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NOMBRE

ESTEFANI DEUSME FEQUIERT


MATRICULA
1-20-5230
ASIGNATURA
LABORATORIO PATOLOGIA II
SECCION
004
DOCENTE
REINA MARITZA RODRIGUEZ M.
TEMA
Carcinoma epidermiosis de pene, adenocarcinoma de próstata.
INDICE
INTTRODUCCION……………………………………………………………….……1

DESARROLLO………………………………………………………………………..…2

Carcinoma epidermiosis de pene…………………………………………….2.4

adenocarcinoma de próstata…………………………………………………..5.9

Caso clínico…………………………………………………………………………10.11

CONCLUSION………………………………………………………………………...12

BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………..13
INTRODUCION

El carcinoma epidermoide de pene es un tipo de cáncer que se


origina en las células escamosas de la piel del pene. Es un tumor
maligno poco común que representa aproximadamente el 95% de
los cánceres de pene. Por otro lado, el adenocarcinoma de próstata
es el tipo más común de cáncer de próstata, originándose en las
células glandulares de la próstata. Ambos tipos de cáncer requieren
un diagnóstico y tratamiento adecuado para mejorar el pronóstico
de los pacientes.

1
DESARROLLO
Carcinoma epidermoide de pene
El cáncer de pene es una entidad que se presenta en hombres de
aproximadamente 50 años de edad y representa del 2 al 5% de los
tumores urogenitales masculinos, pero su incidencia es muy
variable, pudiendo en algunos países llegar al 10% de las
patologías malignas masculinas.
Dentro de los factores predisponentes existe una relación directa
entre la aparición de esta patología con factores irritativos y
carcinogenéticos que existen en el esmegma y que no han sido
identificados todavía.
La fimosis es un factor condicionante de esta patología dado que
recrea escasas posibilidades de higiene, con aumento del tiempo de
exposición al esmegma.
Siendo los hábitos higiénicos determinantes en la presencia de
dicha enfermedad, la variada incidencia en distintos países estaría
dada por el factor cultural y económico que condicionará distintas
condiciones de higiene.
Hay estudios que demuestran que en un alto porcentaje de tumores
de pene coexiste la lesión con infección por Papiloma Venéreo
Humano (HPV) genotipo 16/18, se han reportado casos también
con genotipo 31/35 detectándose incluso la presencia de HPV en el
80% de los tumores primarios y en el 50% de las adenopatías.
La incidencia mayor del cáncer cérvico uterino en las parejas de
varones con carcinoma de pene sugirió que pudieran tener una
etiología común detectándose más recientemente la presencia de
virus papiloma humano. Aunque los genotipos 16/18 son los de
mayor capacidad oncogénica, también parecen tenerla los
genotipos 31/35, 54 y otros en menor medida (12-5), estando está
relacionada con la integración de los mismos en el ácido
desoxirribonucleico (ADN) celular. Esta integración se produce tras
la disrupción de los genes virales E1 y E2, con eliminación de la
expresión de este último, lo que a su vez condiciona una
desregulación de la expresión de los genes E6 y E7 que codificarían
una transformación funcional maligna.
2
Para diagnosticar la infección por Virus del Papiloma Humano
(VPH), es necesario identificar el ADN viral en las lesiones
neoplásicas. Estos estudios son altamente costosos. Los métodos
de hibridación más sensibles como el Southern-Blot, y la reacción
en cadena de la polimerasa (PCR) parecen ser los más apropiados.
El pene es un órgano recubierto por piel y la patología tumoral se
desarrolla a partir de dicho epitelio, por lo tanto, el 96% son de
estirpe epitelial (escamosos). El 4% restante se reparte en
basocelulares, melanomas, sarcoma de Kaposi (patología que ha
aumentado su incidencia desde la aparición del SIDA), y en tumores
secundarios a leucemias o linfomas.
Existen enfermedades consideradas como preneoplásicas, que, a
pesar de ser benignas, tienden a transformarse si se las deja
libradas a su evolución natural, como la l eucoplasia, eritroplasia de
queyrat, enfermedad de Bowen, enfermedad de Paget, tumor de
Buschke Lowenstein.
El cáncer de pene se presenta como una lesión visible a nivel del
glande siempre que el prepucio pueda rebatirse. De no ser así la
lesión puede palparse a través de él como una zona irregular,
endurecida. En ocasiones ulcera y perfora el prepucio,
exteriorizándose hacia el exterior. Es una lesión ulcero vegetante, a
veces sangrante, que habitualmente se infecta produciendo un olor
fétido. En ocasiones se acompaña de dolor. La progresión de la
enfermedad es locorregional y temprana por lo que es común
encontrar adenopatías inguinales, unilaterales o bilaterales que en
ocasiones se presentan como formaciones únicas, móviles, y en
otras se ven como grandes masas, fijas, adheridas a planos
profundos, ulceradas y supuradas. Se acompañan con linfedemas
de miembros inferiores y genitales. En estadios avanzados pueden
agregarse síntomas producto de las metástasis a distancia, que
aparecen tardíamente.
La infección acompaña habitualmente a estos tumores, por lo tanto
se desarrollan procesos inflamatorios en los ganglios regionales que
condicionan la utilización de antibioticoterapia durante 4 a 6
semanas.
El cáncer de pene es una enfermedad de evolución locorregional y
es muy rara la diseminación a distancia. (4-8)
3
El tratamiento se inicia por el tumor primario y depende de su
estadiamiento, la circuncisión o la ablación con láser pueden
resultar eficaces en las lesiones iniciales, pero la penectomía total,
con linfadenectomía ilioinguinal, es necesaria en las lesiones
mayores. La penectomía parcial resulta adecuada si el tumor se
puede resecar por completo con márgenes adecuados, dejando un
muñón peneano que permite la micción y la función sexual. La
importancia de la radioterapia se discute y la quimioterapia ha
obtenido un éxito limitado en casos avanzados.

4
Adenocarcinoma de próstata
El cáncer se origina cuando las células normales de la próstata
empiezan a cambiar y proliferar sin control, y forman una masa
llamada tumor. Un tumor puede ser benigno (no canceroso) o
maligno (canceroso, lo que significa que se puede diseminar a otras
partes del cuerpo).
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se
encuentra detrás de la base del pene, frente al recto y debajo de la
vejiga. Rodea la uretra, un conducto parecido a un tubo que
transporta orina y semen a través del pene. La función principal de
la próstata es producir líquido seminal, el líquido en el semen que
protege, mantiene y ayuda a transportar el esperma.

El cáncer de próstata es un tumor maligno que se inicia en la


glándula prostática de los hombres. Algunos cánceres de próstata
crecen muy lentamente y quizás no causen síntomas o problemas
por años. En esta situación, la causa de muerte generalmente no es
por el cáncer de próstata sino por otras causas. Muchas veces,
cuando un hombre desarrolla cáncer de próstata a una edad mayor,
es poco probable que provoqu síntomas o acorte la vida del
hombre; posiblemente no sea necesario un tratamiento agresivo.
Sin embargo, si el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo
(produce metástasis), puede causar dolor, fatiga y otros síntomas.
El cáncer de próstata es algo inusual, en comparación con otros
tipos de cáncer, ya que muchos tumores diagnosticados no se
diseminan desde la próstata. Y, a menudo, incluso el cáncer de
próstata metastásico puede tratarse con resultados satisfactorios, y
la persona puede sobrevivir con buen estado de salud durante
algunos años.

Más del 95% de los cánceres de próstata son adenocarcinomas, un


cáncer que se desarrolla en el tejido glandular. Un tipo poco
frecuente de cáncer de próstata conocido como cáncer
neuroendocrino o cáncer anaplásico de células pequeñas tiende a
diseminarse más temprano, pero habitualmente no produce
antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), un
marcador tumoral que se analiza luego en la sección Factores de
riesgo y prevención. 5
El cáncer de próstata es la segunda causa más importante de
muerte por cáncer en hombres. Si bien el número de muertes por
cáncer de próstata está disminuyendo entre todos los hombres, la
tasa de mortalidad sigue siendo de más del doble en los hombres
negros que en los blancos.

Más del 90% de todos los cánceres de próstata se detectan cuando


la enfermedad está localizada únicamente en la próstata y órganos
cercanos. Se espera que casi todos los hombres que desarrollan
cáncer de próstata vivan al menos cinco años después del
diagnóstico. Las tasas de supervivencia de 10 y 15 años (el
porcentaje de personas que sobreviven al menos 10 o 15 años
después de que se detecta el cáncer, sin incluir aquéllos que
mueren a causa de otra enfermedad) son el 91% y 76%,
respectivamente. Estas tasas de supervivencia son una
combinación de cánceres de próstata de estadio temprano y
avanzado. La supervivencia individual de un hombre depende del
tipo de cáncer de próstata y del estadio de la enfermedad.

Las estadísticas de supervivencia en el cáncer deben interpretarse


con cautela. Estas estimaciones se basan en datos provenientes de
miles de casos de este tipo de cáncer en los Estados Unidos cada
año, pero el riesgo real de una persona específica puede variar. Es
imposible informar a un hombre cuánto tiempo vivirá con cáncer de
próstata. Debido a que las estadísticas de sobrevida suelen medirse
en intervalos de varios años, pueden no representar los avances
que se han hecho en el tratamiento o el diagnóstico de este tipo de
cáncer.

Un factor de riesgo es cualquier factor que aumenta la posibilidad


de que una persona desarrolle cáncer. Si bien los factores de riesgo
pueden influir en el desarrollo del cáncer, la mayoría no es una
causa directa de esta enfermedad. Algunas personas con diversos
factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras sin
factores de riesgo conocidos sí lo hacen. Sin embargo, si usted
conoce sus factores de riesgo y consulta a su médico, podrá tomar
decisiones inteligentes sobre su estilo de vida y los cuidados de la
salud. 6
Debido a que todavía no se conoce la causa exacta del cáncer de
próstata, tampoco se sabe cómo prevenirlo. Los siguientes factores
pueden aumentar el riesgo de que un hombre desarrolle cáncer de
próstata:
Edad. El riesgo de cáncer de próstata se incrementa con la edad y
aumenta rápidamente a partir de los 50 años. Alrededor del 60% de
los cánceres de próstata se diagnostican en hombres de 65 años o
más.
Raza/origen étnico. Los hombres afroamericanos presentan un
riesgo mayor de cáncer de próstata que los de raza blanca. Tienen
más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad
más joven y de tener tumores agresivos, de crecimiento rápido. Se
desconocen los motivos exactos para estas diferencias, y
probablemente se vinculen con factores socioeconómicos y
biológicos. Algunos científicos creen que una alimentación con alto
contenido de grasas, que puede ser frecuente en muchas partes de
la comunidad afroamericana, cumple una función en el desarrollo
del cáncer de próstata (para obtener más detalles, consulte el título
Alimentación a continuación). También puede estar relacionado con
factores genéticos dentro de la comunidad afroamericana, pero no
se sabe cuáles son los genes específicos. El cáncer de próstata es
más frecuente en América del Norte y el norte de Europa, y es
menos frecuente en Asia, África y América Latina. Sin embargo,
parece que el cáncer de próstata está en aumento entre los
asiáticos que viven en áreas urbanas, como Hong Kong y Singapur,
así como en ciudades de América del Norte y Europa y, en especial,
entre aquéllos que llevan un estilo de vida más occidental.
Antecedentes familiares. Un hombre cuyo padre o hermano con
cáncer de próstata tiene un riesgo más elevado de desarrollar la
enfermedad que un hombre sin antecedentes familiares. Los
investigadores descubrieron genes específicos que posiblemente
estén relacionados con el cáncer de próstata, aunque todavía no se
ha demostrado que lo causen ni que sean específicos de esta
enfermedad.

7
Alimentación. Ningún estudio ha demostrado de forma concluyente
que la alimentación y la nutrición puedan causar o prevenir el
desarrollo del cáncer de próstata; sin embargo, muchos estudios
indican que quizás exista un vínculo. Todavía no hay suficiente
información para realizar recomendaciones
FACTORES DE RIESGO Y PREVENCIÓN
claras sobre el papel que juega la dieta en el cáncer de próstata,
pero las siguientes recomendaciones pueden ser útiles:
•Una dieta con alto contenido de grasas, especialmente grasa
animal, puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. En
realidad, muchos médicos creen que una dieta con bajo contenido
de grasas puede reducir el riesgo de cáncer de próstata.
•Una dieta rica en verduras, frutas y legumbres (guisantes y frijoles)
puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata. No se sabe con
certeza cuáles son los nutrientes directamente responsables. El
licopeno, que se encuentra en los tomates y otras verduras, puede
desacelerar o prevenir el desarrollo del cáncer. De cualquier modo,
esa alimentación no causa daños y puede disminuir la presión
arterial y el riesgo de enfermedad cardíaca.
•El selenio, un elemento que las personas reciben en pequeñas
cantidades a través de los alimentos y el agua, y la vitamina E han
sido analizados para averiguar si uno o ambos nutrientes pueden
disminuir el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, en un
estudio clínico (un estudio de investigación en el que participan
personas) llamado SELECT (Seleniumand Vitamin E Cancer
Prevention Trial [Estudio clínico de prevención del cáncer con
selenio y vitamina E]) que incluyó a más de 35,000 hombres, los
investigadores hallaron que tomar suplementos de selenio y
vitamina E (pastillas), ya sea de forma individual o combinada,
durante un promedio de cinco años, no previene el cáncer de
próstata e, incluso, puede causar daños en algunos hombres.
Debido a este riesgo, el Instituto Nacional del Cáncer (National
Cancer Institute) ha interrumpido el estudio SELECT. Los hombres
deben consultar a su médico antes de tomar suplementos de
selenio y vitamina E para prevenir el cáncer de próstata.
8
Es importante recordar que los cambios específicos en la dieta
pueden no detener ni retardar el desarrollo del cáncer de próstata y
es posible que dichos cambios deban iniciarse en etapas tempranas
de la vida para tener algún efecto.

9
Caso Clínico

Paciente masculino de 68 años que acude a consulta por presentar


una lesión verrugosa en el pene de aproximadamente 6 meses de
evolución. El paciente refiere que inicialmente era una pequeña
mancha, pero que ha ido creciendo progresivamente. Niega dolor o
sangrado.

En la exploración física, se aprecia una lesión exofítica, de bordes


irregulares, localizada en el tercio distal del pene. No se palpan
adenopatías inguinales.

Se realiza biopsia de la lesión peniana, cuyo resultado


histopatológico confirma un carcinoma epidermoide de pene.

Durante la evaluación, se solicita también un tacto rectal,


encontrándose una próstata aumentada de tamaño, de consistencia
pétrea. Los niveles de PSA sérico se encuentran elevados (8,4
ng/mL).

Se completa el estudio con una biopsia prostática, la cual informa


de un adenocarcinoma de próstata, Gleason 7 (4+3).

Tras discutir el caso en el comité multidisciplinario, se decide


realizar en primer lugar una penectomía parcial para el tratamiento
del carcinoma epidermoide de pene. Posteriormente, se llevará a
cabo un tratamiento definitivo para el adenocarcinoma de próstata,
posiblemente una prostatectomía radical.

El paciente evoluciona satisfactoriamente tras la cirugía peniana.


Actualmente se encuentra en seguimiento para definir el mejor
abordaje terapéutico de su cáncer de próstata.
10
11
CONCLUSION

El cáncer de pene es una enfermedad que se presenta en hombres


de aproximadamente 50 años de edad y representa del 2 al 5% de
los tumores urogenitales masculinos, pero su incidencia es muy
variable, en algunos países puede llegar al 10 % de las
enfermedades malignas masculinas.

Dentro de los factores predisponentes existe una relación directa


entre la aparición de esta enfermedad con factores irritativos y
carcinogenéticos que existen en el esmegma. La fimosis es un
factor condicionante ya que impide una adecuada higiene, con
aumento del tiempo de exposición al esmegma. La incidencia en
distintos países estaría dada por un factor cultural y económico que
condicionará una adecuada limpieza de los genitales.
El tratamiento se inicia por el tumor primario y depende de su
estadiamiento, la circuncisión o la ablación con láser pueden
resultar eficaces en las lesiones iníciales, pero la penectomía total
con linfadenectomía ilioinguinal, es necesaria en las lesiones
mayores. La penectomía parcial resulta adecuada, si el tumor se
puede resecar por completo con márgenes adecuados, donde se
deja un muñón peneano que permite la micción y la función sexual.
La importancia de la radioterapia se discute y la quimioterapia
obtiene un éxito limitado en casos avanzados.

Mientras que el cáncer de la próstata es un tumor frecuente que


cobra la vida de miles de hombres en el mundo todos los años.
Puede ser sospechado teniendo en cuenta ciertos factores de
riesgo, los que permiten diagnosticarlo a tiempo, y con esto, permitir
la supervivencia del paciente; de ahí la importancia de conocer los
métodos para saber cómo proceder ante este tipo de pacientes.
Actualmente se están aplicando tratamientos preventivos con
suplementos dietéticos y drogas antiandrogénicas que pudieran
mejorar la incidencia de este mal en un futuro no muy lejano.
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BIBLIOGRAFIA

https://revmedicaelectronica.sld.cu/index.php/rme/article/view/667/ht
ml

https://www.cancer.net/sites/cancer.net/files/vignette/Cancer.Net_Gu
ide_to_Prostate_Cancer_PDF_ESP.pdf

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