22/02/2024 por Paula Herrera Rueda En un sector educativo en constante evolución, el design thinking emerge como una metodología transformadora, no solo en los campos del diseño y la tecnología, sino también en la enseñanza de idiomas. Este enfoque centrado en el usuario y orientado a soluciones puede ayudarnos en la manera en que enseñamos español, al adaptarse a las necesidades y estilos de aprendizaje de cada estudiante. En este artículo, exploraremos cómo implementar el design thinking en la enseñanza del español, sus beneficios y desafíos, y las posibles repercusiones en la planificación de la clase.
Definición de design thinking
Podemos decir que el design thinking se comporta como una metodología de resolución de problemas que se centra en el desarrollo de la creatividad y la innovación y que pone al usuario en el núcleo principal del proceso. Consiste en un enfoque iterativo que consta de varias fases, como la empatía, la definición del problema, la ideación, la prototipación y la prueba. Este enfoque multidisciplinario busca comprender las necesidades y problemas de los usuarios para desarrollar soluciones que generen un mayor valor para ellos. De esta manera el design thinking se puede aplicar en diversos contextos, desde el desarrollo de productos y servicios hasta la creación de empresas o el rediseño de procesos de negocios. Por su parte, en la enseñanza del español, esto se traduce en un enfoque centrado en el alumno, gracias al cual se identifican y abordan sus necesidades y preferencias específicas, con la idea de crear una experiencia de aprendizaje más personalizada, efectiva y atractiva.
Cómo aplicar design thinking en el
aula de ELE Identificar necesidades de los aprendices Utilizamos el design thinking para entender mejor los obstáculos y desafíos específicos que enfrentan los estudiantes al aprender español. Desarrollar materiales personalizados Creamos recursos y actividades que se adapten a los intereses y al nivel de habilidad de los estudiantes. Crear ambientes de aprendizaje innovadores Diseñamos aulas y espacios de aprendizaje que fomenten la interacción y la creatividad, utilizando el español en situaciones prácticas y reales. Empatizar con los estudiantes Debemos entender cuáles son sus motivaciones, intereses, necesidades y desafíos al aprender español. Hacer entrevistas, observaciones y otra investigación para entender profundamente sus perspectivas puede ser un buen comienzo. Definir problemas Usamos los insights o resultados de la fase de empatía para definir los problemas reales que enfrentan los estudiantes al aprender español. Por ejemplo, falta de motivación, dificultad para retener vocabulario nuevo, etc. Generar ideas Hacemos una lluvia de ideas o brainstorming para generar soluciones creativas a los problemas identificados. O técnicas para pensar fuera de la caja. Por ejemplo, usar juegos, música, interacciones sociales para enseñar vocabulario. Prototipar en equipo Seleccionamos las mejores ideas y desarrollamos prototipos rápidos y sencillos para probarlas. Por ejemplo, diseñar un juego de vocabulario basado en tarjetas y probarlo con algunos estudiantes. Testear entre todos Recibimos retroalimentación de los estudiantes que prueban los prototipos. Así observamos dónde tienen dificultades y qué les gusta o no les gusta. Implementar resultados Usamos la retroalimentación para refinar las soluciones y desarrollar versiones mejoradas. Y al mismo tiempo Implementamos las soluciones a mayor escala en la experiencia de aprendizaje.
Ventajas en la clase de español
Enfoque personalizado Se adaptan las tareas a las necesidades individuales de los estudiantes, lo que puede resultar en un aprendizaje más efectivo. Fomento de la creatividad y la innovación Anima a los estudiantes a pensar de manera creativa y a aplicar sus conocimientos de español en contextos nuevos y desafiantes. Promoción de la participación activa Al centrarse en las necesidades del aprendiz, esta metodología aumenta su compromiso y motivación. Desarrollo de habilidades específicas Incentiva habilidades como el pensamiento crítico, la solución de problemas y la colaboración.
Retos en el aula de ELE
Requiere dedicación Implementar este enfoque puede ser más demandante en términos de tiempo y recursos que otros métodos más tradicionales. Necesita de formación especializada Los educadores pueden necesitar formación específica para aplicar eficazmente el design thinking. Supone desafíos en la evaluación Puede ser complicado evaluar el progreso de los estudiantes de manera estándar cuando se utiliza un enfoque tan personalizado. Como se ve el design thinking ofrece un marco prometedor para innovar en la enseñanza del español, al poner el énfasis en la personalización, la creatividad y la resolución de problemas. A pesar de los desafíos que presenta, su aplicación podría significar un cambio significativo en cómo los estudiantes interactúan con la lengua meta, dando como resultado un aprendizaje más significativo y relevante. Este enfoque, por tanto, representa no solo una herramienta pedagógica, sino también una oportunidad para preparar a los estudiantes para un mundo cada vez más complejo y diverso.