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Tipos de estrategias de aprendizaje

Hay muchas estrategias de enseñanza implementadas por los docentes para que se cumplan los objetivos
definidos para los alumnos. Todas son distintas y no hay ninguna definitiva o que funcione más que otras,
por eso, es recomendable que existan diferentes maneras de enseñar a lo largo de la vida académica de los
jóvenes.

Muchos profesionales de la docencia se valen de estas estrategias de enseñanza para ofrecer una experiencia
de aprendizaje sencilla y llevadera.

Clasificación general de las estrategias de enseñanza

Las estrategias se dividen generalmente en tres grupos, dependiendo del momento donde se imparten :

Estrategias preinstruccionales: definen lo que va a aprender el alumno y el método que se usará.


Dependiendo de la duración de los estudios, se marcarán objetivos completos de principio a fin.

Estrategias coinstruccionales: es el momento en el que los estudiantes tienen materiales e información


suficiente como para completar su tarea. Es importante que mantenga su concentración a la hora de estudiar
la materia o hacer trabajos. También es el momento en el que surgen dudas que deben ser aclaradas.

Estrategias posinstruccionales: en esta fase se pueden realizar resúmenes, visión general de la materia o
mapas conceptuales. Por último, se resuelven las dudas finales para que se pueda ir avanzando en la
adquisición de conocimientos.

Esta distribución hace referencia al mismo ciclo escolar propio de cualquier plan de estudios, repartido a lo
largo de un curso. Desde las universidades hasta los centros de primaria y secundaria, este es el esquema que
siguen la mayoría de instituciones en todo el mundo.

Estrategias de enseñanza más comunes

Dentro de la visión general, se emplean algunas estrategias de enseñanza más concretas dependiendo de la
asignatura o campo de estudio. Estos son algunos ejemplos:

Elaboración de resúmenes: son muy eficaces a la hora de memorizar conocimientos, ya que abarcan lo más
importante de un tema. Los estudiantes se decantan por este método cuando tienen que recordar datos
concretos a la hora de realizar un examen.

Infografías, ilustraciones y mapas: todo componente visual facilita el proceso de retener información,
además de ser mucho más ameno y comprensible. También es una manera creativa de estudiar datos
complejos.

Orientación y guías: los docentes deben facilitar a sus alumnos un resumen y distribución de los contenidos
de la asignatura o curso, para que la organización sea mucho más sencilla, además de que se puedan hacer
una idea de lo que van a tratar. Por otra parte, las dudas que pueda resolver el mismo profesor son de gran
ayuda.

Debate: una de las estrategias de enseñanza que permite a los estudiantes definir su opinión personal acerca
de ciertos temas. Es muy común realizar sesiones de debate al final de haber acabado alguna parte del
temario establecido.
Preguntas intercaladas dentro de las sesiones: es una buena manera de que los alumnos no se distraigan y
conserven su interés en la asignatura.

Estrategias de aprendizaje: el caso del aprendizaje invertido

Como hemos mencionado, existen una gran cantidad de estrategias de aprendizaje siendo una de ellas el
aprendizaje invertido. ¿Qué es realmente este tipo de aprendizaje?

Se trata de un modelo pedagógico en el que los alumnos, desde sus casas, aprenden los conceptos del
lenguaje a través de recursos digitales interactivos, para luego poner en práctica estos conocimientos en
clase con la ayuda del profesor. En inglés se conoce este método como “Flipped classroom”, que
literalmente significa “aula invertida”.

Este modelo semipresencial presenta diversas ventajas tanto para el docente como para el alumno.

1. Se aprovecha mejor el tiempo en clase

A través de dispositivos móviles y recursos interactivos, los alumnos aprenden en sus casas aquellos
conceptos como gramática y vocabulario, lo que permite que en clase se puedan dedicar a poner en práctica
lo aprendido con la ayuda del profesor. Los profesores, en lugar de únicamente “dictar” el conocimiento, se
convierten en guías que acompañan a sus estudiantes en su proceso de aprendizaje.

2. Permite fortalecer las habilidades de conversación

Como los alumnos adquieren las nociones teóricas del lenguaje en sus casas, los docentes pueden enfocarse
en conversar con los estudiantes, en lugar de tener que corregir ejercicios o leer en voz alta, lo que ayuda a
fortalecer las habilidades de comunicación oral y estimular la participación de la clase.

Este aumento en la interacción docente-alumno, además, contribuye a mejorar el clima de la clase y el


vínculo entre ambas partes, lo que hace del aprendizaje un proceso más ameno y motivante.

3. El alumno trabaja a su propio ritmo y con mayor motivación

Al ser responsable de su propio proceso de aprendizaje, el alumno puede organizar sus horarios, dedicar más
tiempo a lo que más le cuesta y menos a los temas que ya domina. Esto le ahorra la embarazosa tarea de
pedir explicaciones extra en clase o distraerse por no entender de lo que se está hablando, así como perder
tiempo escuchando explicaciones sobre un tema que ya ha comprendido.

Por otro lado, al aprender con la ayuda de materiales interactivos y clases en línea hace que el estudio sea
más interesante, estimulante y divertido.

Estrategia de aprendizaje: ejemplos para superar retos

Como hemos comentado, se pueden dar muchos casos por los que un alumno presente dificultades en el
aprendizaje. Frente a esto, como docentes, tenemos que poner en marcha cualquier tipo de estrategia que
consiga el objetivo de comunicarse mejor con los alumnos y conseguir que estos aprendan el temario. Para
conseguirlo, toma nota de estos ejemplos de estrategias de aprendizaje.

1. Comienza por el final


Para algunos niños puede ser complicado visualizar el producto final de ciertas tareas. Al momento de
asignarles un proyecto específico, enséñales, si es posible, un ejemplo realizado por alumnos de años
anteriores.

2. Forma parejas

Juntar a los alumnos en binas para realizar trabajos o proyectos puede ser muy útil para ambas partes, ya que
entre los dos pueden ayudarse a copiar las tareas, tomar apuntes o leer el material en voz alta para entender
mejor la propuesta. Además de estimular el aprendizaje, estarás ayudando a fomentar las relaciones
personales entre los alumnos.

3. Fomenta la oralidad

Si plantear las respuestas por escrito es una gran dificultad para algunos estudiantes, puedes considerar
permitirles expresarlas de forma oral para ciertas tareas o pruebas. En algunos casos, también podrías
brindar la posibilidad de grabar las respuestas de sus tareas domiciliarias.

4. Planifica las pruebas a la mañana

Si los exámenes o pruebas son a última hora, es probable que esto reduzca la capacidad de concentración de
los alumnos. Intenta planificar estas instancias de evaluación para las primeras horas del día.

5. Canta

Expresar la información de forma melódica puede ayudar a los estudiantes a recordarla. Si no encuentras
una canción en Internet que refiera a lo que quieres enseñarles, ¡invéntala!

6. Emplea recursos mercadotécnicos

Rimas, asociaciones de palabras con imágenes y otros trucos –como el de colocar los números en orden y al
revés para aprender la tabla del nueve– son recursos divertidos y efectivos para enseñarle a tus alumnos y
ayudarles a recordar.

7. Destaca lo importante

Resalta, ya sea con un color flúor, con cursivas o con negrita, la información más importante en el material.
De esta manera, ayudarás a los estudiantes a recordarla más fácilmente. Más adelante, ellos mismos podrán
resaltar sus propios textos.

8. Emplea papel cuadriculado

A algunos niños les cuesta mantener los números alineados al realizar operaciones matemáticas. Muéstrales
cómo usar papel cuadriculado para mantener los números organizados en las columnas correspondientes.

9. Realiza listas

Al momento de plantearles una tarea que requiera seguir múltiples pasos, intenta hacerlo mediante una lista
que enumere claramente cada paso a seguir. Entrégale una lista a cada estudiante para que puedan ir
tachando a medida que completen los pasos.

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10. Déjalos moverse


Para algunos niños, pasar mucho tiempo sentados y concentrados es sencillamente imposible. Deja que tus
alumnos más inquietos se paren mientras trabajan, pídeles que te alcancen algún objeto o lo que sea que les
permita estar en movimiento. Si tienes acceso a una bola de equilibrio, puedes dejar que se sienten en ella
para poder gastar energía y aprender al mismo tiempo.

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