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Razón y método.-
El centro de la filosofía debe ser el hombre y el conocimiento humano, este último debe ser
cierto, seguro, disponible para todos y fundamentado por medio de la razón (única e igual
para todos). El objetivo de Descartes era desarrollar un método verdadero y universal
fundamentado en un criterio de verdad guiado por la razón para poder asegurarse de la
veracidad de una proposición. Para ello retomo el planteamiento de Galileo acerca de la
matematización de datos obtenidos por observación y escogió el modelo matemático como
fuente de inspiración debido a su carácter racional para demostrar sus proposiciones y
debido a que este se caracterizaba por su claridad, certeza y deduccion ordenada, además
de constar de principios simples y ausencia de subjetividad. De esta manera plantea aplicar
el criterio de verdad matemático en los otros saberes para demostrarlos sin error alguno.
El método es un conjunto de reglas ciertas y fáciles que hacen imposible a quien las
observa exactamente tomar por falso lo verdadero, y sin ningún esfuerzo inutil, sino
aumentando gradualmente su ciencia, le conducirán al conocimiento verdadero de todo lo
que es capaz.
La evidencia llega a nosotros a través de la intuición “luz o instinto natural”, es una forma
inmediata y sin posibilidad de error mediante la cual captamos los conceptos simples a
partir de la razón misma. Nos permite captar la verdad con total evidencia (axioma), por su
parte, la deducción nos permite desarrollar nuestro pensamiento con esos axiomas y llegará
verdades que no son evidentes (teoremas), respetando siempre la orden de deducción.
La tercera regla es la síntesis, aquí aparece el momento deductivo, capaz de, mediante el
uso de principios ciertos e indudables captados por la intuición , llegar a inferir unas ideas
de las divididas anteriormente. Con la deducción podemos llegar, mediante el
encadenamiento de ideas, a dificultades complejas.
Fundamentación de la metafísica
a. La duda metódica
Mediante la duda metódica, Descartes pretende saber cuando una idea es
verdadera o falsa. Antes había sido autoridad de la iglesia o aristóteles establecer lo
verdadero o falso, descartes se distancia de esta definición diciendo que depende de
la subjetividad de cada uno, de nuestra razón cuando se conoce con evidencia. Las
reglas antes descritas sirven para encontrar una primera verdad, después de haber
puesto en duda todos los conocimientos de su razón.
Sin embargo, para poder establecer una idea como verdadera mediante el uso de la
razón, es importante primero desarrollar nuestro conocimiento poniendo en duda o
como falsos todos los saberes que hemos adquirido previamente en nuestra vida.
Esa es la verdadera duda metódica, que es universal porque abarca todos los
conocimientos, metódica, porque solo lo utilizamos como camino para llegar a la
verdad y es provisional debido a que no es definitiva.
El primer paso se halla en la falacia de los sentidos, debido a que estos inducen a
menudo a error, no hay certeza de que no nos puedan engañar por lo que la
posibilidad de dudar acerca del testimonio de los sentidos no queda del todo
eliminada.
El segundo de los pasos proviene de la primera, que por más que los sentidos no
nos puedan engañar acerca de la existencia de algo, no estamos seguros de que lo
que estamos viendo no pertenece a un sueño. La imposibilidad de distinguir la vigilia
del sueño se convierte en el segundo motivo.
El tercer motivo será entonces, dudar de las verdades que consideramos como
ciertas, como las matemáticas, debido a que tal vez exista un espíritu maligno que
ponga empeño en inducir al error. equivale a suponer que mi entendimiento es de tal
naturaleza que se equivoca necesariamente cuando piensa en captar la verdad.
Sin embargo el “existo” no es de carácter carnal, sino de cosa o ente que piensa; la
esencia de mi existir se relaciona solo con mi pensamiento y con sus actividades.
Podemos dudar de todo, pero no podemos dudar que existimos como ente que está
pensando o dudando de su propia existencia. de este modo tenemos la primera
verdad: pensar, y la segunda: debido a que pienso, existo.
Esta acción está ligada a un yo, no a un ser físico, sino a una esencia, sustancia. Es
así como llegamos a la idea de un sujeto o sustancia pensante. Descartes define la
sustancia del mismo modo que había hecho Aristóteles. Una cosa que existe en
forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir.
El criterio de la verdad.-
El pienso luego existo será entonces el prototipo de toda verdad y de toda certeza debido a
que es percibida con claridad y distinción. En este momento Descartes deduce su criterio de
verdad en base a esta primera verdad absoluta. Todo aquello que se pueda percibir con la
misma claridad y distinción será verdadero, y se podrá afirmar con total certeza.
El yo pensante o sustancia pensante piensa ideas, por lo que podemos llegar a la premisa
“Yo pienso que el mundo existe” de la que podemos deducir que el yo que piensa existe
indudablemente, el mundo como realidad fuera de la razón puede o no existir, y tengo
indudablemente ideas acerca de mundo y existencias, independientemente de las
manifestaciones físicas o la realidad en que estoy. Las ideas son actos mentales y son
objetivas.
Se distinguen tres tipos de ideas, las adventicias, provienen de afuera y pueden llegar a ser
oscuras y confusas debido a que provienen de los sentidos; las facticias que provienen de
una construcción a partir de otras ideas y cuentan con el mismo inconveniente que las
adventicias; y por último las innatas que son evidentes y punto de partida del conocimiento,
al ser estas evidentes, serán claras y distintas y al ser primitivas se deberá construir el
conocimiento a base de ellas
Descartes establece que pensamos ideas, estas son representaciones de aquello que se
piensa y genera una nueva duda, verificar la identidad entre la representación y la realidad
representada
Descartes supera la idea del solipsismo y descubre que es necesario un origen en las ideas
que tenemos, es necesaria la existencia de una realidad externa, sensible, objetiva. Dios
toma participación en el pensamiento Descartes garantizando la verdad del mundo, cuerpo
y matemáticas. Descartes descubre que entre las ideas innatas, la idea de perfección o de
ser perfecto a la que aspiramos está directamente asociada a la idea de Dios. Pero era
necesario representar en la realidad esa idea, por ello demuestra la existencia de dios en
tres pruebas.
La primera de ellas establece que la Idea de infinito dentro de nuestro ser finito, que pone
en conflicto nuestra naturaleza, no puede pordede más que de manera innata y haya sido
puesta por Dios mismo en nosotros, así justificando la naturaleza de esta Idea.
La tercera define a Dios como la clave del sistema cartesiano, garantiza la existencia de la
res extensa, mueve el universo y garantiza el valor de la verdad de la evidencia. Su
existencia nos permite aplicar universalmente el criterio de verdad, las proposiciones que
nos sean evidentes serán verdaderas. Se desecha la hipótesis del genio maligno.
Res extensa o El Mundo.-
Se pone a dios como punto de partida del origen del movimiento del universo, este universo
es una máquina hecha a base de materia y movimiento, como dato a aclarar, Descartes
explica al universo sin recurrir a la experiencia y de manera deductiva, defendiendo un
planteamiento mecanicista del mundo.
Dios al ser perfecto, es bueno, al ser bueno, no nos puede engañar, al no podernos engañar
y ser el punto de partida del origen, entonces la res extensa es real y existe
independientemente del cogito. Cabe recordar que la res extensa posee cualidades
primarias y objetivas, y por otro lado secundarias y subjetivas, que pueden cambiar según la
percepción del cuerpo.
La diferenciación entre las dos sustancias finitas da lugar a la concepción dualista del ser
humano, solo el humano tiene esta característica, está formado por dos sustancias, la
extensa que forma el cuerpo y la sustancia pensante que es el alma
La sustancia pensante se distingue del cuerpo en función de defender la libertad del hombre
frente al mundo mecanicista, la distinción e independencia de ambas sustancias define a la
libertad. Sin embargo, es requerido encontrar la conexión que une estas dos sustancias
para poder llegar a formar al hombre
Teoría de sustancias
Primero tenemos a la infinita, no necesita de otra para existir (DIOS), después está la finita,
que necesita de la infinita para existir y no depende de otras finitas para existir. Esta se
divide a su vez en dos: Sustancia pensante, el sujeto es una cosa que piensa; y sustancia
cuerpo, que dice que el sujeto pensante tiene un cuerpo con extensión y longitud. A cada
una de estas sustancias se le atribuye la perfección (Infinita), pensamiento (Pensante) y
Extensión (Cuerpo).