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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO-UASD

Facultad de humanidades.
Escuela de Psicología.

Estudiante:

Sarahy castillo Gutiérrez


100583006

Maestro:

Mercy Aguero Paulino

Asignatura:

Bases neurológicas de la conducta

Tema:

Trabajo práctico

Sección:
05
Actividad Colaborativa - Clases presenciales. Reflexiona sobre la unidad.

La relación entre el cerebro y la alimentación es una línea de investigación que ha


ganado más atención en los últimos años.

Hipócrates, considerado por algunos científicos como el padre de la medicina


occidental, infirió que el mantenimiento de la salud depende exclusivamente de la
dieta y la higiene, de ahí sus famosas frases célebres ¨ somos lo que comemos¨.

¨Que el alimento sea tu mejor medicina y tu mejor medicina sea tu alimento¨. Estas
frases cada día están cobrando nuevos significados, debido a que los alimentos que
consumimos pueden afectar directamente el funcionamiento y la salud de nuestro
cerebro.

El cerebro es un órgano increíblemente complejo que requiere una gran variedad de


nutrientes para funcionar de forma adecuada, los macronutrientes como los lípidos y
las proteínas juegan un papel esencial en el desarrollo, equilibrio y mantenimiento
de nuestro sistema nervioso, al igual que las vitaminas y los minerales, por ejemplo
algunos estudios han demostrado que los ácidos grasos omega-3 presentes en el
pescado, frutos secos como las nueces, semillas… son esenciales para la salud
cerebral, están asociados con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de
padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

En cambio, una alimentación pobre en nutrientes, alta en alimentos procesados,


azucarados y grasosos, puede tener efectos negativos en el cerebro, el consumo
excesivo de este tipo de alimentos se ha relacionado con un mayor riesgo de
depresión, ansiedad y deterioro cognitivo.

Estos alimentos no solo carecen de los nutrientes necesarios para el cerebro, sino
que también pueden causar inflamación y estrés oxidativo, que pueden dañar las
células cerebrales y afectar negativamente la función cerebral, además de los
efectos a corto plazo, la alimentación también puede tener impactos a largo plazo en
la salud cerebral, por ejemplo, una dieta rica en antioxidantes, presentes en las
frutas y verduras, puede ayudar a proteger el cerebro del daño causado por los
radicales libres, lo que reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como
el Parkinson.

La relación entre el cerebro y la alimentación también se ve influenciada por otros


factores, como el microbioma o microbiota intestinal. El intestino y el cerebro están
conectados a través de una vía de comunicación conocida como el eje
intestino-cerebro, que juega un papel importante en la regulación del estado de
ánimo, la cognición y el comportamiento.

Una alimentación equilibrada puede


promover una diversidad de microorganismos esenciales para un microbioma
intestinal saludable, lo que a su vez puede tener efectos positivos en la salud
cerebral.

En conclusión, la relación entre el cerebro y la alimentación es compleja y


multifacética. Una alimentación saludable y equilibrada puede proporcionar los
nutrientes necesarios para un cerebro sano y funcional, mientras que una mala
alimentación puede tener efectos negativos en la salud cerebral a corto y largo
plazo.

Es importante tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación para cuidar


no solo de nuestro cuerpo, sino también de nuestro cerebro y nuestra salud mental.

Responder las siguientes preguntas del texto.

1. ¿En qué medida la alimentación influye en la salud mental y emocional?


¿Cómo afecta esto al funcionamiento del cerebro?

La alimentación tiene un impacto significativo en la salud mental y emocional. Los


estudios han demostrado que una dieta rica en nutrientes esenciales, como
vitaminas, minerales, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, puede mejorar el
estado de ánimo, reducir la ansiedad y la depresión, y aumentar la sensación de
bienestar.
Mecanismos de acción:

● Neurotransmisores: La alimentación puede influir en la producción de


neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, que
regulan el estado de ánimo, la motivación y el sueño.
● Inflamación: Una dieta rica en alimentos procesados y azúcares puede
aumentar la inflamación sistémica, lo que se ha relacionado con la depresión
y la ansiedad.
● Microbioma intestinal: El intestino y el cerebro están conectados a través
del eje intestino-cerebro. Una dieta saludable puede promover un microbioma
intestinal saludable, lo que a su vez puede mejorar la salud mental.

2. ¿Cuál es el papel de los diferentes nutrientes, como vitaminas, minerales,


grasas y carbohidratos, en el desarrollo y funcionamiento óptimo del cerebro?

● Vitaminas: Las vitaminas B son esenciales para la producción de


neurotransmisores. La vitamina D juega un papel importante en la salud
mental y la función cognitiva.
● Minerales: El hierro es necesario para el transporte de oxígeno al cerebro. El
zinc es importante para el desarrollo del cerebro y la función cognitiva.
● Grasas: Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo del
cerebro y la función cognitiva.
● Carbohidratos: Los carbohidratos proporcionan energía al cerebro.

3. ¿Cómo puede la dieta afectar a condiciones neurológicas como la ansiedad,


la depresión, el TDAH o incluso enfermedades neurodegenerativas como el
Alzheimer?

● Ansiedad y depresión: Una dieta saludable puede mejorar los síntomas de


ansiedad y depresión.
● TDAH: Algunos estudios sugieren que una dieta rica en nutrientes
específicos puede mejorar los síntomas del TDAH.
● Enfermedades neurodegenerativas: Una dieta rica en antioxidantes puede
ayudar a proteger el cerebro del daño causado por los radicales libres, lo que
puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el
Alzheimer.

4. ¿Cuál es la relación entre la alimentación y la capacidad cognitiva, la


memoria y la concentración?

● Una dieta saludable puede mejorar la capacidad cognitiva, la memoria y la


concentración.
● El consumo de alimentos ricos en omega-3 puede mejorar la función
cognitiva en adultos mayores.
● La deficiencia de ciertos nutrientes, como el hierro, puede afectar la
capacidad cognitiva.

5. ¿Qué impacto tienen los hábitos alimenticios modernos, como el consumo


excesivo de alimentos procesados, en la salud cerebral a largo plazo?

● El consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas


puede aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el
Alzheimer y la demencia.
● Una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a proteger el cerebro del daño
causado por los radicales libres.
● Es importante adoptar hábitos alimenticios saludables desde una edad
temprana para proteger la salud cerebral a largo plazo.

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