Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EN MACETAS
HELMUT JANTRA
PLANTAS EN MACETAS
El cultivo en maceta de plantas como la trompeta del juicio, la
margarita de verano o la yuca constituye una de las actividades
más atractivas de la jardinería. Sin embargo, los cuidados que
requieren este tipo de plantas no siempre son sencillos.
Este libro informa de manera concisa y clara acerca de las
medidas que deben aplicarse para disfrutar de los cultivos en
maceta, atendiendo a los nuevos conocimientos y experiencias
dentro de este campo. En una sección descriptiva con
abundantes ilustraciones, se presentan las plantas para maceta
más habituales, acompañadas también de otras menos
frecuentes. Unas tablas resumen ayudan a elegir el
emplazamiento correcto tanto en verano como en invierno.
Por último, se explican las posibilidades de los "jardines
móviles", desde los bancales de hortalizas en maceta hasta la
construcción de un miniestanque en la terraza de su hogar.
ISBN 84-329-1960-8
.I. IliJ
No se permite la reproduc:ci6n rotal o parcial de este libro. ni d registro en un sistema infor-
m5tico. ni la tranSJnisión bo¡o OUlllquiedormo o~ mm de rwllqaier medio, )"' ""' elettró-
nioo, mecáruco, por (orocopi., por gn¡boaóno por orros método<, sm el permi>o prev~o y por
C$Crito de los citul;m:>dd wpyrigbt
4
nutrientes, y considerar las particularidades de cier-
taS familias o variedades específicas. Sin conoci-
mientos de ningún tipo, nadie puede adentrarse en
la materia, y esto vale para cualquier persona que se
dedique a las plantaS. Por eso, el objetivo de este li-
bro es proporcionarle al aficionado consejos prác-
ticos en propia mano, ofrecerle soluciones a sus
problemas y con eUo facilitarle las claves para el cui-
dado idóneo de sus plantaS de macem. Como siem-
pre en el trato con seres vivos, el conocimiento no
Cuidar las plantaS de macem y saber traw a estos puede sustituir al amor y la dedicación; y además la
seres vivos procedentes de países exóticos es una de propia experiencia es el mejor maestro. A pesar de
las actividades más sugerentes de la jardmería, sobre que pongamos en eUo todo nuestro esmero y es-
todo para los aficionados a los ejemplares verdade- fuerzo no se descartan posibles percances. Ahora
ramente raros. Tiempo atrás lo más dificil era con- bien, si una planm realmente no florece o se mar-
seguir estas plantas, mientras que hoy, ya se suelen chita, no es motivo para dudar de nuestras aptitudes
encontrar con facilidad en los esmblecimientos es- para la jardinería. Con las plantas de maceta siem-
pecializados. Asf, la persona que consulte bibliogra- pre hay que pensar precisamente que muchas veces
ffa sobre este tema, se dará cuenm de que casi todos su propio exotismo, esto es, la diferencia entre lo
los ejemplares exóticos requieren un lugar fresco y que encuentran en su hábitat y lo que les podemos
luminoso durante la estación fría. Pero la intensa proporcionar en cultivo, es la causa de las dificulta-
dedicación a las plantaS de macem ha dado lugar a des que pueden surgir. Por eso, nuestra ayuda les
nuevos conocimientos y experiencias, y se ha de- resulm imprescindible para sobrevivivir de acuerdo
mostrado que muchas de ellas pueden vivir en sitios con sus exigencias y su fisiología vegetal en un en-
poco luminosos, y que, en ciertaS circunstancias, in- tomo hostil. Y este libro quiere mostrar los requisi-
cluso admiten el calor de la vivienda, siempre, claro tOS fundamentales para lograrlo.
está, que se tomen algunas medidas indispensables
en su cuidado. Asimismo, es necesario saber qué lu-
gar les resulta más idóneo para pasar el verano, hay Helmut]antra
que conocer sus necesidades en cuanto a humedad y Neuried-AJtenheim (Baden)
5
Desde siempre se ha entendjdo por planus exó-
tic:as de maceta un grupo muy determinado que no
se distingue por sus características botánicas co-
munes, sino que se identifica únicamente por ser
autóctono de regiones cálidas. Estas plantas pro-
ceden de zonas climáticas tropicales o subtropica-
les, lo cual significa que en invierno deben prote-
gerse del frío en las zonas donde las heladas sean
frecuentes; sólo en lugares con inviernos verdade-
ramente suaves pueden sobrevivir bien sin más Varitd!Jd dt colorido tn las plontns dr momo.
atenciones en este sentido. En una gran maroría
de casos se trata de arbusros, algunos de ellos se-
mi leñosos, así como de ciems plantas herbáceas,
por ejemplo, las pertenecientes a la familia de las El largo camino
gramíneas. hasta nuestro jardín
Si exponemos el concepto de plantas de maceta
con cierta amplirud de milas, sin duda, resulta Muchos siglos ames de Cristo ya nos encontra-
una gama enormemente colorista y variada. Asi- mos con el cultivo en recipiente, por ejemplo, en el
mismo, habría que partir de que este concepto antiguo Imperio egipcio y en los jardines persas. Con
abarca todas las plantas que pueden cultivarse en el tiempo, su influencia se fue e.nendiendo hasta lle-
recipientes. Un ejemplo de ello serían las plantas gar a los magnífico~ jardines del renacimientO italia-
vivaces de las zonas templadas, además de flores no. Se sabe que los frutos de los cítricos ya se cono-
de verano, \'erduras, hierbas aromáticas, &utas cían en el sur de Europa en el siglo XJl, pero sólo a
y muchas otras más. Todas las flores mulocolo- partir del s. X'\1 se introdujeron cada vez mayores
res de nuestras jardineras se incluyen también cantidades en los invernaderos de los jardines regios,
en esta categoría, así como las plantas de interior y parte de ellos también en los jardines de la burgue-
de gran tamaño que pueden pasar el verano al aire sía y de comerciantes acomodados. En los siglos si-
libre. guientes, los naranjos } los limoneros se convirtie-
La expresión moderna «jardfn móvil» responde ron en los árboles de moda, y aquel que se preciaba
plenamente a esta idea que abarca todo lo que no de ser alguien, exhibín al menos unos cuantos. Lo
crece fijo en el suelo. mismo sucedía con la higuera (Fiats enrien), el grana-
No obstante, en primer lugar y fundamen- do (Ptmica gr.matum) o el laurel (Lauros nohi/is).
talmente vamos a hablar de «las auténtic:as,. plan- Muchas de las plantas foráneas que hoy embelle-
tas de macera, es decir, no de las que son resis- cen jardines r terrazas en ,·erano, hasta no hace mu-
tentes al frío, sino de la Abutiltm a la }'tuto, de las cho sólo podian impresionamos en los jardines bo-
huéspedes de nuestros jardines, balcon~ r terra- tánicos. Actualmente, los conocimientos sobre las
zas, de aquellas que sólo florecen e~da \'erano y técrucas de jardinería y el desarrollo de los merca-
pueden crecer porque las preservamos de las hela- dos, nos permiten el disfrute de lo que antes sólo es-
das del invierno. Pero ¿cómo consigweron llegar taba al alcance de unos pocos. En realidad, hoy en
hasta aquí?, ¿quién les allanó el camino y cuándo día, las plantas exóticas son accesibles a cualquiera
empezó todo? que se interese por ellas.
6
Unll imagm (//U rrsultll familtnr m ti ma mtÓIIrrrrlT!tll: Hay romo IIJrr, IJ1 Datura sigue (IIIISIIIldo od111iració11.
lo jl()r dtl Agave.
sobre este tema, sin duda encontrará respuestaS en Es posible que a veces se ofrezcan plantaS que sólo
el floreciente mercado del libro «verde,. o p11ede responden a la demanda y al placer de experimenta-
bl1Scar información en centros de jardinería y en ción de los interesados, pero que no satisfacen las
asociaciones de aficionados a las plantas. expectativas prcvi~w o que resultan incultivables
En nuestro país, la afición crecieme hacia las para los principiantes a pesar del jardín de invierno.
planras est:í determinando que se amplfc el abanico Y cuando esto es asf, desaparecen pronto de la ofer-
de las especies tradicionales hacia OtroS también ta. Pero en general hay que celebrar esta pluralidad,
cultivables en maceta. al igual que los esfuerws de aquellos que rrabajan
Ni siquiera los aficionados a los ejemplares raros en las tareas de multiplicación por mantener la bús-
se enfrentan hoy a ninguna dificultad que no se2 su- queda de ejemplares nuevos en todo el mundo. So-
perable. Los centros de jardinería especializados, bra decir que no nos referimos solamente a las plan-
que en ocasiones pueden ser auténticas empresas de taS de maceta, sino también al inmenso abanico de
importación o incluso distribuidores, ofrecen ade- planw ornamentales y útiles.
más de los senicios habiruales, el acceso al mercado
especializado de semillas y el envío de semillas exó-
ticas. Por lo demás, los supermercados y mercados
populares no sólo ponen a la venta plantas de hoja
resistentes al invierno como palmeras, yuca:. y dra-
gos, sino que, incluso los arbl1Stos floridos, son ya
un artículo de masas. El redescubrimiento de los
jardines de invierno que, en el centro y el norte de
Europa finalmente no prosperaron a causa de la cn-
sis energética, fue un mom-o más para interesarse
por las plantas de maceta. Pensemos ahora en aque-
llas especies para las cuales nuestro verano es dema-
siado corto o que tienen una floración in\·emal. Aún
no figuran nombres como la Durnnto rtptns o la Do-
xalllha rmguis-coti ni aparece la Sy11ademum ¡;rantii
en las clasificaciones de la jardinería especializada.
8
c=J clima templado ~ Subtropical C JTropical
FJ mapa mumra ti largo cqmmo qr« ban Jtguj¡J¡¡ l4s pÚinliiS tk TIIIICr:ta (algunas tk tlúiJ incluso h1111 rmi¡/q qut cruzar
la lírua tkl Ecuador) dt!M f1IS Úlg17Trs dt orignr (puntM ntgros) /wt¡¡ lkgar a nuctras /atitwlts. No tS dt txtrañ17T qut
11 mmuth fiUtm'll dima rrprrsma ptmt tfúu un .,tlt111t11Jo tk rhot¡rw..
9
Para la planta, el cultivo en maceta está Ueno de
limitaciones y condicionantes que no hacen sino
provocar siruaciones de estrés y dificultad en su El hfi11/JIIO y IM palm«as tumbiin IIJ/1 npropindhs par~~
ft~gnrts umbríos. Por el CIJJITnn1o, l11 buganvilln necesito
vida. Cuando estO es así, la planta afectada locha
m1 rmplaznmimto soltado.
literalmente por sobrevivir, mientras el aficionado
achaca erróneamente la ausencia de floración u
otros trastornos vegetativos a una enfermedad. Los recipientes
Por lo tanto, en el cultivo es importante conseguir
unas condiciones ambientales muy semejantes a El tamaño de los recipientes debe acomodarse al
las de sus países de origen. Con otras palabras: us- tipo y Las cualidades de crecimiento de cada planta,
ted debe conocer los deseos de sus plantas de ma- teniendo en cuenta que cuanto más grande es, más
ceta. Es ímposible cambiar el tiempo y el clima, espacio necesitarán las raíces. Esta es la norma, aun-
pero en nuestras manos está la elección del lugar y que siempre hay excepciones. A pesar de las impre-
su cuidado específico. La mayor parte de las plan- sionantes medidas que puede alcanzar, la yuca, por
tas de maceta proceden de regiones cálidas con ejemplo, crece mejor en un recipiente relativamen-
largos y calurosos veranos. Este es el caso de la te pequeño, mientras que la maceta para la Dat1tra
adelfa, la lagerstroemia, así como también la Bou- nunca sení demasiado grande.
gainvil/ea, la Smna y la Strelítzín. La preciada Dn-
t:llra es menos exigente, y si está ligeramente a la
sombra puede conservar sus flores incluso más
tiempo y seguir manteniéndose fresca. Afortuna-
damente, la mayoría de las planr.as mediterráneas
se adaptan muy bien al cultivo en maceta. Un'<! pa-
red completamente soleada al sur, no es en absolu-
to requisito indíspens"llble para el éxito del cultivo
en maceta de plantas exóticas, véase Datura. La
aucuba, el Pittosptmnn, la platanera, el laurel, la
palmera y la yuca crecen incluso mejor si están
algo sombreadas. Así pues, antes de la compra hay
que tener muy claro si se dispone de un lugar con-
veniente, o bien elegir la planta de acuerdo con el
sitio que se le puede ofrecer.
Realizar tJTIIl cubil dt 1111Ukrn a bllSe de lisumts y '111adui1S ... J m aspecto es 11fliJ vistoso. Anus d~ introducir In rim-n
cuodrtmgularts ts vmladumnmu fácil... hay t(Ul rcrubrir n1 mtmar con una película aislante.
11
nuestras plantas con los su~rratos preparados que
hay en el mercado. Anmño era distinto: los anti-
guos libros de plantas dedicaban capítulos enteros a
hacérselas uno mismo con clavos, tomillos, unos la composición de la tierra.
cuantos listones o tablas y unas barras de maderas Desgraciadamente, no todos los preparados de
cuadrangulares. Si el material adquirido no está ya tierra que se encuentran en el mercado cumplen los
impcmleabilizado, antes de empezar hay que tomar- reqllisitos exigibles para el cultivo en maceta. Sobre
se la molestia de darle una capa de barniz protector todo los productos baratos, a menudo poseen un
que sea tolerado por las plantas. Los tiestos y los re- contenido de rurba tan alto que, a largo plazo, su
cipientes grandes de pJásrico tienen el inconvenien- composición resulta verdaderamente perjudicial
te de que a la vista no resultan muy arracovos. Sin para las plantas; el agua de riego fluye llevánd ~se
duda, se realizan imitaciones de cuba en plástico los nutrientes a su paso, las raíces tienen escasa su-
blanco realmente bonitas que en este caso resultan de jeción al suelo y a la larga la planta se seca. Los sus-
gran ayuda: carecen de suelo, de manera q11e la plan- tratos de corteza, en aumento actualmente, no dan
ta trasplantada por ejemplo en ooa cubeta de plástico 110resultado mucho mejor, y en tanto que carezcan
simplemente se coloca dentro. de marca de fábrica, su composición siempre será
La persona que pretenda tener una pequeña colec- dudosa. Este tipo de productos para grandes tiestos
ción de plantas de maceta, puede probar diferentes sólo son útiles si poseen determinadas caracterís-
recipientes, eligiendo aquellos materiales que, según ticas fisicoquímicas en relación a las plantas que se
el lugar y el resto de las plantas, armonicen plena- desee cultivar. En general podemos afirmar que es
mente con el enromo. deseable una buena capacidad de aireación, para
que las raíces respiren bien, alta capacidad de re-
Las tierras y los sustratos tención de agua y nutrientes, pH adecuado, buen
ni\"el de matena orgánica y estabilidad de las carac-
A primera vista, se diría que ya tenemos resuel- terísticas ffstcas a lo largo del tiempo, así como ho-
to el problema de la mezcla de tierra adecuada para mogeneidad en su presentación.
Erra /tugauvi/111 tfduu m arrortreo tltbidD 11 1m Tiams bll171ms mol bubo.r: rlllgtiO tfd n(go ll7TI1STI't1
rjlorucmrias Jrl rrripimtr dt crrrum«. los mttrimra, 11/s roius npm111 rimm sujttión o/ mtlo.
12
ÚJt IÍ'!MntrOS m¡ tolmm el agua tllkiirtll.
14
bustos de hoja cadu01, cuya ,·egetación se inte-
rrumpe en estos meses. lo más adecuado es mante-
ner el suelo ligeramente húmedo.
El ceibo o cresta de gallo (Erythnna crista-galll)
constituye una de las pocas excepciones, ya que su
periodo de descanso vegetativo tiene lugar a la sali-
da del invierno. Las plan ras situadas en un lugar lu-
minoso y caldeado evidentemente deben regarse
más, dado que su proceso vital continúa, aunque
sea más lento. Esto rne también para rodas las
plantas perennes.
Para aquellas que se decida mantener al eA'terior,
será necesario disminuir la frecuencia e intensidad de
los riegos en relación a los fucrores meteorológicos y
al estado vegetativo de la propia planta.
La poda y el cambio
de maceta
La poda de rebaje y la de dareado tienen los mis-
mos objetivos que perseguimos en la poda de arbus-
tos ornamentales de jardín: estimular el nuevo bro-
te. Para ello es conveniente retirar los vástagos
débiles o los marchitos, de modo que toda la planta
se airee y reciba luz suficiente. En el caso de la la- Poáa rn llls pÚintJJS Je mama: primn-o se curtiln t:od4J
gerscroemia y el granado sobre todo, se recomienda IM viÍitagos ruJX7fluos...
eliminar todas las r.unas débiles y recortar regular-
mente los brotes largos en invierno. La fucsia, la
margarita y la Plumbago auriculatJJ crecen más tupi-
das eJ año siguiente si al final del invierno se recor-
tan tamo los brotes más débiles como los del año
anterior a un tercio de su longitud. La adeJfu, por
contra, se debe darear y retener en longitud hacia
mediados de septiembre, para que durante el in,;er-
no empiecen a crecer los brotes que florecerán al ve-
rano siguiente. En cuanro a la trompeta del juicio,
esta tarea se realiza preferentemente en primavera,
ya que florece sobre tallos nuevos que crecerán du-
rante la siguiente primavera y verano. En las plantas
que tienden a un crecimiento desplegado y poco po-
blado se puede estimular la ramificación mediante el
despunte o el pinzado -como se dice en la jerga es-
pecializada- de las punras de los brotes aún tiernos.
Los jardineros versados en las fucsias lo saben r con-
tribuyen a mejorar con este método el aspecto de los
ejemplares que presentan un crecimiento poco com-
pacto. Al realizar esta tarea puede .;er que se retiren
también los brotes de las flores simados en las punras
de los vástagos, pero hay que aceptarlo así¡ la planta
compellS11 esta pérdida muy pronro a tn~vés de nue- ·-y m 1NIJ(hlll pkmt111 11 rontimuuíón st rtromimda haur
vos vástagos con botones de flores. Sobra decir que un intm.rq Jespulllt.
15
Dtsptmu: primm St dtrpunra ti vá:sr11go pmwJ'III
y lutgo Wi lamvlts.
Protección durante
el invierno
Los meses invernales, fríos y escasos de luz, son
la peor época para todas las plantas de maceta en
lugares algo fríos que no puedan ser alojadas en un
pequeño invernadero. Para la mayoría de estas
planras exóticas resultan idóneos los lugares pro-
tegidos de las heladas, y a la vez frescos y lumino-
Dt est11 munms bll] más r:spa.-io m ÚJ mll«ttl y putdt sos. Pero ¿quién los tiene? Lo que podemos ofre-
rtllmursr ctm tJtn11 nUl'l.' ll, /t1 t1111/ mimuÚJ 16fgmanon cerles es casi siempre un paliativo de emergencia:
dt nuev/JS ratees. sótanos, buhardillas, garajes, las esc~leras de la
casa o la sala de estar. Las dificultades empiezan
cuando hay que conseguir que más de uno o dos
ejemplares superen el invierno. Nuestras posibili-
dades de prestarles ayuda son limitadas. Principal-
mente consisten en preservar el cepellón de la
sequía, pero sobre todo del encharcamiento. A
menudo también hay que airear la planta durante
algunas horas, mel uso en los días más fríos. Procu-
re no introducir las plantas en su alojamiento in-
,·emal con la tierra empapada, ya que, en una sala
oscura r fría, las r:JÍCes se pudren antes de que el
sustrato pueda sec:1rse.
La poda de rebaje que se realiza en oroño con-
&ras ralees putdm hacer rn~mtar las partdrs dtl rmp1mtt tribuye a ahorrar espacio y evita el riesgo de un
11/0JN·nndtl tuf qut necesítun un tiestO 111/fi"'. ataque de hongos. Utilizar la sala de estar de in-
17
vemadero para algunas planw como los limone- mente se cree. Hay que añadir que, si se dispone de
ros. los naranjos, el ensetc, las adelfas o la yuca en un lug-ar protegido en la terr3za o una pared que re-
los lugares muy fnos es complemmente hctible, tengo~ el viento y la llu\ia, no luly que temer el efccro
pero muchas veces no da rcsulmdo sobre todo SI de las primeras heladas nocrumas. .Pero es evidente
las pJanras son de grnn rnmaño y ~i no hay luz su- que el 1!1bisms, la Tibou{hinn, eJ E11sett, el Ptipyms y
ficiente. En un lu83r cálido el crecimiento no se la Bougo¡m•illta no deberían exponerse a est:l prue-
interrumpe, r como la planm requiere una omn- b:t. Las plamas que h2n pasado el invierno en un lu-
dad de luz suficiente para su ciclo nul, la claridad g'JC frío :;on menos sensibles que 1:1.'. que hayan es-
es imprescindible. Por lo denús. en una h:tbira- tado en un lug:¡r cilido y. en consecucnciJ, bromo
ción cilida cabe esperar e:¡,¡ ine\'irablemente b antes. Dado que los retoños tiernos}' verdes apena~
:1panción de ácaros ) cochmlllas. En general, se resisten los fríos posrin\·emales, no com;ene de-
debería acortar eJ periodo de descanso invernal en j:lrlas al aire hbre demasiado pronto. Sí wste la po-
la medida de lo postble. En cambio, en los lugares sibilidad, e.st::IS planms deben colocar:e a principios
en que las heladas no sean frecuentes, para 12 ma- de marzo en un lugar luminoso paro que b vegem-
yoría de especies hasmní con ~im:~rlas en un lugar CIOO s.1lga cuanto antes. Cuando se emp1eza n va-
protegido. bajo una cubiem. o al abngo de los ciar el invernadero hay q\1e rtner presente que co-
vientos fríos. locarlas de pronto a pleno sol puede ser mort:tl, y
Mientras son jóveno, la mayoría de las plantaS en el mejor de los cnsos puede pr0110<::1r daños con-
de maceta resisten d frío mas de lo que general- ,¡dt:r-Jhles en los \'lÍSI:lgOS y las hojas.
18
La ubicación en el exterior
Constantemente se alude a la circunstancia com-
probada por informes experimentales, según la
cual, determinadas plantas de maceta, de origen
subtropical o incluso tropical -trasplantadas en la
tierra-, también pueden pasar el invierno al aire
libre. Entre las que presentan cierta tolerancia a las
heladas, se encuentran, por ejemplo, el palmito
(Trachycarpus fommet), el níspero del Japón (Erio-
botrya joponíco), la araucaria (Amumrin IJraucano), la
higuera (Ficus carien), el laurel (Louru.s nobilís), la la-
gerstroemia (Lngmtroemin indita), el granado (Pu-
nico grnnntum), el olivo (Olea an·opnea) y la magno-
lia perenne (Magnolia grandifora).
Ahora bien, La resistencia real al invierno no se
Las pln~ttns ávidos tk luz también ron stnsilrla... mide sólo por los diez o doce grados bajo cero que
puedan tolerar las plantas a corto plazo. Sin du&a,
hay que añadir otros factores imprevisibles que
pueden constituir un agravante y representar cons-
tantemente un riesgo. Primero, las temperaturas
mencionadas siempre se refieren a los ejemplares
adultos de las diferentes especies citadas, nunca a
plantas jóvenes. Y, en segundo lugar, el grado de
humedad de la tierra durante el otoño es decisivo,
ya que a su vez contribuye a determinar la configu-
ración del suelo. Una tierra compacta y poco poro-
sa tiende a encharcamientos duraderos debido a las
frecuentes lluvias del otoño. El siguiente paso, en
lugares verdaderamente fríos, consiste en que las
heladas prolongadas provocan un rápido descenso
de la temperatura en la zona de las raíces debido a
la congelación del agua, un proceso que ni siquiera
los arbustos vigorosos pueden contrarrestar.
... roondo se w/(Xnll ni sol inmedimnmmte dapuis Las plantas perennes de maceta, en los jardines
tlel tlescnn¡o inv~nl.
de zonas muy frías, sufren la amenaza de otros pe-
ligros que ya conocemos en el jardín por los arbus-
tos de hoja perennes: en un suelo helado, el agua no
Esto es válido también para las plantas que pasan está disponible en la tierra, en cambio, continúa la
el verano bajo un sol imenso como, por ejemplo, evaporación a través de las hojas. Las consecuen-
Los cactuS y otras suculentas. Mucha más precau- cias son daños por sequía que sólo pueden evitarse
ción hay que tener con las Bougninvilka, los Citrus, mediante un riego abundante durante los periodos
los ceibos, las lagerstroemia, las Plumhago twrimlntn sin heladas.
y otras plantaS amantes de la luz. En general, se de- Sin duda, una estera de juncos o una arpillera pue-
bería dejar que la vegetación se desarrollara paula- de proteger las plantas perennes tanto de los rayos
tinamente; para ello Jo más importante es ser co- solares, que aceleran la evaporación, como de los
medidos con el riego y administrar la primera dosis vientos secos. Asimismo, el problema ya menciona-
de abono cuando la planta haya brotado por com- do del encharcamiento duradero en una tierra com-
pleto, lo cual garantiza un crecimiento armónico. pacta puede evitarse colocando arena gruesa o peda-
JI)
zos de teja en el orificio de la maceta. Para ayudar a
la planta a pasar el invierno, también cabe la posibi-
lidad de cubrirla con una protección de lona o simi-
lar, o incluso colocarla bajo una fuente de lut eléc-
trica. Pero codo esto cuesta esfuerzo y hay que
calcular también los gastoS.
En la wna mediterránea, las especies más delica-
das deberían estar en una orientación a mediodía,
en un rincón cálido del jardín, particu.lannente en
invierno. Por ejemplo las Srnn4, las Bougninvillra,
o los HibisntJ' deben resguardarse en un cobeniro o
similar, sobre todo durante los periodos más frfos.
Parásitos y enfermedades
Las plan ros de macero no están a salvo de ser in-
fectadas por organismos perjudiciales, ya sean
animales, bacterias u hongos. Un ataque de esre
Erptcialmmtt ptligroso paro kls plllntas ptrmnes: tlllgtm tipo se puede extender muy especialmente en alo-
del sta/o está cortgtúuw, no obst111tu 111 wapomiún n sigut jamientos invernales que no sean idóneos. En la
producinu/4 a trl1tlis Jr lAs bojas.
casa -y ante todo en el jardín- generalmente
sólo recurrimos a productos quúnicos en caso de
enrema necesidad, debido a su tOXIcidad y al daño
que provocan en el medio ambiente. ~o obstante,
en el caso de Jos arbusros cultivados en maceta,
podemos emplear este opo de preparados mucho
antes sin temor a deteriorar el medio ambiente,
siempre que siga minuciosamente las instruccio-
nes del fabricante respecto a la dosificación, obje-
tivos del uso y posibles peligros. Estas prescrip-
ciones son una llamada de arenoón para proteger
a las personas de los componentes tóxicos, aunque
también son válidas para proteger las abe¡as, las
aguas residuales}' el resto del medio na rural. Aho-
ra bien, los insecticidas se emplean únicamente
cuando otros medios no basten, o sea, cuando no
podamos desprender los parásitos manu:llmente,
con un cepillo o pulverizando la planta con agua.
Por lo demás, están los productos •biológicos-
para proteger las planw. Entre ellos se encuen-
~ por e¡emplo, los preparados a base de pire-
trinas, hoy sometidos regulaonence a controles de
toxicidad e:.tatales al igual que el resto de produc-
tos fitosanitarios. De todas formas, es muy impor-
tante saber identificar La patología que sufre la
planta, y elegir tanto el producto más efectivo (y
menos tóxico) como el momento oportuno para
aplicar el tntamíento.
Las diferentes especies de pulgones pululan
Prufeai¡n im•mu/ IIUdilia. St 1M~ illdtm siempre por el jardín, por el balcón y la terraza.
m ti Jrnutjt Jc la pla:nu. Fgm m ti fon44 tld •gr¡¡r:n. Sólo mur pocas plantas repelen su ataque. dtrigi-
20
A mmudo nrum dt ayuda las medidas monunlts f011UI oq11í: Los pio;os dt /¡¡ h~a SIICrionon /¡¡ SilVia de /¡¡¡ pÚintas y
los gorgojos, susctptiblts dt come 11 /¡¡ mmor Sltl11dida, u segregan flllfl sustonria ¡¡mmoso. Un intmso otoq~n putde
ruogm con /¡¡ mano. provocar tioños dn:amulMYS.
El tema principal de este libro ha sido hasta aqui Lo ideal: el jardín de invierno
el cultivo de maceta «clásico», a saber, el manteru-
mienro y cuidado de plantas más o menos exóticas Aproximadamente a comienzOs de los años ochen-
y acostumbradas al calor que, dispuestas en grandes ta, cuando en el centro y el norte de Europa los
recipientes, adornan balcones, terrazas y porches jardines de invierno volvieron a ponerse de moda,
durante el verano y el otoño; y que, en invierno, a sus propietarios les sucedió lo mismo que a los
suelen ser alojadas con esmero y tacto en un lugar aficionados a la jardinería de exterior: creían po-
protegido del frío o incluso en un in,vernadero ru- der conseguir un maravilloso prado de flores mul-
dimentario. ticolores y silvestres. Sin embargo, tanto unos
Para los aficionados a las plantas de maceta y los como otros acababan sintiéndose decepcionados,
«jardines móviles», hay además otras posibilidades y ruvo que pasar algún tiempo hasta que la euforia
tanto en lo que se refiere al troto con estas sugesti- inicial dejó paso a las consideraciones prácticas.
vas plantas como en lo relativo a la composición El preocupante aspecto de las plantas lánguidas y
floral y la práctica de la jardinería en maceta. hasta agonizantes era indicio suficiente de que la
En las páginas siguientes se proponen algunas protección de cristal por sí sola no era una garan-
sugerencias que demuestran la variedad del culti- tía de un crecimiento ex-ubenlnte y rico en flores.
vo en maceta: desde trucos para disfrutar con un Por mucho que las empresas de construcción en-
jardín de invierno, pasando por indicaciones rela- tendieran de estética y hubieran acumulado expe-
tivas a la conservación de las plantas exóticas en el riencias en fabricación de viviendas, sus escasas
e.xtecior y a su mantenimiento durante el invier- nociones de jardinería no bastaban porque cons-
no en el interior, hasta cómo convertir una mace- truian igual que para las personas -en el mejor
ta en un parterre de flores, un vergel de hortalizas, de los casos- sin tener en cuenta las necesidades
un miniestanque o un jardín con arbustos dura· especiales de las plantas y menos aún las de las fo -
deros. ráneas. De modo que se rráraron con negligencia
24
o de fonna inadecuada cuestiones primordiales
para la "ida de la planta como las postbilldade) de
ventilactón y sombra, asi como lo:. problemas de
la calefacción}' el :uslamiento del calor. La perso-
na que renga la intenctón de construirse un jardín
de invierno, en el sentido estricto del término, de-
bería encarg:¡r su construcción a un fabricante
con experiencta en invernaderos para pequeños
arbustos.
A.~imb.mo, habría que elegir bien las planus por-
que no suelen -.er bararas. La person:a que opte por
especies de colbiderable crectmtento como b pal-
mer:a datiler:a, el eucalipto, u otras plantas de gran
desarrollo ongtnnnas de zonas tropicales, en muy
poco tiempo, ver-á frenados sus anhelos por el teja-
do de cristal. Dado que por norma general el jardín
de invierno se usa como «Sala verde» adicional, se
recomienda -'>Cgún las posibiJidades- embelle-
cerla con arbustos que no pierden las ho¡as: >' elegir
Oll"'S que florezcan también en la c:st:~ción ím·cmal
para la parte inferior.
Entre ello:. figuran el Abutikm, la D.11ur11 sangtu-
nu, 13 Bouv,lltm·tlltll} la Ttboucbinll. En invenude-
ro, la flor de 13 pasión, por ejemplo, puede presen-
Cubrtmál) l4s titmlS crm titm1 1t tvn~ig~ un11 rumposuiin muy llrTIIml'll
25
Estn Datur.l se plantó m moma y aparmtrmmte
ft simte mny bittl.
26
6cios: a continuación, se levanta el recipiente del
suelo por las asas y se introduce en el invernadero.
Las raíces que sobresalgan por los laterales se po-
dan porque morióan de todas formas. En este mé~
tOdo es muy importante controlar durante el in~
\'Íerno la humedad del sustratO del canasto con más
frecuencia que en el caso de las plantas alojadas en
una macem. Para evitar que el alojamiento invernal
se inunde, se puede introducir el cesto en una gran
bolsa de plástico. Pero si ésta no es rransp:lrente,
cabe el peligro de que se empape por completo,
dado que puede almacenar uo excedente de agua.
Mttcba.s j711res de balcón Jlorrren e:rubrmntf.r En mllmn, /¡¡s rudbeckia combilllm bim con otras pl¡mta;
en gmmw rrdpirow. en tonos 1-ojos y rrtules.
La floración de los bulbos de primavera como los Otra posibilidad interesante es combinar flores
tulipanes, narcisos y jacintos tal vez vayan a la cabe- de verano y plantas vivaces con herbáceas orna-
za. Sin duda, el aficionado a las plantas de jardín en mentales o variedades de arbustos enanos. Estas
maceta deberá dedicar algo de esfuerzo a la tarea de composiciones requieren más cujdados que las
plantar ininterrumpidamente desde marzo hasta macetas exclusivamente de flores, y se debe pro-
entrado el otoño para que no haya pausas demasia- curar que las plantas elegidas no sean muy distin-
do largas entre los periodos de floración de cada tas en sus exigencias de luz, agua y nutrientes.
planta. Ante todo, hay que tener siempre tiestos de Con un poco de tl.'Periencia se puede probar una
reserva suficientes donde las plantas de cada esta- gran variedad de técnicas muy atractivas, propias
ción puedan hospedarse. del «jardín móvil».
28
Los cactus
y otras suculentas
Si su interés por los cactus va más allá de obser-
var el porte de un Cactus de Navidad o de Pascua
(Epíphyllum) y ha reunido ya unos cuantos ejem-
plares disrintos, ha llegado el momento de reser-
var un lugar extra en el jardín de verano para esta
familia de plantas rara y multiforme. Si se dispo-
nen los tiestos apiñados en un lugar cualquiera al
aire libre, se deja escapar la ocasión de apreciar
una imagen plenamente efectista. Además, es muy
fácil instalar en una esquina soleada un pequeño
jardín desértico. Lo único que hay que conseguir
es arena; y se emplea tanta como sea necesaria
para que los tiestos queden enterrados hasta el Sw:ulrottls m ww unesa de pitdm.
borde. Unas cuantas piedras para perfilar los con-
tomos, dispuestas entre las plantas, adornan y Los frutales
completan el encanto natural de este paisaje en
miniatura. Es con,veniente establecer algunas di- y las plantas de baya
ferencias de altura. Tenga presente el tamaño de
la planta en la composición, de manen que los El cultivo de todo tipo de frutales en macetones
grandes cactus de columna o de candelabro que- no es un invento de nuestros días. Ya en el siglo XIX
den en la parte de atrás del arriete, y los pequeños, los interesados en la materia se pusieron a trabajar
delante. Lo importante es el drenaje; el agua de sobre el <<jardín frutal móvil», consiguiendo con
los aguaceros estivales no debe permanecer mu- éxito manzanas, peras, albaricoques y melocotones.
cho tiempo en la zona de las _raíces, sino que debe Una tarea que requería buenos conocirnienros de
fluir !lacia abajo. jardineóa, ya que en aquel tiempo aún no se cono-
dan arbustos como los evónirnos y las plantas sólo
se podían mantener bajas y con forma mmando las
medidas de poda oportunas.
Evidentemente, nunca se puede esperar de las
frutas cultivadas en maceta una cosecha tan rica h~
ta el punto que merezca la pena su almacenamiento,
por ejemplo. Pero dedicarse a ello es una afición
interesante que aúna en sí la jardinería ornamental y
la útil, ya que las manzanas, las peras o las cerezas
amargas son unas agradecidas flores de primavera
cuyo colorido embellece el balcón, la terraza o la en-
trada de la casa. La persona sin experiencia deberla
empezar con un manzano joven para asegurarse,
dentro de lo posible, las mayores probabilidades de
éxito. Luego, el surtido puede hacerse extensivo a
peras, cerezas amargas, ciruelas y melocotones, así
como, con un poco más de experiencia, también a las
cer_ezas dulces, cuya obtención se considera el paso
previo al final del aprendizaje. (Las variedades de pe-
queño tamaño son las más d.iñciles de cultivar en
Un atractivo puisaj~ dt ptqunios c/JCtus: los rimos st han maceta.) El albaricoquero no merece la pena debido
bmulido en In tim-a, culrrimdo/a luego erro 11rma y a su escasa producción.Por el comrorio, las grosellas
pitdrar. apenas presentan dificultades si se crían como cepa.
29
No sólo es útil sino tnmbim hemroso: un ma11Z111Jo En la poda se sigue el procedimiemo propio de h!s froto/es
C1l unJlmaceta. plomados m el extet'ir!r.
30
El ct1lrivo dr tomates m 'IJ/octta 110 ts problnnático, siempri! Casi todlls /¡¡¡ hie~·bus aromáticas pueden crinr:re
qtu st elijan /¡11 vm·iedildus de balcón. m moceros ojardineras.
Un jardín de hortalizas
Plantar verduras y hierbas en maceta aún es más
rncil que cultivar frutales. En este caso, sin duda hay
que prestar una atención especial al lugar. A todas
las e.c;pecies les conviene un sitio soleado hasta sc-
miumbóo. Por el contrario, pocas especies toleran
Wl lugar siempre sombrío. La sombra de la espesa
copa de un árbol o de un ei:lificio contiguo apenas es
apropiada para lo que no sean berros y lechugas ri-
zadas. En balcones especialmente salientes, se suma
el factor del viento que influye negativamente; sólo
podóamos apostar por este emplazamiento si fuera
posible recurrir a esteras de junco o de plástico. En
la rabia de la página siguiente se recogen datos más
precisos acerca de las necesidades de luz y de la sen- Los pimientos 1/tct.Sitlln aguo abwlliamt y protección comra
sibilidad al viento de cada una de estas plantas. ti viento.
Para el abastecimiento de nutrientes de las ver-
duras anuales se emplean abonos de larga duración; exceso de abono. Las hierbas aromáticas que aún
de no hacerlo así, se fertiliza regularmente con do- conservan en gr.m parte su carácter de plantlb
sis reducidas de abono mineral. Calibrar la canti- silvestres y que poseen una escasa necesidad de nu-
dad y el grado de concentración óptima para cada trientes, se comentan casi siempre con tierra mez-
tipo de cultivo es una cuestión de experiencia, ya clada conxaspadura de cuerno.
que \l11 recipiente pequeño puede presentar rápida- En la tabla que sigue se presentan las especies
mente una falta de nutrientes o por el contrario un más frecuentes y sus necesidades.
31
berro + +
judías-verdes + +
habas + +
pepinos + + +
pimientos + + +
perejil + + +
lechuga + + +
rábanos + + +
lechuga rizada t + +
judías blancas + + +
tomates + + +
albahaca + + +
ajedrea de jardín + +
borraja + + +
eneldo + + +
estragón + + +
perifollo + + +
mejorana + +
orégano + +
romero + + +
salvia + +
agrilla + + +
cebollino + + +
tomillo + +
+ +
+:sí -=no
(Tropneolummajm, o mejor aún el alto trepador T. Saber hasta qué punto la planta resiste a las hela-
peregrinum) toleran también un lugar semiumbrío. das depende de los rigores del clima del lug;tr, y
Todas las plantas trepadoras de varios años, que también del estado y la edad de las plantas. Para
en su mayoría son casi exclusivamente arbustos o mayor seguridad, la flor de la pasión se poda inten-
semiarbustos toleran el sol y la penumbra. La ser- samente en otoño y se lleva a una sala al abrigo de
pentJria (Aristolocbia mncrophyl!JJ), el eunomio las heladas, aunque casi siempre tolerJ las bajas
(Euonymus fo'ttmei vor. 1·odicons), el..-correquetepi- ternperaruras invernales en un lugar protegido, a
llo» (Polygonum auhertit), la hiedra (Htdera htlix) y menos que el periodo de heladas se prolongue de-
la honensia trepadora (Hydrangta anomola srp. pt- masiado tiempo. Si o;c tienen dudas acerca de si una
tioloris) toleran incluso lugares completamente a la planta resistirá aJ aire libre, habría que preservarla
sombra. Para estimular su crecirmento hay que con ayuda de follaje, rurba u otras materias aislan-
fertilizarlas de forma regular e imensamente y tes que puedan protegerla de una helada intensa; y
abastecerlas con gran cantidad de agua. Esto vale además rodearla con abundantes ramas de pino
sobre todo para el «correquetepillo,. (Polygonum para evitar posibles riesgos.
nubtrtii), la flor de la pasión (Pnssijlora) y el kiwi
(Actinidin).
Un esümqtU! adeCUildo al tnmaiio de m jurdln. lnstalnr tma lwmba de POZfl no es ningcín ¡nvblema.
34
Tmnbi!n las conf/eras son apropiadas parn la mncna. Hitilra, Hedera helix.
35
En este recorrido por las plantas de macera, las
indicaciones para el cuidado específico de las mis-
mas siempre han tenido en cuenra sus necesidades FJ gran surtido át lar plantJit para mnctta...
óptimas. Los valores de las temperaturas no tienen
por qué comprobarse exacramente con el rennó-
metro. Es posible que el alojamiento ideal de algu-
nas plantas sea un lugar frío, pero eso no quiere
decir que no acepten uno ligeramente más cálido,
excepto si se erara de un sitio luminoso al mismo
tiempo. Ahora bien, la combinación de oscuro y
cálido. generalmente es desafortunada. En el apar-
rado «alojamiento invernal» se describe con más
detalle la interacción de los diverso) factores. La
recomendación de un lugar soleado no s•gnifica
que una leve penumbra merme el crecimiento y la
floración.
... nos da muchas sarisfoaionrr.
Dadr /11 ti dc tlb111ifin ... ... h11Itn 111 1' de· l'U(II. Pil1m11s J( 1/tJJcrttl qut rmpitcm
(1}11 uta, ársgrntttldamwtc•, tlb hiiJ.
36
AbiiiÍIDII
Abutilón común
El A. megnpotamietml ornamenral, con vástagos Emplazamiento: a ser po~ible soleado, demasiada
Anos y colgantes y flores rojas o am3rillas en fonna sombro merma la floración.
de farolillo, est:l malvácea propia de los trópicos y Riego: durnnte el perfodo vegetativo abundante-
subrrópicos, se conoce hace mucho tiempo como meo t.e, en invierno mantener sólo húmedo.
planta de maceta. Son apreciados sobre todo los Abono: desde la primavera hasta entrado el oroi'io,
numerosos híbrtdos con flores acampanadas, rojas una vez por semana.
o amarillas, a veces rnyadas, así como -según la Alojamiento invernal: oscuro o luminoso, enrre
especie y la procedencia- los de hojas verdes y los 6 y 12 oc.
moteadas también en blanco y amarilln. El A. me- Multiplicación: por esquejes en In primavera; los hí-
gapotomimm es un poco más sensible que los hí- bridos también por semillas¡ el despunte frecuente
bridos. de los esquejes fuvorcoe un crecimiento .frondoso.
Todas estas malváceas admiren ser cultivadas
como arboliw. Se puede corregir su crecimiento,
levemente desplegado, con una incenso poda en fe-
brero o mar¡;o. En un alojamiento in\·ernal cálido
y además luminoso donde el aire sea seco suelen
aparecer ácaros. Como planta de maceta, el abuci-
lón puede ser además atacado por la mosca blanca
y las cochinillas. 0(.-asionalmeme la caída de las
flores } hojas e~ta relacionada con irregularidades
en eJ riego o en el abastecimiento de nutrienrcs,
pero tal pérdida se remedia pronto con nuevos
brotes.
Abutilnn rne.g:¡potamic:um.
En un lug11r lwnino~ /QS bíbridtJs ád .-l~11tiWn dnplirgun Entrt bu nummJIIIJ turritáada dt híbridM u rncumtrtm
.rusfom m tunM Jltlllr:IIJ h.stR 011TIIÓ6 ti et11ño. tamhiln /4$ t'llrimrus dr flor 1111111riflil .
37
Acacia retinodes, lvfinrosa. Aeonium arboreum.
Acacia retinodes
Mimosa floribunda
La mayoría de los aficionados a las plantas cono-
cen bien las flores de las mimosas. Esta especie pre-
senta un follaje formado no por verdaderas hojas,
sino por los tallitos que las sostienen: los peciolos;
en este caso son aplanados y cumplen la misión de
las hojas, pero la transpiración es menor. (Es un
mecanismo para ahorrar agua.)
Excepto la A. retinodes originaria de Australia y
aclimatada en el sur de Europa, que exhibe aromá-
ticas flores de color amarillo claro prácticamente
durante todo el año, la mayoría de las pertene-
cientes a este género florecen en invierno y sola-
mente son aconsejables para lugares templados,
mejor libres de heladas.
Sin embargo, la A. retinodes es una exce~ente plan-
ta de exterior que e."<ige pocos cuidados. Unicamen- · La varwiad 'Atropurpur~um' forma rosetas rojizas.
te se debe procurar que no se seque la zona de las
raíces. La poda de rebaje contribuye a un crecimien-
to tupido. Aeonium atboreum
Aeonium
Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: moderado, pero regular, para evitar que se El Aeonimn, una planta crasa originaria del norte
seque por completo. de África, se ha ido introduciendo en la Europa
Abono: hasta agosto, cada dos semanas. meridional. La mayoría de especies de Aetmium,
Alojamiento invernal: muy luminoso, entre los unas 40, se halla en las Islas Canarias. La variedad
4 y 8 °C, aunque esporádicamente puede resistir más interesante de A. arboreum es el 'Atropurpu-
heladas leves. reum' que posee un airo tronco que alcanza 1 m
Multiplicación: por semillas, en casos aislados de de altura y presenta rosetas carnosas de color
germinación lenta. marrón hasta rojo oscuro. Su atractivo follaje em-
38
pieza a reverdecer cuando dispone de poca luz.
Las flores amarillo claro que forman un racimo
en el extremo del tallo sólo se dan en ejemplares
adultos.
Es una plama muy resistente que combina muy
bien con cactus y otras plantas suculentas:
AgapanthtiS
Agapanto
Los tallos de esta planta liliácea con flores en
umbela, casi siempre azul violeta y raras veces
blancas, pueden llegar a alcanzar hasta 1,20 m de
altura.
Esta planta perenne, originaria de África, ape-
nas exige cuidados especiales respecto al aloja-
Agapamhus ro violet.P y blanco.
miento invernal, mientras disponga de un lugar
fresco y moderadamente luminoso. Las tempe-
raturas bajas son un requisito indispensable para
que se formen los botones de las flores que suelen
abrirse durante el verano. Al igual que la yuca, el
agapanto figura entre las plantas q11e sólo requie- efectos nocivos, y a menudo desencadena un ata-
ren ser trasplantadas cuando las raíces sobresalen que de hongos, que puede dañar irremisiblemente
del recipiente; por lo tanto, tampoco se parte las rafees.
periódicamente, ya que la floración del Agapan-
thus es más rica cuanto mayor es su tamaño y más Emplazamiento: soleado o semisombreado.
años tiene; en este caso también necesita más Riego: en verano, de forma abundante.
nutrientes. Los fertilizantes evitan q11e merme la Abono: basta agosto, cada semana con un abono
floración, relativamente tardía: casi siempre completo.
aparece a partir de julio y se prolonga basta sep- Alojamiento invernal: fresco, entre los 4 y 8 °C;
tiembre. en este periodo la exigencia de luz es sólo mode-
Por lo que respecta a los parásitos y enfermeda- rada.
des, el agapanto es verdaderamente robusto. No Mulriplicaci6n: por división de mata en la prima-
obscante, el encharcamiento en la maceta tiene vera.
39
Lo.r interesnmes dibujos fll In hoja son esp~rinlmmu Los Agaves pued/!11 tTettr liget·trmmtc po1· mrhno
vistosos. de In cobcw.
40
/.,¡¡ Albizia julibrissin pierde en irwitrno m folltJjt. Fkrer y frutos dtl madroño.
41
Alt.C!ihojoponicn
Aucuba
Al igual que el laurel, éstll es una plantll orna-
mentlll muy conocida. Las diferentes variedades
llaman la atención por sus hojas coriáceas puntea-
das o moteadas en amarillo. Los frutos rojos en for-
ma de baya que se desarrollan -en invierno y a
principios de la primavera- a partir de las insigni-
ficantes flores son especialmente atractivos. Es una
plantll dioica, es decir, con flores sólo masculinas o
femeninas: para que fructifique se necesita un
ejemplar de cada sexo. Sólo la variedad 'Rozannie'
(con hojas divididas) y la mati1..ada (manchada de
amarillo) 'Crotonifolia' fructifican por sí mismas.
Otras variedades menos matizadas, que se cultivan
con garantía, son la 'Goldieana', la 'Limbata', la
'Picturatll' y la 'Variegata', pero no llegan a fructi-
La nurobo nos mlrut por nu frutos 11Jjos.
Jicar si no es en presencia de un pie masculino.
Cabe considerar la resistencia al invierno de la
aucuba. En zonas de heladas fuertes se la ve plan-
tada al aire libre desafiando los inviernos. Ni si-
quiera la circunstancia de que el cepellón de las
raices se haya helado por un corro espacio de tiem-
po, agotará su fuerza vital, y aunque los vástagos se
hielen hasta el suelo, es posible que broten otros
nuevos en la primavera. Esta planta pasa el perio-
do invernal en un lugar frío y oscuro en caso de
que sea necesario, pero no es indispensable que el
recinto esté totalmente aislado de las heladas. El
riego se reduce al mínimo en estas circunstancias.
La poda siempre es posible, pero debería limitarse
a los vástagos dañados para no influir de forma in-
conveniente sobre el crecimiento. A todas estas
ventajas hay que añadir que se trata de una planta
de sombra que no compite con otras plantas de
maceta por estllr al sol.
42
Bnuhinin
Pata de vaca
Estos arbolitos perennes son plantas ornamenta-
les en todos los países tropicales debido a sus inte-
resantes bojas en forma de herradura, que reruerda
también a una huella de vaca, pero ante todo a cau-
sa de sus atractivas flores estriadas en tonos \rtole-
ras, amarillos, blancos o mcluso de varios colores y
que recuerdan un poco a la orquídea. Sin embargo,
la que predomina es sobre todo la de flor blanca.
La especie más resistente es la Bnubirtin grnruii-
florn, de flor blanca, cuyos ejemplares adultos lle-
gan a resistir heladas ligeras. Las flores más espec-
taculares las proporciona la Bnubinio vnnegotn, de
color lila.
Pueden crecer como arbolitos o como arbustos
ramificados desde la base; en cualquier caso, es Bauhinia gnlpinii flome biiSIII mtmdiJ ti otuño.
conveniente un recipiente bastante grande y un
suelo algo arcilloso. Suelen desprenderse de La ve-
getación a la salida del invierno, no brotando de
nuevo hasta el mes de abril, aproximadamente.
Baub.in.ia variegata.
Bauhinia tomentosa.
43
BougníTTVíllta glalmr
Buganvilla
Ln.~ numerosas variedades que se cuenmn entre
csm planm de flores prodigiosas no deben su e.wbe-
rame <.:olorido a las flores, pequeñas e insignificantes,
sino a las hojas supcriore. -luminosas } mulücolo--
rcs- que las protegen: son las llamadas br.íctem..
Hay otras familias e hfbridos a menudo muy atr.tcti-
vos, pero la B. glolmJ es la que plantea menos dificul-
tades, siempre y cuando el verano sea cálido y pro--
longado; con un ambiente muy frío la planta se
malogra al iguatque la ÚJgmrrotmto. ~o ob:.tllnle, si
esto ocurre, bar que seguir cuidándola como de cos-
tumbre y espernr que al final de la primavera la plan-
ta broce de nuevo.
La variedad más conocida y también la más rohus-
ta es la 'Sanderiana' de brácteas lila.
En los lugares más frfos, con heladas comune!t en
im•iemo, su alojamiento durante esta ép<>Cll no es
complicado mientras se disponga de una sal;~ lumi-
nosa donde la temperawro oscile entre los 1O y
14 •c. También puede colocarse en un lugar fres-
co y oscuro, aunque en este caso requiere mucha
habilidad }' suerre por parte del principiante. Es
muy importmte inrroducir la planta en el aloja-
miento invernal con el cepellón bien seco } , duron-
te este periodo, ser muy moderados con el riego.
Cuando la planta esr.í sin hojas, demasiado hume-
dad provoca la putrefacción casi automática de las
raíces y, en consecuencü, también su muerte. En
lugares donde el invierno sea suave, puede \i\'ir
perfectamente al e.\'teríor, teniendo en cucnm que
las variedades distintas de la 8ougaff1Víllt/J glabra
'Sanderiana', con brácteas de otros colores, son
mucho más sensibles al frío.
Boug:ein,illea glabra.
Esm planta brasileña ~ una de las pocas para
maceta que realmente txigen grandes cuidado:.
durante el verano. Por ello, se colOCll en d lugar Ernplaumicnto: completamente soleado, cálido.
más soleado, c.íJido y mejor protegido que se le Riego: todo el \'eraDO muy abundante, en los días
pueda ofrecer. En la terroza, lo ideal es una pared muy calurosos varias veces al día.
orientada al sur que refleje el calor. Como arbus- Abono; hasta agosto, al menos una vez a la semana;
to trepador la Bougomvíllea necesita una sujeción; las buganvillas son «devoradoras de abono...
los vástagos largos se cortan inrensamente en oto- AJojamiento inYernal: luminoso y no demasiado
ño antes de guarecerlas, o bien. a la salida de los fresco. entre unos 10 > H C.
fríos las que pasen el in"iemo al enenor. Grocias .\lultiplicación: por esquejes de punta no muy madu- ·
a su tolerancia a la poda, estas lianas pueden for- ros; lo meJor es la reproducción en bancales de
mar un tronco alto que produce un efecto p:micu- multiplicación con una humedad ambiental eleva-
larmente vistoso. da yuna temperatura del suelo a partir de los 25 •c.
Caesalpini11
Brasilete
Procedente originariamente de América rropical,
esta planta leguminosa se encuenrra hoy en todos
los países de clima rropical. El arbusto C. gilliesii,
posee unas hojas de 20 cm de largo doblemente di-
vididas; sus flores amarillo oro, de 3 a 4 an de largo,
llaman la atención aún más por los estambres rojo
escarlata que sobresalen a través del follaje en largos
ramos de hasta 40 cm de longitud. La modestia de
esta planta es difícilmente conciliable con su exube-
rante aspecto: su necesidad de agua y de nutrientes
Caesalpinia gilliesii, el nrbuno dtl pdJIIITJ drl p11mlro. es verdaderamente asombrosa. Puede vivir al exte-
rior excepto en los lugares donde las heladas sean
frecuentes (resiste temperaturas no inferiores a los
3 oc bajo cero sin dañarse, en ejemplares adultos).
Otra especie apenas conocida en los lugares !Tíos
es la C. pulrhtTTim11, especie que llega a com·ertirse
en árbol con flores rojas, rojo anaranjadas )' excep-
cionalmente tamb1én amarillas, dispuestas en lar-
gos racimos que sobresalen por encima de la hojas.
Ambas especies se pueden podar ligeramente al 6-
nal del invierno, para estimular la aparición de nue-
vas flores.
Caesalpinia pulcherrirna.
45
Cnllistemon citrinus
Limpiatubos
El nombre popular de esta mirtácea perenne
obedece a los anillos cilíndricos sí ruados alrededor
del vásmgo donde se disponen las inflorescencias
que en las especies más frecuentes en el mercado, el
C. átrinus y el Callistmum spenoms, por norma ge-
neral se riñen de rojo escarlata y excepcionalmente
de amarillo. En la pane superior de este «Cepillo de LIIS influrtKmcias rrmmúzn up,!kJs d~ bouiúz.
botella», el vástago sigue creciendo, de manera que,
por decirlo así, la inflorescencia «Se deslita hacía
abajo».
Este arbusto no es en absoluto exigente, si ex-
ceptuamos su sensibilidad a la cal. Por lo tanto, sólo
debe ser abastecido con agua blanda y un abono
igualmente pobre en cal. Ante todo, habría que
despuntar varias veces las plantas jóvenes para con-
seguir un crecimiento tupido y aumentar su flora-
ción. Dado que tolera heladas ligeras poco prolon-
gadas, no es necesario apresurarse para guarecerlo
en otoño. En Lugares de clima mediterráneo tem-
plado pueden vivir al exterior durante todo el año.
Comellit1
Camelia
Es dificil calcular cuántas variedades de esta plan-
ta teácea hay en el mundo, aunque los expertOS dicen
que más de 10.000. Las flores blancas, rosas, rojas o
mulócolores pueden ser simples, semidobles o do-
bles y de 5 a 16 cm de tamaño. Hace algún tiempo,
cuando se descubrió en China una camelia amarilla,
el acontecimiento cayó corno una bomba en los Camellia japonica.
46
círculos especializados: la C. clnysnnthn, cuya flor tie-
ne 3 cm de diámetro, flores simples, de color amari-
llo yema y un cáliz anaranjado.
En América, se están haciendo esfuerzos por
multiplicar la especie silvestre mediante el cultivo
de tejidos. Pero hasta que la planta salga al merca-
do deberán pasar algunos años de pruebas todavía.
Para los jardineros aficionados son significativas
sobre todo sus descendientes y los cultivos de la C.
jnponicn, seguida de los híbridos «Williamsü». Las
Úts val'iediUies de flur blanra sqn especialmente ,.efi11111la.r.
demás variedades de hJbridos y las especies puras,
con sus correspondientes instalaciones para su cul-
tivo sólo están al alcance del experto y apenas se
encuentran en las floristedas.
He aquí algunas variedades de la C. joponica or-
denadas por colores:
Blanca:
• 'Elegans Champagne', irregulam1ente doble
• 'Fimbriata Alba', doble, una variedad muy anti-
gua
• 'Matterhom', doble
• 'Noblissima', irregularmente doble, una varie-
dad muy antigua ·
• 'Silver Waves', semidoble, de gran floración
• 'Yukumi Gu.rutrul', simple, una variedad muy an-
tigua
Rosa:
• 'Cheryll Lyon', doble, de gran floración
• 'Chandle:ri Elegans', simple, variedad antigua
• 'FrauMinna Seidel', doble, variedad muy antigua
• 'Gioire de Nantes', semidoble, variedad antigua
• 'Hagoromo', semidoble, variedad muy antigua
La$ hojas vtrdt intmso matiZ101 el esplmilor de las flores. • 'Hawaü', irregularmente doble
• 'Nuccio's Carneo', completamente doble
Roja:
• 'Alexander Hunter', simple
• 'Apollo', semidoble, variedad antigua
• 'Bob Hope', semidoble
• 'Ex:imea', completamente doble
• 'Giulio Nuccio', semidoble
• 'Lady Campbell', irregularmente doble, antigua
yariedad
• 'Mathotiana', completamente doble, antigua va-
riedad
• 'Rubra', simple, antigua variedad
Murhas variedades poseen jlqres Jqb/es. • 'Scarler Glory', semidoble
47
jor menos que demasiado. Tan pronto las heladas
dejen de ser una amenaza, las plantas se colocan en
un lugar no muy luminoso al aire libre o se entierra
Multicolor: el tiesto hasm el borde en el suelo. Sí la habitación
• 'Can Can', rosa claro, jaspeado, irregularmente está demasiado caldeada, diffcilmente florecerán. En
doble ese caso, se vuelve a abonar y se procura que las raf-
• 'Daikagura', rosa claro, con manchas blancas, ees tengan una humedad moderada. A partir de fina-
semidoble, antigua variedad les de mayo (según \1lriedades), con la aparición de
• 'Emmet Pfingstl', rojo-blanco, con manchas los primeros brotes, se debería interrumpir el abono
irregulares, simple y limitar el riego. En septiembre u octubre se debe
• 'Tricolor', rojo-blanco estriado con estambres retirar parte de los numerosos brotes, una tarea de la
amarillos, semidoble que hasta ahora también se ocupa la camelia por sí
misma, desprendiéndose de ellos.
Híbridos «Wúliamsü,.: Es impomme que haya una elevada humedad
• 'Ballet Quenn', rosa salmón, irregularmente ambiental en el momento en que las flores vayan a
doble abrirse. La camelia en plena floración puede per-
• 'Boven Bryant', rosa oscuro, semidoble manecer tranquilamente un corto ~pacío de tiem-
• 'Debbie', rojo malva, irregularmente doble po en una sala caldeada. Si es necesario, se tras-
• 'Donation', rosa con una nervadura más oscura, planta después de la brotacíón de los vástagos, pero
semidoble no más tarde de finales de junio. La poda sólo se re-
• 'Fredomm Bell', rojo claro, simple comienda en las plantas jóvenes para conseguir una
• 'Golden Sprangles', rosa, simple mejor ramificación.
• 'Water Lily', rosa claro, completamente doble Habría que ,·igilar reguJarmeme una posible
aparición de ácaros.
No se dice sin razón que las camelias son díñciles
de contentar. Pero esto no significa que un intento Emplazamiento: en verano en un lugar umbrío al
de cultivarlas en maceta esté condenado de antema- aire libre; en lugares muy fríos y para variedades
no al fracaso; sólo hay que tener en cuenta algunas muy sensibles puede resultar aconsejable ciem
particularidades. Las camelias necesitan una hume-- protección invernal.
dad ambiental relativamente alta; por debajo de un Riego: con agua sin cal, mantener siempre mode-
60% es crítico, porque se secan los brotes y se caen. radamente húmedo; con la aparición de los bro-
La humedad -y no los frecuentes cambios de em- tes reducir el riego, pero no suprimirlo.
plazamiento-- es la verdadera causa del «mal com- Abono: desde que la planta empieza a bromr haSta
pon:amientO>O de las camelias. Las plantas recién que salen los botones de las flores durante la pri-
compradas no deben colocarse directamente a pleno mavera, cada semana con media dosis de un abo-
sol, sino en un lugar sombreado y muy húmedo. Más no nitrogenado. El apoyo con abonos férricos
tarde toleran temperaturaS entre los 16 y 20 oc con (quelato de hierro) resulta del todo recomenda-
una humedad ambiental de un 60% o superior. Una ble a lo largo del año, particularmente si rega-
frecuente pulverización o riego de las hojas con agua mos con aguas de pi 1 elevado o muy calcáreas,
blanda y templada es siempre muy recomendable. El para evitar el amarilleam.iento de las hojas que se
agua calcárea es, a la larga, morral. conoce como clorosis férrica.
Después de la floración, que se prolonga desde el Alojamiento invernal: hasta que se abran las flo-
otoño tardío hasta la primavera, las planms necesitan res en un lugar fresco, entre los 2 y 8 °C¡ duran-
más luz, aunque no deben exponerse al intenso sol te la floración entre los 15 y 18 °C; durante pe-
del mediodía. A partir de la aparición del brote hay riodos corros, también más cálido.
que abasrecerlas de nutrientes con la lllltad de una Multiplícaci6n: por esquejo en \'franO con una
dosis de abono de flores o de azalea. Siempre es me- temperatura del suelo de aproximadamente 25 oc.
48
Úl inforrscmflll dt la Canna, vfl1"itdad 'Lu(Jftr'; la for Las híúrulor tk Canna x generalis no JÓilJ pmml1171111111 gran
puede dtltitamas dtsdt junio hiJStil ti o~ño tardío. varitdad de coJons m 111 j1oroti6n mw 111111hiro m tifoll¡rjt.
49
~ .\ "'
~,,
-
~
\' • ...
• ' ..... . . .,. _, .' . .
... ' ,'
'
50
Las b(ljiiS se rtplitgan tn cortM y pumíaguáiiS tsC(llllfls:
por eso el árbol a prtmtra vista p11rect 11110 conífera.
Casuorina mnninghaminno
Pino australiano
!.As pinos australianos aictm".J111 t11 Austraha bana Extendido principalmente en Australia y Asia
JO m dt altura. oriental, este árbol alcallZ3 alli hasta 30 m de altu-
ra; es una de las pocas plantas para maceta que no
llaman la atención por ~us flores o su foUaje, sino
por su extraño aspecto. Dado que sus hojas dema-
siado cortaS y puntiagudas involucionan en esca-
mas, el árbol se parece a una conífera y las peque-
ñas ramas se asemejan en su disposición~ equiseto.
Las flores son insignificantes.
Lo más impresionante ante todo es el aguante de
esta planta, que tolera la sal y el viento, y que crece
bien incluso en los suelos más pobres. El aloja-
miento invernal más adecuado es un lugar lumino-
so entre los 5 y 1O°C, asimismo requiere un sitio
luminoso a ser posible. Además, no sólo tolera la
poda, sino que es necesaria debido a su rápido de-
sarrollo.
52
Las flm~s rojo pútpura de Cestrum elegans p11edm Como plhma de maceta riJSi clásica ITIIIUJ!Ie ru1 por ello
s111prendemos duronte todo el verano. 111mos compliciTdo:
la 11111rgnrira de verano.
que mantener el suelo sólo un poco húmedo. En sin dejar que el sustrato se seque. Los entendidos
zonas sin heladas, pueden vivir en el jardín durante que disponen de lugares idóneos y de experiencia
todo el año. con respecto al abastecimiento de agua durante el
invierno, afrontan estas reservas sin reparos y tra-
Emplazamiento: soleado. tan sus plantas con relativa rudeza, en la rnedidá en
Riego: todo el verano en abundancia. que toman las tijeras en el otoño, y cortan a diestro
Abono: hasta agosto, cada semana. y siniestro. Un método que no vamos a recomen-
Alojamiento invernal: preferentemente entre los dar necesariamente aquí.
4 y lO °C; después de la poda, regar poco si está Aunque el C. frutescens debe estar en un lugar
en un lugar oscuro y fresco. soleado, la floración es más rica en periodos estiva-
Multiplicación: por esquejes herbáceos en la pri- les no demasiado calurosos y cuando los días se
mavera. acortan, trayendo consigo más fresco y ante todo
humedad ambiental. Para asegurar la floración, es
absolutamente necesario cortar con las tijeras las
Cbrysrmtbemum frmescens cabezas de las flores secas o desmecharlas. Junto a
Margarita de verano la conocida variedad de flor blanca hay también
margaritas de verano amarillas (especie Euryops)
Las opiniones sobre esta asterácea de las Islas que son poco sensibles al frío y sobreviven en el
Canarias como planta de maceta con capacidad exterior con inviernos suaves. No hay que asom-
para invernar en lugares con heladas están muy di- brarse de las diferentes variedades de follaje de las
vididas. Algunos autores recomiendan cultivar el C. plantas, ya que en el cultivo de las margaritas de
frutescens anualmente y comprar nuevos ejemplares verano probablemente intervienen varias especies
cada primavera. En nuestros climas del litoral, es canarias.
una vigorosa planta que vive en el exterior durante Cultivadas como plantas de tronquito alto, las
todo el año. margarirns de verano resultan especialmente
Asimismo debe regarse con extrema cautela, pero atractivas y por ello son muy apreciadas. Dado
53
que en el mercado son bastante caras, cabe la po-
sibilidad de criarlas uno mismo. El procedimiento
es realmente fácil y se describe en el capítulo «La
poda y el cambio de maceta». Para ello, sólo se re-
quiere una planta joven y sana, y un poco de
paciencia. Si se cuidan correctamente, pasado al-
gún tiempo, se forman «bolas de flores• perfectas
en los extremos del rronco, muy decorativas.
Emplazamiento: soleado.
Riego: en verano muy abundantemente, no dejar
que se seque.
Abono: hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: enrre los 4 y 8 •e y ante
tOdo mucha luz por Jos laterales.
Multiplicación: a principios de ai1o por cabezas de
esquejes de las plantas Imdres que han logrado
sobrevivir aJ invierno; se deben cortar las plantas
jóvenes varias veces para obtener un crecimien-
to tupido.
54
Cistus
Jara
La pequeña familia de las cistáceas es o~iunda de
la Europa mediterránea y del norte de Africa. Se
trata de arbustos perennes de hasta 2 m de altura,
ricos en flores de colores blanco, rosa o rojo. Las
flores individuales no son muy duraderas pero se
renuevan continuamente, de manera que la flora-
ción no se imerrumpe desde el principio hasta fina-
les del verano. Esto sin duda sólo ocurre así cuando
las plantas están a pleno sol, con riego y abono
abundante. Es conveniente hacer una poda de re-
Cistus creticus. baje de vez en cuando.
Plantada en el suelo del jardw, el Cútus puede
dejarse sin miedo durante el invierno: sólo hay que
regarla con moderación y abonarla poco o nada.
Entre los parásitos que pueden deslucir la alegría
de las jaras se cuentan sobre todo la mosca blanca,
que succiona los jóvenes vástagos.
55
Citms
Naranjos y limoneros
57
LM jlM"tS rojo emrrÚJta Jr Clianthus puniceus apm-ttm 11 amtitnzM dt 14 pnm11Vrrll.
58
Cordyline australis¡ la cordiline adorna molt¡nir:r terrazo. Las vrrritdnd's de follaje nmlticowr son especia/m~ te
otnu:tivos pero ¡Jlgo smsibles al frio.
59
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: sólo moderadamente; no obstante, no dejar
que se seque.
Corokia cotoneaster Abono: de la primavera hasta finales del verano,
Coroquia cada dos semanas.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 y
El nombre popular describe con mucho acierto 12 oc.
esta planta de la funúlia de las sa.nfragáceas que alcan- Multiplicación: sin problemas por esquejes de
za los 3 m de altura como máximo, originaria de Nue- punta.
va Zelanda. No son sus pequeñas flores estrelladas y
amarillas, que brotan en primavera, las que ilustran
sus rasgos, sino las ramas desordenadas y apareme- Ctpressus nuzcrocarpa
mente caóticas que crecen enrrelazadas y provistas de Ciprés de California
una corteza oscura. Es una variedad única, que llama
especialmente la atención por las diminutas hojas que La denominacióm «Ciprés de interior» que el
dejan enrrever esta maraña. De ahí que se reconúen- mercado de plantas ha otorgado al C. macrocarpa
de con razón la Corokia para revestir un muto claro, 'G<>ldcresr' es desconcertante, ya que esta coní-
iluminándolo desde abajo por la noche con un foco. fera sólo es relativamente apropiada para ser cul-
Dado que la coroquia wlera algunos grados bajo tivada en la vivienda. Su rápido crecimiento es un
cero, puede recogerse relativamente tarde. inconveniente: un lugar en el exterior es la mejor
solución. En la maceta, el ciprés se conserva algu-
nos años. Una parejita -uno a la derecha y otro a
la izquierda colocados a ambos lados de la puerta
de la calle o en la entrada de la terraza- como si
fueran «guardas» puede quedar realmente bien,
aun cuando sea algo inusual. No obstante, esta en-
sambladura amacilloverdosa y el crecimiento pira-
midal garantizan un efecto óptico interesante.
Después de algún tiempo, desgraciadamente, las
coníferas crecen ramo que no les basta un recipien-
... o con flores q¡¡e se despliegan en primJJu"u CUilndo Cupressus mac:rocarpa, el riprls de Cnlifomin, deb~ía
In planto sr cuido bitn. nlojm-st m un lugur lt~mi11oso y rtlnth·ommre frtsco.
60
te espacioso y hay que plantarlas en el suelo, siem-
pre en un lugar libre de fuertes heladas.
Cycas revoluta, la palmn-a de Jopqn, rodeado Lo plllmm tk ]apqn impresiona por STIS bojru,
de Híbridos impatiens. ESJI«Íalmmtl tkcorntiuiJS.
61
todas las variedades de CypmM pueden mante-
nerse directamente en el agua.
Abono: si se añade al agua un poco de abono de
Cyperus flores una vez a la semana durante todo el vera-
Paraguas no, se acentúa el crecimiento, pero no es necesa-
rio mantener este ritmo: en el estanque del jar-
Esta herbácea apenas presenta dificultades, pues dín el abono se pierde por completo.
en realidad sólo necesita que la tierra del tiesto esté Alojamiento invernal: directamente en una ven-
siempre mojada. El C. oiternifoiius puede pasar todo tana muy luminosa; también acepta el calor de la
el verano con su tiesto en el estanque del jardín, de vivienda, aunque es mejor un lugar ligeramente
no ser así, lo más conveniente es que siempre haya fresco y luminoso, pero no por debajo de los
agua en el platillo o en un macetero. C. gracilis, el 10 °C. Si se mantiene aJ exterior, aJa salida del
paraguas enano, de unos 30 cm es normalmente invierno se cortarán todas las hojas estropeadas.
más pequeña que la especie antes citada, alcanzan- Conviene evitar las heladas.
do 1 m de altu1."3 o más. El C. a/bostriatus posee ho- Multiplicación: por partición o corte de los cope-
jas estrechas en fonna de copete y, contrariamente tes de la boja con un trozo del taUo, que se hun-
a los demás Cyperus, no tolera el encharcamiento, de en arena húmeda hasta que echa raíces, o se
aunque debe regarse siempre en abundancia. Esta deja sumergido en agua. El C. papyrus sólo por
es la más sensible al aire libre. C. papyrus, el papiro, semiiJas o partición, la multiplicación por cope-
aventaja claramente en tamaño y beUeza a las otras tes de boja no es posible.
especies. Sus delgados tallos triangulares y sin ho-
jas alcanzan hasta 3 m de altura y culminan en un
copete filiforme cuyas hojas alcanzan unos 30 cm.
La planta es sensible al viento y debería acomodar-
se en lugares protegidos. Como planta de pantano
preci,~a una gran cantidad de agua, por ello el es-
tanque del jardín es un buen alojamiento para estos
ejemplares exóticos.
Suponiendo que se rompan o se afeen las hojas,
se cortan, ya que rápidamente son sustituidas por
otras, siempre que se cuide bien la planta.
Multiplicaú611 dl Cyperus; el ro[lfte tk kl bgja st wrtiJ crmjuntammrr crm un fragmmto d~ troTJ(o y después df recurtur
la pu:¡¡ta rk lo boja st bundt m arma húmeda.
62
Cyphomandra betacea
Árbol de los tomates
Estas solanáceas de América del Sur impresionan
sobre roda por sus hojas inusuales en forma de co-
razón, oblongas y grandes; a esto hay que añadir
sus frutos, semejantes a huevos de gallina de hasta
8 cm de largo, ovalados, y de rojo amarillento o
rojo púrpura que cuelgan de los vástagos. La pul-
pa del fruto liberada de la cáscara gruesa e inco-
mestible tiene un sabor agridulce y desabrido que
recuerda a los tomates. La Cyphontmzdra requiere
los mismos cuidados que la Datura y otras solaná-
ceas.
Cyphomandra bctacca, árbol de los t111narrs, im¡mrsilma ... y rus (XÓticos frutos qlll timen un sabor sin duda
por rus grandes hojas... discutible.
63
peno-le resulta difícil elegir por el nombre la es-
pecie o la variedad que le interesa entre el ampHo
surtido existente, ya que en ninguna otra planta or-
Doturo namental se da una confusión tan grande en la or-
Trompeta del juicio denación botánica como en la Datura. Las jardine-
rías y el mercado exportador de plantas a menudo
Desde mediados de los años setenta, cuando una poseen su propia nomenclatura, distinta a las demás,
importante revista de jardinería alemana daba a co- donde los datos sobre las variedades se ilustran a
nocer por primera vez a sus lectores esta solanácea, menudo con nombres de pura fantasía como 'Te-
la Domra experimentó un auge sin precedentes que nerife' o 'Marrakesch'. Con nombre estricta-
se ha mantenido hasta hoy. Esto sólo se entiende menre botánico sólo figuran las especies o los hí-
porque ésta se cuenta sin duda entre las plantas bridos D. auna, D. x cundida, D. rorei, D. sanguiTita,
para maceta más bonitas y espectaculares. A esto D. STIITiJtolrory D. vmicolor. En algunos casos, el gé-
hay que añadir acaso que los cuidados que precisa nero Doturo se conoce también con el nombre de
son poco problemáticos, muchos de los cuales se Bn1gmonsio. Según Fritz Encke, un experto en
relacionan con la peliaguda cuestión del alojamien- plantas exóticas, la D. orboren, que aparece siempre
to invernal. Únicamente hay que regar y abonar de en las clasificaciones de plantas, ya no se cultiva. La
forma muy abundante, pero no dejan de ser exigen- misteriosa «Datllra azul» que siempre es tema de
cias que se pueden cubrir fácilmente. conversación entre los círculos de aficionados, es
Para los aficionados a las plantas, la toxicidad de auténtica. Supuestamente se trata de un descen-
Dnruro -a la que se ha aludido tantas veces- es diente de la D. strnmonium, conocida como estra-
mucho menos dramática de lo que con frecuencia monio, que se encuentra en estado silvestre sobre
se supone. Ciertamente, todas las partes de la plan- todo en escombreras y escoriales. Las flores aromá-
ta contienen alcaloides tóxicos (las semillas en par- ticas, de 1Oa 12 cm de largo que crecen erguidas,
ticular), pero tiene que coJlSUJJÚrse en grandes can- están teñidas más o menos intensivamente de color
tidades para que causen efectos alucinógenos, lila azulado, mientras que su cáliz es blanco crema.
náuseas y otros trastornos. Las partes más tóxicas Las variedades arbustivas, y sólo éstas, son aptas
de la planta, a saber, los frutos y las semillas, no para el cultivo en maceta. Sus flores colgantes o
suelen aparecer en cultivo. Probablemente, las ju- laterales son completamente blancas, anaranjadas
días verdes, ingeridas crudas, sean mucho más peli- o rosa y con frecuencia despiden un aroma casi
grosas para los niños pequeños. narcótico. D. ntaveolens, la trompeta del juicio au-
Al aficionado a la jardinería -sobre todo al ex- téntica, yergue lateralmente sus flores de trompe-
Oatur11, «In rtina» tk las pltmtos de mocttll. Los v11riulntkr y multípliridadff dt t•ori01rtes ts grliT/dt,
dugradacúrmmtt wmbiln la confosidn m ms mrmbres.
64
ta -que penden con el calor del dia- al atarde-
cer. E-n esos momentos, el olor es tan intenso que
puede provocar dolor de cabeza, especialmente
tratándose de las variedades blancas con cálices la planta en el momento en q\le brota, o sea, cuan-
dobles y colgantes en largos tallos. También pre- do las hojas están toda\ia enrolladas en estado lar-
sentan grandes diferencias en su aspccro, en las vario; cuando los daños se hacen visibles, los pará-
características de crecimiento, así como en la for- sitos hace tiempo que han desaparecido.
ma y tamaño de la hoja. Las variedades rosadas de Dado que la Datura tolera una poda casi a ras de
la D. suaveolens, con flores de trompera de 30 cm suelo, algunos jardineros aficionados tienden a so-
de largo, tienen un crecimiento especialmente rá- meter a sus trompetaS del juicio en otoño a esta
pido y muy frondoso. cura radical antes de guarecerlas. Tal vez no la
Cuando se descuidan sus necesidades, rodas las dañe, pero trae como consecuencia que al año si-
Dawrn se convierten en plantas «de comporta- guiente tarda su tiempo hasta que la planta crece
miento desordenado». Dado que las flores indivi- nuevamente. Lo más apropiado es efectuar una
duales que aparecen dUtante todo el \'eraDO a ráfa- poda para darle forma, de modo que sólo se reti-
gas se conservan poco y penden lánguidas y ren los tallos demasiado largos, los débiles o los
mustias, se deben retirar las que están marchitas. marchitos. El mejor momento es la primavera,
Asimismo, un corto periodo de sequia puede con- pues hay que contar con la circunstancia de que
ducir a que las hojas se mustien inmediatamente, algunos vástagos se secan en el alojamiento de in-
aunque su aspecto es peor de lo que es en realidad, vierno.
ya que después del riego el follaje se endereza rápi- La Datllra debería estar por norma general en
damente otra \'ez. E-sta circunstancia es casi per- la maceta más grande de que se disponga, puesto
ceptible a la vista. Puede suceder que parte de estaS que cuanro más espacio tengan las mices, más
hojas se caigan después, pero es un fenómeno na ru- abundante será la floración. Por ello, precisamen-
ral que no perjudica su desbordante vegetación, te con las trompetas del juicio, merece la pena el
mientraS se vigilen estaS pérdidas. trasplantarlas en un cesto de plástico con grandes
Respecro a los parásitos, pueden presentarse pul- aberturas.
gones que carcomen los bordes de la hoja con su Aún dos consejos más: después del invierno, saque
aparato chupador, pero sobre todo chinches. Los la Dtrtura de la maceta y elimine con un cuchiUo afi-
daños que causan en la Dtrturn pueden denominarse lado una buena capa del cepellón. De esta fonna, el
como característicos y se distinguen en que éstos espacio que ha quedado entre las rafees y la pared del
perforan activamente Jas hojas. Las chinches atacan recipiente puede rellenarse nuevamente con tierra ya
Tnmbim las umantts roriiS ran lltracút·IIS. Las forn mdrt'llluolts st amsm:an p«o tlmrpo.
Las mii1ThiraJ drbm rr:tirarsr rtgulannmtt.
65
empaquetada o con una buena tierra de jardín pro-
vista de un par de puñados de raspadura de cuerno.
Si realiza al mismo tiempo una intensa poda,
puede bundii los vástagos en la tierra y colocarlos
en un lugar apropiado donde muy pronto se desa-
rrollarán como plantas vigorosas, floreciendo in-
cluso el mismo verano; luego, evidentemente, hay
que guardarlas para que no sean vfctimas de las he-
ladas.
En la multiplicación por esquejes de la trompeta
del juicio es indiferente elegir las puntas de los vás-
tagos o fr.Jgmentos de la parte central del tronco.
L<> único que importa es que la parte inferior del
punto de corte quede enterrado en el suelo. La
multiplicación por esquejes es posible durante todo Úl t:rrmrprra dtl juicio st mulhplica po1· esquejtS
el año, incluso en invierno; en tal caso y si las cir- tk prmta y de tronro.
cunstancias lo permiten, sólo hay que esperar varias
semanas hasta que se formen las raíces. Esto vale
también cuando el esqueje se coloca sencillamen-
te en un vaso con agua. Al traSplantarlo hay que
manejarlo con cuidado, ya que las «raíces del
agua» (las blancas) son extraordinariamente que-
bradizas.
66
Draca~no draco
Drago
CuaJquier visitante de Tenerife conoce los céle-
bres y monumentales drago de la isla, con copetes
parecidos a los de la Yucca y hojas tiesas en forma de
espada. De la resina de la corteza se. puede extraer
un jugo rojizo, la sangre de drago, que encuentra
aplicaciones en la industria cosmética.
Cuando se cultiva en maceta hny que esperar
algunos años basta que esta agavácea, verdadera-
mente parecida tanto en su aspecto como en las
exigencias de cuidado a. la cordiline, se convierta
en un ejemplar decorativo y majesruoso. Los dra-
go añosos, con sus espesas y ramificadas copas,
causan un extraño efecro particularmente suges-
tivo.
En lAs ú/;u CmllriAs 1« dr~go 11/bmun m/U'.bQs mCITOS út dnrgo lfiitD« tt~n u.u t1lrfl1lll 1111?' rupid:lumm
dt. 11llf1T11 1 fmmm aplintliJM mptm. a tftao fNl"'ÚuUif111mk 111171m1KJ.
67
Eriobonya japonicn
Níspero japonés
Ensett vmtricosum Originariamente esta rosácea perenne no proce-
Platanero de Abisinia de de Japón sino de China. Actualmente se culti-
va en numerosos países templados para la obten-
o Banano de Abisinia ción de sus frmos. Este gran arbusto o árbol de
Si usted cultiva por sí mísmo esta musácea con hasta 6 m de altu.-a en estado silvestre, nunca al-
semillas observará que la planta ak'llnza en el pri- canza tales dimensiones en la macera. Su atracti-
mer año una altura de 1 m. En África, su lugar de vo radica en las hojas de 20 a 30 cm de largo, ver-
origen, sus pseudorroncos se elevan hasta los 14 m, de oscuro y cubiertas en el envés de un mantillo
mientras que sus inmensas hojas pueden ser de 1 m rojizo o gris.
de ancho por 6 m de largo. Como planta de mace-
ta, el platanero posee un aspecto vistoso que se sale
..
de lo corriente por su imponente apariencia.
Sus necesidades respecto a humedad y abono son
elevadas y la persona que tenga una Dntum junto n
su Ensere puede abastecer abundamcmentc a ambas
pla11tas en la misma medida. El alojamiento invernal
es un poco problemático, dado que el &!Seteno debe
estar en un lugar demasiado fresco, y prefiere una
..• .••
...-.- k
••
""'
~
.,,..
)
Tumbibt como planta tlt mama /QS platantrOS postm La Erioborrya japonica mtpmilma por ms brilluntts
rm mp~cto rlegantt. hojas 1'trtle osruro.
68
Aunque el níspero tolera perfectamente la poda,
<.'Sta operación no debería reahz.:~rse muy a menu-
do, ya que aJgún tiempo después se ramifica abun-
dantemente. Dado que resiste hasta los 1O°C bajo El ceibo no es exigente en sus cuidados, b3St3
cero, puede \1\~r tranquilamente al exterior en casi mantener la oem de la macet.a bien regada rabo-
todas partes, pero si se dese3 se puede trasladar a narlo cada semana hasta finales de julio o princi-
una habitación fresca y luminosa. pios de agosm, o con menos frecuencia incluso.
Durante la etapa de tloración estival no es conve-
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío. niente la poda, puesto que se le privaría de sus flo-
Riego: moderado, siempre que la capa de tiem su- res de ap:arición repenuna. Las tijeras sólo entran
penor ~ haya secado. en acetón en el momento en que pasan lo fríos.
Abono: hasta ocrubre, cada H días. Dado que, en su lugar de ongen, los vástagos de
Alojamiento invernal: puede esrnr en el e:<tenor. flores anuales se secan de todos modos después
Multiplicació11: por semillas o esquejes que echan de que forma el fruto, cuando se cultiva en maceta
raíces muy lentamente. éstos se cortan a ras lleltronco, y se coloca la plan-
1:3 con un sustrato seco a -.cr posible en una sala
fresca u oscura, donde ~ mante11drá completa-
mente seco hasta la primavera. En lugares libres
Erythrmll cristo-gnlli de helndtlS, puede pasar el invierno al exterior,
Ceibo, Cresta de gallo disminuyendo la frecuencia e intensidad de los
riegO!>. Los nuevos brotes~ desarrollan :.orpren-
El nombre de esta leguminosa se deri\-a de la de- dentemente rápido. Ss c:.t2 bsen cuidado, eJ ceibo
signación Jaona de 4<C'esta de g-JUo.., debtdo a que florece cada vez más con la edad.
las flores rojo carmin, de Jo:. largo:. raCimo~ que se
forman cada año en eJ extremo de los \'OÍSt3gos, re- Emplazamiento: complet.amente soleado y cálido.
cuerdan efeco\-amenre a una cresta. En \mérsca Riego: mantener ligera pero uniformemente hú-
Central y del Sur, su lugar de ongen, la planta es medo.
fecundada por coübris, mientras que en las e:.pecses Abono: a partir del brote hasta principios de sep-
africanas, más diffciJes de cultivar, el pájaro 3\-i:.pa tiembre, cada semana o aún con menos fre-
asume esta tarea. cuencia.
Alojamiento invernal: oscuro y seco, entre los 6 y
8 °C.
MuJtipliación: por esquejes de pun1:a después del
brore o por ~mill:ll>.
FJ árbol tltl rora/, Er}'trina cnsu·gaUi, npcnns Lasjlorrs dtl11riJol tld nmlf npnmrn todm 11 In rn Jmft
rrquirl't' midndos. ft"nlts tlt In primtrorrd IJIIJI/J ti oro1io.
69
Los imprtsionnntu eucaliptos sot1 rnroderístiros &z 1irncrtll t•f EuClllyptuS no creer tonto; no obstante
tk las snbonns dt Australia. es una acroctiva plo11t11 onwmentol de boja.
70
l.11 trralia ¡mttk alt=r 1m t11111año tlroado W t'i11'1tdnJtr f111Jidco/ur rtf{Uttrm 1m akjmnit'TllO mvmu1J algo
m 'lino maceta espa;io¡a, rntfs ti/ido y /uminaro m romptn'1Ui6n ron IOJ varumces verdes.
72
Fttchsio
Fucsia, Pendientes
de la reina
La multiplicidad de especies y variedades de esre
género es tan extensa que algunos autores se han de-
dicado exclusivamente a esta onagrácea. A grandes
rasgos pueden distinguirse las fucsias que crecen
verticalmente y las colgantes que, por sus vástagos
Ln futsia figura mtrt IM dóncM plmtM dt mama largos sin podar, son especialmente apropiadas para
y dt bakón. jardineras y lugares donde puedan pender.
Las fucsias admiten la poda y pueden formar un
tronco alto. Uno mismo puede reaJjzaT esta tarea,
dejando crecer un solo v-.ístago de la planta joven
hasta la altura deseada, retirando los laterales con
asiduidad y recortando las ramas de la copa. Aun-
que también hay híbridos que toleran la intensa luz
solar, siempre es más conveniente un lugar ligera-
mente umbrío; el calor estÍ\'31 no les conviene, pues
merma su salud y su capacidad de floración.
73
Lllf flow dt CQ/or crrma y lllf hojas vmk osrn'f'll Gardenia jasminoides, una pluma para macda
s011 dt una impresion1111tt belltza. /IXtraordinariameTJte atraaiva.
74
En un lug¡rr hmriMso ltt Grevillea robusta pu~ akljnrt LM/xj111 pcrmnes tkl robk 61/SfTIIIiliM rrct1mln
rambim m ut111 mltt dt estJIT' Cllkkada. • las frw1Jas tk /4$ btkrbos.
75
Hedychiwn gardnmanum
Hedychium
El hedychium se cuenta entre las pocas plantas vi-
vaces de maceta de entre las que estamos tratando
en este libro¡ son características sus espigas de tlores
amarillo oro de medio metro de largo. Son muy aro-
máticas y producen un efecto especialmente atracti-
\'0 con sus extraños estambres erguidos de color ro-
jizo. Desgraciadamente, la floración se presenta
bastante tarde, a saber, en agosto, pero luego se pro-
longa hasta el otoño. Sus hojas relativamente an-
chas, de hasta 50 cm de largo, aumenmn el encanto
de esm cingiberácea fácil de cuidar. Debe pasar el
invierno en un lugar fresco y oscuro, después de ha-
ber podado el foiJaje a ras de suelo. Tan pronro em-
pieza a hacer suficiente calor en la primavera se pro-
duce un nuevo brote del cepellón de las raíces. En el
hedychium, los problemas de enfermedades y pará-
sitos son muy poco frecuentes.
Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío. Hedychimn gardnerianum a 111111 dr las pocas plumas dvaca
Riego: todo el verano en abundancia, en invierno qur fllUdt •n«r camb1in m macct11. La Jlur apare« a jinllltJ
preservar el sustrato lo justo de la sequía. del ¡·erm1o y st amsm'll hoStil el oto1/o m lit/ lugar
Abono: todo el verano; hasta septiembre, cada se- mniumbrío.
man3.
Alojamiento invernal: oscuro, enrre los 4 y lO oc.
Multiplicación: por partición.
76
Hibiscus rostt-tínmsis
Hibisco, Rosa de China,
Cardenales
El número de hlbridos que apadrina esm malvácea
es inabarcable¡ cada año se añaden nuevas variedades,
y las flores -en blanco, amarillo, naranja y en todas
las tOnalidades de rojo, incluso bicolores, simples y
hasta dobles- son cada vez más grandes. Dado que
Hibiscus r®J-stnen~is, J bibisaJ rosa. casi siempre estaS planl'3S se venden en las floriscerías
cuando escin en flor, puede elegir la que le guste más.
Las planl'3S añosas se podan inrensamentc después
del frío, pues, de orro modo, los arbustos crecen des-
plegados y no desarroUan una buena mmi6cnción;
las plantas jóvenes tultivadas por uno mismo deben
despunmrsc de vez en cuando. Como nom1a gene-
.ral, el principiante no debeóa emplear ningún pro-
ductO especffico, como hace el profesional para con-
seguir que su crecimiento sea escaso y rupido. 'o
obstante, estOs produCtOS también pueden ser moti-
'-'0 para no desear proseguir con el cultivo de una
planta comprada: los reguhdores de crecimiento a
menudo surten efecto a lo largo de varios años.
Tambih1 los flores blancos son muy visr.os11s. Un descanso invemal en un lugar luminoso y
moderadamente cálido es aconsejable para su pos-
terior floración. La planta puede alojarse también
en una habitación cálida, siempre que se le procu-
ren los cuidados de cosrumbre, es decir, nego re-
gular y abono ocasional.
78
lnftmscmdn dt Lagerstroemia indica.
79
Lontnnn-cnmnm
Lantana
EstaS verbenáceas, con sus umbelas de i1ores vio-
leta rojizo, amarillo o blanco o los tres colores com-
binados en el extremo del vástago, son especialmen-
te atractivas cuando se cultivan como planta de
tronco alto. Una característica peculiar de esta plan-
ta es que, con el paso del tiempo, las flores cambian
de color, de amarillo a naranja, por ejemplo, o de un
rosa suave a un rojo intenso. Tan pronto aparecen
los frutos de baya verdes, que luego se tornan rojos,
hay qt<eretirarlos para no mermar la floración poste-
rior. Las flores colgantes brotan durame todo el ve-
rano si los días y las noches son cálidos y el sol des-
pliega toda su fuerza. Por eso lo más importante para
la lantana es un lugar completamente soleado.
Apane de esto, la lanta1l3 no tiene grandes pre-
tensiones y sus exigencias respecto al agua y nu-
trientes son modestas. En el momento de cobijada
en invierno se podan intensamente los vástagos, y
luego se coloca junto a otros pequeños arbustos en
un lugar oscuro del sótano, en los lugares donde
hiela. En zonas templadas, sin heladas, pueden pasar
el invierno al exterior. En veranos calurosos pueden
acarrear problemas la mosca blanca y los ácaros.
Los lánwnas um miís Ilimitas CU!Indo·u cultivtm romo
Emplazamiento: completamente soleado.
troru¡uito alto.
Riego: mantener siempre moderadamente húmedo.
Abono: hasta agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: después de una intensa
poda, un lugar oscuro entre los 6 y 10 oc en los
lugares fríos. Si puede vivir en el exterior, poda-
remos cuando desaparezca el riesgo de heladas.
Multiplicación: por esquejes de punta en la prima-
vera, después del brote.
Pm·a que tstin C11ojadns dt flol'tS las bmtmrns 11r.u.ritJJ11 Los jlqres que brotan dt blbridiJS dt Lantana-camara se dan
mucho rol y calor. tll fnsi todos /Qs colores.
80
Lnums noln/11
Laurel
Los aficionados a las plantas siempre -;e <;<>rpren-
den de lo caro que es un laurel ClWldo ~ adquiere
en una floristeri~ o en un centro de jardmcría. Pero
su relativo airo precio e~t:i completamente justifi-
cado, dado que el culri\·o de ~ta laurácea perenne
de lento crec1mienro ~ diñcil ~ exitce tiempo. SJ
b1tn aún requ1tre más esfucno cuando se trata de
conseguir arbolitos o pir:imides. Como planta de
maceta, habría que darse por ~ansfecho con ver
crecer esta mata tan decoratl\·a wno al sol como a
la sombra, graetas a sus gruesas ho1~ verde oscuro
que pueden cortarse según nuestras necesidades
para entplearlas en la cocina ~xclusiv~mente la
hoja-. Otra~ interesad~ en esta planta son lasco-
chinillas, pero no deberían combatirse con sust:m-
cias químicas, aunque desgrnciadamcnte se extien-
dan por la planta a menudo. Apane de e5ro, el
laurel difícilmente puede ser \Íctima de errores; lo
ún1co unpomnte es no deJar nunca que d sustrato
se seque completamente }' menos aún durante el
periodo en que brota, y-a que las hojas JÓ\·en~ }' los
'-'ástagos }'3 no se recuper-arían.
La etapa de aloJamiento mvemal de ~te arbus- 1..1 poú pMII J.trfontu rrtp~trrr llfU<bo llmtpo y tsforr.A
to se limita a un oempo mimmo; s1empre que se y 1UI a sirmprt ntctSimO, pu,-,¡ut•••
culrn·e en lugares con un c!Jma suan: no resulta
e~cesi,-amcnre dificil, y-a que al igual que la LM-
gtmronnuJ tolera temperaturas mferior~ a los
1O°C bajo cero. Asimismo, el cepellón no ~ufre da-
ños si se congela temporalmente. Por lo tanto, se
puede esperar hasta que amenazan las heladas
prolongadas para albergarlo. De todos modos, en
nuestro paí~. sólo los Jugare~ muy frío!t en invier-
no no le convienen.
81
El lept4spe~mum agradece tl roidado aderoado y un
empi/IZI11Tiiento cálido con 111111 exuberante jlumdó11.
Leptospermum scoptrrizrm
Leptospermum
En las floristeóas esta mirtácea procedente de Las flqres M Loros berthelotii se p11recm a las lrnguns
Australia y Nueva Zelanda se vende frecuentemente M las 1/nmns.
como planta de tiesto para interior, ya que florece
siendo un ejemplar joven. El cultivo en una jardine-
• ra en la ventana no es recomendable, puesto que Lotus berthelotii
este arbolito o arbusto perenne con flores blancas, Lotus
rosáceas o rojas, tiene unas necesidades muy cam-
biantes. En la primavera y el verano requiere mucho El parentesco de estaleguminos3 con UD3 temida
sol pero también mucho aire fresco y humedad. mala hierba es sorprendente debido precisamente a
Dado que debe cobijarse preferentemente en un lu- las grandes diferencias externas que hay entre ellas.
gar luminoso y fresco, el alojamiento ideal para el El L. btrtbelotii es un arbusto rastrero, originario de
leptospermum es un jardín de invierno moderada- las Islas Canarias y de Cabo Verde, con largos vásta-
mente templado. Junro a esmfamilia, hay múltiples gos cuyas hojitas en forma de hebras recuerdan de
variedades con flores grandes, algunas de ellas rali1- lejos al espárrago ornamental. Las llores rojo lumi-
bién dobles y en diferentes colores, semejantes a las noso q1 e se presentan junms en las puntas de los
agujas del follaje, y variantes respecto a la forma y el vástagos se parecen a las lenguas de las llallllls. Las
tamaño de su crecimiento habitual. variedades amarillo sangufneo son rugo menos vis-
tosas, pero merece la pena recomendarlas si se aspi-
Emplazamiento: cálido y soleado. ra a conseguir una flora exuberante mezclada en un
R.iego: todo el verano en abundancia con agua po- lllllcetero colgante o en recipientes altos. El LotriS
bre en cal, en invierno únicamente mantener las resulta igualmente atractivo como planta baja al
raíces húmedas. lado de otras plantas de maceta de tronco alto como
Abono: de la primavera hasta el otoño, cada dos 1a Datura, provocando contraStes e~'J>ecialmente lla-
semanas con abono de flores o de azalea pobre mativos con el Plumilago, de llores azules.
en cal. En el cuidado exige ciertas aténciones, sobre
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre todo con respecto al riego. Es.muy sensible a la se-
los4y l0°C. quía, respondiendo a 13 carencia de agua con la caí-
Multiplicadón: por esquejes de punm desde mar- da de las finas agujas de sus hojas, una circunstancia
zo o abril hasta agosto. que merma su aspecto, a pesar del nuevo brote.
82
.Magnolia grandiflora llama la attmti6n por stu bo)IJJ
duorarivns y S'/1! tleg11ntts flpres de color cmna.
Nlngnolia grandiflqra
Magnolia
T~m~btin ku t•mtúáts tk ftorrs f111111rilills tkllorus
son lltrturivlll.
M. grf1Tidijlqr¡¡, originaria de América del Norte,
generalmente se entiende bien con los inviernos
fríos. La \'1lriedad 'Gallisoniensis' ha demostrado
El abastecimiento regular con un abono liquido realmente su capacidad de resistencia a las heladas.
es igualmente importante, ya que el Lotus es una Plan13da al aire libre y protegida del viento, un
«devoradorn de abono». Dado que la plant:ll sólo ejemplar de esta magnoliácea ha superndo incluso
florece cuando está a pleno so~ en verano debe re- periodos de heladas a unos 25 oc bajo cero, aunque
garse con regularidad y controlar constantemente -eso si- luego ya no h.a vuelto a florecer. Por
la humedad del suelo. consiguiente, no merece la pena hacer este tipo de
experimentos.
Emplazamiento: completamente soleado; a la La vistosidad de esta planta radica en sus gran-
sombra sólo obtendremos un follaje en filigrana, des hojas verdes, lacadas y resistentes y en sus aro-
plateado y briUame. m3ticas flores de color blanco crema, que abiertas
Riego: bastante abundante, no dejar nunca que se alcanzan un diámetro de hasta de 25 cm, muy per-
seque. fumadas. En principio la magnolia rolera la poda,
Abono: cada SenlJlna, con un abono completo li- aunque las tijeras deben emplearse siempre de
quido. forma comedida Debido a su resistencia a las he-
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre ladas se recomienda dejar la .\1. grandiflora en el
los 5 y8 °C. exterior.
MUltiplicación: por esquejes de pun13 en primavera.
Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío.
Riego: en verano en abundancia.
Abono: sólo ()C;lsionalmente hasta agosto.
Alojamiento invernal: entre los 1 y 1O°C.
Multiplicación: por esquejes de punt:l en \'erano
(con resulado incierto). También por acodo
aéreo.
83
rrir que si le cm'Ían cxpr~meme esta planta la re-
ciba con pulgones. Por ello se recomienda mirar
con lupa los ejemplares recién llegados.
Ma11droilla laxa
Jazmín chileno Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: todo el verano en abundancia.
En otro tiempo perteneciente a la especie Diplrt- Abono: hasra agosto, cada semana; cuanto más cre-
denia, esta planta enredadera de la familia de las ce más florece.
apocináceas es una de las enredaderas con Oores Alojamiento invernal: fresco, entre los 4 y 8 °C,
más atractivas para el cultivo en maceta. Los \•ásta- oscuro y seco: cuando se pone a cubierto, la tie-
gos, en cuyos extremos y ejes se fonnan en racimos rra tiene que estar tan poco húmeda como sea
las flores completamente blancas y muy aromáti- posible.
cas, pueden alcanzar varios metros de longitud, de Multiplicación: por esquejes con una alta tem-
manera que se debe sujetar la planta a un espaldar o pcrarura en el suelo: lo mejor son los bancales de
sopone para ayudarla a rrepar. La floración se multiplicación cerrados; muy fácil por semilla, si
mantiene todo el verano. bien es difícil encontrarla en el mercado.
Dado que la M. loxn no es demasiado sensible a
las heladas se puede dejar en el exterior relativa-
mente bastame tiempo. Antes de la llegada del in- Metrosideros excelsa
vierno, los vástagos se cortan dos palmos por enci- Metrosideros
ma del suelo y luego se coloca la planta en un
recinto fresco y oscuro, donde se la deja sin aporta- Al igual que el Cnllistnnon, el ,\1ttrosíderos tam-
ciones de agua. El jazmín chileno arrae casi de for- bién pertenece a la familia de las mirtáceas; los es-
ma mágica a los pulgones, por lo tanto, cada vez tambres rojizos de hasra 4 cm de largo de sus flores
que se riega hay que prestar atención a los ataques en corimbo constituyen el arracti\·o de estOS árbo-
de parásitos y actuar contra ellos reguJannente. Si les que en Xueva Zelanda, su lugar de origen, al-
los parásitos invaden todo el espaldar, es difícil canzan hasta 20 m de alrurn.
combatirlos. Debido a esta propensión, puede ocu- Cuando se cultivn en maceta no cabe temer que
estas plantas le pasen :1 UJ10 por encima de la cabe7.a.
Las hojas, no demasiado grandes, son verdes y laC3'-
das con el envés blanco y \·elloso. Desgraciadamen-
te, la época de floración se limita al inicio del verano.
84
Emplazamiento: plenamente soleado.
Riego: en verano, mantener ligera y uniformemen-
te húmedo; en el periodo invernal no dejar secar
completamente. Riego: con agua pobre en cal, manrener siempre
Abono: hasta agosro, cada semana. uniformemente húmedo; no debe secarse, ni
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre empaparse.
los 5 >' 10 •c. Abono: cada semana hasta agosto, con un abono
Multiplicación: por semillas o cabcw de esquejes completo serniconcenrrado o con abono de
que no obstanre clifícilmenre echan raíces. azalea.
Alojamiento invem.al: luminoso, entre los -+
y 8 •e; mantener sólo moderaclameme hú-
,\-1)-nus C011Tmvnis medo.
Mirto Multiplicación: por esquejes de punta en la prima-
verJ y el verano. También por semillas.
Los cuidados de este pequCJio arbusto perenne
que florece durante rodo el verano se limiran funda-
mentalmente al esmero en el riego con agua necesa-
riamente pobre en cal. La sequía puede ser morml, al
igu:¡l que el encharcamiento. La poda es factible,
pero sólo se realiz.1 en caso de necesidad para no da-
ñar su aspecto, a menos que se renga la intención de
conseguir una ptrámide o un tronco airo, lo Cllal es
muy factible. Especialmente las variedades 'Saludo
del Ehrntal' 'Mirto novia de Hnmburgo' y 'Novia
mirto de Konigsberg' son conocidas desde hace
tiempo. Incluso las pbnras jóvenes deben despuntaS-
se varias veces para obtener un crecimiento frondo-
so. Es una planrn tradicional de nuesrros jardines,
que se adapta muy bien al cultivo en macern.
85
LOJ foltTrts y lo gtn~tn dt vnrinntts ts 71TUJ grundt: IIIS La odtlfo ntctfl1il11111lho calor y sol poro qut lo floroti6n
ri/Jiitdildts t¡¡n flurrs dolllts s011 p11rtiC11/nnnmtr stJgtJtit'IIJ. st desplitgut m IOÓO Sfl tsplmdor.
86
Ott11 posibilidad: 111 i1dtlfi1 dt jlqr b/Jmu y fOS/1 El umid4 rln«r dt !ldtlfo rml prwocado
m 'lnli1 sola •mattta. por 111111 baruria.
87
Olea europaea
Olivo
En la wna mediterránea resulta fumiliar la vista
del olivar con sus vigorosos árboles perennes rami-
ficados en la copa sobre la que se distingue el brillo
plateado del follaje verde blanquecino. El aspecto y
la coloración de las hojas son el principal atractivo
de los olivos como planta para macetu, ya que las
flores blancas y aromáticas son imperceptibles.
Hay muchas variedades no productivas y los frutos
sólo pueden presentarse cuando se plantl con este
fin otra variedad como donador de polen. El estado
vigoroso e impresionante que alcam.an en los países
mediterráneos es propio de árboles con varios años.
Los olivos son verdaderamente apreciados por
los jardineros motivados que desean completar su
colección de plantas para macet:l. En su cuidado
esta oleácea es poco complicada; difícilmente es
atacada por los parásitos, sólo ocasionalmente pue-
de haber problemas con las cochinillas latentes.
88
Olearia
Olearia
Originaria de Australia y Nueva Zelanda, esta
compuesta es un arbusto perenne con un interesan-
te follaje.
En zonas templadas puede vivir muy bien en los
jardines. Para el cultivo en macera se recomienda
además las especies O. pn:nifulntri y O. mmmm/arii-
folin.
89
En el cultivo m momo In Passiflorn caerulea Tnmbiin PmiOora violacea se co11Sidnw tmll planto
no prermttl opmtiJ p1'0/•lttnos. tú mama, 1nmq11t tJ mucho t11ÓS scnJiblt.
90
Ln pnbmra e1maria es rnmbJill nuprmo111mU Phoenix 01nariensis es unn ommiT.w rtp,.esenttll1tt
ep sus tlewlles. dt úr jinuiliu de las palmtrns.
Ph()T7JIIlmt tmn:r
Lino de Nueva Zelanda
Con roda ra7.ón se puede admitir esta Uliácea pe-
renne entre las plantaS para maceta más decorativas
y al mismo tiempo menos complicadas que e;ósten.
Las hojas en forma de espada, que crecen primero
completameme rectaS cayendo después ligeramen-
te hasta alc-anzar los 1 m de altura, nunca tienen
una apariencia tosca a pesar de su imponente mag-
nitud. Los ejemplares viejos resaltan por su flora-
ción, que culmina en un racimo amarillo o rojo.
El P. rcna:r tolera casi todas las inconveniencias
que puedan afectar a una plan m: el encharcamiento
Purtirulllrmmtl boTtitJJf ptro algo 7ttlls smsiblts Jtm las
y la sequía, el sol intenso y la sombra, un inverna-
vnrirdtrdes de follaje multicolor cltl Lino dt Nr1n:ll Ztli1nda.
dero luminoso u oscuro. Sin embargo, no habría
que abusar de su capacidad de supervivencia, ya que
crece más exuberante si recibe un cuidado óptimo.
rerales de la palmera canaria, así como también la Esto significa ante todo que el sustrato debe man-
wna inferior con un cuchillo afilado; de este tenerse muy húmedo casi mojado y que requiere
modo se consigue espacio en el tiesto para la tie- abono cadn semana. Los ejemplares más Uamarivos
rra nueva. se desarroUan en Nueva Zelanda, donde mmbién se
dan una serie de variedades de hojas multicolores.
Emplazamiento: soleado.
Riego: mantener uniformemente húmedo. Emplazamiento: soleado o umbrío.
Abono: todo el verano, a lo sumo cada 14 dfas. Riego: en \'Crano, muy abundante.
Alojamiento mverrual: luminoso, entre los 5 y Abono: hast3 que se cobija, cada semana.
1O°C y una moderada humedad del suelo. Alojamiento invernal: puede vivir en el exterior
M!Mtiplicación: por semillas; las planms jóvenes en casi todos los lugares.
crecen lentamente. Multiplicación: por partición.
91
Pbyllcstocbys nigro
Bambú
Las opiniones acerca de hasta qué punto se pue-
den conservar en maceta de forma duradera los due-
rentes géneros y especies del bambú escin muy divi-
didas. 'o obstante, se puede intentar con la P.
nigro, «el ovalado negro-.. y también con algunas es-
pecies de Anmdinoriu, dado que esta gran gramínea
se distingue por su interesante y decor-.aivo foUaje,
flOr la coloración del milo y por su notable creci-
lniento. Naturalmente, en maceta no puede alcan-
zar la almra de 4 m que desarrolla cuando crece di-
rectamente en el suelo, pero su porte en tiesto es
suficientemente i mpresion ~nte.
Es importante que el recipiente sea bastante
grande para que puedan extenderse los rizomas.
Debido a sus intrincadas raíces, resulta difícil tras-
plantar estas plantas de gran tamaño y sólo queda la
alternativa de separarlas recurriendo a un hacha y
una pala. Los bambús deparan grandes satisfaccio- Las variráadts tkll•nmbú son muy atrartims ptt'O rs dudoso
nes cuando se plantan las especies resistentes al in- qut st crmsm-m m In mnrr111 a lnrgo plt1UJ.
vierno en el exterior, en el jardín.
92
Pistacia lentiscus
Lentisco, Mata
Lo interesante de esta anacardiácea cuya resina
se emplea en Grecia para la conservación del vino,
es su ramificado y frondoso aspecto y sus bonitas
hojas plúmeas. En la Pú111da dioica sólo llaman la
atención las flores de las plantas machos por su de-
pósito corpuscular rojo, miencras que las de las hem-
bras son imperceptibles. Los frmos rojos, que se
toman negros cuando maduran, sólo se dan cuando
se plantan dos árboles -macho y hembra- juntos.
La resistencia a las heladas de la P. lemiscus es des-
tacable: hasta los 15 °C bajo cero. Puede cultivarse en
el exterior. El )enrisco admite perfectamente la poda.
La P. vera o pistachero es menos vistoso y su cul-
ti,,o apenas merece la pena como planta ornamental.
Su peculiaridad más destacada es su sorprendente
resistencia a la sequía y sus frutos comestibles, los
pistachos.
Los ji11tos sólo se putden formar roando .re ploman
jumas unr1 Pistacia hembra y u11o mocho. Emplazamiento: soleado hasta semíumhrío.
Riego: mamener sólo con unallumedad moderada.
Abono: basta agosto, cada 14 días,
Alojamiento invernal: no es necesario.
Multiplicación: por esquejes semimaduros en ve-
rano.
93
Pittosporum
Pittosporum,
Azahar de la China
Se trata de arbustos o árboles perennes con un
fo llaje verde y brillante laca do. La mayoría de ellos
presentan flores aromáticas en color crema, aun-
que hay especies con flores rojas que casi siempre
aparecen en racimos en corimbo. Esta picospo-
rácea debe su nombre a una sustancia resinosa
formada en las cápsulas de los frutos que envuel-
ven las semillas. La más conocida, también como
planta ornamental, es el P. tobiro originaria de
China subtropical y Japón, que puede resistir va-
rios grados bajo cero. Otras especies apropiadas
biflorescmcia dt Pittosporum undularum. para el cultivo en maceta son: el P. revolutum, el P.
tmuifolium y el P. undulatum. Estas plantas orna-
mentales de hoja embellecen el balcón y la terraz.a
durante todo el año.
94
Plumbago auri(fl/ata
Jazmín azul
,\13 conocida bajo su antigua denominaetón de
P. cnpmsis, este arbusto sudafricano, con flores du-
rnnte rodo el vernno y a menudo con lurgos vásta-
gos que cuelgan considernblemente, ha alcam-ndo
una inesperada popularidad estos úlomos :~ños.
Pero esto no se debe s61o :1 los diferentes lOnos de
azul de I:JS flores que aparecen en las punes de los
nuevos brotes, ra que, a diferencia de ésta, las de la
variedad 'Alba' son de un blanco puro.
Exceptuando la necesidad de podar la planta re-
gularmente casi por la base a la salida del innemo
y ocasionalmente despuntar los vástagos demasia-
do largos, el ¡azmín arol no requiere grandes cui-
lAs ftom 11pttrttm m las ptmtiii dt los nur.:os r:IÍflllgot.
dados. La Plumhago se desarrolla en toda u exu-
berancia cuando se deja todo el verono al aire
libre, tal como hemos indicado; debido :t sus ro- Emplazamiento: soleado y cálido, protegido del vien-
mas larga y flexibles, esta planta embellece mace- to (cabe el peligro de que se quiebren las ramas).
tero y grandes jardineru. Riego: todo el verano en abundancia.
Como tronco airo -<U}"O cultivo dura unos rres Abono: basta apro, cada semana.
años-, la Plumluzgo es muy atracti\-'2 y cotiud:a. AlojamientO invenu.l: lumin())(), entre los 4 r 8 °C,
L:as plantas que se culti\'20 como tronco alto en un alo¡amienro oscuro, la planta se poda h:!!>ta
requieren necesariamente un soporte, dado que el suelo y se mantiene casi seca.
la madero de la raíz de jazmín azul es algo que- Multiplicación: por esquejes semimaduros en ve-
bradJz:a. rano.
Plumbago auriculatiá éJ tilM va tHÓJ aprtttnda fOI//0 plltmU dt mJUft/1 y tD/f 1'1/:UÍII, fO'flfO ,11/W/1'11 111111 fotografio. Sur flortJ
dtsdt junio has1o ti ott11lo.
11os tltltlllm
95
Pzmicn grmu1tt1111
Granado
Podronen Mientras el fruro del granado (que visto desde el
Podranea punto de vista botánico es una baya) viene desem-
peñando desde antigno un papel en la alimenta-
Especie de enredadera originaria del África tro- ción, en el cultivo en maceta esta punicácea tiene
pical, de la familia de las bignoniáceas. interés sobre todo por sus flores, que según la va-
La P. ricnsolinna crece muy rápido, se le atribll- riedad pueden ser simples o dobles. Éstas aparecen
yen 3 m de crecimiento o más al año. Sus necesi- a principios de verano en las puntas de los vástagos
dades de agua y nutrientes son semejantes a las de nuevos, donde se presentan una o varias alegrando
la Datt1111 sudafricana, aunque contrariamente a la vista a quienes las contemplan con su llamativo
aquélla debería estar a pleno sol. Las flores, de color rojo granado, atmque también pueden ser
aproximadamente 5 cm de largo, que se parecen a blanco o amarillo.
pequeñas trompetas, son de un rosa páJido con lar- Dado que las flores sólo aparecen en los árboles
gas nervaduras rojizas. Se presentan en racimos en jóvenes, en otoño habría que retirar wdas las ramas
los vástagos dur-ante todo el verano e incluso hasta débiles y podar aproximadamente un tercio las lar-
bien entrado el otoño cuando el clima es favorable. gas. Para la floración es decisivo que el árbol esté
bien maduro. De ahí que se abone sólo a partiT de
Emplazamiento: completamente soleado. mediados de julio. Se riega con moderación. En el
Riego: todo el verano en abundancia. momento de la compra hay que procurar adquirir
Abono: hasta agosto, cada semana. una de las numerosas variedades ornamentales, ya
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 6 y que en los árboles frutales como los que se crían en
lO oc u oscuro, pero entonces frío y relativanlen- los países mediterráneos, a menudo la floración es
te seco; antes de guarecerla hay que podar inten- escasa.
samente sus largas ramas.
Multiplicación: no existen datos fiables, pero pro-
bablemente como en muchas trepadoras por ca-
bezas de esquejes en verano.
Podranea ricasoliana, dt rápido a·tdmiroto, stduct por sus Punic:a grunarum, el gronrldo, dn cokJr o /11 terraw.
jlms m trompeta m tonos roso Jllf/1®.
96
Entre las Vllriantes omamenmles figura h varie-
dad de pequeño mmaño P. iJ'"IIIUltum 'Nana', que
florece como planea joven si proviene de un esque-
je. Por el contrario, cwmdo el árbol nace de semi- RosmllrintlS officialis
llas hay que esperar basllUlte tiempo hasmla aprui- Romero
ciónde las primeras flores.
Como hierba culinaria, utilizada sobre rodo para
Emplazamiento: soleado y cálido. la Cllme de cerdo, este nrbw.co de bosqut\, cfpico del
Riego: hasrn agosto regularmente, luego mñs redu- área mediteminea que puede alcanzar hasrn los 2 m
cido. de alruro, es mU}' apreciado. En zonas con im<ier-
Abono: sólo hasta mediados de julio; basta con pe- nos SUlll'es, esta labiada puede conservnrse varios
quenas dosis d.e vez en CU3ndo. años plant3da al aire libre. Sólo se cobija cuando
Alojamiento invemaJ: no es necesario. amena1.:~n heladas durodera:. con temperaturas in-
Multiplicación: por esquejes scmimaduros en l'erano. feriores a los LOoc bajo cero.
Úlllltntrtil'as jlms dd grt~1111do •¡wrtm~ 11M m LDs nmilltas dt jliím .r..JJltt rom:itrtt11 11 at.1 birrl>a
lns ramas ¡livmu. tma duuratrr!n púmta tk rrca«W.
111Vflfthi(P tfl
97
Sesbnni11
Sesbania
Las papilionáceas, casi siempre árboles o arbus-
tos, proceden del África tropical, Asia y Australia.
La S. cmmabinn se emplea en la India como planta
forrajera y de pasto. Asimismo, en Australia, las flo-
res, hojas y jóvenes vainas de la S. grnndiflora se pre-
paran como verduras. También reciben el nombre
de «Agathi>> y «árbol Tur~>. Los americanos han
bautizado esta especie con el nombre de «Red wis-
teria», debido al parecido que tienen sus inforescen-
cias con las de la planta enredadera Wtsteria. Entre
las plantas que ocasionalmente se ofrecen en las jar-
dinerías especializadas, S. ptmicea es la más habitual.
Para los aficionados a las plantaS estaS peculiari-
dades botánicas son menos importantes que el be-
cho de que la sesbania sea un pequeño árbol que se
puede cultivar. Asimismo es atractivo por sus raci- Sesbania no ha reclamado todavía su sitW armo plo1lta
de maceta ptro es digna dt mar mtn ellas.
mos de flores rojo bermellón, y por sus hojas parea-
das y plúmeas que recuerdan a las de la mimosa.
Para asegurar la floración todo el verano se reco- Solanum rantonnetii
mienda retirar los frutos con tiempo y regularmente. Solanum
<
Emplazamiento: a ser posible soleado. Como «novedad» elogiada en los últimos años,
Riego: todo el verano mantener regularmente hú- esta s~gular solanácea está conquistando un lugar
medo, a partir de agosto reducir el riego. propio en la gama de plantas para maceta. Entre los
Abono: a partir del brote y hasta finales de julio, amantes de las plantas hace ya al menos treinta
cada 14 días; en invierno la sesbania requiere años que se conoce, pero su fama no había alcanza-
únicamente maleza madura. do al gran público.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y lO °C. Este arbusto de ramificación ligeramente rala,
Multiplicación: por brotes de esquejes a princi- que puede alcanzar hasta 2 m de altura llamó la
pios del verano. atención por sus flores azul violáceas y amarillo
yema en el centro, que se presentan desde el co-
mienzo del verano hasta el otoño. La poda ocasio-
nal favorece su crecimiento y debe efectuarse pre-
ferentemente antes de guarecerlo. En verano el
agua y el abono, ambos en abundancia, contribu-
yen a una pletórica floración.
98
Sttelitt.ia reginae, In flor del pájaro tkl paraíso, no debtrfn
faltllr e11 nir1gún j~~rdfn dt inuim10.
Stnlitzia ngínat
Flor del pájaro del paraíso
Las imponentes flores anaranjadas y azul celeste
que se forman en vainas rojo verdoso, constituyen
el punto fuerte de esta planta. El follaje de vainas
alargadas se parece al del bananero, lo cual no sor-
prende en absoluto si pensamos que la Strelitzia es
botánicamente muy próxima a este grupo.
En lugares de heladas ocasionales puede vivir
muy bien en el jardín. Es planta de gran desarroUo
y vigorosidad.
99
El jollnje demuem-a que Eugenia panieulara es unn Las flores rojo anura11jadas tk Teoomaria .re nbrm
pltmta muy tlumTth,a: ti atractivo aummlll aún dm·a111t•todo ti vmno desdt ql/t bncr calor sufidrott
más crm la npariciún temprano de fUS flores. ho.rw mrrado d ot.oño.
lOO
Tiboufbinn urvil/ennn
Tibuchina
Al igual que muchas melastomatáceas, la T. urvi-
/lel111n, originaria de Brasil, no sólo se distingue por
sus impresionantes llores, sino también por su inte-
resante follaje. Las hojas verde intenso de hasta
12 cm de largo son tan velludas que la superficie
parece cubiertll de terciopelo.
El luminoso azul violeta de las flores que se pre-
sentan juntas en los vástagos con sus ópicos estam-
bres retorcidos es único en intensidad entre las
plantas de maceta. La floración aparece poco a
poco desde el verano tardío hasta bien entrndo el
otoño, en tamo el tiempo acompañe. Los propieta-
rios de un jardín de invierno pueden deleitarse in-
Tibouchina urvilleana mlurt por su intmstmtt cluso en invierno con las flores de esta planta.
follaje y SllS imprt¡iorumus jlt1rts qut nos tkltlflm El inconvCJúente de 1a Tibouchinn radica en su es-
11 partir dtl foull tkl verano.
casa ramificación, lo que conduce a que los ejem-
plares añosos paulatinamente se deshojen en su
parte inferior. Este aspecto desgranado difícilmen-
te compensa sus atractivas flores. La poda tampoco
favorece en estas plantas cambio alguno. Sólo un
despume frecuente cuando es joven puede influir
positiVIlmente en su crecimiento.
101
Viburorm1 rinus
Viburno, Durillo
Tra(hycarpus fornmei Las hojas perennes, brillantes y l:1cadas asf como
Palmito elevado las pequeñas Oores blancas Ligeramente aromáticas
caracteri-zan a esta caprifoliácea de los países medi-
Las plantaS añosas toleran heladas de basta J 5 oc terráneos.
bajo cero. Los tallos de las hojas ligeramente den- Admite l:t poda para darle follll3. Asimismo, una
tadas y el vistoso tejido fibroso y pegajoso de las frecueme sujeción f.l\'OTCCC la ramificación e im-
hojas son las caracterfscicas principales de esta pal- pulsa un crecimiento tupido. Dado que el viburno
mácea. del Medite.míneo no es muy sensible a las heladas,
no es necesario cobijarlo en el oroño. 1tay algunas
Emplazanúento: soleado hasm semiumbrío. Y:Jriedadcs de V. tiniiS en el mercado muy apropia-
Riego: mantener sólo moderadamente húmedo. das para la maceta por la riqueza y el mmaño de sus
Abono: de vez en cuando, n lo largo de todo el ve- flores.
rano. El V. rinur puede estar ligeramente a la sombra o
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y 8 oc, también en un lugar luminoso, pero debe proteger-
o luminoso en la sala de estar. se del sol inrenso. En conjunto, el viburno se cuen-
Multiplicación: por semillas. ta entre las plantaS parn maceta más robustas y fáci-
les de cuidar.
T rachyarpus fortnnei, el palmito, tt simtf mrjur úu bojJJS bnlúmttsJ iawtfiJS ari r.vmo IIJS flurrri{flls blauc/JI,
m IJTI nnpúr..lllllimro ligmrmcut umbrlo. lrgm11nmu IIT'IImlltims. arraan+um al rulnrrno.
102
Yurcn
Yuca
Para el cuJrivo en macera, las más apropindas son nos cueste desprendemos de ella y también puede
la Y. nloifolin y la }~ eltphnmipu, lo yuca gigante con ocurrir que nadie In acepte como regalo. Pero, afor-
hojas ligeramente colgantes que pueden alcallZ:lr tunadamente, est:ll situación se puede remediar con
hast:ll 1 m de lugo. En esta especie, eJ pie del tron- un par de manos: basca partir la plant:a en varios tro-
co es basrame más grueso. Existen algunas variantes zos, de los cuales crecerán nuevas yucas con la ayuda
con hojas muJticolores, en la Y. nloifolin, por ejem- de un hacha. Para ello, cortamos primero la copa con
plo, las vnriedades 'Quadricolor' y 'Tricolor'. un rrozo de rronco de aproximadamente 30 cm; a
Esw agnv:iceas perennes se cuentan entre las continuación, el restO se fr:Jcciona de la misma ma-
planw de macet:ll poco problemáticas. El aloja- nera. Una \·ezhecho esto lo importlllre es introducir
miento invernal t:llmpoco es complicado, excep- el extremo inferior en un sustrato a base de turba y
ruando la rarea de introducir y sacar los ejemplares arena, o tierra y arena. Los recipientes deben colo-
cu:mdo éstos son muy grandes. Contrariamente a carse en un lugar a la sombra en el exterior. La tierra
los datos que se baraj:m, no sólo la Y. nloifolin es re- debe estar sólo ligeramenre húmeda. Se puede cubrir
sistente a las heladas, sino rambi~ la Y. tkphanti- el copete de hojas con una protección rransparenre
pu, que ha superado ya inviernos suaves en un baJ- para evitar la m'llporaci6n. Pocas semanas después,
cón protegido sin sufrir daños. Ahora bien, las los pedazos de rronco echan las primeras raíces y las
heladas persisrenres con valores inferiores o los puncas de los nuevos brotes aparecen en la corteza.
1Ooc bajo cero son críticas. Este procedimíento casi siempre da bucnos.resu:l~:~
Aunque las yucas al igual que oa:os arbustos re- dos-y se puede realíulr durante todo eJ verano.
quieren solamente unos cuidados mínimos, csco es,
que en caso de necesidad toleran una sequfn pro- Emplazamiento: soleado hasta semi umbrío.
longada y la deficiencia de nutrienteS, lllly que pro- Riego: procutar que siempre esté moderadamente
curar no desgasru excesi~':UJlenre est:a robustez. húmedo.
Los verdaderos problemas aparecen cuando la Abono: durante todo el verano, uru~ vez al mes.
yuca 112 crecido demasiado y no cabe enningú,n reci- Alojamiento invernal: no es necesario.
piente. Dado que esta imponente planta con los años MuJdpUc:ación: por esquejes de puma o de tronco
puede ser para nosotros muy querida se entiende que en el \·erano.
103
Abutilon X X
Agapmtbus ~-8 .1
CaesalpinU Brasilere 2 -6 lC
Camellia 2- 10 X
s-te S
Cesttum 4-.lt
Chrysanthemum frurescens MargaritJI de verano 4-8 X
Cistus Slt 1:
japoaica '1
Clianrhus puniceu.s Flor de gloru f-8 X:
104
Cordiline X
Corocpia J
Ciprés de California X
Cypen1s Paraguas X
Cypbomaodia Ádloldclas- J J.
Fatsia japonica
FJCUScaria
Aralia
Hipen
()
• 8. 12
z8
X
Alli donde es posible un alojamiemo invernal luminoso y oscuro, valen las temperaruras altas
para un lugar claro y las baias para el oscuro.
Laurus nobiliS
Leptospermum scopacium
Laurel
Leptospermum
(J
• 1-6
4-10
X
X
1
Olearía Olearia o 4 - 10 X
Pbormium =u ~ :1
Piscacia lentitcus
Pittosporum
l.ea1iJal
Pittosporum o (t 5- 10
•
X
Podranea Podranea o 6- 10 X X
106
Strelitzia reginae 8-18 X
Yucca Yuca o () ; - 15 X
107
Indice
Los números en negrita hacen referencia a las páginas donde encontrará un comentario detallado y completo
sobre el concepto de que se trate, y los números en C'ltrsiva a las ilustraciones.
108
Drocaenn, 59 Hierbas aromaocas en macera, Naranjos, 5,18, 56-57, 56
dmco, 67, 67 31-32,31 NegriUa, 23, 23
I>rago,8,59,67, 67 Higuera común, 6, 19, 25, 72, 72 Nerium Okander, 7, 8, 8, 9, 10,
Hongos negros, 21-22,23 15, 17, 18, 21, 78, 86-87, 86,
Eflorescencias, 1 1, 12 87,91
Emplazamiento, 100, 18 Insecticida, 20, 21, 2 2 Níspero japonés, 19, 68-69, 68
Encharcarnicnro, 14, 14, 17, 19, sistémico, 21
27, 39, 56 locro7111l cyrmwm, 78, 78 Olea europtlen, 19, 88, 88
Enfermedades, 20-23 Olearia, 89, 89
Eriobot.ryn j apqnica, 19, 68-69, 68 J ara, 55, 55 nummulariifolin, 89
Ensett venn-ico.f'tmt, 68, 68 Jardín ptmiC'IIÚttn, 89
Erythrina crista-galli, 15, 69, 69 acuático en maceta, 24, 34, 34 Oliva, véau Olivo
Estiércol, 13, 23 de invierno, 8, 24-26, 25 Olivo, 19,25, 88,88
Eucalipto, 13, 25, 70, 70 Jazuún Odncio de drenaje, 10, U , 14
Em~rypn~, 13,25, 70,70 azul, 15, 19, 26, 95,95
gklúuiJ~, 70 chilcno,84,84 Palmera, 8, 1O, 21
gwmii, 70 de j apón, 6 1, 61
11ipopbila, 70 L agerstroemia, 78-79 canaria,25, 90-91,9 /
Ertgenitl panirolata, 100 Lngernromtia indica, 9, 10, 15, 19, Palmito, 19, 90, 102, 102
44, 78-79, 79, 81 Papiro, 18, 62, 63
Fatsiajaprmicn, 71, 71 Lantana, 16-26,16,80,80 Parásitos, 20-23
multiplicación, 71 Laurel, 6, 10, 19, 42, 81 ,81 Possijlora, 90
Ficmcarica, 6, 19, 72, 72 Laurusnoúilis, 6, 19, 81, 81 raerulea, 901 90
Flor Lnururtim~, 102 tduli.r, 90
de g loria, 58, 58 Lentisco, 93,93 q-undrangulari.s, 90
de la pasión, 25, 26, 90, 90 Leptospi!rnrtJ11l scopnrim11, 82, 82 violactD, 90, 90
del pájaro del pa:raiso, 99, 99 Limonero, 6, 13, 18, 56-57, 57 Pérdida
Flores Limpiaruhos, 62, 62 de la flor, 37
de balcón, en maceta, 27, 28 multiplicación, 62 de la hoja, 37, 56,65
de verano, en maceta, 27, 28 Lino de Nueva Zelanda, 91, 91 de los brotes, 48
Frutas en maceta, 29-30, 30 Loros, 82-83, 83 Phol!l¡ix canndimsis, 90-91, 91
Fucsia, 15, 16, 22, 26, 73, 73 Phonnium tmnx, 91, 91
FuchsifJ, 15, 16, 22, 26, 73, 73 Maceta Phy/Jostachys nigra, 92
Fungicida, 23 de arciUa, 11 Pino australiano, 51, 51
de madera, ll, 11 Pin:t.ado, 15, 3O
Galán de día y galán de noche, de metal, 11 Piojo de la hoja, 20, 20-21, 2 1,
52-53, 52 de plástico, 12 23, SS, 65, 81, 84
Gardenia, 13, 74, 74 de terracota, 11 Pi.stncia, 93
Gnrdmin jasminoides, 13, 74, 74 hacerla uno mismo, 11, 12 lmtiscus, 93, 93
Gorgojo de boca grande, 21, 22, Madroño, 41,41 t>ern, 93
22,65 Magno/in Pittosporum, 10, 94, 94
Granadilla, 90 gmndiflom, 19, 83, 83 Pitrosponrm, 94
púrpura,90 perenne, 19, 83, 83 revolutum, 94
gigante, 90 Mnndtvilla laxa, 84, 84 tell"llifolium, 94
Granado, 6, 7, 15, 19,96-97,96, Maracuyá, 90 tobim, 94, 94
97 Margarita, 16 rmdrdflt!Jm, 94, 94
GJ·evillea rolmsto, 75, 75 de verano, 15, 16, 53-54, 53, Plantas de maceta
Guisantes del desierto, 58 54 clima, 8, 9, 10
Metroside.ros, 84-85, 85 compra, 8, 108
H edychium, 76, 76 /Vfetroxiduouxcdsn, 84-85, 84 definición, 6
Hedychium Mildiu, 23, 23 duraderas, 35
gnrdneriamn11, 76, 76 Mimosa historia, 6-7
Helada, 17, 19 floribunda,3 8,38,41 procedencia, 6-7, 9
daños de sequía por, 19, 20, 35 pudim, 38 Platanero, 1O, 1O, 13, 18, 68, 6$, 99
Hibisco rosa, 77, 77 Mini estanque, 24, 34, 34 Plumbogo, 82, 95
Hibiscus, 18, 77 Mirto común, 13, 85, 85 auriculntD, 95,95
h.J.oridos, 77, 77 My¡1:US crmmnmis, 85, 85 rapens1s, 95
moscheutos, 77 Mosca blanca, 22, 22, 37, 80 Poda, 15-16, 15
rosa-sinmsi.s, 77, 77 de frutales. 30, 30
L09
Podranea, 96 en alojactüento invernal, 15 Tierra de plantas, 12, 12
ricasolimut, 96, 96 errores, 13, 14 Toxicidad
Polilla, 22 Roble australiano, 75, 7S adelfa, 86-87
Productos protectores de planeas, Romero, 97,97 Datum, 64
21 Rosmarinus offidalis, 97, 97 Trachycorpusforrunei, 19, 90, 102,
biológico, 20 102
quútüco,20,22,23 Sagú del Japón, 61, 61 Trepadoras en maceta, 24, 32-
sistéctüco, 21, 21 Sacar la planta tras el alojactüento 33,33
Protección invernal, 18-19 Trompeta del jtúcio, 7, 13, 14,
de plantas, 20, 23 Sesbanin, 98, 98 15, 26, 64- 66,64, 6S, 90
medidas, 20, 21, 21 camzabina, 98 multiplicación, 66
del viento, 31, 32, 61 grandiflora, 98 Tronqtúto alro, 16, 16, 37, 44,
invernal, 19-20,20 puniacea, 98 50,54, 73,80,85,95
arbustos, 35 Siempreviva, 38 con6guración,25-26
frutas en maceta, 30 Solanum, 91,91
trepadoras, 33 So!anum rmztomm:tii, 98, 99 Verduras en maceta, 31 -32,
Punica grannt7tm, 6, 19, 96-97, St.relitzia reginne, 8, 10, 99, 99 31
96,97 Suculentas en maceta,19, 29 Vihumo, 102, 102
Sujeciones para trepadoras, 32, Vibumo tñzus, 102, 102
Raspaduradecuerno, 13,13,17 33, 44, 84, 100
Recipientes, 10-12 Sustratos, 12 Yuca, 8, 10, 16, 39, 103
ma cecial, 11, 12 Syzygium panirolat7tm, 100, 100 Yrura, JO, 18, 36, 59, 67, 103
tamaño, 10, 16 akifolia, 103
Red wisteria, 98 Tecrrmaria capenris, l 00, 100 tiepha11tipes, 103, 103
Retoños, 40 Tibouchina urveliiann, 18, 25, 101, fikrmentosa, 1O3
Riego 101 gigante, 103, 103
110