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DESAGRAVIO

DESAGRAVIO San Josemaría se forma teológica y


espiritualmente durante ese período. Co-
1. El desagravio en la historia de la espiri- noce, por tanto, la literatura sobre la repa-
tualidad. 2. Desagravio y reparación en los ración, y las devociones como la Comunión
escritos de san Josemaría.
Reparadora, las súplicas y preces de la
El lenguaje ordinario entiende el tér- Hora Santa, los ejercicios del Primer Vier-
mino “desagravio” como la reparación o nes, etc. Cabe suponer que leyó la Cart.
Enc. Miserentissimus Redemptor de Pío XI,
compensación de una ofensa o perjuicio.
publicada en castellano por el Boletín Ofi-
Desagravia “el que devuelve al ofendido
cial del Obispado de Madrid-Alcalá el 1 de
algo que ame tanto o más de lo que abo-
junio de 1928, y que se identificó con esa
rrece la ofensa” (S.Th. III, q. 48, a. 2, c). En
doctrina como demuestran sus escritos.
la espiritualidad cristiana hace referencia al
Y es indudable que conoció y estuvo en
acto de reparar a Dios por los pecados y
contacto con la Obra del Amor Misericor-
faltas propios y ajenos. Esa reparación se
dioso, movimiento devocional basado en
entiende como participación del cristiano
el ofrecimiento a Dios de la propia vida en
en la obra redentora de Cristo, tanto en su
identificación con Cristo víctima para sa-
aspecto positivo de restauración de la obra
tisfacerportantasofensas(cfr.Requena,2009,pp.
de Dios como en el negativo de expiación
139-174). Una vez dicho esto, debe aña-
del pecado.
dirse que no se vinculó de forma plena con
ninguna de esas realidades devocionales,
1. El desagravio en la historia de la es- sino que mantuvo una línea propia.
piritualidad
Las ideas de desagravio y reparación 2. Desagravio y reparación en los escri-
pertenecen a la experiencia humana co- tos de san Josemaría
mún. También a la cristiana; de ahí que En sus obras usa indistintamente las
puedan encontrarse referencias a estas palabras “desagravio/ar” y “reparación/
en la literatura de los primeros siglos. Esa rar”. Y algunas veces une los dos términos,
praxis adquirió un matiz especial en la es- dando a entender su equivalencia: “Ama a
piritualidad reparadora, que se desarrolló Dios por los que no le aman: debes hacer
con mayor intensidad en el pueblo cris- carne de tu carne este espíritu de desa-
tiano a partir de la experiencia mística de gravio y de reparación” (F, 444). Para san
santa Margarita María de Alacoque (†1690) Josemaría los actos de desagravio brotan
y de su devoción al Corazón de Jesús, y de lo íntimo del corazón, son demostración
alcanzó su cima en la llamada por algunos práctica de amor a Dios. El desagravio está
autores “era reparadora” de la Iglesia la- relacionado con la redamatio o correspon-
tina, delimitada entre la universalización dencia al amor que Dios tiene a cada uno
de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús de los hombres. Es un amor que sufre –do-
(1856) y la instauración de la solemnidad lor de amor– cuando se ofende a la perso-
de Cristo Rey (1925). En ese período la na amada: “No pidas a Jesús perdón tan
Iglesia vivió un florecer de congregaciones sólo de tus culpas: no le ames con tu cora-
religiosas, agrupaciones de sacerdotes y zón solamente… –Desagráviale por todas
laicos, cofradías, etc., dedicadas al ideal las ofensas que le han hecho, le hacen y le
de la reparación. El estatuto teológico de harán…, ámale con toda la fuerza de todos
la reparación al Sagrado Corazón de Je- los corazones de todos los hombres que
sús fue recogido y expuesto por Pío XI en más le hayan querido (…)” (C, 402). Puesto
la Cart. Enc. Miserentissimus Redemptor que manifiestan el amor a Dios, los actos
(8-V-1928). de desagravio se revelan como medio efi-

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caz de progreso espiritual: atraen la gracia infinitos de Jesús” (F, 604); y la infancia es-
del Señor, ejercitan el alma en la presencia piritual: “a la vista de tantas ofensas para
de Dios, y renuevan los deseos de entrega el Señor, si decimos a Jesús con voluntad
y de lucha ascética. eficaz, al ir en el tranvía, por ejemplo: «Dios
San Josemaría vivió con hondura el mío, querría hacer tantos actos de amor y
hecho de que la Pasión de Cristo es el gran de desagravio como vueltas da cada rue-
acto de desagravio al amor divino herido, da de este coche», en aquel mismo instan-
el único sacrificio de valor infinito capaz de te delante de Jesús realmente le hemos
reparar sobreabundantemente las ofensas amado y desagraviado según era nuestro
de los hombres. Sólo unidas a la Cruz de deseo. –Esta «bobería» no se sale de la in-
Cristo, las acciones del cristiano pueden fancia espiritual: es el diálogo eterno entre
ser actos eficaces de desagravio: “Porque el niño inocente y el padre chiflado por su
las tribulaciones nuestras, cristianamente hijo” (C, 897).
vividas, se convierten en reparación, en La posibilidad de desagraviar no re-
desagravio, en participación en el destino quiere momentos particulares, pues toda
y en la vida de Jesús, que voluntariamen- ocasión es buena para elevar el corazón a
te experimentó por Amor a los hombres Dios en oración. La espiritualidad secular
toda gama de dolor, todo tipo de tormen- que vivió y transmitió san Josemaría tien-
tos” (ECP, 168). En este sentido, “el dolor de a lograr que los cristianos sean con-
es un don, una posibilidad de identificación templativos en medio del mundo: “Esas
con Cristo, y una tarea: responsabilidad de prácticas [plan de vida] te llevarán, casi sin
completar con Él, libremente y por amor, la darte cuenta, a la oración contemplativa.
obra de la redención” (Binetti, 1995, p. 417). Brotarán de tu alma más actos de amor,
En la vida y en la doctrina de san Jo- jaculatorias, acciones de gracias, actos
semaría hay un sólido nexo entre amor a de desagravio, comuniones espirituales. Y
Dios, Cruz, desagravio, expiación y pro- esto, mientras atiendes tus obligaciones: al
pósitos de entrega: “Yo subiré con ellos descolgar un teléfono, al subir a un medio
[Nicodemo y José de Arimatea] al pie de de transporte, al cerrar o abrir una puerta,
la Cruz me apretaré al Cuerpo frío, cadá- al pasar ante una iglesia, al comenzar una
ver de Cristo, con el fuego de mi amor…, nueva tarea, al realizarla y concluirla; todo
lo desclavaré con mis desagravios y mor- lo referirás a tu Padre Dios” (AD, 149).
tificaciones…, lo envolveré con el lienzo Pero hay momentos más apropiados
nuevo de mi vida limpia (…). Cuando todo y convenientes para el desagravio, tal es
el mundo os abandone y desprecie…, ser- el caso del examen de conciencia: “acaba
viam!, os serviré, Señor” (VC, XIV Estación). siempre tu examen con un acto de Amor –
Para san Josemaría, el desagravio no dolor de Amor–: por ti, por todos los peca-
se limita al aspecto penitencial o de morti- dos de los hombres…” (C, 246); o también
ficación voluntaria en expiación de los pe- la advertencia concreta de actos o lugares
cados; abarca toda muestra de amor del donde consta que se quebranta la ley divi-
vivir diario que desee consolar y dar ale- na: “no seas tan ciego o tan atolondrado
grías al Señor para contrarrestar los desa- que dejes de rezar a María Inmaculada una
mores. En este sentido habría que vincular jaculatoria siquiera cuando pases junto a
los actos de desagravio con dos dimen- los lugares donde sabes que se ofende a
siones inseparables en la vida espiritual de Cristo” (C, 269).
san Josemaría: la filiación divina: “las an-
sias de reparación que pone tu Padre Dios Voces relacionadas: Contemplativos en medio
en tu alma, se verán satisfechas, si unes del mundo; Contrición; Conversión; Cruz; Dolor;
tu pobre expiación personal a los méritos Mortificación y Penitencia; Oración.

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DESCANSO. SANTIFICACIÓN DE LAS FIESTAS

Bibliografía: Paola Binetti, “Riflessioni sul sig- familia– para el desarrollo de la persona y
nificato del dolore negli insegnamenti del Beato de la sociedad, el aprecio por el arte, por
Josemaría Escrivá”, AnTh, 9 (1995), pp. 409- la cultura, etc. Y también su doctrina so-
443; Édouard Glotin, “Réparation”, en DSp, XII, bre el descanso, entendido no sólo como
1988, cols. 370-413; Federico M. Requena, “San
reposo físico, sino también, y sobre todo,
Josemaría Escrivá de Balaguer y la devoción
al Amor Misericordioso (1927-1935)”, SetD, 3
como esa serenidad interior que hace po-
(2009), pp. 139-174; Andrea Tessarolo, “Repa- sible que el hombre no quede encerrado ni
ración”, en Ermanno Ancilli (dir.), Diccionario de en el proceso de trabajar ni en una obse-
Espiritualidad, III, Barcelona, Herder, 1984, pp. siva preocupación por sus obligaciones o
279-281. necesidades.
Vicente BOSCH
1. Necesidad del descanso en la vida del
hombre
La antropología cristiana se caracteri-
DESCANSO. SANTIFICACIÓN DE LAS za, y el fundador del Opus Dei lo enseña
FIESTAS con claridad, por la vital conexión entre lo
divino y lo humano. “Dios nos quiere muy
1. Necesidad del descanso en la vida del
hombre. 2. Descanso y filiación divina. 3. humanos. Que la cabeza toque el cielo,
Modo de descansar: descanso y ocio 4. pero que las plantas pisen bien seguras en
Apostolado de la diversión y de la fiesta. 5. la tierra” (AD, 75). Una de las aplicaciones
Descanso, festividades litúrgicas, contem- de este principio, que tal vez no se encuen-
plativos en medio del mundo. tre entre las más elevadas, pero sí entre las
más cotidianas, es el descanso. San Jose-
San Josemaría valoró muy a fondo el maría consideraba el deber del descanso
trabajo humano; más aún, hizo del trabajo, como una necesidad física, pero lo veía
de la santificación del trabajo, el quicio de también desde una perspectiva teologal,
una vida espiritual que llegara a abarcar la como una manifestación del amor de Dios
totalidad de la jornada. A la vez, dejó muy por cada persona, realidad que glosó en
claro que el hombre no es un ser-para-el- algunas ocasiones acudiendo con la metá-
trabajo, alguien que trabaja para trabajar. fora del borrico, en el que –pensando en la
El hombre está hecho para el amor, y es entrada de Jesús en Jerusalén– apreciaba
el amor, con todo lo que implica, lo que la humildad y la docilidad de quien se sabe
da sentido al trabajo. “La dignidad del tra- escogido por Dios para su servicio, y afir-
bajo –afirma en una de sus homilías– está maba: “Pensad que Dios ama apasionada-
fundada en el Amor. El gran privilegio del mente a sus criaturas, y ¿cómo trabajará el
hombre es poder amar, trascendiendo así burro si no se le da de comer, ni dispone
lo efímero y lo transitorio”. El trabajo –con- de un tiempo para restaurar las fuerzas, o
tinua– es por eso “oración, acción de gra- si se quebranta su vigor con excesivos pa-
cias, porque nos sabemos colocados por los? Tu cuerpo es como un borrico (...) hay
Dios en la tierra, amados por Él, herederos que dominarlo para que no se aparte de
de sus promesas”. E inseparablemente las sendas de Dios, y animarle para que su
servicio y apostolado, “ocasión de entrega trote sea todo lo alegre y brioso que cabe
a los demás hombres” (ECP, 49). esperar de un jumento” (AD, 137). En sus
Estas afirmaciones tienen, en el men- enseñanzas, late la convicción de que, sin
saje de san Josemaría, muchas implicacio- el debido reposo, no se puede servir bien
nes. Con ellas se relacionan la valoración a Dios: “Decaimiento físico. –Estás... de-
de la amistad, la decidida afirmación de la rrumbado. –Descansa. Para esa actividad
importancia de la familia –y de la vida de exterior. –Consulta al médico. Obedece, y

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