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EL MUNDO ILUSTRADO.

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tamentos sirve para establecer entre ellos, por la parte cuenta el establecimiento con aparatos eléctricos de
posterior, las relaciones necesarias. faradizacion, ya para despertar la innervacion en las
La Convalecencia en el primer piso del cuerpo central. partes paralizadas, ya para obrar directamente sobre los
Un salón g-rande, al cual están adjuntos numerosos órganos que corresponden á las funciones psicológicas
gabinetes, dormitorios que tienen todos vistas á jardi- alteradas. En dias de lluvia pueden espaciárselos enfer-
nes: ala derecha los de los hombres y á la izquierda los mos en una holgada galería cubierta, al lado del patio,
de las mujeres, entre los cuales también se cuentan las la cual conduce á la capilla.
habitaciones de las hermanas de la Caridad, de San En el departamento de mujeres hay una sala de labor,
Vicente de Paul. A dicho salón se le llama de reuniones, mientras los hombres disponen de una biblioteca y un
porque allí permanecen durante el dia los convalecien- gimnasio, pero hay otra diferencia esencial á favor de
tes de ambos sexos, con objeto de prepararlos de nuevo las primeras: que teniendo entre ellas sus habitaciones
al trato social y que no les cause sorpresa el volver á la las religiosas de San Vicente de Paul, las prodigan sus
vida del mundo. En esta misma parte hay otro salón consuelos sin descanso, cuidando además de todo el
que en eltecnicismo de la ciencia se ll&mB. psiquiátrico, menaje doméstico, costura, lavado, planchado, etc. El
local tan espacioso como bien dispuesto , donde los gimnasio éStá al aire libre en un local contiguo al edificio.
enfermos se hallan bajo la influencia de máximas y con- Existe en cada departamento una enfermería general
sejos los más apropósito para completar la curación. para los pensionistas de la tercera clase; á los demás se
Estas máximas y consejos aparecen como lemas decora- les asiste en sus gabinetes, durante las enfermedades
tivos en la techumbre y en las paredes: su lectura comunes.
insensiblemente habrá de correg-ir los desvíos mentales,
y aun los del sentimiento.
Previsor hubo de mostrarse el fundador de Nueva Belén Nueva Belén dispone de unas cinco hectáreas de terre-
al separar la Convalecencia de los departamentos laterales, no. El edificio está levantado en el enlace del tercio
evitando así el espectáculo de los que sufren la enferme- inferior con el tercio medio de la suave pendiente, y las
dad á los que apenas acaban de verse libres de ella. dos terceras partes se hallan plantadas de árboles^
arbustos y vegetales de adorno, en forma de mesetas y
avenidas, al gusto moderno.
El departamento de hombres y el de m,ujeres constan Arboles frondosos amenizan los paseos, y hay otra
igualmente de planta baja y primer piso, habiéndose parte del terreno destinado especialmente á la horticul-
tenido en cuenta en su construcción, circunstancias tan tura y arboricultura, á fin de proveer al establecimiento
atendibles como la división de las habitaciones según de buenas legumbres y fruías, y para que puedan dedi-
la clase ó posición social de los pensionistas, la clasifi- carse á las tareas de la labranza algunos dementes que
cación de los mismos, según el aspecto de la enferme- muestran afición y á quienes convienen, además de ejer-
dad, el aislamiento para los agitados y furiosos, la cicio tan saludable, las emociones propias del labrador.
comunicación recíproca para los tranquilos, y una vigi- La parte más abrupta del terreno, de donde brota un
lancia continua, que alcanza á los empleados de igual caudal de aguas copiosísimo, está trasformada en viñe-
manera que á los enfermos. dos con objeto de abastecer al manicomio de un vino
Por el primer concepto las habitaciones son de prime- exento de sofisticacion, lo cual es harto difícil de lograr
ra, segunda y tercera clase. Las de primera, muy espa- en los mercados de grandes poblaciones.
ciosas, ocupan la planta baja, contando cada una con En la capilla pueden oír misa los enfermos de ambos
un jardín, á cuyo cultivo puede dedicarse el pensionista sexos, sin que el uno se aperciba de la presencia del
si su estado lo permite. Las de segunda en vez de jardín otro. Por cierto que el altar está primorosamente tallado.
tienen salida á una galería. Las de tercera clase son Pregunté el nombre del artista y me dijeron que era
estancias de capacidad suficiente para albergar en cada un demente de los más pacíficos. Luego vi otra obra,
una cuatro enfermos y un criado: ocupan el primer piso. también de sus manos, todavía más admirable: un mo-
Todas están alumbradas por gas. delo del manicomio con todos sus adyacentes, en made-
Atendiendo al aspecto del mal hay tres secciones: la ra. El más sobresaliente de los artista.s cuerdos la envi-
de los tranquilos, la de los agitados y la de los furiosos. diaría.
Los primeros ocupan en ambos departamentos la parte an- Todo el terreno se halla circunvalado por una cerca de
terior y próxima al frontispicio, gozando de toda la pers- elevación suficiente para impedir las evasiones, pero á
pectiva que se descubre desde el establecimiento, además causa de la distancia y de la disposición del terreno, no
de los solaces del trato social en los salones del centro. se para en ella la atención. El manicomio no lo parece.
Para los furiosos hay en la planta baja y parte poste- El recluso goza de cuanta libertad necesita.
rior las celdas fuertes, cinco en cada departamento; y no
se necesitan más, j)orque aparte de que el furor es sólo
un estado accidental en las enfermedades de la mente, La Higiene preside allí en todas partes y se la obede-
las condiciones escepclonales de aquel manicomio con- ce con acierto constante. El fundador del estableci-
tribuyen poderosamente á atenuar la gravedad de los miento no debe ignorar que en el tratamiento de las
accesos. Las celdas fuertes reciben la luz difusa, tienen enfermedades mentales puede máS un buen manicomio
lae paredes áeólchonadas y cubiertas de lona, y eí suelo que todes los otros ageütéd tempéütítí&s ifetíüídee.
éhtarimado. Obrati eiti interrüpcíoü las ínflüeadae hlg-léñicas, y
t a vifiíaüciíi es peallflMte Gotitííiua.' Eñ las puertas en i a «i €cha de tef ^ue la laetite que díríg*, €omo las
de todas las habitacítuaes hay ventanillos que ^ufedea üiia!iO« <|Ue ia obede6€ti, s« Í4«atiiefta eotí la desgracia
•Béip ábi'fei'l&s pjip lig i^tectivoíS cóí'federéé, f ea éstos á« aquellas sét^s vm Aii^m d€ @cinipi«i«ifli; ^ B Í allí, ai
' cuidar de los pobtes locos, m «i@fi$e mtk «Ue». •
lüíiio al pftttó, ee i r pftfte posteriof, se eíicueaii-aa Quizás algüii lectüf eche de mém» m m^ artículo
los refectorios, y en la misma planta baja los baños y detalles, referencias respecto á los mismos.
los aparatos Mdroterápicos; sección notable por lo com- Sólo habré de contar que la última vez que visité el
pleta, y con arreglo é, los liltimos adelantos, A la vez establecimiento era á la hora de cgroer. Largas mesas

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