y puede adoptar dos formas distintas. La primera sería porque el ordenamiento jurídico tipifica
como obligatoria aquella conducta que la conciencia considera prohibida, porque la norma
jurídica tipifica como prohibido lo que es obligatorio en conciencia para determinadas
personas, en ambos casos, se produce una auténtica contradicción entre una norma de
conciencia y una norma jurídica. Sin embargo, no en todos los supuestos estaremos ante un
supuesto de objeción de conciencia, por ello vamos a ver un segundo punto, que son la
definición de la objeción de conciencia con otras figuras afines.

Existen dos tipos de actitudes o reacciones

Reacciones colectivas:

Revolución

Contestación

Desobediencia civil

Reacciones individuales:

Objeción de conciencia

Reacciones colectivas

La revolución: Este tipo de conductas pretende la modificación de una situación que considera
injusta y que está impuesta por la norma jurídica, de manera que las minorías intentan
convencer a las mayorías, rompiendo las reglas del juego democrático, e imponiendo por la
fuerza a las mayorías, la voluntad de esas minorías.

La contestación y la desobediencia civil tienen en común los aspectos: Ambas son actitudes
públicas que expresan la disconformidad con alguna norma vigente. Persiguen como último
objetivo la modificación de esta norma. En ambas se renuncia explícitamente a la utilización de
la violencia, con lo cual ambas son pacíficas.

La diferencia es que la contestación normalmente es manifestada por intelectuales y


estudiantes que rechazan frontalmente el sistema de manera total o parcial, pero en ningún
caso se plantean renunciar a seguir viviendo en él.

Sin embargo, la desobediencia civil tiene por objeto el incumplimiento de una norma jurídica
concreta y aceptan las consecuencias perjudiciales incluso penales que dicha desobediencia va
a provocar a quiénes le sea imputable la desobediencia. Tiene por objeto la defensa del
sistema democrático para mejorar sus imperfecciones, se puede definir como un acto público
no violento y hecho en conciencia contrario a la ley, y normalmente realizado con la intención
de producir un cambio en los políticos o en las leyes de gobierno.

REACCIONES INDIVIDUALES

La objeción de conciencia es la negativa individual a prestar obediencia a una norma jurídica


por ser contradictoria con la propia conciencia del individuo. En cuanto a sus características no
se trata de modificar la ley, se persigue un interés individual y no un interés general. Se intenta
eludir la aplicación de la pena.
Los motivos o fundamentos de la norma de conciencia con la que entra en conflicto la norma
jurídica pueden ser muy variados, pueden ser motivos religiosos, éticos, morales, ideológicos o
cualesquiera otros, de igual o semejante naturaleza. Siempre que esta contradicción afecta a
las creencias, ideas o valores que forman parte inseparable de la identidad personal. Uno no se
puede levantar un día con una idea con moralmente no me voy a circunscribir a esa norma, hay
que objetar.

Ser infiel a estas convicciones equivale a una infidelidad a uno mismo, y por tanto representan
un atentado a su propia dignidad personal (art. 16 y 10. 1 CE)

Lo que conlleva es que el comportamiento contrario a estos valores o creencias es percibido


para la persona como una traición a sus principios o a su propia conciencia, y se considera que
atenta contra no sólo su propia libertad ideológica o conciencia, sino también contra la
dignidad personal y el libre desarrollo de la personalidad. Sólo tiene estos efectos la
contradicción con las creencias y valores que constituyen el núcleo principal de la conciencia y
que forma parte de la propia identidad personal.

Naturaleza de la objeción de conciencia: La jurisprudencia del tribunal constitucional no es


siempre la misma, incluso a veces llega a producir contradicciones. Por un lado afirma que la
objeción de conciencia es una concreción de la libertad ideológica y religiosa recogida en la
constitución y en otras ocasiones, dice que es un derecho reconocido explícita o implícita en el
ordenamiento constitucional.

La respuesta del tribunal constitucional es diferente, dependiendo del supuesto concreto de


objeción de conciencia, como en aquellos casos de abortos, en los que tiene mayores
sentencias. Así como anteriormente las que se producían en torno al servicio militar ya
desaparecidas (deber general de las personas hacia el Estado)

La objeción de conciencia al servicio militar, como un derecho constitucional autónomo.


Mientras que la objeción de conciencia al aborto, lo califica como un derecho fundamental,
puesto que forma parte de ese derecho fundamental.

La diferencia relevante que ha tenido en cuenta el tribunal constitucional para calificar de


diferentes formas estos dos supuestos se encuentran en que en el primer caso, es decir, en la
objeción al servicio militar, se produce una contradicción entre una norma de conciencia y un
deber general constitucional. Cuyo cumplimiento tiene como finalidad la satisfacción de un
interés del que es titular la comunidad misma. Lo relevante para el tribunal constitucional, es
ese deber constitucional. En cambio en el supuesto de objeción de conciencia al aborto, la
norma entra en contradicción con obligaciones que derivan del derecho de carácter particular.

Hay que tener en cuenta si es necesario un desarrollo legislativo que autorice el derecho de
objeción de conciencia en cada supuesto, y aquí tendremos que diferenciar la objeción a un
deber general de carácter público y la objeción a obligaciones particulares de origen
contractual o estatutarias.

Por ello el tribunal constitucional entiende que en cuanto a la objeción de conciencia al aborto,
el derecho a objetar existe y puede ejercerse con independencia de que se haya dictado o no,
una regulación específica ya que entiende que forma parte del derecho fundamental de
libertad ideológica y religiosa del artículo 16, y por tanto es directamente aplicable, en cambio,
si que exige esta regulación por ley, en el caso de obligaciones de carácter general, puesto que
la función de estas figuras, de interposición legislatoris “interpositio legislatoris”, no es el
reconocimiento del derecho, sino su regulación en términos que permitan su plena eficacia,
porque el derecho a objetar como tal ya existe, pero solo despliega su plena eficacia con la
norma que desarrolla la objeción en concreto de la que estemos tratando.

Supuestos de objeción de conciencia:

Supuestos de objeción de conciencia a un deber general de una norma referida a todos, sin
distinción de situaciones o de grupos, y lo vamos a distinguir frente al deber de carácter
singular, que va a afectar a determinados grupos o personas, que se encuentran en
determinadas situaciones.

¿Se puede hacer una alegación de conciencia en el siguiente caso? ¿Para participar en una
mesa electoral de votación, haciendo objeción de conciencia? Dado que no existe una ley
que desarrolle la objeción de conciencia a participar en una mesa electoral, aunque hay
personas que han alegado neutralidad política o no querer formar parte de nada político,
esto no ha funcionado, porque es un deber constitucional, y para ausentarse debe estar
debidamente justificado por otros motivos previos al evento electoral, como viajes o salud.

Supuestos de objeción de conciencia a un deber singular son:

-Objeción de conciencia ámbito laboral festividades religiosas

-Transfusiones de sangre

-Frente a interrupción del embarazo

-Cláusula de conciencia del periodista

-Objeción de conciencia frente a la eutanasia

También podría gustarte