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Historia de la Educación Argentina-Prof.

Carlos Ruiz Díaz


CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO ARGENTINO
1. Abordaje histórico, político y filosófico

1.1. Conceptos claves para el estudio de las Corrientes Pedagógicas

En nuestro medio cotidiano solemos asociar el término “educación” a las palabras


“sistema educativo” y “escuela”. Comprender la realidad de la educación y del sistema
educativo es una tarea compleja. Las acciones educativas son tan antiguas como el
hombre, y los fines y formas que han asumido han variado con los pueblos y las épocas.
No está demás que aclaremos ahora mismo que la educación no se reduce a la escuela o
al sistema educativo. Sin embargo, desde la Antigüedad las escuelas y algo parecido a los
sistemas educativos modernos han jugado un papel muy especial en la educación.
Esto nos exige abordar las grandes líneas del desarrollo histórico de la actividad
educativa escolar si pretendemos comprender nuestro presente.
Comenzaremos planteando una serie de distinciones conceptuales, ya que para
facilitar nuestra comprensión será necesario diferenciar claramente los conceptos de:
Educación, Persona 1, Escuela, Estado, Sistema Educativo, Corrientes y Escuelas de
pensamiento.

1. ¿Qué es la educación? 2

Dijimos al comienzo que la persona es el punto de partida de la educación, y nos


detuvimos en su análisis, ahora nos detendremos en el concepto de Educación.
La educación es una perfección, resulta ser el desarrollo integral de todas las
potencialidades del ser humano, y aquí se comprometen tanto la dimensión cognoscitiva,
afectiva, y la corporal.
La realidad central a propósito de la cual se instaura un sistema educativo es la
educación, una realidad que es tanto un proceso como un resultado que se da en el ser del
hombre, y que en cada hombre se explicita como realidad que contribuye al bien social.
En primer lugar se refiere al hombre en cuanto tal, por lo que es un proceso de
desarrollo de todas sus potencias y dimensiones que requiere de realidades externas al sujeto;

1 Cfr. RUIZ DIAZ, Janet, (2007), El Sujeto del Desarrollo. Concordia, Inédito
2 Cfr. VÁZQUEZ, S. Maris, (1981), Objetivos educacionales. Buenos Aires, CIAFIC, Primera Parte
de orden natural, y de orden socio-cultural, las que en interacción con cada hombre van
configurando un nuevo modo de ser: una personalidad (la configuración propia y singular de
cada hombre), y un orden socio-cultural, que se da por los aportes de cada hombre educado.
Por lo tanto la función de la educación es en primer lugar de orden PERSONAL, - y
en segundo lugar de orden SOCIAL. Sólo si se cumple con la primera se da la segunda, ya
que ésta es resultado de la anterior.
Es así que quien se encuentre a cargo de la educación -Sistema Educativo en este
caso- debe procurar que la misma se de en la línea de la naturaleza humana. Partir de su
formación integral; de lo contrario se produce la negación de esta naturaleza y el proceso
educativo pierde toda realidad, y se convierte en un proceso degenerativo, destruyendo al
hombre, y en consecuencia a la sociedad.

2. ¿Qué es la escuela?

Etimológicamente, el término “escuela” proviene del griego scholé, que significa “lugar
de estudio”, pero también del latín schola, que quiere decir “descanso”, “tranquilidad”, y
“estudio”. 3
En ambos casos, la noción de escuela designa el hecho de un espacio de ocio y
tranquilidad que permite la dedicación al estudio. En la Antigüedad -y en muchos casos hoy
mismo- quien podía aplicarse al estudio era quien tenía solucionadas las necesidades más
urgentes de la vida, quien no necesitaba trabajar para vivir; de aquí la idea de "ocio”.
Lo primero que sugiere el ocio es el cese de actividad. La filosofía, cuyo nacimiento se
le debe a los griegos, no se origina en nosotros como ‘producto’ de una necesidad social, sino
gracias al ocio, que implica apartarse del mundo de los ‘negocios’ temporales. Nace como
desinteresada contemplación de la verdad, como confiada entrega al ser y con la suficiente
lucidez de saberse trascendente a toda dimensión sensible, capaz de conocer realidades
espirituales.
Se trata de una contemplación silenciosa, capaz de tomar en el corazón del hombre a la
realidad misma.
Josef Pieper plantea 4:

3 Cf. LIRA, O.F., (Comp.) Diccionario de Ciencias de la Educación. México. Gil Editores. 2003. Voz: “Escuela”
4 PIEPER, Josef, (1997), El ocio y la vida intelectual. Madrid, Rialp, págs. 44-45
“...La pereza, en el sentido antiguo, tiene tan poco que ver con el ocio que es más bien el íntimo
supuesto de la falta de ocio. Sólo puede haber ocio cuando el hombre se encuentra consigo mismo, cuando
asiente a su auténtico ser, y la esencia de la asedia es la no coincidencia del hombre consigo mismo.

Pereza y falta de ocio se corresponden. El ocio se opone a ambas.


El ocio es, como actitud del alma (pues hay que dejar bien sentado algo evidente: que el ocio no se debe
solamente a hechos externos como pausa en el trabajo, tiempo libre, fin de semana, permiso, vacaciones; el ocio
es un estado del alma), precisamente lo contrapuesto al ejemplo del ‘trabajador’ (...)
El ocio es una forma de ese callar que es un presupuesto para la percepción de la realidad; sólo oye el que
calla, y el que no calla no oye. Ese callar no es un apático silencio ni un mutismo muerto, sino que significa
más bien que la capacidad de reacción que tiene por disposición (...) el alma ante el ser no se expresa en
palabras. El ocio es la actitud de la percepción receptiva, de la inmersión intuitiva y contemplativa en el ser.
En el ocio hay, además, algo de la serena alegría del no poder comprender, del reconocimiento del carácter
secreto del mundo, de la ciega fortaleza del corazón del que confía y que deja que las cosas sigan su curso...”

Es por ello que la escuela debe ser el lugar donde el hombre ponga a operar sus
potencias, a desarrollarlas para perfeccionarlas, es la escuela de este modo el lugar para la
educación. Actualmente nos referimos a la escuela, entonces, como un “establecimiento o lugar
organizado en el que se imparte una enseñanza a través de varios educadores, a una colectividad de alumnos" 5.
Se trataría de una “comunidad de maestros y alumnos dedicada a la educación de éstos”. La historia de
la escuela como tal, pues, comienza en la Edad Antigua, cuando las necesidades educativas
de los niños no pudieron ya ser satisfechas dentro de la estructura familiar y se presentó la
necesidad de recurrir a enseñantes -los maestros- ajenos a ella.
Una parte importante de las escuelas en nuestro país se encuentran hoy formando
parte de una estructura regulada por el Estado: el Sistema Educativo.

3. ¿Qué es el Sistema Educativo?

El sistema educativo constituye la organización de algunos aspectos de la educación,


que de algún modo dependen, del Estado.
De acuerdo a la Ley de Educación Nacional (LEN) podemos definirlo así:

"El Sistema Educativo Nacional es el conjunto organizado de servicios y acciones educativas reguladas por
el Estado que posibilitan el ejercicio del derecho a la educación. Lo integran los servicios educativos de gestión
estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, de todas las jurisdicciones del país, que abarcan los
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distintos niveles, ciclos y modalidades de la educación".

5 LIRA, O.F., (Comp.) Op. Cit. Voz: “Escuela”


6 Ley de Educación T. II, Cap. I, Art. 14
Destaquemos, entonces, que el sistema educativo argentino supone:

• Un conjunto organizado de acciones y servicios educativos: con ello nos referimos


a aquellas instituciones que se encuentran ligadas a la educación: no solo las escuelas
sino también las universidades, el Ministerio de Educación, Cultura y Tecnología,
los gremios, etc.

• Estas instituciones tienen por fin hacer posible el ejercicio de un derecho


constitucional, el derecho a la educación.

• Estas instituciones, por otra parte, se encuentran reguladas por el Estado, es decir,
dependen de él en mayor o menos medida (obedeciendo al tipo de institución). El
Estado, para regularlas, elabora y ejecuta políticas educativas.

La definición que la LEN presenta de “Sistema Educativo” pone sobre el tapete


algunos conceptos que aparecerán a lo largo de su estudio y deben quedar claros desde
el principio:

4. ¿Qué es el estado?

Nos interesa mostrar dos definiciones, la primera de ellas, de R. Albergucci:

“El estado es la organización política de la nación, que incluye el ordenamiento jurídico, las estructuras
de gobierno y de participación de los integrantes del conjunto social, y que tiene la finalidad de procurar el bien
común" 7

Tomamos luego la definición de la enciclopedia Rialp 8:

“Al igual que la palabra también la realidad Estado, (...) constituye una forma de convivencia política
históricamente definida, que nace en la Modernidad europea ligada a una serie de supuestos de orden
económico, religioso, científico, etc.
(...)El Estado constituye, ante todo una forma de convivencia, una forma de sociedad. Su carácter específico
hay que buscarlo originariamente en su fin o en su función. Como forma política de la convivencia el Estado
cumple, no una función parcial, particular, sino una función de carácter total: la de organizar la cooperación

7 ALBERGUCCI, R. (1996), Estado y educación. Buenos Aires, Docencia, Pág. 25

8
Gran Enciclopedia Rialp
social para hacer posible el conjunto de condiciones y medios requeridos, en cada circunstancia histórica para
el desarrollo humano en lo que se refiere a sus necesidades inmanentes, terrenas. El carácter de esa finalidad
del Estado es lo que le da razón de la peculiaridad del poder que le corresponde: un poder autónomo, supremo,
soberano; también explica la necesidad del Derecho, el íntimo ligamen entre Derecho y Estado: una
organización estable y pacífica de la convivencia social sólo es posible si se implanta y establece como ordenación
jurídica. Por esto, puede definirse al Estado, desde un punto de vista jurídico, como la sociedad jurídicamente
organizada de forma autónoma sobre un determinado territorio. (...)
Como realidad humana, el Estado no es ni algo determinado necesariamente por fuerzas naturales, ni libre
creación del espíritu humano. Ambos aspectos se conjugan: el Estado es una realidad necesaria en cuanto
exigido por la naturaleza social del hombre, que éste ha de construir, modelar, reformar. (...) al Estado
corresponde una entidad verdadera, no reductible a la mera suma de individuos, pero que no es un sujeto vivo
o psíquico independiente, sino una entidad de acción social, una unidad de orden”.

A partir de ambas podemos extraer los siguientes puntos en común:

• El Estado siempre supone un conjunto de individuos que conviven de manera


organizada. Cuando hablamos de política no nos referimos al gobierno (de
turno) sino más precisamente a la organización de la convivencia social.

• La organización de la convivencia depende de una ordenación jurídica, es decir,


de la existencia de leyes que gobiernen la vida social.

• El Estado posee por finalidad la organización de la totalidad de la vida social,


de manera tal de crear condiciones que posibiliten el desarrollo de la vida
humana, mediante la cooperación del colectivo social en función del bien
común.

Al analizar la relación entre el estado y el sistema educativo, debemos tener en cuenta


dos perspectivas complementarias.

Por una parte, podemos concebir al sistema educativo en cuanto elemento que
permite concretar la búsqueda del bien común en el plano de la educación; así lo indica
Albergucci:
[Con respecto a la educación, el estado tiene:]

• “Responsabilidad política: ...El estado tiene la responsabilidad de asegurarlos beneficios de la educación para todos: la
educación es un bien social de interés público, que el estado debe garantizar para todos y en todos los niveles del sistema educativo
• Responsabilidad social: el estado tiene el deber de asignar prioridad en la distribución de los recursos públicos para satisfacer
las necesidades educativas de la población; y debe asignar prioridad a las regiones más necesitadas y a los sectores sociales más
desprotegidos que requieren de la ayuda y promoción del estado para la satisfacción de necesidades". 9

Sin embargo, penetrando más profundamente en el problema, descubrimos una


nueva dimensión:

“Los estados nacionales instituyen los sistemas educativos como medio para extender y generalizar el
acceso de la población a la educación, y de este modo facilitar su propia legitimación y la configuración de
determinados modelos hegemónicos.” 10

No solo se trata de garantizar un derecho constitucional, el derecho a la educación,


que es en sí mismo un bien público. El sistema educativo también permite la legitimación del
propio estado. Esto quiere decir que el sistema educativo le permite justificar su propia
existencia y la manera en que se encuentra organizado; por ej.: en el estado argentino el
sistema de gobierno es la democracia representativa, por este motivo en el sistema educativo
la democracia y sus beneficios como sistema de gobierno son un contenido de enseñanza.
De este modo el sistema educativo contribuye a establecer modelos hegemónicos. La
hegemonía es el dominio que un grupo establece sobre otros grupos. En este caso nos referimos a que, si
bien al interior del estado, entre quienes conviven en él, existe pluralidad de maneras de
pensar y de actuar, existe una forma predominante sobre las demás, y que rige como tal.

9
ALBERGUCCI. R. Op. Cit Pág. 27

10 ALMANDOZ, R. (2000), Sistema Educativo Argentino. Escenarios y política. Buenos Aires, Santillana, Pág. 63

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