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Dejar de creer, dejarse engañar

Santiago Hormanstorfer

“Ya no creo más en mi «neurótica»”1 es el gran secreto que le confiesa Freud al


cosquilleador de narices2, Wilhelm Fliess, en una carta fechada el 21 de septiembre de
1897 y que fue numerada en la Standard Edition como la Carta 693. Con esta confesión
nos muestra un rasgo que luego se revelará como parte de su estilo. No dudará en remover
una pieza fundamental de su edificio conceptual en la medida en que esta ya no pueda dar
cuenta de la experiencia clínica, incluso si este peligra con derrumbarse.

Si bien harán falta algunos años para que lo dicho allí encuentre su lugar definitivo en la
teoría, detenerse en esta carta es fundamental ya que implica un viraje que dará el puntapié
inicial a la conceptualización, entre otros temas, de la sexualidad infantil, del trauma en
dos tiempos, del lugar de las fantasías, de la pulsión y ni más ni menos que el
descubrimiento de los lineamientos principales del complejo de Edipo.

No obstante, abordarla hoy en día puede ponernos en un aprieto. Esto quizás se deba en
parte a que, en la traducción de López Ballesteros, la frase aparece como “ya no creo más
en mis neuróticas”, versión que finalmente derivó en “mis histéricas me mienten”.
Estribillo muchas veces repetido, aunque no se encuentra enunciado por Freud en ningún
artículo ni en ninguna de las cartas publicadas, y que puede generar un particular rechazo
en una época en la que, con justa razón, el lema “hermana, yo si te creo” se ha instalado
en las calles.

Una forma de abordar esta tensión es remitirse a la carta anterior. Allí queda claro que
con su “neurótica” Freud no hace referencia a ninguna neurótica en particular, sino que
de esta manera nombra a su “teoría de la neurosis”4. Esta ubicaba la causa de los síntomas
en una vivencia sexual prematura y traumática, efectivamente acontecida en la realidad
(primera teoría del trauma) y la dirección de la cura se orientaba por hacer consciente esa
vivencia. Los motivos que lo impulsan a abandonar su teoría son de distinta índole. Por
un lado se desprenden de su autoanálisis y en este sentido como sostiene Osvaldo
Delgado, “Freud da cuenta de haber atravesado algo del propio complejo paterno”.5 Por
otro lado, parten del encuentro con un obstáculo clínico. Freud se topa con la “deserción
de la gente que durante un tiempo parecía mejor pillada”6 y en la “demora del éxito
pleno”7 con que había contado. Ya sea porque los análisis se interrumpen o se tornan
infinitos, advierte la impotencia en que desemboca una cura orientada por la búsqueda de
la verdad.

Es decir, el descreimiento de Freud recae sobre su doctrina y no sobre sus pacientes y sus
supuestas mentiras. De hecho con este movimiento se borra la distinción entre mentira y
verdad, ya que al no existir en lo inconsciente un signo de realidad “no se puede distinguir
la verdad de la ficción investida de afecto”.8 Esta mixtura conformará la realidad psíquica
y a ella le dará ahora el estatuto causal que le adjudicaba a la vivencia traumática en la
producción de los síntomas histéricos.9 Entonces, podemos decir que, a partir de esta
confesión, la experiencia que Freud inaugura no se orientará por la búsqueda de un relato
que pueda dar cuenta de una supuesta verdad. Nos da una pista fundamental que nos
permite estar advertidos que “por estructura no hay verdad que al intentar decir lo real no
“mienta””.10 Freud deja de creer en su neurótica para dejarse engañar por la verdad
mentirosa de sus histéricas.

1
S. Freud, “Carta 69” (1897) Obras completas, Vol. I, Amorrortu, Bs. As., 1986. p.301
2
J. Lacan. “Proposición del 9 de octubre”, Otros escritos, Paidós Bs. As. 2012, p. 272
3
S. Freud, “Carta 69” (1897) Obras completas, Vol. I, Amorrortu, Bs. As., 1986
4
S. Freud, “Carta 67” (1897) Obras completas, Vol. I, Amorrortu, Bs. As., 1986p.300
5
O. Delgado. Lecturas freudianas 1, UNSAM EDITA, Buenos Aires, 2012, p.72
6
S. Freud, “Carta 69” (1897) Obras completas, Vol. I, Amorrortu, Bs. As., 1986 p. 301
7
Ibíd.
8
Ibíd p. 302
9
S. Pino, “La utilidad de las ficciones” en Revista Lacaniana, Revista de la Escuela de
Orientación Lacaniana, Año XIII, N° 24, Grama Ediciones, Buenos Aires, 2018.
10
A. Loray “Discurso, sujeto y lazo social” Grama Ediciones, Buenos Aires, 2019, p. 27

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