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Tema 3
Tema 3
Generación de la idea
Esta es la etapa inicial en la que una compañía busca ideas relacionadas con un
producto nuevo. Algunas de las fuentes de nuevas ideas para productos son los
clientes de negocios, los competidores, los periódicos, revistas, empleados y
proveedores. Los pequeños negocios pueden verse limitados cuando se trata de
métodos de generación de ideas basados en la investigación técnica. Esta etapa
es crucial ya que sienta las bases para el resto de las etapas, las ideas
generadas deben guiar el proceso de desarrollo de productos en general.
Selección
Las ideas generadas deben pasar a través de un proceso de selección para filtrar
aquellas que sean viables. Los negocios buscan las opiniones de los
trabajadores, clientes y otros negocios para evitar la persecución de ideas
costosas e irrealizables. Los factores externos de la industria que afectan a los
pequeños negocios, como la competencia, la legislación y los cambios en la
tecnología, tienen influencia sobre los criterios de decisión de la compañía. Al
final del proceso de selección, la empresa se queda únicamente con algunas
ideas posibles de entre la gran piscina de ideas generada.
Desarrollo del concepto
La empresa lleva a cabo investigaciones para calcular los posibles costos,
ingresos y beneficios derivados del producto. La compañía lleva a cabo un
análisis FODA para identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y
amenazas que existen en el mercado. La estrategia de mercado se establece
para identificar el grupo destino del producto, lo cual facilita la segmentación del
mercado del mismo. La segmentación del mercado es importante ya que permite
a la compañía identificar su nicho. El nicho identificado tiene influencia en la
mayoría de las decisiones del mercado.
3.3. Tendencias del mercado para el diseño del producto y/o servicios
La intención del diseño modular es la personalización del producto o servicio.
Aprovechando las ventajas de la producción estandarizada, este tipo de diseño
es congruente con la tendencia a consumir productos únicos que hacen sentir
único al consumidor y que posee un producto exclusivo.
Macro tendencia: un nuevo racionalismo El nuevo racionalismo se acerca
más al diseño industrial anónimo que a una tendencia formal/emocional;
parecería un paso hacia atrás, hacia las raíces de la BauHaus de Walter
Gropius, al diseño bien pensado y bien ejecutado. Esta tendencia se
alimenta de una propuesta de hace algunos años conocida como
movimiento super normal, desarrollado por los diseñadores Jasper
Morrison (Inglaterra) y Naoto Fukasawa (Japón), donde los objetos eran
“sirvientes discretos y funcionales” que no contaminaban visualmente los
espacios, sino que se dedicaban a cumplir funciones con materiales y
colores neutros, apostando por durabilidad y función en vez de impacto y
belleza. El nuevo racionalismo toma estos conceptos como base, pero los
fusiona con la visión del diseño industrial aplicado en los detalles al que
nos han acostumbrado multinacionales como Apple, donde, por ejemplo,
los contornos de los objetos son los que le dan esa apariencia perfecta. A
simple vista son paralelepípedos perfectos de materiales impasibles, pero
encierran funciones y hasta procesos que son utilizados de una manera
innovadora e inteligente y permiten crear un producto discreto y funcional,
que esconde su aportación estética en detalles y procesos.
Así podemos encontrar una silla elegante y lineal hecha con tan sólo tres
tubos doblados y unidos entre sí, que crea una estructura muy ligera y
simple con pocos procesos, o un reloj en el que las horas son indicadas
con cortes en la madera, su único material. Lámparas modulares
translúcidas o mesas de metal torneado, procesos y materiales aplicados
en diseños que sirven para servir.
Micro tendencia: materiales en tensión Últimamente los diseñadores
toman muy en cuenta el aspecto de la sustentabilidad: de dónde vienen
los materiales que utilizan y cuál es el impacto que provocan en el
ambiente; usar materiales naturales y con procesos poco agresivos ha
sido otro de los intereses que han evolucionado en una aplicación más
consciente de los materiales. Ahora se aprovechan también las
características físicas de los materiales, como la flexibilidad y la memoria,
así se ahorran y simplifican los procesos de fabricación y, a su vez, el
objeto luce más y demuestra una técnica refinada y un know-how
especializado. Por ejemplo, madera en tensión que utiliza su flexibilidad
para darle estructura a una silla o hasta a una bicicleta, o mesas sin
pegamento que basan su estructura en ensambles precisos.
(ICONOFACTO, Volumen 9 Número 12, enero - junio de 2013)
(Takagi et al., 2006).