Hecho: es todo acontecimiento que se presenta en el mundo de nuestras percepciones.
Los hechos a su vez pueden ser: • Hechos no Jurídicos: Son aquellos hechos que no afectan el orden jurídico. Por ejemplo, la lluvia, el viento, en tanto y en cuanto no se transformen en catástrofes. • Hechos Jurídicos: Las diferentes relaciones jurídicas, se dan por determinados hechos de la realidad que el derecho ha captado y ha dado a esos hechos relevancia, produciendo efectos en el campo jurídico. Los hechos jurídicos pueden provenir de la naturaleza —el granizo que destruye la cosecha, el nacimiento, la muerte— o pueden consistir en hechos humanos. También los estados psíquicos pueden constituirse en hechos jurídicos, en tanto se exterioricen o puedan ser exteriorizados o inferidos a partir de otros hechos. Así, por ejemplo, la intención de causar un daño que es captada por el derecho para agravar la responsabilidad del agente o el dolo, entendido como maquinación enderezada a engañar a otro, o la mala fe. Los hechos futuros, o la probabilidad de que existan, también pueden ser considerados hechos jurídicos. En cualquiera de esos casos, siempre es el ordenamiento el que les atribuye aptitud para cambiar o modificar situaciones preexistentes y para configurar situaciones nuevas. Es preciso, que estos se manifiesten sobre las relaciones y situaciones jurídicas. La fuente productora de efectos tiene por único fundamento el ordenamiento jurídico que abarca no solo a la ley, sino a las otras fuentes del derecho objetivo como la costumbre, la jurisprudencia, los principios generales del derecho, la autonomía de la voluntad y toda otra que califique como productora del nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas; es este el que establece cuáles son los hechos que le van a interesar y cuáles no. Por eso, la doctrina suele distinguir entre los hechos que no producen consecuencias jurídicas de los otros que sí las producen, que son los hechos jurídicos, aunque no hay un catálogo cerrado de unos y otros. En cuanto a los hechos de la naturaleza o externos, no quedan excluidos de la calificación de hechos jurídicos hasta tanto no se verifique en un caso concreto si produjeron o no consecuencias que interesan al derecho; esta afirmación queda más clara con la actual redacción. Clasificación de los hechos jurídicos: Los hechos jurídicos pueden ser: 1. Hechos jurídicos naturales o no humanos Son aquellos cuya causa es extraña al hombre. Por ejemplo, la muerte por causas naturales, los terremotos. 2. Hechos jurídicos humanos Son aquellos hechos que provienen del hombre, revisten el carácter de actos.