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TRATADO SOBRE EL SACERDOCIO

Razón de ser del sacerdote ministro


 Ser sacerdote, don de Dios.
o Ministerio sacerdotal: mayor don porque puede consagrar el pan y el vino, haciendo presente al
Señor.
 El sentir del pueblo de Dios.
o Mayor poder, aunque no temporal, del sacerdote. Motivos:
o Los ángeles y las cortes celestiales no le superan.
 María y el sacerdote ministro.
o Comparación de oficios en que el sacerdote aventaja a la Virgen.
 En el misterio de Cristo.
o El sacerdote posee una dignidad elevada:
o Esta dignidad hay que honrarla más que indagar su ser. Silencio.
 La dignidad de servir.
o Junto con la dignidad sacerdotal va una gran obligación.
 Santidad sacerdotal, vivir lo que somos.
o Hay que mostrar con las obras altas, la dignidad que se tiene.
o Cristo y la Iglesia nos piden ser santos para poder ofrecer lo Santo.
 Mirada al Padre y a los hombres: oración y sacrificio.
o No sólo hace falta limpieza exterior, sino también interior: santidad.

Oración, quehacer sacerdotal


 Responsables de la humanidad entera.
o El intercesor de todos debe sobresalir por la excelencia de sus virtudes.
 Oración de meditación.
o Más gemidos que palabras; don del Espíritu Santo que ora en nosotros.
o La oración en el Espíritu siempre alcanza lo que pide: lo que nos hace falta.
o El Señor hace bienes e inspira por quienes ha de orar el sacerdote.
 En la intimidad divina.
o Amistad entre Cristo y el sacerdote, mensajero de su voluntad.
o Orar eficaz, atenta y poderosamente: con inspiración del Espíritu Santo.
 Los sentimientos sacerdotales de Cristo.
o Conformado con Cristo, no sólo de oficio, sino de deseos y oración.
o Ejercicio de la santa osadía fruto de amistad, familiaridad y sinceridad.
 Sensible a los intereses de Dios y a los problemas de los hombres.
o Usando de las tiernas armas –lágrimas y oración– ganar misericordia.
o La clerecía es lo más bello del cuerpo de Cristo, a modo de faz, 2 ojos.
 Falta de oración sacerdotal.
o Constatación de los males que proceden de abandonar la oración, a Dios.
o La oración es constitutiva en el sacerdocio, don sin el cual no se puede.

Sacrificio. Victimarse con Cristo Sacerdote


 Sacrificio mediador.
o Reitera la necesidad de la santidad personal, por desempeñar el oficio más alto y por tener en las
manos lo más puro y santo que existe.
 Intimidad con Cristo.
o Identidad verdadera entre lo que se realiza y la disposición interior.
o Nombres que se da a los sacerdotes.
 Signo de Cristo Víctima
o Imagen de la doncella que se entrega como sacrificio.
 La fisonomía de Cristo.
o Sacerdote: paraíso terrenal cuyos árboles son regados por el Espíritu.
o El sacerdocio viejo se vestía con ropajes con piedras preciosas, que en el nuevo deben ser las
virtudes del ministro.
 Castidad sacerdotal.
o Limpieza de alma y cuerpo en todo y por todo.
o Jesucristo modelo de pureza y castidad, desde su misma concepción.
 En la antigua Ley.
o El Sumo Sacerdote sólo podía tomar por esposa a una mujer doncella.
o El sacerdote debe apartarse más aún la lujuria y el desenfreno.
 Herencia apostólica.
o Los apóstoles impedían que, los que siendo sacerdotes, se abandonaban a la carne pudiesen
ejercer el ministerio.
o La Iglesia, suaviza y tiene misericordia: dura penitencia, en apariencia.
o Guardarse de la impureza como la limpia doncella va en el tálamo de su esposo adornada de
vestiduras ricas, llena de buen olor y que no le falte cosa que pueda su esposo desear en ella.
 El sentir de los Padres.
o Escuchar a los Padres, pues es largo llegar a sus conclusiones espirituales alumbrados por el
Espíritu Santo.
o Crisóstomo: virtuoso, dignidad y religiosidad en manos, lengua y ardor.
o S. Agustín: por ser indigno: lágrimas, deseo corazón puro, mente alegre.
o S. Ambrosio: cómo se debe celebrar. Indignidad sólo Cristo hace digno.
o S. Jerónimo: imagen que Juan de Ávila emplea de la virgen y el tálamo.
 El testimonio de los Santos.
o No apartar la vista de tantos testimonios de santos sobre el tema anterior.
 Como el Bautista y san Pedro.
o Ejemplaridad de indignidad de s. Juan Bautista en el Bautismo del Señor.
o S. Pedro, bienaventurado por reconocer su pecado ante la presencia del Señor.
 Imitando a María Virgen.
o Asemejarse en santidad con María, competir en intimidad de trato con el Señor.
 Espíritu de Sacrificio.
o El sacerdote consagra a Cristo glorioso, sin flaquezas de cuerpo, en sustancia de cuerpo. Por ello debe
asemejarse espiritualmente con mortificación, para tratarle bien.
 Limpieza de Corazón.
o Limpiar con lágrimas las faltas que el Espíritu Santo nos conceda ver.
o Ablución: signo pequeño de cómo se ha de celebrar imitando la bondad divina.
 Humildad Sacerdotal.
o Dignidad alta: muchos escogieron reverenciarla como señora y no tomarla por mujer.

Renovación sacerdotal
 Llamada a la renovación.
o Pureza de intención: los santos no se ordenan y si lo hacen, obligados o signos.
o Mirada a la bajeza y frivolidad ministerial de algunos: maltratan al Señor.
 Ser signo de Cristo.
o Representar a Cristo –tan verdadero que se transforme en Él mismo– en todo: mansedumbre,
obediencia, limpieza, humildad, caridad.
 ¿Crucificar a Cristo de nuevo?
o El sacerdote que no es digno crucifica y besa de nuevo a Cristo.
 El sentido de pecado.
o ¿Qué tiene que ver tinieblas con luz?
o Osadía del mal sacerdote que se junta con mujer, insulta con su lujuria al Señor.
 El pecado en el sacerdote.
o La boca del mal sacerdote es como terrible león ¿por qué salen de ella rugidos?
 Pérdida del temor de Dios.
o No respeto de la presencia de Dios, celebrar sin dignidad.
o S. Bernardo: desesperación producto de haber perdido el temor de Dios y la vergüenza de los
hombres, pues besa con labios sacrílegos al Señor.
o Sacerdote en pecado carnal, acude a confesarse con otro en la misma situación.
 Un fracaso posible.
o El juicio de los sacerdotes será más duro que el de los laicos., por su ministerio.
o Injuria a Dios al traicionar las virtudes recibidas y llevar una vida profana.
 Condolerse con Cristo.
o Compadecerse de Cristo –buenos sacerdotes– por la afrenta que los malos hacen.
o El Espíritu sea enviado por el Padre a quienes lo puedan remediar: renovadores.
 El dolor de la Iglesia.
o Realidad, no ficción: muchos viviendo con la miseria de sus apetitos, sin freno.
o Fruto de esta realidad: agrazones que provocan dentera a la Iglesia.
o Relicario de Dios, el sacerdote no debe tener pecado; no se debe encomendar a quien ha sido
traidor.
 Falta el sentido de Iglesia.
o Dos motivos de mal acceso al ministerio que provocan que no se sienta la Iglesia:
o Sin tener la santidad que este oficio demanda. Juicio de Dios no justificará.
 Situación penosa.
o Realidad penosa e indignante, que el Señor no halle un ministro idóneo.

De los curas (párrocos)


 La dignidad y santidad del pastor.
o Necesaria la oración y devoción entre muchas cosas buenas. Dar ejemplo.
 Santificación en el ministerio.
o Ayuda y enseñanza de los fieles: tales costumbres que den contentamiento al rey.
o Prudencia para llevar con atino a cada uno y sufrir pacientemente los desvelos.
 Predicación y estudio.
o Fe y costumbres cristianas como medicina. Leer lecciones morales de los santos.
 Orientar y dirigir.
o Función de juez requiere del conocimiento de cosas de conciencia.
o Parecido oficio al del obispo: ser atalaya más cercana (corren más riesgos).

De los confesores
 El ministerio de la confesión.
o Ejercer bien el ministerio de confesor lleva al pueblo a dirigirse más santamente.
o Disponer al penitente para que sea capaz del fruto de la absolución sacramental.
 Renovación.
o Necesario convertir las prácticas: dejar de hacer caso de Inquisición lo que entre confesores e
hijos de penitencia pasa.
 La raíz del mal.
o Los prelados se escudan en que no tienen mejores ministros para desempeñar bien el oficio
sacerdotal y no cumplen la obligación de formar a sus sacerdotes.
 La doctrina conciliar.
o No se ordene a quienes no sepan administrar y dispensar los sagrados misterios.
o No anhelar el sacerdocio y no formarse para responder a casos de conciencia.
 No se cumplen los decretos conciliares.
o No se puede confesar sin licencias y examen del prelado.

De los predicadores
 Anunciar la Palabra.
o Predican las perfecciones de Dios dando a los hombres remedio para su salvación.
o Riegan la sequedad de las almas como lluvia del cielo que obra bien.
 Cristo, Palabra de Dios.
o Cristo: Palabra de Dios que obra grandezas desde su Encarnación y su vida.
 La Palabra actual en la Iglesia.
o Con la Palabra que Cristo dejo sigue hiriendo las malas conciencias y da salud.
 Su Palabra es sostén vital.

Conceptos avilistas:
Fe
La fe que ha de tener el hombre ha de ser sólida, sin mezcla de error y siempre acompañada por una
esperanza sincera y una caridad firme.
 Viene a nosotros por la escucha, teniendo abiertos los oídos interiores a la Palabra de Dios.
 Una fe que rechace certezas y ve lo invisible, lo escondido incluso en la contrariedad, es
verdadera al creer y esperar en la verdad y bondad de Dios contra toda esperanza.
 La fe nos une a Cristo y prueba de ella han de ser las obras de caridad con Dios y con el prójimo. Es el
regalo del Señor para su servicio, por la que Él mora en nosotros.

Esperanza
La esperanza como estribo para dirigir la vida firmemente arraigada al amor que Cristo nos tiene por
encargo del Padre: una vida plenamente confiada en Dios que no nos defrauda. Si no hay en nosotros
esperanza no somos capaces de ver que debemos contar con los merecimientos de Cristo para
salvarnos y alcanzar la gloria de Dios, no sólo con los nuestros. Nos hacemos eternos, es Perdón
 Ni todas las obras que realice el hombre, ayudado de la gracia de Dios recibida en los sacramentos,
pueden llevar al hombre a ver a Dios.
La esperanza siempre es un don de Dios que el hombre ha de mantener vivo; así ayuda a resistir los pecados.
La verdadera esperanza evita situaciones que ofendan a Dios y busca alcanzar los bienes celestiales que nos
tiene guardados; en el combate espiritual.

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