EMBARAZADA EN EL

PRIMER NIVEL DE
ATENCIÓN
introducción
La atención médica durante el embarazo es crucial para garantizar el bienestar tanto
de la madre como del feto.

Dentro de esta atención, el tercer trimestre de gestación es un período de especial

importancia, ya que es durante esta etapa cuando se consolidan muchos aspectos del
desarrollo fetal y se prepara el cuerpo de la madre para el parto. En esta síntesis, se
explorarán detalladamente las diferentes intervenciones de control que se deben
llevar a cabo en el primer nivel de atención durante el tercer trimestre de gestación.

Se abordarán temas como la administración de vacunas, la suplementación de

micronutrientes y los estudios específicos que se deben realizar para garantizar un
embarazo saludable y un parto seguro.

contenido
Durante el tercer trimestre de gestación, es esencial que las pacientes
embarazadas reciban un cuidado adecuado en el primer nivel de atención para
asegurar un embarazo saludable y un parto sin complicaciones, una de las
intervenciones más importantes en este sentido es la administración de vacunas:

• Vacunación contra Difteria, Tos ferina y Tétanos (Tdpa)

• Vacunación contra influenza (Influenza trivalente inactivada TIV)
• Vacunación contra hepatitis B

Además de las vacunas, es de gran importancia que las mujeres embarazadas

reciban una adecuada suplementación de micronutrientes durante el tercer trimestre
ya que las necesidades nutricionales tanto de la madre como las del producto
aumenten.

Ácido fólico:
Su suplementación en el tercer trimestre previene la anemia megaloblástica
secundaria a deficiencia de vitamina B12 y folato, dosis recomendada es de 4
mg/día y su consumo debe iniciarse 6 semanas antes de la concepción.

Hierro:
Durante el tercer trimestre, las necesidades de hierro aumentan significativamente
debido al rápido crecimiento del feto y al aumento del volumen sanguíneo materno,
la dosis recomendada es de 27 y 30 mg/día.

Calcio:
Durante el tercer trimestre, el feto acumula la mayor parte de su masa ósea, por lo
que es crucial asegurar una ingesta adecuada de calcio para apoyar este proceso,
su dosis recomendada es de 1000 mg/día.

Zinc:
Durante el tercer trimestre, la demanda de zinc aumenta para apoyar el crecimiento
y desarrollo del feto, así como para mantener la salud materna, su dosis
recomendada es de 13 mg/día.

Yodo:
Durante el tercer trimestre, la deficiencia de yodo puede tener consecuencias
graves, como retraso en el desarrollo cognitivo y problemas de tiroides tanto en la
madre como en el bebé, la dosis recomendada es de 220 mc/día.
La suplementación de estos micronutrientes durante el tercer trimestre del embarazo
se recomienda para garantizar que la madre y el feto reciban los nutrientes
necesarios para un desarrollo óptimo y para prevenir deficiencias que puedan tener
consecuencias adversas para la salud. Es importante que las mujeres embarazadas
sigan las recomendaciones de su profesional de la salud en cuanto a la dosis y la
duración de la suplementación, ya que las necesidades pueden variar según la
situación individual de cada mujer.

problemas dentales
En el tercer trimestre pueden programarse citas dentales como las
profilaxis dentales, también se recomiendan el posicionamiento
adecuado en el sillón dental y así prevenir la hipotensión supina

Además de las vacunas y la suplementación de nutrientes, durante el tercer trimestre de

gestación se deben realizar una serie de estudios específicos para monitorear la salud
de la madre y el feto como lo son:

Glicemia postprandial:
Para diagnóstico de diabetes pregestacional (tipo I y II)

Tamizaje de diabetes

Coombs indirecto en Rh no sensibilizada:

Permite identificar a pacientes Rh negativo y establecer si están o no sensibilizadas,
con el objetivo de determinar estrategias de prevención (en las pacientes no
sensibilizadas) o manejo (en las sensibilizadas) en las madres Rh positivas permite la
identificación de portadoras de otros anticuerpos irregulares.

Administración de inmunoglobulina anti Rho (Rh negativos no sensibilizadas)

Ultrasonido
(crecimiento, presentación, placenta): Para evaluar anatomía fetal y con ello, detectar
malformaciones congénitas, también en este examen se evalúa la longitud cervical en
forma universal, para detección de riesgo de parto prematuro.

VDRL/RPR, Hcto-Hb:
Permite diagnóstico de embarazadas con sífilis y tratamiento oportuno para prevenir la
infección fetal o reducir el daño.
·Cultivo Estreptococo B: Con el fin de identificar pacientes portadoras de Estreptococo
B

CLINICA

La mujer gestante sin antecedentes de complicaciones

perinatales adversas puede considerarse el monitoreo de la
actividad del feto a partir del tercer trimestre.

Se aconseja realizar controles por ultrasonido para detectar

el crecimiento fetal restringido desde el tercer trimestre,
con frecuencia variable de 2 a 4 semanas, según la presión
arterial materna, la medicación, las complicaciones y los
resultados de evaluaciones anteriores.
 prevención de enfermedades
El embarazo no es una contraindicación para la vacunación

La vacuna recomendada para el uso en la persona embarazada, para

prevenir tosferina, difteria y tetános.

La transmisión vertical ocurre en el 90% de los embarazos de las

madres con HBcAG positivo y cerca del 10% de los que tiene positivo
el antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg).

La persona embarazada Rh negativa que no está isoinmunizada debe

recibir inmunoglobulina anti D antenatal a la semana 28 de gestación

La depresión prenatal es factor de riesgo para la depresión posparto

y muchos de los casos detectados en el puerperio.

Una altura uterina anormal justifica realizar un ultrasonido obstétrico

complementario.

conclusión
En conclusión, el tercer trimestre de gestación es un período crítico en el que se deben
llevar a cabo diversas intervenciones de control en el primer nivel de atención para
garantizar un embarazo saludable y un parto sin complicaciones, la administración de
vacunas, la suplementación de micronutrientes y la realización de estudios específicos
son aspectos fundamentales que deben ser abordados de manera integral para
asegurar el bienestar tanto de la madre como del feto, es esencial que los
profesionales de la salud en el primer nivel de atención estén capacitados para
proporcionar una atención de calidad durante esta etapa tan importante en la vida de
una mujer embarazada.

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