Está en la página 1de 7

Montería, octubre 18 de 2020.

Señor
JUEZ CIVIL MUNICIPAL (REPARTO)
E. S. D.
REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA
ACCIONANTE: JULIAN PEREZ 
ACCIONADA: ALCALDÍA MUNICIPAL DE MONTERÍA

JULIAN PEREZ, identificado con cedula de ciudadanía Nro. 1.067.961.087 expedida en


Montería, mayo de edad, residenciado en esta ciudad, por medio del presente escrito
acudo ante su digno cargo amparado en mi derecho legal y Constitucional para solicitar
ante usted, mediante esta acción de tutela basándome en el artículo 86 de la Constitución
Nacional, el derecho a hacer peticiones respetuosas, y que estas sean resueltas
satisfactoriamente, por considerar vulnerados consecuentemente y en conexidad mis
derechos fundamentales al MINIMO VITAL, VIDA DIGNA TRABAJO Y PRINCIPIO DE
CONFIANZA LEGITIMA vulnerados por: LA ALCALDÍA MUNICIPAL DE MONTERÍA,
Tal como narrare a continuación por los debidos hechos:

HECHOS

1. desde hace 20 años aproximadamente he venido ocupando de forma pacífica un


inmueble ubicado en la Cra 1 No 3-21 de la ciudad de Montería el cual está
registrado con matrícula inmobiliaria número 14022, inmueble el cual es propiedad
del municipio y está ubicado en espacio público.

2. Este bien inmueble del que ya hice referencia lo he destinado para la venta de
comidas rápidas, negocio el cual se ha convertido en la única entrada económica
que desde hace 20 años me ha servido para el sustento de mis hijos y mi familia.

3. Ninguna autoridad nunca en estos 20 años que llevo ocupándolo lo ha requerido


para entrega de este además de esto siempre he cancelado el impuesto predial.

4. El día 5 de junio del 2020 la Alcaldía Municipal adelantando un proceso


administrativo según la Ley 1801 de 2016 “Por la cual se expide el Código
Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana”, me notifico que fui declarado
infractor argumentando el motivo que los productos alimenticios no cumplen con
las medidas sanitarias.
5. Debido a esa infracción también se me comunico la decisión que tomos la alcaldía
de Montería del cierre y remoción del inmueble donde he venido ejerciendo mis
labores de vendedor ambulante.

6. Debido a la difícil situación por la que estamos pasando gracias a la pandemia por
el coronavirus salir del bien y acatar las indicaciones de la Alcaldía Municipal de
Montería, se me hace muy difícil ya que soy muy vulnerable a contraer el virus
covid-19 por ser una persona hipertensa, diabética y obesa.

7. La Alcaldía de Montería ha tomado esa decisión sin tener en cuenta el tiempo que
yo llevo ocupando el bien y no se me ofrece ningún otro tipo de oportunidad para
poder trabajar, ni alguna alternativa productiva, acceso a créditos o programas de
emprendimiento, situación que me dejaría totalmente desprotegido sin contar con
el hecho de que en estos momentos no cuento con los recursos para el pago de
los gastos que requiere acatar esa orden.

DERECHOS VIOLADOS O VULNERADOS

Con la omisión que dentro de los hechos se narran, considero que se ha violado el
derecho al MINIMO VITAL, VIDA DIGNA, TRABAJO Y PRINCIPIO DE CONFIANZA
LEGITIMA

PETICIÓN

En consecuencia, a lo anterior, solicito del señor Juez disponer y ordenar a la parte


accionada y a favor de mi persona JULIAN PEREZ, lo siguiente:

PRIMERO: ordenar A LA ALCALDÍA DE MONTERÍA que anule y deje sin efecto la orden
del día 5 de junio del 2020 mediante la cual se dispone la medida correctiva de cierre y
remoción de bienes del inmueble ubicado en la Cra 1 No 3-21 de la ciudad de Montería
donde funciona el puesto de comidas rápidas.

SEGUNDO: ordenar A LA ALCALDÍA DE MONTERÍA como medida provisional que se


suspendan las diligencias que actualmente en mi contra respetando mis derechos
fundamentales, mientras se plantee y defina la situación ante la jurisdicción de lo
contencioso administrativo, pues lo contrario conllevaría un perjuicio irremediable para mí
y mi familia, ya que ese puesto de comidas rápidas es el único ingreso económico que
tenemos para sobrevivir.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS

ARTICULO 86, Constitución Política de Colombia


Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento y
lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a
su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales,
cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de
cualquier autoridad pública. La protección consistirá en una orden para que aquel
respecto de quien se solicita la tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo, que será
de inmediato cumplimiento, podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso,
éste lo remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión. Esta acción sólo
procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que
aquélla se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En
ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de tutela y su
resolución. La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela procede contra
particulares encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte
grave y directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en
estado de subordinación o indefensión.

Artículo 37, Decreto ley 2591 de 1991.


Son competentes para conocer de la acción de tutela, a prevención, los jueces o
tribunales con jurisdicción en el lugar donde ocurriere la violación o la amenaza que
motivaren la presentación de la solicitud.
Procedencia excepcional de la acción de tutela. Sentencia T-030/15
la jurisprudencia de la Corte ha sido enfática en la necesidad de que el juez de tutela
someta los asuntos que llegan a su conocimiento a la estricta observancia del carácter
subsidiario y residual de la acción. En este sentido, el carácter supletorio del mecanismo
de tutela conduce a que solo tenga lugar cuando dentro de los diversos medios que
pueda tener el actor no existe alguno que sea idóneo para proteger objetivamente el
derecho que se alegue vulnerado o amenazado. Esta consideración se morigera con la
opción de que, a pesar de disponer de otro medio de defensa judicial idóneo para
proteger su derecho, el peticionario puede acudir a la acción de tutela como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio.
“La Corte concluye (i) que por regla general, la acción de tutela es improcedente como
mecanismo principal para la protección de derechos fundamentales que resulten
amenazados o vulnerados con ocasión de la expedición de actos administrativos, como
quiera que existen otros mecanismos tanto administrativos como judiciales para su
defensa; (ii) que procede la acción de tutela como mecanismo transitorio contra las
actuaciones administrativas cuando se pretenda evitar la configuración de un perjuicio
irremediable; y (iii) que solamente en estos casos el juez de tutela podrá suspender la
aplicación del acto administrativo (artículo 7 del Decreto 2591 de 1991) u ordenar que el
mismo no se aplique (artículo 8 del Decreto 2591 de 1991) mientras se surte el proceso
respectivo ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo.”

Sentencia T-705 de 2012


esta Corporación ha establecido que cuando la tutela se interpone como mecanismo
transitorio, debido a que existe un medio judicial ordinario, es preciso demostrar que la
intervención del juez constitucional es necesaria para evitar la ocurrencia de un perjuicio
irremediable. Tal perjuicio irremediable se caracteriza:
“(i) por ser inminente, es decir, que se trate de una amenaza que está por suceder
prontamente; (ii) por ser grave, esto es, que el daño o menoscabo material o moral en el
haber jurídico de la persona sea de gran intensidad; (iii) porque las medidas que se
requieren para conjurar el perjuicio irremediable sean urgentes; y (iv) porque la acción de
tutela sea impostergable a fin de garantizar que sea adecuada para restablecer el orden
social justo en toda su integridad.”

 Sentencia T-231 de 2014


“[…] el principio de confianza legítima, conjuntamente con el respeto por el acto propio,
son manifestaciones concretas del principio de buena fe, aplicables a las políticas de
recuperación del espacio público y a garantizar el derecho al trabajo de los comerciantes
informales ocupantes de él. Principios que constriñen a la administración a respetar los
compromisos que ha adquirido y a reconocer la garantía de durabilidad y estabilidad de
situaciones que ha respaldado expresa o tácitamente. Igualmente, obligan a la
administración a adoptar medidas con suficiente preaviso para mitigar el impacto de la
recuperación del espacio público, como planes de reubicación, orientaciones acerca de
otra actividad económica u otra zona para ejercer su trabajo, lo anterior dependiendo del
grado de afectación.” 
Sentencia No. T-225/1992
“…. cuando una autoridad local se proponga recuperar el espacio público ocupado por
vendedores ambulantes titulares de licencias o autorizaciones concedidas por el propio
Estado, deberá diseñar y ejecutar un adecuado y razonable plan de reubicación de dichos
vendedores de manera que se concilien en la práctica los intereses en pugna.”

T-772 de 2003:
“ las políticas, programas o medidas estatales cuya ejecución se convierta en una fuente
de pobreza para los afectados, y que no prevean mecanismos complementarios para
contrarrestar en forma proporcionada y eficaz dichos efectos negativos, resultan
injustificables a la luz de las obligaciones internacionales del país en materia de
promoción y protección de los derechos económicos, sociales y culturales, así como a la
luz del principio constitucional del Estado Social de Derecho y sus diversas
manifestaciones a lo largo de la Constitución. Por lo mismo, el diseño y la ejecución de
tales políticas, programas o medidas constituyen, prima facie, un desconocimiento del
deber estatal de erradicar las injusticias presentes y mejorar las condiciones de vida de la
población, dado su carácter intrínsecamente regresivo, que no encuentra soporte alguno
en el marco del orden constitucional instaurado en Colombia a partir de 1991.”

Sentencia T-067/17
“La confianza legítima que desarrollan los particulares frente a las actuaciones del Estado
deviene de la potestad que tienen las personas de presumir que, si se les ha tolerado una
conducta abierta, permanente, pacífica y continua, se lo va a seguir haciendo hacia el
futuro. Ese principio no implica que el Estado no pueda nunca regularizar una situación
irregular, pero sí tiene como consecuencia que al hacerlo no actúe de improvisto y sin
haber dado aviso previo suficiente.”

Sentencia T-257/17:
“En el plano de la recuperación del espacio público, la finalidad del principio de confianza
legítima consiste en proteger a los ciudadanos afectados frente a cambios bruscos e
intempestivos de las autoridades, que pueden enfrentarlos a una situación sensible que
vulnere sus derechos fundamentales al mínimo vital y al trabajo. Situación que no puede
permitirse en un Estado Social de Derecho, pues se contradicen sus pilares ligados a la
dignidad humana, al denegar el acceso a una fuente de ingresos estable, preceptos
determinados en los Artículos constitucionales 25, que consagra el derecho al trabajo 54;
según el cual el Estado debe propiciar la ubicación laboral de las personas que se
encuentren en edad de trabajar; y 334, conforme con el cual este debe intervenir para dar
empleo a los recursos humanos y asegurar, de manera progresiva, el acceso efectivo al
conjunto de los bienes y servicios básicos. Motivo por el cual se ha determinado que
“los actos y hechos administrativos que autorizan el ejercicio del comercio informal no
pueden ser revocados unilateralmente por la administración, sin que se cumplan con los
procedimientos dispuestos en la ley”
Sentencia T-481/14
“El deber estatal de protección y conservación del espacio público no es absoluto. Su
ejercicio tiene límites consagrados en la Constitución, principalmente en los postulados de
la confianza legítima, el trabajo y el mínimo vital. En casos de ocupación indebida del
espacio público por parte de comerciantes informales, cualquier política tendiente a
recuperar dichos espacios, que suponga una afectación al goce efectivo de sus derechos,
debe adelantarse con plena observancia de la totalidad de los imperativos fundamentales
consagrados en la Carta, especialmente aquellos dirigidos a proteger a las personas en
situación de vulnerabilidad con ocasión de su contexto socio-económico, y los postulados
que garantizan las expectativas legítimas y el mínimo existencial. Reiterada jurisprudencia
constitucional ha delimitado el alcance del deber estatal de conservación del espacio
público en casos de comerciantes informales. Se ha establecido, en términos generales,
que (i) las autoridades no pueden interrumpir arbitrariamente la actividad económica de
un comerciante informal que ocupa el espacio público, en perjuicio de su confianza
legítima y los derechos al trabajo y al mínimo vital, (ii) lo que supone crear una política de
recuperación del espacio público proporcional y razonable, que además integre
alternativas de reubicación adecuadas.”

Sentencia T-773/07
“resulta indispensable que en desarrollo de las políticas orientadas a recuperar o a
proteger el espacio público se repare en la necesidad de minimizar el daño que se cause
sobre las personas y se atienda, especialmente, al requerimiento de garantizar la debida
protección de los derechos constitucionales fundamentales al mínimo vital y a gozar de
una subsistencia en condiciones de dignidad de estas personas. Únicamente de este
modo, puede afirmarse que se cumple con la exigencia de proporcionalidad de las
medidas adoptadas”
PRUEBAS

Solicito se tengan como tales las siguientes:

 Recibos de pago de impuesto predial


 Copia de Cedula de la ciudadanía

DIRECCIONES PARA NOTIFICACIONES

ACCIONANTE: JULIAN PEREZ


CARRERA 1 N.3- 21
TELÉFONO:
EMAIL: SRJULIAN@hotmail.com

ENTIDAD ACCIONADA: ALCALDIA DE MONTERÍA


TELÉFONOS: 7845263
CALLE 27 # 3-27, CENTRO, Montería – Córdoba.

DELARACIÓN JURAMENTADA:
Bajo la gravedad del juramento manifiesto que no he presentado otra solicitud de tutela
por los mismos hechos y derechos que aquí he dejado consignados.

Atentamente:
JULIAN PEREZ.
JULIAN PEREZ
CC.No. 1.067.961.087 de Montería

También podría gustarte