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INTRODUCCIÓN:
La semilla como factor fundamental del proceso productivo de toda actividad agrícola, requiere
una atención especial, con el propósito de que el usuario disponga de suficiente cantidad y calidad
de semilla de las variedades de caña recomendadas; esto con el objeto de permitir maximizar la
gestión empresarial del agricultor. La caña de azúcar se reproduce normalmente por esquejes, que
son secciones del tallo que contienen entre 2 y 3 yemas laterales. Fisiológicamente se ha
determinado que las estas secciones que se usan en la reproducción vegetativa de los materiales
genéticos, ejercen una influencia diferenciada sobre la germinación y desarrollo de la plantación
comercial. El tallo de caña usado para las siembras tiene las yemas de más vigor germinativo en la
parte superior o cogollo ya que es donde hay más azúcares reductores como la glucosa y fructuosa
que es lo que requiere la yema para un adecuado desarrollo. Todo lo contrario sucede con las
yemas de la base, en cuyos entrenudos hay una alta concentración de sacarosa la cual
la yema no la puede utilizar en su proceso germinativo y debe desdoblarla a los tipos de azúcares
mencionados, acarreando un gasto de energía. Además existe otra circunstancia muy importante y
es la ubicación de las yemas en el tallo; ya que en la parte superior están normalmente menos
abultadas o estimuladas y más protegida por las hojas, mientras que las yemas inferiores están
más estimuladas (abultadas) y menos protegidas por lo que el manejo durante la cosecha y
siembra de la semilla de caña acarrea muchas pérdidas de poder germinativo.
La semilla de caña de azúcar se puede definir como el material vegetativo de siembra, que debe
tener entre 7 y 9 meses de edad y que propaga en trozos de 35-40 cm de longitud (3 yemas).
El material usado como semilla debe ser puro en cuánto a la variedad, vigoroso en su germinación
y libre de plagas y enfermedades.
La semilla de caña de azúcar de alta calidad utilizada para el establecimiento de una plantación de
caña debe provenir de campos de semilleros manejados únicamente para ese fin. Por eso no se
aconseja técnicamente utilizar como semilla de caña aquel material de áreas comerciales cuyo fin
es la producción de sacarosa en la fábrica industrial, ya que se aumenta altamente el riesgo de
introducir factores extraños en nuestra nueva plantación (plagas y/o enfermedades). Los objetivos
que deben prevalecer en el establecimiento de áreas de semilleros son:
El control del "raquitismo" en la caña semilla es importante ya que ésta es una enfermedad
encubierta que no presenta síntomas visibles; además que su principal medio de transmisión es a
través de la semilla de caña. El tratamiento básico para esta enfermedad, consiste en sumergir los
esquejes (2-3 yemas) en un baño con agua caliente en circulación, a una temperatura de 52º C
durante una hora. En DIECA, se cuenta una planta de tratamiento que está disponible para ofrecer
el servicio a todos los productores e ingenios que lo requieran, con la finalidad de establecer
semilleros propios con semillas termo-tratada.
DIECA viene procurando con gran esfuerzo técnico y económico, establecer un amplio programa
de reproducción de semilla básica mejorada, ubicando semilleros estratégicamente que permita la
posterior propagación de los materiales vegetativos de uso comercial de una manera ágil y rápida
para los interesados (ingenios y productores).
5. NECESIDAD DE SEMILLA
El área del semillero que se establezca cada año debe responder a las necesidades de la plantación
en cuánto al área a sembrar tanto en renovación de cañales como siembras nuevas. Con base en
investigaciones realizadas por DIECA en la Región Sur se determinó que un semillero proporciona
semilla aproximadamente en una relación 1:5,25 para una siembra a una distancia de siembra de
1,30 m y a 3 chorros (sistema de siembra tradicional de la región) o sea que si un productor va
sembrar 5,25 has de caña debe establecer un semillero de 1 ha para suplir sus necesidades de
semilla (72 toneladas).
(ha) (m)
10,50 20.000
7,87 15.000
5,25 10.000
2,62 5.000
1,3 2.500
0.65 1250
Los resultados promedio de cuatro cortes (cuadro 2), evidencian que efectivamente la posición de
la yema en el tallo determina en parte los rendimientos obtenidos, pese a lo cual no hubo
diferencias estadísticas significativas en las variables agroindustriales evaluadas. Para la variable
de rendimiento de azúcar/TM no existen diferencias marcadas, lo mismo que para la relación
sacarosa de los diferentes tratamientos, ello debido a que el efecto de la calidad de la semilla se
presenta en mayor proporción en la germinación y con ello en el tonelaje de materia prima
obtenido.
El tercio superior del tallo obtuvo la mayor producción promedio de caña (101.06 t/ha)
incrementando la producción en un 9.4% respecto al testigo; marcando una ligera diferencia con
la sección media en esta variable, que produjo 99.48 t/ha para un incremento respecto a la Caña
Entera (t) de un 7.7%. La productividad de azúcar (t/ha) alcanzó su mayor índice en los
tratamientos en los cuales la calidad de la yema era mayor; así el tercio superior fue el de mejor
respuesta ya que superó al testigo en 1,47 t (11%), seguido por el tratamiento tercio medio, el cual
obtuvo un incremento de 1,13 t (9%) al compararse con la caña entera (T).
Se refuerza así con los datos mostrados de cuatro cosechas sobre la importancia que representa la
buena calidad de la semilla en las