Está en la página 1de 10

POEMA I

Eres una categoría superior,


que respira desde las alturas,
donde el aire es puro y cristalino.
Pero cuando desciendes a la tierra,
te vuelves humana,
una belleza mortal, frágil y terrenal.

Tu piel es como una brisa fresca,


tus ojos, profundos como el mar,
tu voz, un murmullo melodioso.
Siento que eres un ser único,
con una sabiduría que trasciende la vida,
y un corazón que late al unísono del universo.

En tus labios hay un sabor que embriaga,


un sabor que evoca a la miel,
esa savia dorada que mana de la colmena.
Eres como una abeja laboriosa,
que con paciencia y devoción,
crea el dulce néctar de la naturaleza.

Así eres tú, mi musa eterna,


una luz que alumbra mi camino,
y una meta que anhelo alcanzar.
Eres la esencia de la altura,
la cima que me inspira a ascender,
y el amor que llena mi ser.

1
"Fracturada"

Fracturada,
así como se quiebra el cuerpo
en la universalidad del deseo.
Vagabunda,
nunca dejaste que te atrapara
la noche del pordiosero.

Ágiles besos en ese


corazón callado e intacto,
y la mentira se disfrazó de amor.

En aquella primavera,
no solo perdí mi sangre,
sino que como un animal
me entregué al instinto de la juventud.

"Aunque fuera un sueño"

Aunque fuera un sueño,


una simulación nocturna de cuerpos,
no habría obstáculo para desgarrarme,
para entregarme a la vida y las voces humanas.

Tu amor, por efímero que fuera,


dejaría su huella en mi alma,
como una llama que ilumina en la oscuridad.

Aunque el amor no fuera más que una ilusión,

2
yo seguiría buscando su presencia,
en cada rincón de mi ser.

"La simulación nocturna"

Aun si tu amor
fuera la simulación nocturna de los cuerpos,
yo me desgarraría ante la vida y las voces humanas,
porque cada instante a tu lado es una epifanía.

Nada podría detenerme,


ni la oscuridad ni el silencio,
porque la fuerza de tu presencia es más fuerte
que cualquier obstáculo que se interponga.

Si el amor fuera una ilusión,


una sombra efímera que se desvanece al alba,
yo seguiría buscando tu mirada,
en cada rincón del mundo.

Tu amor, aunque fuera una simulación,


dejaría su huella en mi alma,
como una llama que ilumina en la oscuridad,
como un fuego que quema sin consumirse.

3
"Te amo en la soledad"

Te amo en la soledad que me quema el alma,


en esa ausencia que despierta mi cuerpo,
y me libera del miedo a la noche oscura.

Te amo aún más cuando siento que te alejas,


porque es en la distancia donde encuentro el camino
y el reposo para mi corazón errante.

Cómo no amarte en la soledad,


si todo en mí lleva tu huella y tu nombre,
si tú eres la luz que ilumina mi camino,
la brisa que acaricia mi piel,
y el canto que alivia mi dolor.

En esta soledad que me envuelve,


siento tu presencia como una lluvia bendita,
que renueva mi ser y me devuelve la paz.

Así que aunque estemos separados por el tiempo y el espacio,


sé que mi amor por ti no tiene fronteras,
y que siempre estarás presente en mi corazón.

4
"La exploración amorosa"

Entre lo que fui y he dejado de ser,


renaces como una flor única y penetrante del día,
de aquel tiempo en que nos perdimos sin encontrarnos;
¡Oh, cómo ansío amarte!
grita mi joven corazón,
que en todas las batallas fue derrotado;
¡Oh, cómo ansío besarte!
refugiarme en la exactitud de tus delgados y pequeños labios,
hasta que la noción de las cosas se evapore,
hasta que los caballos salvajes dejen de galopar en mi mente;
Quizá,
porque me había acostumbrado a la muerte obvie el destino,
y laceré mi cuerpo con los ojos de un niño que corre en la noche;
El ayer ya no existe,
el presente tiene tu nombre ahora;
Como un antropólogo, deseo descubrir cada parte del lenguaje de tu piel canela;
Qué vientre más humano y preciado aquel que dio forma a las estructuras de tu cuerpo;
¡Amor!
que esta aventura sea única,
que aquí encuentres toda la libertad en el amor.

5
POEMA

Quiero la soledad,
cuando me regala su espacio sagrado,
cuando me permite respirar profundo;
La detesto cuando me asalta con su gélida compañía,
busco refugio en la luz de una mirada,
cuando la felicidad se hace esquiva,
y solo queda la oscuridad y la tristeza.

La muerte me atrae como un imán,


como una promesa de liberación,
pero la duda me consume,
y vuelvo a caer en el ciclo incesante,
de preguntas sin respuestas y búsquedas sin fin.

Soy indeciso,
como un navegante en aguas turbulentas,
buscando un puerto seguro,
entre las luces titilantes de la noche.

Pero aún así, busco la soledad,


en su seno encuentro la libertad,
y me abro a la posibilidad,
de un nuevo amanecer,
de una nueva esperanza.

6
POEMA

Querida amada,
mi corazón late al son de tus latidos,
y en tu presencia se disipan las dudas y los miedos;
No busco el destino en flores muertas,
sino en la frescura de tu piel y en la intensidad de tu mirada;
No temo a la noche que estrangula corazones,
porque en tus brazos encuentro la luz y la calma;
Juntos caminamos hacia un futuro incierto,
pero con la certeza de que nuestro amor nos guía;
Tu presencia es como un jardín que florece en mi ser,
y cada beso es como una semilla que germina en mi alma;
En este encuentro y en este beso,
renacen nuestras pasiones más profundas,
y juntos vencemos a la superficialidad del mundo;
Por eso te digo: atrápame, mujer,
en esa piel que emerge mis tempestades internas,
y juntos recorramos los caminos del amor y la vida.

7
POEMA

Se cerró la primavera que proveía de poemas,


y el viento llevó consigo las hojas mustias del otoño.
Agotados los días en los que clamé tu nombre,
ahora experimento la libertad del olvido.

La noche no fue melancólica, tan solo instruyó tu muerte;


se deslizó como un río en la oscuridad, sin prisa pero sin pausa,
y en su curso me enseñó que los amores no son eternos.

Qué felicidad me invade esta mañana,


al saber que puedo existir sin la plegaria de tus palabras;
soy libre, como un pájaro que ha dejado atrás las cadenas de la jaula.

Gracias, por la fecundidad de tu amor,


por la fertilidad de tus besos arrugados,
por el privilegio de tu desnudez intacta;
pero sobre todas las cosas,
gracias por la libertad en el amor.

Labradora,
que la primavera sea siempre tuya,
y que el campo florezca con las semillas que sembraste,
mientras yo sigo mi camino, con el corazón ligero
y la mente abierta a nuevos amores y aventuras.

8
POEMA

Si yo me llegara a perder en tus ojos,


quisiera ver nacer en ellos los versos húmedos,
aquellos que no caen de bruces,
que no flagelan con el viento los cuerpos del día;
Si yo me llegara a perder en tus ojos,
quiero obviar la última lágrima en calcinadas lenguas y forasteras sensaciones;
Si yo me llegara a perder en tus ojos,
en mi cuerpo habrán hebras agónicas y difusas que la naturaleza flexible de tus manos
desconocen aún;
Si yo me llegara a perder en tus ojos,
no duelas como el otoño
ni escarbes como el sepulturero,
que yo he llegado para abrazarte en el invierno;
Si yo me llegara a perder en tus ojos,
te ruego mujer sé mi confidente,
no heredes de mi los errores que practicaré en ti,
déjame que llore tu existencia,
que me acose la rutina,
que me invadan las mortíferas palabras;
al final, descubrirás que entre éste mundo y yo, lo único compatible es la muerte;
Si yo me llegara a perder en tus ojos,
en las habitaciones agobiadas por el silencio revela tu sexo ante la imaginación,
que yo en armónicas arquitecturas extraeré desde el fondo de tu materia lo estético de tu
desnudez.

9
POEMA

10

También podría gustarte