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PLANTAS

EN MACETAS
HELMUT JANTRA
PLANTAS EN MACETAS
El cultivo en maceta de plantas como la trompeta del juicio, la
margarita de verano o la yuca constituye una de las actividades
más atractivas de la jardinería. Sin embargo, los cuidados que
requieren este tipo de plantas no siempre son sencillos.
Este libro informa de manera concisa y clara acerca de las
medidas que deben aplicarse para disfrutar de los cultivos en
maceta, atendiendo a los nuevos conocimientos y experiencias
dentro de este campo. En una sección descriptiva con
abundantes ilustraciones, se presentan las plantas para maceta
más habituales, acompañadas también de otras menos
frecuentes. Unas tablas resumen ayudan a elegir el
emplazamiento correcto tanto en verano como en invierno.
Por último, se explican las posibilidades de los "jardines
móviles", desde los bancales de hortalizas en maceta hasta la
construcción de un miniestanque en la terraza de su hogar.

ISBN 84-329-1960-8

.I. IliJ
No se permite la reproduc:ci6n rotal o parcial de este libro. ni d registro en un sistema infor-
m5tico. ni la tranSJnisión bo¡o OUlllquiedormo o~ mm de rwllqaier medio, )"' ""' elettró-
nioo, mecáruco, por (orocopi., por gn¡boaóno por orros método<, sm el permi>o prev~o y por
C$Crito de los citul;m:>dd wpyrigbt

Asesoramiento: Uuís Abad, técnico especialista en jardinería

Diseño de cubierta: VíctorViano

Título o riginal: Dtkorative Kübelpjlanznl. Au.;.uablund Pflege


Traducción: Isabel Romero
© 1990/1993 by Falken-Vedag GmbH, 65527 Nicdemhaosen!Ts.
© Gmpo Editorial Ceac, S. A., 1997
Para la presente versión y edición en lengua castellana
Libros Cúpula es marca registrada por Gmpo Editorial Cea e, S. A
ISBN: 84-329- 1960-8
DepósitO legal: B. 43.883-1996
lndice, S. L.
lmpre~o enE$paña - Primed in Spain
Grupo Editorial Ceac, S. A. Perú, 164- 08020 Barcelona
Prólogo . 5 El cultivo en macea en toda su variedad 24

Planas con aire exótico 6 Lo ideal: el jardín de invierno 24


Plantas ttopicales en el suelo . 26
El largo camino hasta nuestto jardín 6 La maceta como parterre de flores 27
Nuestto clima como Los caeros y otras suculentas . 29
«elemento de choque» . 9 Los frutales y las plantas de baya 29
Un jardín de hortalizas 31
Planas en maceta 10 Plantas trepadoras en maceta 32
La maceta como jardín acuático . 34
Los recipientes . 10 Árboles y plantas duraderos . . 35
Las tierras y los sustratos . 12
El abonado y el riego . 15 Planas de maceta de la A la Z 36
La poda y el cambio de maceta 17
Protección durante el invierno 15 Tabla de condiciones idóneas 104
La ubicación en el exterior 19
Parásitos y enfermedades . 20 lndice 108

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nutrientes, y considerar las particularidades de cier-
taS familias o variedades específicas. Sin conoci-
mientos de ningún tipo, nadie puede adentrarse en
la materia, y esto vale para cualquier persona que se
dedique a las plantaS. Por eso, el objetivo de este li-
bro es proporcionarle al aficionado consejos prác-
ticos en propia mano, ofrecerle soluciones a sus
problemas y con eUo facilitarle las claves para el cui-
dado idóneo de sus plantaS de macem. Como siem-
pre en el trato con seres vivos, el conocimiento no
Cuidar las plantaS de macem y saber traw a estos puede sustituir al amor y la dedicación; y además la
seres vivos procedentes de países exóticos es una de propia experiencia es el mejor maestro. A pesar de
las actividades más sugerentes de la jardmería, sobre que pongamos en eUo todo nuestro esmero y es-
todo para los aficionados a los ejemplares verdade- fuerzo no se descartan posibles percances. Ahora
ramente raros. Tiempo atrás lo más dificil era con- bien, si una planm realmente no florece o se mar-
seguir estas plantas, mientras que hoy, ya se suelen chita, no es motivo para dudar de nuestras aptitudes
encontrar con facilidad en los esmblecimientos es- para la jardinería. Con las plantas de maceta siem-
pecializados. Asf, la persona que consulte bibliogra- pre hay que pensar precisamente que muchas veces
ffa sobre este tema, se dará cuenm de que casi todos su propio exotismo, esto es, la diferencia entre lo
los ejemplares exóticos requieren un lugar fresco y que encuentran en su hábitat y lo que les podemos
luminoso durante la estación fría. Pero la intensa proporcionar en cultivo, es la causa de las dificulta-
dedicación a las plantaS de macem ha dado lugar a des que pueden surgir. Por eso, nuestra ayuda les
nuevos conocimientos y experiencias, y se ha de- resulm imprescindible para sobrevivivir de acuerdo
mostrado que muchas de ellas pueden vivir en sitios con sus exigencias y su fisiología vegetal en un en-
poco luminosos, y que, en ciertaS circunstancias, in- tomo hostil. Y este libro quiere mostrar los requisi-
cluso admiten el calor de la vivienda, siempre, claro tOS fundamentales para lograrlo.
está, que se tomen algunas medidas indispensables
en su cuidado. Asimismo, es necesario saber qué lu-
gar les resulta más idóneo para pasar el verano, hay Helmut]antra
que conocer sus necesidades en cuanto a humedad y Neuried-AJtenheim (Baden)

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Desde siempre se ha entendjdo por planus exó-
tic:as de maceta un grupo muy determinado que no
se distingue por sus características botánicas co-
munes, sino que se identifica únicamente por ser
autóctono de regiones cálidas. Estas plantas pro-
ceden de zonas climáticas tropicales o subtropica-
les, lo cual significa que en invierno deben prote-
gerse del frío en las zonas donde las heladas sean
frecuentes; sólo en lugares con inviernos verdade-
ramente suaves pueden sobrevivir bien sin más Varitd!Jd dt colorido tn las plontns dr momo.
atenciones en este sentido. En una gran maroría
de casos se trata de arbusros, algunos de ellos se-
mi leñosos, así como de ciems plantas herbáceas,
por ejemplo, las pertenecientes a la familia de las El largo camino
gramíneas. hasta nuestro jardín
Si exponemos el concepto de plantas de maceta
con cierta amplirud de milas, sin duda, resulta Muchos siglos ames de Cristo ya nos encontra-
una gama enormemente colorista y variada. Asi- mos con el cultivo en recipiente, por ejemplo, en el
mismo, habría que partir de que este concepto antiguo Imperio egipcio y en los jardines persas. Con
abarca todas las plantas que pueden cultivarse en el tiempo, su influencia se fue e.nendiendo hasta lle-
recipientes. Un ejemplo de ello serían las plantas gar a los magnífico~ jardines del renacimientO italia-
vivaces de las zonas templadas, además de flores no. Se sabe que los frutos de los cítricos ya se cono-
de verano, \'erduras, hierbas aromáticas, &utas cían en el sur de Europa en el siglo XJl, pero sólo a
y muchas otras más. Todas las flores mulocolo- partir del s. X'\1 se introdujeron cada vez mayores
res de nuestras jardineras se incluyen también cantidades en los invernaderos de los jardines regios,
en esta categoría, así como las plantas de interior y parte de ellos también en los jardines de la burgue-
de gran tamaño que pueden pasar el verano al aire sía y de comerciantes acomodados. En los siglos si-
libre. guientes, los naranjos } los limoneros se convirtie-
La expresión moderna «jardfn móvil» responde ron en los árboles de moda, y aquel que se preciaba
plenamente a esta idea que abarca todo lo que no de ser alguien, exhibín al menos unos cuantos. Lo
crece fijo en el suelo. mismo sucedía con la higuera (Fiats enrien), el grana-
No obstante, en primer lugar y fundamen- do (Ptmica gr.matum) o el laurel (Lauros nohi/is).
talmente vamos a hablar de «las auténtic:as,. plan- Muchas de las plantas foráneas que hoy embelle-
tas de macera, es decir, no de las que son resis- cen jardines r terrazas en ,·erano, hasta no hace mu-
tentes al frío, sino de la Abutiltm a la }'tuto, de las cho sólo podian impresionamos en los jardines bo-
huéspedes de nuestros jardines, balcon~ r terra- tánicos. Actualmente, los conocimientos sobre las
zas, de aquellas que sólo florecen e~da \'erano y técrucas de jardinería y el desarrollo de los merca-
pueden crecer porque las preservamos de las hela- dos, nos permiten el disfrute de lo que antes sólo es-
das del invierno. Pero ¿cómo consigweron llegar taba al alcance de unos pocos. En realidad, hoy en
hasta aquí?, ¿quién les allanó el camino y cuándo día, las plantas exóticas son accesibles a cualquiera
empezó todo? que se interese por ellas.
6
Unll imagm (//U rrsultll familtnr m ti ma mtÓIIrrrrlT!tll: Hay romo IIJrr, IJ1 Datura sigue (IIIISIIIldo od111iració11.
lo jl()r dtl Agave.

el volumen acrual y también haSt2 que las empre-


sas exportadoras de planw encontraron ese hueco
en el mercado. La trompeta del juicio (Datura sua-
veolms), por ejemplo, apareció en Alemania a me-
ruados de los años setenta, después de darse a co-
nocer por primera vez al gran público en una
revisca de jardínerla. Desde en ronces y hasta el día
de hoy, esta planta sudamericana sigue cautivando
a los aficionados a la jarcünería y se sinía en la ca-
beza de lista de preferencias en cuanto a plantas de
maceta.
Sin duda, este florecimiento se vio favorecido
también por otras circunstancias, y acaso fue posi-
ble sobre todo por un factor: por la amplia gama de
productos, cada vez más extensa, del comercio es-
pecializado que f.1cilítaban la práctica de esta afi-
ción en la vivienda y en el jardín; por estar prepara-
dos directamente para el uso, estos productos
cüsipaban cualquier duda del aficionado.
Entre eUos encontramos un sinfín de tierras pre-
Grondn jmlints tk im'ifrno tT1111D /q¡ ár Vm.JUts ~tl/m-gabitn paradas, mezclas de abonos de base y abonos espe-
plimtiiS dr 1n11«t11. cíficos, productos para proteger y cuidar las plan-
tas, lámparas especiaJes, bandejas de culriYo aptas
El auge de las plant2s de macet2 es }'ll imparable, para tolerar altas tempcraruras, así como diferentes
puesto que los importadores fueron perspicaces y creaciones de la industria de plásticos que no son
el mercado de flores fue creciendo, aunque al prin- únicamente macetas } cubas para flores. De esta
cipio de forma vacilante con plantas atracth·as, y forma, también los principiantes en el trato con las
poco a poco con un surtido más amplio. Cierta- plantas pueden resolver algunos de los problemas
mente, pasó un tiempo hasta que la oferta nlc-Jnzó menos habiruales. La persona que desee saber más
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C1111 dttmnmadas timUJIS dt cultit'O y un ¡ardm dt mt•itrno La aiklfo, u1111 planrn 1ntdittrranta, biiJ a la uenra incluso
la Strelitzia jlqrtrt. m mptrmmados.

sobre este tema, sin duda encontrará respuestaS en Es posible que a veces se ofrezcan plantaS que sólo
el floreciente mercado del libro «verde,. o p11ede responden a la demanda y al placer de experimenta-
bl1Scar información en centros de jardinería y en ción de los interesados, pero que no satisfacen las
asociaciones de aficionados a las plantas. expectativas prcvi~w o que resultan incultivables
En nuestro país, la afición crecieme hacia las para los principiantes a pesar del jardín de invierno.
planras est:í determinando que se amplfc el abanico Y cuando esto es asf, desaparecen pronto de la ofer-
de las especies tradicionales hacia OtroS también ta. Pero en general hay que celebrar esta pluralidad,
cultivables en maceta. al igual que los esfuerws de aquellos que rrabajan
Ni siquiera los aficionados a los ejemplares raros en las tareas de multiplicación por mantener la bús-
se enfrentan hoy a ninguna dificultad que no se2 su- queda de ejemplares nuevos en todo el mundo. So-
perable. Los centros de jardinería especializados, bra decir que no nos referimos solamente a las plan-
que en ocasiones pueden ser auténticas empresas de taS de maceta, sino también al inmenso abanico de
importación o incluso distribuidores, ofrecen ade- planw ornamentales y útiles.
más de los senicios habiruales, el acceso al mercado
especializado de semillas y el envío de semillas exó-
ticas. Por lo demás, los supermercados y mercados
populares no sólo ponen a la venta plantas de hoja
resistentes al invierno como palmeras, yuca:. y dra-
gos, sino que, incluso los arbl1Stos floridos, son ya
un artículo de masas. El redescubrimiento de los
jardines de invierno que, en el centro y el norte de
Europa finalmente no prosperaron a causa de la cn-
sis energética, fue un mom-o más para interesarse
por las plantas de maceta. Pensemos ahora en aque-
llas especies para las cuales nuestro verano es dema-
siado corto o que tienen una floración in\·emal. Aún
no figuran nombres como la Durnnto rtptns o la Do-
xalllha rmguis-coti ni aparece la Sy11ademum ¡;rantii
en las clasificaciones de la jardinería especializada.

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c=J clima templado ~ Subtropical C JTropical

FJ mapa mumra ti largo cqmmo qr« ban Jtguj¡J¡¡ l4s pÚinliiS tk TIIIICr:ta (algunas tk tlúiJ incluso h1111 rmi¡/q qut cruzar
la lírua tkl Ecuador) dt!M f1IS Úlg17Trs dt orignr (puntM ntgros) /wt¡¡ lkgar a nuctras /atitwlts. No tS dt txtrañ17T qut
11 mmuth fiUtm'll dima rrprrsma ptmt tfúu un .,tlt111t11Jo tk rhot¡rw..

Nuestro clima como cesitan. Si és~ fuera la única dificultad a tener en


cuenra para su cultivo, podríamos sentirnos felices y
«elemento de choque» abastecernos sin cesar de plan~s subtropicales. Pero
como se verá, existen otros factores dependientes
Todos sabemos que fuera de las zonas libres de del clima, como la excesiva sequedad veraniega, que
heladas, es decir, alejados sólo unos lcilómetros de la justifican unos cuidados especiales, distintos de los
línea de la cosra, las plantas de macera que aquí se que exigen las plantas que crecen libremente en los
presentan carecen de la ~bilidad invernal que ne- jardines.

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Para la planta, el cultivo en maceta está Ueno de
limitaciones y condicionantes que no hacen sino
provocar siruaciones de estrés y dificultad en su El hfi11/JIIO y IM palm«as tumbiin IIJ/1 npropindhs par~~
ft~gnrts umbríos. Por el CIJJITnn1o, l11 buganvilln necesito
vida. Cuando estO es así, la planta afectada locha
m1 rmplaznmimto soltado.
literalmente por sobrevivir, mientras el aficionado
achaca erróneamente la ausencia de floración u
otros trastornos vegetativos a una enfermedad. Los recipientes
Por lo tanto, en el cultivo es importante conseguir
unas condiciones ambientales muy semejantes a El tamaño de los recipientes debe acomodarse al
las de sus países de origen. Con otras palabras: us- tipo y Las cualidades de crecimiento de cada planta,
ted debe conocer los deseos de sus plantas de ma- teniendo en cuenta que cuanto más grande es, más
ceta. Es ímposible cambiar el tiempo y el clima, espacio necesitarán las raíces. Esta es la norma, aun-
pero en nuestras manos está la elección del lugar y que siempre hay excepciones. A pesar de las impre-
su cuidado específico. La mayor parte de las plan- sionantes medidas que puede alcanzar, la yuca, por
tas de maceta proceden de regiones cálidas con ejemplo, crece mejor en un recipiente relativamen-
largos y calurosos veranos. Este es el caso de la te pequeño, mientras que la maceta para la Dat1tra
adelfa, la lagerstroemia, así como también la Bou- nunca sení demasiado grande.
gainvil/ea, la Smna y la Strelítzín. La preciada Dn-
t:llra es menos exigente, y si está ligeramente a la
sombra puede conservar sus flores incluso más
tiempo y seguir manteniéndose fresca. Afortuna-
damente, la mayoría de las planr.as mediterráneas
se adaptan muy bien al cultivo en maceta. Un'<! pa-
red completamente soleada al sur, no es en absolu-
to requisito indíspens"llble para el éxito del cultivo
en maceta de plantas exóticas, véase Datura. La
aucuba, el Pittosptmnn, la platanera, el laurel, la
palmera y la yuca crecen incluso mejor si están
algo sombreadas. Así pues, antes de la compra hay
que tener muy claro si se dispone de un lugar con-
veniente, o bien elegir la planta de acuerdo con el
sitio que se le puede ofrecer.

El urifirio de drtnnjt ts ahsolllillmmtt 1/trtsario pnra que


pueda jf11;,. el agua sobruntt.
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Para casi todas las plantas de tiesto vale la norma,
según la cual es necesario un orificio de drenaje
para desalojar el agua sobrante. Excepto en plantas
de pantano como el paraguas o el papiro, pues éstas cen las eflorescencias, una capa blanquecina de
requieren que el suelo esté constantemente húme- incrustaciones de cal y sales fertilizantes que tam-
do -hasta empapado- y también pueden estar di- bién afecta a la terracota. Una alternativa a la afa-
rectamente en el agua. nosa rarea de eliminarlas con un cepillo de alam-
Por lo tanto, un importante aspecto a tener en bres es recurrir a una antigua receta casera que
cuenta en el momento de elegir o comprar los reci- recomienda frotar las macetas con mondas de pata-
pientes de las plantas es que tengan un orificio de ta cruda.
drenaje. Precisamente, en las macetas de teJTaco- Mientras tenga un orificio de drenaje, resultan
ta, cada vez más apreciadas, éste no es siempre el apropiados los recipientes de casi todos los materia-
caso; no obstante, siempre se puede recurrir a una les, aunque cabe hacer ciertas objeciones con respec-
taladradora, pero la tarea erige grandes precaucio-· w al met21. Las macetas de cobre y otros recipientes
nes. Los recipientes de terracota decorados se rea- de hierro fundido empleados originariamente como
lizan con arcilla sin barnizar y son -dependiendo antiguos artículos domésticos, exigen la aplicación en
de la intensidad del horneado- absolutamente su interior de una película plástica o una capa de resi-
sensibles a las influencias atmosféricas. La persona na líquida a causa de la oxidación. Los barriles de cer-
que desee sacar partido a estos costosos recipientes, veza de metal ligero partidos por la mitad, son aptos
por lo general, deberá tratarlos con mucho cuida- para las plantas, pero tienen un gran inconveníente:
do. La maceta de arcilla en tamaño extragrande, en cuanto el cepellón es muy grande, elrecipiente se
adecuado para estas plantas, es algo más resistente, deforma, y entonces es necesario trasplantar, lo que
pero, al igual que los recipientes de terracota, no es fácil, porque hay que cortar el recipiente con un
puede romperse durante el transporte de la planta, aparato especial. Las cubas de madera que durante el
sobre todo los macetones, ya que su peso es con- verano quedan expuestas al viento, a las inclemencias
siderable. La ópica maceta de arcilla es correcta atmosféricas y al suelo mojado, no suelen ser muy
para el cultivo y agradable a la vista; sin duda, des- duraderas, mientras que a la hora de la compra no
pués de un uso muy prolongado envejece y apare- son precisamente económicas. Pero también puede

Realizar tJTIIl cubil dt 1111Ukrn a bllSe de lisumts y '111adui1S ... J m aspecto es 11fliJ vistoso. Anus d~ introducir In rim-n
cuodrtmgularts ts vmladumnmu fácil... hay t(Ul rcrubrir n1 mtmar con una película aislante.

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nuestras plantas con los su~rratos preparados que
hay en el mercado. Anmño era distinto: los anti-
guos libros de plantas dedicaban capítulos enteros a
hacérselas uno mismo con clavos, tomillos, unos la composición de la tierra.
cuantos listones o tablas y unas barras de maderas Desgraciadamente, no todos los preparados de
cuadrangulares. Si el material adquirido no está ya tierra que se encuentran en el mercado cumplen los
impcmleabilizado, antes de empezar hay que tomar- reqllisitos exigibles para el cultivo en maceta. Sobre
se la molestia de darle una capa de barniz protector todo los productos baratos, a menudo poseen un
que sea tolerado por las plantas. Los tiestos y los re- contenido de rurba tan alto que, a largo plazo, su
cipientes grandes de pJásrico tienen el inconvenien- composición resulta verdaderamente perjudicial
te de que a la vista no resultan muy arracovos. Sin para las plantas; el agua de riego fluye llevánd ~se
duda, se realizan imitaciones de cuba en plástico los nutrientes a su paso, las raíces tienen escasa su-
blanco realmente bonitas que en este caso resultan de jeción al suelo y a la larga la planta se seca. Los sus-
gran ayuda: carecen de suelo, de manera q11e la plan- tratos de corteza, en aumento actualmente, no dan
ta trasplantada por ejemplo en ooa cubeta de plástico 110resultado mucho mejor, y en tanto que carezcan
simplemente se coloca dentro. de marca de fábrica, su composición siempre será
La persona que pretenda tener una pequeña colec- dudosa. Este tipo de productos para grandes tiestos
ción de plantas de maceta, puede probar diferentes sólo son útiles si poseen determinadas caracterís-
recipientes, eligiendo aquellos materiales que, según ticas fisicoquímicas en relación a las plantas que se
el lugar y el resto de las plantas, armonicen plena- desee cultivar. En general podemos afirmar que es
mente con el enromo. deseable una buena capacidad de aireación, para
que las raíces respiren bien, alta capacidad de re-
Las tierras y los sustratos tención de agua y nutrientes, pH adecuado, buen
ni\"el de matena orgánica y estabilidad de las carac-
A primera vista, se diría que ya tenemos resuel- terísticas ffstcas a lo largo del tiempo, así como ho-
to el problema de la mezcla de tierra adecuada para mogeneidad en su presentación.

Erra /tugauvi/111 tfduu m arrortreo tltbidD 11 1m Tiams bll171ms mol bubo.r: rlllgtiO tfd n(go ll7TI1STI't1
rjlorucmrias Jrl rrripimtr dt crrrum«. los mttrimra, 11/s roius npm111 rimm sujttión o/ mtlo.

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ÚJt IÍ'!MntrOS m¡ tolmm el agua tllkiirtll.

El abonado y el riego rico en fósforo y potasio) en el momento de plantar


o trasplantar, pero es mejor renunciar al abono propio
Las plantas de maceta no requieren una compoSi- de jardín para las plantas de maceta, ya que nunca se
ción de nuoienres excepcional Se puede emplear puede excluir del todo la transmisión de organismos
cualquier abono üquido o sólido apto para las plantas perjudiciales para la planta. En el jardín, la mayorla
de interior o de balcón. Por nonna general, bast:a con de las veces no se aprecian porque las robustas plan-
una dosis semanal, si nos guiamos por las instruCCio- tas que crecen libremente en el suelo apenas se ven
nes del fabricante. Las ~evoradoras de abonO» afecudas, mientras que en la maceta las consecuen-
como la trompeta del juicio o los bananos, asimilan cias pueden ser verdaderamente desastrosas, y puede
también el abono azul en forma de granulado que se suceder que cuando se encuentre la raíz del mal, la
usa en el jardín, si se riega en abundancia después de planta exótica haya pasado ya a mejor vida.
su administración. Para las plantas sensibles a la cal, Muchas plantas de maceta están acostumbradas a
entre las cuales se cuentan la gardenia, las hortensias soportar largos periodos de sequía en su tierra de ori-
y otras, habría que recurrir a nuoientes pobres en cal. gen. No obstante, esto no significa que debamos pe-
A mediados de septiembre como muy tarde se de- dirles lo mismo cuando están en un recipiente, ya que
ben espaciar las dosis de abonado para evitar que las no tienen la posibilidad de absorber con las raíces el
plantas «engorden» y se adentren en el invierno con agua necesaria de las capas profundas del suelo, sino
un crecimiento forzado. Por este motivo, los abonos que están limitadas a lo que encuentren en la tierra de
de larga duración son poco apropiados para el culti- la maceta: de ahí que el suelo deba mantenerse siem-
vo en maceta de plantas exóticas, sobre todo aplica- pre ligeramente húmedo. Además, las necesidades de
dos desde el principio o medio verano y para los de agua son muy variables según la planta; podrá tomar
liberación más lenta, ya que es diñcil calcular cuán- nota más exactamente de las indicaciones para su cui-
do cesará el flujo de nutrientes. Asimismo, el empleo dado en el capítulo <.<Plantas de maceta de la Aa la Z»,
exclusivo de abono orgánico (por ejemplo, de estiér- donde se especifican las exigencias de cada planta.
col) puede resultar peligroso por riesgo de quema- Cabe citar aquí en primer lugar dos causas por
duras en las raíces de plantas sensibles o por desajus- las que eJ riego resulte dañino. Ambas afectan por
tes entre la necesidad de la planta y la presencia de igual a todas las plantas de maceta, a saber, el em-
nutrienteS en el suelo. La ex~gua \ida de la tierra pleo de un agua demasiado dura, o sea, con un alto
tranSforma con extrema lentitud estOS matenales en contenido en cal, y el exceso de agua. Sin embargo,
nuoientes absorbibles, de manera que las plantas su- salvo algunas excepciones como el Callisttmtm, el
fren de fonna latente por la carencia de nuoientes, Euaúyptus y los cínicos, casi todas las plantas de
lo cual en las grandes consumidoras como las sola- maceta se contentan con agua corriente dura. La
náceas se traduce en una reducción de la vegetación. calcificación puede originarse y sobrevenir cuando
No tenemos nada en contra de la mezcla adicionaJ el agua es extremamente dut'll, el recipiente muy
de unos pullados de raspadura de cuerno (preparado estrecho y la tierra muy compacta, de manera que,
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al cabo de cierto tiempo, el índice de cal deja de ser
tolerable para la planta. En este caso, algunos oli-
goelementos imprescindibles para el ciclo viral se
quedan adheridos al suelo por el exceso de cal y no
pueden ser absorbidos por las raíces. De ahí que
siempre sea más seguro emplear agua de lluvia. Si
no dispone de ella, puede ablandar el agua de riego
con un saquito de turba, sumergido durante un
tiempo en el agua de riego, con lo que ésta tenderá Un saqum limo dt tllrba introducido m la regadera
al menos durante 24 bori/J •rmtribu_ye o la descakifiradón
a acidi:ficarse. También sirve de ayuda dejar repo-
del aguo.
sar la regadera veinticuatro horas para que una par-
te de la cal se precipite en el suelo.
El riego demasiado frecuente es la segunda cau-
sa de que una planta resulte dañada, pero esto pue-
de evitarse fácilmente. No debemos olvidar que,
por norma general, las plan ras toleran mejor la se-
quía que el encharcamiento. Si en alguna ocasión
las plan ras permanece11 mucho tiempo sin agua, és-
tas muestran su carencia a través de una paulatina
marchitez y posterior caída de las hojas, pero si el
descuido se repara con rapidez y copiosamente, los
efectos de la falta de agua se superan pronto. En el
caso de la trompeta del juicio, por ejemplo, hay que
aceptar que las flores una vez mustias se caigan y
que algunas hojas amarilleen, pues se trara de una
circunstancia natural y pasajera.
El efecto de un encharcamiento es mucho más te-
naz. La falta de oxígeno provoca que las raíces em- Cuando tlmactttro nlmauna agua sobranu...
piecen a pudrirse, impidiendo la absorción de agua y
de nutrientes. El cuadro sintomático es parecido al
producido por la sequía: la planta se marchita, aun-
que los daños se manifiestan de una funna distinta a
los que se producen por la 1itlta de riego, ya que la
marchitez. es general, afecta tanto a las hojas nuevas
como a las viejas y la mayoría de las veces no existe
solución. Conseguir que se regenere secándola por
partes es tan sólo cosa de suerte. Cuando el recipien-
te posee un orificio de drenaje en la base y la tierra es
porosa, este tipo de errores de riego son muy poco
frecuentes en verano. Sólo hay que prestar un cuida-
do especial si introducimos la maceta en un macete-
ro. En este caso, se recomienda controlar el reci-
piente después del riego y rerirnr el agua sobrante.
Durante el periodo de descanso invernal el asun-
to del riego es más complicado. En un im-emadero
que no esté suficientemente iluminado, el riesgo de
putrefacción suele suele ser muy alto y precisamen-
te aquí es donde las esporas de los hongos, porta= ... N produa fácilmmtt un ffllhmamtl111D dt la tim-a
dores de enfermedades, yacen latentes. En los ar- drl tiesto _y al final/as r11kes tt pudren.

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bustos de hoja cadu01, cuya ,·egetación se inte-
rrumpe en estos meses. lo más adecuado es mante-
ner el suelo ligeramente húmedo.
El ceibo o cresta de gallo (Erythnna crista-galll)
constituye una de las pocas excepciones, ya que su
periodo de descanso vegetativo tiene lugar a la sali-
da del invierno. Las plan ras situadas en un lugar lu-
minoso y caldeado evidentemente deben regarse
más, dado que su proceso vital continúa, aunque
sea más lento. Esto rne también para rodas las
plantas perennes.
Para aquellas que se decida mantener al eA'terior,
será necesario disminuir la frecuencia e intensidad de
los riegos en relación a los fucrores meteorológicos y
al estado vegetativo de la propia planta.

La poda y el cambio
de maceta
La poda de rebaje y la de dareado tienen los mis-
mos objetivos que perseguimos en la poda de arbus-
tos ornamentales de jardín: estimular el nuevo bro-
te. Para ello es conveniente retirar los vástagos
débiles o los marchitos, de modo que toda la planta
se airee y reciba luz suficiente. En el caso de la la- Poáa rn llls pÚintJJS Je mama: primn-o se curtiln t:od4J
gerscroemia y el granado sobre todo, se recomienda IM viÍitagos ruJX7fluos...
eliminar todas las r.unas débiles y recortar regular-
mente los brotes largos en invierno. La fucsia, la
margarita y la Plumbago auriculatJJ crecen más tupi-
das eJ año siguiente si al final del invierno se recor-
tan tamo los brotes más débiles como los del año
anterior a un tercio de su longitud. La adeJfu, por
contra, se debe darear y retener en longitud hacia
mediados de septiembre, para que durante el in,;er-
no empiecen a crecer los brotes que florecerán al ve-
rano siguiente. En cuanro a la trompeta del juicio,
esta tarea se realiza preferentemente en primavera,
ya que florece sobre tallos nuevos que crecerán du-
rante la siguiente primavera y verano. En las plantas
que tienden a un crecimiento desplegado y poco po-
blado se puede estimular la ramificación mediante el
despunte o el pinzado -como se dice en la jerga es-
pecializada- de las punras de los brotes aún tiernos.
Los jardineros versados en las fucsias lo saben r con-
tribuyen a mejorar con este método el aspecto de los
ejemplares que presentan un crecimiento poco com-
pacto. Al realizar esta tarea puede .;er que se retiren
también los brotes de las flores simados en las punras
de los vástagos, pero hay que aceptarlo así¡ la planta
compellS11 esta pérdida muy pronro a tn~vés de nue- ·-y m 1NIJ(hlll pkmt111 11 rontimuuíón st rtromimda haur
vos vástagos con botones de flores. Sobra decir que un intm.rq Jespulllt.

15
Dtsptmu: primm St dtrpunra ti vá:sr11go pmwJ'III
y lutgo Wi lamvlts.

se debe proceder con cuidado, eliminando única-


mente la punta tierna de las ramas aisladas.
Además de e~ta poda, algunas plantaS de macea
admiten la po'ibilid:ad de una poda especial de cla-
rerulo para darles fomu, espec:Wmente cuando
uno pretende criar por si mismo una pl:ana joven
y convenirla en un uonquito alto, realmente cos-
Asl st prtJUml un11 plgnw dt trlmiJUim alto. toso en el mercado. A este grupo pertenecen casi
todos los arbustOs leñosos de flores. Habría que ci-
tar ante todo la margarita pero también las Bou-
gaimlllkil, las rucs1as, las lamanas, las Plumbago aun-
aJara y algunas ouas que pueden adoptar la fomu
de uonquito alto ron un poro de paciencia. Para
eUo, hay que límp1ar de rama:; el vástago más "igo-
roso de una planta joven, eliminar regulannenre
rodas las nmi6caciones que salen del taUo r final-
mente desmecharla en el momento en que ha al-
c:anzado la alrura deseada. Se consigue una copa
cupida cuando se despunta repetidas veces las ra-
mas que la fonnan.
Al igual que en orras tareas de mamemmientO,
también hay pautas establecidas para el cambio de
recipiente. Así, pan saber cuándo es necesario uas-
pl:antar hay que tener en cuenta el tamaño y el cre-
cimiento de la planta, la envetg3dura de las raices y
el estado del sustrato. No todas las plantas son
como Datura que crece mejor cuamo más espacio
posea. Ya hem~ mencionado asimismo que la yuca
también puede mv en una maceta pequeña inclu-
so cu:ando el rupido cepeUón de las raíces ha desa-
lojado pr.icticameme toda la tierra, hasta el punto
Dulunmna ú 17'f11fUito liw; lis 1UTflmW """"/lAs que d día menos pensado el tiesto puede esmllar
urmb1in t•m /1" ti mitmo amimJ. por la pre.ión.
16
El cambio de tiesto se realiza a la salida del in-
vierno o durante In primavera, en el momento en
que las plantas empier.an a vegetar. Elija siempre
un recipiente ligeramente más grande para que
pueda reJJenar con tierra nueva el espacio libre
entre el recipiente y el cepellón de las rafees. En
el caso de muchos arbustos como la Dawra o la
adelfa se recom1enda además desmenuzar vigoro-
samente el entnlmado de las raíces perimetrales
con un cuchillo afilado y grande. De esta forma ,
además de conseguir más espacio en la maceta, la
planta recibe un estímulo para volver a formar
nuevas raíces. La absorción de agua y de nutrien-
En alguTIIJS plnntiJS st rromtíroda de.rmmuZIIr vigorowrnrorr tes también aumenta, actuando favorablemente
el mtnmuulo de las raíces antes dt rnmburrlns dt 11uu:et1L
sobre la vegeración y el crecimiento. Se puede
mezclar unos puñados de raspadura de cuerno en
el sustrato; con la fertilización se empieza sólo en
el momento en que aparecen los brotes nuevos,
pues es indicio de que las raíces han agarrado en
el nuevo alojamiento.

Protección durante
el invierno
Los meses invernales, fríos y escasos de luz, son
la peor época para todas las plantas de maceta en
lugares algo fríos que no puedan ser alojadas en un
pequeño invernadero. Para la mayoría de estas
planras exóticas resultan idóneos los lugares pro-
tegidos de las heladas, y a la vez frescos y lumino-
Dt est11 munms bll] más r:spa.-io m ÚJ mll«ttl y putdt sos. Pero ¿quién los tiene? Lo que podemos ofre-
rtllmursr ctm tJtn11 nUl'l.' ll, /t1 t1111/ mimuÚJ 16fgmanon cerles es casi siempre un paliativo de emergencia:
dt nuev/JS ratees. sótanos, buhardillas, garajes, las esc~leras de la
casa o la sala de estar. Las dificultades empiezan
cuando hay que conseguir que más de uno o dos
ejemplares superen el invierno. Nuestras posibili-
dades de prestarles ayuda son limitadas. Principal-
mente consisten en preservar el cepellón de la
sequía, pero sobre todo del encharcamiento. A
menudo también hay que airear la planta durante
algunas horas, mel uso en los días más fríos. Procu-
re no introducir las plantas en su alojamiento in-
,·emal con la tierra empapada, ya que, en una sala
oscura r fría, las r:JÍCes se pudren antes de que el
sustrato pueda sec:1rse.
La poda de rebaje que se realiza en oroño con-
&ras ralees putdm hacer rn~mtar las partdrs dtl rmp1mtt tribuye a ahorrar espacio y evita el riesgo de un
11/0JN·nndtl tuf qut necesítun un tiestO 111/fi"'. ataque de hongos. Utilizar la sala de estar de in-
17
vemadero para algunas planw como los limone- mente se cree. Hay que añadir que, si se dispone de
ros. los naranjos, el ensetc, las adelfas o la yuca en un lug-ar protegido en la terr3za o una pared que re-
los lugares muy fnos es complemmente hctible, tengo~ el viento y la llu\ia, no luly que temer el efccro
pero muchas veces no da rcsulmdo sobre todo SI de las primeras heladas nocrumas. .Pero es evidente
las pJanras son de grnn rnmaño y ~i no hay luz su- que el 1!1bisms, la Tibou{hinn, eJ E11sett, el Ptipyms y
ficiente. En un lu83r cálido el crecimiento no se la Bougo¡m•illta no deberían exponerse a est:l prue-
interrumpe, r como la planm requiere una omn- b:t. Las plamas que h2n pasado el invierno en un lu-
dad de luz suficiente para su ciclo nul, la claridad g'JC frío :;on menos sensibles que 1:1.'. que hayan es-
es imprescindible. Por lo denús. en una h:tbira- tado en un lug:¡r cilido y. en consecucnciJ, bromo
ción cilida cabe esperar e:¡,¡ ine\'irablemente b antes. Dado que los retoños tiernos}' verdes apena~
:1panción de ácaros ) cochmlllas. En general, se resisten los fríos posrin\·emales, no com;ene de-
debería acortar eJ periodo de descanso invernal en j:lrlas al aire hbre demasiado pronto. Sí wste la po-
la medida de lo postble. En cambio, en los lugares sibilidad, e.st::IS planms deben colocar:e a principios
en que las heladas no sean frecuentes, para 12 ma- de marzo en un lugar luminoso paro que b vegem-
yoría de especies hasmní con ~im:~rlas en un lugar CIOO s.1lga cuanto antes. Cuando se emp1eza n va-
protegido. bajo una cubiem. o al abngo de los ciar el invernadero hay q\1e rtner presente que co-
vientos fríos. locarlas de pronto a pleno sol puede ser mort:tl, y
Mientras son jóveno, la mayoría de las plantaS en el mejor de los cnsos puede pr0110<::1r daños con-
de maceta resisten d frío mas de lo que general- ,¡dt:r-Jhles en los \'lÍSI:lgOS y las hojas.
18
La ubicación en el exterior
Constantemente se alude a la circunstancia com-
probada por informes experimentales, según la
cual, determinadas plantas de maceta, de origen
subtropical o incluso tropical -trasplantadas en la
tierra-, también pueden pasar el invierno al aire
libre. Entre las que presentan cierta tolerancia a las
heladas, se encuentran, por ejemplo, el palmito
(Trachycarpus fommet), el níspero del Japón (Erio-
botrya joponíco), la araucaria (Amumrin IJraucano), la
higuera (Ficus carien), el laurel (Louru.s nobilís), la la-
gerstroemia (Lngmtroemin indita), el granado (Pu-
nico grnnntum), el olivo (Olea an·opnea) y la magno-
lia perenne (Magnolia grandifora).
Ahora bien, La resistencia real al invierno no se
Las pln~ttns ávidos tk luz también ron stnsilrla... mide sólo por los diez o doce grados bajo cero que
puedan tolerar las plantas a corto plazo. Sin du&a,
hay que añadir otros factores imprevisibles que
pueden constituir un agravante y representar cons-
tantemente un riesgo. Primero, las temperaturas
mencionadas siempre se refieren a los ejemplares
adultos de las diferentes especies citadas, nunca a
plantas jóvenes. Y, en segundo lugar, el grado de
humedad de la tierra durante el otoño es decisivo,
ya que a su vez contribuye a determinar la configu-
ración del suelo. Una tierra compacta y poco poro-
sa tiende a encharcamientos duraderos debido a las
frecuentes lluvias del otoño. El siguiente paso, en
lugares verdaderamente fríos, consiste en que las
heladas prolongadas provocan un rápido descenso
de la temperatura en la zona de las raíces debido a
la congelación del agua, un proceso que ni siquiera
los arbustos vigorosos pueden contrarrestar.
... roondo se w/(Xnll ni sol inmedimnmmte dapuis Las plantas perennes de maceta, en los jardines
tlel tlescnn¡o inv~nl.
de zonas muy frías, sufren la amenaza de otros pe-
ligros que ya conocemos en el jardín por los arbus-
tos de hoja perennes: en un suelo helado, el agua no
Esto es válido también para las plantas que pasan está disponible en la tierra, en cambio, continúa la
el verano bajo un sol imenso como, por ejemplo, evaporación a través de las hojas. Las consecuen-
Los cactuS y otras suculentas. Mucha más precau- cias son daños por sequía que sólo pueden evitarse
ción hay que tener con las Bougninvilka, los Citrus, mediante un riego abundante durante los periodos
los ceibos, las lagerstroemia, las Plumhago twrimlntn sin heladas.
y otras plantaS amantes de la luz. En general, se de- Sin duda, una estera de juncos o una arpillera pue-
bería dejar que la vegetación se desarrollara paula- de proteger las plantas perennes tanto de los rayos
tinamente; para ello Jo más importante es ser co- solares, que aceleran la evaporación, como de los
medidos con el riego y administrar la primera dosis vientos secos. Asimismo, el problema ya menciona-
de abono cuando la planta haya brotado por com- do del encharcamiento duradero en una tierra com-
pleto, lo cual garantiza un crecimiento armónico. pacta puede evitarse colocando arena gruesa o peda-
JI)
zos de teja en el orificio de la maceta. Para ayudar a
la planta a pasar el invierno, también cabe la posibi-
lidad de cubrirla con una protección de lona o simi-
lar, o incluso colocarla bajo una fuente de lut eléc-
trica. Pero codo esto cuesta esfuerzo y hay que
calcular también los gastoS.
En la wna mediterránea, las especies más delica-
das deberían estar en una orientación a mediodía,
en un rincón cálido del jardín, particu.lannente en
invierno. Por ejemplo las Srnn4, las Bougninvillra,
o los HibisntJ' deben resguardarse en un cobeniro o
similar, sobre todo durante los periodos más frfos.

Parásitos y enfermedades
Las plan ros de macero no están a salvo de ser in-
fectadas por organismos perjudiciales, ya sean
animales, bacterias u hongos. Un ataque de esre
Erptcialmmtt ptligroso paro kls plllntas ptrmnes: tlllgtm tipo se puede extender muy especialmente en alo-
del sta/o está cortgtúuw, no obst111tu 111 wapomiún n sigut jamientos invernales que no sean idóneos. En la
producinu/4 a trl1tlis Jr lAs bojas.
casa -y ante todo en el jardín- generalmente
sólo recurrimos a productos quúnicos en caso de
enrema necesidad, debido a su tOXIcidad y al daño
que provocan en el medio ambiente. ~o obstante,
en el caso de Jos arbusros cultivados en maceta,
podemos emplear este opo de preparados mucho
antes sin temor a deteriorar el medio ambiente,
siempre que siga minuciosamente las instruccio-
nes del fabricante respecto a la dosificación, obje-
tivos del uso y posibles peligros. Estas prescrip-
ciones son una llamada de arenoón para proteger
a las personas de los componentes tóxicos, aunque
también son válidas para proteger las abe¡as, las
aguas residuales}' el resto del medio na rural. Aho-
ra bien, los insecticidas se emplean únicamente
cuando otros medios no basten, o sea, cuando no
podamos desprender los parásitos manu:llmente,
con un cepillo o pulverizando la planta con agua.
Por lo demás, están los productos •biológicos-
para proteger las planw. Entre ellos se encuen-
~ por e¡emplo, los preparados a base de pire-
trinas, hoy sometidos regulaonence a controles de
toxicidad e:.tatales al igual que el resto de produc-
tos fitosanitarios. De todas formas, es muy impor-
tante saber identificar La patología que sufre la
planta, y elegir tanto el producto más efectivo (y
menos tóxico) como el momento oportuno para
aplicar el tntamíento.
Las diferentes especies de pulgones pululan
Prufeai¡n im•mu/ IIUdilia. St 1M~ illdtm siempre por el jardín, por el balcón y la terraza.
m ti Jrnutjt Jc la pla:nu. Fgm m ti fon44 tld •gr¡¡r:n. Sólo mur pocas plantas repelen su ataque. dtrigi-
20
A mmudo nrum dt ayuda las medidas monunlts f011UI oq11í: Los pio;os dt /¡¡ h~a SIICrionon /¡¡ SilVia de /¡¡¡ pÚintas y
los gorgojos, susctptiblts dt come 11 /¡¡ mmor Sltl11dida, u segregan flllfl sustonria ¡¡mmoso. Un intmso otoq~n putde
ruogm con /¡¡ mano. provocar tioños dn:amulMYS.

do especialmente a plantas de follaje blando y a


vástagos jóvenes. Alü donde no sin'3 de ayuda la
pulverización con un fuerte chorro de agua o sim-
plemenre no sea posible por el deterioro impücito
de una parte frágil de la plant;~, y una vez descar-
tado el extracto de ortigas sin diluir, se puede em-
plear ocasionalmente un aerosol insecticida o pul-
verizar la planta con un producto apropiado
contra parásitos succiolllldores. Si se opta por el
insecticida, lo menos nocivo para el medio am-
biente es el riego con un preparado sistémico, por
ejemplo, «Roxion» o «t\>1eta systox-. Este tipo de
productos son absorbidos por las raíces y distri-
buidos por toda la planta a través de la savia. de
manera que llegan incluso h11sta el lug11r en que
los parásitos se sienten seguros del envenena-
miento por contacto, o sea, a las hojas enrolladas Un producro ristbnico añadido 11l aguo dti riego ts absorbido
unas con otras e incluso a los ejes más intrincados por ÚJS raíces que /Q diJtribuytn por todo la planto.
de la hoja.
Entre los parásitos más tenaces de las diferentes re medidas para combatirlas. En primer lugar, se
plantas de maceta, como la adelfa y la palmera, se procede a eliminar las cochinillas aJü donde estén
encuentran las cochinillas. Las hembras permane- con un cepillo de dien~. pues sólo así surte efecto
cen inmóviles y se protegen contra los insecticidas la aplicación de un insecticida que llegue también a
bajo un duro caparazón o una cubierta de aspecto las larvas. Los preparados que contienen benzol
algodonoso, mientras que sólo las diminutas lan'3S, dan buenos resultados contra los insectos succiona-
imperceptibles aJ ojo poco adiestrado, son extre- dores, porque penetran la coraza de las hembras y
mamente dañinas. Dado que el daiio que causan en las mata, lo que no ocurre con el cepillado. Este
la plan m sólo es visible cuando descubrimos los es- rraramiento debe repetirse de nuevo diez dfas des-
cudos de las hembras, hay que buscar forL..Osamen- pués. Las negrillas que aparecen después de un ata-
21
que de pulgones o cochinillas en las hojas, se elimi-
nan con un rrapo blando y agua jabonosa suave. Se
rrata de un hongo que vive en la superficie de la
hoja, sin atacarla, pero alimentándose de las sustan-
cias azucaradas secretadas por los insecros; este
hongo impide que la hoja desarrolle correctamente
la fotosíntesis al no recibir luz, aparte del efecto
antiestético de las manchas. Cochinilltls bajo su capm·nzón.
La mosca blanca se conoce sobre rodo como un
parásito difícil de combatir en Yentanas con flores y
en invernaderos. Al aire libre se puede reconocer su
desagradable presencia sobre todo en las mesías, es-
pecialmente si se encuentran en un lugar cálido y
protegido del viento. Pero, cuando las condiciones
son livorables, también orras plantas de maceta
pueden ser atacadas por estos animales. Defender
las plantas ame un posible ataque es difícil, porque
la mosca blanC<I se aloja principalmente en el envés
de las hojas. Los huevos y las larvas son muy resis-
tentes a la mayoría de insecticidas y presenta un alto
índice de propagación. Los mejores resultados se 1Hasca bflmca 7tproducida a grn11 ermln.
obtienen con «Ambush» y «Ekamet>>, pero su efec-
to sólo es duradero cuando el tratamiento se repite
rres veces por semana. }4s tablillas amarillas donde
los parásitos se quedan adheridos sólo son recomen-
dables en espacios cerrados.
Orro parásito de las plantas aún más desagrada-
ble es el gorgojo de boca grande, un insecto ne-
gro de unos 1O mm de largo que ataca las hojas de
muchas plantas al aire libre, sobre todo las del ro-
dodendron, ocasionando manchas en forma de
sombra por el borde. Estos animales de actividad
nocturna e incapaces de volar, pueden cogerse por
LIITVns drl g111-gojo m 111lO 'ri1ÍZ.
la noche a la luz de una lámpara de mesa teniendo
la precaución de poner un plato debajo de la presa
descubierta, ya que, con la más leve sacudida, el
gorgojo puede caerse enseguida al suelo. Otra po-
sibilidad consiste en pulverizar la tierra del tiesm ser el rododendron una planta muy cultivada en
con un insecticida que el insecto palpará cuando se nuestro país, estos problemas suelen ser ocasiona-
deslice de su agujero al anochecer en busca de los les. Los ácaros o las arañas rojas aparecen en las
nurrlentes de la planta. Las larvas que viven deba- plantas de cuba sobre todo cuando la ubicación es
jo deJa tierra son aún más peligrosas que el propio cálida, y el aire, seco. Si uno se fija bien, puede re-
insecto, ya que, al alimentarse de las raíces, pue- conocer en las hojas y en los vástagos las finas te-
den deteriorar gravemente la planta, que ya no se larañas de estos arácnidos que dañan la planta suc-
recupera. Es conveniente extraer las plantas pe- cionando su savia, y que suelen ser los invitados
queñas de la maceta para poder retirar las larvas de más frecuemes de las plantas de interior. Para
las raíces. Los entendidos aconsejan añadir «Eka- combatidos se puede recurrir a productos especí-
met» al agua del riego, pero no es lo más adecua- ficos: los acaricidas. Los Lnsecticidas habituales
do contra estos parásitos. De todas formas, al no pueden comcncr en su composición algún pro-
22
gruu:a sobre las hojas, se presenta casi exclusiva-
mente donde actúan Los insectos parásitos de la
hoja: sus secrccaones se comierten en nucriemes de
Los diferentes hongos negros. Combatir la neg'lilla
direct:amente con fungicidas no es mu}· provecho-
so, ante todo hay que atajar la causa del :ataque: los
insectos. Posteriormente con~;ene lavar la capa que
obstruye 1~ orificios en La superficie de las hojas,
Ntgrifla sobrt lit tilf'll peglljosa qut dd11 lit •-othimlla.
ya que dificulta el intercambio gaseoso, un proceso
absolutamente vital para las plantas.
La Botryt1s ri11ma, cuya capa cenicienta de hon-
gos la conocemos sobre todo por Los fresales, es un
dueto que actúe como acaricida, por lo que tam- mal típicamente invernal en las planes de macera.
bién elmunan los ácaros, circunstancaa que, por En lugares frío~. mal ventilad01; y con una humedad
otra pane, se suele indicar en las inmucciones del ambiental eiC\":Ida, este hongo aparece con mucha
producto. frecuenca.a. Los fungicidas especiales que también
Enue las enfermedades fúngicas que atacan a las se pueden adquirir en pequeños paquetes son efec-
plantas de maceta, cabe citar fundamenr:almente eJ tivos l:a mayoria de Las veces. Hay que retirar las
mildau y la negrilla. El mildiu, que~ reconoce por- ~de las plantas afectadas y tirarlas a la basura,
que forma una capa puh-erulenu blanquecina, se dado que ~re hongo con capacid:ad p:ara desarro-
combate de forma efectiva con funcig'ldas ~peda­ Uar<>e ambién en m:ateria muerm, en circunsancias
les, pero anres deben retirarse toda) las partes in- favorablt!ll, podría reproducirse ,;goros:amente en
fectadas. eJ estercolero, en el caso de que aprovechemos los
La negrilla, que forma una capa pegajosa y ne- residuos ''egcmles para hacer composr.
23
Plantas trep11d4rm 4(fi1Ó1Jiks». Un miníestmu¡ue t11 11110 cuba de 111adera.

El tema principal de este libro ha sido hasta aqui Lo ideal: el jardín de invierno
el cultivo de maceta «clásico», a saber, el manteru-
mienro y cuidado de plantas más o menos exóticas Aproximadamente a comienzOs de los años ochen-
y acostumbradas al calor que, dispuestas en grandes ta, cuando en el centro y el norte de Europa los
recipientes, adornan balcones, terrazas y porches jardines de invierno volvieron a ponerse de moda,
durante el verano y el otoño; y que, en invierno, a sus propietarios les sucedió lo mismo que a los
suelen ser alojadas con esmero y tacto en un lugar aficionados a la jardinería de exterior: creían po-
protegido del frío o incluso en un in,vernadero ru- der conseguir un maravilloso prado de flores mul-
dimentario. ticolores y silvestres. Sin embargo, tanto unos
Para los aficionados a las plantas de maceta y los como otros acababan sintiéndose decepcionados,
«jardines móviles», hay además otras posibilidades y ruvo que pasar algún tiempo hasta que la euforia
tanto en lo que se refiere al troto con estas sugesti- inicial dejó paso a las consideraciones prácticas.
vas plantas como en lo relativo a la composición El preocupante aspecto de las plantas lánguidas y
floral y la práctica de la jardinería en maceta. hasta agonizantes era indicio suficiente de que la
En las páginas siguientes se proponen algunas protección de cristal por sí sola no era una garan-
sugerencias que demuestran la variedad del culti- tía de un crecimiento ex-ubenlnte y rico en flores.
vo en maceta: desde trucos para disfrutar con un Por mucho que las empresas de construcción en-
jardín de invierno, pasando por indicaciones rela- tendieran de estética y hubieran acumulado expe-
tivas a la conservación de las plantas exóticas en el riencias en fabricación de viviendas, sus escasas
e.xtecior y a su mantenimiento durante el invier- nociones de jardinería no bastaban porque cons-
no en el interior, hasta cómo convertir una mace- truian igual que para las personas -en el mejor
ta en un parterre de flores, un vergel de hortalizas, de los casos- sin tener en cuenta las necesidades
un miniestanque o un jardín con arbustos dura· especiales de las plantas y menos aún las de las fo -
deros. ráneas. De modo que se rráraron con negligencia

24
o de fonna inadecuada cuestiones primordiales
para la "ida de la planta como las postbilldade) de
ventilactón y sombra, asi como lo:. problemas de
la calefacción}' el :uslamiento del calor. La perso-
na que renga la intenctón de construirse un jardín
de invierno, en el sentido estricto del término, de-
bería encarg:¡r su construcción a un fabricante
con experiencta en invernaderos para pequeños
arbustos.
A.~imb.mo, habría que elegir bien las planus por-
que no suelen -.er bararas. La person:a que opte por
especies de colbiderable crectmtento como b pal-
mer:a datiler:a, el eucalipto, u otras plantas de gran
desarrollo ongtnnnas de zonas tropicales, en muy
poco tiempo, ver-á frenados sus anhelos por el teja-
do de cristal. Dado que por norma general el jardín
de invierno se usa como «Sala verde» adicional, se
recomienda -'>Cgún las posibiJidades- embelle-
cerla con arbustos que no pierden las ho¡as: >' elegir
Oll"'S que florezcan también en la c:st:~ción ím·cmal
para la parte inferior.
Entre ello:. figuran el Abutikm, la D.11ur11 sangtu-
nu, 13 Bouv,lltm·tlltll} la Ttboucbinll. En invenude-
ro, la flor de 13 pasión, por ejemplo, puede presen-

Cubrtmál) l4s titmlS crm titm1 1t tvn~ig~ un11 rumposuiin muy llrTIIml'll

25
Estn Datur.l se plantó m moma y aparmtrmmte
ft simte mny bittl.

dín de invierno, dado que, de lo contrario, se ex-


tienden con más facilidad las enfermedades y el
cuidado de las plantas resulta más difícil.

Así se consigtu hacer «im•isib/e,. 1111 rimo.


Plantas tropicales en el suelo
tar una floración temprana, o prolongada hasta
bien entrado el invierno. En este apartado no trataremos nuevamente el
En el jardín de invierno también es importante tema del cultivo de las especies que toleran el fr:ío
que las plantas estén cerca del suelo. Si descarta- y que pueden conservarse en el exterior durante el
mos las bandejas de cultivo y sólo nos dedicamos a invierno si las condiciones climáticas son favora-
las plantas de tiesto, el espacio pierde gran parte bles. Antes bien, abordaremos una posibilidad de
de su encanto natural y difícilmente podremos cultivo que no es nueva en absoluto para lugares
hacernos a la idea de que nos encontramos en un con heladas frecuentes en invierno, pero que Jos
· jardín exótico. La estancia será mucho más inte- aficionados practican sólo en muy raras ocasiones,
resante si se le procura una superficie de tierr~ y eso que esta técnica a menudo aumenta el atrac-
donde hundir los pequeños tiestos y recipientes tivo de su exótica floración. Muchas plantas se
hasta los bordes para que no se vean. Plantar los muestran en todo su esplendor únicamente cuan-
arbustos en el suelo directamente no es muy reco- do son liberadas de la maceta, es decir, cuando se
mendable, ya que enseguid~ empiezan a enredarse permite que sus raíces se extiendan por el suelo
las raíces hasta deslizarse juntas por debajo de la del jardín. Este es el caso de la trompeta del jui-
tierra: a partir de ese momento no se pueden sepa- cio, de las fucsias, la P/umbago auriro/ota, la !anta-
rar sin causar daños a sus vecinas. Pero a veces no na y la flor de la pasión. Para que el cepellón se
queda más remedio que desligarlas cuando hay conserve y no se dañe involuntariamente, la plan:
que cambiar la planta de sitio, o bien cuando las ta se introduce en un recipiente de plástico con
plantas enfermas requieren un tratamiento especí- grandes orificios, como un cesto de supermercado
fico. Asimismo, el cultivo en tiesto frena el desme- por ejemplo. A continuación, se hunde en el sue-
dido crecimiento silvestre, factor a evitar en el jar- lo del jardín hasta que su superficie aún pueda cu-

26
6cios: a continuación, se levanta el recipiente del
suelo por las asas y se introduce en el invernadero.
Las raíces que sobresalgan por los laterales se po-
dan porque morióan de todas formas. En este mé~
tOdo es muy importante controlar durante el in~
\'Íerno la humedad del sustratO del canasto con más
frecuencia que en el caso de las plantas alojadas en
una macem. Para evitar que el alojamiento invernal
se inunde, se puede introducir el cesto en una gran
bolsa de plástico. Pero si ésta no es rransp:lrente,
cabe el peligro de que se empape por completo,
dado que puede almacenar uo excedente de agua.

La maceta como parterre


de flores
A1l dt fáal ts elakjmnitnt~ mt:muzl cuando sr rriiJfiiiiTitll
11 u11 mro. 1. Lr titrro y liu r11lm llllinrtts sr um1dm Ya hemos dicho que el cultivo en macem posee
Cl111 U1111 pafll.
un campo de aplicación muy amplio y no hay ra-
zón para limitarse solamente a las plantas exóticas
resistentes al invierno. Aparte de los :lrbustos
grandes que pueden conservarse siempre como
bonsáis en los «jardines mó,·iles~, es posible casi
tOdo. Así por ejemplo, todas las flores de balcón se
conser\"an aún mejor en grandes recipientes que
en jardineras, donde florecen especialmente exube-
rantes; lo mismo ocurre con las anuales que real-
z.w parterres y arriates con su colorido variopinto.
La persona que desee transformar su terraza en un
jardín florido de verano y que, sin embargo, tema
la afanosa tarea de cobijar las «clásicaS» plantaS en
invierno o no tenga posibilidad de hacerlo, podr3
así ver colmados sus deseos.
Las plantas vivaces y los bulbos también se pue-
den culúvar fácilmente en maceta. Incluso la rnal-
varosa, los lirios y el acamo despliegan espontá-
neameme sus flores; asimismo, el conjunto adquiere
una atractiva apariencia cuando se plantan diferen-
Les tipos de siempre\'ÍV:l en un gran cuenco poco
hondo. O tal vez prefiera intentar una combina-
2. Ln1 raírts !JIIt sobran/m st rliminnn. ción de lirios holandeses blancos y heliotropo a:t.ul
nocturno. Los célebres híbridos «Midcenru~ del
brirse con algunos centímetros de tierra. En este criador de lirios Jan de Graaff han dado muy bue-
aspectO, el cuidado estiv:1l no se diferencia del cuJ- nos resultados en los «jardines móviiCSJo. Las gai-
úvo en macem. llardias, el ojo de poeta. la rudbeclcia o los lupinos
Anres de colocarlo en su alojamiento invernal se se pueden plantar en la maceta juruo a orras plan-
sacude la tierra alrededor del cesro, con lo cual tas airas mezcladas cQn vivaces bajas; una composi-
queda visible parre de las raíces a través de los ori- ción lograda florece 11 lo largo de todo el año.
27
li;.r lirios son fltmbiin muy ntrartivos m tiesto. l.os tulipanes sr 11bren dumme In primavera.

Mttcba.s j711res de balcón Jlorrren e:rubrmntf.r En mllmn, /¡¡s rudbeckia combilllm bim con otras pl¡mta;
en gmmw rrdpirow. en tonos 1-ojos y rrtules.

La floración de los bulbos de primavera como los Otra posibilidad interesante es combinar flores
tulipanes, narcisos y jacintos tal vez vayan a la cabe- de verano y plantas vivaces con herbáceas orna-
za. Sin duda, el aficionado a las plantas de jardín en mentales o variedades de arbustos enanos. Estas
maceta deberá dedicar algo de esfuerzo a la tarea de composiciones requieren más cujdados que las
plantar ininterrumpidamente desde marzo hasta macetas exclusivamente de flores, y se debe pro-
entrado el otoño para que no haya pausas demasia- curar que las plantas elegidas no sean muy distin-
do largas entre los periodos de floración de cada tas en sus exigencias de luz, agua y nutrientes.
planta. Ante todo, hay que tener siempre tiestos de Con un poco de tl.'Periencia se puede probar una
reserva suficientes donde las plantas de cada esta- gran variedad de técnicas muy atractivas, propias
ción puedan hospedarse. del «jardín móvil».

28
Los cactus
y otras suculentas
Si su interés por los cactus va más allá de obser-
var el porte de un Cactus de Navidad o de Pascua
(Epíphyllum) y ha reunido ya unos cuantos ejem-
plares disrintos, ha llegado el momento de reser-
var un lugar extra en el jardín de verano para esta
familia de plantas rara y multiforme. Si se dispo-
nen los tiestos apiñados en un lugar cualquiera al
aire libre, se deja escapar la ocasión de apreciar
una imagen plenamente efectista. Además, es muy
fácil instalar en una esquina soleada un pequeño
jardín desértico. Lo único que hay que conseguir
es arena; y se emplea tanta como sea necesaria
para que los tiestos queden enterrados hasta el Sw:ulrottls m ww unesa de pitdm.
borde. Unas cuantas piedras para perfilar los con-
tomos, dispuestas entre las plantas, adornan y Los frutales
completan el encanto natural de este paisaje en
miniatura. Es con,veniente establecer algunas di- y las plantas de baya
ferencias de altura. Tenga presente el tamaño de
la planta en la composición, de manen que los El cultivo de todo tipo de frutales en macetones
grandes cactus de columna o de candelabro que- no es un invento de nuestros días. Ya en el siglo XIX
den en la parte de atrás del arriete, y los pequeños, los interesados en la materia se pusieron a trabajar
delante. Lo importante es el drenaje; el agua de sobre el <<jardín frutal móvil», consiguiendo con
los aguaceros estivales no debe permanecer mu- éxito manzanas, peras, albaricoques y melocotones.
cho tiempo en la zona de las _raíces, sino que debe Una tarea que requería buenos conocirnienros de
fluir !lacia abajo. jardineóa, ya que en aquel tiempo aún no se cono-
dan arbustos como los evónirnos y las plantas sólo
se podían mantener bajas y con forma mmando las
medidas de poda oportunas.
Evidentemente, nunca se puede esperar de las
frutas cultivadas en maceta una cosecha tan rica h~­
ta el punto que merezca la pena su almacenamiento,
por ejemplo. Pero dedicarse a ello es una afición
interesante que aúna en sí la jardinería ornamental y
la útil, ya que las manzanas, las peras o las cerezas
amargas son unas agradecidas flores de primavera
cuyo colorido embellece el balcón, la terraza o la en-
trada de la casa. La persona sin experiencia deberla
empezar con un manzano joven para asegurarse,
dentro de lo posible, las mayores probabilidades de
éxito. Luego, el surtido puede hacerse extensivo a
peras, cerezas amargas, ciruelas y melocotones, así
como, con un poco más de experiencia, también a las
cer_ezas dulces, cuya obtención se considera el paso
previo al final del aprendizaje. (Las variedades de pe-
queño tamaño son las más d.iñciles de cultivar en
Un atractivo puisaj~ dt ptqunios c/JCtus: los rimos st han maceta.) El albaricoquero no merece la pena debido
bmulido en In tim-a, culrrimdo/a luego erro 11rma y a su escasa producción.Por el comrorio, las grosellas
pitdrar. apenas presentan dificultades si se crían como cepa.
29
No sólo es útil sino tnmbim hemroso: un ma11Z111Jo En la poda se sigue el procedimiemo propio de h!s froto/es
C1l unJlmaceta. plomados m el extet'ir!r.

verdes a principios del verano, cuando miden unos


20 cm de largo. Si se corran aproximadamente has-
ta la mirad, se favorece la formación y alimenta-
ción de los brotes que saJen por debajo del punto
de corre.
Anres de que lleguen las heladas, en los lugares
muy fríos hay que tomar las precauciones necesa-
rias para el invierno, ya que, en comparación con
los frutales plantados en cierra, los de macera tole-
ran peor las bajas temperaturas. Alli donde los in-
Una obundnllle ~recbn de fi•e.ros tombiin et (Wible viernos suelen ser suaves basta con colocar los reci-
plantándoln.r m tiestos.
pientes con los arbolitos ahora sin hojas, uno aJ
lado de otro, en un lugar resguardado, por ejemplo,
Las fresas pueden culcivarse bien en una jardine- junto aJ muro de una casa o un cobercizo, prote-
ra de obra y en maceteros colgantes o de madera en giendo los tiestos igualmente con ramas secas de
cuyas paredes se hayan practicado antes unos agu- pino. También se puede construir en algún lugar
jeros redondos para el drenaje. un sencillo entramado y cubrirlo con una lámina
En cuanto aJ abomdoy al riego, exigen los mis- protectora o con una arpillera. Para paliar los efec-
mos cuidados que las demás plantas de maceta, y tos de largos periodos con bajas temperaturas, los
la poda debe hacerse de acuerdo con los procedi- recipientes se hunden en un rincón protegido del
mientos propios de la poda de frutales. En gene- jardín hasta que los intensos fríos hagan necesario
ral, se trata de procurar tener siempre suficientes cubrirlos con una gruesa capa de tierra por encima.
vástagos con frutos, lo cual se consigue con árbo- Si se dispone de una sala fría y seca, las plantas tam-
les añosos. Se ha comprobado el buen resultado bién pueden pasar en ella el invierno, evidente-
del despunte o del pinzado de los vástagos aún mente.

30
El ct1lrivo dr tomates m 'IJ/octta 110 ts problnnático, siempri! Casi todlls /¡¡¡ hie~·bus aromáticas pueden crinr:re
qtu st elijan /¡11 vm·iedildus de balcón. m moceros ojardineras.

Un jardín de hortalizas
Plantar verduras y hierbas en maceta aún es más
rncil que cultivar frutales. En este caso, sin duda hay
que prestar una atención especial al lugar. A todas
las e.c;pecies les conviene un sitio soleado hasta sc-
miumbóo. Por el contrario, pocas especies toleran
Wl lugar siempre sombrío. La sombra de la espesa
copa de un árbol o de un ei:lificio contiguo apenas es
apropiada para lo que no sean berros y lechugas ri-
zadas. En balcones especialmente salientes, se suma
el factor del viento que influye negativamente; sólo
podóamos apostar por este emplazamiento si fuera
posible recurrir a esteras de junco o de plástico. En
la rabia de la página siguiente se recogen datos más
precisos acerca de las necesidades de luz y de la sen- Los pimientos 1/tct.Sitlln aguo abwlliamt y protección comra
sibilidad al viento de cada una de estas plantas. ti viento.
Para el abastecimiento de nutrientes de las ver-
duras anuales se emplean abonos de larga duración; exceso de abono. Las hierbas aromáticas que aún
de no hacerlo así, se fertiliza regularmente con do- conservan en gr.m parte su carácter de plantlb
sis reducidas de abono mineral. Calibrar la canti- silvestres y que poseen una escasa necesidad de nu-
dad y el grado de concentración óptima para cada trientes, se comentan casi siempre con tierra mez-
tipo de cultivo es una cuestión de experiencia, ya clada conxaspadura de cuerno.
que \l11 recipiente pequeño puede presentar rápida- En la tabla que sigue se presentan las especies
mente una falta de nutrientes o por el contrario un más frecuentes y sus necesidades.

31
berro + +
judías-verdes + +
habas + +
pepinos + + +
pimientos + + +
perejil + + +
lechuga + + +
rábanos + + +
lechuga rizada t + +
judías blancas + + +
tomates + + +

albahaca + + +
ajedrea de jardín + +
borraja + + +
eneldo + + +
estragón + + +
perifollo + + +
mejorana + +
orégano + +
romero + + +
salvia + +
agrilla + + +
cebollino + + +
tomillo + +
+ +
+:sí -=no

Plantas trepadoras en maceta piente o en una celosía adquirida en un cenrro de


jardinería o en una tienda de bricolaje. También se
Quien baya visto el tamaño que alcan1..an losar- pueden comprar entramados de plástico, o alambre
bustos en unalDllceta de dimensiones reducidas, no revestido de plástico de cualquier medida. De esta
se asombrará tampoco de saber que las grandes en- forma uno mismo puede cubrir de verde-según su
redaderas y lrC¡Jadoras son absolutamente adecua- agrado- grandes o pequeñas superficies yTevesrir
das para este tipo de cultivo. Las anuales pueden es- verjas metálicas u arras partes poco vistosas. Para
tar perfectamente en el balcón o en la teaaza, sólo ello son especialmente adecuadas la calabaza de
requieren un tiesto que no sea demasíado pequeño; adamo (Cucutbita pepo), el ecremocarpo (&cremq-
aunque en esre caso también vale la norma según la CIITJIIIS salber), las ipomeas (lpvmora tricoWr), el gui-
cual la planta crece mejor cuanto más espacio ten- sante de olor (LatbynlS odorlltUS), la furbitia malva
gan las raíces. Las semillas de la mayoría de las plan- (Pharbitis purpuna), la Susana de ojo negro (ThTm-
tas anuales son habiruales en eJ mercado y uno ~­ bergia alota), así como la calabaza (Lagmarill sicera-
mo puede sembrarlas directamente en el lugar que ria). Por nonna genera~ lo más conveniente es un
convenga. Para ayudarlas a trepar se emplean cor- lugar soleado, únicamente la cobea (Cobaea ¡can-
deles que se sujetan con clavijas en la tierra del reci- dms), las habas (Pbaseolus cocdneus) y la capuchina
32
LO! arracth•os tonos dtl otoño dt las planras mpadornr Thunbergia alata¡ la Susana de ojo ntgJ"O requitt·e mucho
li1111hifr1 U CfJTISt¡;um m fa 7n!ltYIII. calor y nnu:ho sol.

Vid sik'tlrrt m 11Ul«/J1. Ce/qsias JHirll lllJ rrtpadorllJ.

(Tropneolummajm, o mejor aún el alto trepador T. Saber hasta qué punto la planta resiste a las hela-
peregrinum) toleran también un lugar semiumbrío. das depende de los rigores del clima del lug;tr, y
Todas las plantas trepadoras de varios años, que también del estado y la edad de las plantas. Para
en su mayoría son casi exclusivamente arbustos o mayor seguridad, la flor de la pasión se poda inten-
semiarbustos toleran el sol y la penumbra. La ser- samente en otoño y se lleva a una sala al abrigo de
pentJria (Aristolocbia mncrophyl!JJ), el eunomio las heladas, aunque casi siempre tolerJ las bajas
(Euonymus fo'ttmei vor. 1·odicons), el..-correquetepi- ternperaruras invernales en un lugar protegido, a
llo» (Polygonum auhertit), la hiedra (Htdera htlix) y menos que el periodo de heladas se prolongue de-
la honensia trepadora (Hydrangta anomola srp. pt- masiado tiempo. Si o;c tienen dudas acerca de si una
tioloris) toleran incluso lugares completamente a la planta resistirá aJ aire libre, habría que preservarla
sombra. Para estimular su crecirmento hay que con ayuda de follaje, rurba u otras materias aislan-
fertilizarlas de forma regular e imensamente y tes que puedan protegerla de una helada intensa; y
abastecerlas con gran cantidad de agua. Esto vale además rodearla con abundantes ramas de pino
sobre todo para el «correquetepillo,. (Polygonum para evitar posibles riesgos.
nubtrtii), la flor de la pasión (Pnssijlora) y el kiwi
(Actinidin).
Un esümqtU! adeCUildo al tnmaiio de m jurdln. lnstalnr tma lwmba de POZfl no es ningcín ¡nvblema.

otras plantas de tiesto, su aspecto a la vista será par-


La maceta ticularmente agradable. Otra posibilidad muy su-
como jardín acuático gestiva es llenar la pila con grandes guijarros sobre
los que corra el agua. También pueden servir de
Con muy pocos medios, cualquier persona pue- ayuda para la decoración los pedestales de plástico
de instalar un miniestanque de las proporciones antes mencionados.
que desee en el balcón, la terraza o junto a un ban- Si prefiere que se vean más las plantas que el
co en el jardín. En tanto que el recipiente no se in- agua, puede acomodar en la cubeta un parterre de
troduzC1l en la tierra -en cuyo casó podría constar pantano con plantas que no sedan cultivables en
jnciuso de un receptáculo de plástico o de un cubo ninguna otra parte: la numularia (LyshriJJchia nzmt-
de albañil- es apropiado cualquierrecipiente habi- mularia), el nomeolvides de pantano (Myosotis pn-
tual hasta incluso una cuba de madera. Con la ayu- lti.St:'r#), el mímulo {Mimulus lutt:us) o el espargaruo
da de un plástico aislante se consigue impenneabi- (Sparganium mínimum) serían algunos de los ejem-
lizar por completo todos los rincones de la pila. plos que C1lbe citar. Asimismo, también puede colo-
Según sea el tamaño del estanque se pueden car dentro un paraguas con su tiesto o dejar nadar
construir diferentes tipos de tarimas con bloques un pequeño nenúfar en la superficie. La anea enana
de st.yropor como los que se venden en las tiendas de (Thypa mínima), que sólo crece 1 m de altuJ:"a, tam-
bricolaje para que puedan albergar también plantas bién es muy decorativa.
pequeñas. Se consigue un interesante efecto si se
retiran las plantas del agua y se instala una bomba
de estanque con un pequeño surtidor o una válvula
de campana pararegular el fluido del agua. Hoy es-
tos pequeños aparatos ya no cuestan tanto y cum-
plen su objetivo. El suave murmullo es relajante y
el agua en movimienro es una delicia para los ojos.
Si el pequeño jardín acuático está dispuesto de ma-
nera que en la parte trasera aún quede espacio para

34
Tmnbi!n las conf/eras son apropiadas parn la mncna. Hitilra, Hedera helix.

Árboles y plantas duraderos nií; además de Coroneoster micropbyllus, el «siempre-


verde» níspero del Japón con 50 cm de alrura,
Si en la entrada de la casa no hay algunas conífe- Euonymus firrttmei, el evónimo posrrado, o Hedera
ras o arbustos de follaje perenne que pongan un ro- belix, nuestra conocida hiedra, que al igual que la
que de alegría en el invierno o si no es posible plan- anterior, es apropiada como planta baja, y puede
tar este tipo de vegetación debido a que se trate de servir también para revestir bordillos. Enrre las co-
tierra suelta, una maceta con arbustos resistentes, níferas enanas (todas entre 50 y lOO cm de altura),
que no pierdan el follaje es una buena alternativa. hay algunas que no crece.n: Cham11ecyporis pisifero,
Por supuesto elegiremos sólo aquellos que sean de Junipems commzmis, el enebro común, así comoJu-
crecimiento lemo por naturaleza. Enrre los arbus- niperos horizontalis, un enebro rasrrero que crece a
tos perennes cabría citar aquí el Berberís buxifo/in ras de suelo, Picea pzmgens, la picea, Pinu.s mugo, el
'Nana', un tipo de agracejo, que alcanza 50 cm de pino de montaña y ótras variedades de Taxus bacca-
al rora, y -con 1m de alrura- la Berberís gagnepai- ta, el tejo.

35
En este recorrido por las plantas de macera, las
indicaciones para el cuidado específico de las mis-
mas siempre han tenido en cuenra sus necesidades FJ gran surtido át lar plantJit para mnctta...
óptimas. Los valores de las temperaturas no tienen
por qué comprobarse exacramente con el rennó-
metro. Es posible que el alojamiento ideal de algu-
nas plantas sea un lugar frío, pero eso no quiere
decir que no acepten uno ligeramente más cálido,
excepto si se erara de un sitio luminoso al mismo
tiempo. Ahora bien, la combinación de oscuro y
cálido. generalmente es desafortunada. En el apar-
rado «alojamiento invernal» se describe con más
detalle la interacción de los diverso) factores. La
recomendación de un lugar soleado no s•gnifica
que una leve penumbra merme el crecimiento y la
floración.
... nos da muchas sarisfoaionrr.

Dadr /11 ti dc tlb111ifin ... ... h11Itn 111 1' de· l'U(II. Pil1m11s J( 1/tJJcrttl qut rmpitcm
(1}11 uta, ársgrntttldamwtc•, tlb hiiJ.

36
AbiiiÍIDII
Abutilón común
El A. megnpotamietml ornamenral, con vástagos Emplazamiento: a ser po~ible soleado, demasiada
Anos y colgantes y flores rojas o am3rillas en fonna sombro merma la floración.
de farolillo, est:l malvácea propia de los trópicos y Riego: durnnte el perfodo vegetativo abundante-
subrrópicos, se conoce hace mucho tiempo como meo t.e, en invierno mantener sólo húmedo.
planta de maceta. Son apreciados sobre todo los Abono: desde la primavera hasta entrado el oroi'io,
numerosos híbrtdos con flores acampanadas, rojas una vez por semana.
o amarillas, a veces rnyadas, así como -según la Alojamiento invernal: oscuro o luminoso, enrre
especie y la procedencia- los de hojas verdes y los 6 y 12 oc.
moteadas también en blanco y amarilln. El A. me- Multiplicación: por esquejes en In primavera; los hí-
gapotomimm es un poco más sensible que los hí- bridos también por semillas¡ el despunte frecuente
bridos. de los esquejes fuvorcoe un crecimiento .frondoso.
Todas estas malváceas admiren ser cultivadas
como arboliw. Se puede corregir su crecimiento,
levemente desplegado, con una incenso poda en fe-
brero o mar¡;o. En un alojamiento in\·ernal cálido
y además luminoso donde el aire sea seco suelen
aparecer ácaros. Como planta de maceta, el abuci-
lón puede ser además atacado por la mosca blanca
y las cochinillas. 0(.-asionalmeme la caída de las
flores } hojas e~ta relacionada con irregularidades
en eJ riego o en el abastecimiento de nutrienrcs,
pero tal pérdida se remedia pronto con nuevos
brotes.
Abutilnn rne.g:¡potamic:um.

En un lug11r lwnino~ /QS bíbridtJs ád .-l~11tiWn dnplirgun Entrt bu nummJIIIJ turritáada dt híbridM u rncumtrtm
.rusfom m tunM Jltlllr:IIJ h.stR 011TIIÓ6 ti et11ño. tamhiln /4$ t'llrimrus dr flor 1111111riflil .

37
Acacia retinodes, lvfinrosa. Aeonium arboreum.

Acacia retinodes
Mimosa floribunda
La mayoría de los aficionados a las plantas cono-
cen bien las flores de las mimosas. Esta especie pre-
senta un follaje formado no por verdaderas hojas,
sino por los tallitos que las sostienen: los peciolos;
en este caso son aplanados y cumplen la misión de
las hojas, pero la transpiración es menor. (Es un
mecanismo para ahorrar agua.)
Excepto la A. retinodes originaria de Australia y
aclimatada en el sur de Europa, que exhibe aromá-
ticas flores de color amarillo claro prácticamente
durante todo el año, la mayoría de las pertene-
cientes a este género florecen en invierno y sola-
mente son aconsejables para lugares templados,
mejor libres de heladas.
Sin embargo, la A. retinodes es una exce~ente plan-
ta de exterior que e."<ige pocos cuidados. Unicamen- · La varwiad 'Atropurpur~um' forma rosetas rojizas.
te se debe procurar que no se seque la zona de las
raíces. La poda de rebaje contribuye a un crecimien-
to tupido. Aeonium atboreum
Aeonium
Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: moderado, pero regular, para evitar que se El Aeonimn, una planta crasa originaria del norte
seque por completo. de África, se ha ido introduciendo en la Europa
Abono: hasta agosto, cada dos semanas. meridional. La mayoría de especies de Aetmium,
Alojamiento invernal: muy luminoso, entre los unas 40, se halla en las Islas Canarias. La variedad
4 y 8 °C, aunque esporádicamente puede resistir más interesante de A. arboreum es el 'Atropurpu-
heladas leves. reum' que posee un airo tronco que alcanza 1 m
Multiplicación: por semillas, en casos aislados de de altura y presenta rosetas carnosas de color
germinación lenta. marrón hasta rojo oscuro. Su atractivo follaje em-
38
pieza a reverdecer cuando dispone de poca luz.
Las flores amarillo claro que forman un racimo
en el extremo del tallo sólo se dan en ejemplares
adultos.
Es una plama muy resistente que combina muy
bien con cactus y otras plantas suculentas:

Emplaz;uniento: tan luminoso y soleado como sea


posible.
Riego: bastante moderado, incluso en verano, y
sólo cuando la capa superior de la tierra esté
seca; mantenerla casi seca en invierno.
Abono: sólo en primavera y verano; cada dos se-
manas y preferentemente con fertilizante para
cactus.
Alojamiento invernal: entre los 1O y 12 °C, o
como planta de interior en la sala de estar; en
todo caso, evitar que amarillee.
Multiplicación: por esquejes de punta con un lnjlqrowu:in d~ A8apanthus.
fragmento de tronco provisto de roseta; las su-
perficies de corte se dejan secar antes de plan-
tarlas.

AgapanthtiS
Agapanto
Los tallos de esta planta liliácea con flores en
umbela, casi siempre azul violeta y raras veces
blancas, pueden llegar a alcanzar hasta 1,20 m de
altura.
Esta planta perenne, originaria de África, ape-
nas exige cuidados especiales respecto al aloja-
Agapamhus ro violet.P y blanco.
miento invernal, mientras disponga de un lugar
fresco y moderadamente luminoso. Las tempe-
raturas bajas son un requisito indispensable para
que se formen los botones de las flores que suelen
abrirse durante el verano. Al igual que la yuca, el
agapanto figura entre las plantas q11e sólo requie- efectos nocivos, y a menudo desencadena un ata-
ren ser trasplantadas cuando las raíces sobresalen que de hongos, que puede dañar irremisiblemente
del recipiente; por lo tanto, tampoco se parte las rafees.
periódicamente, ya que la floración del Agapan-
thus es más rica cuanto mayor es su tamaño y más Emplazamiento: soleado o semisombreado.
años tiene; en este caso también necesita más Riego: en verano, de forma abundante.
nutrientes. Los fertilizantes evitan q11e merme la Abono: basta agosto, cada semana con un abono
floración, relativamente tardía: casi siempre completo.
aparece a partir de julio y se prolonga basta sep- Alojamiento invernal: fresco, entre los 4 y 8 °C;
tiembre. en este periodo la exigencia de luz es sólo mode-
Por lo que respecta a los parásitos y enfermeda- rada.
des, el agapanto es verdaderamente robusto. No Mulriplicaci6n: por división de mata en la prima-
obscante, el encharcamiento en la maceta tiene vera.

39
Lo.r interesnmes dibujos fll In hoja son esp~rinlmmu Los Agaves pued/!11 tTettr liget·trmmtc po1· mrhno
vistosos. de In cobcw.

Agave omericrma esta carencia con una pausa pasajera en su creci-


Pita miento, una circunstancia que se agradece cuando
las plantas son muy grandes.
Se trata de una especie longeva que florece tras La persona que no quiera privarse de una A.
muchos años de vida, con la particularidad de que americano, puede recurrir a otras especies de me-
la planta muere justo después de dar semillas. Si nor t3Jllaño como la A. filiftra, una planta rara por
bien la inflorescencia es muy espectacular (hasta la pilosidad de sus hojas, o la A. victoriffe-reginne,
8 m de altura), es muy difícil que florezca cuando se con un interesante dibujo en la hoja. Ambas son
culti1raen maceta. En cualquier caso, suele retoñar plantas de tiesto adecuadas para una estancia esti-
con frecuencia mucho antes de florecer. val en el exterior; en invierno se alojan en un lugar
Junto a la especie completamente verde, hay fresco y luminoso, sólo en lugares con heladas fre-
también variedades que presentan hojas con bor- cuentes.
des amarillos o blancos o con una estrecha raya
central. El trato con la A. ame·ricano tiene sus ries- EmpJazamiento: soleado hasta semiumbrio, cálido.
gos, ya que las hojas (de hasta 2 m de altura) ter- Riego: moderado; durante el verano, más frecuente.
minan en unas puntas finas como agujas y muy Abono: hasta agosro, ocasionalmente con abono
duras; con lo cual, pueden ocasionar más de un para cacrus.
rasguño, sobre codo al moverlas, ya que estos Alojamiento invernal: entre los 4 y 6 •e, lumino-
ejemplares pesan varios cientos de kilos. Tampo- so y seco; se le puede dar abrigo más tarde, ya
co es en absoluto apropiada para un lugar donde que tolera, durante periodos conos, \'arios gra-
baya niños. Esta planta suculenta, originaria de dos bajo cero.
América del Norte y del Sur y aclimatada en la Multiplicación: por separación de los brotes late-
zona mediterránea, apenas necesita cuidados. In- rales en primavera¡ hay que dejar secar las super-
cluso puede tolerar una sequía prolongada sin su- ficies de corre antes de plantarlos en tierra are-
frir daños; si nos olvidamos del abono, exteriori7~ nosa.

40
/.,¡¡ Albizia julibrissin pierde en irwitrno m folltJjt. Fkrer y frutos dtl madroño.

Albizio A-rbums une®


Árbol de la seda Madroño
Sólo dos especies se encuentran con facilidad en el El A. une® es uno de los pocos árboles que figuran
mercado: la A. /Qphl11lta y la A.julibrisrin. En un alo- entre las enaícea.s; oriundo de los países medüerrá-
jamiento invernal luminoso y basmme fresco, la pri- neos, norte de Africa e Irlanda, no es en absolu-
mera es perenne, mientras que la segunda pierde sus to exigente respecto a los cuidados en maceta. De
hojas. Se reconoce su parentesco con las mimosas porte arbóreo en estado adulto, es un arbusto pro-
por sus hojas plúmeas y mmbién por sus e.xigencias pio de nuestros bosques; florece durante el invier-
para su cultivo: un sitio soleado hasta semiumbrío, no con flores acampanadas de un 1 cm de longinad,
abundante abono y riego regular, evitando que el de color crema, que aparecen en ramilletes de 7 a
sustrato esté permanentemente mojado. 11 flores colgantes. Estas flores se transforman en
Las flores blancoamarillentas de la A. Jqphonta, que frutos, unas bayas de 2 cm de diámetro de color
salen juntas en fonna de espiga, de lejos parecen pe- rojo en su maduret, pero que antes han sido verdo-
queños «pinceles» debido a sus est21Ilbres salientes, sas y luego amarillentas. Maduran a partir de otoño
mientras que las flores ligeramente aromáticas de la A. y durante el invierno, con lo que la madurez de los
jtJiibrissin son muy delicadas y de color rosa, de aspecto frutos logra cruzarse en el tiempo con la siguiente
sedoso, de ahi el nombre popular. Ambas variedades floración.
rol eran la poda, aunque sin duda cada acometida es un En maceta, aunque la floración es fácil y abun-
revés para su aspecto externo. La floración primaveral dante, la fructificación suele ser más escasa.
de la A. lophanta la hace aconsejable sólo para jardines
con un invierno muy suave, sin heladas; la otra especie Emplazamiento: soleado hasta semiurnbrío.
cuya flor sale a mediados del verano, sólo se marchita Riego: mantener uniformemente húmedo; la se-
con heladas inrensas; cuando es adulta, la planta tolera quía la perjudica tanto como el encharcamiento.
hasta los 6 °C bajo cero en el exterior. Abono: hasta septiembre-ocrubre, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 2y 8 °C.
Emplazamiento: soleado hasta semi umbrío. Multiplicacióo: por esquejes de pw1ta en primavera.
Riego: en verano, mantener uniformemente húmedo.
Abono: hasta principios de agostO, cada semana.
Alojamiento invernal: fresco, entre los 2 y 8 °C;
luminoso u oscuro en el caso de A. julibri.rsi11, de
hoja caduca.
Multiplicación: por semillas (difíciles de adquirir).

41
Alt.C!ihojoponicn
Aucuba
Al igual que el laurel, éstll es una plantll orna-
mentlll muy conocida. Las diferentes variedades
llaman la atención por sus hojas coriáceas puntea-
das o moteadas en amarillo. Los frutos rojos en for-
ma de baya que se desarrollan -en invierno y a
principios de la primavera- a partir de las insigni-
ficantes flores son especialmente atractivos. Es una
plantll dioica, es decir, con flores sólo masculinas o
femeninas: para que fructifique se necesita un
ejemplar de cada sexo. Sólo la variedad 'Rozannie'
(con hojas divididas) y la mati1..ada (manchada de
amarillo) 'Crotonifolia' fructifican por sí mismas.
Otras variedades menos matizadas, que se cultivan
con garantía, son la 'Goldieana', la 'Limbata', la
'Picturatll' y la 'Variegata', pero no llegan a fructi-
La nurobo nos mlrut por nu frutos 11Jjos.
Jicar si no es en presencia de un pie masculino.
Cabe considerar la resistencia al invierno de la
aucuba. En zonas de heladas fuertes se la ve plan-
tada al aire libre desafiando los inviernos. Ni si-
quiera la circunstancia de que el cepellón de las
raices se haya helado por un corro espacio de tiem-
po, agotará su fuerza vital, y aunque los vástagos se
hielen hasta el suelo, es posible que broten otros
nuevos en la primavera. Esta planta pasa el perio-
do invernal en un lugar frío y oscuro en caso de
que sea necesario, pero no es indispensable que el
recinto esté totalmente aislado de las heladas. El
riego se reduce al mínimo en estas circunstancias.
La poda siempre es posible, pero debería limitarse
a los vástagos dañados para no influir de forma in-
conveniente sobre el crecimiento. A todas estas
ventajas hay que añadir que se trata de una planta
de sombra que no compite con otras plantas de
maceta por estllr al sol.

Emplazamiento: semiumbrfo, hasta sombrío.


Riego: mantener uniformemente húmedo, nada de
encharcamientos.
Aucuba japonica ts dt~rotiva y rtalmmtr t1Jbt1St11.
Abono: hasta octubre, cada semana.
Alojamiento invernal: muy fresco, alrededor de
oc,
los O luminoso u oscuro.
Multiplicación; por esquejes algo maduros en ve-
rano.

42
Bnuhinin
Pata de vaca
Estos arbolitos perennes son plantas ornamenta-
les en todos los países tropicales debido a sus inte-
resantes bojas en forma de herradura, que reruerda
también a una huella de vaca, pero ante todo a cau-
sa de sus atractivas flores estriadas en tonos \rtole-
ras, amarillos, blancos o mcluso de varios colores y
que recuerdan un poco a la orquídea. Sin embargo,
la que predomina es sobre todo la de flor blanca.
La especie más resistente es la Bnubirtin grnruii-
florn, de flor blanca, cuyos ejemplares adultos lle-
gan a resistir heladas ligeras. Las flores más espec-
taculares las proporciona la Bnubinio vnnegotn, de
color lila.
Pueden crecer como arbolitos o como arbustos
ramificados desde la base; en cualquier caso, es Bauhinia gnlpinii flome biiSIII mtmdiJ ti otuño.
conveniente un recipiente bastante grande y un
suelo algo arcilloso. Suelen desprenderse de La ve-
getación a la salida del invierno, no brotando de
nuevo hasta el mes de abril, aproximadamente.

Emplazamiento: soleado, cálido y protegido; si


está en un recinto acristalado se recomienda una
ligera protección contra el sol.
Riego: mantener uniformemente húmedo.
Abono: de marzo a septiembre, cada semana.
A.lojamicnto imema1: lllll\JilOSO, entre los 1Oy l5 oc.
MuJtipUcación: por semillas o por esquejes en
bancales de multiplicación con el suelo a 25 oc
de temperarura.

Baub.in.ia variegata.

Bauhinia tomentosa.

43
BougníTTVíllta glalmr
Buganvilla
Ln.~ numerosas variedades que se cuenmn entre
csm planm de flores prodigiosas no deben su e.wbe-
rame <.:olorido a las flores, pequeñas e insignificantes,
sino a las hojas supcriore. -luminosas } mulücolo--
rcs- que las protegen: son las llamadas br.íctem..
Hay otras familias e hfbridos a menudo muy atr.tcti-
vos, pero la B. glolmJ es la que plantea menos dificul-
tades, siempre y cuando el verano sea cálido y pro--
longado; con un ambiente muy frío la planta se
malogra al iguatque la ÚJgmrrotmto. ~o ob:.tllnle, si
esto ocurre, bar que seguir cuidándola como de cos-
tumbre y espernr que al final de la primavera la plan-
ta broce de nuevo.
La variedad más conocida y también la más rohus-
ta es la 'Sanderiana' de brácteas lila.
En los lugares más frfos, con heladas comune!t en
im•iemo, su alojamiento durante esta ép<>Cll no es
complicado mientras se disponga de una sal;~ lumi-
nosa donde la temperawro oscile entre los 1O y
14 •c. También puede colocarse en un lugar fres-
co y oscuro, aunque en este caso requiere mucha
habilidad }' suerre por parte del principiante. Es
muy importmte inrroducir la planta en el aloja-
miento invernal con el cepellón bien seco } , duron-
te este periodo, ser muy moderados con el riego.
Cuando la planta esr.í sin hojas, demasiado hume-
dad provoca la putrefacción casi automática de las
raíces y, en consecuencü, también su muerte. En
lugares donde el invierno sea suave, puede \i\'ir
perfectamente al e.\'teríor, teniendo en cucnm que
las variedades distintas de la 8ougaff1Víllt/J glabra
'Sanderiana', con brácteas de otros colores, son
mucho más sensibles al frío.
Boug:ein,illea glabra.
Esm planta brasileña ~ una de las pocas para
maceta que realmente txigen grandes cuidado:.
durante el verano. Por ello, se colOCll en d lugar Ernplaumicnto: completamente soleado, cálido.
más soleado, c.íJido y mejor protegido que se le Riego: todo el \'eraDO muy abundante, en los días
pueda ofrecer. En la terroza, lo ideal es una pared muy calurosos varias veces al día.
orientada al sur que refleje el calor. Como arbus- Abono; hasta agosto, al menos una vez a la semana;
to trepador la Bougomvíllea necesita una sujeción; las buganvillas son «devoradoras de abono...
los vástagos largos se cortan inrensamente en oto- AJojamiento inYernal: luminoso y no demasiado
ño antes de guarecerlas, o bien. a la salida de los fresco. entre unos 10 > H C.
fríos las que pasen el in"iemo al enenor. Grocias .\lultiplicación: por esquejes de punta no muy madu- ·
a su tolerancia a la poda, estas lianas pueden for- ros; lo meJor es la reproducción en bancales de
mar un tronco alto que produce un efecto p:micu- multiplicación con una humedad ambiental eleva-
larmente vistoso. da yuna temperatura del suelo a partir de los 25 •c.
Caesalpini11
Brasilete
Procedente originariamente de América rropical,
esta planta leguminosa se encuenrra hoy en todos
los países de clima rropical. El arbusto C. gilliesii,
posee unas hojas de 20 cm de largo doblemente di-
vididas; sus flores amarillo oro, de 3 a 4 an de largo,
llaman la atención aún más por los estambres rojo
escarlata que sobresalen a través del follaje en largos
ramos de hasta 40 cm de longitud. La modestia de
esta planta es difícilmente conciliable con su exube-
rante aspecto: su necesidad de agua y de nutrientes
Caesalpinia gilliesii, el nrbuno dtl pdJIIITJ drl p11mlro. es verdaderamente asombrosa. Puede vivir al exte-
rior excepto en los lugares donde las heladas sean
frecuentes (resiste temperaturas no inferiores a los
3 oc bajo cero sin dañarse, en ejemplares adultos).
Otra especie apenas conocida en los lugares !Tíos
es la C. pulrhtTTim11, especie que llega a com·ertirse
en árbol con flores rojas, rojo anaranjadas )' excep-
cionalmente tamb1én amarillas, dispuestas en lar-
gos racimos que sobresalen por encima de la hojas.
Ambas especies se pueden podar ligeramente al 6-
nal del invierno, para estimular la aparición de nue-
vas flores.

Emplazamiento: completameme soleado y c:ílido,


preferentemente ame una pared orientada al sur.
Riego: manrener siempre ligeramente húmedo.
Abono: sólo es necesariO cada dos semanas.
Florrs y Jnnos tkl orbusro dtl (JIÍjiiTTI dtl pilrll iso. Alojamiento invernal: fresco, enrre los 2 y 6 °C, y
oscuro; muy ligeramente húmeda, la planta de-
bería alberga~ en un alojamiento invernal a ser
posible seco en lugares donde hiele.
Multiplicación: por semillas o esquejes.

Caesalpinia pulcherrirna.

45
Cnllistemon citrinus
Limpiatubos
El nombre popular de esta mirtácea perenne
obedece a los anillos cilíndricos sí ruados alrededor
del vásmgo donde se disponen las inflorescencias
que en las especies más frecuentes en el mercado, el
C. átrinus y el Callistmum spenoms, por norma ge-
neral se riñen de rojo escarlata y excepcionalmente
de amarillo. En la pane superior de este «Cepillo de LIIS influrtKmcias rrmmúzn up,!kJs d~ bouiúz.
botella», el vástago sigue creciendo, de manera que,
por decirlo así, la inflorescencia «Se deslita hacía
abajo».
Este arbusto no es en absoluto exigente, si ex-
ceptuamos su sensibilidad a la cal. Por lo tanto, sólo
debe ser abastecido con agua blanda y un abono
igualmente pobre en cal. Ante todo, habría que
despuntar varias veces las plantas jóvenes para con-
seguir un crecimiento tupido y aumentar su flora-
ción. Dado que tolera heladas ligeras poco prolon-
gadas, no es necesario apresurarse para guarecerlo
en otoño. En Lugares de clima mediterráneo tem-
plado pueden vivir al exterior durante todo el año.

Emplazamiento: completamente soleado y cálido.


Riego: en verano procurarle humedad uniforme,
preservándolo de la sequía absoluta en el aloja- ·
miemo invernal; emplear sólo agua pobre en cal.
Abono: hasta agosto, cada semana con un abono
pobre en cal.
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre
los 5 y IO.,C.
Multiplicación: por semillas o esquejes de punta
que casi siempre requieren algunas semanas has- Calhstemon etlnnus.
ta que forman raíces; es recomendable emplear
una hormona de enraitamiento.

Comellit1
Camelia
Es dificil calcular cuántas variedades de esta plan-
ta teácea hay en el mundo, aunque los expertOS dicen
que más de 10.000. Las flores blancas, rosas, rojas o
mulócolores pueden ser simples, semidobles o do-
bles y de 5 a 16 cm de tamaño. Hace algún tiempo,
cuando se descubrió en China una camelia amarilla,
el acontecimiento cayó corno una bomba en los Camellia japonica.

46
círculos especializados: la C. clnysnnthn, cuya flor tie-
ne 3 cm de diámetro, flores simples, de color amari-
llo yema y un cáliz anaranjado.
En América, se están haciendo esfuerzos por
multiplicar la especie silvestre mediante el cultivo
de tejidos. Pero hasta que la planta salga al merca-
do deberán pasar algunos años de pruebas todavía.
Para los jardineros aficionados son significativas
sobre todo sus descendientes y los cultivos de la C.
jnponicn, seguida de los híbridos «Williamsü». Las
Úts val'iediUies de flur blanra sqn especialmente ,.efi11111la.r.
demás variedades de hJbridos y las especies puras,
con sus correspondientes instalaciones para su cul-
tivo sólo están al alcance del experto y apenas se
encuentran en las floristedas.
He aquí algunas variedades de la C. joponica or-
denadas por colores:

Blanca:
• 'Elegans Champagne', irregulam1ente doble
• 'Fimbriata Alba', doble, una variedad muy anti-
gua
• 'Matterhom', doble
• 'Noblissima', irregularmente doble, una varie-
dad muy antigua ·
• 'Silver Waves', semidoble, de gran floración
• 'Yukumi Gu.rutrul', simple, una variedad muy an-
tigua

Rosa:
• 'Cheryll Lyon', doble, de gran floración
• 'Chandle:ri Elegans', simple, variedad antigua
• 'FrauMinna Seidel', doble, variedad muy antigua
• 'Gioire de Nantes', semidoble, variedad antigua
• 'Hagoromo', semidoble, variedad muy antigua
La$ hojas vtrdt intmso matiZ101 el esplmilor de las flores. • 'Hawaü', irregularmente doble
• 'Nuccio's Carneo', completamente doble

Roja:
• 'Alexander Hunter', simple
• 'Apollo', semidoble, variedad antigua
• 'Bob Hope', semidoble
• 'Ex:imea', completamente doble
• 'Giulio Nuccio', semidoble
• 'Lady Campbell', irregularmente doble, antigua
yariedad
• 'Mathotiana', completamente doble, antigua va-
riedad
• 'Rubra', simple, antigua variedad
Murhas variedades poseen jlqres Jqb/es. • 'Scarler Glory', semidoble

47
jor menos que demasiado. Tan pronto las heladas
dejen de ser una amenaza, las plantas se colocan en
un lugar no muy luminoso al aire libre o se entierra
Multicolor: el tiesto hasm el borde en el suelo. Sí la habitación
• 'Can Can', rosa claro, jaspeado, irregularmente está demasiado caldeada, diffcilmente florecerán. En
doble ese caso, se vuelve a abonar y se procura que las raf-
• 'Daikagura', rosa claro, con manchas blancas, ees tengan una humedad moderada. A partir de fina-
semidoble, antigua variedad les de mayo (según \1lriedades), con la aparición de
• 'Emmet Pfingstl', rojo-blanco, con manchas los primeros brotes, se debería interrumpir el abono
irregulares, simple y limitar el riego. En septiembre u octubre se debe
• 'Tricolor', rojo-blanco estriado con estambres retirar parte de los numerosos brotes, una tarea de la
amarillos, semidoble que hasta ahora también se ocupa la camelia por sí
misma, desprendiéndose de ellos.
Híbridos «Wúliamsü,.: Es impomme que haya una elevada humedad
• 'Ballet Quenn', rosa salmón, irregularmente ambiental en el momento en que las flores vayan a
doble abrirse. La camelia en plena floración puede per-
• 'Boven Bryant', rosa oscuro, semidoble manecer tranquilamente un corto ~pacío de tiem-
• 'Debbie', rojo malva, irregularmente doble po en una sala caldeada. Si es necesario, se tras-
• 'Donation', rosa con una nervadura más oscura, planta después de la brotacíón de los vástagos, pero
semidoble no más tarde de finales de junio. La poda sólo se re-
• 'Fredomm Bell', rojo claro, simple comienda en las plantas jóvenes para conseguir una
• 'Golden Sprangles', rosa, simple mejor ramificación.
• 'Water Lily', rosa claro, completamente doble Habría que ,·igilar reguJarmeme una posible
aparición de ácaros.
No se dice sin razón que las camelias son díñciles
de contentar. Pero esto no significa que un intento Emplazamiento: en verano en un lugar umbrío al
de cultivarlas en maceta esté condenado de antema- aire libre; en lugares muy fríos y para variedades
no al fracaso; sólo hay que tener en cuenta algunas muy sensibles puede resultar aconsejable ciem
particularidades. Las camelias necesitan una hume-- protección invernal.
dad ambiental relativamente alta; por debajo de un Riego: con agua sin cal, mantener siempre mode-
60% es crítico, porque se secan los brotes y se caen. radamente húmedo; con la aparición de los bro-
La humedad -y no los frecuentes cambios de em- tes reducir el riego, pero no suprimirlo.
plazamiento-- es la verdadera causa del «mal com- Abono: desde que la planta empieza a bromr haSta
pon:amientO>O de las camelias. Las plantas recién que salen los botones de las flores durante la pri-
compradas no deben colocarse directamente a pleno mavera, cada semana con media dosis de un abo-
sol, sino en un lugar sombreado y muy húmedo. Más no nitrogenado. El apoyo con abonos férricos
tarde toleran temperaturaS entre los 16 y 20 oc con (quelato de hierro) resulta del todo recomenda-
una humedad ambiental de un 60% o superior. Una ble a lo largo del año, particularmente si rega-
frecuente pulverización o riego de las hojas con agua mos con aguas de pi 1 elevado o muy calcáreas,
blanda y templada es siempre muy recomendable. El para evitar el amarilleam.iento de las hojas que se
agua calcárea es, a la larga, morral. conoce como clorosis férrica.
Después de la floración, que se prolonga desde el Alojamiento invernal: hasta que se abran las flo-
otoño tardío hasta la primavera, las planms necesitan res en un lugar fresco, entre los 2 y 8 °C¡ duran-
más luz, aunque no deben exponerse al intenso sol te la floración entre los 15 y 18 °C; durante pe-
del mediodía. A partir de la aparición del brote hay riodos corros, también más cálido.
que abasrecerlas de nutrientes con la lllltad de una Multiplícaci6n: por esquejo en \'franO con una
dosis de abono de flores o de azalea. Siempre es me- temperatura del suelo de aproximadamente 25 oc.

48
Úl inforrscmflll dt la Canna, vfl1"itdad 'Lu(Jftr'; la for Las híúrulor tk Canna x generalis no JÓilJ pmml1171111111 gran
puede dtltitamas dtsdt junio hiJStil ti o~ño tardío. varitdad de coJons m 111 j1oroti6n mw 111111hiro m tifoll¡rjt.

Cnm10 x gmeralis mente sensibles al frío, aunque no resisten las hela-


Cañacoro, Caña de las Indias das, por eso, las rafees pueden enterrarse en rurba
seca o arena hasta que las primeras heladas empie-
Esta única especie de la familia de las cannáceas cen a hacer mella en el follaje. Los vástagos desnu-
se encuentra hoy en muchos jardines, igual que las dos se cortan aproximadamente un palmo por enci-
dalias; con frecuencia se plant:an en recintos públi- ma del rizoma, que después de la pausa invernal se
cos y parques, formando grandes parterres y maci- trasplanta en tiem fresca. La Can71il puede dejarse
zos floridos. Los tallos de la flor, bajos, de media al- en el exterior allí donde los inviernos no sean de-
cura, o altos, oscilan entre 30 y 200 cm y el follaje masiado fríos, protegiéndola con ramas de pino o
es verde hasta azulado o de color bronce. Las flores cubriendo el follaje, aunque no hay que descartar el
de la Cannn son blancas, amarillas, o naranjas; in- peligro de que se pudra el rizoma por la lluvia o la
cluso rojo muy oscuro; también pueden ser jaspea- escarcha.
das. Para el cultivo en maceta son apropiadas sobre
todo las variedades enanas como 'Príncipe carna- Emplaza:nllento: completamente soleado.
val', con flores amarillas y moteadas en rojo, o 'Lu- Riego: todo el verano, abundante.
cifer' con flores de un rojo luminoso y tépalos ama- Abono: cada semana con un abono completo.
rillos alrededor de la corola. Las '-ariedades 'Puck' Alojamiento invernal: el rizoma al abrigo de las
(amarilla) y 'Alberich' (rojo salmón) también se in- heladas hundido en arena o turba seca.
cluyen en esta categoría. Multiplicación: por divístón del rizoma a princi-
Todas las Ca1TTIIl gustan de un lugar completa- pios de año.
mente soleado y durante el verano requieren abun-
dante agua y abono. Las flores marchitas hay que
retirarlas enseguida para que no se interrumpa la
floración. Los rizomas bulbosos no son excesiva-

49
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... ' ,'
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lnflortsrrtwll dt Senna corymbosa.

Cnsrio (acruaJmente, Smna)


Casia
Como especie de cuidado más simple y menos
complicada, se ofrece la S. corymbosa, CU}':l varie-
dad plun¡ug• (a menudo denommada también S
flonhumla) es la mis atractiv-a. En Argentina, su lu- ÚIS <tt•t/¡¡p. dr SennJ didymobotrya crrcm rortStllntmtmtt
gar de origen, esta papilionácea alean u de 1 a 3 m J fomllm rrtll't'M j1llfT1 m t. pant JUfi"Í'W.
de alrura, con ramos de flores amanllas en umbela
que se forman en el extremo del vástago. Este ar-
busto resulta especialmente atracú,·o corno croo-
quito airo. Tras una poda de reba¡e antes de gua-
recerlo, puede pasar el invierno en un lugnr fresco
y O'>curo. La planra debe mantenerse bastante
sea.
La S. didymobotrya, el arbusto de cera del África
tropacal, con sus ram2S de flores ammllas y ergui-
das de hasu 30 cm de largo es sm duda la especie
más bonita, si bien algo más dificil de cuidar. Su
alojam1enro im-emal debe ser luminoso }' mante-
nerse a unos 10 °C.
Ambos arbustos florecen durante todo el \'et2DO,
hasta bien entr.~do el otoño y se desarrollan mejor
si están plenamente al sol¡ deben ferúh7.arse cada
semana y recibir agua consramemente, de forma
que la tierra nunca se seque.

Emplazamiento: completamente soleado.


Riego: en verano, manrener bien húmedo.
Abono: cada semana.
Alojamiento invernal: la S. corymhou en un lugar
oscuro, entre los 2 y 5 °C; la S. dulymo/totryrJ, al re-
vés: luminoso, a unos 1Ooc.
Multiplicación: por esque¡es no muy cott~. Scnna CQrymbn~a rvmo IT07lfUito 11ho.

50
Las b(ljiiS se rtplitgan tn cortM y pumíaguáiiS tsC(llllfls:
por eso el árbol a prtmtra vista p11rect 11110 conífera.

Casuorina mnninghaminno
Pino australiano
!.As pinos australianos aictm".J111 t11 Austraha bana Extendido principalmente en Australia y Asia
JO m dt altura. oriental, este árbol alcallZ3 alli hasta 30 m de altu-
ra; es una de las pocas plantas para maceta que no
llaman la atención por ~us flores o su foUaje, sino
por su extraño aspecto. Dado que sus hojas dema-
siado cortaS y puntiagudas involucionan en esca-
mas, el árbol se parece a una conífera y las peque-
ñas ramas se asemejan en su disposición~ equiseto.
Las flores son insignificantes.
Lo más impresionante ante todo es el aguante de
esta planta, que tolera la sal y el viento, y que crece
bien incluso en los suelos más pobres. El aloja-
miento invernal más adecuado es un lugar lumino-
so entre los 5 y 1O°C, asimismo requiere un sitio
luminoso a ser posible. Además, no sólo tolera la
poda, sino que es necesaria debido a su rápido de-
sarrollo.

Emplazamiento: desde completamente soleado


hasta semiumbrío.
Riego: sólo ocasionalmente; rolera una sequia pa-
sajera.
Abono: no muy exigente. Agradece un abonado
equilibrado durante los periodos de crecimiento
Alojamiento iovemaJ: luminoso, entre los 5 y
10 oc o más, si bien en los jardines mediterrá-
neos es muy común en el exterior.
Castmrina cunninghamiana. Multiplicación: por esquejes o semillas.
51
El fo//¡¡je de Ceratonia ro71Srrvn m brillm1te rowr verde El Cestrum tmubién puede rultivnm como f1·onquito /Jito.
oscuro incluso m largos pmodos de sequío.

Cerat!J11ia siliqzúa Cestrum.


Algarrobo Galán de día
Esta leguminosa perenne originaria de la zona
y galán de noche
mediterránea llama la atención por su follaje verde
oscuro y resistente: ni siquiera la sequía o el calor En el mercado se ofrecen generalmente dos es-
merma en absoluto su frescura. Cabe resaltar igual- pecies de esta solanácea: el C. aurantiarum con (aci-
mente su fuerte ramificación. Las flores son poco vis- mos de flores en umbela, de colores anaranjados y
tosas y sus grandes frutos leguminosos, comestibles. el C. elegfl1zs con flores rojo púrpura que antaño se de-
Es posible que este arbusto rolere la poda, pero nominaba Cestrum purpureum, si bien en muchos
no habría que ser demasiado riguroso con las tijeras jardines mediterráneos se ha empleado el C. parqui,
para mantener su aspecto. Hay que ser comedido de flores amarillentas no muy vistosas. Son arbus-
con el agua y el abono. Una habitación de la vi- tos perennes de 1 a 2 m de altura que, como la Dn-
vienda luminosa y fresca o incluso cálida puede ser- tura, abren sus flores a intervalos durante todo el
vir como alojamiento invernal en lugares verdade- verano. Al igual que las trompetas del juicio, re-
ramente fríos. quieren abono una vez a la semana durante todo el
verano hasta agosto-septiembre y abundante hu-
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío. medad.
Riego: sólo ocasionalmente, la sequía pasajera no De modo análogo a la Dntura, los galanes se de-
lo daña. s;p-rollan mejor si se colocan en un cesto de plásti-
Abono: una vez al mes o menos. co y se plantan en el jardín en primavera. Si en el
Alojamiento invernal: luminoso entre los 2 y 1o°C¡ invierno se alojan en un lugar fresco y luminoso,
si hay mucha luz, también más caldeado. conservan el follaje, suponiendo que las plantas se
Multiplicación: por semillas que se siembran en sigan regando ligeramente. Cuando sólo se dispone
número suficiente con una elevada temperatura de un lugar fresco y oscuro al guarecerlas se poda
del suelo. intensamente, como siempre en estos casos; hay

52
Las flm~s rojo pútpura de Cestrum elegans p11edm Como plhma de maceta riJSi clásica ITIIIUJ!Ie ru1 por ello
s111prendemos duronte todo el verano. 111mos compliciTdo:
la 11111rgnrira de verano.

que mantener el suelo sólo un poco húmedo. En sin dejar que el sustrato se seque. Los entendidos
zonas sin heladas, pueden vivir en el jardín durante que disponen de lugares idóneos y de experiencia
todo el año. con respecto al abastecimiento de agua durante el
invierno, afrontan estas reservas sin reparos y tra-
Emplazamiento: soleado. tan sus plantas con relativa rudeza, en la rnedidá en
Riego: todo el verano en abundancia. que toman las tijeras en el otoño, y cortan a diestro
Abono: hasta agosto, cada semana. y siniestro. Un método que no vamos a recomen-
Alojamiento invernal: preferentemente entre los dar necesariamente aquí.
4 y lO °C; después de la poda, regar poco si está Aunque el C. frutescens debe estar en un lugar
en un lugar oscuro y fresco. soleado, la floración es más rica en periodos estiva-
Multiplicación: por esquejes herbáceos en la pri- les no demasiado calurosos y cuando los días se
mavera. acortan, trayendo consigo más fresco y ante todo
humedad ambiental. Para asegurar la floración, es
absolutamente necesario cortar con las tijeras las
Cbrysrmtbemum frmescens cabezas de las flores secas o desmecharlas. Junto a
Margarita de verano la conocida variedad de flor blanca hay también
margaritas de verano amarillas (especie Euryops)
Las opiniones sobre esta asterácea de las Islas que son poco sensibles al frío y sobreviven en el
Canarias como planta de maceta con capacidad exterior con inviernos suaves. No hay que asom-
para invernar en lugares con heladas están muy di- brarse de las diferentes variedades de follaje de las
vididas. Algunos autores recomiendan cultivar el C. plantas, ya que en el cultivo de las margaritas de
frutescens anualmente y comprar nuevos ejemplares verano probablemente intervienen varias especies
cada primavera. En nuestros climas del litoral, es canarias.
una vigorosa planta que vive en el exterior durante Cultivadas como plantas de tronquito alto, las
todo el año. margarirns de verano resultan especialmente
Asimismo debe regarse con extrema cautela, pero atractivas y por ello son muy apreciadas. Dado

53
que en el mercado son bastante caras, cabe la po-
sibilidad de criarlas uno mismo. El procedimiento
es realmente fácil y se describe en el capítulo «La
poda y el cambio de maceta». Para ello, sólo se re-
quiere una planta joven y sana, y un poco de
paciencia. Si se cuidan correctamente, pasado al-
gún tiempo, se forman «bolas de flores• perfectas
en los extremos del rronco, muy decorativas.

Emplazamiento: soleado.
Riego: en verano muy abundantemente, no dejar
que se seque.
Abono: hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: enrre los 4 y 8 •e y ante
tOdo mucha luz por Jos laterales.
Multiplicación: a principios de ai1o por cabezas de
esquejes de las plantas Imdres que han logrado
sobrevivir aJ invierno; se deben cortar las plantas
jóvenes varias veces para obtener un crecimien-
to tupido.

Las foms bojlli tft t!rr11nq o dt bak6tt producm


arrat:tivos amrrlliTts.

Las 'I!Uri(t/ndes f111tllTÍ/las WJ aula t'tZ 111/Ís aprrriml.as.


Pmmtml a la rsptdt Euryops. ptro m ti mt1TIItla
sutlm m((lllrrtlf'St (111f10 Chrisam:hemwn &utescens
'¡()/radiante'.

Obrmr:r U11 rrrmquíto alto rs smcillo.

54
Cistus
Jara
La pequeña familia de las cistáceas es o~iunda de
la Europa mediterránea y del norte de Africa. Se
trata de arbustos perennes de hasta 2 m de altura,
ricos en flores de colores blanco, rosa o rojo. Las
flores individuales no son muy duraderas pero se
renuevan continuamente, de manera que la flora-
ción no se imerrumpe desde el principio hasta fina-
les del verano. Esto sin duda sólo ocurre así cuando
las plantas están a pleno sol, con riego y abono
abundante. Es conveniente hacer una poda de re-
Cistus creticus. baje de vez en cuando.
Plantada en el suelo del jardw, el Cútus puede
dejarse sin miedo durante el invierno: sólo hay que
regarla con moderación y abonarla poco o nada.
Entre los parásitos que pueden deslucir la alegría
de las jaras se cuentan sobre todo la mosca blanca,
que succiona los jóvenes vástagos.

Emplazamiento: completamente soleado, cálido y


protegido.
Riego: abundantemente todo el emplaza.miento.
Abono: cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso y ventilado, en-
tre los 5 y 10 °C.
Multiplicación: lo más fácil es por semillas, en
caso de que se puedan adquirir; de lo contrario
por esquejes.
Cistus ladanifer ftornt m búrnco.

En t•l'l'nno ÚIJ mtroas floro brotan .rin inmrllp(lón.

55
Citms
Naranjos y limoneros

Ciertamente es curioso que esta rutácea proce-


dente de Asia goce de tanta estimación entre los
aficionados al cultivo de plantas de maceta, ya que
su cuidado no es sencillo; en todo caso, los princi-
piantes tienen que contar casi siempre con regre-
siones. Así ocurre al menos con los C. límon-elli-
monero-y el C. sinensis -eLnaranjo-, árboles de
un tamaño consider-able cuando son adultos que
son apropiados para el cultivo en maceta, como se
ha podido comprobar suficientemente por los na-
ranjales reales, pero que pará el profano presentan
una serie de dificultades si no dispone deJas condi-
ciones necesarias para su cultivo. El más fácil de
mantener como frutal y como árbol joven florido es
el h:fbrido x Citrofortzmella mitis (el naranjo enano),
que en los centros de jardinería se considera como
Flor del naranjo. un producto estándar.
La mayor parte de los fracasos en su cultivo
obedece a errores de riego. Por un lado, las plan-
tas no deben quedarse secas durante el verano, y
por otro, el encharcamiento deriva en el amarilleo
de las hojas o en la pérdida de las mismas. Es im-
portante que el suelo del recipiente contenga una
buena capa de gravilla gruesa o guijarros de arcilla
para el drenaje. La tierra tiene que ser consistente
pero no compacta. Los preparados de tierra deben
mezclarse con tierra de jardín tamizada y pobre en
cal, a ser posible, ya que los limoneros son sensi-
bles a esta sustancia. Por la misma razón hay que
emplear para el riego sólo agua blanda, es decir,
pobre en cal, procedente de una pila provista de
un saquito con rurba o de agua de lluvia. Para evi-
tar el encharcamiento, se deja secar la capa de
la superficie antes de volver a regar, siguiendo la
acertada máxima según la cual menos es más. Res-
pecto a la dosis semanal de nutrientes, basta con
un abono líquido, aunque es mejor estiércol seco
apto para ser disuelto con agua. Hay que prestar
Salto n la vist11 que ~e nortmjo st sirote muy biro. una atención especial al riego durante el invierno,
cuando las plantas se colocan en un lugar lumino-
so y fresco, pues en ese momento el encharca-
miento puede ser morral; en tales circunstancias,
estas especies perennes suelen perder su follaje,
con la consecuencia de que apenas hay absorción,
de ahí que necesiten muy poca agua. Ahora bien,
la tierra debería estar suficientemente húmeda
para q1,1e las t:aíces no se sequen. Sólo después del
periodo invernal, o sea, cuando nacen los nuevos
56
Pmw covsegttir q11t el lim4TWIJ di fnttfJS st requiere Cleyera japonica ts uno. pltmta onlillltentn/ de boja
tacto y paciencia. fltrartiva y fácil dt cuidar.

brotes, a principios de mayo, se puede ser un poco Cleyera japonica


más generoso en el riego. Ese es también el mo- Cleyera
menro de realizar una poda de rebaje para estimu-
lar el crecimiento rupido del arbolito. En las plantas de maceta, la fumilia de las teáoeas
Se multiplica por esquejes que, por lo demás, ne- esta representada -junto a la camelia- por la espe-
cesitan mucho tiempo para formar raíces, y no hay cie Cleye·ra, de la cual sólo se cuenta con la C.japcni-
garantías de éxito. ca 'Tricolor' corno variedad apta par-a el cultivo.
El método de multiplicación habitual por injerto Los bordes de sus hojas perennes son irregularmen-
requiere algunos conocimientos y unas púas ade- te amarillas, de forma que el verde provoca el efecto
cuadas para injertos. El cultivo de las semillas de los de un jaspeado. Diñcilmente se puede esperar una
frutos casi siempre funciona bastante bien, aunque floración, pero de todas formas se trata de una plan-
no se puede prever en absoluto si cabe esperar flores ta ornamental de boja muy atractiva que tanto puede
y frutos. embellecer un lugar semiumbrío en la terraza como
una repisa de la ventana en la sala. Este pequeño ar-
Emplazamiento: todo el verano, soleado y cálido a busto de lento crecimiento, originario de Asia orien-
ser posible. tal, no es muy exigente y es fácil de cuidar.
Riego: durante la etapa de crecimiento, mantener
uniformemente húmedo con agua pobre en cal; Emplazamiento: semiumbrío hasta umbrío.
es preferible regar menos 11ue demasiado. Riego: mantener uniformemente húmedo¡ el ce-
Abono: hasta agosto, cada semana con un abono pellón no debe presentar síntomas de sequía:
rico en nitrógeno, o bien estiércol seco diluido emplear únicamente agua pobre en cal.
en agua. Abono: hasta agosto, cada dos semanas, con abono
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 4 y 8 oc de flores ligeramente concentrado, o con abo-
y mucho aire fresco. . no de azalea.
Multiplicación: por esquejes, a menudo requiere Alojamiento invemal: luminoso, entre los 1Oy1Z•c.
mucho tiempo Multiplicación: por esquejes no muy maduros.

57
LM jlM"tS rojo emrrÚJta Jr Clianthus puniceus apm-ttm 11 amtitnzM dt 14 pnm11Vrrll.

Clinnthus ¡nmictus Emplazamiento: soleado.


Flor de gloria Riego: mantener toda la planta con bastante hu-
medad.
Este semiarbustO con exóticas flores rojo escar- Abono: en verano, cada semana.
lata que recuerdan las pinzas de un cangrejo es Alojamiento invernal: luminoso, entre los 4 y 8 oc.
oriundo de Nueva Zelanda y puede alcanzar inclu- Multiplicación: por semillas.
so en maceta de 2 a 3 m de altura. Las papilioná-
ceas perennes no son muy exigentes en cuanto a
cuidados, únicamente hay que procurar tratarlas
siempre de 1a misma manera, evitando cambios de
emplazamiento durante el periodo invernal, así
como alteraciones en el procedimiento de riego.
Las semillas del C. !p«ÍI)SUJ se ofrecen con el nom-
bre de «guisantes del desierto». Presumiblemente,
se trata de la especie C. fomtosus, también conocida
popularmente como «cabeza del demonio». En
Australia, su lugar de origen, crece en forma de ar-
busto o planta vivaz.

58
Cordyline australis¡ la cordiline adorna molt¡nir:r terrazo. Las vrrritdnd's de follaje nmlticowr son especia/m~ te
otnu:tivos pero ¡Jlgo smsibles al frio.

Curdyline australis esta flor en ejemplares añosos y no debería ser el


Cordiline único motivo para comprar una planta de este
tipo. De hecho, es mucho más espectacular el co-
El estrecho parentesco del cordiline (C. austro- pete de follaje que se forma al final del tallo con
lis) con la dracena es claro en la metodología botá- hojas estrechas de hasta 1 m de largo, que cuelgan
nica que amaño la siruaba entre las Dracaena. De ligeramente hacia abajo.
hecho, ambas especies tienen un aspecto muy pare- Se recomienda albergar el cordiline preferente-
cido. La persona que desee distinguirla con exacri- mente en un lugar luminoso y fresco, procurando
md, debe examinar las raíces que, en el caso del asimismo que la planta no esté completamente
cordiline son blancas y gruesas, mientras que las de seca. Esto vale sobre todo para las variedades de fo-
la drac.ena son delgadas y de color anaranjado. Y llaje multicolor que raramente se encuentran en el
por último viene a propósito, como veremos, una mercado.
tercera agavácea apreciada corno planta para mace-
ta por el porte y su largo tronco: la yuca. Emplazamiento: soleado y cálido.
La perenne C. australis, que se extiende en la Riego: mantener siempre húmeda por igual.
base de la mitad del vástago en forma de maza, es Abono: sólo moderadamente, después del periodo
fácil de distinguir de la especie C. fruticosa (antes invernal es más importante.
C. terminolis), ya que ésta es una planta ornamen- Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre los
tal de interior que tiene unas hojas con un intere- 2 yl0°C.
sante dibujo. La C. australir crece con un solo vás- M ultiplicación: por semillas con un periodo de
tago hasta alcanzar 12 m de alrura y se ramifica germinación de varios meses en ocasiones; los
únicamente después de la floración, que se pre- descendientes de variedades puras que presentan
senta como racimos duraderos y que es muy simi- el colorido típico de la planta madre se obtienen
lar a nuestra Yucca de jardín. Sólo cabe esperar sólo por esquejes de punta.

59
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: sólo moderadamente; no obstante, no dejar
que se seque.
Corokia cotoneaster Abono: de la primavera hasta finales del verano,
Coroquia cada dos semanas.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 y
El nombre popular describe con mucho acierto 12 oc.
esta planta de la funúlia de las sa.nfragáceas que alcan- Multiplicación: sin problemas por esquejes de
za los 3 m de altura como máximo, originaria de Nue- punta.
va Zelanda. No son sus pequeñas flores estrelladas y
amarillas, que brotan en primavera, las que ilustran
sus rasgos, sino las ramas desordenadas y apareme- Ctpressus nuzcrocarpa
mente caóticas que crecen enrrelazadas y provistas de Ciprés de California
una corteza oscura. Es una variedad única, que llama
especialmente la atención por las diminutas hojas que La denominacióm «Ciprés de interior» que el
dejan enrrever esta maraña. De ahí que se reconúen- mercado de plantas ha otorgado al C. macrocarpa
de con razón la Corokia para revestir un muto claro, 'G<>ldcresr' es desconcertante, ya que esta coní-
iluminándolo desde abajo por la noche con un foco. fera sólo es relativamente apropiada para ser cul-
Dado que la coroquia wlera algunos grados bajo tivada en la vivienda. Su rápido crecimiento es un
cero, puede recogerse relativamente tarde. inconveniente: un lugar en el exterior es la mejor
solución. En la maceta, el ciprés se conserva algu-
nos años. Una parejita -uno a la derecha y otro a
la izquierda colocados a ambos lados de la puerta
de la calle o en la entrada de la terraza- como si
fueran «guardas» puede quedar realmente bien,
aun cuando sea algo inusual. No obstante, esta en-
sambladura amacilloverdosa y el crecimiento pira-
midal garantizan un efecto óptico interesante.
Después de algún tiempo, desgraciadamente, las
coníferas crecen ramo que no les basta un recipien-

Corokia corone.tsrer, uno hnprtsiommre 1111TrD1ia fin ...

... o con flores q¡¡e se despliegan en primJJu"u CUilndo Cupressus mac:rocarpa, el riprls de Cnlifomin, deb~ía
In planto sr cuido bitn. nlojm-st m un lugur lt~mi11oso y rtlnth·ommre frtsco.

60
te espacioso y hay que plantarlas en el suelo, siem-
pre en un lugar libre de fuertes heladas.

Emplazamiento: semiwnbrío hasta sombrío, no a el exterior, en jardines próximos al área medite-


pleno sol. rránea. Su cultivo en maceta no es demasiado di-
Riego: mantener siempre húmedo, evitando los fícil, pero el precio de esta planta de hoja de cre-
encharcamientos. cimiento lento es elevado en el mercado. Las
Abono: sobre todo Jos grandes ejemplares con refinadas hojas plúmeas y verde oscuro pueden al-
poco espado para las raíces, cada semana hasta canzar en ejemplares añosos 2 m de longitud y el
septiembre. tronco, 3 m de altura. Con el riego y el abono ha-
AlojamientO invema.h lwninoso, enrre los 5 y 15 oc, bría que ser comedido para no malograr esta plan-
preferentemente. ta poco habitual y tan decorativa en el exterior. El
Multiplicación: es posible por esquejes de punta sagú debería colocarse en un lugar protegido y ai-
en verano, pero es cuestión de suerte. Por semi- reado de la terraza, preferentemente sernisom-
llas, se puede reproducir la especie tipo, con un breado. Ocasionalmente, las cochinillas pueden
cierto éxito; no así la variedad. traer problemas, y también el ataque de unos hon-
gos patógenos que provocan amarillez en las hojas
nuevas.
Cycas revoluto
Sagú del Japón Emplazamiento: semi umbrío hasta sombrío.
Riego: en verano, procurarle una ligera humedad;
De la Cycas originaria de los trópicos puede de- en invierno regar con más cautela aún.
cirse con razón que se trata de una de las plantas Abono: en verano, sólo una vez al mes con estiér-
más viejas del mundo. Hay pruebas de que existía col seco disuelto en el agua, o con abono de flores a
hace más de 130 millones de años y de que ya en- media concentración.
tonces desarrolló innumerables especies que se ex- Alojamiento invernal: luminoso, a unos 15 °C,
tendieron por todas partes. pero no inferior a los 1O•c.
Entre las especies que hoy existen, In C. revolu- Multiplicación: por semillas que también pueden
ta, procedente de Asia oriental, es la más robusta. proporcionar empresas especializadas en semillas
Tolera algunos grados bajo cero y se encuentra en exóticas; difícil.

Cycas revoluta, la palmn-a de Jopqn, rodeado Lo plllmm tk ]apqn impresiona por STIS bojru,
de Híbridos impatiens. ESJI«Íalmmtl tkcorntiuiJS.

61
todas las variedades de CypmM pueden mante-
nerse directamente en el agua.
Abono: si se añade al agua un poco de abono de
Cyperus flores una vez a la semana durante todo el vera-
Paraguas no, se acentúa el crecimiento, pero no es necesa-
rio mantener este ritmo: en el estanque del jar-
Esta herbácea apenas presenta dificultades, pues dín el abono se pierde por completo.
en realidad sólo necesita que la tierra del tiesto esté Alojamiento invernal: directamente en una ven-
siempre mojada. El C. oiternifoiius puede pasar todo tana muy luminosa; también acepta el calor de la
el verano con su tiesto en el estanque del jardín, de vivienda, aunque es mejor un lugar ligeramente
no ser así, lo más conveniente es que siempre haya fresco y luminoso, pero no por debajo de los
agua en el platillo o en un macetero. C. gracilis, el 10 °C. Si se mantiene aJ exterior, aJa salida del
paraguas enano, de unos 30 cm es normalmente invierno se cortarán todas las hojas estropeadas.
más pequeña que la especie antes citada, alcanzan- Conviene evitar las heladas.
do 1 m de altu1."3 o más. El C. a/bostriatus posee ho- Multiplicación: por partición o corte de los cope-
jas estrechas en fonna de copete y, contrariamente tes de la boja con un trozo del taUo, que se hun-
a los demás Cyperus, no tolera el encharcamiento, de en arena húmeda hasta que echa raíces, o se
aunque debe regarse siempre en abundancia. Esta deja sumergido en agua. El C. papyrus sólo por
es la más sensible al aire libre. C. papyrus, el papiro, semiiJas o partición, la multiplicación por cope-
aventaja claramente en tamaño y beUeza a las otras tes de boja no es posible.
especies. Sus delgados tallos triangulares y sin ho-
jas alcanzan hasta 3 m de altura y culminan en un
copete filiforme cuyas hojas alcanzan unos 30 cm.
La planta es sensible al viento y debería acomodar-
se en lugares protegidos. Como planta de pantano
preci,~a una gran cantidad de agua, por ello el es-
tanque del jardín es un buen alojamiento para estos
ejemplares exóticos.
Suponiendo que se rompan o se afeen las hojas,
se cortan, ya que rápidamente son sustituidas por
otras, siempre que se cuide bien la planta.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbóo y cálido.


Riego: muy abundante; aparte del C. albostriatw,
Cyperus alternifolius.

Multiplicaú611 dl Cyperus; el ro[lfte tk kl bgja st wrtiJ crmjuntammrr crm un fragmmto d~ troTJ(o y después df recurtur
la pu:¡¡ta rk lo boja st bundt m arma húmeda.

62
Cyphomandra betacea
Árbol de los tomates
Estas solanáceas de América del Sur impresionan
sobre roda por sus hojas inusuales en forma de co-
razón, oblongas y grandes; a esto hay que añadir
sus frutos, semejantes a huevos de gallina de hasta
8 cm de largo, ovalados, y de rojo amarillento o
rojo púrpura que cuelgan de los vástagos. La pul-
pa del fruto liberada de la cáscara gruesa e inco-
mestible tiene un sabor agridulce y desabrido que
recuerda a los tomates. La Cyphontmzdra requiere
los mismos cuidados que la Datura y otras solaná-
ceas.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.


Riego: todo el verano, í!bundante.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso u oscuro, entre
los4y 12 °C.
MuJtiplicación: por esquejes de punta en la prima-
La planta de Papiro ts especialmente expresiva. vera y el verano.

Cyphomandra bctacca, árbol de los t111narrs, im¡mrsilma ... y rus (XÓticos frutos qlll timen un sabor sin duda
por rus grandes hojas... discutible.

63
peno-le resulta difícil elegir por el nombre la es-
pecie o la variedad que le interesa entre el ampHo
surtido existente, ya que en ninguna otra planta or-
Doturo namental se da una confusión tan grande en la or-
Trompeta del juicio denación botánica como en la Datura. Las jardine-
rías y el mercado exportador de plantas a menudo
Desde mediados de los años setenta, cuando una poseen su propia nomenclatura, distinta a las demás,
importante revista de jardinería alemana daba a co- donde los datos sobre las variedades se ilustran a
nocer por primera vez a sus lectores esta solanácea, menudo con nombres de pura fantasía como 'Te-
la Domra experimentó un auge sin precedentes que nerife' o 'Marrakesch'. Con nombre estricta-
se ha mantenido hasta hoy. Esto sólo se entiende menre botánico sólo figuran las especies o los hí-
porque ésta se cuenta sin duda entre las plantas bridos D. auna, D. x cundida, D. rorei, D. sanguiTita,
para maceta más bonitas y espectaculares. A esto D. STIITiJtolrory D. vmicolor. En algunos casos, el gé-
hay que añadir acaso que los cuidados que precisa nero Doturo se conoce también con el nombre de
son poco problemáticos, muchos de los cuales se Bn1gmonsio. Según Fritz Encke, un experto en
relacionan con la peliaguda cuestión del alojamien- plantas exóticas, la D. orboren, que aparece siempre
to invernal. Únicamente hay que regar y abonar de en las clasificaciones de plantas, ya no se cultiva. La
forma muy abundante, pero no dejan de ser exigen- misteriosa «Datllra azul» que siempre es tema de
cias que se pueden cubrir fácilmente. conversación entre los círculos de aficionados, es
Para los aficionados a las plantas, la toxicidad de auténtica. Supuestamente se trata de un descen-
Dnruro -a la que se ha aludido tantas veces- es diente de la D. strnmonium, conocida como estra-
mucho menos dramática de lo que con frecuencia monio, que se encuentra en estado silvestre sobre
se supone. Ciertamente, todas las partes de la plan- todo en escombreras y escoriales. Las flores aromá-
ta contienen alcaloides tóxicos (las semillas en par- ticas, de 1Oa 12 cm de largo que crecen erguidas,
ticular), pero tiene que coJlSUJJÚrse en grandes can- están teñidas más o menos intensivamente de color
tidades para que causen efectos alucinógenos, lila azulado, mientras que su cáliz es blanco crema.
náuseas y otros trastornos. Las partes más tóxicas Las variedades arbustivas, y sólo éstas, son aptas
de la planta, a saber, los frutos y las semillas, no para el cultivo en maceta. Sus flores colgantes o
suelen aparecer en cultivo. Probablemente, las ju- laterales son completamente blancas, anaranjadas
días verdes, ingeridas crudas, sean mucho más peli- o rosa y con frecuencia despiden un aroma casi
grosas para los niños pequeños. narcótico. D. ntaveolens, la trompeta del juicio au-
Al aficionado a la jardinería -sobre todo al ex- téntica, yergue lateralmente sus flores de trompe-

Oatur11, «In rtina» tk las pltmtos de mocttll. Los v11riulntkr y multípliridadff dt t•ori01rtes ts grliT/dt,
dugradacúrmmtt wmbiln la confosidn m ms mrmbres.

64
ta -que penden con el calor del dia- al atarde-
cer. E-n esos momentos, el olor es tan intenso que
puede provocar dolor de cabeza, especialmente
tratándose de las variedades blancas con cálices la planta en el momento en q\le brota, o sea, cuan-
dobles y colgantes en largos tallos. También pre- do las hojas están toda\ia enrolladas en estado lar-
sentan grandes diferencias en su aspccro, en las vario; cuando los daños se hacen visibles, los pará-
características de crecimiento, así como en la for- sitos hace tiempo que han desaparecido.
ma y tamaño de la hoja. Las variedades rosadas de Dado que la Datura tolera una poda casi a ras de
la D. suaveolens, con flores de trompera de 30 cm suelo, algunos jardineros aficionados tienden a so-
de largo, tienen un crecimiento especialmente rá- meter a sus trompetaS del juicio en otoño a esta
pido y muy frondoso. cura radical antes de guarecerlas. Tal vez no la
Cuando se descuidan sus necesidades, rodas las dañe, pero trae como consecuencia que al año si-
Dawrn se convierten en plantas «de comporta- guiente tarda su tiempo hasta que la planta crece
miento desordenado». Dado que las flores indivi- nuevamente. Lo más apropiado es efectuar una
duales que aparecen dUtante todo el \'eraDO a ráfa- poda para darle forma, de modo que sólo se reti-
gas se conservan poco y penden lánguidas y ren los tallos demasiado largos, los débiles o los
mustias, se deben retirar las que están marchitas. marchitos. El mejor momento es la primavera,
Asimismo, un corto periodo de sequia puede con- pues hay que contar con la circunstancia de que
ducir a que las hojas se mustien inmediatamente, algunos vástagos se secan en el alojamiento de in-
aunque su aspecto es peor de lo que es en realidad, vierno.
ya que después del riego el follaje se endereza rápi- La Datllra debería estar por norma general en
damente otra \'ez. E-sta circunstancia es casi per- la maceta más grande de que se disponga, puesto
ceptible a la vista. Puede suceder que parte de estaS que cuanro más espacio tengan las mices, más
hojas se caigan después, pero es un fenómeno na ru- abundante será la floración. Por ello, precisamen-
ral que no perjudica su desbordante vegetación, te con las trompetas del juicio, merece la pena el
mientraS se vigilen estaS pérdidas. trasplantarlas en un cesto de plástico con grandes
Respecro a los parásitos, pueden presentarse pul- aberturas.
gones que carcomen los bordes de la hoja con su Aún dos consejos más: después del invierno, saque
aparato chupador, pero sobre todo chinches. Los la Dtrtura de la maceta y elimine con un cuchiUo afi-
daños que causan en la Dtrturn pueden denominarse lado una buena capa del cepellón. De esta fonna, el
como característicos y se distinguen en que éstos espacio que ha quedado entre las rafees y la pared del
perforan activamente Jas hojas. Las chinches atacan recipiente puede rellenarse nuevamente con tierra ya

Tnmbim las umantts roriiS ran lltracút·IIS. Las forn mdrt'llluolts st amsm:an p«o tlmrpo.
Las mii1ThiraJ drbm rr:tirarsr rtgulannmtt.

65
empaquetada o con una buena tierra de jardín pro-
vista de un par de puñados de raspadura de cuerno.
Si realiza al mismo tiempo una intensa poda,
puede bundii los vástagos en la tierra y colocarlos
en un lugar apropiado donde muy pronto se desa-
rrollarán como plantas vigorosas, floreciendo in-
cluso el mismo verano; luego, evidentemente, hay
que guardarlas para que no sean vfctimas de las he-
ladas.
En la multiplicación por esquejes de la trompeta
del juicio es indiferente elegir las puntas de los vás-
tagos o fr.Jgmentos de la parte central del tronco.
L<> único que importa es que la parte inferior del
punto de corte quede enterrado en el suelo. La
multiplicación por esquejes es posible durante todo Úl t:rrmrprra dtl juicio st mulhplica po1· esquejtS
el año, incluso en invierno; en tal caso y si las cir- tk prmta y de tronro.
cunstancias lo permiten, sólo hay que esperar varias
semanas hasta que se formen las raíces. Esto vale
también cuando el esqueje se coloca sencillamen-
te en un vaso con agua. Al traSplantarlo hay que
manejarlo con cuidado, ya que las «raíces del
agua» (las blancas) son extraordinariamente que-
bradizas.

Emplazam.iento: soleado, mejor un poco a la sombra.


Riego: muy abundante, el suelo nunca debería es-
tar seco; en verano se tiene que echar mano va-
rias veces de la regadera; la calidad del agua no
tiene importancia.
Abono: cada semana con un abono integral liqui-
do: hay que verter también granulado azul en el
sustrato y luego regar inrensamente.
Alojamiento invernal: a ser posible en un lugar
fresco, entre los 4 y 12 °C, luminoso u oscuro.
Multiplicación: por esquejes, simple.

Es muy importante que el punto de corte inferior se bUTiáa


m la ritrtll¡ tS rtcommtlablt 111111 película aislante como
prutecr.ión amtr11 la m¡ula.

66
Draca~no draco
Drago
CuaJquier visitante de Tenerife conoce los céle-
bres y monumentales drago de la isla, con copetes
parecidos a los de la Yucca y hojas tiesas en forma de
espada. De la resina de la corteza se. puede extraer
un jugo rojizo, la sangre de drago, que encuentra
aplicaciones en la industria cosmética.
Cuando se cultiva en maceta hny que esperar
algunos años basta que esta agavácea, verdadera-
mente parecida tanto en su aspecto como en las
exigencias de cuidado a. la cordiline, se convierta
en un ejemplar decorativo y majesruoso. Los dra-
go añosos, con sus espesas y ramificadas copas,
causan un extraño efecro particularmente suges-
tivo.

Emplazamiento: soleado baslll semi umbrío.


Riego: mantener ügera e uniformemente húmedo,
no tolera los encharcamientOs.
Abono: en el periodo en que brota, cada semana;
luego ya no es neces:uio.
Alojamiento inveou.l: luminoso y ,·enoJado, en-
tre los 4 y JO °C¡ en un lugar baslllnte luminoso
también talen el ca.lor de una sala. Llega a resis-
tir hasta Jos O•e sin dañarse.
Multiplicación: por esquejes de pun ro, de tronco o
semillas. Dracaena draco, ti dt'(l/{0 ITut muy lit.tpacio ttl mattrJJ.

En lAs ú/;u CmllriAs 1« dr~go 11/bmun m/U'.bQs mCITOS út dnrgo lfiitD« tt~n u.u t1lrfl1lll 1111?' rupid:lumm
dt. 11llf1T11 1 fmmm aplintliJM mptm. a tftao fNl"'ÚuUif111mk 111171m1KJ.

67
Eriobonya japonicn
Níspero japonés
Ensett vmtricosum Originariamente esta rosácea perenne no proce-
Platanero de Abisinia de de Japón sino de China. Actualmente se culti-
va en numerosos países templados para la obten-
o Banano de Abisinia ción de sus frmos. Este gran arbusto o árbol de
Si usted cultiva por sí mísmo esta musácea con hasta 6 m de altu.-a en estado silvestre, nunca al-
semillas observará que la planta ak'llnza en el pri- canza tales dimensiones en la macera. Su atracti-
mer año una altura de 1 m. En África, su lugar de vo radica en las hojas de 20 a 30 cm de largo, ver-
origen, sus pseudorroncos se elevan hasta los 14 m, de oscuro y cubiertas en el envés de un mantillo
mientras que sus inmensas hojas pueden ser de 1 m rojizo o gris.
de ancho por 6 m de largo. Como planta de mace-
ta, el platanero posee un aspecto vistoso que se sale

..
de lo corriente por su imponente apariencia.
Sus necesidades respecto a humedad y abono son
elevadas y la persona que tenga una Dntum junto n
su Ensere puede abastecer abundamcmentc a ambas
pla11tas en la misma medida. El alojamiento invernal
es un poco problemático, dado que el &!Seteno debe
estar en un lugar demasiado fresco, y prefiere una
..• .••
...-.- k
••
""'
~

habitación luminosa a una oscura. La mayoría de las '-{.


veces, los plataneros pasan los meses fríos en un alo- ·~
jamientO con escasa luz }' luego sus hojas se secan.
1
o obstante, mientras con.serve el «Corazón», casi
siempre se puede contar con un nuevo brote.

.,,..
)

Al exterior, sólo en lugares muy templados, Li- .. .,#- "


bres de heladas. 1/l

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrfo.
Riego: mantener siempre húmedo. Los frutos sólo sr fomum rt1ando el n&pero st mltivo
Abono: cada semana, con un abono completo. m invmtodtro.
Alojanúento invernal: luminoso, entre los 1Oy 15 oc.
Multiplicación: fácil, por semillas o por división
de mata durante La primavera.

Tumbibt como planta tlt mama /QS platantrOS postm La Erioborrya japonica mtpmilma por ms brilluntts
rm mp~cto rlegantt. hojas 1'trtle osruro.

68
Aunque el níspero tolera perfectamente la poda,
<.'Sta operación no debería reahz.:~rse muy a menu-
do, ya que aJgún tiempo después se ramifica abun-
dantemente. Dado que resiste hasta los 1O°C bajo El ceibo no es exigente en sus cuidados, b3St3
cero, puede \1\~r tranquilamente al exterior en casi mantener la oem de la macet.a bien regada rabo-
todas partes, pero si se dese3 se puede trasladar a narlo cada semana hasta finales de julio o princi-
una habitación fresca y luminosa. pios de agosm, o con menos frecuencia incluso.
Durante la etapa de tloración estival no es conve-
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío. niente la poda, puesto que se le privaría de sus flo-
Riego: moderado, siempre que la capa de tiem su- res de ap:arición repenuna. Las tijeras sólo entran
penor ~ haya secado. en acetón en el momento en que pasan lo fríos.
Abono: hasta ocrubre, cada H días. Dado que, en su lugar de ongen, los vástagos de
Alojamiento invernal: puede esrnr en el e:<tenor. flores anuales se secan de todos modos después
Multiplicació11: por semillas o esquejes que echan de que forma el fruto, cuando se cultiva en maceta
raíces muy lentamente. éstos se cortan a ras lleltronco, y se coloca la plan-
1:3 con un sustrato seco a -.cr posible en una sala
fresca u oscura, donde ~ mante11drá completa-
mente seco hasta la primavera. En lugares libres
Erythrmll cristo-gnlli de helndtlS, puede pasar el invierno al exterior,
Ceibo, Cresta de gallo disminuyendo la frecuencia e intensidad de los
riegO!>. Los nuevos brotes~ desarrollan :.orpren-
El nombre de esta leguminosa se deri\-a de la de- dentemente rápido. Ss c:.t2 bsen cuidado, eJ ceibo
signación Jaona de 4<C'esta de g-JUo.., debtdo a que florece cada vez más con la edad.
las flores rojo carmin, de Jo:. largo:. raCimo~ que se
forman cada año en eJ extremo de los \'OÍSt3gos, re- Emplazamiento: complet.amente soleado y cálido.
cuerdan efeco\-amenre a una cresta. En \mérsca Riego: mantener ligera pero uniformemente hú-
Central y del Sur, su lugar de ongen, la planta es medo.
fecundada por coübris, mientras que en las e:.pecses Abono: a partir del brote hasta principios de sep-
africanas, más diffciJes de cultivar, el pájaro 3\-i:.pa tiembre, cada semana o aún con menos fre-
asume esta tarea. cuencia.
Alojamiento invernal: oscuro y seco, entre los 6 y
8 °C.
MuJtipliación: por esquejes de pun1:a después del
brore o por ~mill:ll>.

FJ árbol tltl rora/, Er}'trina cnsu·gaUi, npcnns Lasjlorrs dtl11riJol tld nmlf npnmrn todm 11 In rn Jmft
rrquirl't' midndos. ft"nlts tlt In primtrorrd IJIIJI/J ti oro1io.

69
Los imprtsionnntu eucaliptos sot1 rnroderístiros &z 1irncrtll t•f EuClllyptuS no creer tonto; no obstante
tk las snbonns dt Australia. es una acroctiva plo11t11 onwmentol de boja.

Eucnlyptus llaje (.:oigan te del E. nipophila está teñido de azul pla-


Eucalipto teado.
Aunque siempre se dice que el Eucalyptus tolera
El eucalipto, carncterfstico de Australia, es uno la sequía, es mejor no poner a prueba su aguante,
de los árboles de mayor crecimiento que se cono- sino regarlo en abundancia. Dado que el sustrato
cen: algunos ejemplares alcanzan más de 150 m. de la maceta se seca con rapidez, debe regarse cada
Dado que la mayoría de las especies que se adquie- día de forma intensa en verano. Esta alta necesidad
ren como plamas de maceta crecen muy rápida- de agua se explica por sí sola sabiendo que el E. glo-
mente y algunos años después se salen del recipien- buius, por ejemplo, se planta como drenaje natural
te, hay que contar de antemano con que habrá que para desecar pantanos.
separarse de la planta.
El E. gtmnii y el R nipophila, que bajo circunstan- Emplazamiento: soleado, una ligera penumbra no
cias favorables puede tolerar hasta los JO oc
bajo le daña.
cero o más, se pueden plantar al aire libre en el jar- Riego: muy abundantemente con agua pobre en
dín y~sperar que resista los inviernos. Esta mirtácea cal: la sequía provoca daños irreparables en las
perenne presenta dos pauticularidades: por un lado, hojas.
las hojas del árbol joven y las del adulto son diferen- Abono: sólo ocasionalmente para no forzar el cre-
tes¡ por otro, el follaje -azul verdoso o azul platea- cimiento.
do- se orienta hacia la luz. El E. gunnii, que rol era Alojamiento invernal: luminoso y ventilado, en-
la poda, puede conservar sus bonitas y redondeadas tre los 2 y 10 °C.
hojas del estado juvenil algún tiempo, siempre que Multiplicación: por semillas o esquejes que, no
se retiren los viejos vástagos; hay otras especies que obStante, echan raíces con dificultad.
no se podan.
Entre las plantas de macera más atractivas de
esta especie se cuenta E. globulus, el eucalipto más
común, con hojas de color azul verdoso que se
tornan blancas en el árbol adulto; el arqueado fo-

70
l.11 trralia ¡mttk alt=r 1m t11111año tlroado W t'i11'1tdnJtr f111Jidco/ur rtf{Uttrm 1m akjmnit'TllO mvmu1J algo
m 'lino maceta espa;io¡a, rntfs ti/ido y /uminaro m romptn'1Ui6n ron IOJ varumces verdes.

Fatsia japqn ica


Aralia
Como planta de interior, esta araliácea perenne,
originaria de A~ia oriental, puede alcanzar un ta-
maiio impresionante y en una maceta espaciosa
puede convertirse en una acractiw planta de hasta
4 m de altura. Si está en un lugar al aire libre, los
tronquiros deberían sujerarse a una vara para ase-
gurarlos frente a un golpe de viento. Las plantas de
gran llllll3Jio necesitan también una gran cantidad
de agua y abono. No tolera la sequfa.
Así como la variedad de hojas verdes puede alo-
jarse en invierno en un lugar bastante fresco (y lue-
go sólo requiere mantener la humedad), las de ho-
jas coloreadas necesitan unos 15 °C o más para
pasar los meses fríos. Las hojas, grandes y decorati-
vas, se lavan de vez en cuando con una esponja.

Emplazamiento: semíumbrío hasta umbrío.


Riego: todo el verano en abundancia. Arodo: m la ptrm rnfrrior dt rm nudo dt la ~Jo/a Jt hatt un
Abono: hasta septiembre, cada semana. prmto Je mrt f{flt Jt mmmme ahimo ron una piedrtriur, y
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 8 y se mvurlvt rim II7UI hoj11 dr pldftico. Ésta a 111 vn Jt reUma
12 °C¡ la variedad de hojas coloreadas, por lo dr rurbo húmeda y re mjno cambiEn por lo pom mpnior.
Tr/IJ t 10rii1J lt'mOn/IJ tt putdt ronnr d trou dt vwgo C/111
menos a 1S °C. úu TTiitts J trDSplanarrlo.
Multiplicación: por semiUas, esquejes o acodo
aéreo.
71
FíetlS cmictt
Higuera
En su estado silvesrre, este árbol originario del
área mediterránea y de Asia occidental alcam.a
hasta 1O m de alrura. En lugares de inviernos sua-
ves a menudo se ve crecer a las higueras junto al es-
paldar del muro de una casa. Si se hiela la parte de
la superficie a causa de una intensa helada, el árbol
muy probablemente pierda su belleza por de pron- FrutoS tk la bigum.
to, pero siempre se puede contar con un nuevo
brote. En caso de que se repitieran estas mismas
condiciones climáticas varias veces seguidas la lla-
mativa higuera se malograría por completo.
Contrariamente a los eucaliptos de interior, el F.
cnrica pierde su follaje, por ello puede alojarse en el
invierno en un lugar fresco y oscuro. Los diminu-
tos frutos que se forman en otoño y que sólo esta-
rán maduros al año siguiente, casi nunca superan
los meses de frío en un invernadero, de manera que
difícilmente se puede contar con qrncidades dignas
de mencionar, al menos cuando se cultiva en mace-
ta y por este procedimiento. En caso de cultivarse
al exterior, la planta puede fructificar con normali-
dad. No obstante, sus grandes hojas lobuladas son
motivo suficiente para considernr a la higuera
como una arrnctiva planta ornamental.

Emplazamiento: soleado hasta ligeramenre um-


brío.
Riego: lOdo el \'Cl'llno en abundancia.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 2 y 8 °C. Ficus caria a muy drroratira dtbi@ 11 ms grmula
Multiplicación: por esquejes o acodo. bujiiS lobuladas.

72
Fttchsio
Fucsia, Pendientes
de la reina
La multiplicidad de especies y variedades de esre
género es tan extensa que algunos autores se han de-
dicado exclusivamente a esta onagrácea. A grandes
rasgos pueden distinguirse las fucsias que crecen
verticalmente y las colgantes que, por sus vástagos
Ln futsia figura mtrt IM dóncM plmtM dt mama largos sin podar, son especialmente apropiadas para
y dt bakón. jardineras y lugares donde puedan pender.
Las fucsias admiten la poda y pueden formar un
tronco alto. Uno mismo puede reaJjzaT esta tarea,
dejando crecer un solo v-.ístago de la planta joven
hasta la altura deseada, retirando los laterales con
asiduidad y recortando las ramas de la copa. Aun-
que también hay híbridos que toleran la intensa luz
solar, siempre es más conveniente un lugar ligera-
mente umbrío; el calor estÍ\'31 no les conviene, pues
merma su salud y su capacidad de floración.

Emplazamiento: semiumbrio hasta umbrío.


Riego: en abundancia en verano.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso u oscuro, entre
los 6 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes herbáceos de punta.

Las ftitsiiiS Jt ptudro CUM'IJT n n Jijiculltld (llfnO


tronquiro alto.

Flores dt In vnritdod 'Muritl'... ...y de la varittlad 1u4y '.

73
Lllf flow dt CQ/or crrma y lllf hojas vmk osrn'f'll Gardenia jasminoides, una pluma para macda
s011 dt una impresion1111tt belltza. /IXtraordinariameTJte atraaiva.

Gardmio jasmfnoides Emplazamiento: semiumbrío.


Gardenia Riego: con agua blanda, a temperatura ambiente
en invierno y mantener el sustrato siempre uni-
Las hojas brillantes verde oscu:.r:o y resistentes, formemente húmedo.
así como las deslumbrantes flores dobles y aromá- Abono: sin cal; de la primavera hasta finales del ve-
ticas de color blanco que se forman en los extre- rano, cada semana.
mos de los vástagos son el distintivo de esta rubiá- Alojamiento invernal: luminoso, entre los 12 y 15 oc.
cea. Se trata de un conocido arbusto de jardín en Multiplicación: por esquejes a una temperatura
lugares no demasiado fríos. La floración se pre- del suelo de aproximadamente 25 oc y una ele-
senta en verano y en otoño, de ahí que se reco- vada humedad ambiental al mismo tiempo; pre-
miende albergar la planta en el momento adecua- ferentemente en bancales de multiplicación.
do en un lugar luminoso y no demasiado caldeado
para que puedan abrirse los brotes existentes.
Dado que una elevada humedad ambiental favo-
rece la floración, es conveniente colocar el reci-
piente en un pedestal con agua o introducirlo en
turba húmeda. Cuando las gardenias están en flor
se debería evitar pulverizadas o rociarlas, ya que de
otro modo se pueden formar manchas de agua que
afean la planta. La temida coloración amarillenta
de las hojas obedece a una gran diferencia entre la
temperatura del aire y la del suelo, o a un encharca-
miento del recipiente. El agua calcárea provoca
este tipo de daños y por ello no debería emplearse
desde un principio. El cuidado de la gardenia exige
un poco de tacto.

74
En un lug¡rr hmriMso ltt Grevillea robusta pu~ akljnrt LM/xj111 pcrmnes tkl robk 61/SfTIIIiliM rrct1mln
rambim m ut111 mltt dt estJIT' Cllkkada. • las frw1Jas tk /4$ btkrbos.

Grtroillea robustll Emplazamiento: semiumbrío, protegido del fuer-


Roble australiano te sol del mediodía.
Riego: constante, pero una humedad moderada es
Como árboles perennes, esta proteácea alcanUI indispensable.
más de 50 m de alrura en Australia, de donde es Abono: de la primavera hasta fina les del ve.rnno,
autóctona, mientraS que en DUceta en rar.~s oca- cada serruma.
siones alcanza más de 2 m. El desmoche de los Alojamiento invernal: luminoso, entre los 6 y 12 °C;
ejemplares que se luyan hecho demasiado grandes si fuese necesario, también soporta el calor de la
sólo se recomienda en casos excepcionales, dado vivienda, con tal de que haya muclu luz¡ en un
que puede conducir a un crecimiento despropor- alojamienro fresco y oscuro pierde el follaje,
cionado. pero Ja mayoría de las veces vuelve a brotar de
G. robustll es una planta verde muy decorativa y nuevo.
especialmente vistosa por sus hojas plúmeas que al- Multiplicación: por semillas; los esquejes semi ma-
canzan basu 20 cm de largo. Sin duda requiere duros, provistos de una protección de cristal o
atenciones continuas, especialmente con respecto una peücuJa aislante. necesitan casi siempre va-
al abastecimiento de agua. La tierra de la planta no rios meses hasta que echan raíces.
debe estar ni encharcada ni seca. Es conveniente
prestar un esmerado cuidado a la Grevi/Jta si pasa el
invierno en un lug:¡r fresco y luminoso. Por norma
general, el calor de la vivienda no le sienta bien.
La decoloración de las hojas puede obedecer a
una carencia de oligoelemenros que se subsana con
un abono especial.

75
Hedychiwn gardnmanum
Hedychium
El hedychium se cuenta entre las pocas plantas vi-
vaces de maceta de entre las que estamos tratando
en este libro¡ son características sus espigas de tlores
amarillo oro de medio metro de largo. Son muy aro-
máticas y producen un efecto especialmente atracti-
\'0 con sus extraños estambres erguidos de color ro-
jizo. Desgraciadamente, la floración se presenta
bastante tarde, a saber, en agosto, pero luego se pro-
longa hasta el otoño. Sus hojas relativamente an-
chas, de hasta 50 cm de largo, aumenmn el encanto
de esm cingiberácea fácil de cuidar. Debe pasar el
invierno en un lugar fresco y oscuro, después de ha-
ber podado el foiJaje a ras de suelo. Tan pronro em-
pieza a hacer suficiente calor en la primavera se pro-
duce un nuevo brote del cepellón de las raíces. En el
hedychium, los problemas de enfermedades y pará-
sitos son muy poco frecuentes.

Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío. Hedychimn gardnerianum a 111111 dr las pocas plumas dvaca
Riego: todo el verano en abundancia, en invierno qur fllUdt •n«r camb1in m macct11. La Jlur apare« a jinllltJ
preservar el sustrato lo justo de la sequía. del ¡·erm1o y st amsm'll hoStil el oto1/o m lit/ lugar
Abono: todo el verano; hasta septiembre, cada se- mniumbrío.
man3.
Alojamiento invernal: oscuro, enrre los 4 y lO oc.
Multiplicación: por partición.

Ln.r jlot·n ,/d htdyrhíum NI/ muy bonitas y, ndemds,


dtSp11'11dm uu IJgradablr arom11.

76
Hibiscus rostt-tínmsis
Hibisco, Rosa de China,
Cardenales
El número de hlbridos que apadrina esm malvácea
es inabarcable¡ cada año se añaden nuevas variedades,
y las flores -en blanco, amarillo, naranja y en todas
las tOnalidades de rojo, incluso bicolores, simples y
hasta dobles- son cada vez más grandes. Dado que
Hibiscus r®J-stnen~is, J bibisaJ rosa. casi siempre estaS planl'3S se venden en las floriscerías
cuando escin en flor, puede elegir la que le guste más.
Las planl'3S añosas se podan inrensamentc después
del frío, pues, de orro modo, los arbustos crecen des-
plegados y no desarroUan una buena mmi6cnción;
las plantas jóvenes tultivadas por uno mismo deben
despunmrsc de vez en cuando. Como nom1a gene-
.ral, el principiante no debeóa emplear ningún pro-
ductO especffico, como hace el profesional para con-
seguir que su crecimiento sea escaso y rupido. 'o
obstante, estOs produCtOS también pueden ser moti-
'-'0 para no desear proseguir con el cultivo de una
planta comprada: los reguhdores de crecimiento a
menudo surten efecto a lo largo de varios años.
Tambih1 los flores blancos son muy visr.os11s. Un descanso invemal en un lugar luminoso y
moderadamente cálido es aconsejable para su pos-
terior floración. La planta puede alojarse también
en una habitación cálida, siempre que se le procu-
ren los cuidados de cosrumbre, es decir, nego re-
gular y abono ocasional.

Empl22.amieoto: plenamente soleado.


Riego: todo el verano en abundancia, pero hay que
evimr siempre el encharcamiento.
Abono: desde que ha bromdo por completo hasta
agosto, cado semana.
Alojamiento invernal: lo mejor es un lugar lumino-
so enrre 14 \' 16 oc; r:ambién tolera el calor de la
sala si hay ru6cienre luminosidad; en este caso hay
que seguir regándola y abonarla ocasionalmente.
Al exterior en lugares sin heladas; son más resis-
tentes las variedades de Bor roja y simple.
Multiplicación: por esquejes de ptmta en primave-
ra y verano o también por semillas. Las semillas
de hJbridos de los hibiscos de pantano, de flores
gigantese35, los H. miJIChtUto, se venden también
en los comercios especializados. No obstante es
difícil conseguir que estos arbust(){t florezcan
cuando los \'eranos son corros.
77
La iocroma procedt dt Amñ-ica del Sur y rstá emparmrada La 14gemro~nio st dmomino 11 mmudo árbol de Júpiter.
c~mlll Datura.

Ioclmnna cyaneum Lagerstroemia indica


locroma I;agerstroemia,
Arbol de Júpiter, Júpiter
La gama de solanáceas apropiadas como plantas
de maceta fue enriquecida en Jos últimos años por Perteneciente a la fumilia de las litráceas, en mu-
las iocromas, que se ofrecían a menudo en los cen- chos paises mediterráneos es un arbusto habitual en
tros especializados. El efecto óptico de las flores nuestros jardines. Los inviernos duros no son preo-
acampanadas de color violeta, azul o malva que se cupan tes en este caso, ya que las lagerstroemias to-
asientan en Jos extremos de los vástagos formando leran sin dificultad remperaruras inferiores a los
racimos río es menos espectacular que las que se 1O•e bajo cero, yni siquiera un cepellón congelado
presentan en las ilustraciones de los catálogos. El es capaz de matar una planta adulta. En países con
aspecro de la Iocbroma es muy vistoso, con sus vás- veranos cortos, estas plantas sólo consiguen una so-
tagos delgados y quebradizos ciertamente algo de- berbia floración bajo circunstancias favorables, ya
sordenados. En un alojamiento invernal fresco y que sus Aores se presentan sólo a finales de julio o en
luminoso, este arbusto procedente de América del agosto y únicamente salen si hasta entonces ha habi-
Sur florece desde el verano hasta el oroño. Después do sol y calor. De otro modo, las plantas se malo-
de la floración puede podarse intensamente. gran y en el mejor de los casos sólo experimentan
una floración de consuelo, tardía, que merma muy
Emplazamiento: soleado hasta semiumbrfo. rápidamente un otoño premaruro. Las lagerstroe-
Riego: todo el verano abundantemente. mias son tan dependientes como las adelfas de la si-
Abono: hasta septiembre, cada semana. tuación climática. Con todo, la opulencia de las flo-
Alojamiento invernal: lwninoso, entre los 6 y 12 •c. res blancas, rosas, amarillas o rojas que se forman en
Multiplicación: por esquejes herbáceos especial- los vástagos diñcilmente son equiparables a las de
mente de ejemplares ricos en flores. OtraS plantas de maceta.

78
lnftmscmdn dt Lagerstroemia indica.

En los jardines mediterráneos pueden vivir tran-


quilamente al exterior durante todo el año; se poda
con intensidad moderada a la salida del frío, ya que
florece sobre las ramas que brotan esa misma pri-
mavera. Como empJazamiento sólo hay que conw
con el lugar más cálido y soleado posible, pre-
ferentemente en una pared orien12da al sur donde
refleje el calor. Las exigencias de agua y nutrientes
son moderadas.

Emplazamiento: completamente soleado, cálido y


protegido.
Riego: manteneruniformemenre húmedo.
Abono: hast3 agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y 8 °C.
MuJtiplicación: por esquejes de punta en verano.

79
Lontnnn-cnmnm
Lantana
EstaS verbenáceas, con sus umbelas de i1ores vio-
leta rojizo, amarillo o blanco o los tres colores com-
binados en el extremo del vástago, son especialmen-
te atractivas cuando se cultivan como planta de
tronco alto. Una característica peculiar de esta plan-
ta es que, con el paso del tiempo, las flores cambian
de color, de amarillo a naranja, por ejemplo, o de un
rosa suave a un rojo intenso. Tan pronto aparecen
los frutos de baya verdes, que luego se tornan rojos,
hay qt<eretirarlos para no mermar la floración poste-
rior. Las flores colgantes brotan durame todo el ve-
rano si los días y las noches son cálidos y el sol des-
pliega toda su fuerza. Por eso lo más importante para
la lantana es un lugar completamente soleado.
Apane de esto, la lanta1l3 no tiene grandes pre-
tensiones y sus exigencias respecto al agua y nu-
trientes son modestas. En el momento de cobijada
en invierno se podan intensamente los vástagos, y
luego se coloca junto a otros pequeños arbustos en
un lugar oscuro del sótano, en los lugares donde
hiela. En zonas templadas, sin heladas, pueden pasar
el invierno al exterior. En veranos calurosos pueden
acarrear problemas la mosca blanca y los ácaros.
Los lánwnas um miís Ilimitas CU!Indo·u cultivtm romo
Emplazamiento: completamente soleado.
troru¡uito alto.
Riego: mantener siempre moderadamente húmedo.
Abono: hasta agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: después de una intensa
poda, un lugar oscuro entre los 6 y 10 oc en los
lugares fríos. Si puede vivir en el exterior, poda-
remos cuando desaparezca el riesgo de heladas.
Multiplicación: por esquejes de punta en la prima-
vera, después del brote.

Pm·a que tstin C11ojadns dt flol'tS las bmtmrns 11r.u.ritJJ11 Los jlqres que brotan dt blbridiJS dt Lantana-camara se dan
mucho rol y calor. tll fnsi todos /Qs colores.

80
Lnums noln/11
Laurel
Los aficionados a las plantas siempre -;e <;<>rpren-
den de lo caro que es un laurel ClWldo ~ adquiere
en una floristeri~ o en un centro de jardmcría. Pero
su relativo airo precio e~t:i completamente justifi-
cado, dado que el culri\·o de ~ta laurácea perenne
de lento crec1mienro ~ diñcil ~ exitce tiempo. SJ
b1tn aún requ1tre más esfucno cuando se trata de
conseguir arbolitos o pir:imides. Como planta de
maceta, habría que darse por ~ansfecho con ver
crecer esta mata tan decoratl\·a wno al sol como a
la sombra, graetas a sus gruesas ho1~ verde oscuro
que pueden cortarse según nuestras necesidades
para entplearlas en la cocina ~xclusiv~mente la
hoja-. Otra~ interesad~ en esta planta son lasco-
chinillas, pero no deberían combatirse con sust:m-
cias químicas, aunque desgrnciadamcnte se extien-
dan por la planta a menudo. Apane de e5ro, el
laurel difícilmente puede ser \Íctima de errores; lo
ún1co unpomnte es no deJar nunca que d sustrato
se seque completamente }' menos aún durante el
periodo en que brota, y-a que las hojas JÓ\·en~ }' los
'-'ástagos }'3 no se recuper-arían.
La etapa de aloJamiento mvemal de ~te arbus- 1..1 poú pMII J.trfontu rrtp~trrr llfU<bo llmtpo y tsforr.A
to se limita a un oempo mimmo; s1empre que se y 1UI a sirmprt ntctSimO, pu,-,¡ut•••
culrn·e en lugares con un c!Jma suan: no resulta
e~cesi,-amcnre dificil, y-a que al igual que la LM-
gtmronnuJ tolera temperaturas mferior~ a los
1O°C bajo cero. Asimismo, el cepellón no ~ufre da-
ños si se congela temporalmente. Por lo tanto, se
puede esperar hasta que amenazan las heladas
prolongadas para albergarlo. De todos modos, en
nuestro paí~. sólo los Jugare~ muy frío!t en invier-
no no le convienen.

Empinamiento: tanto ~oleado como umbno.


Riego: mantener siempre ligeramente húmedo,
evitar la sequfa.
Abono: hasta agosto. cada ~mana; disuelto en agua
posee un efecto espccsalmente fuvorable.
Alojamiento invernal: al exterior, salvo lugares de
heladas muy fuene).
Multiplicación: por esquc¡e.' de punta en la prima-
vera aunque no hay seguridad de que broten, ya
que la mayoría de las veces el enraizamiento e~
dudoso. ,\1ucho me1or por semilla,, que gemu-
nan con fucilidad.

.* t¡mtf.t(rt a 11mzrm-o 1111 11rkato l(llt ITM Jr formil


trJil1lnly jlurr.lt .JmlJis m pt"7111JTrrrll

81
El lept4spe~mum agradece tl roidado aderoado y un
empi/IZI11Tiiento cálido con 111111 exuberante jlumdó11.

Leptospermum scoptrrizrm
Leptospermum
En las floristeóas esta mirtácea procedente de Las flqres M Loros berthelotii se p11recm a las lrnguns
Australia y Nueva Zelanda se vende frecuentemente M las 1/nmns.
como planta de tiesto para interior, ya que florece
siendo un ejemplar joven. El cultivo en una jardine-
• ra en la ventana no es recomendable, puesto que Lotus berthelotii
este arbolito o arbusto perenne con flores blancas, Lotus
rosáceas o rojas, tiene unas necesidades muy cam-
biantes. En la primavera y el verano requiere mucho El parentesco de estaleguminos3 con UD3 temida
sol pero también mucho aire fresco y humedad. mala hierba es sorprendente debido precisamente a
Dado que debe cobijarse preferentemente en un lu- las grandes diferencias externas que hay entre ellas.
gar luminoso y fresco, el alojamiento ideal para el El L. btrtbelotii es un arbusto rastrero, originario de
leptospermum es un jardín de invierno moderada- las Islas Canarias y de Cabo Verde, con largos vásta-
mente templado. Junro a esmfamilia, hay múltiples gos cuyas hojitas en forma de hebras recuerdan de
variedades con flores grandes, algunas de ellas rali1- lejos al espárrago ornamental. Las llores rojo lumi-
bién dobles y en diferentes colores, semejantes a las noso q1 e se presentan junms en las puntas de los
agujas del follaje, y variantes respecto a la forma y el vástagos se parecen a las lenguas de las llallllls. Las
tamaño de su crecimiento habitual. variedades amarillo sangufneo son rugo menos vis-
tosas, pero merece la pena recomendarlas si se aspi-
Emplazamiento: cálido y soleado. ra a conseguir una flora exuberante mezclada en un
R.iego: todo el verano en abundancia con agua po- lllllcetero colgante o en recipientes altos. El LotriS
bre en cal, en invierno únicamente mantener las resulta igualmente atractivo como planta baja al
raíces húmedas. lado de otras plantas de maceta de tronco alto como
Abono: de la primavera hasta el otoño, cada dos 1a Datura, provocando contraStes e~'J>ecialmente lla-
semanas con abono de flores o de azalea pobre mativos con el Plumilago, de llores azules.
en cal. En el cuidado exige ciertas aténciones, sobre
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre todo con respecto al riego. Es.muy sensible a la se-
los4y l0°C. quía, respondiendo a 13 carencia de agua con la caí-
Multiplicadón: por esquejes de punm desde mar- da de las finas agujas de sus hojas, una circunstancia
zo o abril hasta agosto. que merma su aspecto, a pesar del nuevo brote.

82
.Magnolia grandiflora llama la attmti6n por stu bo)IJJ
duorarivns y S'/1! tleg11ntts flpres de color cmna.

Nlngnolia grandiflqra
Magnolia
T~m~btin ku t•mtúáts tk ftorrs f111111rilills tkllorus
son lltrturivlll.
M. grf1Tidijlqr¡¡, originaria de América del Norte,
generalmente se entiende bien con los inviernos
fríos. La \'1lriedad 'Gallisoniensis' ha demostrado
El abastecimiento regular con un abono liquido realmente su capacidad de resistencia a las heladas.
es igualmente importante, ya que el Lotus es una Plan13da al aire libre y protegida del viento, un
«devoradorn de abono». Dado que la plant:ll sólo ejemplar de esta magnoliácea ha superndo incluso
florece cuando está a pleno so~ en verano debe re- periodos de heladas a unos 25 oc bajo cero, aunque
garse con regularidad y controlar constantemente -eso si- luego ya no h.a vuelto a florecer. Por
la humedad del suelo. consiguiente, no merece la pena hacer este tipo de
experimentos.
Emplazamiento: completamente soleado; a la La vistosidad de esta planta radica en sus gran-
sombra sólo obtendremos un follaje en filigrana, des hojas verdes, lacadas y resistentes y en sus aro-
plateado y briUame. m3ticas flores de color blanco crema, que abiertas
Riego: bastante abundante, no dejar nunca que se alcanzan un diámetro de hasta de 25 cm, muy per-
seque. fumadas. En principio la magnolia rolera la poda,
Abono: cada SenlJlna, con un abono completo li- aunque las tijeras deben emplearse siempre de
quido. forma comedida Debido a su resistencia a las he-
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre ladas se recomienda dejar la .\1. grandiflora en el
los 5 y8 °C. exterior.
MUltiplicación: por esquejes de pun13 en primavera.
Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío.
Riego: en verano en abundancia.
Abono: sólo ()C;lsionalmente hasta agosto.
Alojamiento invernal: entre los 1 y 1O°C.
Multiplicación: por esquejes de punt:l en \'erano
(con resulado incierto). También por acodo
aéreo.

83
rrir que si le cm'Ían cxpr~meme esta planta la re-
ciba con pulgones. Por ello se recomienda mirar
con lupa los ejemplares recién llegados.
Ma11droilla laxa
Jazmín chileno Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: todo el verano en abundancia.
En otro tiempo perteneciente a la especie Diplrt- Abono: hasra agosto, cada semana; cuanto más cre-
denia, esta planta enredadera de la familia de las ce más florece.
apocináceas es una de las enredaderas con Oores Alojamiento invernal: fresco, entre los 4 y 8 °C,
más atractivas para el cultivo en maceta. Los \•ásta- oscuro y seco: cuando se pone a cubierto, la tie-
gos, en cuyos extremos y ejes se fonnan en racimos rra tiene que estar tan poco húmeda como sea
las flores completamente blancas y muy aromáti- posible.
cas, pueden alcanzar varios metros de longitud, de Multiplicación: por esquejes con una alta tem-
manera que se debe sujetar la planta a un espaldar o pcrarura en el suelo: lo mejor son los bancales de
sopone para ayudarla a rrepar. La floración se multiplicación cerrados; muy fácil por semilla, si
mantiene todo el verano. bien es difícil encontrarla en el mercado.
Dado que la M. loxn no es demasiado sensible a
las heladas se puede dejar en el exterior relativa-
mente bastame tiempo. Antes de la llegada del in- Metrosideros excelsa
vierno, los vástagos se cortan dos palmos por enci- Metrosideros
ma del suelo y luego se coloca la planta en un
recinto fresco y oscuro, donde se la deja sin aporta- Al igual que el Cnllistnnon, el ,\1ttrosíderos tam-
ciones de agua. El jazmín chileno arrae casi de for- bién pertenece a la familia de las mirtáceas; los es-
ma mágica a los pulgones, por lo tanto, cada vez tambres rojizos de hasra 4 cm de largo de sus flores
que se riega hay que prestar atención a los ataques en corimbo constituyen el arracti\·o de estOS árbo-
de parásitos y actuar contra ellos reguJannente. Si les que en Xueva Zelanda, su lugar de origen, al-
los parásitos invaden todo el espaldar, es difícil canzan hasta 20 m de alrurn.
combatirlos. Debido a esta propensión, puede ocu- Cuando se cultivn en maceta no cabe temer que
estas plantas le pasen :1 UJ10 por encima de la cabe7.a.
Las hojas, no demasiado grandes, son verdes y laC3'-
das con el envés blanco y \·elloso. Desgraciadamen-
te, la época de floración se limita al inicio del verano.

Mandevilla laxa, ti j11zmirt cbilmo. Elmetró.•idmJ.r Tllmbtfll ts t'trdath:rrrmmtr drcor.ntivo


romo pl11?1tll 0171nmmfl11 de hll)IT.

84
Emplazamiento: plenamente soleado.
Riego: en verano, mantener ligera y uniformemen-
te húmedo; en el periodo invernal no dejar secar
completamente. Riego: con agua pobre en cal, manrener siempre
Abono: hasta agosro, cada semana. uniformemente húmedo; no debe secarse, ni
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre empaparse.
los 5 >' 10 •c. Abono: cada semana hasta agosto, con un abono
Multiplicación: por semillas o cabcw de esquejes completo serniconcenrrado o con abono de
que no obstanre clifícilmenre echan raíces. azalea.
Alojamiento invem.al: luminoso, entre los -+
y 8 •e; mantener sólo moderaclameme hú-
,\-1)-nus C011Tmvnis medo.
Mirto Multiplicación: por esquejes de punta en la prima-
verJ y el verano. También por semillas.
Los cuidados de este pequCJio arbusto perenne
que florece durante rodo el verano se limiran funda-
mentalmente al esmero en el riego con agua necesa-
riamente pobre en cal. La sequía puede ser morml, al
igu:¡l que el encharcamiento. La poda es factible,
pero sólo se realiz.1 en caso de necesidad para no da-
ñar su aspecto, a menos que se renga la intención de
conseguir una ptrámide o un tronco airo, lo Cllal es
muy factible. Especialmente las variedades 'Saludo
del Ehrntal' 'Mirto novia de Hnmburgo' y 'Novia
mirto de Konigsberg' son conocidas desde hace
tiempo. Incluso las pbnras jóvenes deben despuntaS-
se varias veces para obtener un crecimiento frondo-
so. Es una planrn tradicional de nuesrros jardines,
que se adapta muy bien al cultivo en macern.

Emplazamiento: soleado hasta ligerameme som-


brío. Mynus commonis, 111111o.

Lns }111ns dt los rrrlrusM tnlpict~ln m11 p.mmúunnmtr Pl11ns de/mirto.


/lJrUctn•111.

85
LOJ foltTrts y lo gtn~tn dt vnrinntts ts 71TUJ grundt: IIIS La odtlfo ntctfl1il11111lho calor y sol poro qut lo floroti6n
ri/Jiitdildts t¡¡n flurrs dolllts s011 p11rtiC11/nnnmtr stJgtJtit'IIJ. st desplitgut m IOÓO Sfl tsplmdor.

Ne1·ilnn oleandi!T &1 los países de la zona mediterránea, su lugar


Adelfa de origen, las adelfns crecen sin problemas allí don-
de las raíces encuenrransuficiente humedad a pesar
Si se piensa en plantas para macera, lllS adelfas del calor abrasador. Así, por ejemplo suelen darse
deberían situarse en primer lugar, dado que se cul- en la cercanía de la corriente de un río o un arroyo.
tivan desde la Edad Media. La multiplicidad de va- Por ello, en verano también se recomienda dejar
riedades existentes es gigantesca, sobre rodo en los siempre un poco de agua en el platillo. Las lluvias
países al sur de los Alpes, y no es abarcable para ocasionales no satisfncen por completo esra necesi-
los profanos. La persona que se provea de un dad y la única consecuencia es que las flores rcsul-
ejemplar de esta apocinácea debe confiar necesa- mn dañadas.
riamente en Los daros de los catálogos o en las des- Otro inconveniente de la adelfa es la toxicidad de
cripciones de la florisrería. En plantas sanas, una todllS las partes de la planta en su conjunto. De he-
buena variedad puede presentar agrupadas hasta cho, todos los órganos de la adelfa contienen glu-
80 flores en grandes racimos en corimbo -<le to- cósido de oleandrina. El envenenamiento empieza
nos blancos, amarillos, rosas, salmón o rojas- con náuseas y dolores de cabeza. Pueden prolon-
simples, semidobles o completamente dobles. A garse duranre horas diarreas y trastornos de arrit-
menudo despiden un fuerte aroma cuya intensidad mia cardiaca. Una creciente insuficiencia coronaria
depende de la variedad. puede conductr finalmente a una parálisis cardiaca
Pero precisamente con la apreciada adelfa los y con ello a la muerte. Debe e\Ítarse que el jugo le-
aficionados a las plantas sufren muchos traspiés, choso de la planta caiga sobre una herida y vaya a
de manera que después de varios fracasos desisren parar directamente a la sangre.
de hacer nuevos intentos. La culpa de esto la tie- Esta toxicidad puede ser muy peligrosa especial-
nen dos ópicas enfermedades de esta planta, ori- mente para los niños, si se meren las hojas o las
ginadas por un hongo y una bacteria que provo- flores en la boca. Pero también los adultos debe-
can.el remido cáncer de adelfa. J.lientras el hongo rían ser muy cuidadosos y sobre todo después de la
-que se reconoce por el color marrón de las flo- poda tener la precaución de que el jugo no caiga en
res- puede ser combatido con un fungicida, heridas, en los ojos o en la boca. L:l\'cse siempre las
contra la bacteria nad~ se puede hacer, sal\'O in- manos al terminar el trabajo.
rentar frenar el araque cortando los vástagos en- Aunque la adelfa tolera la poda, es conveniente
fermos, pero lograrlo es sólo una cuestión de que los ,;ejos ejemplares conserven su aspecto
suerte. En la mayoría de los casos hay que desha- frondoso y retirar sólo las ramas em•ejecidas o
cerse de la planta. muy largas a ras de la base, para que posterior-

86
Ott11 posibilidad: 111 i1dtlfi1 dt jlqr b/Jmu y fOS/1 El umid4 rln«r dt !ldtlfo rml prwocado
m 'lnli1 sola •mattta. por 111111 baruria.

menee pueda desarrollarse un nuevo brote lleno


de flores. Tampoco es necesario t:rasplantar las
plantas adultas cada año. Lo mejor es reducir el
cepellón en la primavera como se hace en la Datu-
ra con un cuchillo, para eliminar la capa exterior.
El espacio ganado en la maceta se rellena con tie-
rra fresca, que contenga abundante raspadura ele
cuerno,

Emplaz.amiento: completamente soleado y cálido,


en un moro orientado al sur: a ser posible prote~
gido de aguaceros.
Riego: en verano muy abundantemente, si el calor
se prolonga es necesario que baya agua en el pla-
tillo; sólo emplear agua sin cal y a temperatura
ambiente.
Abono: hasta finales de agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso y vencilado, en-
rre los 4 y 8 °C: un lugar oscuro trae como con-
secuencias ataques de parásitos y enfermedades,
e induce a errores de riego. PtfUtilo ptUajr CDr~ i1Jlófas.
MultipUcación: en la primavera y el verano, por
cabezas de esquejes que se colocan en un \'liSO
con agua: el enraizamiento puede durar varias
semanas dependiendo de la variedad.

87
Olea europaea
Olivo
En la wna mediterránea resulta fumiliar la vista
del olivar con sus vigorosos árboles perennes rami-
ficados en la copa sobre la que se distingue el brillo
plateado del follaje verde blanquecino. El aspecto y
la coloración de las hojas son el principal atractivo
de los olivos como planta para macetu, ya que las
flores blancas y aromáticas son imperceptibles.
Hay muchas variedades no productivas y los frutos
sólo pueden presentarse cuando se plantl con este
fin otra variedad como donador de polen. El estado
vigoroso e impresionante que alcam.an en los países
mediterráneos es propio de árboles con varios años.
Los olivos son verdaderamente apreciados por
los jardineros motivados que desean completar su
colección de plantas para macet:l. En su cuidado
esta oleácea es poco complicada; difícilmente es
atacada por los parásitos, sólo ocasionalmente pue-
de haber problemas con las cochinillas latentes.

Emplazamiento: soleado y cálido.


Olea eurupaea; ti olit·o ((fmo planta dt mama upmas Riego: todo el verano mantener uniformemente
e:r:igt cUidados. húmedo.
Abono: hasta agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 2 y 1O°C.
Multiplicación: por esquejes semimaduros al prin-
cipio y durante el verano.

úzs fonriiiiJJ srm inuprtriuMts /1(1'0 agrsdabltS.

88
Olearia
Olearia
Originaria de Australia y Nueva Zelanda, esta
compuesta es un arbusto perenne con un interesan-
te follaje.
En zonas templadas puede vivir muy bien en los
jardines. Para el cultivo en macera se recomienda
además las especies O. pn:nifulntri y O. mmmm/arii-
folin.

Emplazamiento: soleado y cálido.


Riego: en verano mantener uniformemente hú-
medo.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invemaJ: luminoso, emre los 4 y 1Ooc.
Multiplicación: el método más apropiado es por
esquejes semimaduros en verano.

Olearia x scilloniensis, una varia11tc del Hlbrido de Olearia,


mtty tl[ll"ttiatla tll Inglam111.

{,.a¡ jlt¡res tk Olearia.

89
En el cultivo m momo In Passiflorn caerulea Tnmbiin PmiOora violacea se co11Sidnw tmll planto
no prermttl opmtiJ p1'0/•lttnos. tú mama, 1nmq11t tJ mucho t11ÓS scnJiblt.

Pnmfora siruada en una pared protegida, esta pasiflorácea


Flor de la pasión puede permanecer rodo el año en el exterior, es-
pecialmente cuando se rodea el recipiente con una
La mayoría de lns veces se trata de arbustos tre- peücula neum:lrica y se cubre la superficie del sus-
padores de América del Sur -tropical o subtropi- trato con follaje.
caJ- con impresionantes flores y follaje perenne, Otra posibilidad es cortar las r11mas que trepan
brillante en los bordes o plurilobulado. En las ho- por el espaldar antes de que lleguen las incensas
jas de la corola y el cáliz se forma una vistosa co- heladas y colocar la planta en una habitación fres-
rona radial cuyos •hilos• son de un azul lumino- ca y luminosa.
so en el caso de la P. catrulta. De su centro sale un
corto «tronco• del que se ramifican cinco estam- Emplazamiento: soleado hasta ligeramente um-
bres peciolados y del que a su vez sobresalen tres brfo.
estigmas con tres asas malva alzadas hacia arriba. Riego: todo el verano muy abundantemente; no
Antes se creía reconocer las diferentes marcas de obstante, evitar el encharcamiento.
la Crucifixión de Cristo en la disposición de estos Abono: hasra agosto, cada semana.
órganos, lo cual explica el nombre popular de la Alojamiento invernal: luminoso, entre los 1 y
planta. 8°C.
Desgraciadamente, las especies más bonitas de Multiplicación: por esquejes semimaduros que se
PMrijlora sólo son apropiadas para el cultivo en in- cortan y se plantan en la primavera.
vernadero, como es el caso de la granadilla gigan-
te (P. qundrnngulnris) y la P. tdulis, cuyo fruto, el
mnrnt1tyá, se emplea sobre todo par~ la fabricación Phomix mnntitnsil
de zumo. La P. vio/arto azul violeta y especialmen- Palmera canaria
te rica en floración, hasta ahora igualmente indi-
cada sólo para el cultivo en ÍD\'ernadero, también El único inconveniente de esta atractiva palmera ·
se cultiva en maceta; hay que alojarla en un lugar es su rápido crecimiento, ya que después de algu-
luminoso y fresco. La persona aficionada a hacer nos años apenas si cabe en la macet2. Conttari~­
experimentos en «los jardines móviles•, debe menre al palmito elevado (Trachycmpusfrrmmet), no
contentarse con la especie citada en último lugar puede vivir en lugares con heladas fuertes.
puesto que diñcilmenre se fracasa con ella. En lu- Al igual que las trompetas del juicio y las adel-
gares con imriemos sua\·es y siempre que se halle fas, en la primavera se pueden reducir las raíces la-

90
Ln pnbmra e1maria es rnmbJill nuprmo111mU Phoenix 01nariensis es unn ommiT.w rtp,.esenttll1tt
ep sus tlewlles. dt úr jinuiliu de las palmtrns.

Ph()T7JIIlmt tmn:r
Lino de Nueva Zelanda
Con roda ra7.ón se puede admitir esta Uliácea pe-
renne entre las plantaS para maceta más decorativas
y al mismo tiempo menos complicadas que e;ósten.
Las hojas en forma de espada, que crecen primero
completameme rectaS cayendo después ligeramen-
te hasta alc-anzar los 1 m de altura, nunca tienen
una apariencia tosca a pesar de su imponente mag-
nitud. Los ejemplares viejos resaltan por su flora-
ción, que culmina en un racimo amarillo o rojo.
El P. rcna:r tolera casi todas las inconveniencias
que puedan afectar a una plan m: el encharcamiento
Purtirulllrmmtl boTtitJJf ptro algo 7ttlls smsiblts Jtm las
y la sequía, el sol intenso y la sombra, un inverna-
vnrirdtrdes de follaje multicolor cltl Lino dt Nr1n:ll Ztli1nda.
dero luminoso u oscuro. Sin embargo, no habría
que abusar de su capacidad de supervivencia, ya que
crece más exuberante si recibe un cuidado óptimo.
rerales de la palmera canaria, así como también la Esto significa ante todo que el sustrato debe man-
wna inferior con un cuchillo afilado; de este tenerse muy húmedo casi mojado y que requiere
modo se consigue espacio en el tiesto para la tie- abono cadn semana. Los ejemplares más Uamarivos
rra nueva. se desarroUan en Nueva Zelanda, donde mmbién se
dan una serie de variedades de hojas multicolores.
Emplazamiento: soleado.
Riego: mantener uniformemente húmedo. Emplazamiento: soleado o umbrío.
Abono: todo el verano, a lo sumo cada 14 dfas. Riego: en \'Crano, muy abundante.
Alojamiento mverrual: luminoso, entre los 5 y Abono: hast3 que se cobija, cada semana.
1O°C y una moderada humedad del suelo. Alojamiento invernal: puede vivir en el exterior
M!Mtiplicación: por semillas; las planms jóvenes en casi todos los lugares.
crecen lentamente. Multiplicación: por partición.
91
Pbyllcstocbys nigro
Bambú
Las opiniones acerca de hasta qué punto se pue-
den conservar en maceta de forma duradera los due-
rentes géneros y especies del bambú escin muy divi-
didas. 'o obstante, se puede intentar con la P.
nigro, «el ovalado negro-.. y también con algunas es-
pecies de Anmdinoriu, dado que esta gran gramínea
se distingue por su interesante y decor-.aivo foUaje,
flOr la coloración del milo y por su notable creci-
lniento. Naturalmente, en maceta no puede alcan-
zar la almra de 4 m que desarrolla cuando crece di-
rectamente en el suelo, pero su porte en tiesto es
suficientemente i mpresion ~nte.
Es importante que el recipiente sea bastante
grande para que puedan extenderse los rizomas.
Debido a sus intrincadas raíces, resulta difícil tras-
plantar estas plantas de gran tamaño y sólo queda la
alternativa de separarlas recurriendo a un hacha y
una pala. Los bambús deparan grandes satisfaccio- Las variráadts tkll•nmbú son muy atrartims ptt'O rs dudoso
nes cuando se plantan las especies resistentes al in- qut st crmsm-m m In mnrr111 a lnrgo plt1UJ.
vierno en el exterior, en el jardín.

Emplazamiento: soleado hasta semi umbrío.


Riego: todo el \'erano en abundancia, no dejar
secar.
Abono: en abril, junio )' septiembre con un abono
completo; dado que el bambú encuentra en el
sustrato de la maceta silicio en cantidades sufi-
cientes, hay que desmenuzar las hojas caídas
-que contienen este nutriente- y mezclarlas
con la tierra.
AlojamientO invernal; luminoso, entre los 5 y 1Ooc.
Multiplicación: por división de mata.

A ;;t«S st •~ ram/ttrn Sinarundinaria rn mactrll:


PhyilosuchJ> nign y algunns ~.m,·J,¡Ja dt ;\rundinaria
no Sf111 lns más rtWmnuLJNa.

92
Pistacia lentiscus
Lentisco, Mata
Lo interesante de esta anacardiácea cuya resina
se emplea en Grecia para la conservación del vino,
es su ramificado y frondoso aspecto y sus bonitas
hojas plúmeas. En la Pú111da dioica sólo llaman la
atención las flores de las plantas machos por su de-
pósito corpuscular rojo, miencras que las de las hem-
bras son imperceptibles. Los frmos rojos, que se
toman negros cuando maduran, sólo se dan cuando
se plantan dos árboles -macho y hembra- juntos.
La resistencia a las heladas de la P. lemiscus es des-
tacable: hasta los 15 °C bajo cero. Puede cultivarse en
el exterior. El )enrisco admite perfectamente la poda.
La P. vera o pistachero es menos vistoso y su cul-
ti,,o apenas merece la pena como planta ornamental.
Su peculiaridad más destacada es su sorprendente
resistencia a la sequía y sus frutos comestibles, los
pistachos.
Los ji11tos sólo se putden formar roando .re ploman
jumas unr1 Pistacia hembra y u11o mocho. Emplazamiento: soleado hasta semíumhrío.
Riego: mamener sólo con unallumedad moderada.
Abono: basta agosto, cada 14 días,
Alojamiento invernal: no es necesario.
Multiplicación: por esquejes semimaduros en ve-
rano.

Pistada lentisc:us¡ ellmtisco es uno plauto


ik mttcrtll robusto. col/ bojff! peremtts y 11110 Ntpidll
rnmificaritill.

93
Pittosporum
Pittosporum,
Azahar de la China
Se trata de arbustos o árboles perennes con un
fo llaje verde y brillante laca do. La mayoría de ellos
presentan flores aromáticas en color crema, aun-
que hay especies con flores rojas que casi siempre
aparecen en racimos en corimbo. Esta picospo-
rácea debe su nombre a una sustancia resinosa
formada en las cápsulas de los frutos que envuel-
ven las semillas. La más conocida, también como
planta ornamental, es el P. tobiro originaria de
China subtropical y Japón, que puede resistir va-
rios grados bajo cero. Otras especies apropiadas
biflorescmcia dt Pittosporum undularum. para el cultivo en maceta son: el P. revolutum, el P.
tmuifolium y el P. undulatum. Estas plantas orna-
mentales de hoja embellecen el balcón y la terraz.a
durante todo el año.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.


Riego: en verano de fonna muy abundante, en in-
vierno basta mantener el cepellón húmedo.
Abono: haSta agosto, cada 14 días con abono de
flores.
Alojamiento invernal: no es necesario.
Multiplicación: por semillas o esquejes semima-
duros en primavera y verano.

Pittosporum tobira es lil variedad 1ná.r conoridn


dtl pmosporom.

Las st:millas m IM cápsulas dt los frucOJ tsriÍn rodtatias


dt 11110 I/JSTflllci/1 resiiJOS/1.

94
Plumbago auri(fl/ata
Jazmín azul
,\13 conocida bajo su antigua denominaetón de
P. cnpmsis, este arbusto sudafricano, con flores du-
rnnte rodo el vernno y a menudo con lurgos vásta-
gos que cuelgan considernblemente, ha alcam-ndo
una inesperada popularidad estos úlomos :~ños.
Pero esto no se debe s61o :1 los diferentes lOnos de
azul de I:JS flores que aparecen en las punes de los
nuevos brotes, ra que, a diferencia de ésta, las de la
variedad 'Alba' son de un blanco puro.
Exceptuando la necesidad de podar la planta re-
gularmente casi por la base a la salida del innemo
y ocasionalmente despuntar los vástagos demasia-
do largos, el ¡azmín arol no requiere grandes cui-
lAs ftom 11pttrttm m las ptmtiii dt los nur.:os r:IÍflllgot.
dados. La Plumhago se desarrolla en toda u exu-
berancia cuando se deja todo el verono al aire
libre, tal como hemos indicado; debido :t sus ro- Emplazamiento: soleado y cálido, protegido del vien-
mas larga y flexibles, esta planta embellece mace- to (cabe el peligro de que se quiebren las ramas).
tero y grandes jardineru. Riego: todo el verano en abundancia.
Como tronco airo -<U}"O cultivo dura unos rres Abono: basta apro, cada semana.
años-, la Plumluzgo es muy atracti\-'2 y cotiud:a. AlojamientO invenu.l: lumin())(), entre los 4 r 8 °C,
L:as plantas que se culti\'20 como tronco alto en un alo¡amienro oscuro, la planta se poda h:!!>ta
requieren necesariamente un soporte, dado que el suelo y se mantiene casi seca.
la madero de la raíz de jazmín azul es algo que- Multiplicación: por esquejes semimaduros en ve-
bradJz:a. rano.

Plumbago auriculatiá éJ tilM va tHÓJ aprtttnda fOI//0 plltmU dt mJUft/1 y tD/f 1'1/:UÍII, fO'flfO ,11/W/1'11 111111 fotografio. Sur flortJ
dtsdt junio has1o ti ott11lo.
11os tltltlllm

95
Pzmicn grmu1tt1111
Granado
Podronen Mientras el fruro del granado (que visto desde el
Podranea punto de vista botánico es una baya) viene desem-
peñando desde antigno un papel en la alimenta-
Especie de enredadera originaria del África tro- ción, en el cultivo en maceta esta punicácea tiene
pical, de la familia de las bignoniáceas. interés sobre todo por sus flores, que según la va-
La P. ricnsolinna crece muy rápido, se le atribll- riedad pueden ser simples o dobles. Éstas aparecen
yen 3 m de crecimiento o más al año. Sus necesi- a principios de verano en las puntas de los vástagos
dades de agua y nutrientes son semejantes a las de nuevos, donde se presentan una o varias alegrando
la Datt1111 sudafricana, aunque contrariamente a la vista a quienes las contemplan con su llamativo
aquélla debería estar a pleno sol. Las flores, de color rojo granado, atmque también pueden ser
aproximadamente 5 cm de largo, que se parecen a blanco o amarillo.
pequeñas trompetas, son de un rosa páJido con lar- Dado que las flores sólo aparecen en los árboles
gas nervaduras rojizas. Se presentan en racimos en jóvenes, en otoño habría que retirar wdas las ramas
los vástagos dur-ante todo el verano e incluso hasta débiles y podar aproximadamente un tercio las lar-
bien entrado el otoño cuando el clima es favorable. gas. Para la floración es decisivo que el árbol esté
bien maduro. De ahí que se abone sólo a partiT de
Emplazamiento: completamente soleado. mediados de julio. Se riega con moderación. En el
Riego: todo el verano en abundancia. momento de la compra hay que procurar adquirir
Abono: hasta agosto, cada semana. una de las numerosas variedades ornamentales, ya
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 6 y que en los árboles frutales como los que se crían en
lO oc u oscuro, pero entonces frío y relativanlen- los países mediterráneos, a menudo la floración es
te seco; antes de guarecerla hay que podar inten- escasa.
samente sus largas ramas.
Multiplicación: no existen datos fiables, pero pro-
bablemente como en muchas trepadoras por ca-
bezas de esquejes en verano.

Podranea ricasoliana, dt rápido a·tdmiroto, stduct por sus Punic:a grunarum, el gronrldo, dn cokJr o /11 terraw.
jlms m trompeta m tonos roso Jllf/1®.

96
Entre las Vllriantes omamenmles figura h varie-
dad de pequeño mmaño P. iJ'"IIIUltum 'Nana', que
florece como planea joven si proviene de un esque-
je. Por el contrario, cwmdo el árbol nace de semi- RosmllrintlS officialis
llas hay que esperar basllUlte tiempo hasmla aprui- Romero
ciónde las primeras flores.
Como hierba culinaria, utilizada sobre rodo para
Emplazamiento: soleado y cálido. la Cllme de cerdo, este nrbw.co de bosqut\, cfpico del
Riego: hasrn agosto regularmente, luego mñs redu- área mediteminea que puede alcanzar hasrn los 2 m
cido. de alruro, es mU}' apreciado. En zonas con im<ier-
Abono: sólo hasta mediados de julio; basta con pe- nos SUlll'es, esta labiada puede conservnrse varios
quenas dosis d.e vez en CU3ndo. años plant3da al aire libre. Sólo se cobija cuando
Alojamiento invemaJ: no es necesario. amena1.:~n heladas durodera:. con temperaturas in-
Multiplicación: por esquejes scmimaduros en l'erano. feriores a los LOoc bajo cero.

Emplaumiento: soleado h3Slll semiwnbrío.


Riego: moderadamente, no dejar que se seque por
completo.
Abono: hasta agosro, sólo ocasionalmente.
Alojamiento invernal: no es necesario.
Multiplicación: por esquejes en primavera.

Úlllltntrtil'as jlms dd grt~1111do •¡wrtm~ 11M m LDs nmilltas dt jliím .r..JJltt rom:itrtt11 11 at.1 birrl>a
lns ramas ¡livmu. tma duuratrr!n púmta tk rrca«W.
111Vflfthi(P tfl

97
Sesbnni11
Sesbania
Las papilionáceas, casi siempre árboles o arbus-
tos, proceden del África tropical, Asia y Australia.
La S. cmmabinn se emplea en la India como planta
forrajera y de pasto. Asimismo, en Australia, las flo-
res, hojas y jóvenes vainas de la S. grnndiflora se pre-
paran como verduras. También reciben el nombre
de «Agathi>> y «árbol Tur~>. Los americanos han
bautizado esta especie con el nombre de «Red wis-
teria», debido al parecido que tienen sus inforescen-
cias con las de la planta enredadera Wtsteria. Entre
las plantas que ocasionalmente se ofrecen en las jar-
dinerías especializadas, S. ptmicea es la más habitual.
Para los aficionados a las plantaS estaS peculiari-
dades botánicas son menos importantes que el be-
cho de que la sesbania sea un pequeño árbol que se
puede cultivar. Asimismo es atractivo por sus raci- Sesbania no ha reclamado todavía su sitW armo plo1lta
de maceta ptro es digna dt mar mtn ellas.
mos de flores rojo bermellón, y por sus hojas parea-
das y plúmeas que recuerdan a las de la mimosa.
Para asegurar la floración todo el verano se reco- Solanum rantonnetii
mienda retirar los frutos con tiempo y regularmente. Solanum
<
Emplazamiento: a ser posible soleado. Como «novedad» elogiada en los últimos años,
Riego: todo el verano mantener regularmente hú- esta s~gular solanácea está conquistando un lugar
medo, a partir de agosto reducir el riego. propio en la gama de plantas para maceta. Entre los
Abono: a partir del brote y hasta finales de julio, amantes de las plantas hace ya al menos treinta
cada 14 días; en invierno la sesbania requiere años que se conoce, pero su fama no había alcanza-
únicamente maleza madura. do al gran público.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y lO °C. Este arbusto de ramificación ligeramente rala,
Multiplicación: por brotes de esquejes a princi- que puede alcanzar hasta 2 m de altura llamó la
pios del verano. atención por sus flores azul violáceas y amarillo
yema en el centro, que se presentan desde el co-
mienzo del verano hasta el otoño. La poda ocasio-
nal favorece su crecimiento y debe efectuarse pre-
ferentemente antes de guarecerlo. En verano el
agua y el abono, ambos en abundancia, contribu-
yen a una pletórica floración.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrfo.


Riego: en verano, muy abundante.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: entre 4 y 10 oc, oscuro y
con el suelo ligeramente húmedo.
Multiplicación: por cabezas de esquejes semima-
duros en verano.

98
Sttelitt.ia reginae, In flor del pájaro tkl paraíso, no debtrfn
faltllr e11 nir1gún j~~rdfn dt inuim10.

Solanum ranronneói puttk 11/canz¡¡r m momo


basra 2 m dt alt11ra.

Stnlitzia ngínat
Flor del pájaro del paraíso
Las imponentes flores anaranjadas y azul celeste
que se forman en vainas rojo verdoso, constituyen
el punto fuerte de esta planta. El follaje de vainas
alargadas se parece al del bananero, lo cual no sor-
prende en absoluto si pensamos que la Strelitzia es
botánicamente muy próxima a este grupo.
En lugares de heladas ocasionales puede vivir
muy bien en el jardín. Es planta de gran desarroUo
y vigorosidad.

Emplazamiento: completamente soleado


Las flores nos sqrprmdm dtsdt comimzos dtl verano Riego: mantener siempre uniformemente húme-
basta el otoñ~. do; en alojamientos invernales frescos, evitar los
encharcamientos.
Abono: durante el verano, cada dos semanas.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 8 y
18 °C.
Multiplicación: por partición de plantas añosas en
la primavera o por semillas: los brotes florecen
tan sólo después de unos cuatro años.

99
El jollnje demuem-a que Eugenia panieulara es unn Las flores rojo anura11jadas tk Teoomaria .re nbrm
pltmta muy tlumTth,a: ti atractivo aummlll aún dm·a111t•todo ti vmno desdt ql/t bncr calor sufidrott
más crm la npariciún temprano de fUS flores. ho.rw mrrado d ot.oño.

Syzygium paniculat1nJs Tecomaria cap1!11Sis


Eugenia paniculata Tecomaria
Por razones no muy claras esta mirtácea perenne Lo más llamativo de esta trepadora sudafricana
originaria de Australia, más conocida por su anti- de la familia de las bignoniáceas son las flores rojo
guo nombre de Ja E~tgmia paniculata actualmente anaranjado que aparecen en ramilletes en los extre-
casi ba desaparecido por completo de la e5eeiJa. mos de los vástagos jóvenes. Mientras el tiempo sea
Una circunstancia que sorprende, ya que, mientras cálido y soleado, tiene flores todo el verano hasta
se disponga de un alojamiento invernal luminoso y bien entrado el otoño. Las vaciedades con flores
fresco, cuidarla es realmente fácil. amarillas son menos usuales en el mercado.
Sus yemas rojas son tan atractivas como su tem- Se puede podar intensamente pasados Jos fríos.
prana flor blanC\l que da LugauJmtosrojos de 2 cm Este procedimiento renueva su capacidad para tre-
de largo. Tolera muy bien la poda; las plantas jó- par y debido a su rúpido desarrollo, la Tecomaria
venes deben despuntarSe a menudo para que el ar- crece varios metros cada año. Estamos ante un ar-
busto (y también el arbolito) tenga un crecimiento busto a'traordinariamente robusta; dado que po-
mpido. see una riCll floración y un plúmeo follaje verde in-
tenso se debería favorecer su expansión.
Emplazamiento: soleado.
Riego: en verano en abundancia. Emplazamiento: soleado y cálido.
Abono: hasta agosto, .eada semana. Riego: en ver.mo, muyabundante.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los -+ y Abono: hasta agosto, Cllda semana.
10 oc. AlojamientO invemal: oscuro, entre 4 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta en verano. Multiplicación: por esquejes en verano.

lOO
Tiboufbinn urvil/ennn
Tibuchina
Al igual que muchas melastomatáceas, la T. urvi-
/lel111n, originaria de Brasil, no sólo se distingue por
sus impresionantes llores, sino también por su inte-
resante follaje. Las hojas verde intenso de hasta
12 cm de largo son tan velludas que la superficie
parece cubiertll de terciopelo.
El luminoso azul violeta de las flores que se pre-
sentan juntas en los vástagos con sus ópicos estam-
bres retorcidos es único en intensidad entre las
plantas de maceta. La floración aparece poco a
poco desde el verano tardío hasta bien entrndo el
otoño, en tamo el tiempo acompañe. Los propieta-
rios de un jardín de invierno pueden deleitarse in-
Tibouchina urvilleana mlurt por su intmstmtt cluso en invierno con las flores de esta planta.
follaje y SllS imprt¡iorumus jlt1rts qut nos tkltlflm El inconvCJúente de 1a Tibouchinn radica en su es-
11 partir dtl foull tkl verano.
casa ramificación, lo que conduce a que los ejem-
plares añosos paulatinamente se deshojen en su
parte inferior. Este aspecto desgranado difícilmen-
te compensa sus atractivas flores. La poda tampoco
favorece en estas plantas cambio alguno. Sólo un
despume frecuente cuando es joven puede influir
positiVIlmente en su crecimiento.

Emplazamiento: soleado, evitando el intenso sol


del mediodía.
Riego: en verano abundante; el suelo debe estar
constantemente húmedo.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 8 y 12 oc.
.Multiplicación: por esquejes en verano, con una
temperatura del suelo de al menos 22 °C; lo me-
jor es un bancal de multiplicación.

El r._ul violeta dt iiiS jlqrts. mcrmtpi1rllblt


dt mt~Clfll.
mtrt IIIJ p/llnfiiJ

101
Viburorm1 rinus
Viburno, Durillo
Tra(hycarpus fornmei Las hojas perennes, brillantes y l:1cadas asf como
Palmito elevado las pequeñas Oores blancas Ligeramente aromáticas
caracteri-zan a esta caprifoliácea de los países medi-
Las plantaS añosas toleran heladas de basta J 5 oc terráneos.
bajo cero. Los tallos de las hojas ligeramente den- Admite l:t poda para darle follll3. Asimismo, una
tadas y el vistoso tejido fibroso y pegajoso de las frecueme sujeción f.l\'OTCCC la ramificación e im-
hojas son las caracterfscicas principales de esta pal- pulsa un crecimiento tupido. Dado que el viburno
mácea. del Medite.míneo no es muy sensible a las heladas,
no es necesario cobijarlo en el oroño. 1tay algunas
Emplazanúento: soleado hasm semiumbrío. Y:Jriedadcs de V. tiniiS en el mercado muy apropia-
Riego: mantener sólo moderadamente húmedo. das para la maceta por la riqueza y el mmaño de sus
Abono: de vez en cuando, n lo largo de todo el ve- flores.
rano. El V. rinur puede estar ligeramente a la sombra o
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y 8 oc, también en un lugar luminoso, pero debe proteger-
o luminoso en la sala de estar. se del sol inrenso. En conjunto, el viburno se cuen-
Multiplicación: por semillas. ta entre las plantaS parn maceta más robustas y fáci-
les de cuidar.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrio.


Riego: mamener constante y regularmente hú-
medo.
Abono: hasta agosto, cada semana; b escasez de
:~bono y riego no la dañan.
Alojamiento invernal: no es necesario.
Multiplicación: por esquejes semimaduros en ve-
rano.

T rachyarpus fortnnei, el palmito, tt simtf mrjur úu bojJJS bnlúmttsJ iawtfiJS ari r.vmo IIJS flurrri{flls blauc/JI,
m IJTI nnpúr..lllllimro ligmrmcut umbrlo. lrgm11nmu IIT'IImlltims. arraan+um al rulnrrno.

102
Yurcn
Yuca
Para el cuJrivo en macera, las más apropindas son nos cueste desprendemos de ella y también puede
la Y. nloifolin y la }~ eltphnmipu, lo yuca gigante con ocurrir que nadie In acepte como regalo. Pero, afor-
hojas ligeramente colgantes que pueden alcallZ:lr tunadamente, est:ll situación se puede remediar con
hast:ll 1 m de lugo. En esta especie, eJ pie del tron- un par de manos: basca partir la plant:a en varios tro-
co es basrame más grueso. Existen algunas variantes zos, de los cuales crecerán nuevas yucas con la ayuda
con hojas muJticolores, en la Y. nloifolin, por ejem- de un hacha. Para ello, cortamos primero la copa con
plo, las vnriedades 'Quadricolor' y 'Tricolor'. un rrozo de rronco de aproximadamente 30 cm; a
Esw agnv:iceas perennes se cuentan entre las continuación, el restO se fr:Jcciona de la misma ma-
planw de macet:ll poco problemáticas. El aloja- nera. Una \·ezhecho esto lo importlllre es introducir
miento invernal t:llmpoco es complicado, excep- el extremo inferior en un sustrato a base de turba y
ruando la rarea de introducir y sacar los ejemplares arena, o tierra y arena. Los recipientes deben colo-
cu:mdo éstos son muy grandes. Contrariamente a carse en un lugar a la sombra en el exterior. La tierra
los datos que se baraj:m, no sólo la Y. nloifolin es re- debe estar sólo ligeramenre húmeda. Se puede cubrir
sistente a las heladas, sino rambi~ la Y. tkphanti- el copete de hojas con una protección rransparenre
pu, que ha superado ya inviernos suaves en un baJ- para evitar la m'llporaci6n. Pocas semanas después,
cón protegido sin sufrir daños. Ahora bien, las los pedazos de rronco echan las primeras raíces y las
heladas persisrenres con valores inferiores o los puncas de los nuevos brotes aparecen en la corteza.
1Ooc bajo cero son críticas. Este procedimíento casi siempre da bucnos.resu:l~:~­
Aunque las yucas al igual que oa:os arbustos re- dos-y se puede realíulr durante todo eJ verano.
quieren solamente unos cuidados mínimos, csco es,
que en caso de necesidad toleran una sequfn pro- Emplazamiento: soleado hasta semi umbrío.
longada y la deficiencia de nutrienteS, lllly que pro- Riego: procutar que siempre esté moderadamente
curar no desgasru excesi~':UJlenre est:a robustez. húmedo.
Los verdaderos problemas aparecen cuando la Abono: durante todo el verano, uru~ vez al mes.
yuca 112 crecido demasiado y no cabe enningú,n reci- Alojamiento invernal: no es necesario.
piente. Dado que esta imponente planta con los años MuJdpUc:ación: por esquejes de puma o de tronco
puede ser para nosotros muy querida se entiende que en el \·erano.

Yuca elepb:anripes; /1 .f11D1 gig¡rtrtt putdt 1/uttr:.M"


dtmrmitmt$ CO!Indn-llbles.

103
Abutilon X X

Acacia retiDocla 4·8 "l

Aeoni um arboreum 10- 12 X

Agapmtbus ~-8 .1

Agave americana PitJI 4-6 X

Albizía Ád.lol de luecla %·8 • •


Arburus onedo Madroño 2-8 X X

Aw:uba japooia Aaeaba G·4 1 J

.Bauhinia Patll de,•aca 10- 15 X

Boupimi1lea glabn BupMUa 10-14 1

CaesalpinU Brasilere 2 -6 lC

CallistEmon ciaiDus S-iO l

Camellia 2- 10 X

CanDa 1 gmcnlis 2-S X

Cassia (Senna) corymbosa 2-5 -;t

s-te S

Ceratonia sil iq ua Algarrobo 2 -lO X

Cesttum 4-.lt
Chrysanthemum frurescens MargaritJI de verano 4-8 X

Cistus Slt 1:

Citrus y limoneros 4·8

japoaica '1
Clianrhus puniceu.s Flor de gloru f-8 X:

104
Cordiline X

Corocpia J

Ciprés de California X

Cyc:u revoluta Sapdeljap6n 1

Cypen1s Paraguas X

Cypbomaodia Ádloldclas- J J.

Da rora Trompeta del juicio X X

Dracacaa dncD 0..0 S

Ensete ventdcosum Platanero X

Erioboaya japoaica Nilpelojlpoaá


• •
Eryduina crisGL-galli Ceíbo o 6-8 X

Eualypaas Eucalipto o <t Z·IG 1

Fatsia japonica

FJCUScaria
Aralia

Hipen
()
• 8. 12

z8
X

Fuchsia Fucsia 6-8 X X

Gardenia jasmiDoidCs Glldaúa <t u.. u 1

Grevillea robusta Roble ausmili.ano 6. l1 X

Heclycbium prdnerWmm Bqdáam o (t. 4 te 1

I;:Iibiscus rosa-sinensis Hlbisco o H-16 X

loc:broma cymeam Joc:roma ,.u lli

Lagersttoemia indica Lage:rsrroemía o 4-8 X

Alli donde es posible un alojamiemo invernal luminoso y oscuro, valen las temperaruras altas
para un lugar claro y las baias para el oscuro.

O =soleado () = semiumbrío e =sombrío


105
Lanmna-carnara Lanrana 6-10 X

Laurus nobiliS
Leptospermum scopacium
Laurel
Leptospermum
(J
• 1-6
4-10
X

X
1

Lotus bertbclotü Lotus o S·8 :1

Magnolia grandiOora Magnolia 2- 10 X

Mmdmllalua jiZIIÚD dWeno 4·8 1

~ [etrosideros excelsa Merrosideros 5- 10 X

Mynus c:ounnunis Minoeom6D 4-8 1

Nerium oleander Adelfil +-8 X

Olea emopaea Oliw o 1-10 X

Olearía Olearia o 4 - 10 X

Pusi8ora Flor de lapMida o (t 1-8 lC

Phoenix canariensis Palmera canaria X

Pbormium =u ~ :1

Phyllosmchys nigra Bamhú :t

Piscacia lentitcus
Pittosporum
l.ea1iJal
Pittosporum o (t 5- 10

X

PliiDlblgo auriculaca Jtmdnazal o 4>-8 1 1

Podranea Podranea o 6- 10 X X

PuniapnabiiD GriiiiCio 2-8 1

Rosmarinus officinalis Romero o (t 1-8

Sesbania Sesblaia o •-m 1

Solanum rantonnetii Solanum o (t 4-10 X

106
Strelitzia reginae 8-18 X

Syzygium paniculatum Eugenia panicuJata o X

Tecomaria capensis Tecomaria o X

Tiboudiina urvilleana Tffi'udiina o X

Trachycarpus fortunei Palmito elevado o () X X

Vibumum tinus Vtbumo o <» X

Yucca Yuca o () ; - 15 X

para un lugar claro y las bajas para el oscuro.

O =soleado () =semiumbrío e =sombrío

107
Indice
Los números en negrita hacen referencia a las páginas donde encontrará un comentario detallado y completo
sobre el concepto de que se trate, y los números en C'ltrsiva a las ilustraciones.

Abonado, 13, 17 B ambú, 92, 92 ladanifer, 55


Abono Bnuhínia, 43 laurifolius, 55
de larga duración, 13 galpinii, 4 3 x Citrofornmelln mitis, 56
pobre en cal, 13 trmuntosn, 43 Cítricos, 13
orgánico, 13 variegata, 43, 43 Cit~71S, 19, 56-57, 56, 57
Abutilón común, 37, 37 Botryris cinerea, 23, 23, 55 limon, 56
Abutilon, 37 Bougainviilae, 10, 10, 12, 16, 18, sinmsis, 56
híbridos, 36, 37,37 19, 25, 44, 44 Cleyera, 57, 57
megapotamimm, 37, 37 Bmgmansia, 64 CJeyerajapo7Úco, 57, 57
Acacia retinodes, 38, 38 Buganvilla, LO, 10, 12, 16, 18, 19, Clinnthus, 58
Ácaros, 18, 22, 23, 37, 48, 80 25, 44,44 fonnJiSltS, 58
Acodo, 71 glabra, 44, 44 puniceus, 58, 58
Adelfa, 7, 8, 8, 9, LO, 15, 17, 18, Bulbos en maceta, 27, 28 speciomr, 58
21,78, 86-87,86, 87,91 Cochinillas, 21, 37, 61, 22, 23,
cáncer de, 86, 87 Cactus en maceta, 29, 29 81,88
A eonium, 38-3 9 Caesalpinia, 45 Coníferas en maceta, 35, 35
m-bonu:m, 38-39, 38 gilliuii, 45, 45 Cordiline, 59, 59, 67
Agapanto, 39, 39 pukberrima,45,45 Cordyiine, 59
Agapanrhus, 39, 39 Cal mutro lis, 59, 59
AgtWe, 7, 40 daños por la, 14 fmticosa, 59
mneriraua, 40, 40 sensibilidad a lll, 13, 46, 48, 56, termi7lfllis, 59
ftlifera, 40 57,74,85 co,·okin cotoneaster, 60, 60
victo-ria.e-1·eginae, 40 Callisumon, 13, 84 CoroquiJ!, 60, 60
Agua cirrimtS,~, 46 C11presrtS
descalcificación de, 14 japonica, 46, 47 nw~cmpa,60,61,60
dura, 14 Cambio de maceta¡ 16-17,17 Cycasrevoluto, 61, 61
Albizia, 41 en el suelo, 19, 20,26-27,52, CypentS, 62
julibris.rin, 41, 41 55,61, 70,72,83,92,93,95, a/bomiatriS, 62
Jopanta, 41 97, 102 altemifo/ius, 62, 62
Algarrobo, 52, 52 en cesto, 26-27,52,65 gmcilis, 62
Alojamiento invernal, 5, 17, 17- Camelia, 46-48, 46, 47 multiplicación, 62
20, 27, 27, 36 Camellin, 46-48, 47 papyros, 62,63
al aire libre, 19, 20 chrisanrho, 46 Cypboma11dra betacea, 63, 63
de fruta.les en maceta, 30 japonica, 46,47 Cype17tS, 62
Apara ro succionador, 21 Carma x generolis, 49, 49
C hinche de la hoja, 65
Aralia, 71, 71 Cañacoro, 49,49
Casia, 50, 50
C/Jrisambemum ftutesrens, 53-54,
de interior, 71, 71
53, 54
multipl icación, 71 Cassia (Sennn), 10, 50
Araña roja, 22, 23 corymbosn, 50, 50 Ihtilero canario, 90-91,91
Araucaria amucann, 19 didymobotrya, 50, 50 Dntura, 7, 10, 16, 17, 26, 52, 63,
Árbol jloribmula, 50 64-66,64,65,68,82,87,96
de 1~ seda, 4l CaS11nrino roninghnmiano, 51, 51 arborea, 64
de los tomates, 63, 63 Cmnonia siliqun, 52, 52 (/10'/!fl, 64
del coral, 7, 15, 19, 69, 69 CI!StriJm, 52-53, 52 X Chlldidb, 64
Arbusto atmmriacum, 52 multiplicación, 66
de vela, 50, 50 elegans, 52, 53 64
1TIStÍ,
del pájaro del paraíso, 45, 45 purpureum, S2 sanguiuea, 25, 64
Arbustos en maceta, 27, 28, 35, 3) Ciprés strnmonium, 64
Arbutus unedo, 41, 41 de California, 60-61, 61 maveolens, 7, 64, 65
A1·tmdinaria, 92 de inrerior, 60 versicolor, 64
Aucuba, lO, 42, 42 Cistus, SS Despunre, 15, 16, 30, 37, 46, 77,
Aurobajaponica, 10, 42,42 rreticus, 55 SS, 100, 101

108
Drocaenn, 59 Hierbas aromaocas en macera, Naranjos, 5,18, 56-57, 56
dmco, 67, 67 31-32,31 NegriUa, 23, 23
I>rago,8,59,67, 67 Higuera común, 6, 19, 25, 72, 72 Nerium Okander, 7, 8, 8, 9, 10,
Hongos negros, 21-22,23 15, 17, 18, 21, 78, 86-87, 86,
Eflorescencias, 1 1, 12 87,91
Emplazamiento, 100, 18 Insecticida, 20, 21, 2 2 Níspero japonés, 19, 68-69, 68
Encharcarnicnro, 14, 14, 17, 19, sistémico, 21
27, 39, 56 locro7111l cyrmwm, 78, 78 Olea europtlen, 19, 88, 88
Enfermedades, 20-23 Olearia, 89, 89
Eriobot.ryn j apqnica, 19, 68-69, 68 J ara, 55, 55 nummulariifolin, 89
Ensett venn-ico.f'tmt, 68, 68 Jardín ptmiC'IIÚttn, 89
Erythrina crista-galli, 15, 69, 69 acuático en maceta, 24, 34, 34 Oliva, véau Olivo
Estiércol, 13, 23 de invierno, 8, 24-26, 25 Olivo, 19,25, 88,88
Eucalipto, 13, 25, 70, 70 Jazuún Odncio de drenaje, 10, U , 14
Em~rypn~, 13,25, 70,70 azul, 15, 19, 26, 95,95
gklúuiJ~, 70 chilcno,84,84 Palmera, 8, 1O, 21
gwmii, 70 de j apón, 6 1, 61
11ipopbila, 70 L agerstroemia, 78-79 canaria,25, 90-91,9 /
Ertgenitl panirolata, 100 Lngernromtia indica, 9, 10, 15, 19, Palmito, 19, 90, 102, 102
44, 78-79, 79, 81 Papiro, 18, 62, 63
Fatsiajaprmicn, 71, 71 Lantana, 16-26,16,80,80 Parásitos, 20-23
multiplicación, 71 Laurel, 6, 10, 19, 42, 81 ,81 Possijlora, 90
Ficmcarica, 6, 19, 72, 72 Laurusnoúilis, 6, 19, 81, 81 raerulea, 901 90
Flor Lnururtim~, 102 tduli.r, 90
de g loria, 58, 58 Lentisco, 93,93 q-undrangulari.s, 90
de la pasión, 25, 26, 90, 90 Leptospi!rnrtJ11l scopnrim11, 82, 82 violactD, 90, 90
del pájaro del pa:raiso, 99, 99 Limonero, 6, 13, 18, 56-57, 57 Pérdida
Flores Limpiaruhos, 62, 62 de la flor, 37
de balcón, en maceta, 27, 28 multiplicación, 62 de la hoja, 37, 56,65
de verano, en maceta, 27, 28 Lino de Nueva Zelanda, 91, 91 de los brotes, 48
Frutas en maceta, 29-30, 30 Loros, 82-83, 83 Phol!l¡ix canndimsis, 90-91, 91
Fucsia, 15, 16, 22, 26, 73, 73 Phonnium tmnx, 91, 91
FuchsifJ, 15, 16, 22, 26, 73, 73 Maceta Phy/Jostachys nigra, 92
Fungicida, 23 de arciUa, 11 Pino australiano, 51, 51
de madera, ll, 11 Pin:t.ado, 15, 3O
Galán de día y galán de noche, de metal, 11 Piojo de la hoja, 20, 20-21, 2 1,
52-53, 52 de plástico, 12 23, SS, 65, 81, 84
Gardenia, 13, 74, 74 de terracota, 11 Pi.stncia, 93
Gnrdmin jasminoides, 13, 74, 74 hacerla uno mismo, 11, 12 lmtiscus, 93, 93
Gorgojo de boca grande, 21, 22, Madroño, 41,41 t>ern, 93
22,65 Magno/in Pittosporum, 10, 94, 94
Granadilla, 90 gmndiflom, 19, 83, 83 Pitrosponrm, 94
púrpura,90 perenne, 19, 83, 83 revolutum, 94
gigante, 90 Mnndtvilla laxa, 84, 84 tell"llifolium, 94
Granado, 6, 7, 15, 19,96-97,96, Maracuyá, 90 tobim, 94, 94
97 Margarita, 16 rmdrdflt!Jm, 94, 94
GJ·evillea rolmsto, 75, 75 de verano, 15, 16, 53-54, 53, Plantas de maceta
Guisantes del desierto, 58 54 clima, 8, 9, 10
Metroside.ros, 84-85, 85 compra, 8, 108
H edychium, 76, 76 /Vfetroxiduouxcdsn, 84-85, 84 definición, 6
Hedychium Mildiu, 23, 23 duraderas, 35
gnrdneriamn11, 76, 76 Mimosa historia, 6-7
Helada, 17, 19 floribunda,3 8,38,41 procedencia, 6-7, 9
daños de sequía por, 19, 20, 35 pudim, 38 Platanero, 1O, 1O, 13, 18, 68, 6$, 99
Hibisco rosa, 77, 77 Mini estanque, 24, 34, 34 Plumbogo, 82, 95
Hibiscus, 18, 77 Mirto común, 13, 85, 85 auriculntD, 95,95
h.J.oridos, 77, 77 My¡1:US crmmnmis, 85, 85 rapens1s, 95
moscheutos, 77 Mosca blanca, 22, 22, 37, 80 Poda, 15-16, 15
rosa-sinmsi.s, 77, 77 de frutales. 30, 30

L09
Podranea, 96 en alojactüento invernal, 15 Tierra de plantas, 12, 12
ricasolimut, 96, 96 errores, 13, 14 Toxicidad
Polilla, 22 Roble australiano, 75, 7S adelfa, 86-87
Productos protectores de planeas, Romero, 97,97 Datum, 64
21 Rosmarinus offidalis, 97, 97 Trachycorpusforrunei, 19, 90, 102,
biológico, 20 102
quútüco,20,22,23 Sagú del Japón, 61, 61 Trepadoras en maceta, 24, 32-
sistéctüco, 21, 21 Sacar la planta tras el alojactüento 33,33
Protección invernal, 18-19 Trompeta del jtúcio, 7, 13, 14,
de plantas, 20, 23 Sesbanin, 98, 98 15, 26, 64- 66,64, 6S, 90
medidas, 20, 21, 21 camzabina, 98 multiplicación, 66
del viento, 31, 32, 61 grandiflora, 98 Tronqtúto alro, 16, 16, 37, 44,
invernal, 19-20,20 puniacea, 98 50,54, 73,80,85,95
arbustos, 35 Siempreviva, 38 con6guración,25-26
frutas en maceta, 30 Solanum, 91,91
trepadoras, 33 So!anum rmztomm:tii, 98, 99 Verduras en maceta, 31 -32,
Punica grannt7tm, 6, 19, 96-97, St.relitzia reginne, 8, 10, 99, 99 31
96,97 Suculentas en maceta,19, 29 Vihumo, 102, 102
Sujeciones para trepadoras, 32, Vibumo tñzus, 102, 102
Raspaduradecuerno, 13,13,17 33, 44, 84, 100
Recipientes, 10-12 Sustratos, 12 Yuca, 8, 10, 16, 39, 103
ma cecial, 11, 12 Syzygium panirolat7tm, 100, 100 Yrura, JO, 18, 36, 59, 67, 103
tamaño, 10, 16 akifolia, 103
Red wisteria, 98 Tecrrmaria capenris, l 00, 100 tiepha11tipes, 103, 103
Retoños, 40 Tibouchina urveliiann, 18, 25, 101, fikrmentosa, 1O3
Riego 101 gigante, 103, 103

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