Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
a Vi
nci
t Amor
Et NosCedamusAMori
J er SÁNCHEZ MERAZ
avi
1
2
Omnia Vincit Amor
Et Nos Cedamus AMori
3
4
Dedicado:
5
Prólogo:
6
NUESTRO AUTOR, EN ESTA COMPILACIÓN A LA QUE
ACERTADAMENTE INTITULA “OMNIA VINCIT AMOR” NOS LLEVA
DESDE LA MÁS PROFUNDA SOLEDAD, DE ALMA Y ESPÍRITU, CON
LA ÚNICA COMPAÑÍA DE LAS SOMBRAS, LOS RECUERDOS –
ALGUNOS BELLOS, OTROS AMARGOS Y DESESPERADOS --, EL
SILENCIO Y, POR SUPUESTO, NUESTRA AMANTE LUNA, AL
TRIUNFO DEL AMOR POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS, AMOR
QUE ENCUENTRA DESPUÉS DE UN EXTENSO SUFRIMIENTO.
7
NECESIDAD POR TENER EL AMOR EN NUESTRA VIDA, POR
LLENARSE DEL CALOR QUE IRRADIA EN EL CORAZÓN Y EN LA
MENTE, CUANDO EL AMOR INUNDA TU SER, ASÍ PUES, NO ME
QUEDA MÁS QUE INVITARLOS A ACOMPAÑARNOS EN LA
LECTURA DE ESTE COMPENDIO, A SUMERGIRSE JUNTO CON
NOSOTROS EN LA GAMA DE SENTIMIENTOS QUE RODEAN AL
MÁS PURO SENTIMIENTO: EL ANHELADO AMOR.
8
9
I
10
II
11
agobian y llenan de palabras, mi razón, mi
ser; pero ahora son ellos
12
III
13
IV
14
encuentra, porque la belleza que a mis ojos
llega los baña la luna con su luz. En este
mundo sombrío y no por la noche y sus
estrellas, no por cementerios y su olvido, no
por sombras y su frio sino por aquellos
moradores de su tierra, que la matan y
envenenan, que sonríen al hermano y matan
al vecino, que lloran lágrimas de Channel y no
perlas del alma. Esta gente ha asesinado al
amor verdadero, lo ha empaquetado y lo
vende al mayoreo, lo ultraja, lo derrocha, lo
envenena y luego lo tira. Si ese es el amor
que tu buscáis como rosa de vitrina, que
nunca conoció la adversidad ni la imagina,
que vuestras espinas son ornato y olvidaste
como hincarlas. Si buscáis en mi la piel y el
plástico como uno solo, si reis con la
mascarada del mundo y no de ella. Solo he
encontrarme en este andar hasta que mi
senda una rosa de verdad no de vitrina ni de
ornato, llene con su esencia su color y su
15
sonrisa del alma mi existir y comparta
conmigo la belleza incomparable del mundo
que vive, que llora, canta y nos regocija con
pinturas sin pincel y canticos sin altavoz, en
una opereta incomparable que es la vida.
16
V
17
la luz de tus ojos, el resplandor de tus labios,
como un lobo que la luna mira y le grita y le
llora pero alcanzarla no puede. La pena es
infinita sin ti, hoy que sé que existes y a mi
lado no estás, pero más infinita lo fue
pensando que nula era tu existencia y mi
andar inútil por la vida. No descansare hasta
verte entre mis brazos y llenar tu corazón del
amor mío, del más noble y puro sentimiento,
de lo más profundo de mi ser, del latir de mi
corazón y la oscuridad de mi alma. Hasta
entonces luna, mi cielo, seré tu guardián del
sueño esperando con un beso despertar tu
amor...
18
VI
19
cuan distante de mi o cuánto tiempo sin ti he
de recorrer o esperar o caminar entre las
sombras; ya antes lo he hecho, solo que hoy,
a diferencia de ayer, he vuelto hacer llorar de
felicidad a mi corazón, aquel que seco se
sentía y solo grietas de dolor en él a diario
sentía ¡ya no más!, tengo el camino de frente
y hoy se lo que ayer desconocía… el amor es
un reflejo de lo más profundo y aberrante de
nuestro ser y es contra ese sentimiento que
hay que luchar y contra nadie más, ya que
podemos creer que solos vamos en esta
senda que nadie más peleara por tomar el
amor nuestro o al menos aquel que tanto
deseamos, el sentir que la vida se va sin la
existencia de otro no es amar a la persona: es
atarla, el sentir que la sangre se enciende
como magma de los avernos al ver que
alguien se acerca al amor tuyo, no es más que
la prueba fehaciente que tuyo no lo es y por
eso sufrimos y por eso lloramos por que
20
como humanos no entendemos el amarnos
de verdad sin velos ni limitantes, sin ataduras
y con el alma desnuda. El día que logramos
ver más allá de lo que nuestros ojos ven, el
día que entendamos el hablar del otro, el
sentir y el respirar, el vivir y disfrutar un amor
intenso completo y sincero... florecerá como
lirio de abril, libre flotando sobre problema
alguno y con un aroma tan hermoso y tan
fuerte, que será capaz de protegernos como
uno y así el camino frente a dos uno se
vuelva.
21
VII
22
mientras llenamos nuestro ser con la
sabiduría de nuestro corazón y así poco a
poco lograr que nuestras manos al amor de
nuestros sueños alcancen y no se separen
jamás.
23
VIII
24
no la tome de la nada sino del tiempo, de
aquella infinita esencia interminable, infinita
como dije anteriormente. Ha de sobrarme la
vida para morir luchando. solo que hoy, solo
hoy y tal vez hoy, he dejado de lado los
consejos y las frases banales que suelen decir
cuando te enfermas, cuando caes y todos
creen que no te levantas, donde lloras y todos
ven en tus ojos la pena infinita que solo es el
reflejo de vuestros corazones.
25
IX
26
visita doliente de Magdalena alguna mientras
en la oscuridad de la noche susurran
mutuamente las dolencias que dentro de su
ser habitan. Pero que a pesar de muertas
ambas llevan un corazón en su interior, uno
que grita abominablemente por la luna
admirar entre tus brazos y un día, solo un día
más, en tu regazo suspirar y para siempre
esta tumba con mármol coronada poder
abandonar y a tu lado... a tu lado superar la
eternidad.
27
X
28
termina el olvido de mi corazón y comienza la
dicha? ¿Dónde la lluvia despierta del letargo
de su sueño metamórfico y aparece en este
mundo, como el sufrimiento de una nube que
llora su partida? ¿Dónde puedo encontrar el
fin de mi vida y despertar en mi sueño? Pero
si sueño habita en mi corazón... ¿Al morir éste
morirá mi sueño también? He de abrazar mi
alma y aceptar que la muerte, día con día, me
cobre los minutos que camino y en cada
respirar, se ha de llevar una parte de mi ser
que se irá ... para ya no volver jamás.
29
XI
30
de una nova moribunda sin cegarte en medio
de la noche como cualquier otro mortal?
31
Oh maestros y arcanos de los tiempos, decir
a este mortal lo que su sabiduría le expresa
que la dicha no es más grande cuando el
sentimiento aflora sino cuando espera ver la
luz por vez primera.
32
XIII
33
XIV
34
fuertemente en esta tierra así fue como sintió
mi ser cuando encontré sentido en tus
palabras, cuando vi que el pensamiento de
esta diosa, era tan grande como la belleza de
su ser; utópica amalgama en un mortal,
¿ángel será?, ¿demonio quizá?, no lo sé, pero
algo a mi corazón le queda claro, qué si del
cielo venid, o en el infierno morar, nada ha de
importar porque mi corazón a donde vayas te
seguirá.
35
XV
Fénix
Me pierdo entre el deseo perdido de los
moribundos, vengo de donde tu voluntad
murió y el olvido te cubrió, mis alas son los
huesos de los muertos sin retorno, mi fuego
es el odio de miles que su venganza lograr no
pudieron es la voluntad de los caídos y la
pasión de los amantes muertos. Renaceré
cada vez que mi fuego se apague, cada vez mi
llamado respondan mis cenizas. Soy el
constructor de sueños soy la esperanza
encarnada, soy el presente de los que ayer lo
perdieron, soy la oportunidad de volver Soy el
Ave Fénix.
36
XVI
Donde Van....
37
He tenido en mis manos la fortuna y la he
visto volar de ellas, como una hoja que el
viento con su furia la desprende de los brazos
del árbol que observa partir y que no puede
hacer nada más que ver como gira y se eleva
y se va y se pierde en el horizonte mientras su
llanto es como el réquiem y con él dice adiós.
38
XVII
39
Así que este fino hilo del que mi vida pende,
saludare mi muerte y despediré mi vida y así,
en esta transición donde la media noche
junta el hoy y el mañana los pone frente a
frente se saludan y se van
40
XVIII
Penumbra Desolada
41
XIX
Recuerdos de un ayer
42
que purifica el alma puesto que somos seres
mundanos, terréanos y en ocasiones oscuros.
43
Vive en la hermosa realidad, en esta que nos
llena como el sol que brilla y calienta en esta
donde tu mirada es privilegio para quien su
corazón te entrega y se vuelve tu eterno
enamorado.
44
XX
45
El potente sentimiento y la fuerza de mil
ángeles, que uno a uno me invaden y de
gloria embriagan a mí ser.
46
y el olvido y mis versos plañirán ante el terror
de la agonía. Solo un instante, un eterno
instante... donde tus labios y los míos logren
llegar al corazón y de un golpe despertarlo de
su necrada cripta del olvido.
47
XXI
En la Soledad Infinita
48
Tengo que salir, pero son tantas las visiones
tantas alucinaciones que me llaman y rozan
con sus afiladas garras a mi piel desnuda y yo,
embelesado por lo que mis ojos ven y que mi
alma sumergida en el letargo que dejó el
olvido se niega a mirar más allá del velo que
la cubre.
49
y los cadáveres de otros que levantarse no
pudieron y sus cuerpos pútridos y necrados
del cáncer del amor y del olvido que no
pudieron extirpar les destrozó no solo el
cuerpo sino también el espíritu.
50
XXII
La Soledad y Yo
51
pero conocidas que me llaman, que claman
por mi andar acelerar. He de buscar en este
mundo la vida donde se junte mi ser con mi
existencia y pueda nuevamente abrazar la
vida como en algún soleado día de verano lo
hice alguna vez.
52
XXIII
Ai Shite Iru
53
XXIV
54
ser y me da la calma de centurias de tristeza y
ansiedad; de dolor y desesperar… y hoy, solo
queda tu sonrisa.
55
XXV
56
El que tengo frente a mis ojos y a cada
minuto en tú pensar el que logra opacar el
brillo celestial de la luna de octubre, el que
convierte mis sueños en un lugar sombrío a tu
lado, el que creía utópico, inexistente, etéreo,
pero que al fin en un recuento de los siglos
de mi alma que cada día envejecía más y solo
la mantenía viva la promesa de tu existencia.
57
XXVI
58
Y las musas con su infinita paciencia llenaban
mi ser con tu imagen, con tu voz, tu aroma y
tu amor y letras llenas del fulgor de mi sentir
se plasmaban una a una sobre el frio papel
que las acogía como suyas y le daban el calor
que las líneas vacías no brindan.
59
XXVII
60
XXVIII
61
He deseado la dicha la he soñado, la he
anhelado y hoy que la tengo frente a mí, no
puede más que emerger una sonrisa de lo
más profundo del sentimiento de mi ser.
62
XXIX
63
sentimiento y la oscuridad del corazón, puedo
vivir plenamente.
64
XXX
Parando el Tiempo
65
Bebernos la noche lentamente mientras los
astros nos contemplan y la luna eleva las
pasiones que envuelven nuestros cuerpos
mientras se funden una caricia eternamente
66
XXXI
67
reprende a su hijo buscando que madure, en
el andar me llevo al camino donde hoy estás
tú.
68
XXXII
Enfrentando la Adversidad
69
nublando nuestro ser y alejándonos del
camino.
70
XXXIII
Ayer
71
ellas eternamente te amaré. Y alejare los
demonios de la duda y los temores del ayer,
que cuál fantasmas vagan en tu mente y
horrorizan a tu corazón.
72