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p a l i o s d e l a coate s u p r e m a

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SENOC, OÍKOS y PADES

R E C U R SO EXTRAORDINARIO: R equisitos propios. Cuestión federal. Cuestiones


federales sim ples. Interpretación de las leyes federales. Leyes federales en general.

Corresponde habilitar la instancia extraordinario ai caté en ju ego Ifi'inteligencia


del pnneipio de presunción de legitim idad de! acto adm inistrativo, reglado por
u n e n orm a federal (art. 12 de la ley 19.549), cuya violación invoca el apelante y
en la que funda su derecho, lesionado, según dice, por la resolución apelada.

P E R SO N A S JU R ID IC A S.

“La suspensión provisional" autorizada por el art. 48 del Código Civil debe ser
o rd e n a d a , ai así correspondiese, sólo después de un exam en que perm ita concluir
ü) tribunal sobre Su existencia “prim a facie", de verosim ilitud de loa derechos
esgrim idos por quien re cu rre de la decisión adm inistrativa; ello obliga a efectuar
una. correlación entre las razones en que se funda el retiro de la personería y
a q u ellas dadas por quien cuestiona esa decisión, y no exim e de realizarla la
circunstancia de q u e tal apreciación ten g a lugar en el limitado marco cognosci-
■tivo propio de una medida que participa de la naturaleza de las denom inadas
“caulclares®.

P E R SO N A S J U R ID IC A S .

No importa siquiera s u m a ria m e n te , el estudio do aquellos aspectos que consti­


tuyen el presupuesto del ejercicio de la facultad prevista en el art'. 48 del Código
Civil, haber fundado la suspensión de la resolución sobre retiro de la personería
en la necesidad de evitar el serio riesgo que, de existir tina sentencia que acoja
el recurso, no pueda im pedirse el daño que se intentó evitar y que la resolución
ea de tai entidad., que un mínimo grado de prudencia aconseja suspender su
ejecución, sin perjuicio de lo que en definitiva pudiera resolverse.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Buenos Aires, 6 de diciembre de 1988.

Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por el Estado Nacional


(Ministerio de Educación y Ju sticia de la Nación) en la causa Senoc,
Oikos y Fades s/ resolución Inspección General de Ju sticia”, para
decidir sobre su procedencia.

Considerando:

l fi) Que contra lo resuelto por la Sala G de la C ám ara Nacional de


Apelaciones en lo Civil, que decidió, “en virtud d é la facultad conferid®
DE JUSTICIA DE i-A NACION
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por el último párrafo del art. 48 del Código Civil, suspender la ejecución
de la resolución 2363 del 12 de setiem bre de 1985 del M inisterio de
Educación y Justicia de la Nación” (fs. 660/662), el Estado Nacional
interpuso recurso extraordinario (fs. 671/688), cuya denegación originó
la presente queja.

28) Que a sem ejanza de lo acaecido en oportunidad del anterior


pronunciam iento del T ribunal recaído en esta causa —por el cual se '
dejó sin efecto la sentencia dictada por la Sala B de la m encionada
C ám ara (fs. 519/523)— corresponde habilitar la instancia ex trao rd in a­
ria por cuanto nuevam ente está enjuego la inteligencia del principio de
presunción de legitim idad del acto adm inistrativo, reglado por una
norm a federal (art. 12 de la ley 19.549), cuya violación invoca el
apelante y en la que funda su derecho, lesionado:—según aduce— por
la resolución apelada. En lo que hace a este punto, al otro atin en te al
carácter equiparable a sentencia definitiva que tiene aquélla y, por fin,
al que concierne a las facultades de esta Corte cuando se halla en
discusión el alcance que cabe asignar a] derecho federal —y aun al que,
sin serlo, le está íntim am ente vinculado— corresponde rem itirse a los
considerandos 5S y 62 del recordado fallo del 10 de diciembre de 1987.

3fi) Que el a quo declaró ejercer la facultad que le confiere el art. 48,
último párrafo, del Código Civil, en cuanto le posibilita “disponer la
suspensión provisional de los efectos de la resolución recurrida”. En
esta últim a, que es la N92363 del 12 de setiem bre de 1985, el M inisterio
de Educación y Justicia de la Nación expuso una detallada reseña de
las num erosas anom alías, así como dp los diverlos informes, sum ario
y trám ites judiciales a que esas irregularidades dieron lugar, p a ­
ra conclüir que ello determ inaba que las "estructuras asociativas"
S. E. N. O. C., P. A. D. E. S. y O. I. K. O. S. no satisficieran el interés
público que pudo justificar su creación, por lo que les retiró las
autorizaciones en su momento conferidas y dispuso su disolución y
liquidación, con incorporación de la totalidad de sus bienes al E stado
Nacional (art. I9, 29y 39 de la resolución citada; y considerando 1 8, del
fallo de esta Corte anteriorm ente mencionado).

4 ®) Que así como es indiscutible que dicha resolución goza de la


presunción de legitim idad que consagra el art. 12 de la ley 19.549,
tam bién lo es que el órgano jurisdiccional que entiende en el recurso
que la im pugna tiene la facultad mencionada en el considerando
precedente. Se hace indispensable —por consiguiente— una in te rp re ­
tación que dé a cada norm a un adecuado ámbito de aplicación, posibilite
FALLOS DE LA CORTE SUPIIKMA
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su relación armónica y evite interferencias que, a una u otra de ellas,


les haga perder virtualidad.

59) Que, desde esta perspectiva, aparece ineludible q u e —en el terna


que aquí interesa— la “suspensión provisional” autorizada por el art.
48 del Código Civil debe ser ordenada —si así correspondiese— sólo
después de un examen que perm ita concluir al tribunal sobre la
existencia, prim a facie, de verosim ilitud en los derechos esgrimidos por
quien recurre de la decisión adm inistrativa. Ello obliga a efectuar una
correlación entre las razones en que se funda el retiro de la personería
y aquéllas dadas por quien cuestiona esa decisión. Si bien es cierto que
tal apreciación tiene lugar en el limitado marco cognoscitivo propio de
una medida que participa de la naturaleza de las denom inadas “caute­
lares”, ello no exime de la necesidad de realizarla. En efecto, aquélla se
presenta como la única m anera apta para preservar la presunción de
legitimidad que sigue teniendo —pese al recurso— el acto adm inistra­
tivo impugnado, la que, si se prescindiera de la enunciada valoración,
quedaría reducida al rango de una expresión puram ente nominal,
máxime ante el pormenorizado y extenso elenco de irregularidades en
que se basó dicho acto.

62) Que el a quo se desentendió del tratam iento ele las señaladas
cuestiones, ya que fundó la suspensión en la necesidad de evitar el
“serio riesgo que, de existir una sentencia que lo acoja (al recurso), no
pueda ya impedir el daño que con él se intentó evitar”, y añadió que la
resolución 2363/85 “es de tal entidad”, que un mínimo grado de
prudencia, sin perjuicio de lo que en definitiva pudiera resolverse,
aconsejan suspender su ejecución. Esas expresiones —tan latas que
prácticamente podrían ser form uladas en todo asÜnto en que esté
recurrido un .retiro de personería jurídica— no im portan, siquiera
sumariamente, el estudio de aquellos aspectos que —ya se lo ha
dicho— constituyen el presupuesto del ejercicio de la facultad prevista
en el art. 48 del Código Civil, lo que basta para descalificar el pronun­
ciamiento.

Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso


extraordinario y se deja sin efecto la resolución apelada. Con costas.
Vuelvan los autos al tribunal de origen para que dicte nuevo pronun­
ciamiento con arreglo al presente. Agréguese la queja ^1 principal.

C a k l o s S . P a y t — E n r i q u e S a n t ia g o P e t m c c h i —
____ J o k g b A n t o n io B a c q u é

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